miércoles, 31 de marzo de 2010

Quitad el burka a las monjas


A finales del siglo XVIII el primer ministro "ilustrado" (reformista) de Carlos III, el napolitano marqués de Esquilache, tuvo la ocurrencia de poner faroles de gas en las calles y obligar a caminar por la vía pública a rostro descubierto sin embozarse en la capa, como era tradición inmemorial española. Las consecuencias fueron inmediatas: la Iglesia y la aristocracia, que le tenían unas ganas inmensas a Esquilache y a su grupo de ilustrados "pre-rojos", manipularon a las masas populares más ignorantes y teledirigieron un motín "espontáneo" en Madrid y otras ciudades, que a Esquilache le costó el cargo y casi la vida y a punto estuvo de dar al traste con el reinado del Borbón más civilizado que hemos tenido.

Con el tiempo se impuso el sentido común y las capas terminaron por acortarse, las calles se iluminaron convenientemente y a la Iglesia y a la aristocracia les fue fallando el poder de convocatoria. Pero para Esquilache y tantos otros reformistas como él, ya era tarde. El napolitano que llenó Madrid de "latinos" (músicos, pintores, escritores, científicos, altos funcionarios...) que vivían agrupados en un barrio muy cerca del Palacio Real, murió en el exilio, al que había huido amargado por el desprecio cosechado entre las "gentes bajas", españolas esas a las que iluso de él pretendió beneficiar y civilizar.

Durante muchos años después de Esquilache empero, siglos en realidad, las mujeres de este país, de Galicia a Baleares y del País Vasco a Andalucía, a partir de cierta edad han vestido de negro de la cabeza a los pies, disimulando las formas femeninas con ropones amplios y dejando ver apenas el rostro. En Baleares, hasta hace muy pocos años, las viejas se cubrían de tal manera que sólo se les veía los ojos. Y naturalmente ahí están las monjas fuera cual fuese su congregación; hasta los años 60 o 70 del pasado siglo, todas se cubrían de la cabeza a los pies con verdaderos burkas. En la mayoría de órdenes de clausura estas mujeres vivían encerradas sin contacto con otros seres humanos que no fueran su confesor, algún familiar muy directo o en caso extremo de enfermedad un médico de confianza; en pleno siglo XX, aún se estilaba en las comunicaciones entre estas secuestradas en vida y personas del exterior del convento que la mujer se cubriera el rostro con una redecilla tipo mosquitera, que impedía incluso verle los ojos.

En los años 90 un servidor aún vio ancianas campesinas ibicencas vestidas y tapadas como bereberes de épocas pasadas. Y es que el mejor medio de combatir un clima extremadamente seco y caluroso es precisamente taparse por completo. A partir de esa constatación antiquísima se ha segregado la costumbre, devenida primero en práctica cultural y más tarde religiosa, de la que las mujeres cristianas del sur europeo se han ido desprendiendo en las últimas décadas, pero que aún persiste, reciclada en pura ideología, en las sociedades musulmanas. De hecho, el velarse se está convirtiendo en una forma de afirmación de identidad para muchas mujeres musulmanas que en puridad, ni siquiera son religiosas.

No cabe duda de que iniciativas como la que según El País de hoy promueve el gobierno de Bélgica, en el sentido de prohibir por ley el uso del burka en espacios públicos, contribuye a ahondar más si cabe la división entre quienes consideran el uso de ese tipo de prendas una opción particular por absurda que sea, y quienes quieren imponer una visión contraria asimismo particular y basada a su vez en prejuicios socioculturales. La extrema idiotez que manifiesta el gobierno belga en el modo de manejar este asunto augura un estallido de fervor identitario en masas de jóvenes belgas de origen magrebí, que verán en el uso de prendas rechazadas por los "cristianos europeos" una afirmación de su personalidad y a la vez un canal de rebeldía frente a una sociedad que se manifiesta incapaz de acogerles debidamente, y que sólo sabe recurrir a la represión como instrumento para ubicarlos socialmente.

Se impone una reflexión sensata en torno a estos asuntos simbólicos, siempre lejanos a los problemas reales pero a menudo espoletas de conflictos que pueden degenerar en quiebras sin remedio de la convivencia (o la coexistencia, según casos). En última instancia si los gobiernos europeos quieren comenzar la persecución de esta clase de vestimentas dando ejemplo, que prohíban las vestimentas de las monjas, ya sea en versión burka duro o en esas adaptaciones postmodernas con cofias de diseño y faldas a media pantorrilla. Porque lo realmente significativo no es el largo del vestido sino la función social y cultural de éste, y en eso no hay diferencias entre nuestras amables monjitas y las mujeres afganas.

La fotografía que ilustra el post está tomada de la web de la archidiócesis de Madrid, y muestra a un grupo de monjas completamente veladas durante un ritual católico actual.

lunes, 29 de marzo de 2010

Jaume Matas y el PP balear, el delirio de los corruptos


Las revelaciones sobre el caso de Jaume Matas, ex presidente del Govern autonómico de Baleares y ex ministro de Medio Ambiente de José María Aznar, traspasan todo lo conocido en España en materia de corrupción de políticos, y eso en un país donde ya estamos curados de espantos en esta materia.

Del señor Matas vamos sabiendo estos días cosas tan increíbles como que compraba escobillas de baño a 300 euros la unidad; que Maite Areal, su esposa y futura compañera de banquillo judicial, llegó a pagar con un billete de 200 euros una lechuga que costaba 1 euro; que doña Maite vivía dominada por un verdadero frenesí consumidor de artículos de lujo, que la obligaba a comprar compulsivamente relojes de oro y joyas de elevado precio, siempre pagadas religiosamente con billetes de 500 y 200 euros; que a pesar de efectuar tales dispendios económicos, el matrimonio Matas sólo sacó 450 euros de sus cuentas bancarias en los últimos 5 años. Entre los pagos efectuados con esos 450 euros no figura desde luego un bello palacio renacentista en pleno centro de Palma de Mallorca, adquirido como residencia por la familia Matas-Areal y valorado en dos millones y pico de euros, por el que los Matas pagaron poco más de novecientos mil euros en mano y un billete encima de otro. Un delirio y un prodigio de desfachatez, ya digo.

Más allá de las miserias personales de esta gente, se van sabiendo cosas tan jugosas como que Fernando Areal, cuñado de Matas y ex gerente del Partido Popular (PP) balear, no es que llevara una contabilidad B del partido, es que cuanto afectaba a movimientos financieros relacionados con el PP lo gestionaba como pura caja B, según los fiscales de Anticorrupción del caso. De ahí salía por ejemplo, la financiación de las campañas electorales del PP en las islas Baleares.

En todo este muladar resulta imposible discernir dónde acababan los manejos de Matas en beneficio propio, y dónde comenzaban los que afectaban al PP. El propio Jaume Matas ha reconocido en su declaración ante el juez que manejaba dinero negro en cantidades de millones de euros, incluidas sabrosas comisiones que le llovían de todas partes incluido (presuntísimamente)un famoso promotor de espectáculos y productor televisivo. En la trama aparecen implicados también, además de políticos y empresarios, abogados, ejecutivos y la fauna habitual en estos casos.

La punta de este iceberg lo constituye el caso del Velódromo de Palma, un equipamiento deportivo cuya construcción sufrió un "sobrecoste" de 40 millones de euros, y cuyo primer responsable técnico fue despedido por haber presentado un presupuesto demasiado bajo. Como botón de muestra, para la pista del Velódromo se adquirieron maderas preciosas que nunca llegaron a instalarse, siendo substituidas por material tan defectuoso que la Federación Internacional de Ciclismo rechazó homologar la pista para competiciones deportivas; las maderas originales sirvieron, según es vox populi en toda Mallorca, como parquet para los suelos de los chalets de dirigentes del PP y sus amigos implicados en el monumental desfalco.

Con semejante tren de robo y lujo no es extraño que a Jaume Matas finalmente le hayan cazado a lazo, probablemente porque el caso es tan brutalmente escandaloso que resulta imposible de disimular. Alguien podría pensar que quien dejó tantas evidencias por el camino, en el fondo estaba deseando que lo encausaran; pues no parece que sea así, porque la verdad es que el hombre ha hecho lo posible para evitarlo. Sin ir más lejos, antes de declarar ante el juez, Matas intentó que el fiscal jefe de Baleares, que ya en 2009 había probado a bloquear lo inevitable, frenara a los dos fiscales Anticorrupción de Baleares obligándoles a obedecer sus "indicaciones"; la gestión del "amiguito del alma" fracasó porque los dos fiscales se negaron a ponerse a las órdenes de quien no es superior orgánico suyo. Y es que la cosa tiene ya tal dimensión, que ni los "amiguitos del alma" pueden resolverle la papeleta a Jaume Matas y al PP balear.

En la fotografía, Jaume Matas camina cabizbajo cerca de los Juzgados de Palma seguido de un "gorila", durante la segunda jornada de su declaración ante el juez instructor de su caso.

sábado, 27 de marzo de 2010

Una carta del poeta Miguel Hernández a su mujer desde la prisión


Carta a Josefina Manresa

Miguel Hernández
Madrid, 12 de septiembre de 1939

Mi querida Josefina:

Esta semana, como las anteriores, llega martes y no ha llegado tu carta. También empiezo a escribir ésta para que me dé tiempo a echarla después, cuando el correo me traiga la tuya, que no creo que falte hoy. Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que aquí no hay para mí otro quehacer que escribiros a vosotros y desesperarme. Prefiero lo primero y así no hago más que eso, además de lavar y coser con muchísima seriedad y soltura, como si en toda mi vida no hubiera hecho otra cosa. También paso mis buenos ratos espulgándome, que familia menuda no me falta nunca, y a veces la crío robusta y grande como el garbanzo.

Todo se acabará a fuerza de uña y paciencia, o ellos, los piojos, acabarán conmigo. Pero son demasiada poca cosa para mí, tan valiente como siempre, y aunque fueran como elefantes esos bichos que quieren llevarse mi sangre, los haría desaparecer del mapa de mi cuerpo. ¡Pobre cuerpo! Entre sarna, piojos, chinches y toda clase de animales, sin libertad, sin ti, Josefina, y sin ti, Manolillo de mi alma, no sabe a ratos qué postura tomar, y al fin toma la de la esperanza que no se pierde nunca. Así veo pasar un día y otro día, esperanzado y deseoso de correr a vuestro lado y meterme en nuestra casa y no saber en mucho tiempo nada del mundo, porque el mundo mejor está entre tus brazos y los de nuestro hijo.

Aún es posible que vaya para el día de mi santo, guapa y paciente Josefina. Aunque yo, la verdad, creo que estos amigos míos llevan las cosas muy despacio. Han estado de vacaciones fuera de Madrid y han regresado esta semana pasada. No han podido venir a verme porque ahora es imposible para todo el mundo. Es casi seguro que los veré la semana que viene. Me decías en tu anterior que guardara la ropa cuanto pudiera. No te preocupes, que si no tengo ropa cuando salga, con ponerme una mano en el occipucio y otra en el precipicio, arreglado. Así y todo procuro conservarla y uso la más vieja y todo son cosidos y descosidos y ventanas por todas partes. El pijama se me ha roto y le he puesto un remiendo que es media camisa, porque se me veía toda la parte de atrás y era una verdadera vergüenza. Por lo que a mí me pasa, me figuro lo que os pasará a vosotros y como esto siga así, me veo contigo como Adán y Eva en el Paraíso.

¡Ay, Josefina mía! No nos queda otro remedio que aguantar todo lo malo que nos viene y nos puede venir, para el día que nos toque aguantar lo bueno. ¿Verdad que llegará ese día? Yo nunca he dudado de que llegará y de que seremos más felices que hasta aquí hemos sido. Esta separación nos obliga a respetar a nuestro Manolillo más que respetamos al otro. Manolillo del que no dejo de acordarme nunca. Dentro de un mes hará un año que se nos murió. Eso de que el tiempo pasa de prisa, para nadie es más verdad hoy como para nosotros y a mí me cuesta trabajo creer que ha pasado un año desde que cerró nuestro primer hijo los ojos más hermosos de la tierra.

Dios, a quien tú tanto rezas, hará que el día diecinueve de octubre lo pasemos juntos, si no hace que lo pasemos el día ventinueve de este mes. No quisiera pasar, ese día lejos de ti. Iremos a dar una vuelta al campo y si tú eres decidida, visitaremos la tierra donde nos espera. Tengo ganas de hablar contigo. La otra noche soñé a Manolillo ya con cinco o seis años de edad. Cuídalo mucho, Josefina que crezca fuerte y defendido contra toda enfermedad. Cuando te sea posible come mucha fruta y mucho vegetal, principalmente patatas. Es lo que más conviene a tu salud y a la de nuestro sinvergüencilla.

No me dices muchas cosas suyas. Supongo que ya hablará más que un loro. Si supieras que ganas tengo de oír su voz: se me ríen los huesos sólo de imaginarla, con que mira lo que me voy a reír el día que la oiga de verdad. Dime el peso que tiene, que no lo has pesado hace mucho tiempo. Estoy enfadado con Manolo y con las Marianas, a ninguno de los cuatro se les ocurre escribirme unas letras. No se acuerdan de mí, que no los olvido. Dime también algo de la abuela y la tía, que tampoco me han mandado una sola letra (...).

Bueno. Voy a dejar el lápiz y a esperar tu carta, a ver qué me trae de bueno. Nada. Hoy no recibo carta tuya. No me gusta que te retrases en escribirme. Vaya plantón que me he llevado al pie del que vocea el correo. No hay derecho. Espero que me digas algo de nuestra familia de Orihuela, de mi madre especialmente y de la de Pepito. Anteayer he recibido una carta de un amigo de la huerta, Trinitario Ferrer, muy amigo de mi hermano y me dice que se ve con él todos los días. Di a Vicente que le diga que por ahora no puedo contestarle, pero que me alegra mucho saber de él. Voy a terminar mi carta diciéndote que seas menos perezosa conmigo o de lo contrario no te voy a escribir en un mes. Y nada más porque no parezca larga ésta a la censura y porque hagan todo lo posible para que llegue a tus manos.

Manolillo: adiós, un beso ¡pum! Otro beso ¡pum! Otro, otro, otro, ¡pum, pum, pum!

Manolo: escribe, dejando a un lado por un rato las barbas y las perezas.

Marianas: a ser buenas y a pelearos una vez a la semana solamente.

Josefina: recibe para ti y para nuestro hijo y para nuestros hijos mayores el cariño encerrado y empiojado y ... perdido de tu preso

Miguel

¡Adiós!

En la fotografía que ilustra el post aparecen el poeta Miguel Hernández y su esposa, Josefina Manresa ,durante los años de paz de la II República Española.


viernes, 26 de marzo de 2010

El Estado de derecho le debe una disculpa a FAES

Hace bien Falange en querellarse contra el juez Baltasar Garzón e intentar acabar con él por la vía que le facilita la democracia. La complicidad y compadreo que encuentra en la "clase judicial" y la estulticia cobarde de la "clase política", se lo ponen a huevo. Tontos serían de no aprovecharse.

Ya suponemos, claro, que esto de las querellas judiciales y demás procedimientos del sobado "Estado de derecho" deben constituir irrisión para los señores de Falange, cuya ideología y práctica política históricas están en las antípodas de la democracia, y que si tuvieran ocasión volverían a terminar con ella a tiros y bombazos cometiendo luego esos crímenes de masas que el pobre Garzón intentaba investigar. Al cabo Garzón pretendía nada menos que recordar a los señores de Falange quiénes son y de dónde vienen, y eso en democracia no se le puede hacer a una organización política legal, un partido que tiene sus estatutos depositados en el Registro de Asociaciones Políticas y todo.

Porque Falange es un partido político legal en España. Repítanlo en voz alta despacio varias veces seguidas, y a continuación piensen por ejemplo en que el partido nazi de Hitler fuera legal en Alemania. ¿A qué es un pensamiento disparatado? Lo que no significa que en Alemania no hayan nazis, ni mucho menos: se calcula que uno de cada cuatro policías alemanes está relacionado con alguna asociación de carácter nazi encubierto. Eso sí, al funcionario del Estado alemán al que pillan es inmediatamente expulsado de su trabajo, y si no recuerdo mal, policías y militares afiliados a organizaciones nazis pueden recibir condenas de hasta cinco años de cárcel.

Pero en España, Falange es legal. Y lo es porque hay miles de personas que comulgan con sus ideas y están insertadas en la política, la judicatura, el ejército, la policía, la Iglesia católica, las finanzas, el empresariado, la administración civil del Estado, los medios de comunicación, las grandes organizaciones delictivas (tipo Gürtel, para entendernos), y casi en cualquier sector donde se maneje poder y no haga pie la izquierda timorata en cualquiera de sus versiones que nos representa. Entiéndase, no estoy diciendo que toda esa gente tenga carnet de Falange y vista camisa azul, correajes y vaya a las sesiones del Tribunal Nosecuantos con la pistola debajo de la toga; el carnet, los correajes y la pistola los llevan por dentro, debajo de la piel. A veces se les nota más, a veces menos. Recuerden que hace cuatro días como quien dice tuvimos un presidente de Gobierno elegido democráticamente que está tan orgulloso de su pasado falangista (del que nunca a adjurado ni en público ni en privado), que a la fundación ideológica que creó le puso FAES, un acrónimo evidente de Falange Española.

Así que Falange hace bien en querellarse contra Garzón, ya digo; si les dejan, por qué no hacerlo. Si son legales tienen todo el derecho de reírse de la democracia, usando los mecanismos de ésta en beneficio de la destrucción del sistema democrático. Mientras, estúpidos de nosotros, andamos discutiendo si las parodias de juicios que llevó a cabo el franquismo antes de asesinar por miles a sus opositores deben anularse en bloque o ser reabiertos uno a uno, o sencillamente mejor no menearlos no sea que los señores del Tribunal Supremo, la Conferencia Episcopal, la Junta de Jefes de Estado Mayor y la patronal empresarial, por poner sólo unos ejemplos, se enfaden y nos líen otra.

El caso es que en España hay una Ley de Partidos, que ha servido para ilegalizar el mundo político del fascismo vasco. ¿Por qué no se aplica a las organizaciones de extrema derecha española, cuyo balance histórico criminal (centenares de miles de españoles perseguidos, encarcelados, torturados y asesinados) deja en mantillas los ochocientos y pico muertos producidos por ETA en 50 años?. Si en Alemania sí se hace ¿por qué aquí no?.

En fin que si no tienen gónadas para perseguirlos como merecen, sacándolos primero fuera de la legalidad obviamente, que les pidan disculpas porque un juez chiflado intentó esclarecer las acciones pasadas, presentes y futuras de una gente tan absolutamente legal, que nos da lecciones a los demás de Estado de derecho. Y de paso se parten de risa a costa nuestra y de nuestros muertos, los mismos que en nombre de su ideología fueron asesinados por cientos de miles en este país no hace tantos años.

En la imagen, cartel de la Guerra de España sobre los llamados "nacionales" y sus apoyos extranjeros.

miércoles, 24 de marzo de 2010

El PP sabe que la derrota de ETA es su derrota


No sé si saben ustedes quién es José María Izquierdo y si han leído alguna vez su blog en El País. Si no le conocen hagan los posibles por encontrar sus textos, aunque debo advertirles que su lectura crea adicción. A mí me gusta mucho su blog, pero lo realmente imprescindible de Izquierdo son sus artículos de opinión, que publica en El País al ritmo más o menos de uno cada tres semanas, eso sí a página entera. Son todos para enmarcar.

Izquierdo ha creado un personaje, el ciudadano José K, un trasunto suyo emparentado con el Joseph K de Kafka. El bueno de José K es un español de mediana edad que vive en estado de obnibulación permanente ante lo que tiene que ver, leer y oír un ciudadano de inteligencia corriente y sensibilidad mínimamente progresista y por tanto decente, en este país Corte de los Milagros al que unos llaman España y otros Estado Español. Uno se ríe con José K. y sus reflexiones razonables y razonadas (y por tanto ajenas al modo como se desarrollan las cosas en este estrambótico país), y luego de leerle le entra la temblorina porque, coño, de lo que habla Izquierdo es de la realidad más crudamente realista; así es España, como la cuenta, y así son los cabritos que pacen por aquí y nos defecan encima.

En el blog que escribe en El País, no muy imaginativamente bautizado "El ojo izquierdo", José María Izquierdo suele hacer un seguimiento diario y pormenorizado de las salvajadas que publica la perrera mediática, es decir la agrupación galáctica de medios de comunicación impresos o digitales que braman en nombre de la extrema derecha política y social española. Les juro que leerlo todo junto da miedo, de verdad.

Hoy sin embargo Izquierdo ha dejado de lado la prensa bastarda y nos presenta directamente un asunto tan descarnado y asqueroso, que uno piensa sólo puede darse en España.

La cosa va del vómito que nos largó ayer micrófonos mediante el franquista, miembro del Opus Dei y ex ministro del Interior de Aznar, Jaime Mayor Oreja (recuerden aquella pintada en el País Vasco de sus tiempos de ministro: "A Mayor Oreja, menor cerebro". Dijo el frailuno fascista que “Tengo la certeza de que el Gobierno está negociando con ETA”, y que está convencido de que "los terroristas van a echar una mano al PSOE para que gane las próximas elecciones del 2012". Por si alguien no había entendido de qué hablaba, remató Mayor Oreja "el proyecto de ETA y el de Zapatero no es de adversarios, sino de aliados potenciales, porque los dos buscan lo mismo, una España debilitada”. Todo esto el mismo día en que el presidente Zapatero y Sarkozy asistían en Francia a los funerales del gendarme asesinado por ETA la semana pasada.

Izquierdo viene a decir que esto no es un exabrupto de un tipo al que se le ha calentado la boca o se ha metido en el cuerpo un exceso de pastillas alucinógenas. Es simplemente, recalca, el primer fruto de una orquestada campaña que de aquí a las elecciones generales (¡y faltan todavía dos años!) nos machacará día sí día también con ese mensaje (recuerden a Marshall McLuhan: el medio es el masaje). En la línea de Goebbels, se trata de repetir un millón de veces la misma infamia para que cale en la ciudadanía "como lluvia fina", en afortunada expresión de Aznar acuñada en los años noventa con ocasión de otra campaña semejante de acoso y derribo, la que por fin llevó al PP a La Moncloa en 1996.

¿Por qué la derecha resucita este espantajo? Es más ¿por qué demonios la derecha resucita un cadáver político tan poco ilustre como Mayor Oreja? Obviamente porque la derecha está viendo con horror como ETA hace aguas. ¿Y por qué se lanzan ahora precisamente? Pues porque el asesinato del gendarme francés y la declaración de guerra total contra ETA hecha por Sarkozy, colocan a la derecha española frente a una certeza terrible: aún teniéndolo todo a favor para ganar las elecciones dentro de dos años, si ETA se disuelve o es neutralizada policialmente por los franceses Zapatero volverá a ganar las elecciones, y probablemente el PSOE se asegurará La Moncloa por muchos años.

El PP sabe que la derrota de ETA es su derrota. Por eso han sacado a la arena a su perro más rabioso y mordedor en estos temas: ya saben, el señor del menor cerebro y olor frailuno, el destacado miembro de la Mafia Negra, el fascista sin arrepentir: Jaime Mayor Oreja.

lunes, 22 de marzo de 2010

Catalunya y Laporta ya tienen partido. O no


En política hay algo peor que cometer errores a tutiplén: carecer del sentido del ridículo. Uno puede errar en sus apreciaciones, prospectivas o propuestas cuanto guste, pero hacer el payaso continuamente se suele pagar carísimo más pronto que tarde. Es por ello que no resulta difícil vaticinar un futuro menos que mísero electoral y organizativamente hablando al flamante partido Reagrupament, ésa escisión de ERC que al parecer contará en breve con Joan Laporta, el todavía presidente del FC Barcelona, como su principal activo político.

De entrada, el nombre Reagrupament ya resulta políticamente desgraciado en Catalunya. Después de muerto Franco fue usado por un grupúsculo liderado por Josep Pallach, un histórico agente de los servicios secretos británicos primero y luego de la CIA, a cuyo servicio fletó un partidillo cuyo objetivo era hacerse con la marca PSC en Catalunya e impedir que el proceso de convergencia de fuerzas socialistas culminara en una formación que tuviera esas siglas. La cosa salió mal, y encima Pallach murió de un infarto en pleno congreso constituyente de lo que definitivamente acabó llamándose PS-Reagrupament por imperativo legal. Los más espabilados de los huérfanos corrieron a pedir hueco en el PSC de verdad, y el resto -la mayoría- se fue a su espacio político, social y cultural natural: el pujolismo militante.

Pues bien, ahora el señor Joan Carretero y sus fugados de ERC han puesto en órbita una nueva fuerza política que usa ese nombre, Reagrupament. Curiosa coincidencia. O no. ¿Cuales son los principios políticos del nuevo partido, preguntan ustedes? Pues la independencia de Catalunya, y punto pelota. ¿Algo más? nada más. O al menos, eso pretenden hacernos creer.

Porque el Reagrupament de Carretero transpira derechismo por todos sus poros. O sea que sí tienen ideología, y muy concreta, más allá de la aspiración a la independencia. Según se puede leer en El País de hoy, "su programa para la hipotética independencia incluye derogar la oficialidad del castellano, crear un ejército catalán, una agencia de inteligencia y aprobar una constitución catalana, que ratificó ayer su asamblea". La "Constitución catalana" del nuevo Reagrupament, que por cierto han redactado en catalán y en inglés -será para facilitar su lectura en EEUU, quizá, o porque ya la recibieron así- circunscribe los deberes de los catalanes a "defender Catalunya" y "contribuir al sostenimiento económico" del nuevo Estado. Nada de complejidades con estas cosas de las libertades públicas. Eso sí, mucho orden público y mucha "defensa nacional". Así por ejemplo sabemos que si Reagrupament se sale con la suya Catalunya tendrá ejército propio, Guardia Nacional y una organización de reservistas prestos a acudir a la llamada de la Patria en peligro. Lo de la Guardia Nacional debe ser que en Langley debieron tomar como modelo pra redactarla la constitución de Alabama o de Texas, y no cayeron en la cuenta de que en Europa las Guardias Nacionales nunca se han llevado y resultan una moda sospechosa de "vínculo trasantlántico". Sí son más de la tierra los somatenes de voluntarios reservistas; Primo de Rivera padre los convirtió en verdaderos cazadores de rojos en los años veinte por toda la Catalunya interior. Un verdadero éxito, al decir del empresariado rural de la época.

De economía por cierto el Reagrupament no habla, aunque desde sus tiempos en ERC es bien conocida la predilección del señor Carretero y resto de la compaña por el libérrimo mercado y sus delicias. No olvidemos que los escisionistas que acompañaron a Joan Carretero en su salida de ERC se situaban muy a la derecha de las posiciones de ese partido, que no es precisamente de ultraizquierda por más que finjan creerlo así en el Partido Popular.

La guinda de este pastelito la constituirá muy probablemente el señor Laporta como candidato de Reagrupament a la presidencia de la Generalitat de Catalunya. Ya saben, el mismo Laporta cuyo cuñado y colaborador en la "seguridad" del FC Barcelona es Alejandro Echevarría, uno de los capitostes de la extrema derecha barcelonesa, y directivo de la Fundación Francisco Franco; quizá es que Laporta pretende reciclar a los de la "dialéctica de los puños y las pistolas" hacia la futura Guardia Nacional catalana, cualquiera sabe.

En resumidas cuentas ese arrapiezo, trepa carente de escrúpulos y sin otra ideología o ambición que no sea el encumbramiento personal que responde al nombre de Joan Laporta, será el candidato que estrelle el invento llamado Reagrupament. Bienvenido sea pues, el señor Laporta.

En la imagen satírica, el señor Carretero nos ordena a los catalanes "reagruparnos o morir". El caso es que el disfraz que luce suena a conocido...

sábado, 20 de marzo de 2010

La Ruta de la Seda, fotografiada por Pablo Strubell


La Sala de Exposiciones de la casa Golferichs de Barcelona, el viejo chalet modernista situado en la esquina entre Gran Via y Viladomat (metro Urgell), acoge una selección de 30 fotografías tomadas por Pablo Strubell durante el viaje de 8 meses que realizó por la Ruta de la Seda en 2005.

Pablo Strubell es un treintañero, economista de profesión, que habla de viajes realizados o en proyecto con una pasión mayor aún si cabe de la que emplean los jóvenes de su generación cuando comentan la Champions League. Durante años Pablo ha sido un puntal de la Sociedad Geográfica Española, y ahora se dedica a gestionar una librería madrileña especializada en viajes. Aunque, aficionado como es a los años sabáticos y a realizar largos periplos durante ellos, veremos cuánto le dura el empleo. De momento, según me comentó en la inauguración de su exposición barcelonesa, pronto emprenderá otro de sus largos viajes, esta vez por el continente sudamericano.

En cuanto a la Ruta de la Seda, se trata quizá de la mayor arteria de circulación económica y cultural que haya existido jamás. Las caravanas que partían de China y atravesaban Asia hasta rendir viaje en el Mediterráneo, portaban a lomos de camellos no sólo mercancías como la seda, el papel, la pólvora, las especias, el marfil, y joyas y metales preciosos de toda clase, sino tambien y acaso más importante para la historia de las civilizaciones humanas y singularmente de la europea, las ideas filosóficas, religiosas y políticas que contribuyeron a conformar lo que sabemos del mundo y nuestra manera de interpretarlo y vivirlo.

Entre las fotografías de Pablo hay una de la plaza de Registán, en Samarkanda, la imagen de las dos mezquitas gemelas enfrentadas, que me trajo de inmediato el recuerdo de los días de mi viaje a Uzbekistán en agosto de 1999. En una breve pero muy agradable conversación, evocamos juntos nombres míticos de ciudades como Estambul, donde por cierto me sorprendió el terremoto del 17 de agosto de 1999 camino de Taskhent, y Xian, la ciudad china desde la que partían las caravanas rumbo a Occidente. Allí, en la muralla perfectamente conservada de esa ciudad de la China central, se abre la puerta que constituía el kilómetro cero de la Ruta de la Seda y que debían atravesar los esforzados mercaderes orientales que iniciaban el camino hacia las lejanas orillas mediterráneas.

De su paso por ese mundo variopinto y enriquecedor desde el punto de vista cultural y del conocimiento humano, da cuenta Pablo Strubell en un libro que acaba de salir y que encontrarán en las librerías especializadas, como Altair o DeViaje: "¡Te odio, Marco Polo!". Dice Pablo que el título viene a resumir su relación personal de amor y odio con el famoso veneciano, a quien responsabiliza de sus aventuras y también de los sinsabores vividos durante el viaje por la Ruta de la Seda, en la medida en que Marco Polo fue su inspirador principal. En realidad, tal como narré en mi libro "Todos los blancos son feos" en el capítulo dedicado a la Ruta de la Seda, los chinos consideran a Marco Polo un grandísimo embustero que jamás puso los pies en China. Y sin embargo ahí nos tienen a Pablo y a un servidor, siguiendo sus huellas.

La imagen que ilustra el post es una de las fotografías que componen la exposición "La Ruta de la Seda", de Pablo Strubell. Se trata de un taxi colectivo que circula rumbo al mercado de Kashgar, en el Turkestán Oriental o Xinjiang (Rep. Popular China).

jueves, 18 de marzo de 2010

ETA comienza la Batalla de Francia


Hace apenas unos días varios antiguos dirigentes de ETA encarcelados, entre ellos el célebre Pakito, denunciaban el sinsentido de que la organización continúe llevando a cabo acciones terroristas y llamaban la atención sobre el hecho de que el grupo está actualmente en manos de unos "inexpertos chapuceros".

El asesinato de un gendarme francés por un comando etarra ha venido a darles la razón. Sólo a un grupo de idiotas desesperados se les puede haber ocurrido cometer una cosa así. Hasta ahora, en las escasas ocasiones en que algún policía francés había resultado herido por etarras, la organización terrorista se apresuraba a pedir públicamente disculpas. Nunca permitió ETA el surgimiento de "grupos armados" en Euskalerria norte, que copiaran la actividad terrorista del sur perpetrando acciones contra particulares o representantes del Estado francés. ETA siempre supo dónde está la línea roja que no podía traspasar, y hacía bien, porque les sabían que les iba va literalmente la cabeza en ello.

Y es que el Estado francés no adolece de las manías, los complejos de inferioridad ni la mala conciencia del Estado español. Espectáculos como el del GAL, en Francia no son posibles. Cuando en los años 60 del pasado siglo el presidente De Gaulle se propuso liquidar la organización terrorista francesa de extrema derecha OAS, creó el Servicio de Acción Cívica (SAC) una sección policial que actuaba a tiro limpio y con total impunidad contra los pistoleros de la OAS; todavía en los años 90 aparecía de vez en cuando en la costa alicantina algún antiguo "pied noir" oasista cosido a balazos. En Francia jamás nadie se ha escandalizado por estas cosas, porque los franceses tienen muy asumido que atacar al Estad o es atacar a la República misma, es decir a toda Francia en su conjunto, y que quien tal hace se está volando a sí mismo los sesos.

Matar a un gendarme francés ha sido pues quizá el mayor error histórico de ETA. Como ya he anunciado aquí en algún post anterior, tal suceso tendrá consecuencias que comportarán de modo inevitable el principio de su final. Un final que con seguridad será violento y probablemente sangriento para lo que queda de la banda de "inexpertos y chapuceros". Y es que como digo, asesinar a un funcionario francés sea policía o no es mucho más que matar a un miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado: es disparar contra el Estado francés mismo y contra todos y cada uno de sus ciudadanos. Un suicidio cometido por un puñado de locos, ya digo.

Estén atentos a la respuesta francesa. La batalla de Francia ha comenzado para ETA; su final, también.

miércoles, 17 de marzo de 2010

martes, 16 de marzo de 2010

La izquierda europea se despereza


En los últimos días dos acontecimientos de tipo político y ciudadano han venido a certificar el lento pero al parecer cierto desperezamiento que está viviendo la izquierda europea, o mejor dicho el sector de las izquierdas europeas más vinculado a la práctica gubernamental y reformista. Tal resurgir tiene lugar en el contexto de una fuerte y creciente fractura social y política que se está produciendo en todo el Viejo Continente, agudizada por una crisis económica sin expectativas de mejora y el viraje de las derechas hacia formas cada vez más autoritarias y cercanas a un fascismo puesto al día y que usa de modo maestro y masivo las tecnologías de la comunicación.

Unas doscientas mil personas se manifestaron en Roma convocadas por todo el arco político de las izquierdas italianas, desde los social-liberales hasta la extrema izquierda extraparlamentaria, para gritar ¡basta! al modo en que el berlusconismo está precipitando a Italia en la sima de una nueva República de Saló, en la que ya no faltan ni los esquadristi aterrorizando minorías y persiguiendo adversarios políticos. El país se encamina a marchas forzadas a un escenario de preguerra civil, en el que reaparecen los signos públicos de la famosa "estrategia de la tensión" de los años 60 y 70, mediante la cual los sectores más extremistas de la derecha italiana buscarían "todo el poder" para sí, más allá de las fórmulas formalmente democrático-parlamentarias. La respuesta desde la izquierda no puede ser otra que la confrontación pacífica pero firme en el Parlamento y en la calle; habida cuenta la inanidad de la izquierda parlamentaria italiana, parece lógico que los ciudadanos estén comenzando a salir a la calle para frenar el asalto fascio-berlusconiano al Estado.

En Francia el escenario discurre por contra y afortunadamente en términos parlamentarios y de confrontación puramente ideológica. Es evidente que la situación allí no tiene los perfiles dramáticos que presenta Italia. En ese marco civilizado, las elecciones regionales francesas han venido a confirmar empero dos tendencias opuestas: de un lado la marginación política voluntaria de entre un tercio y la mitad del electorado, según consultas, algo muy grave a medio plazo para la continuidad misma del sistema democrático; del otro, el que entre la mitad de la sociedad políticamente consciente parece crecer la idea de que la izquierda debe regresar a la primera línea de la política, antes de que el neoliberalismo sarkozyano acabe con el Estado por vías distintas a las del berlusconismo, pero finalmente no menos ciertas y eficaces.

Son los electores de izquierda quienes han puesto al PS francés en libertad vigilada, sin acabar de fiarse de él, por ser la única fuerza de izquierdas que puede aspirar a gobernar las instituciones; quienes han dado alas a esta versión 2.0 de los Verdes que es Europe Ecologie, una formación reciente que traspasa el marco tradicional de este tipo de fuerzas y va más allá de las reivindicaciones ecologistas; quienes han dado un frenazo considerable a las expectativas del Front de Gauche, que sigue dudando entre hacer de conciencia izquierdista del PS o volar buscando un espacio político propio a la izquierda de socialdemócratas y ecologistas; y los que en fin han liquidado el Nuevo Partido Anticapitalista de Olivier Besancenot, quien ha pagado durísimamente el infantilismo y las insensateces de una fuerza política que tantas expectativas generó con su aparición, y que ahora se ve abocada a integrarse en el Front de Gauche o a desaparecer (aunque sin el menor menoscabo de las posibilidades que tiene Bensancenot de, tal como tengo escrito de hace algún tiempo, llegar a ser líder del PS de aquí a 10 ó 15 años y presidente de Francia un poquito después).

La "era Sarkozy" toca a su fin. El repunte del FN es signo de la inquietud existente entre la derecha francesa, incómoda a la búsqueda de sí misma. La tentación autoritaria, la misma a la que ha sucumbido ya la derecha italiana, es muy fuerte. Pero en la derecha francesa hay una tradición antifascista que proviene del gaullismo y hunde sus raíces en la Resistencia contra la ocupación nazi y los traidores colaboracionistas del período 1940-1944. La batalla en Francia es política y no pone en riesgo la democracia y las instituciones, al contrario ayuda a profundizar y avanzar en ellas; en Italia por contra lo que está en juego es si los camisas negras, verdes, pardas y demás ralea van a conseguir subirse sobre el Estado o se les va a cerrar el paso, si hace falta defendiendo la democracia en las calles con métodos proporcionados a la agresión colectiva que está sufriendo el pueblo italiano.

En la fotografía, ciudadanos manifestándose en contra de Berlusconi la semana pasada, en Roma.

domingo, 14 de marzo de 2010

Cuatro días de marzo. Memoria de un fallido fujimorazo a la española


Entre el 11 y el 14 de marzo de 2004, España vivió (presuntamente, claro) la experiencia de un autogolpe de Estado según el patrón dibujado años antes por Alberto Fujimori, presidente de Perú: con la excusa de un atentado terrorista, el gobierno en ejercicio pretendió mantenerse en el poder paralizando un procedimiento electoral e introduciendo cambios en el sistema político que garantizaran su continuidad de facto indefinida en el poder, so pretexto de hacer frente a una situación excepcional.

Tras el estallido de los trenes en Atocha, entre la mañana del 11 y la noche del 13 de marzo de 2004, el gobierno Aznar intentó (presuntamente, claro) aplazar "sine die" las elecciones convocadas para el domingo 14 de marzo y simultáneamente, suspender la autonomía vasca, objetivo que acariciaba desde los meses precedentes. A pesar de las presiones ejercidas por el Gobierno de entonces, ambas acciones fueron rechazadas por órganos del Estado, singularmente la Junta Electoral Central y el propio Jefe del Estado, quien se habría negado en dos ocasiones a firmar el decreto de suspensión del funcionamiento de las instituciones autonómicas vascas. El final del fujimorazo vino cuando los mandos policiales operativos se negaron a cargar y dispersar a los cientos de miles de manifestantes que en la noche del 13 de marzo marcharon, en una marea humana autoconvocada, desde la Puerta del Sol hasta el Congreso de los Diputados gritando: "¿Quién ha sido"?, en respuesta a las mentiras gubernamentales que atribuían los atentados del 11-M a ETA, la opción políticamente rentable para el Partido Popular. Todo presuntamente, faltaría más.

Seis años después sabemos quienes perpetraron el 11-M, y también sabemos que sus inspiradores pretendían lograr el mismo efecto que lograron los atentados del 11-S de 2001 en EEUU. Pero aquí les salió el tiro por la culata: los españoles no cayeron en la trampa que les tendían. Aún así el Gobierno Aznar intentó (presuntamente, claro) lo más sucio que un gobierno elegido democráticamente puede hacer: perpetuarse en el poder recurriendo a subterfugios edificados sobre los cadáveres de 191 compatriotas. Recuérdenlo ustedes, y recuerdenselo a otros.

Sobre el 11-M, les dejo un enlace a El efecto Ceacescu, por qué fracasó el 11-M, mi post del año pasado relacionado con esta fecha.

En la imagen, la manifestación de protesta contra el 11-M y el fujimorazo en marcha del gobierno Aznar, celebrada en Madrid la tarde del 12 de marzo de 2004, pasa junto a los carteles de campaña electoral del PP con la foto de Mariano Rajoy.

viernes, 12 de marzo de 2010

El premio Nobel ya nunca tendrá a Miguel Delibes



Escribo con urgencia, bajo el influjo emocional de la muerte de Miguel Delibes, que acaba de producirse esta mañana.

Así que Delibes ya nunca tendrá el premio Nobel. Lo que dicho sea de paso habla bastante mal del nivel cultural o simplemente mental de quienes manejan ese puerco mundo de los premios literarios. Ellos se lo pierden desde luego, pero habría sido bonito un reconocimiento internacional para quien, guste o no guste, ha sido el último escritor en castellano de aliento clásico. Confieso que hace pocos años firmé una petición colectiva reclamando el Nobel para Miguel Delibes, y he de decir que no me arrepiento de haberlo hecho a pesar de seguir considerando que de bastantes años hacia aquí los Nobel de literatura son una mascarada indigna.

Más importante que todo eso, con Delibes se va un modo de narrar cercano a la tierra, estrictamente campesino y pegado a las raíces de su país. Del suyo, que no del mío, porque Delibes fue un escritor castellano hasta la médula, y aunque usemos para la escritura el mismo idioma entre él y yo hay una distancia sideral, y obviamente no sólo en la calidad literaria que nos separa. Precisamente esa es la grandeza de idiomas como el castellano o el francés, vehículos en los que se expresan gentes tan distintas, que han devenido lenguas universales de cultura.

Como persona Miguel Delibes fue un hombre esencialmente conservador, pero su comprensión del medio rural, adquirida desde la propia vivencia, le acercaba extrañamente a escritores de perfil izquierdista, autores como Ramón J. Sender, quien al igual que Delibes, conoció directamente la dureza del campo español de décadas pasadas. En "Los santos inocentes", una de las obras más populares de Delibes, hay más dinamita contra el sistema caciquil y la figura de los terratenientes que en toda la producción ensayística anarcosindicalista sobre el tema. Para muchos, sin embargo, es "Cinco horas con Mario" la novela cumbre de Miguel Delibes, y acaso la mejor novela escrita en castellano en España en la segunda mitad del siglo XX. A mí me sigue pareciendo estremecedora cada vez que la vuelvo a leer, tal vez porque me aviva el recuerdo de una historia espeluznante que conocí hace ya bastantes años y que está directamente ligada a ese texto. Tal vez la explique algún día en forma de cuento.

Sin embargo el mejor Delibes está a mi juicio en "Diario de un cazador". Compré ese libro hace 30 años en una librería de Barbastro, durante una parada en un viaje al Pirineo aragonés en el "850" de una novieta que tenía en aquellos tiempos. Lo leí durante el viaje por carreteras y pueblos entonces todavía literalmente perdidos, y la prosa seca y precisa de Delibes me caló por completo. Muchos años más tarde llegué a la conclusión de que como dice Eduardo Mendoza en su último libro de cuentos, lo importante en narrativa no es lo que se dice sino cómo se dice. En ese sentido la vida menuda que traspasa "Diario de un cazador" es desde luego un vehículo para que Delibes exprese toda su capacidad como narrador, pero también el cauce para hacernos comprensiva la mirada honda y calma del hombre de campo, cuya filosofía de la vida ha sido tallada por el paso de los siglos y heredada de las generaciones que antes que él pisaron el viejo terruño. Así era en el caso de Sender, y así ha sido en el caso de Delibes.

Lo que acaba de morir no es tanto un escritor enorme como un modo de entender y vivir la vida, el modo propio y finisecular de los campesinos, que con la desaparición de Miguel Delibes pierde definitivamente la posibilidad de expresión literaria.

jueves, 11 de marzo de 2010

Baltasar Garzón, de aquellos polvos estos lodos


Garzón no es precisamente un santo (véase su actuación durante el Golpe de Estado Difuso de los años noventa, que llevó a la derecha española al poder en 1996), pero en estos momentos la misma derecha que le jaleaba hace 15 años cuando era su punta de lanza judicial (caso GAL), está a punto de convertirle en un mártir de la libertad, la democracia y la recuperación de la memoria histórica.

En realidad, lo que están haciendo con Garzón es como si los descendientes de Hitler, Hess, Goering y compañía se querellaran ahora contra los magistrados del Proceso de Nuremberg por haber juzgado a los jerarcas nazis. Lo peor con todo no es que el Partido Popular, la Falange, la Conferencia Episcopal Española y los medios de comunicación social de la derecha extrema/extrema derecha española estén dando esta batalla por silenciar a quienes intentan que se ajuste cuentas de una vez por todas con el franquismo -la forma española del fascismo, no lo olvidemos- sino que en esa batalla participen gustosamente en primera línea de combate los órganos de poder del aparato judicial español.

Lo cual no deja de ser lógico, habida cuenta del origen social y la adscripción ideológica de la gran mayoría de los jueces españoles, gente de pura extrema derecha y fidelidad más que probada al franquismo.
En la imagen, un juez español revestido con sus ropajes ceremoniales y símbolos de poder.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Lecciones de una nevada sobre Barcelona


Una nevada que en los países del centro y norte de Europa habría pasado casi inadvertida, ha generado un extraordinario caos en Catalunya y singularmente, en el área metropolitana de Barcelona. Es evidente que las infraestructuras del país no están a la altura del fenómeno metereológico acaecido, y habrá que empezar por ahí a la hora de ensayar soluciones más que de buscar culpables, pero esa es sólo una faceta del problema. Hay más, y vamos a intentar relacionarlas aquí.

En primer lugar, es obvio que existe cierto cálculo cínico por parte de las instituciones públicas y sobre todo, de sus responsables técnicos, lo que a la larga acaba propiciando desastres como el comentado; tanto va el cántaro a la fuente, que llega el día en el que se rompe. Me explicaré. Hace algunos años, pregunté a un arquitecto barcelonés con cargo de responsabilidad en la administración local, persona por lo demás muy competente y de buen juicio general, la razón por la cual en Barcelona no existía ningún tipo de exigencias oficiales en la construcción de nuevos edificios en orden a la protección contra posibles movimientos sísmicos. El hombre me contestó con toda tranquilidad, que la posibilidad de que acontezca un terremoto de cierta intensidad en nuestra ciudad es tan remota y que probablemente tardará tantos años en producirse, que no vale la pena perder tiempo y dinero tomando medidas contra él; cuando pase pasará, punto. Esta es la visión de la jugada de nuestra Administración en éste y en otros temas semejantes. Ayer mismo oí en la radio a un responsable técnico responder con todo desparpajo que dado que no es habitual que en Catalunya se produzcan nevadas como la habida hace un par de días, no vale la pena disponer de unos medios para contrarrestarla que permanecerían inactivos durante mucho tiempo. Es fácil comprender pues que con este espíritu de nuestros responsables públicos, la meada de un ángel pueda convertirse fácilmente en el Diluvio Universal.

Al lado de esta manifiesta irresponsabilidad pública sumen unas infraestructuras obsoletas, en manos de rapaces empresas monopolísticas que no gastan un céntimo en mantenimiento: cae una nevada de alguna intensidad, y automáticamente se colapsan las carreteras; sopla un ventarrón un poco más fuerte de lo normal, y vuelan por los aires las torres y los cables de alta tensión; llueve durante una tarde, y el transporte público de superficie se paraliza, los semáforos dejan de funcionar y el metro se convierte en un lago subterráneo; las comunicaciones telemáticas se saturan y bloquean apenas coincide una cantidad de usuarios más alta de la habitual llamando por teléfono o intentando entrar en determinado sitio web. Los ejemplos son innumerables. Servicios tercermundistas a la española, de los que en Catalunya gozamos de modo singular a pesar de pagar por ellos vía nuestros impuestos como si fuéramos verdaderos potentados.

Y por último, pero no los últimos en cuanto a responsabilidad, quedamos los ciudadanos. Los ejemplos de la estulticia de tantos supuestos "homos sapiens" en relación con este asunto, son igualmente múltiples y asombrosos: miles de imbéciles se montan en su coche para ir a ver nevar en las montañas, a pesar de las advertencias públicas en sentido contrario, colapsando las carreteras y hasta las autopistas; centenares de miles de alienados insisten en circular en vehículo privado por calles impracticables, sólo por el placer de continuar con sus hábito cotidiano de desplazarse dentro de su privadísimo cacharro de cuatro ruedas; otras legiones de indigentes mentales se lanzan a criticar a las administraciones públicas por no ser capaces de garantizar que el Dios Automóvil pueda seguir circulando libremente bajo cualquier circunstancia, sea ésta una nevada, un bombardeo atómico o el Día del Juicio Final. Esta es la sociedad que tenemos y que entre todos hemos ido conformando.

Por todo ello me temo mucho que nadie va a sacar lecciones de la nevada, y que en todo caso a nadie le interesa verse obligado a cambiar aunque fuera mínimaente sus hábitos, costumbres y esquemas mentales en relación con estos temas. Como decía el arquitecto al que aludía al comienzo, la posibilidad de que haya un terremoto (o una nevada más o menos fuerte) en Barcelona es tan remota, que no vale la pena considerarla. Y total, cuando nieve ya nos quejaremos a gritos, siguiendo el conocido exabrupto italiano: "piove, porco governo!".

En la imagen que ilustra el post, coches circulando por el centro de Barcelona en medio de la nevada del pasado día 8 de marzo.

lunes, 8 de marzo de 2010

8 de Marzo, Día de la Mujer Trabajadora

Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Bueno, al menos antes los 8 de marzo eran el día en que se conmemoraba la lucha de las mujeres trabajadoras por la igualdad y la emancipación de sexo y clase.

Pues resulta que ya no. Según los medios de masas y nuestros políticos de todos los colores, hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer. Se les ha caído el calificativo "trabajadora", quizá porque como en la "economía de mercado" -antes sistema capitalista- ya todos somos clase media, habiéndose extinguido por arte de birlibirloque las clases trabajadoras y populares, pues eso, que no ha lugar a la existencia de mujeres trabajadoras y ya sólo hay mujeres a secas.

No piensen que la pérdida del calificativo es inocente, ni mucho menos. La desaparición del concepto "trabajadora" da mucho juego en orden a la promoción de la alienación colectiva de las conciencias. Permite por ejemplo, difundir la especie de que la abolición de la Ley Sálica y que por consiguiente, el que una hembra Borbón pueda llegar a reinar en España si nació antes que un varón Borbón, representa en sí misma un gran paso adelante en la igualdad entre los hombres y las mujeres de este país; como si el verdadero progreso en este terreno no fuera el abolir de una vez esa institución discriminatoria por definición para todos y todas que es la monarquía. O que la posibilidad de que una señora pueda ingresar en el Ejército español y llegar a ser general (generala, para ser políticamente correctos), significa per se un avance increíble en cuanto a la igualdad de oportunidades laborales entre hombres y mujeres, cuando en realidad es simplemente una forma de engrosar las filas de una institución reaccionaria, desprestigiada y con una carencia crónica de efectivos. Por ese camino tramposo y lleno de desfachatez algún alucinado puede llegar a intentar vendernos que la existencia de señoritas toreras (otra vieja profesión masculina y macha) o de mujeres en la dirección de ETA o de la Falange, son indicadores de cuánto ha avanzado la liberación de la mujer en España. Y realmente, si esos son los indicadores, significa que nos queda mucha mixtificación por desmontar y mucho trecho por recorrer en materia de liberación de la mujer y de su consideración en pie de igualdad real con los hombres.

Es así como en este Día de la Mujer (ex Trabajadora) se vienen dando premios a tutiplén a ejecutivas, empresarias, catedráticas, políticas con cargo y otras damas de traje-chaqueta y bolso a juego. Ni un ama de casa ni una obrera de cadena de montaje. Sin ir más lejos, en los premios "Rosa Manzano" de este año (los premios gubernamentales "de izquierdas"oficiales en materia de feminismo, para entendernos) se ha galardonado entre otras, parece, a una señorita guardia civil. Digo yo que si algunas antiguas feministas levantaran la cabeza igual les daba un soponcio, viendo en el estrado a la pizpireta civila.

Uno que como saben tiene pasión por nadar contra corriente de las tendencias que nos señala la "economía de mercado", quisiera recordar hoy aquí a algunas mujeres que lucharon durante muchos años y que en algún caso siguen luchando por los derechos de las mujeres trabajadoras, que obviamente son la mayoría de las mujeres aunque sigan tan excluidas que se haya decretado su extinción: Pienso en nombres históricos como Dolores Ibárruri, Margarita Nelken, Victoria Kent y Federica Montseny; pienso en las también fallecidas Carmen García Bloise (que luchó denodadamente dentro del PSOE por el reconocimiento político de las mujeres), Marta Mata (pedagoga que lideró en Catalunya durante décadas la lucha por la escuela pública, laica, catalana y no sexista), Maria Aurèlia Capmany (a cuyas órdenes tuve el honor de trabajar), y Pilar Brabo (un símbolo viviente para las jóvenes comprometidas durante la transición); pienso en "feministas radicales" y a menudo poco comprendidas, como Lidia Falcón y Empar Pineda, por suerte aún vivas; pienso en mujeres que protagonizaron durante décadas el cambio en esta materia y que hoy están apartadas de la vida política como son Paquita Sauquillo, Matilde Fernández, Amparo Rubiales y Lali Vintró; y pienso en fin, en mujeres desaprovechadas, confinadas en puestos políticos secundarios, como Carmen Alborch, Cristina Almeida y tantas otras cuya experiencia, sabiduría y capacidad ha sido arrinconada en beneficio de personas cuyo único bagaje personal y político es su sexo y edad.

Esas mujeres señeras y tantas y tantas otras compañeras anónimas son quienes han llenado de contenido a lo largo del tiempo este Día de la Mujer Trabajadora, y quienes merecen por tanto la gratitud y el reconocimiento de todos y todas quienes nos consideramos gentes de izquierdas.

domingo, 7 de marzo de 2010

La España de los verdugos marcha por "la vida"


Ahí les tienen, son la España que se manifiesta "a favor de la vida". Es una imagen de la manifestación contra el aborto celebrada hoy en Madrid (dónde si no), organizada una vez más por la derecha política y social y jaleada por sus instrumentos de agitación callejera: las dos perreras, la mediática y la clerical.

Fíjense que al frente de esos "españoles por la vida", más bien mayorcitos, marcha la bandera bajo la que se envolvieron los asesinos de la mayor cantidad de españoles masacrados nunca. La bandera bajo la cual tuvo lugar durante cuarenta años toda infamia, toda corrupción, todo crimen en suma, incluidos los considerados crímenes contra la Humanidad, imprescriptibles por definición en el mundo civilizado pero que en España siguen amparados por el aparato judicial español.

Pues ahí les tienen a ellos, a quienes apoyan todo eso, marchando tan ufanos mientras reclaman el "derecho a la vida", con la misma convicción seguramente con la que la clerigalla española reclama "libertad religiosa". Una vez más en España los verdugos se disfrazan de víctimas. ¿Hasta cuándo?