jueves, 31 de enero de 2008

Las religiones asesinas


La laicización de las sociedades contemporáneas es un fenómeno imparable precisamente porque no ha sido inducido políticamente, siendo por contra fruto del cambio social nacido y crecido desde dentro de la sociedad misma. Una transformación lenta pero inexorable, comenzada hace siglos y que no hace sino progresar, y que en los últimos años se ha acelerado notablemente.

En ese sentido, la ofensiva lanzada en los últimos años por las religiones monoteístas contra la “secularización de la sociedad” no es una brillante Blitzkrieg, como a veces podríamos pensar oyendo sus discursos y viendo sus movilizaciones, sino una desesperada batalla de las Ardenas; es decir, están luchando a la defensiva en una guerra que tienen perdida. Y ellos lo saben, de ahí su radicalidad.

Por tanto, y contra lo que puedan pensar los analistas superficiales, el terrorismo yihadista islamista no es en realidad el arma atroz con la cual se pretende imponer una religión a los no creyentes y a los seguidores de otras (como antaño fue el caso de las Cruzadas cristianas), sino el último cartucho con el que los intereses clericales intentan evitar la laicización del mundo árabe-musulmán (de hecho, la inmensa mayoría de víctimas del yihadismo son musulmanes, y casi todos árabes). Mediante el terrorismo, los islamistas tratan de forzar el cierre de filas e inyectar entusiasmo en el rebaño que consideran propio, para así mejor controlarlo frente a los cantos de sirena de la modernidad laica y descreída.

Ese modelo es el que aplican (con otros métodos, por ahora) los judíos llamados ultraortodoxos, y desde luego nuestros talibanes con mitra y báculo rectores de la Iglesia llamada católica.

Dos libros para entender todo esto: “Tratado de ateología”, de Michel Onfray (editorial Anagrama), y “Las religiones asesinas”, de Elie Barnavi (Editorial Turner).

martes, 29 de enero de 2008

Darling Harbour, una marina mediterránea en los mares del Sur


Lo primero que sorprende al viajero europeo que llega a Sidney es el ambiente relajado que respira la ciudad. La urbe entera parece disolverse en una densa trama de amplios jardines y extensos parques urbanos, y salvo las pocas manzanas que conforman el centro financiero, donde el tráfico peatonal es aún más acelerado y numeroso que el de los automóviles, el resto de la ciudad disfruta de un ritmo de vida tan sosegado que parece aldeano.

Sidney es una ciudad diseñada para ser caminada. En pocos lugares del mundo como en ella se tiene esa sensación placentera de que desplazarse entre dos puntos urbanos puede ser una actividad gozosa, una forma espléndida de perder el tiempo disfrutando las ventajas de un paseo al aire libre. Obviamente si uno tiene prisa el transporte público le ofrece soluciones eficientes y rápidas, desde luego, pero lo más grato en esta ciudad es caminar y observar.

Y ningún otro lugar de Sidney para caminar y observar como Darling Harbour. El viejo puerto de Sidney ha sido transformado en pocos años en un centro de ocio al aire libre que puede compararse, con ventaja, con sus homólogos de la Europa del sur, cuya influencia es evidente en el diseño y usos de este espacio público singular. En efecto, la marina de Sidney recuerda poderosamente las de ciudades mediterráneas como Barcelona o Tel Aviv, si bien sus dimensiones no guardan proporción alguna; Darling Harbour abarca desde el límite de Chinatown hasta prácticamente Opera House, una superficie que por ejemplo multiplica por mucho el área que ocupa la fachada marítima barcelonesa dedicada al ocio.

El clima y la luz, al menos a finales de septiembre, mes en que visité Sidney, hacen el resto. En esa época el calor sureño y un cielo intensamente azul invitan a vivir Darling Harbour durante el día, y una temperatura suave y el ambiente bullicioso a disfrutarlo durante la noche, algo que es una verdadera rareza en los países anglosajones. Todo Darling Harbour hierve en un sinfín de terrazas de restaurantes y bares para todos los bolsillos y paladares, muelles de embarcaciones de recreo y turismo, museos, acuarios, centros comerciales...

Es domingo por la mañana, y cerca de la parada del monoraíl, no lejos del muelle del Museo Marítimo y justo enfrente del Acuario, un grupo folklórico portugués baila danzas de su país rodeados de curiosos, mientras a pie del pequeño escenario aguarda su turno un grupo marroquí y otros esperan su turno, en una muestra artística patrocinada por el Ayuntamiento de la ciudad. Unos paneles estratégicamente situados a lo largo de los muelles informan de que en octubre comienza una semana dedicada a la cultura española, y singularmente al flamenco. En un gran parque circular entre Chinatown y el pórtico de acceso a Darling Harbour la comunidad armenia en Australia celebra un fin de semana dedicado a su cultura de origen, con estands donde se prueba comida típica y pueden comprarse productos armenios de toda clase, mientras suena música tradicional y jóvenes con trajes del país se mueven alegres y bullangueros entre ciudadanos y forasteros. Sobre el césped que alfombra toda la plaza se lee un cartel que veré en otros parques y jardines de Sidney: "Por favor, pisen el césped".

Definitivamente, Darling Harbour es un espacio público único, nacido del cruce entre un urbanismo hijo directo del multicultural, abigarrado y divertido mundo mediterráneo, y la concepción cívica anglosajona clásica, en la que priman por encima de todas las cosas el orden, la limpieza y el culto a la autoridad. Un raro combinado, que por increíble que pueda parecer funciona a las mil maravillas; al menos, en Darling Harbour.

lunes, 28 de enero de 2008

Lecciones de las regionales alemanas


Los resultados de las elecciones regionales alemanas celebradas este domingo en los lander Hesse y Baja Sajonia, confirman con toda rotundidad una doble aseveración que algunos hacemos desde hace tiempo: que cuando los partidos de izquierda se presentan como tales en unos comicios su electorado responde, pero cuando se empeñan en buscar el voto "centrista" no sólo no captan votos de derecha sino que son abandonados por sus votantes naturales.

Las cifras son elocuentes. En Hesse, el SPD presentaba como candidata a una mujer joven, dirigente del ala izquierda del partido y que ha hecho campaña con lenguaje y compromisos netamente de izquierdas, enfrentándose al líder del ala más ultraderechista del CDU y a su extraordinariamente reaccionario programa. La consecuencia ha sido que el SPD ha ganado 7,6 puntos y la CDU ha perdido nada menos que 12, empatando ambos partidos en votos y escaños, cuando hasta ahora los democristianos tenían la posición predominante en la región.

En Baja Sajonia, por contra, el SPD ha pretendido disputar el voto "centrista" al Gallardón local de la CDU, presentando contra él a un apparatchik típico representante del social-liberalismo "moderado". El resultado ha sido que los socialdemócratas han perdido 3 puntos, y aunque la CDU ha perdido 6 puntos le ha sacado al SPD una distancia abrumadora en votos y escaños. Muchos electores de izquierda socialdemócrata de la región han optado por votar a Die Linke, el partido socialista de izquierda que dirige Oskar Lafontaine, que ha irrumpido con fuerza en el parlamento sajón.

Con todo, lo más importante de estas elecciones es que por fin Die Linke tendrá presencia en parlamentos regionales de la zona occidental del país (hasta ahora sólo tenía diputados en Bremen y en la ciudad autónoma de Berlín, donde gobierna en coalición con el SPD). En Hesse, Die Linke ha obtenido el 5,1 de los votos (su crecimiento en este Estado lo ha frenado en parte el giro a la izquierda del SPD regional que comentaba antes), y en Baja Sajonia el 7,1. Es de destacar que en Baja Sajonia los votos obtenidos por Die Linke son bastante más del doble de los perdidos por el SPD y que los Verdes han quedado casi igual a lo que tenían, de lo que se deduce que una buena parte de votantes de la izquierda socialista han salido de la abstención y de los nuevos votantes.

La esperanza se mueve, pues. Durante la campaña electoral pasada, el líder del Partido Liberal FPD ha llamado a Die Linke el "virus Lafontaine". Efectivamente, el virus de la izquierda socialista ha comenzado a contaminar la política alemana; dicen las encuestas que si hoy hubieran elecciones generales en Alemania, Die Linke obtendría el 11 ó 12% de los votos. La apuesta del partido es llegar al 15% cuando el año próximo se celebren los comicios.

domingo, 27 de enero de 2008

Día del Holocausto: ¡viva la memoria histórica!


Hace ya algún tiempo, en la anterior etapa de Aventura en la Tierra, escribí sobre esta foto. Ahora la cuelgo aquí por primera vez. Está tomada en abril de 1945, tras producirse la liberación por las fuerzas norteamericanas de los prisioneros del campo de exterminio nazi de Dachau. A las pocas horas de la toma del campo un grupo de presos, militantes del PSOE, se hicieron esta foto para la Historia. Pertenece a los fondos de la Fundación Pablo Iglesias.

Nueve hombres, algunos todavía con el uniforme a rayas que llevaban los presos en los campos de exterminio, posan alrededor de la bandera de su partido. Uno no puede menos que admirar el valor de estas personas y su entrega total a la causa de la libertad, la democracia y el socialismo, por la que arrostraron sin doblegarse las mayores penalidades que un ser humano pueda padecer. "Resistir es vencer", decía el doctor Negrín; ellos resistieron, y vencieron.

Hoy, 27 de enero, Día del Holocausto, la jornada en la que se recuerda a todos los asesinados por el nazismo en complicidad con sus aliados -entre ellos el régimen franquista, que autorizó el exterminio de miles de compatriotas por el supuesto delito de ser "rojos"-, quiero rendir aquí un pequeño homenaje a este grupo de hombres de una pieza, y resaltar el valor de la memoria histórica como arma de lucha por un futuro más justo y más libre. Salud a los compañeros de la Agrupación Socialista de Dachau, allá donde ahora estén.

El olvido es de derechas, la memoria, de izquierdas. Recordar para vivir, vivir para avanzar.

viernes, 25 de enero de 2008

Entre la Gestapo y Robocop. Horatio, el poli que viene


No sé si ustedes son seguidores de las series de policías en televisión. Me refiero a las series norteamericanas, por supuesto; las de producción europea y no digamos española, no pasan de ser meros remedos voluntariosos. Nada como el original.

La verdad es que siempre me ha llamado la atención la desproporción que hay entre el número de policías realmente existente incluso en un país como EEUU, y la cantidad de horas de emisión que se dedican a loar sus gestas en productos televisivos. Al cabo, resulta que los polis de la tele también tienen hijos respondones, hipotecas por pagar y un amigo que empina el codo más de la cuenta; entonces, si tan normales son, ¿por qué demonios invaden a todas horas nuestras pantallas caseras con sus problemas y su trabajo?.

La respuesta está en CSI, más concretamente en CSI Miami. A mí esta serie me fascina, lo reconozco. Nada hay en la tele tan infernalmente educativo como ella; nada tan pedagógico como su apuesta neta por una sociedad policial en la que los derechos del individuo y las libertades públicas hayan sido liquidadas de una vez por todas.

CSI Miami la protagoniza un tipo adusto y pelirrojo, que en la ficción televisiva es una especie de superpoli –mitad poli mitad científico- llamado Horatio, y al que sus subordinados llaman H. Cuando H. interroga a un sospechoso –en realidad, cualquiera que esté a su alcance es sospechoso de algo- el hielo cristaliza en la sala -¿de tortura?- donde reina Horatio el superpoli. Uno ve luego esos vídeos de ciertas comisarías de los Mossos d’Esquadra donde le dan de hostias o le tocan las tetas al detenido o detenida de turno, y no puede menos que suspirar ante trabajo tan artesano. H. no da de hostias a nadie, no lo necesita: él fulmina al interrogado con su verbo parco y medido, y sobre todo con la calidad pétrea de su mirada. El interrogado culpable acaba confesando -¡coño si confiesa!-, y el inocente termina por desgranar sus pecadillos ocultos –un tráfico de drogas al por menor por aquí, una pelea a puñetazos por allá- que Horatio, magnánimo, ignora, pues a él sólo le interesa cazar la Gran Pieza, el culpable del crimen que centraliza el episodio de esa noche.

Últimamente la serie se ha puesto un poco resbaladiza porque H. y sus muchachos andan persiguiendo terroristas por Miami, y eso queda un poco confuso: se supone que son los “boys” del cuerpo de Marines los que hacen el trabajo de cazarlos en Irak, que para eso están. Claro que si hasta la policía municipal barcelonesa va detrás de los moritos del Raval (antes Barrio Chino) porque alguien les ha soplado que preparaban atentados suicidas contra el metro de Barcelona, a ver por qué diablos mi Horatio no iba a poder dar buena cuenta de unos cuantos terroristas en el Miami sobre el que impera como una mistress del antivicio.

Yo cuando veo a Horatio en acción, inmediatamente pienso en los polis de la Gestapo que salen en las pelis en blanco y negro de cuando los norteamericanos luchaban por la libertad del mundo en lugar de pretender acabar con ella. Cierto que los nazis llevaban abrigo de cuero negro y sombrero de ala ancha, y que el pelirrojo H. por el contrario viste de cura fashion tirando a hortera, además de exhibir una frialdad general de androide computerizado, una especie de Robocop con gafas de sol de diseño. Pero no me negarán que el tipo con sus frases, sus miradas, sus poses y sus amenazas, y sobre todo con ese aire de “en cualquier momento me voy a comer tu hígado crudo sino me dices lo que quiero oír”, daría de puta madre como poli nazi.

En un episodio emitido hace tiempo se entablaba este ilustrativo diálogo entre Horatio y un policía de Nueva York, ciudad a la que se había desplazado H. persiguiendo a un criminal:

Horatio: Cuando cojamos a X., quiero prioridad. Quiero llevármelo a Florida para que lo asen en la silla eléctrica.

Poli de NY: En Nueva York también tenemos pena de muerte.

Horatio: Sí, pero hace muchos años que no se aplica.

Poli de NY: Tienes razón. ¡Qué porquería de políticos!.

En fin, que el modelo de poli del siglo XXI ya está aquí, aunque de momento sólo en nuestras teles. O eso nos gustaría creer.

jueves, 24 de enero de 2008

Duran Lleida y los 40 ladrones


Dice la Sindicatura de Cuentas -órgano fiscalizador de la Administración autonómica catalana- que los sucesivos gobiernos de Pujol entre 1990 y 2001 no justificaron ante ella 1.400 millones de euros en cursos de formación para parados. Ahí es nada.

Se trata de fondos europeos administrados por el Departamento de Trabajo de la Generalitat de Catalunya a lo largo de esos diez años. Denuncia la Sindicatura de Cuentas que, "de una muestra aleatoria de expedientes investigados, el 95% carecen de facturas justificativas". Siempre según la Sindicatura, la muestra analizada "es lo suficientemente amplia para extrapolar sus resultados al resto de subvenciones concedidas".

Reseña luego la Sindicatura casos concretos, como los 4'33 millones de euros cobrados por tres empresas supuestamente dedicadas a impartir cursos que jamás se realizaron. Estas empresas son en realidad, meras tapaderas: "una propiedad de la patronal Confederación de Empresarios del Baix Llobregat, otra del empresario andorrano Fidel Pallerols y la tercera del Centro de Estudios Ocupacionales de la Mujer. Las dos últimas están relacionadas con Unió Democràtica, el partido de Josep Antoni Duran Lleida, y que gestionó el Departamento de Trabajo durante la década indagada". Y sigue la cosa "Según el síndico mayor, Joan Colom, el 95% de los expedientes consultados presentan irregularidades contables y administrativas. Las anomalías evidencian el absoluto descontrol con que los gobiernos nacionalistas gestionaron estos fondos".

A mí todo esto no me pilla de nuevo. Hace algunos años, traté a un par de individuos relacionados con el tinglado que luego se ha sabido tenía montado la UDC de Duran Lleida en el departamento de Trabajo del gobierno catalán, y la verdad nada de que lo que se va sabiendo me asombra. Uno de ellos había sido militante del PSC y de la UGT, castellanohablante por más señas, y de repente, según me comentó un dirigente sindical catalán de UGT, un día apareció en una reunión entre los sindicatos y la Consejería de Trabajo sentado entre los capitostes democristianos negociadores. El otro pájaro era un mercenario que había pasado por el grupúsculo que en los inicios de la Transición lideró el agente de la CIA Josep Pallach, más tarde recaló en el PSC-PSOE, y en esos años del saqueo de los fondos europeos mediante inexistentes cursos de formación para parados trabajó a las órdenes del democristiano Ignasi Farreres, entonces consejero de Trabajo y ahora personaje con la mierda hasta el cuello en este asunto (más tarde el mercenario intentó colarse en ERC; a estas alturas creo que sólo le falta probar el PP, y no me extrañaría que lo hubiera intentado ya).

A ese ambiente de corrupción en "omertá" se le llamaba entonces "oasis catalán", y era muy elogiado por la prensa adicta del régimen pujolista (casi toda la catalana) y admirado por ciertos sectores progresistas madrileños, hartos de los sobresaltos de la Villa y Corte. Desde aquí, desde Catalunya, algunos ya olíamos el pescado podrido, pero nunca nos hicieron mucho caso.

Lo que resulta especialmente repugnante de todo este asunto de corrupción masiva es que el latrocinio se llevara a cabo saqueando fondos destinados a paliar la situación de los parados. La burguesía catalana es lo que tiene: puestos a robar, no se conforman con enajenar las plusvalías; se llevan hasta el dinero que debería aliviar la situación de los parados que ellos mismos produjeron. Insaciables, ya digo.

miércoles, 23 de enero de 2008

De franquicias terroristas, sentencias inducidas y mártires que lo son menos


El Tribunal Supremo ha fallado finalmente contra la mesa del Parlamento vasco que presidió Juan María Atutxa, por haberse negado ésta en su día a disolver el grupo parlamentario de la franquicia de ETA durante la anterior legislatura autonómica vasca.

Lo de Atutxa y compañía me parece un asunto en el que a todas las partes intervinientes se les debería caer la cara de vergüenza: a los unos, por permitir que unos mandados de ETA montaran su circo en el Parlamento vasco, y a los otros por organizar una payasada leguleya que todos sabemos es un puro ajuste de cuentas promovido por la ultraderecha parlamentaria española.

A renglón seguido de conocerse el fallo, Ibarretxe ha hecho unas declaraciones en su línea habitual -aquello de que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, ahí va un estacazo al Estado-, y el tripartito gubernamental vasco va a promover una manifestación de repulsa contra la sentencia. Total, nada. Como ha escrito Patxi López en su blog éste es un asunto políticamente amortizado hace tiempo, y sólo al PP y sus adláteres les interesa menearlo.

Algunos comentaristas de guardia en blog ajeno, sin embargo, aprovechan la ocasión para sembrar la especie de que este caso demuestra que la ley es diferente si se aplica en el País Vasco o en Madrid. En realidad, en un sistema judicial como el español las sentencias no dependen del lugar físico donde se emiten y ni siquiera del asunto en sí sobre el que fallan, sino puramente de la voluntad del juzgador que la emite. Y la voluntad en este caso circula por carriles que poco tienen que ver con la política del momento en el País Vasco.

En todo caso, a quienes ahora se rasgan las vestiduras ante el atropello a todas las leyes habidas y por haber supuestamente cometido por esta sentencia del Supremo, sugiriendo abiertamente que existen diferentes varas de medir legales según la comunidad autónoma donde uno esté empadronado, habría que recordarles que es bastante curioso el hecho de que si uno quema un autobús de servicio público en Bilbao porque le ha dejado su novia, un suponer, lo más probable es que rápidamente termine en prisión, mientras que si lo hace en nombre de los imprescriptibles derechos del pueblo vasco casi con toda seguridad no va a pasarle nada, y en caso de que por verdadera casualidad le detuvieran y le procesaran, siempre podrá contar con el apoyo y la solidaridad de un buen número de asociaciones especializadas, y desde luego, con el entusiasmo de una legión de comentaristas de blogs que están al quite de todas.

Se diría pues que, ciertamente, no hay mucha igualdad de todos los vascos ante la ley.

martes, 22 de enero de 2008

Alarma en los templos de la economía-basura


El subibaja de las Bolsas, ese Casino virtual manejado por gánsters cuyos métodos avergonzarían a los que manipulan las mesas de juego en Las Vegas, ha sido organizado ahora para resarcir a las aseguradoras norteamericanas y a las corporaciones bancarias que se han pillado los deditos con el feo asunto de las hipotecas-basura, que tanto recuerda por cierto al de los bonos-basura de los tiempos de Reagan. Al cabo, éstos de ahora son los mismos delincuentes de entonces, un poco más maduritos (delincuentes en sentido estricto: léase “American Psycho”, la novela que retrata sin piedad a un broker arquetípico de la época reaganiana).

Estamos pues ante la enésima crisis provocada por la economía virtual que mece los llamados "mercados bursátiles", esos templos de la economía-basura, y cuyo origen está -cómo no, una vez más- en los EEUU.

De todos modos esta crisis no es más que un sarpullido si la comparamos con los males de fondo que aquejan a la economía norteamericana, que agoniza como un tiburón empeñado en devorarse las entrañas a sí mismo. Son los yanquis quienes dinamitaron su potente economía real, la productiva surgida de los años del New Deal, para entregarse a los deleites de la economía especulativa; allá ellos, pues, y ojalá que les reviente el tinglado de una vez.

Lo que deberían hacer el resto de las economías del mundo, comenzando por las europeas, es establecer un “cordón sanitario” que evite que esos bandidos nos transfieran por enésima vez sus problemas, obligándonos a asumir parte de la factura. Que se la coman entera ellos, y que les aproveche.

domingo, 20 de enero de 2008

Felipe en Barcelona


Más de 7.000 personas llenaron hoy a reventar el Pabellón deportivo de la Vall d'Hebron, y varios centenares más hubieron de seguir desde fuera del recinto la intervención de Felipe González en el primer mitin real de la campaña socialista para las generales del 9 de marzo.

Desengáñense algunos dirigentes y cuadros del PSC: como en ocasiones anteriores, la multitud no acudió a oír hablar a José Montilla, ni mucho menos a la pizpireta Carmencita Chacón. Si aparecieron en tropel fue para oír a Felipe, a "su" Felipe, que es como consideran a González. Ya sé que esta constatación jode también a otra gente que no son ni "vacas sagradas" del PSC o el PSOE ni tampoco afines al PP, pero las cosas son como son y no hay Califa de la supuesta Verdadera Izquierda que sueñe siquiera con llenar un pabellón allí donde se encuentran Nou Barris y Horta-Guinardó, las dos barriadas obreras de Barcelona. Y lo peor es que van porque les da la gana y así desde 1977, con todo lo que ha llovido en estos años.

González ha estado bien, pero eso es lo de menos. Ves el entusiasmo de la gente sencilla, trabajadora, y piensas que como decían los viejos antiguamente, algo tendrá el agua cuando la bendicen. Y le entra a uno cierta tristeza cuando observa el elenco político actual, su mediocridad y falta de sintonía con la gente. Mientras pensaba estas cosas, no he podido menos que sonreír al leer en la edición catalana de EL PAIS de hoy que Manuela de Madre ha calificado a esa tontada del "perfume socialista" inventado por el marketing que lleva la campaña del PSC, como "una chorrada de la Chaconcita".

Evidentemente, González nunca necesitó inventar pefumes ni estupideces por el estilo, para liderar un proyecto político. Por eso sigue llenando pabellones deportivos con gente de barrios obreros, mal que le pese a algunos de dentro y de fuera de su partido que, descontando a la derecha, en realidad son más bien pocos.

sábado, 19 de enero de 2008

La Caixa se ríe del mundo


En las páginas de la edición catalana de EL PAIS de hoy aparece una noticia breve alucinante, que creo expresa a la perfección cómo están las cosas en eso que los culpables y los cursis llaman "el mercado de trabajo" actual.

Dice EL PAIS que la consejera de Trabajo de la Generalitat de Catalunya, Mar Serna, ha ratificado una sanción de 3.005,07 euros impuesta por la Inspección de Trabajo a La Caixa por (copio textualmente) "infracción muy grave en materia de obstrucción" de la tarea inspectora en materia de prevención de riesgos laborales, sanción que dio a conocer ayer el sindicato Comisiones Obreras.

El motivo de la "infracción muy grave" es según el sindicato haber obstruido una investigación oficial al no aportar La Caixa una documentación que le fue requerida hasta en tres ocasiones, a lo que fuentes de La Caixa consultadas por el diario respondieron que la entidad ha presentado un recurso por vía judicial contra esta resolución (faltaría más), a fin de "aclarar" qué inspección de Trabajo, la dependiente de la Generalitat o la estatal, es la competente en la materia.

O sea, que ya puestos, además de pretender ahorrarse los miserables 3.000 euros de la sanción, La Caixa se ríe de la Generalitat catalana, del ministerio de Trabajo español y del sumsum corda, respondiendo que no sabe quién de ellos es competente para sancionarles.

La documentación que se reclama a La Caixa incluye trivialidades tales como "el plan de emergencia de la entidad, la planificación de la actividad preventiva, la evaluación de riesgos en especialidades técnicas y planificación e integración en materia preventiva" (sic). Probablemente a La Caixa no le alcanza el presupuesto para encargar esos estudios.

A mí la noticia me da ganas de vomitar. No sé qué es más escandaloso, si que la principal entidad financiera del país y una de las primeras de Europa carezca de planes preventivos para sus empleados que merezcan ése nombre, su chulería a la hora de ningunear a las instituciones públicas que nos representan a todos (incluidos sus impositores), o la impotencia que demuestran éstas al imponerle una ridícula sanción de 3.000 euros por "infracción muy grave".

Lo único que falta ahora es que cuando los abogados de La Caixa se presenten ante el juez, declaren que la entidad es insolvente y que no puede afrontar la sanción.

jueves, 17 de enero de 2008

La economía negra española


Oigo esta mañana en Radio Nacional (RNE) que el 25% de la economía española es economía "en negro". La cifra es extremadamente prudente, pues otras fuentes hablan de un tercio o más del monto total. Y sin embargo a pesar de su prudencia, significa que nada menos que cincuenta y siete mil millones de euros al año se mueven en esa economía sumergida, y por definición, ilegal, formada por los beneficios generados desde el tráfico de drogas y la prostitución hasta las chapuzas a domicilio y el llamado "top manta", pero también por buena parte de las operaciones de compraventa de viviendas, el traspaso y contratación de jugadores de fútbol o el cobro de los servicios prestados por tantos abogados o dentistas (por poner como ejemplo dos colectivos profesionales especialmente activos en este terreno). Así no es de extrañar que según esta información de RNE, España acapare el 25% de los billetes de 500 euros existentes. Estos billetes, conocidos popularmente como los "Bin Laden" -dicen que existen, pero nadie los ha visto- son los preferidos a la hora de realizar pagos en metálico fruto de operaciones en negro, es decir fraudulentas y, por tanto, delictivas per se.

Todo esto no es nuevo. Durante décadas, por ejemplo, se permitió escriturar por un valor inferior al real todos los pisos que se compraban, a fin de que las partes -singularmente el promotor inmobiliario que vendía- se ahorraran impuestos a pagar. Estas operaciones fraudulentas se realizaban ante ilustres notarios, que evidentemente cobraban un buen pellizco por sus servicios. Un robo al Estado realizado a plena luz del día, con pleno conocimiento público, y que sólo hace unos pocos años fue expresamente prohibido.

El experto consultado sugería como fórmula para acabar con la economía en negro que se liquiden las "rigideces" del mercado laboral, bajando impuestos a las empresas y rebajando especialmente las cotizaciones a la Seguridad Social. El descaro de nuestros "emprendedores" no conoce, pues, límites. Su obsesión por aumentar beneficios y eliminar "costes laborales" resulta ya de una insanidad que da grima; con todo, ocurre que ni siquiera satisfaciéndola hasta el punto de reimplantar la esclavitud se resolvería el problema, porque la realidad de nuestra economía negra va más allá del choriceo de nuestros empresarios y profesionales.

En realidad, la piedra angular de la economía negra en España radica en la articulación de tres grandes volúmenes de negocio, convertidos en ángulos de un triángulo equilátero: los tráficos delictivos, la inversión inmobiliaria y el turismo de masas. Si a ese triángulo añaden el fútbol profesional, perfectamente conectado con los tres a la vez, tendrán un dibujo certero del proceso de generación y lavado del dinero negro en España.

Volveremos sobre ello en otra ocasión.

miércoles, 16 de enero de 2008

Pizarro el Conquistador


Que Manuel Pizarro se destape como mano derecha de Rajoy “para asuntos económicos”, es la mejor noticia de lo que llevamos de año. El PP se quita definitivamente la careta, y muestra su verdadero rostro: el de una extrema derecha rapaz, políticamente reaccionaria y casposa y económicamente instalada en la defensa del capitalismo más salvaje y especulador. Si esto no moviliza a quienes se dicen de izquierdas y pensaban abstenerse, nos habremos merecido que entreguen la vigilancia del corral a la madre de todas las zorras.

Porque Pizarro no es un chorizo de derechas cualquiera. Manuel Pizarro es el adalid máximo de una concepción vampírica del capitalismo: ya no se trata sólo de chuparles las plusvalías e incluso la sangre (destrucción de la sanidad pública) a los trabajadores y a las clases populares, sino de sacarle hasta el tuétano de los huesos al sistema mediante la perfección de ese tocomocho alumbrado por la “ingeniería financiera” que se ha dado en llamar la “nueva economía”, mediante el cual las manos que mecen el “mercado” provocan subibajas de las bolsas, descapitalizaciones y almoneda de empresas (Sintel), apreciaciones meteóricas de valores que son humo (Terra), ventas comisionadas a empresas extranjeras de patrimonio nacional privatizado (Endesa), etc etc.

En todos esos hiperchanchullos Pizarro es un maestro de maestros, además de hombre de plena confianza de Génova desde los tiempos de Aznar. Por ello, que Manuel Pizarro se fuera de Endesa llevándose 12 millones de euros en concepto de indemnización autootorgada más las plusvalías conseguidas tras la sobrevaloración de sus acciones en la compañía, es pecata minuta comparado con lo que éste personaje puede hacerle a la economía española, a la macro y a la micro.

En definitiva, tipos como Pizarro se mueven en la “economía virtual”, pero el dinero que pillan sale de la “economía real”; es decir, lo sacan de nuestros bolsillos.

domingo, 13 de enero de 2008

Tricornios peligrosos


Hay quien dice que en este país en realidad nada ha cambiado desde el fallecimiento del general Franco a hoy. No olvidemos que a fin de cuentas, el dictador se murió de viejo en su cama.

Pensar así tal vez sea una exageración, aunque leyendo noticias como la que adjunto a continuación, tomada hace unos minutos de la web de la Cadena Ser, uno está tentado de creer que efectivamente, nada ha cambiado en España, al menos en lo que se refiere a ciertas instituciones heredadas del Antiguo Régimen.

Creo que comienza a ser urgente que el gobierno democrático que salga de las urnas el 9 de marzo abra un "período de reflexión", que culmine en la disolución de la Guardia Civil y su substitución por una Gendarmería fundada sobre valores democráticos e integrada por individuos afectos al sistema político que nos hemos dado todos los ciudadanos españoles.

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http://www.cadenaser.com/espana/articulo/defensa-reconoce-relevo-unidad-completa/csrcsrpor/20080113csrcsrnac_4/Tes


CADENA SER 13 de enero de 2008

Según confirmaron a la SER fuentes militares, Defensa obligó a volver cuatro meses antes de lo previsto a una unidad de la Guardia Civil que hacía en la base labores de policía militar, tras recibir denuncias por parte del mando en la provincia serbia por -entre otras irregularidades- alcoholismo y agresiones entre los miembros del instituto armado.

Según estas mismas fuentes, el coronel jefe de la agrupación se había dirigido al Estado Mayor explicando que "la permanencia de la unidad de la Guardia Civil en la zona ponía en riesgo severo la misión". Ahora el Gobierno, en una respuesta parlamentaria a preguntas de Izquierda Unida, admite que el relevo "se produjo al detectar que el funcionamiento estaba siendo afectado negativamente por problemas personales ajenos al servicio".

Precisa, además, el Ejecutivo en esta lacónica respuesta que "durante el periodo transcurrido entre el repliegue de la citada unidad y la llegada del relevo, el jefe de la fuerza militar española en Kosovo, tomó las mediadas oportunas para garantizar las funciones de policía militar".
No precisa sin embargo el gobierno en su respuesta si los hechos ocurridos derivarán en sanciones a los agentes aunque fuentes militares consultadas por la ser aseguran que la pelota está ahora en el Ministerio del Interior.

sábado, 12 de enero de 2008

Angel González ya es memoria de todos


De repente, como un invierno sobrevenido en estos tiempos de cambio climático, se ha ido Angel González, casi sin avisar. Oía esta mañana a Javier Rioyo explicar sorprendido que ayer mismo estuvo visitándolo en el hospital, y la buena impresión que le produjo verlo animoso y lúcido, leyendo una novela de Martínez de Pisón, comiéndose un segundo yogur de postre y suspirando por fumarse un cigarrillo en cuanto llegara a casa. Horas después el poeta fallecía.

Angel González, el mayor poeta en lengua castellana vivo -hasta ayer- ha sido la voz más machadiana de la poesía española. En sus versos desgrana un profundo compromiso con el Hombre y su Tiempo, ejercido desde una escritura sencilla y contundente, al modo en que don Antonio escribió sus versos inmortales. Como su maestro, el poeta asturiano buceó en la reflexión sobre la intimidad del individuo sin olvidar por ello la preocupación por la dimensión social de las cosas. Parafraseando a Ortega, podría decirse que Angel González ha sido un poeta hondamente interesado por el hombre y su circunstancia social.

La biografía de Angel González se resume en una frase: fidelidad a sí mismo y a sus ideas. Hombre de izquierdas, rebelde, inquieto, llano, sin recovecos ni aspavientos. Se fue de aquí harto de la peste a podredumbre que exhalaba la España franquista. Profesor afable y accesible, hace unos años explicaba muerto de risa en en la radio que después de media vida en EEUU no hablaba una palabra de inglés, porque esperaba que sus alumnos de la Universidad de Nuevo México dominaran el idioma cuya literatura él explicaba y ellos habían elegido conocer, el castellano.

Como creador, la producción entera de Angel González ha merecido de los años cincuenta a hoy toda clase de reconocimientos y galardones, sin que se operara cambio alguno en su carácter y en su estar entre sus semejantes: un ejemplo para el mundo literario, tan poblado de engreídos y perdonavidas. Faro de nuevas generaciones -pienso en Luis García Montero, por ejemplo- , la poesía de Angel González se revalorizará aún más si cabe con el paso del tiempo. Para empezar a conocerle o para conocerle mejor, les recomiendo el que creo es su último libro, "Otoño y otras luces" (Tusquets. Barcelona, 2001), premonitoriamente publicado en una colección a la que la editorial llamó "Nuevos textos sagrados".

Con todo, seguramente su poema más célebre, aquél en el que exprime toda su capacidad para el análisis social irónico y que recuerda inmediatamente al Antonio Machado de los "Proverbios y cantares", sea estas "Glosas a Heráclito" que les dejo a modo de despedida de nuestro Angel.


GLOSAS A HERÁCLITO

1
Nadie se baña dos veces en el mismo río.
Excepto los muy pobres.

2
Los más dialécticos, los multimillonarios:
nunca se bañan dos veces en el mismo
traje de baño.

3
Nadie se mete dos veces en el mismo lío.
(Excepto los marxistas-leninistas).

4
Nada es lo mismo, nada
permanece.
Menos
la Historia y la morcilla de mi tierra:
se hacen las dos con sangre, se repiten.

viernes, 11 de enero de 2008

De cómo una junta de accionistas inventó Panamá y un famoso novelista robó la historia


Dice la experiencia que tras cada proceso de independencia de un nuevo Estado siempre hay emboscado un grupo de inversores económicos que lo impulsan y recogen luego los beneficios. En Europa tenemos un amplio surtido de ejemplos, que próximamente se engrosará con la aparición del flamante Kosovo independiente inventado desde Wall Street y la Bolsa de Frankfurt.

Uno de los casos históricos más escandalosos fue el invento de Panamá, un país que se sacó de la chistera la Compañía del Canal de Panamá (CCP) en su afán por llevar a cabo la construcción de un canal transoceánico. La CCP, empresa de capital norteamericano, fue la heredera del fracasado proyecto iniciado por Lesseps con capital francés, estrellado contra hombres y elementos: el clima, las enfermedades, los desastres naturales y las guerras civiles latinoamericanas obligaron a los franceses a abandonar el istmo panameño antes de concluir la obra.

Unos años más tarde fue la CCP yanqui quien se hizo cargo del asunto. Para evitarse problemas, la potencia inversora recurrió a la cirugía: Panamá, entonces provincia colombiana, fue amputada del resto del país con ayuda de la escuadra norteamericana y los fusiles de los marines. Un gobierno panameño títere aceptó mansamente el "diktat" impuesto por la empresa y por Washington; los políticos y militares colombianos no pudieron hacer otra cosa sino aceptar los hechos consumados, luego de haber cobrado los correspondientes sobornos.

Esta historia apasionante y ejemplar la recoge y desarrolla Juan Gabriel Vásquez en su novela "Historia secreta de Costaguana" (Alfaguara. Madrid, 2007). A través de la voz de José Altamirano, un liberal colombiano exiliado en Londres, Vásquez reconstruye el camino de la infamia que recorrió el país latinoamericano desde los sueños de libertad y progreso de los años posteriores a su independencia a principios del siglo XIX -encarnados en Miguel Altamirano, el padre del protagonista-, hasta su brutal despeñamiento en los primeros años del siglo XX tras una guerra civil especialmente salvaje y la intervención yanqui en Panamá.

Vásquez adereza la novela con la presencia en ella de Joseph Conrad, el famoso escritor inglés de origen polaco, a quien en la ficción atribuye haberse apoderado de los recuerdos de José Altamirano para, manipulándolos a su conveniencia, convertirlos en materia de su novela "Nostromo". Así, al pobre Altamirano le acaban robando su país, sus recuerdos y hasta su propia vida, ninguneado por quien sin haberle mostrado siquiera agradecimiento obtendrá gloria y dinero gracias a él.

Juan Gabriel Vásquez se revela a pesar de su juventud (34 años) como un excelente narrador, en la estela de los clásicos de la literatura del "boom latinoamericano" iniciado con Gabo. Su estilo es menos "mágico" y más realista que el del colombiano maestro de maestros, pero aún así es reconocible en su escritura la deuda con García Márquez. El sentido del humor, la ironía y la ternura sazonan las páginas de esta "Historia secreta de Costaguana", contrapesando la dureza de una historia teñida del rojo de la sangre y del amarillo del vil metal acuñado.

Quizá uno de los momentos más logrados de la novela sea aquél en el que un enviado norteamericano llega a la ciudad de Colón horas antes de que se proclame la secesión panameña, portando en un maletín con el que recorre el mundo una declaración-tipo de independencia y un modelo universal de Constitución, listos para que los Padres de la nueva Patria los adapten a sus necesidades.

A este tipo de asaltos los llaman algunos políticos "procesos de autodeterminación".

miércoles, 9 de enero de 2008

Los Simpsons votan en las primarias de EEUU


La fiebre de los caucus y las primarias ha llegado también -por qué no- a Springfield.

¿Les interesa saber a quién piensa votar cada uno de los personajes de la serie Los Simpsons?. Aquí les dejo la lista de candidatos y sus potenciales votantes springfelianos.

Primero, los candidatos:

Por el Partido Demócrata (PD):
Hillary Clinton: demócrata "clásica".
Barak Obama: neodemócrata.
John Edwards: ala "izquierda".

Por el partido Republicano (PR):
John McCain: conservador moderado.
Rudolf Giuliani: conservador radical.
Mike Huckabee: extrema derecha cristiana.

Y después, sus votantes en Springfield:

-Homer Simpson: por Giuliani (PR).
-Marge Simpson: por Hillary Clinton (PD).
-Abraham Simpson, padre de Homer: por Mc Cain (PR).
-La madre de Homer: por Barak Obama (PD), aunque a ella le gustaría votar por un ecologista.
-Ned Flanders: por Huckabee (PR), "es cristianito".
-Maude, mujer de Flanders: por quien vote Neddie.
-Reverendo Lovejoy: por Huckabee (PR).
-Apu el tendero: por Giuliani (PR).
-Patty y Selma, hermanas de Marge: por cualquier candidato masculino que les sonría.
-Monty Burns, el dueño de la central nuclear: "votaría por Adolf Hitler, oh sí, es una verdadera lástima que ya no se presente...".
-Waylon Smithers su enamorado secretario: por quien diga el señor Burns.
-Carl, el amigo negro de Homer: por Barak Obama (PD).
-Lenny, el amigo de Carl: por quien vote Carl (PD).
-Moe el tabernero: por Huckabee, "como hay Dios" (PR).
-Barney: borracho como siempre, ni se ha enterado de que hay elecciones.
-Krusty el payaso: por Huckabee (PR), aunque él sea judío.
-Kent Brockman el presentador de TV: él no vota, sólo manipula audiencias.
-El actor secundario Mel: por Hillary Clinton y su glamour (PD).
-Director Skinner: "¡por Mc Cain, diablos, él también fue héroe en Vietnam como yo!" (PR).
-La madre del director Skinner: por Hillary Clinton (PD).
-profesora Edna Carapapel: por Hillary Clinton (PD).
-Alcalde Joe Quimby: por quien gane, sea del partido que sea.
-Jefe de policía Wiggum: por Huckabee (PR).
-Tony el Gordo, jefe mafioso: por Huckabee (PR).
-Actor secundario Bob (encarcelado): por Huckabee (PR).
-Otto, el conductor del autobús escolar: por Edwards (PD).
-El propietario de la tienda de comics "La Mazmorra del Androide": por Obama (PD).
-El propietario de la tienda de artículos militares: por Huckabee (PR).
-Cletus, el tonto del pueblo: por George W. Bush ("¡pero si Bush ya no se presenta, atontaoo!".

martes, 8 de enero de 2008

Cuestión de proporciones


Creo que son de sobras conocidas mis nulas simpatías por la Guardia Civil. Siempre he pensado que uno de los errores fundacionales de González como presidente del Gobierno español fue no haber disuelto cuando podía ése instituto armado y también la Legión, dos símbolos del oprobio franquista cuya adaptación a la democracia ha sido, por decirlo suavemente, más que dudosa; basta recordar episodios como el 23-F o los desplantes de algunos mandos legionarios, para no hacerse mayores ilusiones sobre el alcance real del reciclaje de esos dos cuerpos a un régimen político de libertades.

Por lo demás, y lamentablemente, las acusaciones de torturas y malos tratos contra los cuerpos policiales en España no se circunscriben ni históricamente ni en el presente en exclusiva a la Guardia Civil; absolutamente todos los cuerpos policiales estatales y autonómicos se han visto de un modo u otro involucrados en episodios de esa clase. El último informe anual de Amnesty International sobre España es verdaderamente alarmante. Con todo, pocas veces llegan a dictarse condenas firmes, y cuando éstas se producen casi nunca desmienten la sensación de impunidad que suele rodear éstos sucesos. Recuérdese como se saldó judicialmente el gravísimo asunto del agricultor apaleado hasta la muerte en un cuartelillo almeriense.

El terreno está pues más que abonado para que cuando salta un posible caso de eso que pudorosamente los medios llaman “presuntos malos tratos”, la opinión publicada inmediatamente piense mal, y desgraciadamente tenga muchas probabilidades de acertar al hacerlo así. En la lucha antiterrorista en España, y posiblemente por la propia naturaleza oscura y brutal del conflicto, los casos de torturas y aún de lo que los organismos internacionales de defensa de los Derechos Humanos llaman “ejecuciones extrajudiciales” han menudeado hasta fecha reciente. El episodio de los GAL, al margen de la utilización indecente que de él hicieron los medios y círculos que apoyan el terrorismo etarra codo con codo con la derecha política y mediática española, señala un hito real en una larga cadena de actuaciones delictivas protagonizadas por personas concretas que, a pesar de vestir uniforme y ser teóricos defensores de la colectividad ciudadana, han conculcado de modo reiterado cualquier legalidad, reproduciendo los comportamientos delictivos de los propios terroristas.

Sabemos desde hace tiempo, con todo, que en el mundo de ETA la denuncia sistemática de torturas y malos tratos es una estrategia –una más- de lucha contra el Estado. Y hay que reconocer que les ha dado buenos réditos, sobre todo entre aquellos que proclamándose “equidistantes” pero sintiéndose parte del llamado “conflicto vasco” tienden a conceder mayor crédito a una organización de asesinos que a quienes luchan contra ellos.

Hoy nos enfrentamos, sin embargo, a unos hechos que necesitan urgente aclaración. Dos etarras son detenidos en un control de la Guardia Civil, y unas horas después uno de ellos ingresa en un hospital con una costilla rota, daños en un pulmón y hematomas. Las versiones que se han ofrecido han ido variando hasta que Pérez Rubalcaba ha establecido la versión oficial “según lo que me ha transmitido la Guardia Civil” (importantísimo matiz del ministro; la versión por tanto no es propiamente del ministerio, sino del instituto armado); en síntesis, los etarras se habrían resistido a ser detenidos y como consecuencia de ello hubieron de ser reducidos por la fuerza, por lo que hubo intercambio de golpes entre ambos bandos. La bisoñez de los etarras –que al parecer acababan de recibir las armas, y las transportaban aún envueltas-, les habría llevado a afrontar la situación de modo cambiante, de la pasividad al enfrentamiento físico; de ahí supuestamente sus lesiones. Cabría esperar por tanto que algunos de los guardias también hubieran sufrido daños en la pelea, pero resulta que no hay parte médico que lo certifique y ni siquiera se ha hecho referencia verbal hasta ahora a tal posibilidad.

Es obvio que después del reciente y salvaje asesinato al más puro estilo mafioso de dos guardias civiles en Capbreton –llevados a punta de pistola a su coche, interrogados una vez en su interior, y luego asesinados con un tiro en la cabeza: ¿no es ésta una forma extrema de tortura?-, los agentes de ése cuerpo no estén para muchos miramientos en las detenciones de etarras. Sorprende por otra parte el cinismo y la hipocresía conque los partidos del tripartito vasco y aledaños han acogido la noticia, poniendo el grito en el cielo por lo que tiene todas las trazas de ser una paliza, cuando tras el doble crimen de Capbreton ni abrieron el pico más que para despachar las consabidas condenas rituales, y no todos. Realmente es horrible que a un ciudadano aunque sea un terrorista le rompan una costilla y le provoquen un enfisema pulmonar, y más todavía si los causantes de esa brutalidad son servidores del Estado; lógicamente, debería procederse a depurar responsabilidades cuanto antes. Pero parece obvio que no hay proporción entre el escándalo que se está intentando gestar en éste caso, y el silencio cómplice o las condenas con la boca pequeña con que se acogen los asesinatos cometidos por los miembros de ETA, no sólo por parte del mundo etarra sino también por muy respetables círculos nacionalistas vascos y aún de cierta izquierda española.

Al cabo, todo es cuestión de proporción, o de proporciones mejor dicho. Los mismos que aplauden los infames asesinatos de ETA, ahora se rasgan las vestiduras cual coro de farisaicas vestales porque dos etarras al ser detenidos probablemente recibieron una paliza a manos de sus captores; la malicia y la desproporción son tan evidentes, que deberían avergonzar a quienes así proceden. Como desproporcionado y malicioso es sacar a pasear por enésima vez el espectro del GAL aprovechando la circunstancia, y ya puestos bautizar a Pérez Rubalcaba como “el ministro portavoz del GAL”, produciéndose así curiosas sintonizaciones agit-prop entre fuerzas políticas aparentemente sin conexión, y que dan que pensar. Es obvio, en fin, que el mundo de ETA está furioso por el fracaso del proceso de paz –un proceso que ellos mismos dinamitaron en la T-4 por falta de agallas para seguir adelante-, y que tras tantos errores necesitan ansiosamente algo donde agarrarse; la costilla rota de un tal Portu seguramente les ha parecido un asidero enviado por el Cielo, y no van a soltarlo fácilmente.

De la inteligencia de Pérez Rubalcaba cabe esperar que desactive la campaña en ciernes, depurando lo antes posible las responsabilidades a las que haya habido lugar.

lunes, 7 de enero de 2008

Una familia de rojos


Para compensarles por la visión del grupo que aparece en el cuadro "la familia de Carlos IV", hoy les dejo aquí otra obra de Francisco de Goya en la que, por contra, presenta a una familia cuya inteligencia y simpatía ha atravesado los siglos. Se trata del retrato "Los duques de Osuna y sus hijos".

En la pintura vemos a una pareja joven, los duques de Osuna, rodeados de sus cuatro hijos, un perrito y algunos juguetes que se diría tienen carácter alegórico. Los duques de Osuna fueron amigos y protectores de Goya, a quien introdujeron en los círculos de la aristocracia y la burguesía progresistas recién llegado el pintor a Madrid. El salón de los Osuna era frecuentado por los personajes de avanzada de la política, la literatura y las artes españolas de finales del siglo XVIII: un verdadero nido de rojos.

La calificación de "familia de rojos" para los Osuna no es gratuita. Él, Pedro Téllez de Girón, podría ser considerado el primer socialista español; ella, Josefa Alonso Pimentel, la primera feminista de nuestra Historia. Cuando Goya los pintó a finales de la década de los ochenta, los Osuna eran jóvenes, guapos, ricos y de izquierdas. No podían pedir más, y su amigo el pintor tampoco.

Es fácil apreciar que el cuadro está trabajado con cariño y familiaridad, y que como todos los retratos hechos por Goya muestra su genial habilidad para captar la psicología profunda de sus personajes. El conjunto familiar representado da la impresión de estar compuesto por figuritas delicadas y acaso un punto frágiles, a las que Goya trata con mimo y aísla incluso de su contexto físico; una forma de centrar nuestra atención sobre ellos, y tal vez, también de proteger a sus protectores, separándoles de cualquier referencia al mundo despótico y violento con el que tenían que convivir en la corte madrileña.

La niña del centro del cuadro es Joaquina Téllez-Girón y Pimentel, futura marquesa de Santa Cruz, a quien Goya pintó años más tarde, cuando Joaquina tendría unos 20, recostada en un diván, como una verdadera diosa de las artes; en esa pintura, "Retrato de la marquesa de Santa Cruz", la muchacha sostiene una cítara en la que hay grabado un lábaro vasco, el conocido signo bicrucífero euskérico. No se trata de una mujer excepcionalmente bella, pero llega a asombrar la ternura y delicadeza con la que Goya dibuja sus formas y sus facciones, él, un hombre tan duro e implacable en sus retratos. Por lo demás, Joaquina siendo marquesa de Santa Cruz y siguiendo el ejemplo de sus padres, alojó en su palacio un salón de intelectuales tan radicales que allí se debatían y propugnaban conceptos como "democracia" y "república"...¡en el primer tercio del siglo XIX!.

Coincidirán conmigo en que Goya sabía escoger a sus amigos.

sábado, 5 de enero de 2008

Feliz cumpleaños, señor Borbón


Como lo cortés no quita lo republicano, permítame felicitarle por su 70 cumpleaños, señor Borbón. Ya sé que perdida entre el coro de pelotas y untuosos que estos días le bombardean con sus mejores deseos, lo más probable es que usted ni llegue a tener noticia de mi felicitación, pero por si acaso aquí se la dejo.

Convendrá usted conmigo señor Borbón en que setenta años ya son muchos, y que a esa edad -que supera en cinco la actualmente vigente para que un asalariado se jubile-, lo mejor que uno puede hacer es disfrutar de la vida que le queda haciendo las cosas que realmente le gustan. La verdad es que si me permite decírselo, ya sabemos todos que usted nunca se ha privado de ejercitar aficiones tales como navegar a vela de gorra, cazar osos más o menos salvajes y ligar con señoras estupendas, pero tal vez sea llegada la hora de poder dedicarse a tiempo completo a esas actividades y dejar de lado las enojosas obligaciones que su trabajo como Jefe del Estado le comportan.

Ya sé que no es fácil librarse de un cargo como el suyo, pero le propongo una solución rápida, barata y a gusto de todos. Se trataría de que una vez celebradas las próximas elecciones generales en marzo próximo y elegido nuevo Presidente del gobierno español, usted se presentara ante el pleno de Las Cortes, órgano único depositario de la soberanía popular, y resignara en ellas los poderes que ejerce y sus supuestos derechos. Inmediatamente las Cortes convocarían elecciones a la Jefatura del Estado, y usted podría retirarse a disfrutar del patrimonio familiar acumulado durante siglos. Ni siquiera haría falta que se marchara a Suiza, como no fuera voluntariamente para esquiar en la nieve o para celebrar alguno de esos encuentros íntimos a los que dicen es usted tan aficionado.

La verdad, señor Borbón, es que viene usted de una familia que históricamente nos ha dado pocas alegrías a sus súbditos. Uno hubiera esperado de unos franceses que fueran gente más abierta y si me lo permite, incluso más inteligente. Sin embargo basta darle una ojeada a la pintura de Goya "La familia de Carlos IV" para no hacerse demasiadas ilusiones con su estirpe: nunca nadie ha reunido en un solo cuadro un mayor grupo de imbéciles. En general sus antepasados solían comenzar a reinar interesados por las reformas y la modernización del país, pero a medida que se hacían viejos se volvían perezosos y demasiado aficionados a la holganza; algo de eso dicen de usted, además de que su famosa campechanía borbónica su ha ido trocando con el paso de los años en cierta altanería y mala leche.

Por lo que hace a sus parientes más inmediatos, aquí aún tenemos memoria de cómo su abuelo Alfonso XIII, principal accionista de la empresa Minas del Rif asociado a varios de sus generales más inútiles, fue el mayor responsable de la muerte de miles de reclutas llevados a Marruecos a defender sus muy particulares intereses en aquél país. De su padre, Juan de Borbón, sólo hay que recordar como le engañó alguien tan poco sutil como el general Franco, para darse cuenta de que en realidad este país tiene al menos una deuda con el Generalísimo: Dios sabe qué hubiera sido de los españoles con un rey como aquél, por lo demás demasiado inclinado a navegar de continuo en ciertos mares escoceses.

En cuanto a usted, señor Borbón, muchos seguimos recordando que fue el mentado general golpista y dictador quien le restituyó en el trono español, y que su papel en el 23-F sigue siendo esencialmente oscuro. Tampoco nos gusta que usted y su familia sean intocables en los medios de comunicación españoles cuando por contra nos es permitido reírnos de otras familias europeas de su rango, habiendo tantos motivos para reírse abiertamente con la personalidad y acciones de algunos componentes de la suya. De su heredero poco se sabe, y lo que se conoce no nos permite abrigar muchas esperanzas sobre su personalidad y cualidades.

Me gustaría, en fin, que ahora que es usted abuelo y se supone que más sensato, tuviera la altura de miras de pensar en dejarnos a todos sus súbditos, incluidos sus nietos, un país en el que algo tan caduco, injusto y discriminador cual es la institución monárquica hubiera desaparecido para siempre. Anímese señor Borbón, ésta sí sería una contribución de primer orden al futuro de esa España a la que usted y su familia tanto dicen amar. No le pido que se haga republicano, simplemente que ponga fin a esta farsa que es la pervivencia de la monarquía española.

Le renuevo mi más cordial felicitación, y le ruego salude a su señora de mi parte.

viernes, 4 de enero de 2008

Hay que clonar a Alfredo


Cuando hace poco más de año y medio Alfredo Pérez Rubalcaba fue nombrado ministro de Interior y cesó en su cargo de Portavoz parlamentario, dejando de ser por tanto el principal muñidor socialista en Las Cortes, todo el arco político lamentó perder su experiencia y su clase en la negociación dentro y fuera del Congreso.

Eso sí, antes que en Interior, muchos habríamos preferido verlo entonces en Defensa (poniendo orden en los cuarteles, algo alborotados en aquellos días) o en Justicia (donde alguna vez habrá que meter la escoba y la lejía a fondo). Le tocó Interior en el momento en que se necesitaba un brazo fuerte y una cabeza de prestigio en ése ministerio que pilotara la negociación con ETA, pero quedaba la sensación de que al meterle allí se estaba desvistiendo a algunos santos y perdiendo la posibilidad de vestir adecuadamente a otros. Y es que Alfredo es sino un personaje insustuible, sí lo más parecido a eso que hoy por hoy tiene el PSOE.

Pérez Rubalcaba jamás ha aspirado a ser número uno de nada en su partido ni con seguridad lo será nunca, porque su voluntad -al contrario de tantos otros- es la de servir a su gente y a su país, y no servirse de ellos para sus propios fines. Terriblemente honesto y eficaz, cada vez que sube a la tribuna del Congreso corta más de una digestión en las bancadas de la derecha (que como es sabido, son ocupadas por otros grupos además de por el PP). Alfredo es además uno de los últimos socialdemócratas reales que quedan en los niveles dirigentes del PSOE, lo que le hace todavía más atractivo para unas bases hartas de la pandemia de social-liberales y "progresistas" sin ideología que anegan los despachos del Partido Socialista.

De su talante, como se dice ahora, da cuenta la respuesta que me dio al mensaje mediante el cual le felicité por su actuación durante la comparecencia de Zapatero ante la Comisión Investigadora del 11-M, sesión en la que Alfredo aplastó sin compasión al portavoz del PP, Eduardo Zaplana. "Se lo debíamos a las víctimas", me dijo. Efectivamente, así era: le debían a las víctimas el poner al PP frente a sus responsabilidades políticas, y Pérez Rubalcaba saldó la deuda en una tarde memorable.

En resumen, si Pérez Rubalcaba no existiera habría que inventarlo. Como ya existe, lo mejor sería clonarlo para que pudiera ejercer simultáneamente la mayor cantidad de responsabilidades posibles. La libertad y la democracia saldrían ganando con unos cuantos Rubalcabas más.

jueves, 3 de enero de 2008

Una verdad incompleta


Hace unos días ví el documental "Una verdad incómoda", esa especie de moderna biblia contra el cambio climático que ha puesto en circulación Al Gore, ex vicepresidente norteamericano con Bill Clinton y candidato presidencial derrotado por George Bush, ahora reciclado en gurú del ecologismo progresista norteamericano.

La verdad es que el documental está muy bien hecho, y que como pieza divulgativa no tiene precio. Más allá de las obvias intenciones de Gore al producirlo -la primera, evidente, ajustar cuentas con los neocons de Bush, que le birlaron la presidencia USA en 2000 mediante una estafa electoral masiva amparada por un Tribunal Supremo cuyos miembros habían sido designados por Reagan y Bush padre-, hay en él un desarrollo de temas francamente atractivo tanto en el modo como se presentan como en los contenidos que se explicitan.

El concepto clave que se repite una y otra vez en "Una verdad incómoda" es "calentamiento global". Al calentamiento global se le atribuye el cambio climático que el planeta está padeciendo, y por supuesto los desastres metereológicos que lo azotan en los últimos años. La exposición que al respecto hace Al Gore es sólida y documentada además de espectacular (los gráficos son impresionantes), pero adolece de cierta inconcreción cuando en algunos casos se refiere a "informes científicos" de los que no da mayor precisión (¿quiénes los hicieron? ¿cuándo? ¿en qué condiciones?).

Al Gore es un político del sistema, y por tanto aborda el cambio climático según el modo políticamente correcto dentro del sistema. La culpa del calentamiento global la tienen según él las malas prácticas industriales permitidas por gobiernos como la actual Administración Bush (a la que dedica algunas pullas cuidadosamente seleccionadas). El modo de resolver el problema pasa por la acción de administraciones que gestionen bien, y sobre todo por el compromiso individualizado de los ciudadanos. Reciclar, ahorrar energía, reducir el consumo... son las recetas mágicas que ofrece Gore.

En ningún momento del documental se plantea la verdadera raíz del problema, que no es otra que la responsabilidad absoluta que en él le compete al modo de producción capitalista, desde sus inicios a finales del siglo XVIII hasta hoy. Es cierto que en las últimas décadas ha habido una aceleración brutal de las consecuencias -paralela a la intensificación de la explotación de los recursos naturales y la gigantización de la producción industrial-, pero no es menos cierto que ya a mediados del siglo XIX sus efectos eran netamente perceptibles en los países industrializados. Hoy, simplemente, esos efectos se han extendido a todo el planeta, alcanzando incluso las zonas que hace pocos años permanecían vírgenes; de ahí la alarma general, traducida en movimientos como el que lidera Al Gore.

En suma, Gore nos habla de las consecuencias pero procura obviar su origen y desde luego, sus causas profundas. Ciertamente una mayor responsabilidad ciudadana y unos gobiernos concienciados con este problema atenuarán esas consecuencias, pero en modo alguno van a terminar con el calentamiento global y mucho menos van a conseguir frenar el cambio climático, en tanto no cambiemos el modo de producción actual y las prioridades que inexorablemente comporta.

Mientras exista capitalismo el planeta entero seguirá siendo destruido, y eso es algo que Al Gore nunca nos dirá. Su verdad además de ser incómoda, está incompleta.

miércoles, 2 de enero de 2008

El primer español del año es boliviano


Desde hace algunos años se ha establecido en los medios de comunicación españoles la costumbre de dar cuenta del primer nacido del año. Quizá busquen en ello algún augurio para el tiempo que comienza, al modo como hay quien dice que la lotería navideña suele tocar en lugares donde han ido mal dadas en el año que finaliza.

Este 1 de enero de 2008 la sorpresa y el disgusto para alguna gente debe haber sido de órdago. Resulta que el primer nacido en España cuando alboreaba el Año Nuevo ha sido un robusto muchachote, hijo de un albañil y una cuidadora de ancianos, ambos nacidos en Cochabamba (Bolivia). El crío ha venido al mundo en Valencia, lo que constituye a todas luces una doble afrenta, a repartir entre nacionalistas españoles y pancatalanistas: resulta que el primer Hijo del Cid y el primer "paisocatalà" de éste año coinciden en la persona de un indito boliviano. Ahí es nada la bofetada para los defensores de las esencias.

La cosa se acentúa si tenemos en cuenta que el primer madrileño de 2008 es hijo de una pareja de inmigrantes brasileños, y el primer riojano fruto de una pareja colombiana. Suma y sigue. Seguro que algunas luces rojas se han encendido ya en ciertas mentes, y a estas horas deben estar preparando una campaña que incite a fabricar más españolitos "pata negra", al estilo de aquellas recomendaciones que en su día nos lanzó Jordi Pujol a los catalanes cuando detectó que aquí se alumbraban pocos autóctonos de pura cepa, y empezaban a nacer por contra demasiados moros, negros e indios luego de haber tenido que digerir la oleada de andaluces, extremeños y gallegos de años antes. Como verán, el nacionalismo catalán siempre ha estado a la vanguardia de la lucha por el interés colectivo, incluido el racial español.

Se trata en definitiva de cómo nos vamos preparando para afrontar un fenómeno que va a ir a más y de forma acelerada. No sólo nacen y nacerán más hijos de inmigrantes -es lógico, todavía no han descubierto por sí mismos que tener pocos hijos mejorará su vida-, sino que las parejas autóctonas tienen y seguirán teniendo menos niños y los conciben cuando los progenitores son más mayores. La explicación es que además de tener una clara incidencia negativa en la vida profesional y social de los padres, el criar un niño europeo resulta francamente "caro" ya que se han convertido en verdaderos artículos de lujo a causa de sus necesidades y caprichos; los inmigrantes por contra, parten del principio de que donde comen dos comen tres, y que al cabo, en sus estructuras familiares más tradicionales y extensas, un hijo es siempre una inversión de futuro para los padres.

Con todo, el problema de fondo radica en si nuestra sociedad es o no capaz de desprenderse de la caspa conque la nievan los prejuicios típicos de las sociedades pudientes -raigambre, raza, Rhs, y todas esas estupideces-, y regresar a lo que siempre fue antes de que se intentara uniformizarla: una encrucijada de pueblos y culturas, donde cada cual aportó lo que tenía y tomó de los otros lo que le convenía.

Cosmopolitismo y globalización llegan pues éste año de la mano de un niño indio boliviano y de otros semejantes a él. Bienvenidos sean, porque vienen a liberarnos de nosotros mismos.