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lunes, 24 de octubre de 2011

¿Para esto Hipercor?




Después de 52 años y 829 muertos, ETA ha decidido tirar la toalla. Se acabaron unas siglas que, como ciertos equipos deportivos, tenían más pasado que presente. Se acabó el último residuo franquista de importancia en España, y la última trinchera contra la modernidad en el País Vasco; se acabó una organización que hunde sus raíces en las carlistadas del siglo XIX (Dios y Leyes Viejas), en las sacristías de pueblo más purulentas, en una lectura interesada de Franz Fanon, en el mito guevarista idealizado, en el oxímoron "nacionalismo + marxismo = revolución" y sobre todo, en la nostalgia de una Arcadia Feliz que jamás existió, una Euskal Herria que ni siquiera Sabino Arana llegó a delirar en sus peores momentos. Toda esa amalgama indigesta ha sucumbido finalmente ante la globalización imparable y la verdadera eficacia policial, que nada tiene que ver con la ciega y brutal represión franquista, combinada con la apertura de espacios políticos nuevos (el palo y la zanahoria, que Pérez Rubalcaba ha manejado de manera extraordinaria durante su etapa como ministro de Interior). Decisiva ha sido también la colaboración de países como Francia, que finalmente entendieron lo que había en juego cuando les tocó a la fuerza bailar en un salón donde nunca quisieron verse. En ese sentido, la esperpéntica aparición en escena del GAL sirvió al menos para que los franceses fueran conscientes de que el mal sueño de la OAS, con su cortejo de bombas indiscriminadas y salvaje caza del hombre, podía volver a repetirse en cualquier momento en su territorio sino se clausuraba el "santuario francés".

ETA ha durado tanto porque las sucesivas hornadas de sus miembros jamás han entendido que la guerra de España acabó el 15 de junio de 1977. Lo entendieron otras organizaciones que lucharon contra Franco con las armas en la mano, caso del FRAP, pero no ETA. Esa fecha acabaron también las guerras carlistas, un fenómeno profundamente vasco (más que catalán) aunque de innegable origen español. Pese a ello ETA persistió aferrada al patético neoruralismo medievalizante del nacionalismo vasco extremista, tan semejante por otra parte a su correspondiente Némesis español en razón de su común origen carlista.

Sin embargo, la explicación última de la pertinaz contumacia en la supervivencia de ETA corresponde más que a una ideología aberrante y variable en función de los tiempos, al hecho de que quienes controlaron ETA desde sus inicios y la manipularon durante décadas (véase la voladura de Carrero Blanco) no quisieron nunca prescindir de un eficaz instrumento de presión sobre el gobierno y la sociedad españolas. Así, hasta que no ha habido más remedio que echar el cierre a un negocio que además de hacer aguas por todos lados estaba ya fuera de tiempo y casi de espacio. En la Era de la Cruzada contra el Terror Global fabricada por los neocons, el terrorismo de ETA resulta casi entrañable por casero y artesano.

En resumidas cuentas, ETA ha resultado un instrumento completamente inútil para el logro de los fines que en última instancia decía perseguir, aunque terriblemente eficaz para mantener en vilo a la democracia española.

Llegados a este punto cabe preguntarse: ¿Hipercor para qué? ¿Para qué los 21 muertos y el medio centenar de heridos de aquella jornada infame? Absolutamente para nada. Nunca llegó la Arcadia Feliz a Euskal Herria ¿Cómo iba a llegar si debía asentarse sobre los miembros destrozados de los hombres y mujeres asesinados en Hipercor, trabajadores residentes en un barrio popular de otra "nación oprimida"?  

Todas las contradicciones de ETA explotaron en Hipercor. En Hipercor, ETA se voló la cabeza a sí misma; su retórica "liberadora" quedó hecha cenizas en público.

Tanta sangre y tanto dolor finalmente para nada que no haya sido tenernos acogotados durante medio siglo.

lunes, 2 de mayo de 2011

Dicen que han matado a Fu-Manchú

Fu-Manchú no murió, por la sencilla razón de que jamás existió tal personaje. Bin Laden, el moderno Fu-Manchú, era a su vez otro personaje, una creación de atrezzo hollywoodiense destinada a encarnar el Mal con mayúscula. Ya no es útil y lo han "desactivado", enviándolo al baúl de los juguetes rotos por exceso de uso.

La Conquista del Mundo, esa Apuesta Global diseñada por los ideólogos neocons en los años noventa, ha terminado en fracaso total. El Gran Guiñol inaugurado con el autogolpe de Estado del 11-S, ha finalizado. Los figurantes han sido despedidos uno tras otro. Faltaba Fu-Manchú, y le han tirado al mar. O eso dicen.

martes, 11 de enero de 2011

ETA y los mercados



El reciente comunicado de ETA prometiendo un alto el fuego "permanente, general y verificable" tiene el indiscutible mérito de haber decepcionado incluso a sus más incondicionales hooligans. Exhibiendo una vez más su manejo frailuno del lenguaje -herencia de sus viejas raíces católicas-, ETA nos asegura en resumidas cuentas que dejará de asesinar de modo "permanente" y "verificable"; qué significa además que esta enésima tregua tenga "carácter general", sólo lo sabe el diablo o acaso el mosén que en tiempos instruyó/descerebró al escolano o escolana que redactó el texto aludido. Pero no hay nada nuevo: esto de ahora es otra tregua puntual, por tanto una concesión graciosa y frágil de ETA y no el esperado anuncio del cierre del negocio.

Después de conocerlo, a la gente de Batasuna y aledaños les ha debido quedar un gusto amargo, por más que en otro de sus indigestos -por lo alambicados y rimbombantes- comunicados, leído ayer por un tal Moreno, los proetarras con aspiraciones políticas finjan recibir con alborozo lo que se esfuerzan por presentar como un avance definitivo hacia "la solución del conflicto", que muy a pesar suyo y según van entendiendo no es otra que la desaparición por hara-kiri de la propia ETA. Y es que el mundo batasuno necesitaba más que un "alto el fuego" para poder presionar efizcamente en la dirección de su legalización cara a las municipales de mayo próximo, en las que se juega su propia supervivencia como opción política y yo diría incluso social.

Lo único verdaderamente novedoso en el comunicado etarra es el término "verificable" aplicado a la nueva tregua. Por quién y cómo, no se dice y francamente cuesta imaginarlo. Ni el Estado español ni el francés van a aceptar "intercesiones" de clérigos, pacifistas en nómina y fundaciones ad hoc, ya que aquí no se está ventilando un enfrentamiento entre comunidades raciales, como en Sudáfrica, ni entre poblaciones sectarias enfrentadas por mitad por motivos sociales y politicoreligiosos, caso del Ulster. Lo que tenemos sobre la mesa es la desaparición de un grupo de criminales cada vez más reducido y aislado socialmente, cuya continuidad existencial como organización constituye un puro anacronismo además de una afrenta a la razón y la civilidad.

De todos modos la continuidad de ETA se juega muy posiblemente en otros tableros, que no están en EuskalHerria ni probablemente en Europa. Ya he escrito anteriomente que uno tiene la "certeza moral", como se decía en los años noventa, de que quienes manejan a los dirigentes de ETA no hablan euskera ni castellano ni francés. Es con ellos con quienes de algún modo que probablemente jamás sabremos, se está negociando desde hace tiempo. Porque sólo si ellos quieren acabará ETA, del mismo modo que sólo si ellos quieren acabará la presión de "los mercados" sobre España. Son distintas estrategias con el mismo origen, y sirven los mismos intereses desde mucho antes de que nos enteráramos de que vivimos en un mundo globalizado.

El camino va a ser pues, largo y difícil. Pero la ruta ya está abierta y probablemente escrita, no lo duden.

miércoles, 2 de enero de 2008

El primer español del año es boliviano


Desde hace algunos años se ha establecido en los medios de comunicación españoles la costumbre de dar cuenta del primer nacido del año. Quizá busquen en ello algún augurio para el tiempo que comienza, al modo como hay quien dice que la lotería navideña suele tocar en lugares donde han ido mal dadas en el año que finaliza.

Este 1 de enero de 2008 la sorpresa y el disgusto para alguna gente debe haber sido de órdago. Resulta que el primer nacido en España cuando alboreaba el Año Nuevo ha sido un robusto muchachote, hijo de un albañil y una cuidadora de ancianos, ambos nacidos en Cochabamba (Bolivia). El crío ha venido al mundo en Valencia, lo que constituye a todas luces una doble afrenta, a repartir entre nacionalistas españoles y pancatalanistas: resulta que el primer Hijo del Cid y el primer "paisocatalà" de éste año coinciden en la persona de un indito boliviano. Ahí es nada la bofetada para los defensores de las esencias.

La cosa se acentúa si tenemos en cuenta que el primer madrileño de 2008 es hijo de una pareja de inmigrantes brasileños, y el primer riojano fruto de una pareja colombiana. Suma y sigue. Seguro que algunas luces rojas se han encendido ya en ciertas mentes, y a estas horas deben estar preparando una campaña que incite a fabricar más españolitos "pata negra", al estilo de aquellas recomendaciones que en su día nos lanzó Jordi Pujol a los catalanes cuando detectó que aquí se alumbraban pocos autóctonos de pura cepa, y empezaban a nacer por contra demasiados moros, negros e indios luego de haber tenido que digerir la oleada de andaluces, extremeños y gallegos de años antes. Como verán, el nacionalismo catalán siempre ha estado a la vanguardia de la lucha por el interés colectivo, incluido el racial español.

Se trata en definitiva de cómo nos vamos preparando para afrontar un fenómeno que va a ir a más y de forma acelerada. No sólo nacen y nacerán más hijos de inmigrantes -es lógico, todavía no han descubierto por sí mismos que tener pocos hijos mejorará su vida-, sino que las parejas autóctonas tienen y seguirán teniendo menos niños y los conciben cuando los progenitores son más mayores. La explicación es que además de tener una clara incidencia negativa en la vida profesional y social de los padres, el criar un niño europeo resulta francamente "caro" ya que se han convertido en verdaderos artículos de lujo a causa de sus necesidades y caprichos; los inmigrantes por contra, parten del principio de que donde comen dos comen tres, y que al cabo, en sus estructuras familiares más tradicionales y extensas, un hijo es siempre una inversión de futuro para los padres.

Con todo, el problema de fondo radica en si nuestra sociedad es o no capaz de desprenderse de la caspa conque la nievan los prejuicios típicos de las sociedades pudientes -raigambre, raza, Rhs, y todas esas estupideces-, y regresar a lo que siempre fue antes de que se intentara uniformizarla: una encrucijada de pueblos y culturas, donde cada cual aportó lo que tenía y tomó de los otros lo que le convenía.

Cosmopolitismo y globalización llegan pues éste año de la mano de un niño indio boliviano y de otros semejantes a él. Bienvenidos sean, porque vienen a liberarnos de nosotros mismos.

viernes, 29 de junio de 2007

Se va un caimán. Tony Blair, el político y el criminal (1)


La retirada política de Tony Blair coincide, y no casualmente, con el estrechamiento progresivo del cerco en torno a este individuo, que llegó al gobierno como epígono de la renovación de la izquierda europea y se va como el lacayo por antonomasia de los norteamericanos en el siglo XX. Un personaje que, por lo demás, se ha manifestado de modo repetido como muy peligroso y dañino tanto para las gentes de su país como para la escena internacional.

A Blair acaba de interrogarle la policía como "testigo" en el caso de la financiación ilegal del Partido Laborista (LP) mediante la venta de títulos nobiliarios; todo un símbolo que los "nuevos laboristas" hayan resultado tan rancios como para aprovecharse de la vanidad de los ricos deseosos de blasonar sus plebeyos apellidos.

De todos modos no dejaría de tener gracia que a Blair se le acabara procesando por un delito económico que, comparado con su actuación pública y oculta, carece por completo de entidad. Porque el Blair gobernante y el Blair de las sombras sin duda pasarán a la historia como las dos caras de un único criminal, impulsor de hechos extremadamente luctuosos dentro y fuera de su país. Lo que en resumidas cuentas puede acabar desdibujando su perfil político, que lo tiene y merece atención por representativo de un modo muy al uso de entender el liderazgo político contemporáneo.

Como premier británico, Tony Blair ha sido el continuador y si se quiere el perfeccionador de la obra de Margaret Thatcher. Entre sus logros más significativos destacan la reconversión del Labour en un partido vagamente liberal, la aniquilación total de los sindicatos y la almoneda privatizadora de los antaño referenciales y hoy destruidos servicios públicos británicos. En política exterior su subordinación absoluta a las directrices del Imperio ha embarcado a Gran Bretaña en un peligrosísimo enfrentamiento total con el mundo árabe y musulmán, y su política interior ha sido fascistoide y represiva en relación las minorías y con toda disidencia. Su actuación como principal ariete imperial contra el proyecto de Constitución Europea está en el origen de la parálisis actual de la Unión Europea.

Entre otras hazañas, el Blair político público impulsó la fuga legal de Augusto Pinochet de Gran Bretaña, en una operación en la que participaron los estamentos judiciales británicos y el gobierno español presidido por José María Aznar. Si actuaron así por convencimiento o cobrando por ello -la fortuna acumulada por Pinochet permitía esa clases de sobornos y mucho más-, es algo que probablemente nunca sabremos, pero conociendo a los personajes implicados dudo que la libertad le saliera gratis a Pinochet.

domingo, 3 de junio de 2007

La batalla de Rostock


Decenas de miles de personas marcharon ayer en la ciudad alemana de Rostock en contra de la celebración de la cumbre del G-8. Las cifras de participantes varían según las fuentes, entre los 25.000 que dice la policía, los 80.000 que sostienen los organizadores y los 100.000 que proclaman hoy algunos sites altermundistas quizá excesivamente entusiastas. En toda caso, fue una asistencia numerosa y sobre todo alegre, concienciada y pacífica.

La masa de los manifestantes la aportaron organizaciones tan escasamente guerreras como Los Verdes y los Jusos (las juventudes del SPD). De Berlín llegaron docenas de autocares fletados por Die Linke, que según El País transportaban "funcionarios tranquilos, profesores y empleados de mediana edad que se disponían a demostrar en paz su rechazo al sistema capitalista y a la globalización económica". Y sin embargo la manifestación terminó en una batalla bestial, en la que han habido más de 500 heridos, en su mayoría policías.

La manifestación fue pacífica hasta que en su cola empezaron a actuar los consabidos "grupos autónomos antifascistas". Se trata de algunos centenares de personas perfectamente uniformadas y pertrechadas para el combate callejero con la policía, que actúan en grupos usando tácticas de carga y contracarga desconcertantemente similares a las policiales, y que misteriosamente jamás ven detenidos a sus miembros.

¿Por qué actúa esta gente? Parece que su trabajo consiste en facilitar la excusa que permite intervenir a las fuerzas antidisturbios. Evidentemente la policía no permaneció de brazos cruzados cuando los "grupos autónomos" arrasaron el casco histórico de Rostock. Y claro, los palos llovieron para todos, "autónomos", manifestantes y ciudadanos que ni siquiera participaban en la manifestación. El objetivo se había logrado: ensuciar una marcha pacífica y multitudinaria que quería expresar el rechazo popular a los Señores del Dinero.

¿Quién maneja a estos provocadores que se mueven por toda Europa en la mayor de las impunidades?.

viernes, 20 de abril de 2007

Para entender de qué va eso de la globalización


Recientemente he tenido oportunidad de volver a leer un interesante artículo de José María Vidal Villa titulado "¿Qué se entiende por globalización?", que aunque fuera publicado originalmente en 1999 sigue arrojando luz de modo contundente sobre un fenómeno tan abstruso y sobre el que se escriben tantas tonterías (como ya conocen mi negativa a incluir enlaces en mis posts, para leer el artículo de Vidal Villa deberán dirigirse a la web de La Insignia, en su edición de septiembre del 2002).

El artículo es francamente bueno, como casi toda la producción de Vidal Villa, aunque en los últimos párrafos desbarre un tanto.

La idea esencial en que descansa todo el texto es que progresivamente "El planeta es un solo espacio de rentabilización del capital", en tanto las restricciones a los movimientos humanos son cada vez mayores. Esa es la clave de todo.

En ese sentido, el capitalismo se habría por fin "internacionalizado", alcanzando el viejo sueño de convertir al planeta en un único "mercado global", en tanto la fuerza de trabajo sería progresivamente constreñida a "rediles nacionales" que funcionarían cada vez más como compartimentos estancos. Una idea muy interesante de conocer, ya que sobre ella se ha levantado toda la geopolítica mundial impulsada por el Imperio norteamericano desde finales de los años ochenta, tras el estallido del Imperio rival: de ahí la proliferación de iniciativas nacionalistas concretadas, por ejemplo, en el troceamiento de la Europa central y oriental.

La libre circulación de capitales se complementa así con la incitación al localismo desaforado en las opciones políticas. Hace un par de días la prensa anunciaba en letra muy pequeña que EEUU manifestaba su decisión de reconocer el Estado independiente de Kosovo inmediatamente que sea proclamado. ¿Una prueba del amor que siente el Imperio por las libertades nacionales de las "nacionalidades oprimidas"? En realidad, desde el momento mismo de su independencia, Kosovo, como todos esos nuevos Estados liliputienses sembrados en Europa a partir de 1989, pasará a ser dirigido políticamente desde la Embajada USA en su flamante capital, como ya ocurre en los casos de Estonia, Letonia, Lituania, Eslovaquia, Eslovenia y toda la pléyade de minirepúblicas surgidas tras el crash soviético, y también con otros Estados ex comunistas ahora entregados al capitalismo salvaje, caso de Polonia, Bulgaria y Rumanía.

Y mientras, el "mercado" se amplia y se hace más "libre" y las oportunidades de beneficio para las corporaciones crecen hasta el disparate. No estoy de acuerdo con Vidal Villa en que todo esto sea promovido por el "capital productivo". En realidad, estamos hablando de "capital especulativo", capaz de saltar de un mercado a otro con la agilidad que proporciona el no tener raíces reales en ningún lado; hoy día ni siquiera hacen falta unas oficinas físicas desde las que dirigir una corporación como las que describe Galbraith en su "La economía del fraude inocente". Al capital productivo le cuesta mucho deslocalizarse: ha de arrostrar conflictos con sus empleados, con los gobiernos de los países de los que marcha, vender activos, etc; el capital especulativo por contra hoy está en la Bolsa de Frankfurt, mañana compra una finca de 100.000 hectáreas en la Patagonia, y pasado vende y coloca los beneficios en la Bolsa de Tokyo.

Así están las cosas. Mientras, algunos tontos ideológicamente oxidados y muchos pobres y humillados (inocentes en su desesperación, ellos sí) confían en que un ex-paracaidista medio analfabeto será quien lidere la lucha mundial contra todo esto, y agitan el retrato de un terrateniente propietario de esclavos muerto hace doscientos años y unos trapos de colores a los que llaman "banderas nacionales" y por los que dicen estar dispuestos a morir. Marx hubiera sonreído, de puro desprecio.