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miércoles, 11 de enero de 2012

La mayor operación de especulación urbanística en la Historia de España


Para quienes crean que la especulación urbanística de largo alcance y la corrupción política de altos vuelos son asuntos recientes en España, les relato a continuación un viejo y asombroso caso que acabo de oír esta mañana en la radio, y que nos remite nada menos que a los albores del siglo XVII.

Resulta que tal día como ayer, 10 de enero, pero de 1601, la Corte castellana se trasladó de Madrid a Valladolid. El cambio de ubicación se debió a una maniobra especulativa, un verdadero pelotazo urbanístico sin parangón en la Historia de España, impulsado por el duque de Lerma, a la sazón valido (primer ministro) de Felipe III. En los años anteriores Lerma se había dedicado a comprar edificios y solares por todo Valladolid, y cuando prácticamente ya era el dueño de la ciudad se puso a presionar al rey para conseguir el traslado de la Corte. Al instalarse el rey en Valladolid hubo que alquilar palacios y mansiones y construir otros nuevos para la nobleza y el aparato del Estado; todo era propiedad de Lerma, quien cobraba tales alquileres y vendía a tales precios que pronto fue el principal acreedor del rey y de sus cortesanos.

Pero la jugada de Lerma no acababa ahí. Al marchar la Corte de Madrid se derrumbaron los precios de la propiedad  inmobiliaria en la ex capital, por lo que Lerma pudo comprar muy baratos toda clase de edificios de gran empaque, sabedor de que tarde o temprano el rey regresaría a Madrid. En efecto, solo cinco años después, en 1606,  Felipe III ordenó volver a la que desde entonces no ha dejado de ser  capital del Estado español, generando así nuevas plusvalías disparatadas en beneficio de su valido. 

Esta historia tuvo un corolario en consonancia con los hechos narrados. Al morir Felipe III, al duque de Lerma le aguardaban la cárcel y el verdugo. Escapó a ambos gracias a que le compró al Papa el cargo de cardenal. Al convertirse en un príncipe de la Iglesia, Lerma se garantizó impunidad absoluta de por vida.

Y es que la corrupción no la han inventado Gürtel y el Partido Popular: es consustancial con las clases dominantes españolas.

En la imagen que ilustra el post, una vista de Madrid en el siglo XVII.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Caso Urdangarín: la Monarquía española empieza a arder


Un breve firmado por Mabel Galaz en El País de hoy viene a advertir de que si "Iñaki Urdangarin es finalmente imputado por su implicación en el caso Palma Arena", la Infanta Cristina y la familia real española en su conjunto terminarán pagándolo caro. De hecho, un funcionario de la Casa Real comentaba "off the record" a periodistas madrileños hace unos días que el daño ya está hecho, y que si Urdangarín es procesado da lo mismo que sea condenado o absuelto pues en el segundo caso nadie creería en su inocencia. En resumidas cuentas y como decía no hace mucho Ramón Cotarelo en su blog, Iñaki Urdangarín está a punto de cargarse la Monarquía española.

Al parecer la orden de marginar al yerno emprendedor ya ha sido dada por los reyes, y difícilmente  "el duque de Palma de Mallorca pueda volver a figurar en la agenda de actos oficiales, esa que compartía junto a su esposa. De hecho, desde que se conoció la operación Babel, la infanta Cristina y su marido están ausentes de la vida oficial del país", afirma Galaz, quien luego refiere "un viaje relámpago" de Urdangarín a Madrid para celebrar una reunión con el rey de España y su cuñado el príncipe Felipe, tras la cual el real yerno regresó a toda velocidad a Washington (probablemente para evitar que el juez mallorquín que lleva el caso ordenara su detención o al menos que se personara en el juzgado, de haberse enterado de su presencia en suelo español).

El caso es que según la periodista de El País, entre los implicados en el sumario aparece "Carlos García Revenga, secretario de las infantas Elena y Cristina, a sueldo de la estructura de la Casa del Rey y tesorero del Instituto Nóos, con el que Urdangarin captaba fondos públicos". En realidad, no sería el único empleado de la Casa Real que puede acabar en el banquillo. Claro que esas implicaciones incluida la de Urdangarín serían pura fruslería comparadas con la de la Infanta Cristina, a quien se empieza a relacionar como socia activa de su esposo en los negocios fraudulentos de éste. Sin ir más lejos, ayer mismo en un post de su blog titulado "El talonmano", Ignacio Escolar apuntaba directamente a Cristina de Borbón como copropietaria al 50% de al menos una empresa blanqueadora del dinero recaudado por Nóos. 

Según Mabel Galaz, la posibilidad de que Cristina de Borbón acabe de alguna manera implicada ha llevado a la familia real a diseñar un cortafuegos radical: "la infanta Cristina, en caso de que su esposo sea imputado, renunciaría a los derechos dinásticos -ella ocupa el séptimo lugar en la línea de sucesión al trono-. Con este gesto, la hija menor de los Reyes dejaría de ser miembro de la familia real para ser solo hija de don Juan Carlos y doña Sofía"; ocurre sin embargo que una vez convertida en "ciudadana de a pie", a Cristina de Borbón se le abrirían serios interrogantes sobre su futuro en relación con la justicia. Finalmente remata  el corto pero sustancioso artículo afirmando que "al menos de momento" parece que "doña Cristina quiere seguir al lado de su marido". No es la única en obrar así, ya que la familia real parece haber apostado todas sus cartas a la salvación de la pareja cuestionada (aunque como decía al principio haya marginado a Urdangarín de la vida oficial de los Borbones): hoy aparece en la prensa española una calculada foto de la reina Sofía acompañando a su hija y yerno en Nueva York, en lo que se autopresenta como la plasmación gráfica de un apoyo que compromete por completo a la Corona española con el resultado de un proceso judicial; se diría que alguien está quemando todas sus naves.

No todo son apoyos simbólicos. Hay que empezar a denunciar las presiones que se están ejerciendo sobre el juez instructor de la causa, a quien están intentando arrebatar el procedimiento para llevarlo a la Audiencia Nacional, donde quedaría rápidamente diluido como uno más de los innumerables tentáculos de la trama Gürtel-PP.  Según el fiscal Anticorrupción que lleva el caso, no hay nada en él que justifique ese traspaso.

De todos modos y como decía el funcionario de la Casa Real citado más arriba, ocurra lo que ocurra en adelante con este caso la sentencia popular ya está dictada. Y el golpe que se ha autoasestado la Monarquía en España no tiene parangón desde la Guerra del Rif, en los años veinte, añadiría yo.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Tocata y fuga empresarial de una Infanta de España y su consorte


En la web de El País de ayer se encontraba el documento que se reproduce (hagan clic sobre la imagen para verla ampliada). Se trata de la composición de la Junta directiva de la sociedad Noos, presuntamente implicada en oscuros negocios con las tramas de corrupción tejidas por dirigentes del Partido Popular en Mallorca y Valencia. 

Digo se encontraba, porque hoy lo han retirado. Por suerte, y como que conozco el paño de El País de hace tiempo y no es la primera vez que hacen algo así, en cuanto lo vi lo guardé. Ahí lo dejo.

En el documento se recoge el traspaso de la Junta directiva original de Noos a otra en la que Iñaki Urdangarín (presidente) y su esposa, Cristina de Borbón (vocal) dejan de estar presentes. Se remonta a 2006, cuando el runrún sobre Noos y su escasamente presunta vinculación con los "business" del presidente balear Jaume Matas empezaba a airearse, tras haber perdido el PP el gobierno de la Comunidad Autónoma de Baleares. Al parecer, viendo la que se venía encima Urdangarín y señora decidieron apearse en marcha de Noos. Pero el escándalo siguió creciendo, imparable, y en 2009 la principesca pareja puso tierra de por medio, y siguiendo el real consejo se trasladaron a Nueva York.  De poco les ha servido, gracias a que el fiscal Anticorrupción balear ha seguido hurgando en el caso Palma Arena entre otros.

En la edición de hoy del diario madrileño se dice que el señor Diego Torres -socio, mano derecha de Urdangarín y presunto testaferro de este en la sociedad tras su marcha de la Junta directiva-, ha confesado al juez "que Urdangarín era el gestor y cobraba a través de su empresa".

O sea, que la fiesta continúa. Por ahora.


martes, 8 de noviembre de 2011

Anticorrupción investiga al yerno del rey de España




En El País de hoy aparece una información de enorme alcance, que corre el peligro de ser devorada por el ruido mediático producido por el debate televisivo de anoche. Se trata del registro de las sedes de varias empresas situadas en Palma de Mallorca y Barcelona, todas ellas propiedad de Iñaki Urdangarin, un empresario vasco casado con la Infanta Cristina de Borbón, y por tanto yerno del rey de España.

La información se encabeza con un titular que no deja lugar a dudas: "Anticorrupción investiga el cobro de 2,3 millones por organizar dos foros de debate". Enseguida entra en materia: "En el marco del escándalo del caso Palma Arena, que se centra en la supuesta gestión delictiva y enriquecimiento personal del expresidente de Baleares Jaume Matas, del PP, una comisión judicial registró la sede del Instituto Noos, en Barcelona, entidad de asesoría y gestión de mecenazgo deportivo creada por Urdangarin". En realidad esta no es más que la punta del iceberg, porque hace tiempo que la Fiscalía Anticorrupción sigue la pista a diversos negocios del llamado duque de Palma, Urdangarin, y a sus escasamente presuntas relaciones con la trama Gürtel y otros personajes corruptos vinculados al Partido Popular (PP) en Baleares y Valencia.

Tanto es así que la marcha de Iñaki Urdangarín y su familia a Estados Unidos hace un par de años fue interpretada en su momento por varios programas de televisión como una "recomendación del rey a su yerno", a fin de que se quitara de en medio por una larga temporada hasta que escampara. Lo cierto es que no solo no ha amainado la tormenta, sino que cada vez se acerca más a la persona del real yerno. Y es que el fiscal anticorrupción de Baleares, Pedro Horrach, hasta ahora no se ha plegado a las presiones y ha resistido todos los intentos del PP de echarle de la fiscalía por haber imputado ya a decenas de dirigentes baleares de ese partido. Enredado en esa trama aparece desde hace tiempo, presuntamente, Iñaki Urdangarin. Las consecuencias del enredo podrían ser de tal envergadura, que según algunos medios periodísticos el rey habría sugerido a su hija el divorcio como cortafuegos de emergencia.

En enero próximo comienza el primer juicio por corrupción contra Jaume Matas. En vísperas de ese proceso el fiscal Horrach ha entrado a por todas en las empresas de Urdangarin, a la búsqueda de documentación que proporcione nuevas pistas. De momento parece que ya tiene en su poder facturas de la fundación Noos -el centro neurálgico de los negocios de Iñaki Urdangarin-, por valor de varios millones de euros que demostrarían el tráfico de comisiones en torno al proyecto Palma Arena.

En las próximas horas, dice El País, "el fiscal y los policías del grupo de Delincuencia Económica tomarán declaración a diversos profesionales y administradores vinculados a la fundación Noos y sus actividades en Palma". Según el diario, entre ellos estará  Diego Torres "segundo de Iñaki Urdangarin y director de la entidad (Fundación Noos)", que ya ha declarado como imputado ante el juez Castro, en Palma. Otra de las grandes piezas cazadas por el fiscal Anticorrupción balear es José Tejeiro, asesor fiscal de Urdangarín y secretario de Noos. Es obvio por tanto a quién apuntan las investigaciones mediante la táctica de cerco progresivo: al mismo Iñaki Urdangarin.

En el caso ha sido también implicado José Luis "Pepote" Ballester, ex director general de Deportes con Matas, "el puente para los primeros contactos y el gestor de las partidas de fondos". Balllester es un conocido amigo personal del rey desde hace años.

Vamos a ver pues hasta dónde permiten llegar a los investigadores.

En la fotografía que ilustra el post, Jaume Matas e Iñaki Urdangarin comparten la presidencia de un acto en Baleares.

martes, 2 de agosto de 2011

El señor Borbón se lo pasa bomba



El "tradicional" despacho de vacaciones entre el señor Juan Carlos de Borbón, a la sazón jefe del Estado español a título de rey, y el presidente del Consejo de Ministros, José Luis Rodríguez Zapatero, realizado ayer en Mallorca, ha pasado casi desapercibido para la prensa y el público en general.

Lo cierto es que al decir de la escasa información dada sobre la presunta reunión de trabajo, esta dio comienzo a las seis y media de la tarde y apenas duró una hora, y todo ello en una jornada en la que llovieron chuzos de punta sobre España lanzados por los famosos mercados, al punto que el diferencial con la deuda alemana ha llegado a la cota de los 400 puntos y en muchos despachos financieros europeos comenzó a hablarse de la inevitabilidad de una operación de rescate financiero de España. Pues mientras todo esto pasaba, al parecer la repleta agenda veraniega del señor Borbón le impedía despachar con su primer ministro por la mañana, que es cuando la gente normal trabaja. Y es que la familia real más o menos al completo anda ocupada estos días con las regatas de veleros y el papel que en ellas hace el yate Bribón, que ya es nombre para un barco en el que regatea una familia real por muy sencilla y campechana que sea, o eso dicen.

Los Borbones son gente que de jóvenes, recién llegados al trono, acostumbran a estar poseídos por un loable ímpetu reformista. Luego se van acomodando al oficio y estilo de vida, y cuando se hacen viejos se vuelven unos vivalavirgen sin remedio, que en tiempos dedicaban todo el santo día a cazar jabalíes en el monte de El Pardo y a perseguir señoras alegres en barrios madrileños de mala nota (así pilló alguno la sífilis). Los tiempos cambian que es una barbaridad, y el Borbón actual, que difícilmente puede ya navegar a vela ni perseguir señoras con el ímpetu de antaño (a las fotografías publicadas más de una vez años atrás en medios internacionales me remito, y no solo por lo que hace a las regatas), se ha de conformar con descansar en el palacio de Marivent de su descanso habitual en su residencia de La Zarzuela. Vamos, que una agenda repleta de trabajo intensivo no parece tener el señor Borbón, ni en Mallorca ni en sitio alguno.

Por lo demás las relaciones entre el señor Borbón y Zapatero no parece que hayan sido nunca muy afectuosas, más allá de la pura formalidad entre profesionales de la política. Pero el desaire de ayer bate todos los récords. En la tele se vio a Zapatero llegar solo a Marivent (en tales ocasiones, sus predecesores y él mismo en años anteriores llegaban acompañados por sus esposas) y dominado por la prisa, acaso consciente de que allí estaba de más. Fue su presunto anfitrión quien le hubo de retener con gesto brusco para que posara para los fotógrafos en las escaleras de entrada del palacio. Luego hubo sesenta minutos de palique entre ambos se supone, y finalmente Zapatero se marchó raudo y sin cenar, contraviniendo la costumbre establecida de años hasta ayer mismo.

Algo pasa ahí, pues. Es obvio que Zapatero es un presidente de Gobierno y un dirigente político amortizado -en realidad casi tanto como el señor Borbón como rey, pero esa es otra-, pero la cortesía y la educación marcaban que este último despacho veraniego entre ambos hubiera tenido otra escenificación. Porque el trato desdeñoso del monarca no ha sido a Zapatero, sino a cuantos ciudadanos le tenemos nos guste o no como presidente del Gobierno. Y es que si el señor rey comienza ninguneando a quien hoy por hoy es la máxima autoridad democráticamente elegida por los ciudadanos, quizá comience a ser hora de que muchos de estos ciudadanos se planteen poner punto final de una vez en España a esta comedia de un jefe del Estado no electo, cuya presunta legitimidad no la otorgan las urnas sino los brincos de los reales espermatozoides.

En fin, que vistos los años que ya tiene y el estado general de salud que padece el señor Borbón, pienso que lo mejor que podría hacer sería quedarse en Mallorca para los restos, como un ricacho europeo jubilado más, en vez de continuar ejerciendo un cargo para el que nadie, salvo el general Franco, le eligió en su día. Y de paso, podría mostrar un poco más de respeto por las instituciones democráticas y sus representantes.

La fotografía que ilustra el post ha sido difundida por el propio servicio de prensa de La Moncloa. Obsérvese la distancia física entre ambos personajes, y el aspecto avejentado de Juan Carlos de Borbón.

martes, 28 de abril de 2009

Culillos principescos


Ahí tienen a Letizia (con "z") Ortiz y Carla Bruni escalando la entrada principal del palacio de la Zarzuela, donde les esperaban los reyes de España y sus respectivos consortes (los de de Letizia con "z" y de Carla, que el Rey ya tiene su reina y por muchos años).

Observen esos culillos principescos que debieron ser deliciosamente respingones en su tiempo, y que ahora -¡ay!- la edad, la ley de la gravedad y los partos han dejado levemente caídos. Las piernas siguen siendo de gacelas, como corresponde a dos hembras que han corrido detrás de machos cazadores de mucha importancia en sus respectivas tribus: un príncipe heredero del reino de España y un presidente casi monarca de la República Francesa.

La Ortiz y la Bruni son en realidad, plebeyas que han trepado tálamos mucho más altos que la escalinata de la Zarzuela. Ambas dieron en su momento sendos braguetazos de esos que hacen soñar a fregonas ingenuas; ambas encontraron su Príncipe Azul, y pasaron de ser contribuyentes normales a vivir a costa del erario público.

Disfruten admirando esos trajes y la prestancia de las señoras que los llevan. Al cabo, todo eso que ven en la fotografía lo pagamos de nuestros bolsillos y es, por tanto, un poco nuestro.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Bon Nadal, família Borbón


Dice el diario electrónico "El Plural" que los Príncipes de Asturias han felicitado las fiestas en castellano e inglés, y que la Infanta Elena, ha añadido de propina a la suya el francés. Así que por la parte más joven de la familia real española, parece que vamos superando ese viejo defecto carpetovetónico que llevaba a tanto españolito a responder bravíamente al extranjero que osaba dirigirse a él en lengua distinta a la de Cervantes: ¡"Si viene a España, aprenda usted español!".

Ocurre, sin embargo, que a príncipes e infanta se les ha olvidado que junto al idioma oficial del Estado, en España también son oficiales en sus respectivas comunidades autónomas el catalán, el vasco y el gallego, y que esa población con dos lenguas oficiales representa un tercio del total de ciudadanos del país, además de tener "súbditos" que hablan otras lenguas como el provenzal en el valle de Aran, el aragonés en núcleos pirenaicos, el portugués en Olivenza, el bereber en Melilla, y desde luego el caló gitano, una lengua cuyos hablantes en España se cuentan por cientos de miles.

Dice El Plural que "Zarzuela ha restado importancia al hecho y ha destacado que las traducciones son una mera cortesía hacia los extranjeros que reciben las tarjetas". Al parecer pues, los remitentes de esas felicitaciones navideñas se preocupan sólo por ser corteses con sus "súbditos" monolingües y con los extranjeros. Tamaña falta de sensibilidad y delicadeza habla bien a las claras del aprecio real que la singular familia siente por quienes les pagamos el sueldo además de soportar sus opiniones, fastos y hasta disputas internas.

Se diría que lo único que a esta gente le interesa del tercio largo de sus "súbditos" ahora ninguneados (y probablemente de los dos tercios restantes), es el color de nuestro dinero, el mismo que les permite vivir como dios sin aportar a la comunidad nada más que su presunta campechanía y supuesta sencillez, amén de la considerable falta de cultura y educación que acaban de acreditar una vez más.

viernes, 31 de octubre de 2008

Reina, no te calles


La que se ha montado con el librito en el que la señora Sofia de Grecia, de profesión reinona de España, se ha soltado el pelo y ha dicho lo que le pasaba por la neurona. Hombre, no está nada mal que se acabe sabiendo urbi et orbe que tenemos por reina a una señora cuyas posiciones ideológicas (las coherentes con su real condición, por otra parte), son de un reaccionario que te cagas.

Dicho esto, la señora Sofía de Grecia - la esposa del “señor Borbón”, como la llamaba Alfonso Guerra-, tiene todo el derecho del mundo a sostener en público opiniones/mamarrachadas de derecha extrema/extrema derecha, pero eso sí renunciando a ese cargo tan bien remunerado que entre todos le pagamos a escote y presentándose en las listas del PP o de Democracia Nazional, tanto dá, o mejor aún, dando conferencias como una posesa en ése “tinki tanque” acorazado que es la fundación FAES y de las JONS que lidera Aznar.

Claro que llegado el caso, y si por una de esas indecentes piruetas de la historia don Josemari Ánsar retornara al poder monclovita, igual éste terminaba aplicándole a la susodicha la Ley de Extranjería, porque entre ellos parece que precisamente amor no lo hubo nunca. Igual son celos, vaya usted a saber.

En todo caso y mientras tanto, mejor que vayan conociéndose las ideas que verdaderamente tienen en esa casa llamada Real.

viernes, 2 de mayo de 2008

Por un Dos de Mayo sin manipulaciones


Las fanfarrias mediáticas invitan a conmemorar hoy uno esos "acontecimientos históricos" que cuando alcanzan una cifra redonda, como es el caso del motín, asonada, levantamiento o lo que fuere que se produjo en Madrid el 2 de mayo de 1808, se convierten automáticamente en carne de celebración pública con discurso, bandera y probable desfile militar.

Cuando yo era un crío, en la Enciclipedia Alvarez había dibujado un cañoncito esquemático de color verde, sobre el que ondeaba una orla que llevaba esta inscripción: "Dos de Mayo de 1808". En un extremo de la orla había una ramita de laurel, cosa que entonces yo no sabía qué significaba. El cañoncito estaba disparando, faltaría más. Más tarde, siendo adolescente, en TVE echaban una serie que se llamaba "Diego de Acevedo" en la que en un episodio salía la cosa esta del 2 de mayo madrileño. Todo muy heroico, ¡mueran los franceses y viva España!, que para eso estábamos todavía en el franquismo.

Al parecer, ni siquiera la democracia ha conseguido quitarle la mugre de heroicidad a un hecho que simplemente enlaza con la tradición de motines dieciochescos españoles. El Dos de Mayo no puede entenderse sin conocer precedentes como el Motín de Esquilache (que puso punto final a las reformas ilustradas en España) y el Motín de Aranjuez (que obligó a abdicar a Carlos IV y llevó al trono a su hijo, el canalla intrigante Fernando VII). Como en esas ocasiones precedentes, en el desarrollo del episodio hay una mezcla muy española de inducción desde "poderes fácticos", espontaneísmo más o menos popular, y estropicio generalizado del que primero todos reniegan para, con el paso de los años, ser reivindicado de modo unánime. Ciertamente el Dos de Mayo moviliza el patriotismo español más ultraderechista, pero también un fuerte sentimiento popular muy arraigado. Durante la Guerra Civil fue reclamado por el bando republicano como ejemplo de resistencia contra los invasores extranjeros (como los que sostenían a Franco), y en los primeros años setenta el FRAP salía a la calle reivindicando la fecha como ejemplo de levantamiento popular contra fuerzas opresoras.

¿Qué fue realmente el Dos de Mayo?. más allá de la anécdota de los navajazos entre manolas y majos madrileños de un lado y mamelucos y dragones franceses del otro, la Historia dice que en realidad no hubo tal invasión francesa sino un sometimiento de las clases dominantes y de los aparatos del Estado a los designios de Napoleón. La falta de información sobre el motivo de la presencia de tropas francesas en España (en realidad, respondía al pacto entre Napoleón y la Corona española para invadir conjuntamente Portugal y repartirse ése país), sumada a ciertas intrigas palaciegas que coleaban desde Aranjuez, llevaron a un enfrentamiento frontal en la calle, que probablemente fue en parte atizado por algunos aristócratas y clérigos pero que, como ocurrió en los otros motines de la época, pronto se les fue de las manos a los impulsores. O eso se ha pensado históricamente.

La leyenda se ha empeñado en dar una dimensión popular y de masas al Dos de Mayo, y en los últimos tiempos en sostener que el protagonista callejero del motín fue en realidad el lumpen, los bajos fondos de la sociedad madrileña. Sin embargo, los hechos desmienten ambas versiones. Hace apenas unas semanas el diario El País publicaba la lista de los fusilados por los franceses tras la jornada, que según parece fueron enterrados juntos y están perfectamente identificados; son apenas unas cuarenta personas, y entre ellos sorprende que la mayoría eran funcionarios o empleados palaciegos, junto con algún clérigo y algunos tenderos. Ni hampones del lumpen ni "pueblo revolucionario en armas", pues. Los muertos en los combates callejeros estarían entre los doscientos y los cuatrocientos; modesta cifra para una supuesta batalla en la que se pretende que participó una ciudad entera, capital de un Reino por más señas.

Se confirma, eso sí, lo que ya era sabido desde siempre: que la aristocracia, la burguesía y los estamentos militar y esclesiástico permanecieron completamente al margen de la asonada; la gran mayoría de ellos ofrecería inmediatamente sus servicios a los ocupantes. Sólo una parte del clero bajo y algunos militares de menor graduación (caso de los capitanes Daoiz y Velarde y del teniente Ruiz) se lanzaron a la lucha, y obviamente dejaron en ella la piel dada la desproporción de hombres y medios.

En resumen, el Dos de Mayo no es una fecha especialmente señalada para celebrar nada. Eso sí, el genio de Goya la convirtió en eterna, al asociarla a dos de sus pinturas más conocidas, una de ellas (los fusilamientos del 3 de mayo) quizá el mejor cuadro que se haya pintado nunca. Otro día hablamos de Goya y de su relación con el Dos de Mayo, que ahora se cuestiona desde medios revisionistas.

sábado, 5 de enero de 2008

Feliz cumpleaños, señor Borbón


Como lo cortés no quita lo republicano, permítame felicitarle por su 70 cumpleaños, señor Borbón. Ya sé que perdida entre el coro de pelotas y untuosos que estos días le bombardean con sus mejores deseos, lo más probable es que usted ni llegue a tener noticia de mi felicitación, pero por si acaso aquí se la dejo.

Convendrá usted conmigo señor Borbón en que setenta años ya son muchos, y que a esa edad -que supera en cinco la actualmente vigente para que un asalariado se jubile-, lo mejor que uno puede hacer es disfrutar de la vida que le queda haciendo las cosas que realmente le gustan. La verdad es que si me permite decírselo, ya sabemos todos que usted nunca se ha privado de ejercitar aficiones tales como navegar a vela de gorra, cazar osos más o menos salvajes y ligar con señoras estupendas, pero tal vez sea llegada la hora de poder dedicarse a tiempo completo a esas actividades y dejar de lado las enojosas obligaciones que su trabajo como Jefe del Estado le comportan.

Ya sé que no es fácil librarse de un cargo como el suyo, pero le propongo una solución rápida, barata y a gusto de todos. Se trataría de que una vez celebradas las próximas elecciones generales en marzo próximo y elegido nuevo Presidente del gobierno español, usted se presentara ante el pleno de Las Cortes, órgano único depositario de la soberanía popular, y resignara en ellas los poderes que ejerce y sus supuestos derechos. Inmediatamente las Cortes convocarían elecciones a la Jefatura del Estado, y usted podría retirarse a disfrutar del patrimonio familiar acumulado durante siglos. Ni siquiera haría falta que se marchara a Suiza, como no fuera voluntariamente para esquiar en la nieve o para celebrar alguno de esos encuentros íntimos a los que dicen es usted tan aficionado.

La verdad, señor Borbón, es que viene usted de una familia que históricamente nos ha dado pocas alegrías a sus súbditos. Uno hubiera esperado de unos franceses que fueran gente más abierta y si me lo permite, incluso más inteligente. Sin embargo basta darle una ojeada a la pintura de Goya "La familia de Carlos IV" para no hacerse demasiadas ilusiones con su estirpe: nunca nadie ha reunido en un solo cuadro un mayor grupo de imbéciles. En general sus antepasados solían comenzar a reinar interesados por las reformas y la modernización del país, pero a medida que se hacían viejos se volvían perezosos y demasiado aficionados a la holganza; algo de eso dicen de usted, además de que su famosa campechanía borbónica su ha ido trocando con el paso de los años en cierta altanería y mala leche.

Por lo que hace a sus parientes más inmediatos, aquí aún tenemos memoria de cómo su abuelo Alfonso XIII, principal accionista de la empresa Minas del Rif asociado a varios de sus generales más inútiles, fue el mayor responsable de la muerte de miles de reclutas llevados a Marruecos a defender sus muy particulares intereses en aquél país. De su padre, Juan de Borbón, sólo hay que recordar como le engañó alguien tan poco sutil como el general Franco, para darse cuenta de que en realidad este país tiene al menos una deuda con el Generalísimo: Dios sabe qué hubiera sido de los españoles con un rey como aquél, por lo demás demasiado inclinado a navegar de continuo en ciertos mares escoceses.

En cuanto a usted, señor Borbón, muchos seguimos recordando que fue el mentado general golpista y dictador quien le restituyó en el trono español, y que su papel en el 23-F sigue siendo esencialmente oscuro. Tampoco nos gusta que usted y su familia sean intocables en los medios de comunicación españoles cuando por contra nos es permitido reírnos de otras familias europeas de su rango, habiendo tantos motivos para reírse abiertamente con la personalidad y acciones de algunos componentes de la suya. De su heredero poco se sabe, y lo que se conoce no nos permite abrigar muchas esperanzas sobre su personalidad y cualidades.

Me gustaría, en fin, que ahora que es usted abuelo y se supone que más sensato, tuviera la altura de miras de pensar en dejarnos a todos sus súbditos, incluidos sus nietos, un país en el que algo tan caduco, injusto y discriminador cual es la institución monárquica hubiera desaparecido para siempre. Anímese señor Borbón, ésta sí sería una contribución de primer orden al futuro de esa España a la que usted y su familia tanto dicen amar. No le pido que se haga republicano, simplemente que ponga fin a esta farsa que es la pervivencia de la monarquía española.

Le renuevo mi más cordial felicitación, y le ruego salude a su señora de mi parte.

domingo, 11 de noviembre de 2007

De aquellos polvos, estos nervios


Desde mediados de la década de los noventa, numerosas empresas españolas irrumpieron en Iberoamérica como caballos desbocados. Se las estaba "deslocalizando", trasladándolas a una zona del mundo donde los "costos laborales" eran irrisorios comparados con los existentes en España, y donde se podían conseguir plusvalías -ni siquiera siempre legales- como sólo habían podido conseguir nuestros "emprendedores" en la por ellos añorada época del desarrollismo franquista.

No eran empresas cualesquiera. La mayoría proceden del sector público español, privatizado compulsivamente durante el gobierno Aznar (1996-2004): Telefónica, Repsol, Endesa, Agbar... y de bancos muy comprometidos con esa etapa histórica española, como el BBVA y el Santander. Al frente de estas empresas impulsoras de la "segunda colonización" de América, había y hay un puñado de altos ejecutivos aznaristas -es decir, gente cuya ideología y mentalidad son el resultado de la fusión entre las propias del franquismo sociológico y las aportadas por el neoconservadorismo yanqui-, de cuya falta de escrúpulos y amor al dinero fácil hay pruebas sobradas: basta recordar el indescriptible episodio de las furgonetas de seguridad de Prosegur atiborradas con billetes de banco sacados de las sucursales bancarias españolas en Buenos Aires, rodando camino de Eceiza ante las narices de los porteños en aquellos aciagos días de la crisis argentina de diciembre de 2001.

El poder de esta gente sobre los países de América así recolonizados no ha hecho sino aumentar. Muchas de esas empresas controlan servicios públicos esenciales (agua, luz, electricidad, comunicaciones), por lo que su acción saqueadora y antipopular es aún más evidente. Así, no es extraño que su actuación concite la animadversión de quienes la sufren, y que ésta acabe dirigiéndose incluso contra otros empresarios e intereses españoles aunque éstos lleven años colaborando en la medida de sus posibilidades al desarrollo de esas naciones.

La falta de propuestas serias, articuladas y eficaces frente a la pobreza endémica, la explotación económica y las profundas barreras entre clases sociales en la mayoría de los países americanos, ha terminado por dejar campo abierto a toda clase de mesianismos, caudillismos y populismos que se ofrecen a sí mismos como faros de una supuesta revolución que no acaba de llegar, porque quienes encabezan esos movimientos y quienes desde atrás les sostienen y se benefician de ellos no tienen el menor interés en que llegue. La izquierda americana –cada día más débil, fragmentada e impotente- se agarra a los calzones del primero que pasa prometiendo a voces un mañana de justicia social; si además el mesías de turno es capaz de lanzar de vez en cuando algún desplante a los EEUU o a esos “ricos europeos” supuestamente causa de todos los males de América, mejor que mejor.

Es así como Chávez, un producto arquetípico de los cuarteles iberoamericanos –un individuo ignorante, resentido, simplista, autoritario y sobre todas las cosas, extremadamente ambicioso-, ha llegado al poder montado sobre la ola de un pueblo que ya no aguantaba más. Con todo, imaginar que Chávez, cual nuevo Bolívar Rojo, llevará la revolución social a todos y cada uno de los rincones primero de Venezuela y luego de América entera, es tan delirante como sostener que los oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada argentina preparaban desde sus subterráneos la democratización de todo el continente.

Pero en tanto llega el momento de la verdad en que el chavismo acabe de manifestarse en todo su esplendor como lo que es, el dinero fácil del petróleo le seguirá sirviendo para cultivar una imagen de benefactor de los pobres propios y ajenos, y para que algunos gobiernos americanos le bailen el agua, probablemente más por necesidad que por cariño.

Sin embargo, las cosas ya no van tan bien para Chávez como hasta hace poco, y el catálogo de problemas empieza a ser inquietante para él. Sus pistoleros y antidisturbios llevan días enfrentándose en la Universidad de Caracas con estudiantes contrarios a la reforma de una Constitución que el propio Chávez diseñó en su día, reforma con la que pretende perpetuarse en el poder, precisamente ahora que empieza a ser abandonado por quienes le crearon como figura pública. El barril de petróleo, además, acaba de superar la barrera psicológica de los 100 dólares, así que es de prever una contracción de la demanda, que a medio plazo podría llegar a cegar la fuente del maná supuestamente inagotable en la que se asienta el chavismo, los petrodólares. Por otra parte, las iniciativas internacionales de Chávez no acaban de cuajar: su candidato fracasó en Perú, el ecuatoriano Correa cada día le es más esquivo mientras se acerca a Europa (500.000 ecuatorianos residen y trabajan en España), Evo Morales le sigue la corriente sin entregársele del todo, y sólo el desprestigiado, corrompido y trasnochado Daniel Ortega se engancha a sus propuestas con el entusiasmo de quien necesita desesperadamente que alguien apuntale como sea la economía de su país. Los cubanos sufren a Chávez resignadamente, y le aguantarán mientras siga casi regalándoles el petróleo que necesitan pero ni un día más.

Es así que Chávez ha llegado a Santiago de Chile nervioso. Como Macbeth, desde las almenas de su castillo empieza a vislumbrar los ejércitos de enemigos que suben a por él; es sólo una imagen, por ahora. Aunque sus problemas no son sólo de orden político strictu senso.

Antes de viajar a Santiago, Chávez sabía que Zapatero iba a poner sobre la mesa tres propuestas que van a dañar esa imagen de Papá Noel de los pobres que el caudillo venezolano se ha construido en estos últimos años a fuerza de petrodólares: la creación de un centro internacional de prevención de desastres en Panamá que operará para toda América Central y Caribe, convenios con Ecuador y Perú que permitirán que las cotizaciones a la Seguridad Social de los inmigrantes en España reviertan en los países de origen, y la tercera y quizá la más importante a largo plazo aunque ahora sea casi sólo un gesto simbólico inicial, la creación de un Fondo para el Agua en América, que España contribuirá a poner en marcha aportando 1.500 millones de dólares.

No es de extrañar por tanto que Chávez usara la provocación para reventar las conclusiones de la Cumbre de Santiago. El recurso fácil de tildar de fascista a Aznar, logró su efecto: que la delegación española se sintiera insultada no por quien es y lo que representa Aznar (ahí no hay discusión alguna posible), sino porque escupiendo sobre él en mitad de la Cumbre se ninguneaba las únicas aportaciones serias hechas allí. Es obvio que en un encuentro institucional, la delegación española no podía aceptar que se la humillara simplemente para que el ego de Hugo Chávez quedara a salvo.

La grosería y zafiedad de Chávez interrumpiendo a Zapatero cuando éste, en el uso de la palabra y con tono comedido, le estaba pidiendo suavemente un comportamiento más acorde con su supuesta condición de estadista internacional, tuvo una respuesta sorprendente de parte del rey Juan Carlos, que constituye un regalo inesperado para el caudillo venezolano. Nunca debió abrir la boca Juan Carlos en ese incidente, y menos en el tono en el que lo hizo.

Gracias al rey de España pues, Chávez en vez de salir derrotado y con el rabo entre las piernas va a poder presentarse ahora como un mártir del neoimperialismo español, y evitar sobre todo que se hable de los acuerdos de esta Cumbre. Así se las ponían a Fernando VII, dicen.

Es obvio que Juan Carlos al igual que Chávez, también anda con los nervios alterados, aunque curiosamente su nerviosismo proceda más del maltrato que está recibiendo desde los medios de comunicación y los sectores políticos afines a Aznar, que del auge continuo de la opinión republicana en España. Lo segundo no le viene de nuevo: éste es un país republicano de antiguo, otra cosa es que por diversas circunstancias esa opinión ampliamente mayoritaria haya estado en letargo durante algunos años. En cuanto a la enemiga que le profesa el aznarismo y cuanto ese sector de la sociedad española representa en el orden político, económico y social, seguramente sí le toma más desprevenido, aunque no debería por qué.

Y es que el fascismo en España, de José Antonio a Aznar, siempre ha sido republicano.

lunes, 5 de noviembre de 2007

¡Vivaesssspaniiiiia manque pierda!


Impresionante espectáculo, la visita de los reyes de España a Ceuta.

"¡¡¡Olé, olé, olé somos españoles!!!" gritaba una multitud enfervorizada. Probablemente no les habían explicado bien quiénes eran los visitantes, y ellos estaban convencidos de que quien recorría las calles ceutíes como un torero en tarde de triunfo era Raúl González o Rafa Nadal; otra explicación racional no se me ocurre ante el tono futbolero de los gritos.

En efecto, el aquelarre patriotero ha tenido más de llegada de un ídolo deportivo a la ciudad africana que de arribo de un jefe de Estado en visita oficial. De vergüenza ajena. En realidad sólo ha faltado que el evento lo retransmitieran a grito pelado según acostumbran los gremlins de Carrusel Deportivo, y así todo habría quedado en puro "furbo" dominical.

Digo yo que Juan Carlos debería haberse presentado en chandal con los colores de la selección española, más que nada para haber estado a tono con el ambiente.

sábado, 6 de octubre de 2007

Juego de máscaras en Berga


En Berga, población catalana de la provincia de Barcelona, el Ayuntamiento (CiU) ha decidido retirar el retrato del rey de España del Salón de Plenos. La decisión se tomó con los votos favorables de los grupos municipales de CiU, ERC y el grupo independentista CUP, la abstención del PSC y el voto en contra del PP.

Francamente, resulta curioso que un partido tan de "ley y orden" como CiU tome una iniciativa así; empero, no seré yo quien lamente un gesto supuestamente antimonárquico. En todo caso, me queda la duda de si el retrato se ha retirado por representar al monarca o al Jefe del Estado. Si ha sido por lo primero, vaya mi aplauso para la iniciativa. Si ha sido por lo segundo, como me temo, me parece simplemente una iniciativa retórica y huera, a menos que inmediatamente el consistorio en pleno hubiera proclamado la independencia de Catalunya y su ingreso en la ONU, la OTAN y la UEFA, cosa que un partido como CiU no hará jamás ni aunque les pongan una pistola en el pecho a sus dirigentes.

Lo que me hace más sospechoso el gesto es que cuando los entusiastas e ingenuos chicos de la CUP presentaron al parecer otra moción pidiendo la retirada del crucifijo del mismo salón, les dejaron solos: ningún grupo se sumó a la propuesta. Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho.

¿A qué se juega aquí?. Porque puestos a retirar símbolos opresivos seguramente habría que empezar por el principio, que es retirar el crucifijo, icono de la alienación ideológica por excelencia. Pero claro, los símbolos cristianos en instituciones públicas no se tocan, que se pierden votos, y más cuando se es un partido tan netamente de derechas como CiU o se tiene un electorado tan conservador como ERC. Así que, una vez más, en Berga como en tantos otros sitios se ha ido a lo fácil.

lunes, 23 de julio de 2007

Las princesas no mean perfume


(Texto publicado originalmente en Izaronews, 23 de julio de 2007. La imagen ha sido tomada de la edición digital del diario 20 Minutos del 20/7/2007).

Si yo fuera Albert Monteys, director de la revista humorística El Jueves, las próximas Navidades le enviaría un jamón ibérico al juez Del Olmo, en justo pago a la extraordinaria labor que está desarrollando el señor magistrado en pro de la difusión mundial de esta modesta revista barcelonesa (70.000 ejemplares de tirada). Ni el más delirante director de marketing habría soñado una campaña promocional tan barata y eficaz como la que le ha organizado Su Señoría a El Jueves.

La cosa es que esta revista publicó en portada una caricatura en la que los príncipes Felipe y Letizia aparecían dándole al tran-tran por aquello de conseguir los 2.500 euros por recién nacido prometidos por Zapatero, medida oportunista y bastorra que ya comentamos aquí. Como reacción oficial, y aunque parezca increíble en pleno año 2007, el juez Del Olmo, al parecer a instancias del Fiscal General del Estado, le ha metido un paquete a la revista. Y no un paquete cualquiera sino un paquete a la usanza de los viejos tiempos, con la policía “secuestrando” los ejemplares de El Jueves en los kioskos e intentando intervenir en la redacción el material con el que supuestamente se había confeccionado e impreso la caricatura. Talmente como en aquellos tiempos en los que en la tele lloraba Arias Navarro y en la calle reinaban los “grises”.

La verdad es que el dibujillo de marras es grosero y zafiote, como bastantes otras caricaturas que El Jueves ha ido publicando sobre múltiples temas a lo largo de sus más de 30 años de existencia. La afición a la escatología de esta publicación viene de antiguo. Sin embargo lo que al parecer ha escocido en muy selectos círculos ha sido más que esa imagen de la principesca pareja con el culo al aire y metidos en faena, el comentario que se pone en boca de Felipe de Borbón en el sentido de que ese “ejercicio” recompensado económicamente por el Gobierno es la vez en su vida en que más cerca habrá estado de hacer un trabajo.

Dicen que quien ha saltado como una pantera con este asunto ha sido Letizia Ortiz, señora de Borbón y princesa consorte española, ya saben, la señorita asturiana hija de una enfermera afiliada a C-C-O-O que matrimonió con el Príncipe. No me extrañaría nada que así fuera. La Familia Real española suele tener más aguante en estos casos, y acostumbran a dar la callada por respuesta cuando se meten con ellos. Por el contrario, es propio de plebeyos “parvenus” tener la piel muy sensible a las críticas; la sensación de estar en un lugar que no les corresponde y en el que en realidad no se les quiere les provoca inseguridad, y les lleva a pensar que la gente se pasa el día choteándose de ellos; en parte no les falta razón en creerlo así.

Con los plebeyos metidos en jardines reales pasan estas cosas. Porque cuando una es una plebeya sin más puede divorciarse, abortar, tener amantes, y dejar que un noviete te fotografíe con las tetas al aire, un poner, y que la foto acabe siendo portada de un disco mexicano. Pero cuando el amoooor llama a tu puerta y la lleva a una a ser Princesa de España aunque hayas nacido “con estiércol entre los dedos de los pies” (según la expresión que usa Mika Walkari en “Sinué el Egipcio” para referirse a un personaje que llegó a faraón a pesar de haber nacido en la clase social más humilde), pues se arriesga a que todos y cada uno de sus actos sean examinados con lupa, y a que su propia figura, mentalidad y modos de ser y estar se conviertan en objeto público de chascarrillos; al cabo, y como dijo Felipe González hace ya tiempo, estas cosas, incluidos los insultos, “entran en el sueldo” cuando se es una figura pública.

En suma, que el Cristo que se está liando, harto peligroso por lo demás para la credibilidad del gobierno Zapatero, tendría su origen en un cabreo monumental de la Leti al verse retratados ella y su marido en una revista humorística como gente que no pega golpe más que en la cama.
En cualquier caso, y fuera como fuese el inicio del asunto, luego los despropósitos por la parte oficial han venido en cadena. Según explicó un perplejo Monteys durante una entrevista en RNE, la policía se presentó en la redacción de El Jueves para hacerse con “las planchas” mediante las cuales se había grabado la caricatura. Resulta que nadie les había explicado a los probos funcionarios que estas cosas hace años que ya no funcionan así, y que las nuevas tecnologías le permiten al dibujante crear el original en su casa o sentado bajo un pino y enviarlo a la revista por correo electrónico, y que en los procesos de impresión posteriores hace tiempo que se jubiló a los cajistas.

Más: dos o tres días después del número de la policía yendo de kiosko en kiosko para incautar los ejemplares de la revista distribuidos, alguien le debió recordar al juez Del Olmo que existe una cosa llamada Internet donde El Jueves tiene una página web en la que era posible seguir viendo la caricatura. De hecho, la página electrónica de El Jueves llegó a colapsarse debido al alud de visitas recibidas con motivo del secuestro. Ni corto ni perezoso Del Olmo ordena entonces clausurar la web de El Jueves, entrando así a saco en un tema tan delicado cual es la competencia real de los poderes públicos de un país concreto para intervenir en la Red como el caballo de Atila. Claro que las extralimitaciones en este terreno so capa de defendernos del terrorismo y de otros males contemporáneos no menos ponzoñosos son el pan nuestro de cada día; así que por qué no “chapar” una web que caricaturiza a los príncipes españoles y terminar haciendo el ridículo a escala planetaria, que es el nivel en el que funciona Internet.

Hoy, El Jueves es una publicación mundialmente conocida gracias al juez Del Olmo. Con un poco de suerte, en unas semanas el Parlamento Europeo acabará votando una moción en la que se pedirá al Gobierno español que vele por las libertades públicas en España, en especial por las de opinión, expresión y prensa, porque este tema en concreto nos ha situado a la altura de la Polonia de los Gemelos Pixie y Dixie.

Quizás alguien tendría que empezar a explicar en ciertos ámbitos políticos y judiciales que los ciudadanos de este país ya saben cómo se hacen los niños independientemente de si los progenitores son miembros de la realeza o no, que también son conscientes de que las princesas de sangre azul o sobrevenidas no mean perfume ni siquiera en los cuentos de hadas, y que en fin, hace tiempo llegaron por sí mismos a la conclusión de que en las Familias Reales el estrés por exceso de trabajo no es precisamente una enfermedad profesional.

sábado, 9 de junio de 2007

¿Cuánto nos cuesta la Monarquía española?

El grupo parlamentario de ERC en Las Cortes ha pedido amparo al Tribunal Constitucional ante la reiterada negativa de la Mesa del Congreso a tramitar sus peticiones de información acerca de los gastos de la Casa Real. Ojo, no es que la Mesa no quiera dar información sobre los dineros que nos cuesta la Familia Real, es que directamente se niega a tramitar la petición. Vaya con Manolo Marín.

Entre las iniciativas rechazadas, una proposición no de ley de los republicanos pretendía algo tan normal como que se presentara anualmente la liquidación de las partidas presupuestarias destinadas a la Casa del Rey en cada ejercicio fiscal. Un repertorio de preguntas adjuntas intentaba obtener información sobre sueldos, patrimonio y donaciones recibidas por las personas acogidas a esa institución del Estado. También se interesaban por algunas actividades calificadas como “privadas” de quien es el actual jefe del Estado español, como unas cacerías en Ucrania y Rumanía que han motivado cierto escándalo mediático fuera de España.

Joan Tardà, portavoz parlamentario de ERC, ha reprochado a la Mesa del Congreso y a su presidente, Manuel Marín, su actitud “retrógrada” al permitir que el importe y manejo de esas partidas presupuestarias continúen en la más absoluta obscuridad, dándole a entender al mismo tiempo que estaban haciendo un “flaco favor a la Monarquía” al sustraerla a las obligaciones de transparencia fiscal a las que están sometidos todos los ciudadanos.

El argumento de PSOE, PP y CIU para rechazar las proposiciones de ERC es que, según la Constitución, “la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. Como Luis XVI o Fernando VII, según parece.

El portavoz republicano se muestra “esperanzado” en que el Tribunal Constitucional reconocerá el derecho que asiste a los contribuyentes españoles a conocer en qué se invierten sus impuestos.

Obviamente, el señor Tardà es un optimista irremediable.

sábado, 5 de mayo de 2007

Que lo sepan...

El Roto. Publicado en El País, 5 de mayo de 2007

lunes, 30 de abril de 2007

Azúúúúúúcarrrr


Según el telediario de las tres de la tarde de ayer domingo, la "noticia del día" era el ingreso de Letizia Ortiz en la clínica Rúber para dar a luz su segunda hija. Hacia el lugar de tan magna "noticia" se desplazó de inmediato un rebaño de corresponsales de la prensa de todos los colores -la rosa, la amarilla y hasta la considerada "seria"-, dispuestos a chorrearnos la tarde y la noche del domingo con el almíbar de su peloteo monarcuno, como efectivamente hicieron siguiendo su costumbre en estos casos.

El feliz natalicio cesárea mediante se produjo finalmente, y el diluvio de parabienes y besamanos serviles no ha cesado desde entonces. En resumen, la familia Borbón tiene una nieta más, y los medios de comunicación españoles otro motivo para enrojecer hasta las orejas. Uno siente vergüenza ajena al oír y leer la catarata de tonterías conque nuestros medios saludan a la recién parida y a sus presuntamente augustos progenitores.

En fin, y dado que la fecundidad de la familia Borbón supera con mucho la media española, es muy de temer que los empalagosos reportajes y las multitudinarias exclusivas se sigan prolongando por bastante tiempo. Y es que cuando los niños vienen al mundo con una partida de los Presupuestos Generales del Estado bajo el brazo, el control de la natalidad resulta del todo superfluo.

Total, que si el espectáculo por el natalicio de esta cría les parece excesivo, prepárense para cuando Felipe y Letizia conciban un bebé con pilila. Que Dios nos coja confesados entonces.

sábado, 10 de febrero de 2007

Respeto o hipocresía

El presunto suicidio de Erika Ortiz, hermana de Letizia, la actual princesa de Asturias, ha mostrado una vez más la hipocresía conque los medios de comunicación de masas, especialmente en su sector denominado "prensa rosa", abordan los acontecimientos en función de quién sea el afectado y sobre todo, de cúales puedan ser para ellos las consecuencias que se deriven según sea el tratamiento que apliquen.

El caso de Erika Ortiz reúne todas las condiciones para haberse convertido en la carnaza del año, y poder alimentar con él durante meses el morbo de unas masas intoxicadas por los "medios especializados", acostumbrados a servir diariamente generosas raciones de carroña a partir de sucesos semejantes. Sin embargo todos ellos se han cuidado muy mucho de seguir al pie de la letra los "consejos" que la Casa Real les repartió apenas saltó la noticia: tratamiento "suave", discreción y sobre todo respeto, mucho respeto.

Y sí, en esta ocasión ha habido un enorme respeto. El respeto que los medios no concedieron a Carmina Ordóñez, por ejemplo, fallecida en circunstancias muy similares a las de Erika Ortiz. El que tampoco tienen hacia Lola Flores o Esperanza Sánchez, a las que en palabras del crítico televisivo Ferran Monegal han "desenterrado" para descuartizarlas en público en programas de televisión que son verdaderos aquelarres. Pero en esta ocasión, como digo, la consigna de respeto ha sido seguida con disciplina legionaria. Hasta le han puesto música de violines tristes a las imágenes.

Y es que no es lo mismo lidiar con la familia de una folklórica cualquiera que hacerlo con la Primera Familia de España. Parece obvio, aunque quizá no debiera serlo tanto.

Ocurre, sin ir más lejos, que aquí estamos autorizados todos, incluidos los medios, a reírnos y señalar con el dedo a los integrantes de cualquier monarquía... siempre que no formen parte de la Familia Real española. Incluso la prensa seria española publica chascarrillos sobre la afición a la ginebra de la fallecida reina madre británica, el furor sexual que en su juventud dominaba a su hija Isabel, actual reina de los ingleses, la anorexia que padece la heredera sueca Victoria, el pasado como prostituta de la princesa noruega Mette Marit, las borracheras de Ernesto de Hannover o la pluma homosexual de Alberto de Mónaco. Pero cuanto pueda empañar la imagen pública de nuestra Familia Real es simplemente "desaconsejado", y jamás llega a los quioscos ni a los televisores; y si se trata de un suceso inocultable como es el caso que nos ocupa, se aborda con un cuidado exquisito y, por qué no decirlo, con cierto canguelo.

En el verano de 1997 visité Moscú. A bordo de un autocar turístico el guía ruso que nos acompañaba amenizaba sus explicaciones con chistes bastante buenos, que en general tenían un duro matiz político. Contó chistes sobre Lenin, Stalin, Breznev, Gorbachov... Entre risas, una turista le preguntó: ¿Y de Yeltsin, conoce algún chiste sobre Yeltsin?". Vitali, el guía, contestó con un seco "no" y cambió rápidamente de tema. Y es que en aquellos años, Boris Yeltsin era el zar que habitaba el Kremlin.

Al parecer, en la España de 2006 las relaciones entre ciertos poderes del Estado y los medios de comunicación siguen el mismo patrón que en la Rusia semidictatorial de los años noventa del pasado siglo.