lunes, 28 de febrero de 2011

Josep Dencàs regresa a Catalunya



En la edición de Catalunya de ayer lunes hay una entrevista que le retrotrae a uno en el túnel del tiempo. Concretamente hasta los años treinta, cuando lo que entonces se llamaba "el Orden Público" y hoy denominan "la seguridad ciudadana", estaba en Catalunya bajo la (ir)responsabilidad de un individuo llamado Josep Dencàs, conseller (ministro) de Gobernación (hoy diríamos Interior) de la Generalitat republicana catalana.

El tal Josep Dencàs fue un elemento de cuidado. Dirigente de Estat Català (el sector literalmente fascista del independentismo catalán de la época), máximo jefe de los tenebrosos "escamots" (escuadras) paramilitares de "camises blaves" (camisas azules) de Estat Català, protector de los hermanos Miquel y Josep Badía (dos significados sicarios, que desde la dirección de la policía autonómica catalana dirigieron el pistolerismo antisindical nacionalista), y en fin, agitador extremista cuya hoja de servicios concluyó abruptamente el 6 de octubre de 1934, cuando tras fracasar la asonada independentista huyó del palacio de la Generalitat a través de las alcantarillas, apareciendo una semana después a la derecha de Mussolini en el balcón de Piazza del Popolo desde el que el Duce arengaba a sus secuaces. Una joya, el señor Dencàs. Pues leyendo la entrevista que publica hoy El País, se diría que Dencàs ha regresado a la Patria reencarnado en la figura de Felip Puig, actual conseller de Interior en el flamante gobierno de la Generalitat formado recientemente por la derecha nacionalista catalana.

Quede claro desde el principio que en sus primeras semanas al mando de policías y bomberos catalanes, Felip Puig no ha perdido el tiempo, eso es seguro. De Puig ya eran conocidos de antiguo sus exabruptos cuarteleros, su desprecio hacia la izquierda y sus valores, y su inquina contra los inmigrantes en general y los españoles en Catalunya en particular. Su mentalidad y maneras no han cambiado. Las primeras actuaciones del señor Puig, ya pregonadas antes de tomar posesión del cargo, han sido eliminar las cámaras de filmación de las comisarías de los Mossos d'Esquadra y derogar el Código Ético de esta policía autonómica, medidas ambas aprobadas por el Gobierno tripartito de izquierdas precedente con objeto de atajar los abusos (por llamarlos finamente) detectados en las comisarías catalanas. Los cambios revanchistas de Puig no se han frenado ahí, y puestos a derogar ha anulado la limitación de velocidad a 80 km/h en los accesos a Barcelona. Por derogar ha derogado incluso el mobiliario de despacho instalado por su antecesor, Joan Saura, del partido post-comunista IC, que ha sustituido por completo a pesar de la austeridad monacal en los gastos que predica el nuevo conseller.


Para Felip Puig, el rojerío que le precedió en la conselleria "se había impuesto una cierta complicidad con la transgresión al límite de la ley. La gente nos pedía que marcáramos los límites". Según Puig, Joan Saura y sus bolcheviques "no consideraban necesario tener una buena policía". Ya hace tiempo que de modo especial, Puig le venía afeando a su antecesor la impunidad de la que presuntamente han gozado okupas y otros maleantes por el estilo en la etapa del Tripartito de izquierdas. Y es que ya se sabe que la cabra roja tira al monte, y que no hay rojo que no se sienta solidario con un delincuente. Ocurre que probablemente Puig y Saura (y con él, este servidor de ustedes) no acaban de coincidir en la definición del término delincuente: para el actual conseller de Interior sólo lo son los greñudos okupas, y nunca los atildados caballeros de la "sociedad civil" catalana que se dedican desde hace décadas a saquear los fondos públicos del Palau de la Música y a recaudar el 3% del coste de toda obra pública contratada en Catalunya, ingresando esas jugosas comisiones en las cajas B de Convergència Democràtica de Catalunya, el partido del señor Felip Puig, quien por cierto ha ejercido en él como secretario de Organización amén de otros destacados cargos.

Pero Puig va más lejos. Mucho más. Cuando el periodista Jesús García le pregunta "cómo afrontarán los Mossos d'Esquadra bajo su mandato la amenaza islamista radical" el señor conseller al mando contesta que evitando que arraiguen los focos que promueven un determinado sistema de valores, caso del islamismo radical. E inmediatamente añade: "también tenemos un neoanarquismo revolucionario que está activo. Los Mossos están en esos frentes". Es decir, equipara, metiéndolos en el mismo saco, a grupos terroristas de carácter políticorreligioso reaccionario con colectivos legales y legítimos que sustentan convicciones políticas contrarias a las suyas. Puig considera que ser revolucionario le convierte a uno en objetivo policial. Está claro que lo que a Felip Puig le encantaría es meter en cintura a los anarquistas y a la izquierda en general siguiendo el acreditado método de Dencàs y los Badia.

Pues este tipo es quien tiene a su cargo la seguridad ciudadana de los catalanes. Una seguridad que en Barcelona comportará en breve la retirada de dos mil policías autonómicos, quienes por iniciativa de Felip Puig se "replegarán" fuera de la ciudad a menos de tres meses de las elecciones municipales: un modo artero de fomentar la sensación de inseguridad entre la ciudadanía de la urbe esperando que perjudique a la izquierda que gobierna la ciudad. Y es que Barcelona, la Gran Babilonia según los nacionalistas reaccionarios catalanes, nunca ha gustado a los "camises blaves".

En la imagen que ilustra el post, Felip Puig mitinea delante de la bandera independentista catalana inventada en Cuba a finales del siglo XIX por comerciantes y propietarios de esclavos catalanes.

miércoles, 23 de febrero de 2011

La verdad del 23-F


1. Todo el mundo en España sabía que se estaba fraguando un golpe de Estado mucho antes de que este tuviera lugar. Jefes militares, de la Guardia Civil y algunos de la policía conspiraban sin recato en cuarteles, comisarías y hasta cafeterías de Madrid. La prensa derechista azuzaba sin rebozo el movimiento militar.

2. El golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 fue una conspiración que implicaba a la inmensa mayoría de mandos del Ejército, la Guardia Civil y del CESID (los servicios de inteligencia), así como a muy amplios poderes financieros, empresariales, eclesiásticos y políticos. El franquismo sociológico en peso, en suma, estaba detrás.

3. En el 23-F confluyeron cuatro golpes de Estado, que finalmente se anularon unos a otros. Del más peligroso y mejor organizado, el golpe de los coroneles, apenas se ha difundido nada; por pura lógica de la carrera militar, los implicados en él son ahora altos mandos del Ejército.

4. El 23-F fracasó fundamentalmente por causa de las peleas internas, las incompatibilidades de carácter, los celos y el vedettismo de los líderes de las diferentes asonadas golpistas concentradas en él. Muy pocos mandos militares se opusieron al golpe, y la mayoría de quienes finalmente lo hicieron fue por obediencia al Rey y no por unas convicciones democráticas que salvo casos muy contados, como el teniente general Saénz de Santamaría, no sentían en modo alguno.

5. En el interior del Congreso hubo complicidades políticas, como lo revela la frase, grabada, que dirigió el coronel Tejero a sus esbirros cuando comenzaron a disparar supuestamente al aire: "¡cuidado, no les vayáis a dar a los nuestros!". No es difícil deducir que los suyos se sentaban en los escaños de Alianza Popular y seguramente también de una parte de la entonces gubernamental UCD.

6. El papel del Rey durante las primeras horas fue esencialmente ambiguo y a la expectativa, en concordancia con el de la inmensa mayoría de los capitanes generales, sus pares y presuntos subordinados. El Rey actuó de modo decidido sólo cuando quedó claro que los capitanes generales no se moverían (salvo el demente de Milans del Bosch) hasta que los demás se arriesgaran a dar un paso adelante "pronunciándose" a favor del golpe. Lo que liquidó el 23-F fue, en definitiva, la acrisolada cobardía que transmiten los pronunciamientos militares españoles desde mediados del siglo XIX.

7. Algunos hechos cometidos por los guardias civiles en el interior del edificio del Congreso definen perfectamente la catadura criminal de los asaltantes: la formación de un pelotón de ejecución integrado por guardias civiles voluntarios (fuente: la diputada Anna Balletbó); la orden del jefe de los secuestradores uniformados, el coronel Tejero, de abrir fuego si se cortaba la luz (El País de hoy); el robo por los mismos guardias civiles ocupantes del bote de las propinas del bar del Congreso (fuente: el periodista Miguel Ángel Aguilar); el haberse bebido literalmente los guardias civiles ese mismo bar a pesar de estar supuestamente "de servicio"; el trato despreciativo cuando no vejatorio propinado a los representantes electos del pueblo; la total insubordinación de los golpistas a la escala de mando (véase la escena en que tres guardias civiles rasos zarandean al anciano teniente general Gutiérrez Mellado, al que por cierto no consiguieron derribar al suelo).

8. El golpe finalizó en la mañana del 24 de febrero con la firma del llamado "Pacto del capó", junto al edificio del Congreso, en el que representantes políticos y militares acordaron la "reconducción general" de la democracia española. Fruto directo de ese enjuague cuyas consecuencias seguimos pagando hoy fue la LOAPA, ley orgánica que laminó la naciente estructura federal del Estado.

9. El juicio posterior a algunos golpistas fue la pura representación de una opereta bufa, que solo sirvió para desvelar guiños y complicidades entre quienes supuestamente debían impartir "justicia militar" y los justiciables. Las exculpaciones y las penas impuestas fueron obviamente pactadas entre unos y otros, con la bendición de la clase política. Y ello a pesar de que con el Código de Justicia Militar entonces vigente en la mano, el mismo que ellos habrían aplicado de modo implacable al pueblo español caso de haber triunfado plenamente en su criminal rebelión, todos los golpistas sin distinción de grados deberían haber sido fusilados inmediatamente.

En la imagen que ilustra el post, un grupo de guardias civiles huye cobardemente por una ventana del Congreso en la mañana del 24 de febrero de 1981, luego de saber que el golpe de Estado había fracasado.

lunes, 21 de febrero de 2011

Gadafi, el fantoche sangriento que hay que derribar de inmediato


Según la cadena Al Yazira, desde aproximadamente las seis y cuarto de la tarde de hoy (hora española), aviones militares libios están bombardeando a los manifestantes en Trípoli. Desde media hora antes el Ejército disparaba contra ellos con artillería terrestre y helicópteros de combate. El centro de la capital libia está en llamas y tomado por el pueblo insurrecto. En Bengasi los manifestantes se han hecho con el control de la ciudad y del aeropuerto, numerosos soldados se han pasado a sus filas, y han conseguido capturar armas y tanques.

Anoche Saif el Islam, hijo de Gadafi y al parecer su pretendido heredero, se atrevió a amenazar al país con una guerra civil si intentaban echar del poder a su familia, mientras repantingado en un sillón y probablemente drogado no cesaba de apuntar con el dedo a los televidentes como si fuera un proxeneta de barrio marginal intentando acogotar a sus vecinos.

Mientras tanto, Muamar el Gadafi permanece callado. Quizá esté rumiando su asombro ante la rebelión popular, incapaz de comprender cómo es posible que los libios hayan tenido la osadía de sublevarse en contra suya. Esa basura humana de rostro descompuesto por el consumo de drogas y las inyecciones de bótox, que viaja acompañado por una guardia armada de putas casi adolescentes y acostumbra a exhibir un repertorio de disfraces militares que le hacen parecer un jefe de pista de circo, el mismo payaso fascistoide que durante décadas ha repartido carnets de "progresismo" en las dos orillas del Meditérraneo con la complicidad de cierta "izquierda" europea, vive sus últimos días o quizá horas como todopoderoso tirano de Libia. El Ejército y la burocracia del Régimen se descomponen velozmente: dos coroneles del Ejército del Aire acaban de aterrizar con sus aparatos en Malta, y los diplomáticos libios en el exterior han comenzado a pedir sin tapujos la cabeza de quien desde hace cuarenta años y hasta hace sólo unas horas, era el amo al que servían con fervor real o fingido.

Hace unos días uno de mis amables lectores se molestaba porque llamé dictador a Nasser, que según él en realidad era "comunista". Gadafi también fue tan "comunista" como Nasser o Fidel Castro: es decir, otro dictador del Tercer Mundo esbirro del Imperio Soviético durante la Guerra Fría, un tipo carente de cualquier ideología que no sea el ejercicio del poder absoluto y la cleptocracia en familia. Desaparecido el Imperio moscovita en 1989, el sátrapa libio buscó su lugar al sol apelando al terrorismo como modo de hacerse temer por la comunidad internacional. Está probado que Gadafi ordenó volar al menos dos aviones comerciales llenos de pasajeros, uno de ellos sobre la vertical de una población escocesa, suceso en el que murieron más de un centenar de civiles. Posteriomente y en otra de sus piruetas de funambulista sin escrúpulos, se arrojó en brazos del Tío Sam (el mismo que había intentado matarle años antes bombardeando su palacio), y se convirtió en celoso garante de los intereses del Imperio USA en el Norte de África, luchando con su crueldad acostumbrada contra el terrorismo islamista y contra cualquier forma de oposición interna.

Estamos ahora ante los últimos coletazos de una fiera acosada, que tras cuatro décadas de poder omnímodo parece dispuesto a sumergir a su país en un bestial baño de sangre antes que aceptar que su tiempo ha pasado. En estas condiciones el tiranicidio resulta un arma legítima de uso urgente, y el único modo de evitar que continúe un minuto más la carnicería de inocentes.

En la fotografía que ilustra el post, un Muamar El Gadafi disfrazado de militar de opereta saluda al primer ministro italiano Silvio Berlusconi. Tras el dictador libio pueden verse algunas integrantes de su guardia pretoriana de putas armadas.

Jordi Hereu descalabra al aparato del PSC



La victoria de Jordi Hereu en las primarias para decidir el cabeza de lista del PSC, estaba cantada. Lo corrobora el cómodo margen por el que se ha producido (un 60% de los votos para Hereu y el 40% para Tura), que deja en evidencia al aparato central del PSC, patrocinador en la sombra de la candidatura de Montserrat Tura. En última instancia el resultado de las primarias significa sobre todo una derrota sin paliativos para el sector nacionalista del partido, el valedor público de Tura, cuyos personajes más significativos andan estos días dudando entre reorganizarse en el PSC o huir hacia los verdes pastos de CiU, como ya han hecho los más consecuentes de ellos.

En lo que hace al resultado de los comicios, mientras que la señora Tura sólo ha ganado en tres distritos, los tres significativamente correspondientes a barrios burgueses (Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia i Eixample), Hereu ha ganado en siete distritos, arrasando en los barrios obreros, donde ha obtenido el 79% de los votos en Sant Andreu, el 75% en Nou Barris, el 73% en Sant Martí y el 66% en Horta-Guinardó. Hereu recibió el voto de casi dos de cada tres militantes y de casi el 40% de los simpatizantes que acudieron a votar. El descalabro de la señora Montserrat Tura ha sido pues total, lo cual no es de extrañar a poco que se conozca el mundo del socialismo barcelonés y hechos tan significativos como el de que la candidata ni siquiera pudo votar, ya que no está afiliada al partido en Barcelona.

Se trata ahora de sumar fuerzas para cerrar el paso a que la derecha reaccionaria en sus versiones/disfraces españolista y catalanista logre su sueño conjunto de 32 años: hacerse con la alcaldía de Barcelona para desactivarla. De momento la señora Tura, como era previsible, ha dicho no a figurar en una candidatura de integración socialista. Con todo, es probable que a diferencia de la Comunidad de Madrid se acabe pactando una lista con cierta integración de elementos afines a la señora Tura y al aparato central de la calle Nicaragua; el principal problema será encontrar esos afines, pues en la política municipal barcelonesa brillan por su ausencia.

Jordi Hereu ha demostrado tener redaños y cierta capacidad para maniobrar en las procelosas y estancadas aguas del PSC. La pena es que a su vez se halla rodeado de personajes en su mayoría de segunda fila, y de algunos individuos a los que más valdría jubilar de la política lo antes posible en aras del bien común. Un detalle significativo ha sido que durante la pasada campaña de las primarias, Hereu ha conseguido agrupar en torno a su candidatura a un cierto número de cuadros y técnicos del Ayuntamiento barcelonés afiliados al PSC o próximos a la izquierda local en cualquiera de sus variantes, aunque ciertamente lejos de las proporciones que tuvo ese fenómeno en tiempos del alcalde Pasqual Maragall.

En cualquier caso las primarias han servido para desperezar al electorado de izquierdas sobre todo en los barrios periféricos barceloneses, lo que ha debido empezar a preocupar y mucho en esos ambientes de la derecha catalanista que encuestas en mano pero contra toda evidencia política y sociológica, daban por cazado el oso municipal barcelonés. En realidad, la partida por Barcelona no ha hecho más que empezar.

En la imagen que ilustra el post, Mntserrat Tura i Jordi Hereu escenifican, probablemente de modo inconsciente, su desencuentro.

viernes, 18 de febrero de 2011

Vuelve Ruiz Mateos, el rey de los timadores



Treinta años después de la monumental estafa que fue Rumasa, su creador, José María Ruiz Mateos, ha vuelto a poner en marcha otro artefacto piramidal tan evidente y simplón que parece imposible que le hayan permitido funcionar impunemente, a pesar de que todo el mundo sabía de qué se trataba. Desde el principio, desde los famosos anuncios en toda la prensa publicitando la Nueva Rumasa, estaba tan claro de qué iba la nueva operación de Ruiz Mateos, que da grima pensar que nuestros poderes políticos y financieros le hayan permitido volver a operar en sus mismas barbas con un procedimiento tan grosero y fácilmente detectable.

Si en los años setenta y primeros ochenta el señor Ruiz Mateos se dedicó a comprar bancos para que concedieran créditos a compañías de su holding que no eran más que marcas comerciales quebradas (compradas por el timador a precio de saldo), como modo de canalizar a sus bolsillos cantidades ingentes (en 1983 la caja B de Rumasa acumulaba más de cien mil millones de las pesetas de entonces), habiendo llegado a poner en riesgo todo el sistema financiero español de la época, ahora ha debido conformarse con un timo de menores dimensiones. El "modus operandi" del macrochorizo andaluz ha sido esta vez la emisión de pagarés no negociables (es decir, no cotizables en Bolsa) a intereses disparatados (8 y 10%), que le han comprado cinco mil inversores privados (la mayoría de ellos, probablemente por afinidad ideológica). El respaldo teórico de la operación era de nuevo un repertorio de marcas arruinadas, apenas logotipos de empresas al borde de la desaparición: Dhul, Clesa, el Rayo Vallecano... Según una nota de El País de hace escasamente un año, los activos y el patrimonio conjuntos del más de medio centenar de empresas que conformaban Nueva Rumasa no valían en total un millón de euros. El monto del dinero conseguido por Ruiz Mateos con esta nueva estafa se cifra en ciento cuarenta millones de euros.

Vistos los antecedentes y el funcionamiento de la nueva iniciativa empresarial de ese espejo de emprendedores españoles creadores de riqueza y empleo que es José María Ruiz Mateos, resulta como mínimo asombroso que no le pararan antes los pies. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se escuda en que al no ser negociables los pagarés la emisión de estos no estaba legalmente sujeta a su supervisión, lo cual es cierto, pero no quita en absoluto un ápice a su responsabilidad como expertos; la suya y la del resto de organismos de control financiero del país, comenzando por la Agencia Tributaria en particular y el Ministerio de Hacienda en general, que presenciando un delito clamoroso han permitido que este continuara hasta que la burbuja ha estallado por sí misma. Alguien debería empezar a depurar responsabilidades ahí, que las hay, flagrantes y en cantidad.

Y luego estan los timados, algunos de los cuales han caído por segunda vez en las garras de Ruiz Mateos. No es que sean idiotas, es que son tan timadores como el gánster jerezano que se ha quedado con su dinero. Anoche oía en la SER a una tertuliana reclamando acciones legales contra ellos en tanto que cómplices de la estafa y aspirantes a timador, al modo que lo son los víctimas del tocomocho y otros engendros por el estilo, en los que la ambición y la falta de escrúpulos llevan al "inversionista" a perder su dinero por querer aumentarlo por procedimientos espúreos incluso en una economía de "libre mercado". Al cabo, en los tiempos que corren ¿quién se cree que detrás de una oferta de intereses que triplica o cuadriplica los ofrecidos por "los mercados" pueda haber una operación limpia?. Nadie regala duros a cuatro pesetas, se dice en catalán. De todos modos, pronto veremos a los "afectados por Nueva Rumasa" manifestándose en la calle y exigiendo que el Gobierno les resarza las pérdidas con el dinero de todos. Los precedentes son legión.

Como colofón para quienes no conozcan al personaje Ruiz Mateos (ultraderechista fanático, miembro del Opus Dei y según él fervoroso católico, cabeza de familia más siciliana que andaluza, estafador y mentiroso compulsivo...), baste recordar sus palabras de ayer cerrando la intervención en la que anunciaba la quiebra del tinglado: "sino pudiera devolver hasta el último céntimo me pegaría un tiro, si me lo permitiera mi fe". ¿Cínico, ladrón, enfermo mental? Seguramente todo eso y mucho más es José María Ruiz Mateos, el rey de los timadores españoles.

En la imagen que ilustra el post, José María Ruiz Mateos disfrazado de Superman en la entrada de un tribunal, en una fotografía de comienzos de los años noventa.

martes, 15 de febrero de 2011

Las mujeres contra Berlusconi



Las mujeres italianas se han echado a las calles para recordar una obviedad: que no son ni quieren que se les considere "o mammas o puttanas". Y es que el país sobre el que se cisca y al que roba Berlusconi (Berluskistán, como denunciaba con gracejo el cartel que portaba una manifestante), se está convirtiendo en el agujero más casposo, cutre y revenido del sexismo machista.

El patético anciano acosado por sus propios errores en el que se ha convertido Il Berlusca (el ladrón) no debe hacernos olvidar que este tipo, cuyos vínculos con la Mafia y los sectores más negros de la sociedad italiana -incluido el Vaticano, que ahora le ha abandonado pero al que tanto debe Berlusconi-, no es solamente un pobre diablo entontecido por su pasión por las chavalas y las fiestas salvajes sino un peligroso delincuente de primer orden. Por retomar el inicio de este post, esa concepción de la mujer limitada a las dos posibilidades denunciadas por las italianas y exhibida sin pudor y de manera machacona por los medios audiovisuales controlados por Berlusconi (que son casi todos los italianos), responde a un preciso y planificado cálculo político, social y cultural de gran calado estratégico y no a las alucinaciones particulares de un pobre idiota dominado por el sexo y la cocaína.

El embrutecimiento de la sociedad italiana a través del monopolio de la televisión, usada como transmisor de modelos de pensamiento y comportamiento social favorables a la ideología e intereses de los sectores dominantes italianos más crudamente reaccionarios y opresores, responde pues a necesidades de control social modernas cuyos antecedentes hay que buscar en la manipulación de masas en tiempos del fascismo y el nazismo y que ahora utilizan como canales tecnologías entonces desconocidas. Tradicionalmente Italia ha sido un país en el que la mujer urbana, fuera trabajadora o de clase media, ha jugado un papel puntero en la lucha por la igualdad no solo entre sexos, sino sobre todo por la transformación de una sociedad capitalista de corte ideológicamente muy conservador (a causa del protagonismo histórico de la Iglesia católica y sus tentáculos, como la DC, en ella), en otra en la que los valores democráticos y verdaderamente progresistas -es decir, de izquierdas- tuvieran primacía. Desgraciadamente hoy la izquierda italiana se halla en plena fragmentación y repliegue, y al socaire de esta indefensión la dignidad de las mujeres está siendo atropellada por quienes pretenden mantener a todo costa las relaciones de poder más ultrareaccionarias en los ámbitos laborales y educativos, sí, solo por poner sólo dos ejemplos sangrantes, pero también y quizá especialmente en la pareja y en general en el terreno de las relaciones entre hombres y mujeres y en sus roles sociales respectivos.

Es la dignidad de las mujeres italianas la que está en juego, y por ello hay que saludar este nuevo frente de lucha que se abre en Berluskistán.
En la imagen que ilustra el post, mujeres manifestantes exhiben un cartel con la leyenda: "Italia no es un burdel".

domingo, 13 de febrero de 2011

ETA se deconstruye: el coronel Rufi ya tiene quien le replique



El País de hoy domingo publica un breve interesantísimo firmado por Juan Mari Gastaca, que revela tensiones muy fuertes dentro del mundo abertzale, o lo que es lo mismo, en el interior de ETA y sus instrumentos de agitación y control social.

Según Gastaca a los impecablemente democráticos estatutos de Sortu, la formación con la que los abertzales pretenden concurrir a las próximas elecciones municipales, les ha surgido una crítica feroz por parte de los que el periodista llama "las bases insurrectas" de Batasuna, en abierta confrontación ahora con la "dirección posibilista". Y es que el camino iniciado y expuesto públicamente hace unos días por dos veteranos como Rufi Etxeberria e Íñigo Iruin, considerados "los coroneles" del mundo proetarra, les suena al parecer a los presuntos rebeldes a abierta concesión al enemigo cuando no a traidora capitulación ante el "Estado español".

Continúa la información explicando que este sector inconformista, "galvanizado por jóvenes radicales sin otro nuevo argumento ideológico que la dudosa rentabilidad de la ekintza (acción) y por veteranos etarras desgastados tras años de exilio y cárcel", ha encajado bastante mal que por primera vez en cincuenta años algunos de sus dirigentes históricos más significados se hayan subido a un estrado o asomado a micrófonos para condenar "todas las violencias, incluida la de ETA". No cuesta imaginar que a más de uno al oírles se le ha quedado cara de tonto, y no solo desde luego en el ámbito del abertzalismo proetarra.

El camino hasta esas renuncias no ha sido fácil, señala Gastaca, y se ha iniciado tras dos años de "tormentosas asambleas" en las que al parecer se oyeron palabras muy duras entre camaradas de apoyo político y social al terrorismo etarra. Precisamente la transformación del modelo organizativo abertzale proetarra desde el asambleísmo a la estructuración como un partido más sea quizá la aportación más interesante y rompedora de Sortu, más allá incluso de las sonoras declaraciones hechas estos días por Rufi Etxebarría y compañía. Si verdaderamente esa gente pretenden convertir Sortu en un partido con futuro por delante, intentarán dar por cerrada lo antes posible la etapa asamblearia (les ha debido iluminar el ejemplo de ERC, que se destroza a sí misma cada vez que hay un proceso de debate interno precisamente por su asamblearismo suicida).

Al parecer uno de los temas que más ha soliviantado al talibanismo proetarra contra sus colegas "entreguistas" es lo que Gastaca llama "el intencionado olvido de los presos en el discurso de la antigua Batasuna y de sus sucesores en Sortu". Probablemente se trata de una estrategia negociadora (dejar para más adelante los temas más espinosos), o tal vez no y estemos ante un significativo cambio de actitud ante este asunto por parte de los políticos abertzales presuntamente post-etarras, lo que sería de verdad novedoso. Veremos.

A la inicial perplejidad de los más radicales entre los radicales (entendiendo "radical" en el peor sentido del término) por tantas "concesiones", parece sucederle ahora un malestar que según Gastaca "empieza a tomar cuerpo". El riesgo de escisión en ETA y su mundo es pues manifiesto, y por tanto la continuidad en la acción terrorista y la violencia de un sector etarra se perfila como posible, aunque el sector mayoritario encontrara acomodo en el sistema democrático español vigente (o en realidad, precisamente por eso).

De todos modos esta mañana Jesús Eguiguren, presidente del PSE y probablemente el hombre clave en todo proceso negociador con el entramado etarra desde hace ya muchos años, manifestaba esta mañana en la Cadena Ser que una porción de ETA que pretenda seguir en el terrorismo careciendo de base social (al modo del autodenominado "IRA-Auténtico"), no tendría ningún futuro. La cuestión a dilucidar en las próximas semanas es cuánta base social sería capaz de arrastrar consigo esa fracción rebelde, y si esta resultaría lo bastante grande como para esterilizar en todo o en parte el proceso de paz en marcha, tal como ocurrió a finales de los años setenta con la división entre "milis" y "poli-milis".

jueves, 10 de febrero de 2011

ETA se rechaza a sí misma

La presentación ayer del nuevo (y enésimo) partido fletado por ETA para forzar su presencia en la vida política normalizada vasca, ha aportado algunas novedades significativas por más que en las instancias que saben de esto las sigan considerando aún insuficientes.

En efecto, "Sortu" (nacer, o comenzar, en euskera) aparece aparentemente con la intención de siempre, pero en esta ocasión el discurso y hasta las formas han cambiado. Algunas notas significativas:

1. Los promotores públicos del invento llevan días transmitiendo el mensaje de que Sortu no es una plataforma coyuntural sino un partido con voluntad de permanencia, algo inédito hasta ahora en el mundo de ETA, en el que las formaciones políticas se hacen y deshacen según las necesidades tácticas del momento.

2. La presentación del nuevo partido se hizo mediante una rueda de prensa abierta a los medios, con su consiguiente alud de preguntas de periodistas de todos los colores. Lo nunca visto en comparecencias públicas de brazos políticos de ETA.

3. Entre los presuntos nuevos dirigentes del partido recién nacido han desaparecido los jóvenes hirsutos de rebuscado aspecto marginal, y en cambio hay varios señores de mediana edad con americana y corbata; no es una frivolidad, sino un cálculo muy preciso y denota voluntad de "normalidad".

4. Todas las caras que están apareciendo estos días son de gente "limpia", sin un pasado orgánico en Batasuna u otras organizaciones "de lucha" subsidiarias de ETA.

5. Lo más importante con todo, es que ayer el portavoz de la nueva formación vasca proclamó "su rechazo a todas las violencias, incluida la de ETA" (sic), y señaló que todo militante vinculado directamente con la organización terrorista será expulsado de las listas electorales (lo que parece apuntar a alguna forma de división interna, como si el sector etarra más irreductible intentara colocar seguidores en unas listas que quienes dirigen el proceso quieren "no contaminadas").

Al otro lado de la barrera, estos gestos han sido acogidos con prudencia pero también han sido valorados en lo que aportan de nuevo.

Desde el "equidistante" PNV se observa el nuevo proceso de paz entre la esperanza y la inquietud, dadas las repercusiones electoralmente perjudiciales que para el partido del nacionalismo vasco burgués tendría la presencia políticamente normalizada de un partido abertzale radical pero respetuoso con el marco democrático vigente.

Para el PSOE se trata de una oportunidad, quizá la última, no solo de conseguir por fin acabar con el más viejo problema heredado del franquismo cual es el terrorismo vasco, sino también de volver a levantar cabeza electoralmente a corto y medio plazo. En ese sentido Sortu sería un (extraño) aliado de los socialistas españoles en las próximas municipales y en las generales de 2012, al facilitarle al PSOE un triunfo político de gran calado.

Para el Partido Popular en cambio, es la peor de las noticias. Si ETA entra pronto en el carril de su final sin posibilidad de vuelta atrás y el independentismo radical vasco acepta la vía de la normalidad democrática como único marco de organización y expresión políticas, el PP puede verse condenado al banco de la oposición por mucho tiempo. Un Rubalcaba candidato a la presidencia del Gobierno español, que se presentara con los triunfos en la mano de haber desactivado ETA y haber llevado a la vía democrática al abertzalismo radical, y que pudiera mostrar simultáneamente ciertas mejoras en la crisis económica y laboral, batiría sin grandes dificultades a cualquier candidato de la derecha española, incluido desde luego un Mariano Rajoy que cada día que pasa suscita más rechazo entre los electores de todas las opciones políticas y significativamente de la suya propia.

Alertaba ayer el ministro del Interior en conversación con el diputado de IU Gaspar Llamazares acerca de que el PP volverá a intentar como sea sabotear el proceso de paz recién comenzado. No es un riesgo, sino una certeza. Atentos pues a la presumible y redoblada movilización política (PP)-social (Asociación de Víctimas del Terrorismo y otras organizaciones instrumentales semejantes) -mediática (la perrera mediática, adicta hasta el delirio)-judicial (los amplios sectores del poder judicial vinculados a la extrema derecha española), que nos aguarda para los próximos días: manifestaciones callejeras de "víctimas", impulso en los medios y la judicatura al llamado "caso Faisán", imprecaciones políticas contra la "traición" socialista a los valores democráticos, y demás parafernalia al uso a la que recurre la derecha/extrema derecha española cada vez que se trata de dinamitar la continuidad de un proceso de paz en el que no tiene protagonismo.

Lo verdaderamente importante con todo, es que por primera vez ETA ha expresado en público que rechaza sus propios métodos. El siguiente paso es definir cúando va a acabar, pero para eso aún falta.

En la fotografía que ilustra el post, Arnaldo Otegui (Batasuna) y Jesús Eguiguren (PSE) en una imagen de 2007, durante una ronda de contactos.

miércoles, 9 de febrero de 2011

El derecho a la vivienda y el fraude de la justicia española



Hace apenas unos días un juez de la Audiencia navarra sentenció que la devolución del piso hipotecado a la entidad financiera prestamista saldaba la deuda que el fallido aspirante a propietario mantenía con ésta. Fue una sentencia que abrió un rayo de esperanza para tanta gente golpeada por el paro, incapaz por falta de recursos de seguir respondiendo a los compromisos crediticios adquiridos con anterioridad a la pérdida del empleo. Justicia auténtica, en suma, en la medida que libraba de una carga imposible a quien al drama del paro había de sumar el de una hipoteca que ya no estaba en condiciones de seguir afrontando.

Por si no lo saben y para que tengan una idea exacta de la dimensión del problema y de la capacidad de rapiña de bancos y cajas prestamistas españoles, es práctica corriente de estos el enviar abogados y agentes de esas entidades a países latinoamericanos, donde embargan la choza y los campitos de los inmigrantes en España que en su día pidieron un préstamo para comprarse un piso en la ciudad española donde residían, y que ahora al quedarse sin trabajo ni recursos con los que seguir viviendo en España y hacer frente a la hipoteca entregaron las llaves del piso y retornaron a su país.

Pero es sabido que poco dura la alegría en la casa del pobre. Apenas unos días después, otra sala de la misma Audiencia Provincial navarra acaba de sentenciar justo lo contrario. Las aguas vuelven pues a su cauce, y el sacrosanto derecho a hacer negocio con lo que sea prima una vez más sobre un derecho fundamental recogido en la Constitución española cual es el "derecho a una vivienda digna". Contraviniendo flagrantemente ese enunciado, la nueva sentencia viene a decir que la vivienda es para quien la pueda pagar, y punto pelota. Dice El País que el nuevo auto recuerda además que la ley establece que el deudor responde de sus deudas "con todos sus bienes presentes y futuros" y recrimina al juez de primera instancia que eludiera "la aplicación al caso de la preceptiva mencionada". Toma castaña. Con un poco de suerte aún le meterán un paquete al primer juez, el que sentenció a favor de las personas y no del lucro privado.

Lo que más llama la atención, con todo, es que el deudor hipotecado deba responder "con todos sus bienes presentes y futuros", doctrina que sin embargo no parece ser de aplicación a empresarios y banqueros. Vean sino el caso de Díaz Ferran, el estafador internacional ex presidente de la patronal española, la CEOE, que la semana pasada presentó un recurso "rechazando" (sic) la pretensión judicial de embargarle sus bienes para que afronte con ellos sus deudas fraudulentas con los trabajadores y la Seguridad Social. Y es que la responsabilidad de los chorizos con traje italiano se limita a los bienes desbaratados y muy raramente por no decir nunca alcanza al patrimonio personal, por más evidente que sea que este se haya constituido precisamente a partir de lo robado y defraudado.

En resumidas cuentas, en España el patrimonio de los pobres siempre está a disposición para cobrarse mediante él cualquier clase de deuda, en tanto el patrimonio de los ricos es intocable. Y a esto lo llaman justicia.

En la imagen que ilustra el post, manifestación de jóvenes contra el sistema hipotecario impuesto por las entidades financieras en España.

lunes, 7 de febrero de 2011

La última carta de Ramón J. Sender



Creo haber escrito aquí alguna vez anterior que según tradición familiar transmitida por mi madre parece que me une algún vínculo de sangre con el escritor Ramón J. Sender, seguramente el narrador español más importante del siglo XX. En concreto, Sender sería primo hermano de mi abuelo materno, y según he podido deducir por mi cuenta, un personaje de "Crónica del alba" sería un miembro muy directo de mi familia fallecido ya hace algunos años.

El caso es que al margen de esa presunta relación siempre he profesado gran aprecio por Sender, primero como escritor y luego como referente ético de la llamada España Peregrina, los transterrados por el franquismo. Del Sender novelista recuerdo con viveza "Bizancio", "El lugar de un hombre", "Réquiem por un campesino español", "La aventura equinoccional de Lope de Aguirre" y sobre todo "Imán", probablemente la mejor novela-crónica escrita en España en el siglo XX, un alegato brutal contra la guerra colonial en el norte de Marruecos, un texto demoledor que contribuyó decisivamente al desprestigio de la monarquía y del Ejército español y que abrió camino a la Segunda República.

Ramón J. Sender murió en enero de 1982. Sú última carta se la dirigió a una entonces joven escritora, directora de un colegio público en el País Vasco, que le había enviado un ejemplar del manuscrito de una novela. Una copia de la carta la tengo enmarcada sobre una balda del mueble biblioteca en el despacho de mi casa, y suelo leerla varias veces a la semana. En esa epístola breve y concisa, casi al modo de Gracián, un Sender muy enfermo se excusa por no haber leído el manuscrito y desde la sencillez del campesino aragonés que era, le da a su corresponsal un consejo impagable, que debería ser memorizado por todo aspirante a escritor:

"No tengas prisa. El tiempo carece de valor para los artistas y escritores. Cervantes escribió su Don Quijote ya viejo y gracias a él será siempre joven".

Esta es la carta completa:

"Querida colega y amiga,

Contesto tu carta con un poco de retraso en relación con Navidad y Año nuevo, pero siempre es oportuno desear a una persona querida suerte y felicidad. Así pues[,] espero y deseo que este año sea para ti tan bueno como yo lo querría para mí mismo.

Como tú dices, el libro que me mandaste no llegó. Si lo certificaste puedes reclamar. Es verdad que yo estuve durante algo menos de un mes fuera de San Diego, (en Méjico) [,] pero había alguien encargado de recibir mi correo y debió haber llegado ese manuscrito a mis manos.

En todo caso creo que debo aconsejarte que no publiques materiales inmaduros. Una sola obra bien lograda vale más que cien libros poco meditados. No tengas prisa. El tiempo carece de valor para los artistas y escritores. Cervantes escribió su Don Quijote ya viejo y gracias a él será siempre joven.

Una vez más te deseo venturas y satisfacciones. Está bien que seas directora de ese colegio de Beurko y que la gente te estime y considere en lo que vales.

Cordialmente,

Ramón J. Sender”.

domingo, 6 de febrero de 2011

Primarias socialistas en Barcelona: Jordi Hereu, el mal menor



La campaña previa a la votación para elegir cabeza de lista del PSC a la alcaldía de Barcelona ha empezado con más pena que gloria. El entusiasmo que sienten militantes, simpatizantes y ciudadanos en general por los dos candidatos en liza, resulta perfectamente descriptible y a la altura de sus respectivos merecimientos. Cabe apuntar eso sí, que mientras que el actual alcalde, Jordi Hereu, inició su rueda de mitines por barrios ante 300 personas en el distrito Sant Martí (una de las barriadas obreras de la ciudad), su oponente, la sra. Montserrat Tura, lo hizo -cómo no- en el superburgués Eixample, ante apenas un centenar de ciudadanos.

Es cierto que la trayectoria profesional y política del señor Hereu no deja de ser la de un cuadro de la Administración discreto y grisáceo, eficaz a su manera pero carente no ya de carisma, sino siquiera de un asomo de liderazgo que concite en torno suyo voluntades listas para la acción. Un servidor, que tuvo el honor de conocer en vivo y en directo la época de Pasqual Maragall al frente del Ayuntamiento barcelonés y ha vivido lo que vino después, los mandatos de Jordi Clos primero y ahora de Jordi Hereu, no puede menos que hacerse cruces ante la merma que venimos sufriendo en cuanto a la calidad del personal político, circunstancia que obviamente resulta homologable en las respectivas escalas de la política catalana, española y europea en general; donde antes había gigantes ahora nos tenemos que conformar con enanitos más o menos aplicados.

Claro que todo esto resultan disquisiciones más o menos entretenidas, si consideramos la oponente que le ha salido al alcalde Hereu. Y es que toda la experiencia municipal de la señora Montserrat Tura se concentra en sus años como alcaldesa de Mollet, una pequeña población de la periferia barcelonesa. Su conocimiento de la ciudad de Barcelona no debe diferir mucho del que tienen los turistas europeos que nos invaden los fines de semana, al menos por lo que hace a la Barcelona popular y trabajadora, la de los barrios periféricos. Francamente no me extraña que la señora Tura haya comenzado su campaña por el Eixample, el centro bienestante de la ciudad, ya que dudo que sepa siquiera dónde están la Vía Julia, la plaza Valentí Almirall o el Paseo Torras i Bages, por poner sólo unos ejemplos de lugares ubicados en zonas populosas de las barriadas obreras barcelonesas. Yendo un poco más allá, dudo incluso que la carrera política de la señora Tura hubiera llegado siquiera a iniciarse de no ostentar el dignísimo y admirado apellido que lleva. Pero dejemos eso; aquí de lo que se trata al parecer es de encontrar ahora un puesto de trabajo de altura a una persona que ha perdido el que tenía en la Generalitat de Catalunya. Pues bien, señora Tura, si tanto le gusta la política municipal esta es una ocasión pintiparada para volver a presentarse como candidata a alcaldesa de su pueblo, Mollet, y dejarnos en paz a los barceloneses.

Y es que en contra lo que hoy mismo se afanan en hacer creer la mayoría de medios, la señora Tura no tiene la más mínima posibilidad de vencer al candidato de la derecha nacionalista, CiU, el señor XavierTrias. Y eso que el señor Trias es un candidato verdaderamente penoso: un anciano con graves problemas de salud física y mental, que encabeza la lista de un partido corrupto y trapacero como probablemente no haya otro en toda la Península Ibérica, incluido su más que probable futuro socio municipal, el Partido Popular español, la extrema derecha españolista. Ocurre que en los barrios obreros de Barcelona los últimos votantes que le quedan al PSC ya están haciendo saber indignados que en modo alguno van a votar por una posible candidata que representa el establishment burgués nacionalista catalán, una persona que en caso de fracasar en el intento (lo que como digo parece inevitable), no seguirá como concejala y acabará un día u otro yéndose al pesebre que en CiU han habilitado para "catalanistas desencantados" del PSC (véase el caso Ferran Mascarell y otros), es decir, para tanto cuadro y dirigente "socialista" sin expectativas de seguir viviendo de la política en el ámbito de la izquierda.

Es por todo ello que Jordi Hereu representa un mal menor para quienes, a pesar de todo seguimos creyendo en un proyecto de izquierdas para la ciudad de Barcelona. El nuestro es un voto sin entusiasmo alguno, ya que hace tiempo que sabemos bajo mínimos la credibilidad política de quienes presuntamente lideran este proyecto, en Barcelona desde luego y también en toda Catalunya; para el caso, lo mismo da la Federación de Barcelona que la sede de la calle Nicaragua (el aparato central del partido). Pero también es cierto que votaremos con la firmeza de quienes saben que el apoyo a otras opciones significa entregar inerme nuestra ciudad al enemigo de clase.

jueves, 3 de febrero de 2011

Merkel en Madrid



Le Monde de hoy tiene un sutil ataque de cuernos a propósito de la visita de Angela Merkel al presidente español Zapatero. El despliegue de los medios oficiales españoles previo al viaje de la canciller alemana, con presencia de ésta en RTVE a todo trapo, ha suscitado al parecer los recelos franceses y cierta alarma en sus portavoces mediáticos.

Dice hoy el diario parisino en relación a España que "le pays peine à sortir de la crise" (sic), y que Alemania entre otras condiciones para ayudar, exige una mayor coordinación económica europea, lo que visto lo visto parece una exigencia razonable máxime teniendo en cuenta que son ellos quienes pagan la factura del convite. A la señora Merkel parecen entusiasmarle las "reformas" de Zapatero, y a Sarkozy también aunque menos. Más que nada porque las reformas españolas circulan por los carriles que dicta Alemania en cuanto al modo de poner orden en las finanzas públicas de cada uno de los Estados miembros de la Unión. Por su parte, parece que definitivamente Alemania va a asumir a capa y espada el liderazgo europeo y la defensa del euro, respondiendo así a los llamados casi desesperados de muchos dirigentes europeos, entre ellos el propio Zapatero.

Parece normal que a los franceses no acabe de agradarles el mayor protagonismo alemán, en la medida en que disminuye la estatura del suyo propio, más aún cuando aquél cuenta con el apoyo decidido y casi suplicado español. Por razones geoestratégicas e históricas, a Francia nunca le ha hecho gracia la excesiva complicidad entre Alemania y España. No hay que olvidar además que los mejores años vividos por España en el concierto europeo, la época de Felipe González, se basaron precisamente en un perfecto equilibrio en las relaciones preferenciales con Francia y Alemania (levemente escorado hacia esta última), que acabó convirtiendo la Unión Europea de esos años en un eje París-Bonn-Madrid.

Así pues el recién descubierto amor de Zapatero y su equipo por la Alemania merkeliana y sus reformas, no debería manifestarse y ser vivido a costa de la marginación de Francia. Europa necesita a Francia tanto como a Alemania, y España no digamos. A lo largo de la historia europea Francia ha aportado el pensamiento y el concepto político, y Alemania, el conocimiento y la acción. Son dos caballos tirando del mismo carruaje. La tentación de Zapatero por subirse a uno de ellos en detrimento de las relaciones con el otro, podría tener graves consecuencias de futuro para nuestro país.

martes, 1 de febrero de 2011

Hojeando los papeles de la perrera mediática



Dice José María Aznar que España no puede permitirse 17 miniestados que le arruinen la competitividad, en referencia a las comunidades autónomas. O sea que hay que acabar de una vez con esta lacra que son las autonomías. Pues ya ven. Qué curioso que quien lo propone sea el mismo Aznar cuya carrera como político con aspiraciones de estadista comenzó precisamente como presidente de la comunidad autónoma de Castilla-León, y que en 1996 y para convertirse en presidente del Gobierno español no dudó en pactar con nacionalistas vascos y catalanes y llegó a "hablar catalán en la intimidad" con su esposa; el mismo Aznar, digo, que ahora viene a pedir a gritos el derribo del edificio autonómico español, que por otra parte está consagrado en esa hoy tan reverenciada por él y sus secuaces Constitución española, la misma que por cierto en su día, en 1978, votaron en contra él y su partido, entonces llamado Alianza Popular (casi el mismo collar para los mismos perros). Así es la derecha española, mendaz hasta la extenuación.

Pero no ha sido el único sandio que en esta jornada se ha lanzado a tumba abierta en los medios de la ultraderecha española. Un tipo que se firma Salvador Sostres escribe hoy en El Mundo a favor del "voto de calidad". El tal Sostres, especialista en boutades, asegura que si bien todos los ciudadanos deben tener derecho al voto, no todos los votos pueden valer lo mismo. El voto de una persona de éxito, un empresario, ejemplifica, no puede valer lo mismo que el de un trabajador, ya que según esta lumbrera alguien que no sea "una persona de éxito" no es más que un fracasado. Desconozco que es lo que se inyecta Sostres, pero les aseguro que cuando escribía en la prensa catalana ya tenía el cerebro dañado.

Otro que defeca hoy a gusto en su pipican de la perrera mediática es César Vidal. Asegura el hombre impasible el ademán que según un estudio grafológico que ha llevado a cabo en persona, el príncipe Felipe de Borbón es hoy un hombre mucho más responsable, seguro y consciente de sus responsabilidades que cuando tenía nueve años, según demuestra su letra. Teniendo en cuenta que el príncipe Felipe acaba de cumplir cuarenta y tres años, parece obvio que así sea; mal iría la Monarquía española si el heredero de la corona fuera hoy menos responsable, seguro y consciente de sus responsabilidades que cuando su augusta madre aún tenía que limpiarle los mocos. En fin, ya sabíamos que los delirios de César Vidal carecen de límites, al menos dentro de esta galaxia; pero acabamos de enterarnos de que al parecer, sus dotes de monárquico lameculos tampoco los conocen.

De estos engendros se nutre el pensamiento de la derecha española. "Pensamiento" y "derecha española": un oxímoron absoluto, como pueden ver.