martes, 29 de noviembre de 2011

Don Tancredo en el PSC


Don Tancredo fue un personaje antaño muy popular en las corridas de toros bufas, aquellas en las que toreaban el Bombero-Torero, la Banda del Empastre y los Enanitos Toreros, entre otras insignes figuras de la lidia transformada en circo de payasos más o menos cómicos.

El tal Don Tancredo era un fulano que esperaba al toro en el centro del redondel subido sobre un pedestal, a menudo un simple cajón de madera. Se soltaba al toro y al llegar este a la arena Don Tancredo se quedaba inmóvil como una estatua, pues la tradición y al parecer cierta experiencia previa determinaban que si el tipo no movía ni una pestaña, el toro pasaba de largo sin embestirlo. Naturalmente no siempre era así, y al parecer no era infrecuente que estos figurantes terminaran recibiendo alguna cornada. De hecho, la presencia del payaso-estatua en los ruedos fue prohibida en España a mediados del siglo XX. 

Quienes se avenían a interpretar el personaje eran obviamente personas acuciadas por la necesidad de ganar algún dinero con el que ir viviendo. Ya saben aquella famosa frase taurina de "más cornadas da el hambre", referida a los toreros pero extensible a todo este mundo en el que durante siglos sus protagonistas solían salir de las clases sociales más depauperadas. En suma, los figurantes de Don Tancredo eran personas que difícilmente podían ganarse la vida de otro modo que no fuera fingir no ver el peligro y esperar sin hacer nada a que este pasara de largo.

Exactamente esa es la política que está triunfando entre los dirigentes del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Tras encadenar una serie de fracasos históricos que han llevado al partido a la pura inanidad política y social, y en vez de dimitir y buscarse un trabajo remunerado como cualquier otro ciudadano, ellos han preferido cerrar los ojos, aguantar la respiración y esperar a que el toro pase. Y lo peor es que de momento les está saliendo bien, ya que hasta ahora nadie, entre la media docena de movimientos presuntamente de base que le han surgido al PSC en los últimos meses, nadie repito, les ha dicho lo que debe decírseles: que liberen al partido de su presencia y se vayan de una vez. ¡QUE SE VAYAN TODOS YA!.

Tras los muros del edificio de la calle Nicaragua se ha atrincherado una colección de cadáveres políticos insepultos, que han convertido la sede socialista catalana en un sobrecogedor panteón de muertos vivientes: ahí andan los Montilla, Iceta, Zaragoza, Chacón, Nadal, y tantos otros zombies políticos, negándose a poner fin a esta agonía que amenaza con destruir el partido. El hedor político que desprenden los aludidos es ya insoportable, aunque no mucho mayor que el que emiten las presuntas alternativas que se propugnan para sucederles: algún alcalde de raíz obiolista (¡a estas alturas, todavía!), otro que salvo en su catalanismo político por lo demás encajaría perfectamente en los ideales políticos y sociales del Partido Popular, la inefable Carmen Chacón que dice deshojar la margarita sobre si prefiere "líderar" el PSC o el PSOE (como si los afiliados a una y a otra organización estuviéramos esperando dominados por la impaciencia que se decante por uno u otro...).

Y es que su arrogancia, el creerse imprescindibles para el partido, es el principal pecado de la recua tancredil que maneja el PSC y le ha llevado al desastre absoluto actual. Probablemente se trata de un ejercicio de autoconvencimiento psicológico destinado a justificar y proteger sus intereses, que visto lo visto ya no son otros que conservar la fuente de ingresos de la que disfrutan ya sea como cargos públicos u orgánicos del partido. Verdaderamente la gran mayoría lo tendría muy difícil en el caso de tener que incorporarse ahora al mercado laboral, máxime con la que está cayendo debido a la crisis y sobre todo teniendo en cuenta que muy pocos entre ellos cuentan con alguna experiencia laboral previa al ejercicio profesionalizado (y por tanto remunerado) de la política.

Hay que hacer saltar este tapón del PSC. Si esta gente no se va del partido, el  PSC no tiene ningún futuro. ¡QUE SE VAYAN TODOS YA!.

Los militantes de base del partido y los votantes socialistas catalanes estamos hartos de la incapacidad, la prepotencia y la garrulería de estos dirigentes. Queremos que dejen de exhibir como de su propiedad unas siglas a las que año tras año  han vaciado de todo contenido y una ideología en la que han dejado de creer hace mucho tiempo. Queremos que  desaparezca una práctica política que carece de horizonte transformador y ya solo se ciñe a la conservación y gestión de parcelas concretas de poder, que además están disminuyendo de forma acelerada e irremediable precisamente por causa de lo reseñado hasta aquí.

El PSC no puede seguir así. ¡QUE SE VAYAN TODOS YA!. 

miércoles, 23 de noviembre de 2011

No ganó el Partido Popular, perdió la izquierda


Los resultados de las elecciones generales españolas del 20 de noviembre vienen a confirmar cosas sabidas de antiguo, independientemente de quien las haya ganado en esta ocasión (les recomiendo el libro "Relato electoral de España", de Carles Castro, un estudio exhaustivo de 30 años de elecciones en España que señala las tendencias invariables que se mantienen elección tras elección).

Ya en tiempos de la Segunda República se observó que cuando votaba toda la izquierda (es decir cuando los anarquistas decidían votar), el triunfo de las candidaturas republicano-socialistas resultaba imparable. Sucedió así en las primeras elecciones republicanas. En 1933 sin embargo la izquierda libertaria se abstuvo, y ganó la derecha. En 1936 los anarquistas volvieron a votar (para sacar de la cárcel a los presos y tumbar el gobierno reaccionario), y en consecuencia el Frente Popular ganó holgadamente. En todos esos comicios la derecha obtuvo resultados similares entre unas elecciones y otras, ya que evidentemente no existía trasvase posible de votos entre uno y otro bloque.  

Ya en la Transición, el PSOE fue absorbiendo el voto del PCE y buena parte de la extrema izquierda, y el PP incorporó el voto de la UCD y algunas pequeñas formaciones regionalistas. La extraordinaria victoria del PSOE en 1982 se debió a una enorme participación, la más alta registrada nunca por la democracia española, que le llevó a incorporar casi todo el voto de la izquierda, incluida la izquierda contestataria al sistema. A partir de esas elecciones el PSOE, aún ganando de nuevo dos veces por mayoría absoluta, comenzó un lento declive en sus resultados electorales paralelo al descenso de participación en cada una de las sucesivas convocatorias, hasta llegar a la derrota de 1996, cuando perdió  por apenas trescientos mil votos de diferencia.

Llegamos a las elecciones que ganó Aznar por mayoría absoluta el año 2000. En esa convocatoria un millón y medio de votantes del PSOE y otro millón y medio de votantes de IU se abstuvieron; es decir, tres millones de votos de la izquierda fueron a parar al cesto de la abstención, en tanto el PP ganaba por mayoría absoluta habiendo incrementado solo unos miles de votos en relación a 1996. Esa fue la clave y la razón de la mayoría absoluta de la derecha lograda en esa convocatoria. En 2004 por el contrario, esos tres millones de votos de izquierda abandonaron la abstención y votaron al PSOE, lo que le permitió a este desalojar del gobierno a un PP que apenas perdió unas decenas de miles de votos a pesar de la que le estaba cayendo encima (Prestige, Gescartera, Yak-42, huelga general, 11-M...) En 2007 Zapatero retuvo un porcentaje alto de esos votantes de "izquierda dura", y naturalmente volvió a ganar a una derecha que apenas pierde votos pero que es incapaz de ganar más de los que tiene.

Una primera conclusión evidente es que no hay trasvases de votos entre la derecha y la izquierda. La derecha española tiene los votos que tiene, ni más ni menos, sus variaciones son mínimas. La izquierda sin embargo, oscila entre el voto al PSOE como opción de gobierno y la abstención cuando se siente decepcionada por éste.

La segunda conclusión, patente desde los inicios de la Transición, es que quien deja de votar a IU para votar al PSOE raramente vuelve a su voto inicial. O sigue votando socialista o se va a la abstención. En esta ocasión y en medio de circunstancias extraordinarias (la crisis global y local, principalmente), IU ha logrado recuperar algunos cientos de miles de sus antiguos votantes, en todo caso muchos menos de los potenciales.

Volviendo al PP, en estas elecciones generales de 2011 ha ganado apenas medio millón de votos, la gran mayoría a costa de pequeños partidos regionalistas con los que se presentaba conjuntamente o a los que ha devorado su electorado en Navarra, Cantabria, Rioja, Canarias y alguno más. También se ha quedado con la práctica totalidad de los escasos votos que antes habían ido a candidaturas de partidos de extrema derecha extraparlamentaria.  Del estancamiento de la derecha española da fé el hecho de que acaban de ganar con el 43% de los votos, con mayoría absoluta y de modo aplastante, unas elecciones en las que han obtenido menos votos de los que tuvo el PSOE en 2007, cuando consiguió una mayoría bastante ajustada. Hace muchos años que los estrategas del PP saben su única posibilidad de ganar elecciones es lograr que el PSOE las pierda, es decir mantener ellos incólume su propio electorado (ni un voto más, pero ni uno menos) y conseguir que el electorado de izquierda se quede en casa o fragmente su voto lo más posible.

El PSOE en cambio ha perdido en estos comicios cuatro millones y medio de votos. De ellos, tres millones corrsponden a esa "izquierda dura" de la que antes hablaba. Recordarán que en ese paquete había millón y medio de votos de IU, formación que ahora a obtenido alrededor de 700.000 votos más que en las elecciones pasadas, lo que le ha permitido pasar de 2 a 11 diputados. En realidad pues, IU apenas ha recuperado la mitad de los votantes "prestados" que en la última década se le habían fugado primero hacia la abstención y luego al PSOE; siguen sin cosechar entre los votantes socialistas y tampoco entre los abstencionistas de izquierda tradicionales. La euforia de sus dirigentes estos días es por tanto fingida y de cara a la galería.

Además del voto "prestado" por IU que ahora se ha dividido entre la coalición que lidera el PCE y la abstención, al PSOE se le ha ido completo el millón y medio de votantes "socialistas de izquierda". Si no han ido a IU ¿dónde se han refugiado? Son votantes de izquierda pura, por tanto no han podido votar al PP, partido que como hemos visto apenas gana unos cientos de miles de votos en su franja natural del electorado, que son los votantes de derecha y extrema derecha; tampoco a un partido como UPyD, de ideología confusa y dirigido por una "traidora" como Rosa Díez. ¿Habrán ido a los partidos nacionalistas burgueses? seguro que no: basta ver los diferenciales de participación entre barrios trabajadores y barrios burgueses en ciudades como Barcelona. Obviamente se han abstenido, enfadados con el giro a la derecha del gobierno y el partido.

Hasta aquí la derrota socialista entraría en lo previsible y razonable. Ocurre que como decía en estas elecciones el PSOE ha perdido cuatro millones y medio de votos, por lo que falta otro millón y medio de votos más, que son los que en definitiva dan carácter de desastre a los resultados socialistas del domingo. Es obvio que el grueso de esos votantes ha tomado asimismo el camino de la abstención, salvo algunos miles que probablemente han hecho su camino de Damasco hacia CiU, PNV y algunas otras pequeñas formaciones por el estilo; pero este último es un grupo numéricamente poco importante y en definitiva, era un voto "prestado" al PSOE por la derecha menos reaccionaria. La mayoría de estos nuevos abstencionistas son antiguos votantes fieles del PSOE, no situados en su izquierda pero evidentemente decepcionados por la ineptitud del Gobierno Zapatero y su recurso a las políticas neoliberales para combatir la crisis. La deserción de este grupo, que representa una "izquierda moderada" pero ahora irritada, debería ser extremadamente preocupante para los estrategas socialistas, pues puede anunciar un derrumbe a medio plazo difícilmente recuperable. 

El giro a la izquierda del PSOE para recuperar su espacio y su electorado es pues, inevitable. Lo contrario, la persistencia en los plateamientos derechistas actuales, supondría el caso de suicidio político más llamativo en la política europea de los útimos cien años.

 En la imagen que ilustra el post, un cartel del PSOE de las elecciones generales de 2008. Políticos irresponsables y mensajes irresponsables: la raíz del fracaso de 2011.

lunes, 21 de noviembre de 2011

España ya ha salido de la crisis


Esta mañana aún no había despuntado el sol cuando miles de empresarios se han lanzado a las calles españolas  a la búsqueda de parados a los que ofrecer empleo. En apenas unas horas un millón de estos han sido contratados y han comenzado a disfrutar de puestos de trabajo con contrato indefinido, seguridad social por cuenta de la empresa y salarios por encima de los dos mil euros netos.

Los bancos por su parte han enviado a sus empleados a ofrecer créditos a interés cero al primero que se cruzaran por la calle. Las cajas de ahorro alquilan el millón de pisos en su poder procedentes de hipotecas impagadas por cuotas mensuales no superiores a 100 euros. 

La prima de riesgo se ha desplomado como una piedra, y ahora son los alemanes los que utilizan el bono español como referencia para su maltrecha economía. En Wall Street ha habido navajazos entre brokers yankees por conseguir bonos españoles al precio que fuera.

El Gobierno español acaba de reimplantar la peseta. Inmediatamente la Reserva Federal norteamericana ha ordenado a George Soros y sus secuaces en el mundo entero que compren todas las pesetas que puedan, mientras proclamaba que convertirá sus dólares celosamente guardados a la nueva divisa más poderosa de los mercados financieros internacionales.

En los hospitales públicos los enfermos se curan milagrosamente en cuanto suscriben la póliza mediante la cual contratan un seguro médico privado. En las escuelas públicas los niños aprenden más deprisa cuanto mayor sea el ritmo con el que son despedidos los maestros "rojos" y reemplazados por monjas de clausura y curas ansiosos de carne tierna. Otros que se curan de repente de su "enfermedad" son los maricones, que en vez de casarse están ingresando en masa en conventos de frailes, donde les reciben con los brazos y otras cosas abiertos. Las mujeres que tenían previsto abortar donarán su hijo a la ciencia una vez haya nacido; ya que no lo podrán mantener, al menos servirá para algo (lo contento que estaría el doctor Mengele de vivir en esta España radiante). 

Los viejos están renunciando gustosos a sus pensiones, ya que ha empezado a aparecérseles el arcángel San Gabriel y a llevárselos hacia la Luz, al tiempo que les exhorta a desprenderse de sus bienes terrenales y a renunciar a sus pagas mensuales. Algún rojo emboscado de los que todavía quedan, se atreve a murmurar que el arcángel de marras tiene un aire más que sospechoso al cardenal Rouco Varela, pero eso son infundios de rojos ya saben.

España con sentido común y como Dios manda. ¡Arriba España!.

En la imagen que ilustra el post, Mariano Rajoy saluda a sus seguidores desde el balcón de la sede del Partido Popular, en la calle Génova de Madrid.

sábado, 19 de noviembre de 2011

El único voto posible para frenar al Partido Popular


Si quieres evitar que el partido heredero del franquismo y sus aliados los nacionalistas burgueses vascos y catalanes arrasen con los servicios públicos que pagamos entre todos los trabajadores, mañana domingo no tienes otra posibilidad que votar al PSOE. 

Si crees que destruir los servicios públicos no es un ahorro sino una canallada, vota para parar a los títeres españoles, catalanes y vascos del neoliberalismo salvaje, aunque para coger la papeleta del PSOE tengas que ponerte una pinza en la nariz. Los socialistas merecen sin duda un fuerte castigo, pero no al precio de castigarnos a nosotros mismos y a nuestros descendientes.

¡Sino paramos mañana a los franquistas parlamentarios, en una sola legislatura destruirán décadas de esfuerzo y sacrificio de generaciones de trabajadores y trabajadoras de este país! ¡Ningún otro voto es útil para evitarlo, y la abstención es esta vez irresponsable!

PD Para quienes apelen a la sacrosanta "jornada de reflexión" de hoy, les dejo aquí el mitin dado a través de TVE por Mariano Rajoy, candidato del PP, durante la "jornada de reflexión" del sábado 13 de marzo de 2004. 

viernes, 18 de noviembre de 2011

Mariano Rajoy, un títere de los especuladores financieros internacionales


Cuanto más se acerca la posibilidad de que el PP gane holgadamente las elecciones generales en España y Mariano Rajoy sea el próximo presidente del gobierno español, más se recrudece el acoso de los "mercados" contra la economía española. La dichosa prima de riesgo ha superado los 500 puntos y la deuda pública española está siendo reducida a la condición de bono-basura norteamericano, mientras a la sombra de estos ataques la perrera mediática aúlla de gozo que "España está a punto de tener que ser rescatada". Los salvapatrias palmean gozosos ante la perspectiva de que nos declaren "economía en derrumbe" y seamos intervenidos por el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional o el Banco del Vaticano, o cualquier otro organismo sacamantecas. "¡Qué ruina tan buena!" clamaba Rajoy hace unos días en un dibujo radiográfico de los que hace Peridis en "El País". En eso estamos: en que sobre las ruinas de España, el Partido Popular alcance la mayoría absoluta.

Y sin embargo, ya sobran las pistas de que los perros de presa de los mercados -los especuladores financieros internacionales, que manejan como munición en sus hazañas ingentes narcofondos en dólares que invierten bajo la dirección estratégica de la Reserva Federal Norteamericana-, no van a aflojar la dentellada sobre nuestros cuellos aunque gane el PP o precisamente porque hay la posibilidad de que gane con mayoría absoluta su partido palanganero en España. 

A partir del del 21 de noviembre, y si Rajoy puede gobernar con comodidad, los mercados van a redoblar su acoso para conseguir el cese de la inversión pública, la destrucción de los servicios públicos y eventualmente, la salida/expulsión de España de la zona euro. Por tanto la crisis no solo no va a remitir con el PP sino que se va a intensificar y sus efectos serán absolutamente devastadores para las clases trabajadoras y populares, en la medida en que el gobierno títere de la derecha española contribuirá por su parte liquidando la educación y la sanidad públicas, masacrando los salarios de los empleados públicos y las nóminas de los pensionistas, condenando a los jóvenes al "contrato de prácticas" con sueldos bajo el salario mínimo interprofesional (otra "antigualla" a liquidar en breve, según los economistas de derechas), dejando a los parados sin indemnización por despido y sin subsidio de paro, y al resto de los trabajadores sin convenios colectivos y obligados a "negociar" uno a uno las condiciones de trabajo y sueldo con el empresario/Dios. Todas estas aberraciones forman parte del "plan de choque contra la crisis" del Partido Popular. Para abrir boca, Rajoy ya ha anunciado que se ha acabado el apoyo público a las personas dependientes.

Si gana el PP con mayoría suficiente para gobernar a sus anchas, los amos de Goldman Sachs y el resto de canallas que manejan los llamados "mercados financieros"  no van a necesitar aquí un esbirro de confianza como lo es Monti  en Italia o Papademos en Grecia, porque Mariano Rajoy jugará gustosamente ese papel. De hecho hace tiempo que están a su servicio, contribuyendo con sus declaraciones y ataques al desprestigio exterior de su país y de la economía de este, ellos, tan patriotas o eso dicen. ¿Vamos a permitir que esta gentuza nos gobierne otra vez para que como en los años infames del aznarismo, vuelvan a exhibir aquel cortejo repugnante de falsa prosperidad, corrupción generalizada, autoritarismo franquista y odio a cualquier idea y valor democrático?.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Tocata y fuga empresarial de una Infanta de España y su consorte


En la web de El País de ayer se encontraba el documento que se reproduce (hagan clic sobre la imagen para verla ampliada). Se trata de la composición de la Junta directiva de la sociedad Noos, presuntamente implicada en oscuros negocios con las tramas de corrupción tejidas por dirigentes del Partido Popular en Mallorca y Valencia. 

Digo se encontraba, porque hoy lo han retirado. Por suerte, y como que conozco el paño de El País de hace tiempo y no es la primera vez que hacen algo así, en cuanto lo vi lo guardé. Ahí lo dejo.

En el documento se recoge el traspaso de la Junta directiva original de Noos a otra en la que Iñaki Urdangarín (presidente) y su esposa, Cristina de Borbón (vocal) dejan de estar presentes. Se remonta a 2006, cuando el runrún sobre Noos y su escasamente presunta vinculación con los "business" del presidente balear Jaume Matas empezaba a airearse, tras haber perdido el PP el gobierno de la Comunidad Autónoma de Baleares. Al parecer, viendo la que se venía encima Urdangarín y señora decidieron apearse en marcha de Noos. Pero el escándalo siguió creciendo, imparable, y en 2009 la principesca pareja puso tierra de por medio, y siguiendo el real consejo se trasladaron a Nueva York.  De poco les ha servido, gracias a que el fiscal Anticorrupción balear ha seguido hurgando en el caso Palma Arena entre otros.

En la edición de hoy del diario madrileño se dice que el señor Diego Torres -socio, mano derecha de Urdangarín y presunto testaferro de este en la sociedad tras su marcha de la Junta directiva-, ha confesado al juez "que Urdangarín era el gestor y cobraba a través de su empresa".

O sea, que la fiesta continúa. Por ahora.


miércoles, 16 de noviembre de 2011

Hagamos que desaparezca el Senado español


El Senado es una Cámara inútil, redundante y elitista en cuya elección se discrimina a las circunscripciones más pobladas, método antidemocrático mediante el cual se garantiza que su composición resulte inevitablemente de mayoría conservadora.

Eliminar el Senado sería un servicio a la democracia, y supondría la devolución de la plena soberanía a la Cámara que verdaderamente encarna la representación popular, que es el Congreso de los Diputados. Y en tiempos de crisis económica, sería además un ahorro considerable.

El primer paso para dejar patente el rechazo popular al Senado, es no votarlo. No señales ningún nombre en la papeleta e introduce el sobre vacío en la urna correspondiente.

¡Por la democracia, no votes al Senado!

martes, 15 de noviembre de 2011

No hay mayoría absoluta que cien encuestas dure



Ayer lunes se cerraba en España la posibilidad de dar a conocer públicamente encuestas electorales antes de los comicios del domingo, una absurda imposición que parte de la creencia de que el ciudadano medio español es un ser voluble y caprichoso, un veleta que cambia el sentido de su voto (o de su no-voto) solo por ver en los medios de comunicación grandes titulares y gráficos de colorines. De todos modos, al decir de las encuestas y de los "expertos" todo el pescado está ya vendido, y lo único que queda por dilucidar es la magnitud del triunfo de la derecha española: si el número de escaños que obtendrá será rècord histórico o solo un poquito menos.

En los últimos días sin embargo, a Rubalcaba, el candidato socialista, se le va poniendo sonrisa de conejo. Y eso es malo para el Partido Popular. El acelerón dado por Rubalcaba al tramo final de su campaña, acumulando de aquí al viernes un mínimo de tres actos por día, ha sido interpretado interesadamente como un gesto desesperado a la búsqueda del voto perdido. Sucede que como digo la sonrisa conejil de Alfredo Pérez Rubalcaba puede estar indicando una cosa bien distinta.

Se lo explico. A partir del día del debate televisivo entre Rubalcaba y Rajoy, parece haberse producido un cambio de tendencia. Un cambio sutil y difícil de percibir, pero no por ello menos real y contabilizado por las encuestas internas de los dos grandes partidos en liza. Antes que intentar medirlo en posibles resultados electorales, hay que apuntar qué es lo que han detectado los sismógrafos preelectorales. Pues sencillamente comienzan a registrar dos cosas, que como digo han modificado la tendencia: que empieza a calar entre los abstencionistas de izquierda el discurso socialista de que el PP tiene un plan para destruir los servicios públicos que no enseña ahora y que ejecutará en cuanto llegue al Gobierno, y que la participación va subiendo lentamente y se sitúa ya por encima del 60% (el umbral mínimo por debajo del cual la derrota de la izquierda sería realmente aplastante). Ambas circunstancias están evidentemente relacionadas de modo causa/efecto.

En términos cuatitativos y siempre según esas encuestas internas, la ventaja real del PP sobre el PSOE se habría reducido en estos momentos a un 9% de los votos, y es posible que de aquí al domingo baje un par de puntos más. Recordemos que una ventaja de un 5% previo a unas elecciones se considera un empate técnico. Parece con todo que finalmente, la ventaja del PP estará en el 7% u 8% de los votos emitidos (que con una participación del 63-65% del censo electoral supondría una ventaja real a favor del ganador de apenas el 4 ó el 5% de los ciudadanos con derecho a voto), lo que dejaría en entredicho el carácter "aplastante"de la victoria que presumiblemente obtendrá la derecha española el domingo. Ocurre que una de las peores perversiones de nuestro sistema electoral, es el hecho comprobado de que el partido que supera la barrera del 40% de los votos emitidos tiene prácticamente en el bolsillo la mayoría absoluta de escaños. Y ahí es donde se cimenta la euforia de la derecha  española.

Y sin embargo como digo, en estos momentos está al alcance de la mano evitar esa mayoría absoluta del partido que es el heredero político, económico, social y ético del franquismo. Sólo hay una candidatura que puede evitarla, y esa es evidentemente la del PSOE. No hace falta ser analista ni pensador  para entenderlo. Cualquier otro voto sirve simplemente para otorgar plenos poderes al PP al frente del Gobierno español, dándole una mayoría absoluta que todos sabemos como usará: para desmantelar los servicios públicos que atienden a todos y han sido pagados con el esfuerzo de los asalariados, a fin de engordar los servicios privados de los que se benefician económicamente los dirigentes del PP y sus cómplices empresariales y financieros.

Este es un momento crucial para todos, incluidos los abstencionistas; también para los enfadados con razón y desde luego para quienes desde la izquierda se definen como "apolíticos" Como en 1931, 1936 y 1982, no es posible la equidistancia, que además de injusta en esta encrucijada sería suicida para los intereses de los trabajadores y las clases populares. Al cabo esa es la estrategia a la que apuesta desde hace tiempo su triunfo la derecha franquista: a que nos quedemos en casa la mayoría de los votantes de izquierda, y que los que voten lo hagan dispersando su voto entre opciones legítimas pero ineficaces no ya para impedir su victoria en este caso, sí al menos para impedir que tengan las manos libres a la hora de gobernar.

Hay un rumor sordo indicando que algo se mueve sobre el suelo, y que seguirá moviéndose de aquí al domingo. Y es que finalmente, todas las encuestas del mundo más o menos prefabricadas no valen lo que la conciencia cívica de cada cual y su capacidad para entender por encima del ruido mediático cúales son sus verdaderos intereses personales y de clase.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Golpes de Mercado en Grecia e Italia


Dos empleados de los llamados "mercados financieros" acaban de tomar posesión de las presidencias de sus respectivos países, Grecia e Italia, en lo que cabe considerar como verdaderos golpes de Estado no solo financieros conducidos por y a beneficio de los "mercados". El griego se llama Lukas Papademos y ha sido vicepresidente del Banco Central Europeo, un organismo que en los últimos años más que velar por las finanzas europeas se ha convertido en garante de los intereses de esos "mercados" municionados en comandita por Wall Street y los especuladores. Papademos acaba de formar un Gobierno tan supuestamente "tecnocrático" y "apolítico", que ha metido en él a la extrema derecha griega.

El otro protagonista de la semana se llama Mario Monti y acaba de convertirse en primer ministro italiano, luego de que a Berlusconi le hayan puesto de patitas en la calle esos mismos "mercados" a los que tan bien ha servido este gánster durante casi dos décadas. Monti ha sido -es- el hombre de confianza en Europa de Goldman Sachs, el buque insignia de la Armada Invencible antieuropea enviada por los "mercados" para destruir el euro y acabar con la Unión Europea.

¿A qué vienen Papademos y Monti? Pues probablemente a comandar la salida del euro de sus respectivos países. Sus amos llevan años buscando con ahínco provocar la huida de los conejos uno a uno de la madriguera, para mejor cazarlos a la salida. Seguramente las casas de apuestas de Londres deben estar cotizando estos días las posibilidades de que sea Grecia o bien Italia el primer país en abandonar la zona euro. Claro que tampoco deberían excluir los apostantes que finalmente sea otro el primero en salir corriendo y recibir la descarga cerrada de los monteros. En ese caso podría tratarse de alguno de los más tocados (Portugal, Irlanda o la España de Rajoy, si la extrema derecha parlamentaria española perdiera por completo el poco juicio que atesora), sin descartar otros candidatos como algún pequeño país centroeuropeo o incluso uno nórdico con mayor peso. Lo sabremos en breve, en todo caso.

Mientras, Merkel y Sarkozy siguen adelante con su proyecto de reforzar la zona euro repartiendo invitaciones entre aquellos países sin los cuales no se entiende el proyecto europeo al margen de su situación fiananciera actual, lo que en román paladino significa que los gobiernos de Francia y Alemania finalmente están dispuestos a correr con los gastos de la consolidación. Una política inteligente sin duda, pero que les hará perder a ambos las respectivas elecciones generales. Detrás de esos gobiernos actuales vendrán los socialdemócratas franceses y alemanes, o lo que queda de ellos, y la rueda volverá a girar. Veremos cómo se lo toman los "mercados", ahora que han logrado instalar sus pezuñas en las presidencias de dos gobiernos del flanco sur europeo.

Para entonces en España tendremos al Partido Popular haciendo astillas el tren a fin de alimentar con ellas la caldera de la locomotora, como hacía Buster Keaton en "El maquinista de la General". Solo que en vez del genial actor aquí estará al timón Mariano Rajoy, que efectivamente tiene la misma cara de pasmarote pero está a años luz de la inteligencia del cómico norteamericano, conduciendo el país a todo vapor hacia el más completo desastre social.  

Dios nos coja confesados, porque cada vez estamos más cerca de "1984". 

jueves, 10 de noviembre de 2011

Por una Europa con dos velocidades y marcha atrás


Parece que esa especie de Dúo Dinámico carente de todo glamour que forman la canciller Merkel y el presidente Sarkozy ha decidido tirar por la calle del medio y proponer una Europa a dos velocidades. Inmediatamente les ha secundado Durao Barroso en nombre de la Comisión Europea. Se supone que en ese grupo de países, núcleo duro de la (re)construcción europea también estarán, como no puede ser de otra manera, España e Italia.

Ya era hora de que se impusiera la cordura en esta cuestión. Desde la famosa "Ampliación al Este", la Unión Europea (UE) no ha dado una a derechas. El salto sin red de 17 a 27 Estados originó un sinfín de problemas económicos y políticos no resueltos, que la actual presunta crisis financiera global no ha hecho sino agravar hasta el extremo. El proyecto europeo nunca logró recuperarse de haber tenido que incorporar de golpe un puñado de economías ficticias procentes del antiguo imperio soviético, reconvertidas sin solución de continuidad al capitalismo más salvaje tras una intensiva y brutal acumulación de capital proveniente de todos los tráficos ilegales que puedan imaginarse. De los nuevos socios, solo la República Checa y acaso Hungría tenían condiciones para digerir la europeización de sus economías sin provocar y provocarse  más problemas que beneficios. Para postre, la mayoría de esos países están dirigidos políticamente desde las respectivas embajadas de los EEUU, lo que equivale a haber metido al enemigo en casa.

Recuperar la Europa de los 17 articulada políticamente en torno al eje franco-alemán y económicamente a la Zona Euro, sería una muestra de sensatez que no puede recuperar los años perdidos pero que sí pondría las bases de un futuro ordenado y coherente en estos asuntos. El siguiente paso debería ser el diseño de una política fiscal única para esa Europa "núcleo duro", y la definición de un marco de relación viable y mutuamente beneficioso con los países que nunca tuvieron condiciones objetivas para participar en el proyecto europeo. Un proyecto que debe acelerar a corto plazo  la integración política y económica mediante la unificación en una sola entidad supraestatal de la zona UE y la zona del euro. Todo lo demás son paños calientes.

Cabe pues interpretar que estamos ante una aparente marcha atrás en el proyecto de construcción europea, que en realidad deberá ser solo un retroceso para tomar impulso hacia adelante. Nunca se debió comer más de lo que se puede tragar, y o se rectifica de una vez o puede ser el conjunto de Europa quien salte por los aires, asfixiado por bocados tan poco apetecibles como Rumanía, Bulgaria y los Países Bálticos, por no hablar de las repúblicas balcánicas nacidas de la voladura de la ex Yugoslavia, que ya están llamando a la puerta de la integración europea. Parece ser que por fin, el remedo de líderes que tenemos en Europa van entendiendo estas cosas elementales.

martes, 8 de noviembre de 2011

Anticorrupción investiga al yerno del rey de España




En El País de hoy aparece una información de enorme alcance, que corre el peligro de ser devorada por el ruido mediático producido por el debate televisivo de anoche. Se trata del registro de las sedes de varias empresas situadas en Palma de Mallorca y Barcelona, todas ellas propiedad de Iñaki Urdangarin, un empresario vasco casado con la Infanta Cristina de Borbón, y por tanto yerno del rey de España.

La información se encabeza con un titular que no deja lugar a dudas: "Anticorrupción investiga el cobro de 2,3 millones por organizar dos foros de debate". Enseguida entra en materia: "En el marco del escándalo del caso Palma Arena, que se centra en la supuesta gestión delictiva y enriquecimiento personal del expresidente de Baleares Jaume Matas, del PP, una comisión judicial registró la sede del Instituto Noos, en Barcelona, entidad de asesoría y gestión de mecenazgo deportivo creada por Urdangarin". En realidad esta no es más que la punta del iceberg, porque hace tiempo que la Fiscalía Anticorrupción sigue la pista a diversos negocios del llamado duque de Palma, Urdangarin, y a sus escasamente presuntas relaciones con la trama Gürtel y otros personajes corruptos vinculados al Partido Popular (PP) en Baleares y Valencia.

Tanto es así que la marcha de Iñaki Urdangarín y su familia a Estados Unidos hace un par de años fue interpretada en su momento por varios programas de televisión como una "recomendación del rey a su yerno", a fin de que se quitara de en medio por una larga temporada hasta que escampara. Lo cierto es que no solo no ha amainado la tormenta, sino que cada vez se acerca más a la persona del real yerno. Y es que el fiscal anticorrupción de Baleares, Pedro Horrach, hasta ahora no se ha plegado a las presiones y ha resistido todos los intentos del PP de echarle de la fiscalía por haber imputado ya a decenas de dirigentes baleares de ese partido. Enredado en esa trama aparece desde hace tiempo, presuntamente, Iñaki Urdangarin. Las consecuencias del enredo podrían ser de tal envergadura, que según algunos medios periodísticos el rey habría sugerido a su hija el divorcio como cortafuegos de emergencia.

En enero próximo comienza el primer juicio por corrupción contra Jaume Matas. En vísperas de ese proceso el fiscal Horrach ha entrado a por todas en las empresas de Urdangarin, a la búsqueda de documentación que proporcione nuevas pistas. De momento parece que ya tiene en su poder facturas de la fundación Noos -el centro neurálgico de los negocios de Iñaki Urdangarin-, por valor de varios millones de euros que demostrarían el tráfico de comisiones en torno al proyecto Palma Arena.

En las próximas horas, dice El País, "el fiscal y los policías del grupo de Delincuencia Económica tomarán declaración a diversos profesionales y administradores vinculados a la fundación Noos y sus actividades en Palma". Según el diario, entre ellos estará  Diego Torres "segundo de Iñaki Urdangarin y director de la entidad (Fundación Noos)", que ya ha declarado como imputado ante el juez Castro, en Palma. Otra de las grandes piezas cazadas por el fiscal Anticorrupción balear es José Tejeiro, asesor fiscal de Urdangarín y secretario de Noos. Es obvio por tanto a quién apuntan las investigaciones mediante la táctica de cerco progresivo: al mismo Iñaki Urdangarin.

En el caso ha sido también implicado José Luis "Pepote" Ballester, ex director general de Deportes con Matas, "el puente para los primeros contactos y el gestor de las partidas de fondos". Balllester es un conocido amigo personal del rey desde hace años.

Vamos a ver pues hasta dónde permiten llegar a los investigadores.

En la fotografía que ilustra el post, Jaume Matas e Iñaki Urdangarin comparten la presidencia de un acto en Baleares.

El debate entre un hombre y una máquina


En el debate televisivo de anoche, ninguno de los dos contendientes expuso políticas coherentes. En realidad ambos se limitaron a repetir tópicos: creación de empleo, salida de la crisis, España es un gran país etc.
 
Evidentemente quedó demostrado que Rubalcaba es un político de raza, y que Rajoy es un autómata. Pero al parecer hay varios millones de españoles a los que eso les da igual.
 
El debate de ayer no evitará la victoria del PP, pero habrá espabilado a un buen puñado de votantes de izquierda que pensaban abstenerse y que finalmente, no lo harán.

lunes, 7 de noviembre de 2011

La responsabilidad histórica de los socialdemócratas




La crisis o lo que sea sigue desmochando Gobiernos de todos los colores. En Grecia, Papandreu acaba de tirar la toalla y avenirse a un gabinete de coalición sin su presencia que preparará el retorno al poder de la derecha, y que tendrá lugar en las elecciones que se celebrarán en febrero. En Italia, Berlusconi está a punto de salir literalmente del país, como el mismo anunció hace poco -"un día cogeré un avión y me iré de Italia", agobiado por la presión que recibe más desde dentro de la derecha que de una izquierda tan atomizada como vacía de contenido. España por su parte, se enfrenta a unas elecciones generales en las que según los pesimistas lo único que realmente se dirime es quién aplicará las "reformas" que liquidarán el llamado Estado del Bienestar, es decir, el conjunto de conquistas logradas por los trabajadores en las últimas décadas a remolque de los años felices de la socialdemocracia europea.

En realidad no es así, y ni la recuperación de la economía productiva requiere el exterminio de los servicios públicos trabajosamente construídos en estos años, ni tampoco da lo mismo quien gane en las urnas el 20 de noviembre. Es posible que el PSOE esté atravesando una de las etapas más desdibujadas de su historia y que la derecha franquista más o menos modernizada haya consolidado en las últimas décadas una base social popular indiscutible, pero extraer de ahí conclusiones en cualquiera de los dos sentidos o en ambos a la vez citados al comienzo de este párrafo, resulta en el primer caso interesadamente criminal y en el segundo, interesadamente estúpido. Y es que para reactivar la producción y el consumo de bienes reales lo que necesitamos es más Estado protector, y para conseguirlo no da igual evidentemente quien gane las generales del 20 de noviembre.  

Solo un Estado fuerte y con capacidad para intervenir en la economía puede garantizar en estos momentos protección para todos y capacidad de reacción frente a los ataques de esas bandas de delincuentes que llaman "mercados financieros". Y por otro lado, solo un Gobierno socialdemócrata con amplio apoyo popular -popular de pueblo, no del partido de la corrupción y el franquismo- puede desarrollar políticas que saquen al país, a este o a cualquier otro, del marasmo económico y social. Solo quienes creen en el Estado, en definitiva, pueden -si quieren-  devolverle su autonomía frente a los poderes espúreos que ahora le atosigan y que trabajan esforzadamente por la victoria de las derechas reaccionarias como el Partido Popular.

Mientras las izquierdas se debaten en estos asuntos, las derechas apretan sus filas -basta con ver cómo los nacionalistas catalanes y la derecha española han olvidado los supuestos agravios recientes (recurso contra el Estatut, presunta persecución del castellano en Catalunya, "soberanismos", etc) para a partir de la constatación de que ambos defienden el mismo "modelo de sociedad", es decir la promoción del capitalismo desnudo de todo afeite, colaborar en la implantación de esta vuelta a su versión más salvaje, la manchesteriana fundacional. Vean sino cómo la sanidad ý la educación públicas están siendo destruidas con igual saña y eficacia por el gobierno autónomo del PP en la Comunidad de Madrid y por el nacionalista local en Catalunya; quien no quiera ver esto no solo está ciego, sino que es él mismo quien se saca los ojos. De modo paralelo, hace tiempo que se vienen produciendo reuniones entre el PNV vasco y la derecha española, en las que se están dibujando futuras políticas económicas conjuntas que expandan ese "modelo de sociedad" que asimismo les une más allá de las ideologías superstructurales que ambos emanan para consumo de incautos y fanáticos.

Vivimos tiempos atroces en los que de nuevo hay que elegir lado de la trinchera, en ocasiones y si es necesario con una pinza en la nariz. Les digo francamente que jamás pensé en conocer la hora en que desde el socialismo de izquierdas habría que llamar a los socialdemócratas a asumir sus responsabilidades como garantes de los derechos de los trabajadores desde el posibilismo gubernamental que han practicado históricamente. Pienso que tal hora ha llegado. El problema ahora es saber si a estas alturas quedan socialdemócratas para ejecutar la tarea. Rubalcaba tal vez sea la última carta a jugar. Luego, veremos.


viernes, 4 de noviembre de 2011

El último hurra de Rubalcaba

En 1958 John Ford rodó El último hurra, una espléndida película protagonizada por Spencer Tracy en el papel de un viejo alcalde liberal (en el sentido norteamericano) de una ciudad de Nueva Inglaterra, que se apresta a librar su última batalla política teniendo como rival en la reelección a un estúpido incompetente apoyado por los sectores más poderosos y reaccionarios de la ciudad.

El último hurra es pues una película crepuscular y nostálgica, pero también una llamada al optimismo y a la pelea. Desconozco si Alfredo Pérez Rubalcaba es hombre amante del cine, pero a poco que lo sea seguro que aprecia este film, que además de sus virtudes cinematográficas tanto tiene que ver con su actual situación en la política española. A Rubalcaba le ha tocado en suerte defender el honor de su partido y sus votantes, más incluso que intentar materializar las remotas posibilidades que tiene de ganar unas elecciones que todos dan por favorables al Partido Popular. No se trata tanto de tener "un buen resultado" como de devolver la fé al electorado de izquierdas de que ganar, sino esta vez la próxima, es perfectamente posible, y de convencerles por tanto de que no estamos ante el inicio de un "Reich de los Mil Años" de la derecha española por vía democrática, algo especialmente doloroso y descorazonador no ya para la gente de izquierdas sino para cualquier demócrata español en general.

Si alguien puede lograr esto, si hay alguien capaz de lanzar ese último hurra y conseguir que le sigan en masa a la batalla aunque sea para caer en ella, ese es Pérez Rubalcaba. Contra lo que afirman quienes no conocen el PSOE por dentro, Rubalcaba no es un típico aparatchik sino un verdadero soldado del partido, acaso el último. Un hombre crecido políticamente en el servicio al partido y a las clases sociales lideradas históricamente por éste. Un hombre en definitiva, para el que ser secretario general o barrer una Casa del Pueblo vienen a ser tareas no muy diferentes y en todo caso, dotadas de la misma dignidad.

A un hombre así se le puede vencer políticamente, pero nunca se logra aniquilarlo. Rubalcaba morirá políticamente con las botas puestas, cuando todo el mundo haya olvidado el apellido de su contrincante electoral y a lo que parece posible vencedor.

En la fotografía que ilustra el post, Alfredo Pérez Rubalcaba durante su etapa como ministro del Interior.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El Partido Popular examinará de españolidad a los inmigrantes


Por fin el Partido Popular ha descubierto su programa electoral. Son varios centenares de propuestas a cual más retrógrada y antipopular, que pueden reumirse en dos: bajar los impuestos a los ricos y bajar los salarios a los trabajadores.

De todos modos y visto como están las cosas, si Mariano Rajoy gana las elecciones e intenta aplicar esta garrulez neoliberal al pie de la letra, en dos o tres años como máximo tendremos de nuevo lecciones generales; o un golpe de Estado para frenar la contestación popular. Pero elecciones de aquí a cuatro años agotando la legislatura, ni de broma. Así que no hay mal que por bien no venga.

En fin, que hasta los periodistas de cámara del PP empiezan a decir que Rajoy tiene problemas para encontrar alguien que quiera hacerse cargo de la cartera de Economía en su (posible) futuro Gobierno. Claro que estos mismos "portacoces" mediáticos, añaden, maliciosos, que siempre tendrá a Cristóbal Montoro a mano esperando el nombramiento.

 Así que mientras los gurús de la economía y otras artes mágicas desmenuzan los contenidos del invento, si es que este tiene alguna substancia real desmenuzable, cosa más que dudosa, aquí vamos a fijarnos primero en medidas de mucho empaque social, cual es la de expander en nuestra sociedad la idea de que ser español es una cosa tan requeteimportante, que no puede estar al alcance de cualquiera. Ya se sabe que en tiempos de crisis no hay como alimentar las bajas pasiones nacionalistas para que el rebaño forme tras el pastor, y en estos casos nada tan agradecido como arrearle un buen garrotazo a los inmigrantes, siempre indefensos y a mano.

Y es que no contentos con explotarlos, perseguirlos y vejarlos de todos los modos posibles, nuestra derecha patria propone ahora impedir el acceso de los inmigrantes a la nacionalidad española, salvo en los casos muy concretos que son de su interés. Dice El País de ayer lunes que el Partido Popular "ha decidido imponer un examen de españolidad para conseguir la nacionalidad como una de sus promesas recopiladas para las elecciones del 20N". En el punto 3.6. del programa, que con todo cinismo titulan "Integración", puede leerse: “Requeriremos el conocimiento de los valores fundamentales contemplados en la Constitución que son la base de nuestra sociedad, y el conocimiento suficiente de la lengua, la historia y cultura españolas para la obtención de la nacionalidad. Se dará una solemnidad adecuada al acto de adquisición de la nacionalidad española". ¡Toma castaña!.


Hasta ahora los trámites para conseguir la nacionalidad española eran, según informa el diario madrileño, puramente administrativos y finalizaban con un acto protocolario de juramento o promesa en relación a las instituciones y las leyes vigentes en el país. Lo que propone ahora el PP es un examen de cultura general española, que según El País ya ha funcionado durante unos meses por iniciativa de algún juez del Registro Civil en la provincia de Barcelona, un trivial de preguntas y respuestas tipo "¿En qué año Colón descubrió América?" o ¿"Cómo se llamaban los Reyes Católicos?". Al saltar el caso a la prensa y ante el hazmerreír general se suspendió la patochada, ilegal por otra parte. Que se sepa, nadie ha sido sancionado por esa iniciativa. 

En lo que se refiere a plazos de residencia requeridos para poder optar a la nacionalidad española, según El País el PP concedería "la nacionalidad por carta de naturaleza a los ciudadanos de los países iberoamericanos" que cumplan dos años de servicio en las Fuerzas Armadas (lo que evidentemente sería una medida discriminatoria para el resto de colectivos optantes, a los que se exigen plazos mucho más largos). Al parecer pues, la derecha española ha optado definitivamente por un ejército formado por mercenarios según el modelo norteamericano, a los que se atraería con la zanahoria de conseguir el pasaporte español prácticamente solo con enrolarse en las Fuerzas Armadas. 

De todos modos, sería curioso de ver los resultados del trivial que se inventen si previamente se aplicara a ciudadanos españoles nativos. Vista la incultura general, es seguro que un pocentaje alto entre ellos, sobre todo jóvenes, suspenderían de modo irremediable. ¿Habría que quitarles la nacionalidad española?

Y desde luego, habrá que ver qué preguntas componen el examen. Conociendo al Partido Popular y su concepto de "cultura e ideosincrasia españolas", lo más probable es que versen sobre asuntos tan fundamentales como estos: el modo en que se cocina una paella valenciana, quién concede al torero las orejas y el rabo del toro tras la lidia, cómo se llamaba el portero soviético al que le marcó su gol Marcelino o en que fecha nació el Generalísimo Francisco Franco, entre otras gilipolleces por el estilo.

No tienen remedio.