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lunes, 16 de enero de 2012

Muere Fraga Iribarne, el Goebbels de Franco



La muerte le ha llegado a Manuel Fraga Iribarne a los 89 años de edad. Fraga Iribarne -así se llamaba a los miembros de la clase política durante el franquismo: por los dos apellidos, sin el nombre- era ya una supervivencia de sí mismo y desde luego, de una época pretérita sobre la que la derecha franquista postmoderna está reescribiendo la Historia con el mayor de los descaros, gracias en parte a la desmemoria de una neoizquierda de salón que desconoce hasta de dónde viene.

De Fraga Iribarne escribió hace muchos años Manuel Vicent que todavía llevaba pantalón corto cuando se subió por primera vez a un coche oficial. Nacido en la Galicia caciquil y atrasada de la postguerra española, su carrera política comenzó a principios de los años cincuenta del pasado siglo en organismos menores asociados al Movimiento, el pastiche que substituyó a la Falange como partido único del régimen franquista cuando a partir de 1945 la dictadura hubo de esconder sus orígenes fascistas, y comenzó a presentarse como un "régimen autoritario" y paternalista. Fraga siempre fue un falangista puro y duro, un "azul", según la terminología de la época que clasificaba a los integrantes de la nomenclatura del régimen. 

En los años sesenta el camarada Fraga Iribarne se convirtió en responsable de propaganda de Franco desde su cargo como ministro de Información y Turismo. En 1964 dirigió la gigantesca operación de intoxicación ideológica de masas que fue la celebración de los "XXV años de paz" del régimen, es decir la conmemoración del 25 aniversario de la victoria militar del fascismo en España. En esos mismos años sesenta organizó un reférendum bajo el lema "Franco, sí", ganado con el 98% de los votos, y pergeñó una ley de prensa que ponía una espada sobre la cabeza de cada profesional de los medios no editados por el Movimiento, incitando a la autocensura de los periodistas so pena de sanciones que pasaban por las multas, la cárcel y hasta la prohibición de cabeceras y la voladura de sus instalaciones, como ocurrió años más tarde con el diario "Madrid". En 1966 se produce el famoso accidente de Palomares, en el que varias bombas atómicas norteamericanas cayeron sobre suelo y aguas territoriales españolas tras el choque de dos aviones en vuelo; Fraga y el embajador norteamericano se fotografiaron bañándose juntos en una playa que, dijeron, estaba próxima al lugar donde cayeron las bombas, para dar a entender que no había peligro alguno (lo cierto es que aún hoy los terrenos donde se recuperaron las bombas siguen siendo zona radioactiva, a pesar de haber sido removida la tierra). 

A partir de 1969 la estrella de Fraga sufre un primer declive al caer el Gobierno bajo el control de los llamados "tecnócratas", es decir los miembros del Opus Dei. La secta, conocida como La Mafia Negra, logra arrinconar a los viejos falangistas, y Fraga se marcha de embajador a Londres. Son los años en los que en la política y la economía española mandan los "Lópeces" (López Bravo, López Rodó, López de Letona), bajo la protección del almirante Carrero Blanco, mano derecha de Franco en su ocaso. Fraga no se resigna, e instrumenta el caso Matesa (una colosal estafa empresarial en torno a la industria textil) para atacar y en parte herir aunque no aniquilar el poder del Opus.  Luego vendrán Sofico, Redondela y otros escándalos económicos, con asesinatos de testigos incluidos, que socavan el poder del Opus en el régimen.

Muerto Franco, en 1975 Manuel Fraga regresa de Gran Bretaña y es nombrado vicepresidente y ministro de Gobernación (Interior) del Gabinete presidido por Carlos Arias Navarro, llamado "el Carnicero de Málaga" por los miles de asesinatos cometidos bajo su mando policial en esa ciudad andaluza cuando fue tomada por los fascistas durante la guerra de España. En la nueva etapa ministerial de Fraga se producen las matanzas de opositores en Montejurra y Vitoria, y las muertes casi semanales de manifestantes y trabajadores en huelga. La situación se le escapaba de las manos por momentos al Gobierno de Arias Navarro, quien finalmente fue despedido por el rey en 1976. El nombramiento como presidente de Adolfo Suárez, un aventurero de la política de origen "azul", irritó sobremanera a un Fraga que ya se veía en el cargo. A partir de entonces sus relaciones con el rey Juan Carlos devinieron en inexistentes.  

Contra lo que se viene reescribiendo en los últimos años, la democracia parlamentaria no llegó a España por concesión de las élites reformistas del régimen sino por la presión de la calle, que obligó a potencias como Francia y EEUU a intervenir forzando el desmantelamiento del franquismo político. Desde el Gobierno y las instituciones, Suárez y el rey crearon un partido para pilotar esa etapa, la UCD, del cual se excluyó a los franquistas irredentos como Fraga. Éste se alió con los restos de la ortodoxia franquista y algunos viejos enemigos, como el opusdeísta López Rodó (los llamados Siete Magníficos), creando Alianza Popular (AP), un partido cuya misión era intentar perpetuar un franquismo sin Franco.  Pero las elecciones del 15 de junio de 1977 las ganó UCD, el PSOE renovado quedó segundo y AP sufrió una durísima derrota. Nombrado ponente constitucional, Fraga fue el responsable de buena parte de las insuficiencias democráticas de la Constitución de 1978,  aunque AP finalmente votó en contra de la Constitución tanto en el Congreso de los Diputados como en el referéndum del 6 de diciembre de 1978, lo que hay que recalcar en estos tiempos en que se mixtifica el pasado con tanta desvergüenza.

Posteriomente vendría la refundación de AP como Partido Popular (PP), siempre bajo el dominio totalitario del Presidente Fundador Fraga, la recogida de los restos de la UCD tras el estallido de este partido en 1982, la conversión de Galicia bajo el mando de Fraga en la "Baviera de la derecha española" (es decir, en una región gobernada durante décadas por caciques ultraderechistas corruptos), y finalmente, la victoria electoral de Aznar, hechura de Fraga Iribarne y como él, antiguo falangista, en las elecciones generales de 1996. Un largo camino en el que Fraga como Moisés, se quedó a las puertas de la Tierra Prometida: jamás logró su ambición de ser presidente del Gobierno.

En Francia o Alemania, el camarada Fraga Iribarne habría sido juzgado por crímenes contra la Humanidad, al haber sido un destacado jerarca del régimen fascista del general Franco. Y es que Manuel Fraga estuvo presente durante años en aquellos infames Consejos de Ministros de Franco en los que se firmaban condenas a muerte de ciudadanos españoles. Jorge Semprún le acusaba de haber sido uno de los que más insistieron en la ejecución de Julián Grimau. Peor todavía, al parecer Fraga amenazó a la familia del estudiante César Ruano, asesinado por la policía franquista, para que cesara en sus denuncias, y presionó a la prensa para que caracterizara a Ruano como un ser inestable que se había suicidado. Nunca hubo de responder por estas atrocidades, ni tampoco por los crímenes cometidos por la policía y la Guardia Civil a sus órdenes en aquellos terribles inicios de la Transición, ni desde luego por la actividad de organizaciones parapoliciales auspiciadas y amparadas desde el poder en esos años como la Triple A, el Batallón Vasco Español, Antieterrorismo ETA (ATE) y otras siglas semejantes, organizaciones instrumentales creadas para llevar a cabo ataques y atentados que se saldaron con muertos y heridos. Si el teniente general Saénz de Santamaría hubiera tenido ocasión de testificar ante un juez independiente, su deposición sobre Montejurra y otros sucesos habría dado con los huesos de Fraga en la cárcel para una larga temporada.

Queda por dilucidar el verdadero papel de Fraga en el 23-F, la conspiración golpista que intentó devolver España a un pasado ya imposible. Recuerden la frase del teniente coronel Tejero cuando sus sicarios con tricornio comenzaron a disparar hacia el fondo y el techo del Congreso, por encima de las cabezas de los diputados: "¡Cuidado! no les vayáis a dar a los nuestros". Quiénes eran "los nuestros" nunca lo hemos sabido a ciencia cierta, pero si tenemos algunas algunas pistas sobre ello: los escaños de los diputados de AP  estaban al fondo y arriba del hemiciclo, y Manuel Fraga no fue sacado de la cámara por los golpistas como sí lo fueron los otros dirigentes políticos, encerrados en una salita que todos sabían era la capilla antes del pelotón de ejecución caso de haber triunfado el golpe. 

En la fotografía que ilustra el post, el camarada Fraga Iribarne en su toma de posesión como ministro de propaganda franquista jura los Principios Fundamentales del Movimiento fascista y lealtad a Franco en presencia del dictador y de otros jerarcas del régimen, vestido con el uniforme del partido único.

sábado, 19 de noviembre de 2011

El único voto posible para frenar al Partido Popular


Si quieres evitar que el partido heredero del franquismo y sus aliados los nacionalistas burgueses vascos y catalanes arrasen con los servicios públicos que pagamos entre todos los trabajadores, mañana domingo no tienes otra posibilidad que votar al PSOE. 

Si crees que destruir los servicios públicos no es un ahorro sino una canallada, vota para parar a los títeres españoles, catalanes y vascos del neoliberalismo salvaje, aunque para coger la papeleta del PSOE tengas que ponerte una pinza en la nariz. Los socialistas merecen sin duda un fuerte castigo, pero no al precio de castigarnos a nosotros mismos y a nuestros descendientes.

¡Sino paramos mañana a los franquistas parlamentarios, en una sola legislatura destruirán décadas de esfuerzo y sacrificio de generaciones de trabajadores y trabajadoras de este país! ¡Ningún otro voto es útil para evitarlo, y la abstención es esta vez irresponsable!

PD Para quienes apelen a la sacrosanta "jornada de reflexión" de hoy, les dejo aquí el mitin dado a través de TVE por Mariano Rajoy, candidato del PP, durante la "jornada de reflexión" del sábado 13 de marzo de 2004. 

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El Partido Popular examinará de españolidad a los inmigrantes


Por fin el Partido Popular ha descubierto su programa electoral. Son varios centenares de propuestas a cual más retrógrada y antipopular, que pueden reumirse en dos: bajar los impuestos a los ricos y bajar los salarios a los trabajadores.

De todos modos y visto como están las cosas, si Mariano Rajoy gana las elecciones e intenta aplicar esta garrulez neoliberal al pie de la letra, en dos o tres años como máximo tendremos de nuevo lecciones generales; o un golpe de Estado para frenar la contestación popular. Pero elecciones de aquí a cuatro años agotando la legislatura, ni de broma. Así que no hay mal que por bien no venga.

En fin, que hasta los periodistas de cámara del PP empiezan a decir que Rajoy tiene problemas para encontrar alguien que quiera hacerse cargo de la cartera de Economía en su (posible) futuro Gobierno. Claro que estos mismos "portacoces" mediáticos, añaden, maliciosos, que siempre tendrá a Cristóbal Montoro a mano esperando el nombramiento.

 Así que mientras los gurús de la economía y otras artes mágicas desmenuzan los contenidos del invento, si es que este tiene alguna substancia real desmenuzable, cosa más que dudosa, aquí vamos a fijarnos primero en medidas de mucho empaque social, cual es la de expander en nuestra sociedad la idea de que ser español es una cosa tan requeteimportante, que no puede estar al alcance de cualquiera. Ya se sabe que en tiempos de crisis no hay como alimentar las bajas pasiones nacionalistas para que el rebaño forme tras el pastor, y en estos casos nada tan agradecido como arrearle un buen garrotazo a los inmigrantes, siempre indefensos y a mano.

Y es que no contentos con explotarlos, perseguirlos y vejarlos de todos los modos posibles, nuestra derecha patria propone ahora impedir el acceso de los inmigrantes a la nacionalidad española, salvo en los casos muy concretos que son de su interés. Dice El País de ayer lunes que el Partido Popular "ha decidido imponer un examen de españolidad para conseguir la nacionalidad como una de sus promesas recopiladas para las elecciones del 20N". En el punto 3.6. del programa, que con todo cinismo titulan "Integración", puede leerse: “Requeriremos el conocimiento de los valores fundamentales contemplados en la Constitución que son la base de nuestra sociedad, y el conocimiento suficiente de la lengua, la historia y cultura españolas para la obtención de la nacionalidad. Se dará una solemnidad adecuada al acto de adquisición de la nacionalidad española". ¡Toma castaña!.


Hasta ahora los trámites para conseguir la nacionalidad española eran, según informa el diario madrileño, puramente administrativos y finalizaban con un acto protocolario de juramento o promesa en relación a las instituciones y las leyes vigentes en el país. Lo que propone ahora el PP es un examen de cultura general española, que según El País ya ha funcionado durante unos meses por iniciativa de algún juez del Registro Civil en la provincia de Barcelona, un trivial de preguntas y respuestas tipo "¿En qué año Colón descubrió América?" o ¿"Cómo se llamaban los Reyes Católicos?". Al saltar el caso a la prensa y ante el hazmerreír general se suspendió la patochada, ilegal por otra parte. Que se sepa, nadie ha sido sancionado por esa iniciativa. 

En lo que se refiere a plazos de residencia requeridos para poder optar a la nacionalidad española, según El País el PP concedería "la nacionalidad por carta de naturaleza a los ciudadanos de los países iberoamericanos" que cumplan dos años de servicio en las Fuerzas Armadas (lo que evidentemente sería una medida discriminatoria para el resto de colectivos optantes, a los que se exigen plazos mucho más largos). Al parecer pues, la derecha española ha optado definitivamente por un ejército formado por mercenarios según el modelo norteamericano, a los que se atraería con la zanahoria de conseguir el pasaporte español prácticamente solo con enrolarse en las Fuerzas Armadas. 

De todos modos, sería curioso de ver los resultados del trivial que se inventen si previamente se aplicara a ciudadanos españoles nativos. Vista la incultura general, es seguro que un pocentaje alto entre ellos, sobre todo jóvenes, suspenderían de modo irremediable. ¿Habría que quitarles la nacionalidad española?

Y desde luego, habrá que ver qué preguntas componen el examen. Conociendo al Partido Popular y su concepto de "cultura e ideosincrasia españolas", lo más probable es que versen sobre asuntos tan fundamentales como estos: el modo en que se cocina una paella valenciana, quién concede al torero las orejas y el rabo del toro tras la lidia, cómo se llamaba el portero soviético al que le marcó su gol Marcelino o en que fecha nació el Generalísimo Francisco Franco, entre otras gilipolleces por el estilo.

No tienen remedio.

lunes, 31 de octubre de 2011

La impunidad de la extrema derecha española en Internet




La web del candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido asaltada esta mañana. Supuestamente el acto de piratería informática ha sido obra de Anonymous, movimiento vinculado a la publicación en Internet de información secreta y reservada de diversos Estados, vinculado asimismo a los movimientos indignados en varios países. 

En realidad parece meridianamente claro que en el ataque nada tiene que ver Anonymous, y que estamos ante una clara provocación de inequívoco aroma a extrema derecha española, pues el mensaje que han dejado en la entrada de la página Rubalcaba.net reza: “Rubalcaba, la sombra del 11-M te persigue muy cerca: La forense del 11-M declara ante la juez que en los cadáveres no había metralla”. Ya se sabe que la conspiranoia en torno al 11-M es una de las obsesiones más queridas de la perrera mediática y del Partido Popular, y no necesariamente por este orden. El mensaje es tan estúpido y recalcitrante, que denuncia por sí solo a los autores.

Huelga decir que Anonymous se ha desvinculado inmediatamente del ataque mediante un comunicado a través de sus cuentas en Twitter.

Internet en España es terreno en el que campan a sus anchas los sayones de la extrema derecha política y mediática casi desde los inicios de la Red. Llama poderosamente la atención la laxitud e ineficacia con la que les enfrentan los encargados de protegernos de sus actos criminales, lo cual no hace sino alimentar las sospechas de que bien sea por dejadez en unos casos o por complicidad en otros, la presencia fascista más o menos vinculada al Partido Popular en el ciberespacio goza de absoluta patente de corso.

En otros países de nuestro entorno, "Estados de derecho" como supuestamente lo es el nuestro, esto no es así. Quizá porque sus jueces y policías tienen claro que insultar, difamar, acosar y amenazar en el espacio cibernético constituye un delito de idéntica gravedad a hacerlo en el mundo cotidiano. Visto lo que sucede en España, algún día les explicaré el consejo que me dio un abogado especialista en derechos civiles en relación a como tratar a uno de esos delincuentes acosadores, ante la ineficacia manifiesta de las denuncias tramitadas ante la policía. Les aseguro que resulta un método contundente y eficaz, aunque francamente poco ajustado a derecho.

En la imagen la web pirateada, con la frase introducida al pie.

viernes, 28 de octubre de 2011

Gregorio Peces-Barba no cree necesario bombardear Barcelona


Gregorio Peces-Barba siempre fue un señor situado en la derecha del PSOE. Ocurre que en las últimas dos décadas el partido, o mejor dicho quienes lo manejan, se han ido tan a la derecha que Peces-Barba pasa últimamente por ser "casi" de izquierdas. Por lo demás siempre ha sido un señor muy circunspecto y muy puesto en su papel de catedrático experto en Derecho Constitucional, que es una rama del Derecho a mi entender bastante cercana a la Teología pura y al estudio del sexo de los ángeles. 

Don Gregorio es además "padre de la Constitución", una cosa que da mucho pisto aunque cada vez más esto de la Transición, la Constitución de 1978, la Monarquía juancarlista y el enjuague postfranquista en general, empiece a oler a lo que fue: una gigantesca tomadura de pelo a las aspiraciones populares. Pero a lo que vamos. Hace un par de días don Gregorio asistía al Congreso Nacional de la Abogacía y al parecer el hombre se sintió dicharachero, cosa por cierto más bien rara en él, tan serio y formal siempre. Dijo don Gregorio que en tiempos del conde-duque de Olivares se decidió "dejar a los portugueses y quedarnos con los catalanes", aludiendo a que la monarquía castellana se encontró en aquellos años del siglo XVII peleando simultáneamente contra dos levantamientos, uno en Portugal y el otro en Catalunya; al no poder luchar en dos frentes, la monarquía hispánica decidió concentrarse en Catalunya y abandonar Portugal. Continuó apuntando, supuestamente jocoso, Peces-Barba: "Yo siempre digo en broma, qué hubiera pasado si nos quedamos con los portugueses y dejamos a los catalanes. Quizás nos hubiera ido mejor”.

Según el diario El País de ayer jueves día 27 de octubre, Peces-Barba siguió eructando en el mismo tono, presuntamente distendido, a pesar de que una treintena de abogados catalanes se levantaron y abandonaron la sala: "No soy pesimista. Estaremos en mejores condiciones que en otras épocas. No sé cuántas veces hubo que bombardear Barcelona (...) Creo que esta vez se resolverá sin bombardearla". Como para echarse unas risas con las ocurrencias del señor Peces-Barba.

A mí me gustaría pensar que aquella mañana don Gregorio se había fumado un cigarrillo extraño, o que simplemente había consumido demasiado alcohol. Cualquiera de las dos explicaciones me produciría alivio, al descartar que don Gregorio estuviera ofreciendo su pensamiento real sobre "el problema catalán". Y es que esas bromas que no son tales resultan enormemente preocupantes en boca de alguien que dice ser -más o menos- de izquierdas, pero al que sobre todo se tiene por un "experto en Derecho Constitucional". Porque si la Constitución española ha de entrar como dicen que entraba la letra antiguamente -con sangre-, en este caso mediante los bombardeos a cañonazos de Barcelona desde el castillo de Montjuïc como en épocas pretéritas o desde aviones fascistas "nacionales" como en otras más recientes, pues apaga y vámonos. Pero vámonos de aquí a la carrera con las mujeres y los niños primero, por lo que pueda ser.

Más triste aún es que visto el revuelo montado, don Gregorio intentara luego disculparse pero en realidad solo consiguiera acentuar la ofensa, al sostener que los catalanes carecemos de sentido del humor. Solo le faltó decir que, como  recomendaban al paisano los otros mozos que le habían molido a golpes en el famoso chiste de Gila, si los catalanes no tienen sentido del humor para aguantar los palos lo mejor es que se vayan del pueblo.

Cualquiera diría que al excelso constitucionalista le hace tilín la idea de dejarnos a los catalanes fuera de España. Como le oí decir en la SER, quizá fuera mejor "dejarnos marchar". ¿Y quién se ha creído don Gregorio que es para "permitirnos" irnos o quedarnos?. Nos iremos o nos quedaremos si lo decidimos democráticamente nosotros, los afectados, no un tipo soberbio que se comporta como si fuera un autoritario y arrogante capitán de los Tercios de Flandes. ¿Y qué hará don Gregorio si los catalanes decidimos irnos, enviarnos a la Legión? Y si queremos quedarnos ¿nos mandará al rincón de los castigados, como a los niños malos y rebeldes?.

Don Gregorio Peces-Barba  acaba de hacerles media campaña electoral a los independentistas catalanes, al demostrar que debajo de tanto constitucionalismo "de izquierdas", puede existir por desgracia la misma caspa carpetovetónica que en el bigote fascistoide de José María Aznar. Apañados estamos los catalanes y los españoles de buena voluntad con estos "expertos constitucionalistas".

En la imagen que ilustra el post, un grabado de época muestra uno de los criminales bombardeos militares de Barcelona efectuados desde Montjuïc. Este en concreto ocurrió el 3 de diciembre de 1842, por orden del general Espartero.

viernes, 21 de octubre de 2011

ETA anuncia el fin del terrorismo nacionalista vasco




El comunicado emitido ayer por la organización nacionalista vasca de carácter terrorista ETA da cuenta del cese de de sus actividades. ETA anuncia que deja definitivamente de matar, lo cual es una excelente noticia, pero no dice aún que vaya a disolverse, lo cual sitúa el asunto en sus verdaderos términos. Y es que ETA está acabada y preagónica, pero no muerta; sigue respirando, aunque sea con dificultades crecientes. 

Del comunicado sorprende su brevedad y la transparencia, lejos de esas imitaciones del lenguaje marxista entremezcladas de retorcido jesuitismo dominantes en sus escritos hasta hace bien poco. Aquí la claridad del redactado no deja lugar a dudas: ETA reconoce que ha perdido y que el "conflicto vasco", de existir, se resolverá sin ella.  Ya solo aspiran a salvar la cara delante de su gente, negociando algún arreglo para sus presos y para los escasos "liberados" que les quedan.  Por cierto, en el comunicado no hay ni una frase sobre Navarra, antaño "irrenunciable"; por no hablar, en el texto ni siquiera mencionan la autodeterminación y la independencia, que solo aparece en los gritos de ritual finales.

Y es que una organización que tiene a 700 de sus militantes en la cárcel y apenas 50 en libertad, infiltrada hasta la médula por la policía española y sobre todo por la francesa (que sabe más de ETA que sus propios dirigentes), abandonada por sus padrinos internacionales históricos (los EEUU y el Vaticano, que le han dado apoyo político, financiero y estratégico a lo largo de los años), con sus fuentes de financiación definitivamente cegadas, y con una base social que ha roto la tradicional "omertà" vigente en ese mundo y ya cuestiona abiertamente hasta la propia existencia del grupo terrorista, simplemente carece de futuro. 

Llama poderosamente la atención que en el documento comentado  ETA se refiera a "los gobiernos de España y Francia", olvidando la cursilada habitual de los  nacionalistas de nombrar "el Estado español y el Estado francés". Esto es mucho más que una cuestión semántica: es el reconocimiento formal de que España y Francia son realidades más tozudas (en el sentido marxista) que las fantasías de ETA y sus seguidores, y sobre todo de que si ETA quiere conseguir algún beneficio en esta su hora final (liberación de algunos presos, acercamiento a Euskadi de otros, regreso legal de huídos), va a tener que negociar con gobiernos y no con Estados. ¿Dónde queda la ETA que en los años setenta y ochenta decía que solo negociaría con el Ejército español,  ninguneando a los gobiernos democráticos del país?.

Unas horas después del comunicado etarra, Mariano Rajoy reconocía en una declaración pública que no han habido "concesiones políticas" por parte del gobierno español.  Obviamente a la perrera mediática y a las organizaciones de agitación social de la derecha española como la AVT, les da igual. Contra toda evidencia, la derecha española seguirá agitando el espantajo de que el Gobierno Zapatero y "los socialistas" han pactado políticamente con ETA cediendo a sus pretensiones, arrodillados ante los pistoleros encapuchados; se ninguneará el papel jugado por Pérez Rubalcaba, el hombre clave en el proceso que ha llevado a la organización terrorista vasca a la posición de debilidad en que está y desde la que no han tenido más remedio que decir que lo dejan; y de aquí a nada, en fin, intentarán convencernos de que fue un gobierno del Partido Popular el que acabó con ETA, siguiendo su costumbre de reescribir la Historia llenándola de mentiras y falsedades. Pero todo da igual hoy. lo único importante es que se acabó ETA, y que no hay vuelta atrás posible para ella.

martes, 20 de septiembre de 2011

Cuando las piedras se puedan comer y ya nadie sea más que nadie


Durante el tiempo en que anduve investigando y luego escribiendo el libro sobre la vida y muerte de Mariano Carilla Albalá me venía a la mente muchas veces el tema Canta por mí, de El Último de la Fila. Es una de las letras más claras y tersas de un grupo que años atrás no me gustaba especialmente por causa del lenguaje rebuscado y artificioso que a menudo tienen las letras de sus canciones, lyrics a veces pretenciosamente poéticos y casi siempre conceptualmente poco inteligibles. 

El grupo duró unos 15 años, y estaba encabezado por un dúo formado por Manolo García, un catalanoandaluz del Poble Nou barcelonés, y por Quimi Portet, oriundo de Vic, en la Catalunya profunda. Puro mestizaje de dos culturas, que en el caso de El Último de la Fila a veces dio resultados de gran brillantez y en otras menos.

Canta por mí sin embargo es otra cosa como digo, y además de una música de calidad y bien armonizada tiene a mi juicio versos de gran altura y muy evocadores. Hay uno que cuando lo escucho me recuerda siempre la famosa fotografía de Miguel Hernández en el frente de Extremadura, en la que el poeta está declamando versos bajo la lluvia rodeado de soldados con cascos y capotes:

Si les miente la vida
se hacen parapetos con poemas

Aunque lo más hermoso de la canción sea sin duda este otro fragmento, que supongo es el que de algún modo se me engarzó subliminalmente al recuerdo de Mariano y sus compañeros de lucha y deportación:

Un día color de melocotón,
cuando todos seamos libres,
cuando las piedras se puedan comer
y ya nadie sea más que nadie,
canta por mí
si no estoy yo aquí.

Seguiremos cantando por ellos pues, pese a quien pese. 

Les repito el enlace a Canta por mí en You Tube. El video corresponde a un actuación en directo en el Estadi Olímpic de Montjuïc, en Barcelona, octubre de 1990.

La fotografía que ilustra el post es una imagen maravillosa tomada por Agustí Centelles en la Rambla barcelonesa, en agosto de 1936. Un miliciano se despide de su compañera y su hijo casi recién nacido antes de subir al camión que le llevará al frente de Aragón.

viernes, 9 de septiembre de 2011

"Itinerarios e identidades", el censo de los aragoneses deportados a los campos nazis


La publicación este verano de "Itinerarios e identidades. Republicanos aragoneses en los campos nazis", obra del historiador Juan Manuel Calvo Gascón, representa un avance importante en la recuperación de la memoria histórica relacionada con el paso de miles de ciudadanos españoles por el universo de los campos de exterminio, esa infamia que los nazis crearon en Europa en los años del cénit de su poder.

El tema es vasto, y las posibilidades de estudio de aspectos inéditos o poco conocidos siguen siendo enormes. Juan Manuel Calvo se ha centrado en concreto en la deportación de aragoneses, estableciendo un cuidado censo de este colectivo compuesto por algo más de un millar de personas, alrededor del 12% de los españoles llevados a Mauthausen y otros campos, un porcentaje muy superior al peso demográfico histórico de la comunidad aragonesa en el conjunto de la población española. 

Más allá de la frialdad de los números y las estadísticas, Calvo explora las biografías de los protagonistas de los hechos, una nutrida selección de ex deportados, narrando sus experiencias individuales en los campos y la visión que tienen o tuvieron (por razones biológicas apenas quedan ya entre nosotros supervivientes de la deportación), buscando el pulso personal en cada testimonio. Una reconstrucción de un tiempo y unos acontecimientos que nos devuelve a la "historia de las gentes sin Historia" -es decir a la historia de los hacedores reales de la Historia-, como método de conocimiento del pasado que fue realmente existente y no el fabulado por el régimen franquista.

He de reseñar con gran satisfacción que muchas de las informaciones y reflexiones que aporta Juan Manuel Calvo en este libro publicado como digo en plena canícula, se corresponden a la perfección con lo que yo expongo en "Un castillo en la niebla. Tras las huellas del deportado Mariano Carilla Albalá". Los dos hemos trabajado en paralelo sin conocer el contenido de las investigaciones del otro, y sin embargo hemos llegado prácticamente a las mismas conclusiones, como ya se vio durante la presentación de mi libro en Barcelona, en la que tuve el honor de contar con Juan Manuel como introductor. Lo cual  demuestra a mi juicio la justeza de nuestros planteamientos de partida y de las conclusiones a las que llegamos cada cual por su cuenta, así como la corrección de las fuentes y testimonios manejados por ambos. La única diferencia radica obviamente en que yo me centré en la persona de Mariano Carilla Albalá como arquetipo de los deportados españoles,  y Juan Manuel Calvo ha reunido como digo un conjunto de biografías que establecen un censo riguroso de deportados aragoneses.

El libro contiene además un abundante y bien escogido material gráfico, y se acompaña con una extensa bibliografía y un cd que contiene una base de datos pormenorizada en la que figura el millar de deportados aragoneses. La edición ha corrido a cargo del Gobierno de Aragón dentro de su programa de recuperación de la memoria histórica aragonesa Amarga Memoria. Como curiosidad, parece que este ha sido el último libro editado bajo ese sello, que desaparece tras el cambio político acaecido en Aragón en las últimas elecciones autonómicas y municipales. Signo de los tiempos. 

CALVO GASCÓN, Juan Manuel. Itinerarios e identidades. Republicanos aragoneses deportados a los campos nazis. Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón. Zaragoza, 2011.

viernes, 19 de agosto de 2011

El verdadero rostro de Benedicto XVI


Ahí le tienen, una vez más. Este es el verdadero rostro de Joseph Ratzinger, alias Benedicto XVI, llamado Papa por sus seguidores vaticanistas. El rostro de un joven militante de las Juventudes Hitlerianas, orgulloso de su uniforme y de sus insignias. El de un soldado que luchó en el Ejército nazi y que a la hora del derrumbe militar desertó de su unidad, llevándose el fusil por si acaso lo necesitaba por el camino.

Mientras Ratzinger servía militarmente a Adolf Hitler y a su satánico Régimen, jóvenes cristianos bávaros como él, los miembros de La Rosa Blanca, morían defendiendo la libertad y llamando al derrocamiento del nazismo. La memoria de los hermanos católicos Sophie y Hans Scholl y de sus compañeros, torturados, encarcelados y asesinados por resistir al nazismo, debería perseguir a Ratzinger hasta la tumba. 

Sí se podía decir NO al Régimen nazi: los hermanos Scholl y otros héroes lo hicieron.  ¿Por qué no lo hizo quien dice ser un hombre de Dios?.

lunes, 8 de agosto de 2011

En Poyales del Hoyo los franquistas desentierran a sus víctimas


En Poyales del Hoyo, un pueblacho de la provincia de Ávila al que a partir de ahora habrá que empezar a llamar Poyales del Odio, en esa Castilla aún con las legañas del fascismo franquista pegadas a la cara, un majadero que ejerce como alcalde -del Partido Popular, por supuesto- ha decidido sacar de su tumba los restos de nueve personas, entre ellas tres mujeres, asesinadas por falangistas locales durante la mal llamada Guerra Civil, y arrojarlos a una fosa común. Lo cuenta El País de hoy, y cualquier persona que no tenga el cerebro podrido no puede dar crédito a sus ojos cuando está leyendo la noticia.

El mentecato fascista que tomó semejante decisión se llama Antonio Cerro, ejerce como alcalde del pueblo y ha contado con la colaboración de los otro cuatro concejales del partido de la derecha franquista. Tal contribución a la democracia y la reconciliación entre españoles se inició cuando el alcalde Cerro decidió "dar por concluida la cesión en el cementerio de un espacio, que el propio Consistorio había aprobado en 2002, para enterrar los restos mortales de tres mujeres del pueblo asesinadas por falangistas en 1936", segun informa El País. Sobre esa tumba, continúa el diario, "se colocó una lápida conmemorativa con sus nombres y una paloma de la paz". Ahora el actual alcalde "aprovechó la petición de una de las descendientes para recuperar los restos de su abuela y vació completamente la tumba". Y aún que no ordenó tirarlos en cualquier barranco.

Ayer, unas setenta personas comprometidas con la recuperación de la memoria histórica -si, la memoria histórica, fascistas: el recuerdo de vuestros crímenes- fueron a Poyales del Hoyo para protestar pacíficamente por la incalificable salvajada cometida. En la entrada del pueblo les recibió una considerable manada de energúnemos encabezados por la corporación municipal. Un bisnieto de una de las mujeres asesinadas cuyos restos están ahora en una fosa común, describe así el momento: "Cuando llegué a la plaza, ya estaban allí los cuatro y unos cuantos más, bebidos y esperándonos". Los cuatro son, aclara El País, los concejales que el Partido Popular obtuvo, además del alcalde, en las elecciones municipales del pasado 22 de mayo.

Otros testigos señalan que fueron precisamente los concejales del PP quienes "jalearon y comandaron al grupo que reventó el acto (...) entre gritos e insultos. Nos llamaban "putos rojos", nos decían que no éramos del pueblo y seguramente ni españoles". Unas chicas que llevaban una pancarta con el texto "Somos los nietos de los obreros que no pudistéis fusilar" fueron golpeadas al grito de "Si Franco levantara la cabeza os cortaba el cuello". ¿Dónde estaban las Fuerzas de Orden Público? Tres guardias civiles presentes hicieron el don Tancredo durante los incidentes. Es evidente que Cerro y compañía jugaban en casa.

En conclusión cabe preguntarse si existe un Gobierno en España. No digo ya un Gobierno socialista, socialdemócrata, socialmercado o lo que sea, simplemente un Gobierno que además de haber salido de unas elecciones democráticas ejerza como tal. Lo dudo mucho, porque en ese caso a estas horas Antonio Cerro, sus concejales y el resto de energúmenos borrachos de odio y alcohol estarían ya detenidos por las agresiones cometidas, el alcalde y los concejales en concreto cesados y procesados por haber profanado la tumba e incitado y dirigido las agresiones, y los mandos de la Guardia Civil territorial bajo investigación por no haber previsto un dispositivo de protección suficiente, cuando era público y notorio a tenor del ambiente creado en el pueblo que los manifestantes iban a ser agredidos por la horda que comanda Cerro.

¿Y el Partido Popular? ¿Ustedes creen que echará de sus filas a Antonio Cerro? Quiá hombre, a estas horas Cerro debe ser el hombre de moda entre dirigentes, afiliados y simpatizantes del PP. "Cerro, el alcalde que los tiene bien puestos".

Ya saben "putos rojos, os vamos a matar a todos" ... otra vez. ¿Y por qué no? Total, seguramente les volvería a salir gratis.

En la fotografía que ilustra el post, la tumba que ha sido destrozada y profanada por orden del alcalde y el equipo de gobierno (PP) del Ayuntamiento de Poyales del Hoyo.

sábado, 6 de agosto de 2011

Ramón Acín, un hombre bueno



La noche del 6 de agosto de 1936, hoy hace 75 años, el intelectual, artista y pedagogo oscense Ramón Acín Aquilué fue fusilado en las tapias del cementerio de Huesca por un grupo de falangistas y guardias civiles que acababan de secuestrarle a él y a su mujer, Conchita Monrás, sacándoles de su domicilio a golpes y gritos salvajes en presencia de Katia y Sol, sus hijas de corta edad.

Su delito: ser humanista, anarquista y haber fustigado por escrito en la prensa progresista a la derecha sociológica local -provinciana, clerical, reaccionaria y arrogante hasta el ridículo-, esa"Huesqueta" que aún sigue perviviendo en la capital altoaragonesa.

En julio de 1933, estando encarcelado por haber participado en una huelga, Acín había escrito esta emotiva carta a sus hijas en la que dibujó una paloma volando hacia a la libertad:

Mis queridas Katia y Sol:

Recibí vuestras cartitas con unas linietas de mamá y otras del padrino que está viajando por el mar Mediterráneo. También vosotras iréis y conoceréis otros países cuando seáis mayorcitas, pero tenéis que estudiar mucho.

Duerme papá en una sala grande con 47 más, muchos son jóvenes, otros tienen niños como vosotras y también los quieren mucho como yo os quiero a vosotras.

Algunos ratos jugamos a la pelota, otros leemos, otros hablamos de cosas que vosotras aprenderéis cuando seáis mayores y que no son malas pues los que estamos aquí presos nos han traído porque queremos que los niños y sus papás y todos vivan más alegres y mejor y todos pasen el verano en sitios bonitos que hoy sólo pueden ver los que tienen perricas y eso no debe ser y muchos protestamos y a Galán lo mataron.

También el papel de papá tiene dibujo al principio como el vuestro, una palomica que todas las noches se escapa por las rejas de la cárcel y que cuando vosotras y mamá dormís os besa y vuelve a mí. Os quiere vuestro papá Ramón.

(Al margen) Recuerdos de Arnalda. 26 julio 1933.

Este era el hombre al que asesinaron, hoy hace 75 años, los Salvadores de España oscenses.

Para saber más de Ramón Acín, visiten la página web de la Fundación Ramón y Katia Acín y lean la biografía "Ramón Acín, 1888-1936. Una estética anarquista y de vanguardia", de Sonya Torres Planells (Editorial Virus. Barcelona, 1998).

La imagen que ilustra el post es una fotografía de Ramón Acín en sus años de madurez.

lunes, 25 de julio de 2011

El Día de Santiago de 1936 en Lanaja. Setenta y cinco años de una gesta popular


1. Los hechos tal como fueron

El 25 de julio de 1936, en los inicios de lo que más tarde sería llamada la Guerra Civil española, una fuerza armada compuesta por militares rebeldes y sicarios falangistas asaltó el pueblo de Lanaja (1). Venían de Zaragoza. No era la primera vez que los sublevados intentaban entrar en la villa monegrina desde que el 18 de julio se conoció por la radio la sublevación de una parte del Ejército español contra el Gobierno legítimo.

Ya el día 20 los miembros del sindicato local najino rechazaron a tiros en las cercanías de Alcubierre una primera incursión de unos 30 ó 40 falangistas procedentes de la capital aragonesa. La excusa de la razzia falangista era liberar a unos presuntos rehenes, familiares de militares rebeldes a los que nadie había inquietado hasta ese momento.

En la mañana del día 24 una fuerza mayor, la 12ª Bandera de Falange a la que se sumaron otros voluntarios derechistas zaragozanos, atacó al alba Lanaja, topando asimismo con una dura resistencia popular, esta vez organizada en el Saso. A las filas de los campesinos najinos se sumaron obreros del Canal, trabajadores temporeros y sindicalistas llegados de otros pueblos, especialmente de Sariñena. Tras un combate de nueve horas la derrota de los atacantes fue completa, ya que se vieron obligados a huir en desbandada hacia Alcubierre dejando tras de sí algunos muertos y dos prisioneros, que fueron ejecutados de inmediato.

Un día más tarde, el 25 de julio, día de Santiago Apóstol, se envió desde Zaragoza contra Lanaja una fuerza militar considerable, al mando del comandante del Regimiento de Carros de Combate nº 2, Nicolás de Arce Alonso (2), en la que se integró un nuevo contingente de falangistas, procedentes esta vez de Zuera. Como consecuencia del clima de miedo reinante en el pueblo ante la nueva agresión armada que se sabía iba a llegar de modo ineluctable, en las horas previas al ataque se desató la furia popular contra las propiedades de oligarcas y elementos derechistas locales, se profirieron amenazas y se llevaron a cabo vejaciones contra estas personas, y fueron profanadas la iglesia parroquial y la ermita de San Sebastián.

En esa jornada del día 25, los atacantes contaron con abundantes medios armamentísticos, como una sección de ametralladoras, otra de morteros y dos cañones de 75 mm. Los alrededor de 400 defensores de Lanaja en cambio, apenas disponían de escopetas de caza, unos pocos fusiles viejos y algunas pistolas, amén de un puñado de bombas de mano artesanales fabricadas con latas de conservas, pólvora y tornillos. A pesar de ello el combate duró cuatro horas; finalmente los defensores y la mayoría de la población huyeron en dirección a la Sierra y hacia Sariñena.

Ocupado el pueblo por los asaltantes, la dotación de la Guardia Civil local, que de grado o por fuerza había participado en los combates precedentes del lado de los defensores de la legalidad, recuperaron sus uniformes y arreos y se pusieron a las órdenes de los mandos de la columna militar rebelde, en un ejercicio de chaqueteo del que en esos días hubo multitud de ejemplos protagonizados por miembros de ese Cuerpo armado en toda la geografía española.

Inmediatamente comenzó un brutal registro casa por casa, en busca de combatientes escondidos. Hombres de todas las edades fueron concentrados en la Plaza Mayor, insultados y golpeados. A quien se le encontraba munición o rastro de haber participado en los combates –quemaduras de pólvora, señales en el hombro de la culata de un fusil-, se le apartaba de los otros. Especialmente activo como delator estuvo el sargento de la Guardia Civil, ocupado en señalar a quienes según él más se habían significado en los combates de esa semana. Una de sus víctimas fue el joven Ismael Alastruey Penella, posteriormente asesinado, quien días antes le había arrebatado al sargento la pistola reglamentaria. También se detuvo en principio a ancianos como Donato Navarro Mairal, el najino que 40 años atrás había participado como soldado colonial en las guerras de Filipinas y que estuvo preso de los tagalos de 1898 a 1900; Donato tuvo más suerte, y el propio comandante Nicolás de Arce le dijo que se fuera a su casa.

En aquella terrible tarde un avión Breguet XIX gubernamental sobrevoló en dos ocasiones Lanaja, lanzando en una de ellas una bomba que fue a caer en unas eras cercanas sin producir ningún daño. Su presencia y la cercanía de las columnas de milicianos catalanes bastaron para convencer al mando militar rebelde de que su posición en el pueblo era insostenible, y que debían replegarse lo antes posible en dirección a Zaragoza. Lo hicieron así una vez hecha la selección de prisioneros, once hombres en total (3), que se llevaron consigo a Alcubierre, donde horas más tarde fueron fusilados por los falangistas.

En la madrugada del día 26 de julio entró en Lanaja una avanzadilla de las columnas de milicianos catalanes, con lo que definitivamente la población quedó en la zona gubernamental hasta marzo de 1938.

2. Nombres que no hay que olvidar

Las personas de Lanaja que participaron en la gesta popular del Día de Santiago de 1936 lo hicieron en defensa de sus familias, de su pueblo y de la legalidad democrática. Merecen el reconocimiento y la gratitud de sus descendientes y también de las instituciones públicas, pues gracias a ellos y a su ejemplo hoy tenemos un régimen de libertades y es posible expresar todas las ideas y proyectos. Rescatarles del olvido es un acto de justicia.

Algunos de sus nombres son:

Victoriano Abadías Mairal, presidente del Comité local de la CNT y de la colectividad agraria, un hombre que se comprometió públicamente a impedir que durante su mandato se matara a nadie en Lanaja, cosa que consiguió.

Pablo Escartín Cascarosa, alcalde de Lanaja, y su teniente de alcalde, Juan Berdún Pontaque, ambos de Izquierda Republicana, que encarnaron con eficacia la representación institucional y colaboraron con Victoriano Abadías en su propósito de evitar muertes y represalias tras quedar definitivamente el pueblo en la zona gubernamental.

José María Tierz, el joven secretario municipal, hombre de firmes convicciones republicanas, que el día 21 intentó en vano negociar con los facciosos que desde Alcubierre se aprestaban para atacar Lanaja.

Las decenas de miembros del sindicato agrario anarquista local, que durante esas jornadas asumieron el peso de la defensa del pueblo y de sus habitantes. Hombres como Joaquín Pisa Gracia, quien participó escopeta de caza en mano junto a sus compañeros en el desarme de los miembros de la Guardia Civil en la tarde del 19 de julio, y en los días siguientes en la resistencia armada a los tres asaltos facciosos casi consecutivos que sufrió Lanaja.

Los trabajadores temporeros y los obreros del Canal, que ayudaron eficazmente a rechazar los ataques de los días 20 y 24 de julio y pelearon denodadamente el 25 contra fuerzas militares muy superiores. Entre ellos estuvo Mariano Carilla Albalá, najino residente en Barcelona y segador temporero durante los veranos, quien junto con su cuadrilla regresó inmediatamente del monte para sumarse a la defensa del pueblo apenas tuvo conocimiento de la situación.

Dos forasteros que no pudieron ser identificados, muertos en combate el día 25 de julio en la defensa de Lanaja, y el estanquero Dionisio Martínez Gazol, asesinado a tiros en la calle por los facciosos tras ocupar el pueblo esa tarde.

Los once prisioneros tomados por los atacantes en Lanaja el día 25, que fueron fusilados en Alcubierre esa misma noche (ver la nota 3).


NOTAS

nota 1:

El relato de los hechos es una síntesis del que aparece en Las batallas de Lanaja, de Roberto Mateo Caballero, páginas 39 y siguientes (editado por Comarca de Los Monegros. Zaragoza, 2008), y de algunas informaciones puntuales transmitidas por memoria familiar.

nota 2:

Nicolás de Arce Alonso nació en Madrid en 1893 y murió en combate en el frente de Huesca, en abril de 1937. En julio de 1936 estaba destinado en Zaragoza. Aunque era de ideología conservadora, no parece que el comandante Arce estuviera comprometido con la sublevación militar aunque sí conocía sus preparativos (ver Las batallas de la Lanaja, páginas 51 a 54), lo que le valió la desconfianza de los mandos sublevados.

Algunos gestos suyos documentados por Roberto Mateo Caballero hablan de su talante, muy diferente al habitual entre los mandos facciosos. Por ejemplo, antes de atacar Lanaja permitió que un soldado de su columna originario de esa población se quedara en Alcubierre, sin que hubiera luego represalias contra él. Ya se ha hablado del modo en que intervino en la selección de rehenes entre los prisioneros, apartando él mismo a personas a las que su gesto les salvó la vida.

Finalmente hay que recordar que durante el repliegue de la columna facciosa, al salir los militares desde Alcubierre en dirección a Zaragoza dejando en ese pueblo a los falangistas con los prisioneros tomados en Lanaja, y previendo Arce lo que harían los exaltados fascistas con éstos, el comandante se preocupó de dejar constancia por escrito de la hora en que abandonó la población y de que en ese momento los prisioneros seguían con vida, desligándose así de responsabilidad sobre lo que aconteció inmediatamente.

nota 3:

Los nombres de estas once personas capturadas en Lanaja y fusiladas por los falangistas en Alcubierre son: Ismael Alastruey Penella, Félix Ferrer Ferrer, Pascual Otín Samper, Ambrosio Cancer Vizcarra, Joaquín Casanova, Arturo Izquierdo Gutiérrez, Manuel Pina Bartolín y Juan José Aniés Naya (ver Las batallas de Lanaja, páginas 72 a 74). Se desconoce la identidad de un joven originario de Senés de Alcubierre y de otros dos muchachos, asesinados en ese grupo. Los muertos fueron ocho, ya que Manuel Pina logró huir en el último momento y Joaquín Casanova y Pascual Otín sobrevivieron a la masacre, realizada de madrugada, casi a oscuras y de modo precipitado, pues los asesinos tenían prisa por huir inmediatamente hacia Zaragoza ante la cercanía de las columnas milicianas catalanas.

Del grupo de víctimas solo Ismael era originario de Lanaja, siendo los restantes trabajadores de las obras del Canal o residentes en pueblos vecinos que habían acudido a ayudar a defender la villa monegrina.

En la imagen que ilustra el post, vista de Lanaja desde el Saso (fotografía del autor).

domingo, 17 de julio de 2011

Un 17 de julio de no hace tantos años



Un 17 de julio de hace 75 años, un puñado de traidores en uniforme a sueldo de unos "autores intelectuales" perfectamente identificados (terratenientes, banqueros, empresarios, la jerarquía católica), iniciaron un golpe de Estado -militar, por supuesto- que sabían no podía triunfar sino era tras una larga y cruenta guerra contra su propio pueblo, el que les pagaba el salario, guerra que en un alarde de cinismo criminal años más tarde motejaron como "civil".

No fue una guerra civil porque los españoles de 1936 no decidieron de repente empezar a matarse entre ellos a partir de una fecha determinada; sostener eso es infantil e interesado. La sublevación del 17 de julio fue un golpe de Estado fracasado, una asonada militar de los sectores más reaccionarios de la oficialidad del Ejército, quienes haciendo uso de tropas mercenarias (la Legión y los Regulares marroquíes) y nutridos luego por la ayuda en hombres, material y financiación de la Alemania nazi y la Italia fascista, llevaron a cabo una guerra de exterminio contra su propio pueblo. El capitán Aguilera, uno de los jefes de prensa de Franco, lo resumió así: "nuestro programa consiste en exterminar un tercio de la población masculina de España. Con eso se limpiaría el país y nos desharíamos del proletariado" (La Guerra Civil española, de Antony Beevor, página 611).

La mayor parte del Ejército español tuvo entonces un comportamiento felón y traidor, haciendo añicos los valores que decían ser su razón de ser: disciplina, obediencia y lealtad. Aquellos criminales desencadenaron un conflicto cuyos horrores perduraron en el tiempo y en la memoria colectiva más allá de los años concretos en que se desarrollaron los acontecimientos bélicos: España pasó de ser una de las democracias más avanzadas de Europa a ser el pudridero apestoso a cuartel y sacristía del Viejo Continente; la renta per cápita de los españoles en 1936 no se recuperó hasta 1960; y en fin en fecha tan tardía como 1975, con el dictador agonizante, aún se fusiló a antifranquistas, cuando los padrinos de Franco, los dictadores Mussolini y Hitler, hacía ya 30 años que habían sido colgados de un gancho de carnicero el uno y suicidado el otro.

Quienes crean que todo esto son viejas historias, se equivocan. En los cuartos de banderas del Ejército, esa organización que nuestros políticos "progresistas" y "buenistas" se empeñan en señalar como la mayor ONG española, se sigue rindiendo culto a aquella horda de militares traidores y criminales, sino físicamente como hasta hace poco con la presencia de sus retratos y emblemas, si manteniendo intacto el seguidismo ciego a ellos y a los supuestos "valores" ultrarreaccionarios que encarnaron, tan lejanos a los ideales de libertad, paz y justicia social propios no ya de las clases populares sino de la civilización contemporánea.

Aunque algunos no lo crean, el 17 de julio de 1936 no está tan lejano.

En la imagen que ilustra el post, el general Franco y otros oficiales golpistas se fotografían tras el funeral en Las Palmas del general Amado Balmes, a quien Franco ordenó asesinar (según acaba de demostrar el historiador Ángel Viñas) para tener una excusa que le permitiera desplazarse de Tenerife a las Palmas, donde le aguardaba el avión "Dragon Rapide" que le llevaría al Protectorado español de Marruecos, núcleo de la sublevación militar de julio de 1936.

lunes, 20 de junio de 2011

Los indignados toman pacíficamente las calles de España


Centenares de miles de personas tomaron este domingo las calles de toda España. Hombres y mujeres, jóvenes y mayores, estudiantes, trabajadores, parados, las clases populares, los intelectuales (250 han suscrito un manifiesto en Catalunya denunciando el "miedo y la histeria" que atenazan a la derecha catalana y a su Gobierno de la Generalitat). Todos a la calle sin banderas ni insignias, gritando eslogans imaginativos y bajo pancartas unitarias. Unidos contra el capitalismo ladrón, sus cómplices activos y sus gobiernos rehenes.

Solo en Barcelona se manifestaron más de cien mil personas. Decenas de miles en Madrid. Miles y miles en otras ciudades y poblaciones. Una marea humana que ha anegado las infamias, calumnias y provocaciones (en Barcelona uno de los esloganes más coreados ha sido la petición de dimisión y el procesamiento de Felip "Dencàs" Puig; este chico acabará tarde o temprano con el culo sentado en un banquillo judicial, ya verán). La inteligencia de Rubalcaba al controlar la respuesta policial (recuerden: "la policía está para resolver problemas, no para crearlos") ha evitado provocaciones a cargo de infiltrados, policiales o no, como sucedió durante la manifestación ante el Parlamento de Catalunya hace unos días.

Por cierto, dado que en las manifestaciones del movimiento se habla de problemas reales, no ha habido en todas ellas ni la más mínima alusión a la famosa autodeterminación, "derecho inalienable de los pueblos sojuzgados por el Estado español". Será que la gente ya no está para tonterías.

Mientras, la derecha se muestra aterrorizada ante la expansión del movimiento, y la izquierda no sabe qué decir ni qué hacer. Los medios de la perrera mediática llevan días ladrando contra las movilizaciones; según escribía la semana pasada César Vidal, uno de los "portacoces" fascistas españoles más eminentes, las manifestaciones de ayer eran un "golpe de Estado organizado por Rubalcaba". Tienen miedo al pueblo en la calle, obvio. La izquierda, por su parte, sigue descolocada en relación con el movimiento, fluctuando entre la simpatía, el recelo y el oportunismo.

La calle se mueve en España, y esa es la primera derrota de los llamados mercados y de sus secuaces españoles. "No más Botín para Emilio", animaba una pancarta en Madrid, haciendo un juego de palabras con el apellido del presidente del Banco de Santander, Emilio Botín; en definitiva, se ha acabado nuestra paciencia con quienes han provocado la crisis, se lucran con ella y encima pretenden que los demás paguemos los platos rotos.

Incluso un Gobierno tan abrasado y carente de futuro como el de Zapatero, haría bien en tomar nota de que su pueblo ha echado a andar para hacerle tragar sus "reformas" y sus genuflexiones ante los criminales cuyas manos mecen esos muladares que llaman mercados.

En la imagen que ilustra el post, un aspecto de la manifestación habida ayer en Barcelona.

sábado, 21 de mayo de 2011

Resistiendo a los bárbaros. A votar contra Gürtel y sus compinches en Catalunya


La fotografía que encabeza este post es de 1996. El Partido Popular acababa de ganar las elecciones generales por apenas 300.000 votos. El señor de la izquierda es José María Aznar, caudillito del PP y aspirante entonces a la presidencia del Gobierno español. A su derecha, Xavier Trías, dirigente de la derecha nacionalista catalana, CiU, y en aquellos años portavoz de esta en el Parlamento español. Gracias a los votos de CiU, Aznar fue elegido presidente y pudo sumir a España en ocho años de neoliberalismo salvaje, especulación financiera e inmobiliaria sin freno, y corrupción generalizada allá donde llegaban los tentáculos de su partido y de las Administraciones gobernadas por éste.

Ahora el PP pretende hacerse con la mayoría de comunidades autónomas y ayuntamientos en toda España, y tiene muchas posibilidades de lograrlo sino se produce mañana una fuerte movilización en contra. Hay que pararlos.

Tampoco los de Trias son unos angelitos precisamente. Los 25 años de CiU gobernando la Generalitat de Catalunya dejaron asimismo una larga estela de arrogancia, autoritarismo y corrupción. Los casos Casinos de Catalunya, Loterías catalanas, Prenafeta, 3% de comisión sobre la obra pública catalana, Palau de la Música, y tantos otros muestran un estilo en nada disímil al propio del PP; quizá por eso se entienden tan bien. Neoliberales salvajes como son, los de CiU apenas han retornado al Gobierno catalán han comenzado a dinamitar los servicios públicos, singularmente la sanidad y la enseñanza, con el objetivo claro de beneficiar a sus patrocinadores, los sectores de la burguesía catalana más extremadamente ricos y reaccionarios. Hay que pararlos ya.

Solo las candidaturas de izquierdas son verdaderamente útiles para frenar a esta "turba infame y mentirosa", como les llamó el cineasta José Luis Cuerda en las generales de 2008. Barcelona no puede caer en manos de una alianza formada por los partidos patrocinados por la red de corrupción Gürtel y por los saqueadores de los fondos del Palau de la Música Catalana. Es nuestra responsabilidad como votantes de izquierdas desde los más reformistas hasta los revolucionarios más radicales, y también de todos aquellos que se consideren simplemente como personas honestas y demócratas. Esta ciudad es un símbolo, y no puede convertirse en trofeo de esa banda de politicastros sin escrúpulos y de los intereses económicos espúreos de los que son vicarios.

Las candidaturas del PSC y de IC en Catalunya y en España las del PSOE y de IU, son las únicas que pueden evitar que el lunes nos levantemos con un país sometido a la hegemonía asfixiante de la derecha extrema/extrema derecha española. ¡Resistir es vencer!.

sábado, 2 de abril de 2011

Con todos ustedes: REPÚBLICA DE BABEL 2.0



Les presento un nuevo blog, que he ido rodando en las últimas semanas y pienso ya está en condiciones de reclamar su atención: REPÚBLICA DE BABEL 2.0. Se trata de un blog-hemeroteca, nutrido por tanto con textos ajenos, que pienso resultan en todos los casos políticamente incorrectos y cívicamente subversivos. Al menos ese es el criterio mediante el cual los voy seleccionando para ustedes.

Los autores que van a ir apareciendo en REPÚBLICA DE BABEL 2.0 además de ser de izquierdas, tienen la costumbre de pensar por sí mismos y hacerlo desde posiciones críticas. Ya ven qué personal les traigo. El caso es que en medio de tanta miseria intelectual "progresista" y tanto pensamiento único "de mercado", los textos que se recogen en REPÚBLICA DE BABEL 2.0 resultan más que útiles, abiertamente saludables y hasta desintoxicadores.


Para este fin de semana he subido dos artículos publicados recientemente en El País, cada uno de los cuales debería haber tenido mayor repercusión que una final de la Copa del Rey, en el supuesto de que viviéramos en un país menos embrutecido por, entre otras drogas duras, el fútbol. Como evidentemente no es así, les doy refugio en REPÚBLICA DE BABEL 2.0.

En Madrid, Bengasi Almudena Grandes traza un paralelismo entre el ataque a Madrid de Franco y el asalto de Gadafi a Bengasi que seguro va a escocer a unos cuantos "alternativos de la nada". Allá se las compongan los idiotas que han llegado a escribir en sus "revolucionarios" espacios que desde la Unión Europea se está "exagerando" (sic) el accidente nuclear en Japón para tapar el ataque de la OTAN contra el camarada Gadafi. Ni a un Goebbels ciego de cocaína se le habría algo así.

En Después de Zapatero, el PSOE, José Luis Álvarez traza un cuadro/balance de la inanidad política hecha presidente del Gobierno bajo la marca ZP, y propone desde la izquierda lo que el sentido común aconseja ahora que el amigo Zapatero ha decidido desaparecer de la política en unos meses: que el viejo partido del socialismo español recupere su razón de ser y existir y vuelva a lo suyo, que es defender los intereses de las clases trabajadoras y populares desde los postulados ideológicos propios de la izquierda.

Que disfruten de REPÚBLICA DE BABEL 2.0 .

viernes, 25 de marzo de 2011

La Siria que yo conocí



En los últimos días Siria se ha incorporado al grupo de países árabes con graves problemas internos. Masas de sirios se han lanzado a las calles sobre todo en el sur, una región que cíclicamente se ve sometida a levantamientos populares que suelen ser acallados por el régimen sirio con la dureza acostumbrada en estos casos.

Enric González dedica hoy un amplio artículo en El País a analizar la situación en Siria. Dice el corresponsal del diario madrileño en Jerusalén que el problema más grave que padece el país árabe es "la división entre la élite alauí y la mayoría suní", remarcando que "más del 40% de los sirios tiene menos de 15 años y el empleo escasea". A juicio de los israelíes, según González, el régimen sirio vive sentado en un barril de pólvora, consecuencia de los graves problemas religiosos y sociales que supuestamente sufre el país.

No fue esa mi percepción durante el viaje por Siria que hice en el verano de 2008. El ambiente en la calle que viví era de tranquilidad general y no se percibía signo alguno de tensiones, y menos de carácter religioso. Hablo de núcleos de población como Damasco y Alepo, pero también de pequeñas poblaciones situadas en la ruta. En Damasco por ejemplo, vi con mis propios ojos como un viernes las masas de fieles entraban en una mezquita a orar mientras en la puerta un grupo de radicales se desgañitaba reclamando sin éxito alguno la atención de los fieles, que entraban en el templo ignorándoles.

Más tarde en una estación arqueológica situada a menos de 300 km de la frontera con Irak, la única persona que permanecía en el lugar (la campaña anual de excavaciones había terminado) respondió entre sonrisas cuando le preguntamos sino tenía miedo de estar allí, solo en mitad del desierto, desarmado y expuesto a ser atacado por elementos de Al Qaeda, que según las televisiones occidentales en aquella época se infiltraban continuamente desde Irak. No había peligro alguno, nos contestó, porque "¿quién lograría atravesar a pie aquel desierto? Además, concluyó "Al Qaeda no existe, sencillamente", opinión que sustenta la inmensa mayoría de los sirios. La verdad es que en todos los días que permanecía en Siria no vi un solo militar o policía uniformado en las carreteras y pueblos del camino, y su presencia en las ciudades no era mayor que en cualquier población europea.

Los sirios forman un pueblo antiquísimo, una mezcla increíble de culturas y religiones que conviven/coexisten en un país de fronteras aleatorias y caprichosas, como sucede con todos aquellos estados cuyos límites fueron trazados a cordel por las potencias hegemónicas durante los procesos de descolonización habidos en el siglo XX. Al margen de las convicciones personales, los sirios son un pueblo amable, tolerante y curioso, que gusta de establecer contacto con el extranjero.

Un europeo puede pasear solo por los gigantescos bazares de Damasco sin sentir sensación de peligro en ningún momento, y desde luego sin ser acosado y agobiado como suele ocurrir en la mayoría zocos árabes árabes. El sirio por contra es cortés y respetuoso, y la hospitalidad que ejerce con el forastero no conoce barreras, ni siquiera las idiomáticas. Recuerdo como en Damasco una calle entera se revolució para encontrar una persona que hablara inglés y pudiera orientar a este despistado. Al final trajeron a una muchacha que al parecer estudiaba la lengua de Shakespeare, y que desde luego la conocía infinitamente mejor que yo. La chica, completamente ruborizada y rodeada por sus sonrientes y atentos vecinos, me dio las indicaciones que yo necesitaba.

Otro día también en Damasco, necesitaba llamar por teléfono a mi guía a una hora determinada. Como yo no llevaba móvil ni tenía idea de dónde encontrar un teléfono público, el guía me dijo que a la hora convenida entrara al azar en un comercio cualquiera y pidiera que me dejaran telefonear. Así que cuando necesité hacer la llamada me dirigí sin tenerlas todas conmigo a un tipo grande que observaba la calle desde la entrada de lo que parecía una relojería, y con un poco de inglés, otro poco de francés y mucha mímica le expliqué el caso. El comerciante primero me escuchó muy serio, y luego con gran solemnidad me hizo pasar a su diminuto negocio. Tras hacerme tomar asiento me explicó que se llamaba George y que era cristiano. Tras hablar de algunas generalidades, llamó a sus dos hijos varones, dos chavales adolescentes, los presentó como John y George, y les pidió que se sentaran y escucharan nuestra conversación. También hizo que me sirvieran un gran vaso de agua fresca, y finalmente tras unos minutos más de charla puso en mis manos un enorme teléfono móvil de modelo antidiluviano pero que cumplió eficazmente su función. Fueron veinte minutos de hospitalidad, sosiego y por decirlo así, de intercambio fácil entre dos personas de mundos que oficialmente tienen dificultades para comunicarse.

Las carencias de Siria son muchas obviamente, comenzando por las políticas. Pero tengo una cierta confianza en que más allá de la resistencia a los cambios que pueda ofrecer el régimen imperante, los sirios sabrán encontrar una salida que les conduzca a la democracia sin que se de ese baño de sangre que anticipan los agoreros.

La imagen que ilustra el post es una fotografía del interior de una tienda en el bazar de Damasco, tomada en 2008 por el autor.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Enrique Curiel es de toda la izquierda


Hoy es un día triste para la izquierda española en su conjunto. Ha muerto Enrique Curiel, un valor compartido. Luchador antifranquista, profesor universitario y dirigente político de altura, Curiel todavía era un hombre joven. Le ha abatido un cáncer, una tragedia más en una vida marcada por un cúmulo de desgracias personales casi encadenadas, que sin embargo no lograron romper su compromiso con su pueblo y con su tiempo.

Enrique Curiel, de origen gallego, se inició en política de la mano de Enrique Tierno Galván y su intento de crear un socialismo español fuera del foco del PSOE. Del llamado Partido Socialista del Interior, Curiel pasó al PCE liderado por Santiago Carrillo, convirtiéndose en mano derecha del veterano dirigente comunista. Con el tiempo llegaría a ser vicesecretario general del partido. Sufrió innumerables detenciones y "hábiles interrogatorios" a manos de la policía secreta y de la Guardia Civil franquistas.

En 1976 Enrique Curiel es ya un personaje de relevancia política pública, lo que no le libró de recibir un disparo de la policía del Régimen en el curso de una manifestación convocada con motivo de la detención de Santiago Carrillo, que acababa de regresar clandestinamente a España. Desde el sector del partido llamado eurocomunista, Curiel luchó a brazo partido contra los nostálgicos del estalinismo. Al mismo tiempo intentaba preservar la identidad del proyecto comunista español, cada vez más cuestionado políticamente y falto de apoyo real en unas clases trabajadoras y populares que ya empezaban a volcarse en favor del PSOE renovado dirigido por el entonces joven Felipe González. Curiel terminará por irse del PCE tras los desastres electorales y organizativos de los años ochenta, y recalará en el PSOE a partir de 1990. Diputado, senador y dirigente orgánico socialista, su carrera hacia la cúspide se vio truncada por un coma metabólico, que en 1995 le llevó a las puertas de la muerte dejándole sin habla y con la salud muy afectada. Consiguió recuperarse, en un despliegue de voluntad y energía que dice mucho de la clase de hombre que era. Desapareció luego, sin embargo, de la primera línea política durante años. Finalmente, tras un breve retorno a la política parlamentaria, en los últimos años se dedicó a la actividad docente universitaria. Hoy ha muerto víctima de un cáncer, la última de las batallas que libró este hombre de maneras suaves y educadas, de aspecto simpático y relajado, negociador flexible pero nada blando, y siempre enemigo de involucrarse en broncas y algaradas internas en los partidos en los que militó, lo que le valió el aprecio unánime de unas bases hartas de banderías y capillitas.

Enrique Curiel ha sido un valor sólido de la izquierda española. Pertenecía a la raza de los activistas políticos que trajeron la democracia empujando la Historia hacia la libertad en la calle y en los despachos "para que pudiera ser", como cantaba Labordeta. Aunque solo fuera por eso, su recuerdo merece el respeto y el cariño de quienes más allá de siglas concretas hemos sido sus compañeros y compañeras. Que la tierra te sea leve, compañero.

En la imagen que ilustra el post, Enrique Curiel en una foto oficial del PSOE.

miércoles, 23 de febrero de 2011

La verdad del 23-F


1. Todo el mundo en España sabía que se estaba fraguando un golpe de Estado mucho antes de que este tuviera lugar. Jefes militares, de la Guardia Civil y algunos de la policía conspiraban sin recato en cuarteles, comisarías y hasta cafeterías de Madrid. La prensa derechista azuzaba sin rebozo el movimiento militar.

2. El golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 fue una conspiración que implicaba a la inmensa mayoría de mandos del Ejército, la Guardia Civil y del CESID (los servicios de inteligencia), así como a muy amplios poderes financieros, empresariales, eclesiásticos y políticos. El franquismo sociológico en peso, en suma, estaba detrás.

3. En el 23-F confluyeron cuatro golpes de Estado, que finalmente se anularon unos a otros. Del más peligroso y mejor organizado, el golpe de los coroneles, apenas se ha difundido nada; por pura lógica de la carrera militar, los implicados en él son ahora altos mandos del Ejército.

4. El 23-F fracasó fundamentalmente por causa de las peleas internas, las incompatibilidades de carácter, los celos y el vedettismo de los líderes de las diferentes asonadas golpistas concentradas en él. Muy pocos mandos militares se opusieron al golpe, y la mayoría de quienes finalmente lo hicieron fue por obediencia al Rey y no por unas convicciones democráticas que salvo casos muy contados, como el teniente general Saénz de Santamaría, no sentían en modo alguno.

5. En el interior del Congreso hubo complicidades políticas, como lo revela la frase, grabada, que dirigió el coronel Tejero a sus esbirros cuando comenzaron a disparar supuestamente al aire: "¡cuidado, no les vayáis a dar a los nuestros!". No es difícil deducir que los suyos se sentaban en los escaños de Alianza Popular y seguramente también de una parte de la entonces gubernamental UCD.

6. El papel del Rey durante las primeras horas fue esencialmente ambiguo y a la expectativa, en concordancia con el de la inmensa mayoría de los capitanes generales, sus pares y presuntos subordinados. El Rey actuó de modo decidido sólo cuando quedó claro que los capitanes generales no se moverían (salvo el demente de Milans del Bosch) hasta que los demás se arriesgaran a dar un paso adelante "pronunciándose" a favor del golpe. Lo que liquidó el 23-F fue, en definitiva, la acrisolada cobardía que transmiten los pronunciamientos militares españoles desde mediados del siglo XIX.

7. Algunos hechos cometidos por los guardias civiles en el interior del edificio del Congreso definen perfectamente la catadura criminal de los asaltantes: la formación de un pelotón de ejecución integrado por guardias civiles voluntarios (fuente: la diputada Anna Balletbó); la orden del jefe de los secuestradores uniformados, el coronel Tejero, de abrir fuego si se cortaba la luz (El País de hoy); el robo por los mismos guardias civiles ocupantes del bote de las propinas del bar del Congreso (fuente: el periodista Miguel Ángel Aguilar); el haberse bebido literalmente los guardias civiles ese mismo bar a pesar de estar supuestamente "de servicio"; el trato despreciativo cuando no vejatorio propinado a los representantes electos del pueblo; la total insubordinación de los golpistas a la escala de mando (véase la escena en que tres guardias civiles rasos zarandean al anciano teniente general Gutiérrez Mellado, al que por cierto no consiguieron derribar al suelo).

8. El golpe finalizó en la mañana del 24 de febrero con la firma del llamado "Pacto del capó", junto al edificio del Congreso, en el que representantes políticos y militares acordaron la "reconducción general" de la democracia española. Fruto directo de ese enjuague cuyas consecuencias seguimos pagando hoy fue la LOAPA, ley orgánica que laminó la naciente estructura federal del Estado.

9. El juicio posterior a algunos golpistas fue la pura representación de una opereta bufa, que solo sirvió para desvelar guiños y complicidades entre quienes supuestamente debían impartir "justicia militar" y los justiciables. Las exculpaciones y las penas impuestas fueron obviamente pactadas entre unos y otros, con la bendición de la clase política. Y ello a pesar de que con el Código de Justicia Militar entonces vigente en la mano, el mismo que ellos habrían aplicado de modo implacable al pueblo español caso de haber triunfado plenamente en su criminal rebelión, todos los golpistas sin distinción de grados deberían haber sido fusilados inmediatamente.

En la imagen que ilustra el post, un grupo de guardias civiles huye cobardemente por una ventana del Congreso en la mañana del 24 de febrero de 1981, luego de saber que el golpe de Estado había fracasado.