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domingo, 8 de enero de 2012

La crisis española está llena de grandes oportunidades



¿Crisis en España?


1. Revisen la encuesta trimestral de Metroscopia que publica la edición impresa de "El País" hoy, domingo 8 de enero de 2012, y comprobarán (una vez más) que mientras el 95% de los españoles considera que la economía de España va mal o muy mal, el 50% considera en cambio que su economía familiar va bien o muy bien y otro 25% que va regular (o sea, "tirando"). Estos resultados vienen dándose tozudamente desde el comienzo de la famosa crisis, pronto hará un lustro. ¿Qué crisis es ésta, que sólo perjudica a los sectores más indefensos de la sociedad (ese 25% de ciudadanos que ha perdido el empleo o está viendo reducida a fosfatina su ya de por sí magra pensión?).

2. Más de "El País", ésta de la edición impresa de ayer: el imperio textil Inditex, creado y dirigido por el único español que figura en las listas de multimillonarios con categoría mundial (el séptimo hombre más rico del mundo), y que agrupa marcas internacionales tan conocidas como Zara, Massimo Dutti, Pull&Bear, Stradivarius y otras, sólo factura en España las ventas online generadas en este país y canaliza todo el resto a través de una sociedad irlandesa domiciliada en Dublín. La razón es sencilla: en Irlanda el comercio electrónico de las sociedades mercantiles tributa el 12'50%, mientras que en España tributa el 30%. Tal proceder se llama lisa y llanamente defraudación fiscal, o si lo prefieren robo al conjunto de los ciudadanos españoles y escarnio a quienes tributamos religiosamente unos impuestos que empresas hipermillonarias como Inditex eluden pagar. Por cierto, algún día alguien debería explicar de dónde salió en su día el capital para levantar absolutamente de la nada una empresa multinacional que hoy tiene 5.000 tiendas en todo el mundo y factura 12.500 millones de euros, cuando fue constituida como tal apenas en 1985 (la primera tienda Zara se creó en 1975); Inditex y su fundador, un tal Amancio Ortega, quizá el multimillonario más discreto del mundo, se forjaron en la tremenda Galicia de finales de los setenta y los largos ochenta, no lejos de la frontera con el norte de Portugal. 

3. Una última noticia doble de "El País" de hoy: el aeropuerto de Castellón, en el que meses después de haberse inaugurado sigue sin aterrizar un solo avión, lleva gastados 30 millones de euros en publicidad. Los amos del invento son la Diputación de Castellón, que presidió durante el tiempo de duración de una era glaciar completa el conocido cacique provincial Carlos Fabra (PP), y la Generalitat Valenciana presidida hasta fecha reciente por su compinche Francisco Camps (PP), ahora substituido por otro Fabra (PP) procedente de Castellón. La empresa montada para tal efecto de nombre Aerocas, está en la ruina desde 2006. A pesar de ello, solo en 2010 Aerocas ha gastado 4,36 millones en "patrocinio", es decir en financiación directa de eventos y actividades de interés político y económico para los dirigentes del Partido Popular valenciano. Todo esto tiene un solo nombre: corrupción al por mayor y sin freno. 

Y en fin, cuando creíamos haberlo visto todo en materia de corrupción gracias a PP-Gürtel y sus múltiples ramificaciones por toda la geografía española y paraísos fiscales del extranjero, nos enteramos hoy en el mismo periódico queAerocas está pagando la construcción "con un coste de 300.000 euros, de la escultura de bronce de 25 metros de altura y 20 toneladas inspirada, según el escultor Juan García Ripollés, en el impulsor del aeropuerto, el presidente provincial del PP Carlos Fabra, y ubicada en la rotonda de acceso al aeropuerto". Dice el nada presunto gánster Carlos Fabra que "está muy contento de que su persona inspire a los artistas".  Y verdaderamente, el estímulo a la inspiración que ha recibido Ripollés ha sido de tal calibre (50 millones de las antiguas pesetas, como decía), que finalmente ha parido y está construyendo un delirio tan desmesuradamente hortera y desvergonzadamente cutre, que lo firmarían a medias sin dudar Benito Mussolini y un capo mafioso gallego: una estatua de 25 metros de Carlos Fabra, a la que literalmente le sale un avión de la cabeza. Seguramente, el único avión que verá el aeropuerto de Castellón.

En la imagen que ilustra el post, estado actual de construcción de la gigantesca estatua en bronce de autohomenaje a mayor gloria de Carlos Fabra. 

martes, 19 de abril de 2011

Granujas neoliberales a todo ritmo




El ex presidente José María Aznar vuelve a rebuznar gansadas contra la economía española desde foros presuntamente docentes de U-E-S-É-I (recuerden, esos cursos especiales de Universidades en las que cualquiera "da clases" pagando, y cuyo importe se cargaba hasta 2004 en los Presupuestos del Estado español). Mientras, el Wall Street Journal pergeña artículos como torpedos que ponen a España en la diana de los especuladores financieros, en tanto las agencias de calificación de riesgos se entregan con entusiasmo al trabajo de demolición de eso que con el cinismo acostumbrado llaman "confianza de los mercados en la economía española".

El periodista Santiago Belloch denunciaba anoche en la Cadena Ser que la confluencia de estos hechos no es casual sino fruto de una política concertada, que pretende convertir la economía española en una túnica rasgada cuyos pingajos se repartirían esos tiburones que como vampiros del dinero, han convertido los llamados "mercados financieros" en una especie de arena de circo romano al que una a una son llevadas las economías presuntamente modernas, para que sean despedazadas por los leones de la avaricia y el delirio de un capitalismo salvaje que lo está devorando todo. No es extraño por tanto que el siempre ponderado periodista Iñaki Gabilondo llamara a Aznar en su columna "traidor a a su país". Ya sé que hablar de traidores en un mundo regido por canallas como el amo de Aznar, el megamagnate Murdoch, o el macroestafador internacional George Soros, queda romántico, desfasado y hasta tontito, pero así son las cosas: Aznar es un traidor, y como tal debería ser tratado por los tribunales. En el supuesto de que en España los tribunales sirvieran para juzgar a los verdaderos delincuentes, claro: recuerden Gürtel, y desengáñense.

Claro que Aznar no está solo en el granujiento esfuerzo por esquilmar a los habitantes de este desdichado país que llamamos España, Estado español o como les de a ustedes la gana nombrarlo, tanto da. Ahí está por ejemplo el conseller catalán de Economía, el honorable señor Andreu Mas-Cullell, economista de estricta ortodoxia neoliberal, que acaba de anunciar hace unos días que la Generalitat de Catalunya bajará los impuestos a los tramos de renta más alta que declaran IRPF, a fin de evitar que esas personas marchen de Catalunya a otras autonomías más beneficiosas fiscalmente para ellas, "sobre todo a Madrid", que es al parecer adonde huyen en rebaño. Porque resulta que los "emprendedores" catalanes, esos patriotas sin tacha que cuando mean forman cuatro barras esteladas, se están largando a residir y "emprender" ¡nada menos que al Madrid de Esperanza Aguirre, la Comunidad autónoma enemiga por antonomasia de la Pàtria Catalana! ¡Ay, si l'avi Macià o incluso Cambó levantaran la cabeza!

Horas después y en vista del escándalo que se organizó ante este intento descarado de legalizar el fraude fiscal para ricos, hubo de salir al quite el Molt Honorable (Palau de la Música mediante) President de la Generalitat, don Artur Mas, anunciando que la medida quedaba aplazada para más adelante. Y es que ese mismo día, en la portada de la edición catalana de El País aparecía un paciente ingresado en Traumatología del Hospital Vall d'Hebron cuya cama estaba instalada en un almacén de escobas y productos de limpieza, en una planta del hospital en la que se acaban de cerrar habitaciones. Cosas del recorte presupuestario, ya saben.

Y en fin, como última muestra por hoy, acabo de oír en la radio que una agencia internacional de calificación ha sentenciado a los productos financieros de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) como "bonos-basura", si bien inmediatamente después ha elevado la calificación de la solvencia de la entidad ya que "en breve" recibirá un chute de dos mil ochocientos millones de euros procedentes de las arcas del Estado, es decir del bolsillo de todos los tontolabas que pagamos IRPF sin pedir asilo fiscal en Madrid o en cualquier otro paraíso terrenal al uso. Por si no lo recuerdan, la CAM es esa caja de ahorros cuyos fondos fueron arrasados por el PP y con los que Eduardo Zaplana, el antecesor de Camps en la satrapía valenciana, financió sus delirantes proyectos en la Comunidad Autónoma levantina, como esa inefable Terra Mítica que ahora intentan resucitar y otros gurtelazos por el estilo, merced a los cuales Zaplana pasó en pocos años de lucir el moreno propio del paleta de obra subido a un andamio que fue a gozar del color del multimillonario eternamente bronceado que es.

Lo neoliberal y lo granuja corren juntos de la mano, ya ven.

En la fotografía que ilustra el post, José María Aznar charla con su yerno Tarik (alias Alejandro) Agag, implicado en los negocios familiares de los Aznar-Botella y en diversas tramas internacionales (petróleo ruso, Gadaffi, obras públicas valencianas, visita del Papa y circuito Fórmula 1 en Valencia), y al que diversas informaciones vinculan estrechamente a la trama PP/Gürtel al punto de considerarlo el verdadero "Number One" de la red.

jueves, 17 de enero de 2008

La economía negra española


Oigo esta mañana en Radio Nacional (RNE) que el 25% de la economía española es economía "en negro". La cifra es extremadamente prudente, pues otras fuentes hablan de un tercio o más del monto total. Y sin embargo a pesar de su prudencia, significa que nada menos que cincuenta y siete mil millones de euros al año se mueven en esa economía sumergida, y por definición, ilegal, formada por los beneficios generados desde el tráfico de drogas y la prostitución hasta las chapuzas a domicilio y el llamado "top manta", pero también por buena parte de las operaciones de compraventa de viviendas, el traspaso y contratación de jugadores de fútbol o el cobro de los servicios prestados por tantos abogados o dentistas (por poner como ejemplo dos colectivos profesionales especialmente activos en este terreno). Así no es de extrañar que según esta información de RNE, España acapare el 25% de los billetes de 500 euros existentes. Estos billetes, conocidos popularmente como los "Bin Laden" -dicen que existen, pero nadie los ha visto- son los preferidos a la hora de realizar pagos en metálico fruto de operaciones en negro, es decir fraudulentas y, por tanto, delictivas per se.

Todo esto no es nuevo. Durante décadas, por ejemplo, se permitió escriturar por un valor inferior al real todos los pisos que se compraban, a fin de que las partes -singularmente el promotor inmobiliario que vendía- se ahorraran impuestos a pagar. Estas operaciones fraudulentas se realizaban ante ilustres notarios, que evidentemente cobraban un buen pellizco por sus servicios. Un robo al Estado realizado a plena luz del día, con pleno conocimiento público, y que sólo hace unos pocos años fue expresamente prohibido.

El experto consultado sugería como fórmula para acabar con la economía en negro que se liquiden las "rigideces" del mercado laboral, bajando impuestos a las empresas y rebajando especialmente las cotizaciones a la Seguridad Social. El descaro de nuestros "emprendedores" no conoce, pues, límites. Su obsesión por aumentar beneficios y eliminar "costes laborales" resulta ya de una insanidad que da grima; con todo, ocurre que ni siquiera satisfaciéndola hasta el punto de reimplantar la esclavitud se resolvería el problema, porque la realidad de nuestra economía negra va más allá del choriceo de nuestros empresarios y profesionales.

En realidad, la piedra angular de la economía negra en España radica en la articulación de tres grandes volúmenes de negocio, convertidos en ángulos de un triángulo equilátero: los tráficos delictivos, la inversión inmobiliaria y el turismo de masas. Si a ese triángulo añaden el fútbol profesional, perfectamente conectado con los tres a la vez, tendrán un dibujo certero del proceso de generación y lavado del dinero negro en España.

Volveremos sobre ello en otra ocasión.