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lunes, 16 de enero de 2012

Muere Fraga Iribarne, el Goebbels de Franco



La muerte le ha llegado a Manuel Fraga Iribarne a los 89 años de edad. Fraga Iribarne -así se llamaba a los miembros de la clase política durante el franquismo: por los dos apellidos, sin el nombre- era ya una supervivencia de sí mismo y desde luego, de una época pretérita sobre la que la derecha franquista postmoderna está reescribiendo la Historia con el mayor de los descaros, gracias en parte a la desmemoria de una neoizquierda de salón que desconoce hasta de dónde viene.

De Fraga Iribarne escribió hace muchos años Manuel Vicent que todavía llevaba pantalón corto cuando se subió por primera vez a un coche oficial. Nacido en la Galicia caciquil y atrasada de la postguerra española, su carrera política comenzó a principios de los años cincuenta del pasado siglo en organismos menores asociados al Movimiento, el pastiche que substituyó a la Falange como partido único del régimen franquista cuando a partir de 1945 la dictadura hubo de esconder sus orígenes fascistas, y comenzó a presentarse como un "régimen autoritario" y paternalista. Fraga siempre fue un falangista puro y duro, un "azul", según la terminología de la época que clasificaba a los integrantes de la nomenclatura del régimen. 

En los años sesenta el camarada Fraga Iribarne se convirtió en responsable de propaganda de Franco desde su cargo como ministro de Información y Turismo. En 1964 dirigió la gigantesca operación de intoxicación ideológica de masas que fue la celebración de los "XXV años de paz" del régimen, es decir la conmemoración del 25 aniversario de la victoria militar del fascismo en España. En esos mismos años sesenta organizó un reférendum bajo el lema "Franco, sí", ganado con el 98% de los votos, y pergeñó una ley de prensa que ponía una espada sobre la cabeza de cada profesional de los medios no editados por el Movimiento, incitando a la autocensura de los periodistas so pena de sanciones que pasaban por las multas, la cárcel y hasta la prohibición de cabeceras y la voladura de sus instalaciones, como ocurrió años más tarde con el diario "Madrid". En 1966 se produce el famoso accidente de Palomares, en el que varias bombas atómicas norteamericanas cayeron sobre suelo y aguas territoriales españolas tras el choque de dos aviones en vuelo; Fraga y el embajador norteamericano se fotografiaron bañándose juntos en una playa que, dijeron, estaba próxima al lugar donde cayeron las bombas, para dar a entender que no había peligro alguno (lo cierto es que aún hoy los terrenos donde se recuperaron las bombas siguen siendo zona radioactiva, a pesar de haber sido removida la tierra). 

A partir de 1969 la estrella de Fraga sufre un primer declive al caer el Gobierno bajo el control de los llamados "tecnócratas", es decir los miembros del Opus Dei. La secta, conocida como La Mafia Negra, logra arrinconar a los viejos falangistas, y Fraga se marcha de embajador a Londres. Son los años en los que en la política y la economía española mandan los "Lópeces" (López Bravo, López Rodó, López de Letona), bajo la protección del almirante Carrero Blanco, mano derecha de Franco en su ocaso. Fraga no se resigna, e instrumenta el caso Matesa (una colosal estafa empresarial en torno a la industria textil) para atacar y en parte herir aunque no aniquilar el poder del Opus.  Luego vendrán Sofico, Redondela y otros escándalos económicos, con asesinatos de testigos incluidos, que socavan el poder del Opus en el régimen.

Muerto Franco, en 1975 Manuel Fraga regresa de Gran Bretaña y es nombrado vicepresidente y ministro de Gobernación (Interior) del Gabinete presidido por Carlos Arias Navarro, llamado "el Carnicero de Málaga" por los miles de asesinatos cometidos bajo su mando policial en esa ciudad andaluza cuando fue tomada por los fascistas durante la guerra de España. En la nueva etapa ministerial de Fraga se producen las matanzas de opositores en Montejurra y Vitoria, y las muertes casi semanales de manifestantes y trabajadores en huelga. La situación se le escapaba de las manos por momentos al Gobierno de Arias Navarro, quien finalmente fue despedido por el rey en 1976. El nombramiento como presidente de Adolfo Suárez, un aventurero de la política de origen "azul", irritó sobremanera a un Fraga que ya se veía en el cargo. A partir de entonces sus relaciones con el rey Juan Carlos devinieron en inexistentes.  

Contra lo que se viene reescribiendo en los últimos años, la democracia parlamentaria no llegó a España por concesión de las élites reformistas del régimen sino por la presión de la calle, que obligó a potencias como Francia y EEUU a intervenir forzando el desmantelamiento del franquismo político. Desde el Gobierno y las instituciones, Suárez y el rey crearon un partido para pilotar esa etapa, la UCD, del cual se excluyó a los franquistas irredentos como Fraga. Éste se alió con los restos de la ortodoxia franquista y algunos viejos enemigos, como el opusdeísta López Rodó (los llamados Siete Magníficos), creando Alianza Popular (AP), un partido cuya misión era intentar perpetuar un franquismo sin Franco.  Pero las elecciones del 15 de junio de 1977 las ganó UCD, el PSOE renovado quedó segundo y AP sufrió una durísima derrota. Nombrado ponente constitucional, Fraga fue el responsable de buena parte de las insuficiencias democráticas de la Constitución de 1978,  aunque AP finalmente votó en contra de la Constitución tanto en el Congreso de los Diputados como en el referéndum del 6 de diciembre de 1978, lo que hay que recalcar en estos tiempos en que se mixtifica el pasado con tanta desvergüenza.

Posteriomente vendría la refundación de AP como Partido Popular (PP), siempre bajo el dominio totalitario del Presidente Fundador Fraga, la recogida de los restos de la UCD tras el estallido de este partido en 1982, la conversión de Galicia bajo el mando de Fraga en la "Baviera de la derecha española" (es decir, en una región gobernada durante décadas por caciques ultraderechistas corruptos), y finalmente, la victoria electoral de Aznar, hechura de Fraga Iribarne y como él, antiguo falangista, en las elecciones generales de 1996. Un largo camino en el que Fraga como Moisés, se quedó a las puertas de la Tierra Prometida: jamás logró su ambición de ser presidente del Gobierno.

En Francia o Alemania, el camarada Fraga Iribarne habría sido juzgado por crímenes contra la Humanidad, al haber sido un destacado jerarca del régimen fascista del general Franco. Y es que Manuel Fraga estuvo presente durante años en aquellos infames Consejos de Ministros de Franco en los que se firmaban condenas a muerte de ciudadanos españoles. Jorge Semprún le acusaba de haber sido uno de los que más insistieron en la ejecución de Julián Grimau. Peor todavía, al parecer Fraga amenazó a la familia del estudiante César Ruano, asesinado por la policía franquista, para que cesara en sus denuncias, y presionó a la prensa para que caracterizara a Ruano como un ser inestable que se había suicidado. Nunca hubo de responder por estas atrocidades, ni tampoco por los crímenes cometidos por la policía y la Guardia Civil a sus órdenes en aquellos terribles inicios de la Transición, ni desde luego por la actividad de organizaciones parapoliciales auspiciadas y amparadas desde el poder en esos años como la Triple A, el Batallón Vasco Español, Antieterrorismo ETA (ATE) y otras siglas semejantes, organizaciones instrumentales creadas para llevar a cabo ataques y atentados que se saldaron con muertos y heridos. Si el teniente general Saénz de Santamaría hubiera tenido ocasión de testificar ante un juez independiente, su deposición sobre Montejurra y otros sucesos habría dado con los huesos de Fraga en la cárcel para una larga temporada.

Queda por dilucidar el verdadero papel de Fraga en el 23-F, la conspiración golpista que intentó devolver España a un pasado ya imposible. Recuerden la frase del teniente coronel Tejero cuando sus sicarios con tricornio comenzaron a disparar hacia el fondo y el techo del Congreso, por encima de las cabezas de los diputados: "¡Cuidado! no les vayáis a dar a los nuestros". Quiénes eran "los nuestros" nunca lo hemos sabido a ciencia cierta, pero si tenemos algunas algunas pistas sobre ello: los escaños de los diputados de AP  estaban al fondo y arriba del hemiciclo, y Manuel Fraga no fue sacado de la cámara por los golpistas como sí lo fueron los otros dirigentes políticos, encerrados en una salita que todos sabían era la capilla antes del pelotón de ejecución caso de haber triunfado el golpe. 

En la fotografía que ilustra el post, el camarada Fraga Iribarne en su toma de posesión como ministro de propaganda franquista jura los Principios Fundamentales del Movimiento fascista y lealtad a Franco en presencia del dictador y de otros jerarcas del régimen, vestido con el uniforme del partido único.

lunes, 2 de enero de 2012

Si el rey lo sabía todo, por qué no lo denunció




Titular absolutamente rotundo de "El País" en su edición digital de hoy, 2 de enero de 2012:


¿Han quedado patidifusos? Pues esperen a desmenuzar la frase:

1. El rey sabía en 2006 que Iñaki Urdangarín andaba en una trama (nada "presuntamente" delictiva, a la vista de la mierda que está aflorando).

2. En vez de denunciarle y ponerle en manos de la justicia, que es la obligación legal de todo ciudadano cuando tiene pruebas o indicios de un hecho delictivo, el rey le ordena a Urdangarín que rompa con esa trama (en 2006, recordemos).

3.. A pesar de la orden del rey, Urdangarín no le hizo ningún caso y siguió practicando el "talonmano" (Ignacio Escolar) ¡durante cinco años más!. El rey siguió sin denunciar ese delito continuado en el tiempo.

Este caso empieza a oler  a fin de la Monarquía española. O al menos, a abdicación del actual rey.

martes, 29 de noviembre de 2011

Don Tancredo en el PSC


Don Tancredo fue un personaje antaño muy popular en las corridas de toros bufas, aquellas en las que toreaban el Bombero-Torero, la Banda del Empastre y los Enanitos Toreros, entre otras insignes figuras de la lidia transformada en circo de payasos más o menos cómicos.

El tal Don Tancredo era un fulano que esperaba al toro en el centro del redondel subido sobre un pedestal, a menudo un simple cajón de madera. Se soltaba al toro y al llegar este a la arena Don Tancredo se quedaba inmóvil como una estatua, pues la tradición y al parecer cierta experiencia previa determinaban que si el tipo no movía ni una pestaña, el toro pasaba de largo sin embestirlo. Naturalmente no siempre era así, y al parecer no era infrecuente que estos figurantes terminaran recibiendo alguna cornada. De hecho, la presencia del payaso-estatua en los ruedos fue prohibida en España a mediados del siglo XX. 

Quienes se avenían a interpretar el personaje eran obviamente personas acuciadas por la necesidad de ganar algún dinero con el que ir viviendo. Ya saben aquella famosa frase taurina de "más cornadas da el hambre", referida a los toreros pero extensible a todo este mundo en el que durante siglos sus protagonistas solían salir de las clases sociales más depauperadas. En suma, los figurantes de Don Tancredo eran personas que difícilmente podían ganarse la vida de otro modo que no fuera fingir no ver el peligro y esperar sin hacer nada a que este pasara de largo.

Exactamente esa es la política que está triunfando entre los dirigentes del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Tras encadenar una serie de fracasos históricos que han llevado al partido a la pura inanidad política y social, y en vez de dimitir y buscarse un trabajo remunerado como cualquier otro ciudadano, ellos han preferido cerrar los ojos, aguantar la respiración y esperar a que el toro pase. Y lo peor es que de momento les está saliendo bien, ya que hasta ahora nadie, entre la media docena de movimientos presuntamente de base que le han surgido al PSC en los últimos meses, nadie repito, les ha dicho lo que debe decírseles: que liberen al partido de su presencia y se vayan de una vez. ¡QUE SE VAYAN TODOS YA!.

Tras los muros del edificio de la calle Nicaragua se ha atrincherado una colección de cadáveres políticos insepultos, que han convertido la sede socialista catalana en un sobrecogedor panteón de muertos vivientes: ahí andan los Montilla, Iceta, Zaragoza, Chacón, Nadal, y tantos otros zombies políticos, negándose a poner fin a esta agonía que amenaza con destruir el partido. El hedor político que desprenden los aludidos es ya insoportable, aunque no mucho mayor que el que emiten las presuntas alternativas que se propugnan para sucederles: algún alcalde de raíz obiolista (¡a estas alturas, todavía!), otro que salvo en su catalanismo político por lo demás encajaría perfectamente en los ideales políticos y sociales del Partido Popular, la inefable Carmen Chacón que dice deshojar la margarita sobre si prefiere "líderar" el PSC o el PSOE (como si los afiliados a una y a otra organización estuviéramos esperando dominados por la impaciencia que se decante por uno u otro...).

Y es que su arrogancia, el creerse imprescindibles para el partido, es el principal pecado de la recua tancredil que maneja el PSC y le ha llevado al desastre absoluto actual. Probablemente se trata de un ejercicio de autoconvencimiento psicológico destinado a justificar y proteger sus intereses, que visto lo visto ya no son otros que conservar la fuente de ingresos de la que disfrutan ya sea como cargos públicos u orgánicos del partido. Verdaderamente la gran mayoría lo tendría muy difícil en el caso de tener que incorporarse ahora al mercado laboral, máxime con la que está cayendo debido a la crisis y sobre todo teniendo en cuenta que muy pocos entre ellos cuentan con alguna experiencia laboral previa al ejercicio profesionalizado (y por tanto remunerado) de la política.

Hay que hacer saltar este tapón del PSC. Si esta gente no se va del partido, el  PSC no tiene ningún futuro. ¡QUE SE VAYAN TODOS YA!.

Los militantes de base del partido y los votantes socialistas catalanes estamos hartos de la incapacidad, la prepotencia y la garrulería de estos dirigentes. Queremos que dejen de exhibir como de su propiedad unas siglas a las que año tras año  han vaciado de todo contenido y una ideología en la que han dejado de creer hace mucho tiempo. Queremos que  desaparezca una práctica política que carece de horizonte transformador y ya solo se ciñe a la conservación y gestión de parcelas concretas de poder, que además están disminuyendo de forma acelerada e irremediable precisamente por causa de lo reseñado hasta aquí.

El PSC no puede seguir así. ¡QUE SE VAYAN TODOS YA!. 

sábado, 19 de noviembre de 2011

El único voto posible para frenar al Partido Popular


Si quieres evitar que el partido heredero del franquismo y sus aliados los nacionalistas burgueses vascos y catalanes arrasen con los servicios públicos que pagamos entre todos los trabajadores, mañana domingo no tienes otra posibilidad que votar al PSOE. 

Si crees que destruir los servicios públicos no es un ahorro sino una canallada, vota para parar a los títeres españoles, catalanes y vascos del neoliberalismo salvaje, aunque para coger la papeleta del PSOE tengas que ponerte una pinza en la nariz. Los socialistas merecen sin duda un fuerte castigo, pero no al precio de castigarnos a nosotros mismos y a nuestros descendientes.

¡Sino paramos mañana a los franquistas parlamentarios, en una sola legislatura destruirán décadas de esfuerzo y sacrificio de generaciones de trabajadores y trabajadoras de este país! ¡Ningún otro voto es útil para evitarlo, y la abstención es esta vez irresponsable!

PD Para quienes apelen a la sacrosanta "jornada de reflexión" de hoy, les dejo aquí el mitin dado a través de TVE por Mariano Rajoy, candidato del PP, durante la "jornada de reflexión" del sábado 13 de marzo de 2004. 

jueves, 17 de noviembre de 2011

Tocata y fuga empresarial de una Infanta de España y su consorte


En la web de El País de ayer se encontraba el documento que se reproduce (hagan clic sobre la imagen para verla ampliada). Se trata de la composición de la Junta directiva de la sociedad Noos, presuntamente implicada en oscuros negocios con las tramas de corrupción tejidas por dirigentes del Partido Popular en Mallorca y Valencia. 

Digo se encontraba, porque hoy lo han retirado. Por suerte, y como que conozco el paño de El País de hace tiempo y no es la primera vez que hacen algo así, en cuanto lo vi lo guardé. Ahí lo dejo.

En el documento se recoge el traspaso de la Junta directiva original de Noos a otra en la que Iñaki Urdangarín (presidente) y su esposa, Cristina de Borbón (vocal) dejan de estar presentes. Se remonta a 2006, cuando el runrún sobre Noos y su escasamente presunta vinculación con los "business" del presidente balear Jaume Matas empezaba a airearse, tras haber perdido el PP el gobierno de la Comunidad Autónoma de Baleares. Al parecer, viendo la que se venía encima Urdangarín y señora decidieron apearse en marcha de Noos. Pero el escándalo siguió creciendo, imparable, y en 2009 la principesca pareja puso tierra de por medio, y siguiendo el real consejo se trasladaron a Nueva York.  De poco les ha servido, gracias a que el fiscal Anticorrupción balear ha seguido hurgando en el caso Palma Arena entre otros.

En la edición de hoy del diario madrileño se dice que el señor Diego Torres -socio, mano derecha de Urdangarín y presunto testaferro de este en la sociedad tras su marcha de la Junta directiva-, ha confesado al juez "que Urdangarín era el gestor y cobraba a través de su empresa".

O sea, que la fiesta continúa. Por ahora.


miércoles, 16 de noviembre de 2011

Hagamos que desaparezca el Senado español


El Senado es una Cámara inútil, redundante y elitista en cuya elección se discrimina a las circunscripciones más pobladas, método antidemocrático mediante el cual se garantiza que su composición resulte inevitablemente de mayoría conservadora.

Eliminar el Senado sería un servicio a la democracia, y supondría la devolución de la plena soberanía a la Cámara que verdaderamente encarna la representación popular, que es el Congreso de los Diputados. Y en tiempos de crisis económica, sería además un ahorro considerable.

El primer paso para dejar patente el rechazo popular al Senado, es no votarlo. No señales ningún nombre en la papeleta e introduce el sobre vacío en la urna correspondiente.

¡Por la democracia, no votes al Senado!

martes, 15 de noviembre de 2011

No hay mayoría absoluta que cien encuestas dure



Ayer lunes se cerraba en España la posibilidad de dar a conocer públicamente encuestas electorales antes de los comicios del domingo, una absurda imposición que parte de la creencia de que el ciudadano medio español es un ser voluble y caprichoso, un veleta que cambia el sentido de su voto (o de su no-voto) solo por ver en los medios de comunicación grandes titulares y gráficos de colorines. De todos modos, al decir de las encuestas y de los "expertos" todo el pescado está ya vendido, y lo único que queda por dilucidar es la magnitud del triunfo de la derecha española: si el número de escaños que obtendrá será rècord histórico o solo un poquito menos.

En los últimos días sin embargo, a Rubalcaba, el candidato socialista, se le va poniendo sonrisa de conejo. Y eso es malo para el Partido Popular. El acelerón dado por Rubalcaba al tramo final de su campaña, acumulando de aquí al viernes un mínimo de tres actos por día, ha sido interpretado interesadamente como un gesto desesperado a la búsqueda del voto perdido. Sucede que como digo la sonrisa conejil de Alfredo Pérez Rubalcaba puede estar indicando una cosa bien distinta.

Se lo explico. A partir del día del debate televisivo entre Rubalcaba y Rajoy, parece haberse producido un cambio de tendencia. Un cambio sutil y difícil de percibir, pero no por ello menos real y contabilizado por las encuestas internas de los dos grandes partidos en liza. Antes que intentar medirlo en posibles resultados electorales, hay que apuntar qué es lo que han detectado los sismógrafos preelectorales. Pues sencillamente comienzan a registrar dos cosas, que como digo han modificado la tendencia: que empieza a calar entre los abstencionistas de izquierda el discurso socialista de que el PP tiene un plan para destruir los servicios públicos que no enseña ahora y que ejecutará en cuanto llegue al Gobierno, y que la participación va subiendo lentamente y se sitúa ya por encima del 60% (el umbral mínimo por debajo del cual la derrota de la izquierda sería realmente aplastante). Ambas circunstancias están evidentemente relacionadas de modo causa/efecto.

En términos cuatitativos y siempre según esas encuestas internas, la ventaja real del PP sobre el PSOE se habría reducido en estos momentos a un 9% de los votos, y es posible que de aquí al domingo baje un par de puntos más. Recordemos que una ventaja de un 5% previo a unas elecciones se considera un empate técnico. Parece con todo que finalmente, la ventaja del PP estará en el 7% u 8% de los votos emitidos (que con una participación del 63-65% del censo electoral supondría una ventaja real a favor del ganador de apenas el 4 ó el 5% de los ciudadanos con derecho a voto), lo que dejaría en entredicho el carácter "aplastante"de la victoria que presumiblemente obtendrá la derecha española el domingo. Ocurre que una de las peores perversiones de nuestro sistema electoral, es el hecho comprobado de que el partido que supera la barrera del 40% de los votos emitidos tiene prácticamente en el bolsillo la mayoría absoluta de escaños. Y ahí es donde se cimenta la euforia de la derecha  española.

Y sin embargo como digo, en estos momentos está al alcance de la mano evitar esa mayoría absoluta del partido que es el heredero político, económico, social y ético del franquismo. Sólo hay una candidatura que puede evitarla, y esa es evidentemente la del PSOE. No hace falta ser analista ni pensador  para entenderlo. Cualquier otro voto sirve simplemente para otorgar plenos poderes al PP al frente del Gobierno español, dándole una mayoría absoluta que todos sabemos como usará: para desmantelar los servicios públicos que atienden a todos y han sido pagados con el esfuerzo de los asalariados, a fin de engordar los servicios privados de los que se benefician económicamente los dirigentes del PP y sus cómplices empresariales y financieros.

Este es un momento crucial para todos, incluidos los abstencionistas; también para los enfadados con razón y desde luego para quienes desde la izquierda se definen como "apolíticos" Como en 1931, 1936 y 1982, no es posible la equidistancia, que además de injusta en esta encrucijada sería suicida para los intereses de los trabajadores y las clases populares. Al cabo esa es la estrategia a la que apuesta desde hace tiempo su triunfo la derecha franquista: a que nos quedemos en casa la mayoría de los votantes de izquierda, y que los que voten lo hagan dispersando su voto entre opciones legítimas pero ineficaces no ya para impedir su victoria en este caso, sí al menos para impedir que tengan las manos libres a la hora de gobernar.

Hay un rumor sordo indicando que algo se mueve sobre el suelo, y que seguirá moviéndose de aquí al domingo. Y es que finalmente, todas las encuestas del mundo más o menos prefabricadas no valen lo que la conciencia cívica de cada cual y su capacidad para entender por encima del ruido mediático cúales son sus verdaderos intereses personales y de clase.

martes, 8 de noviembre de 2011

El debate entre un hombre y una máquina


En el debate televisivo de anoche, ninguno de los dos contendientes expuso políticas coherentes. En realidad ambos se limitaron a repetir tópicos: creación de empleo, salida de la crisis, España es un gran país etc.
 
Evidentemente quedó demostrado que Rubalcaba es un político de raza, y que Rajoy es un autómata. Pero al parecer hay varios millones de españoles a los que eso les da igual.
 
El debate de ayer no evitará la victoria del PP, pero habrá espabilado a un buen puñado de votantes de izquierda que pensaban abstenerse y que finalmente, no lo harán.

lunes, 7 de noviembre de 2011

La responsabilidad histórica de los socialdemócratas




La crisis o lo que sea sigue desmochando Gobiernos de todos los colores. En Grecia, Papandreu acaba de tirar la toalla y avenirse a un gabinete de coalición sin su presencia que preparará el retorno al poder de la derecha, y que tendrá lugar en las elecciones que se celebrarán en febrero. En Italia, Berlusconi está a punto de salir literalmente del país, como el mismo anunció hace poco -"un día cogeré un avión y me iré de Italia", agobiado por la presión que recibe más desde dentro de la derecha que de una izquierda tan atomizada como vacía de contenido. España por su parte, se enfrenta a unas elecciones generales en las que según los pesimistas lo único que realmente se dirime es quién aplicará las "reformas" que liquidarán el llamado Estado del Bienestar, es decir, el conjunto de conquistas logradas por los trabajadores en las últimas décadas a remolque de los años felices de la socialdemocracia europea.

En realidad no es así, y ni la recuperación de la economía productiva requiere el exterminio de los servicios públicos trabajosamente construídos en estos años, ni tampoco da lo mismo quien gane en las urnas el 20 de noviembre. Es posible que el PSOE esté atravesando una de las etapas más desdibujadas de su historia y que la derecha franquista más o menos modernizada haya consolidado en las últimas décadas una base social popular indiscutible, pero extraer de ahí conclusiones en cualquiera de los dos sentidos o en ambos a la vez citados al comienzo de este párrafo, resulta en el primer caso interesadamente criminal y en el segundo, interesadamente estúpido. Y es que para reactivar la producción y el consumo de bienes reales lo que necesitamos es más Estado protector, y para conseguirlo no da igual evidentemente quien gane las generales del 20 de noviembre.  

Solo un Estado fuerte y con capacidad para intervenir en la economía puede garantizar en estos momentos protección para todos y capacidad de reacción frente a los ataques de esas bandas de delincuentes que llaman "mercados financieros". Y por otro lado, solo un Gobierno socialdemócrata con amplio apoyo popular -popular de pueblo, no del partido de la corrupción y el franquismo- puede desarrollar políticas que saquen al país, a este o a cualquier otro, del marasmo económico y social. Solo quienes creen en el Estado, en definitiva, pueden -si quieren-  devolverle su autonomía frente a los poderes espúreos que ahora le atosigan y que trabajan esforzadamente por la victoria de las derechas reaccionarias como el Partido Popular.

Mientras las izquierdas se debaten en estos asuntos, las derechas apretan sus filas -basta con ver cómo los nacionalistas catalanes y la derecha española han olvidado los supuestos agravios recientes (recurso contra el Estatut, presunta persecución del castellano en Catalunya, "soberanismos", etc) para a partir de la constatación de que ambos defienden el mismo "modelo de sociedad", es decir la promoción del capitalismo desnudo de todo afeite, colaborar en la implantación de esta vuelta a su versión más salvaje, la manchesteriana fundacional. Vean sino cómo la sanidad ý la educación públicas están siendo destruidas con igual saña y eficacia por el gobierno autónomo del PP en la Comunidad de Madrid y por el nacionalista local en Catalunya; quien no quiera ver esto no solo está ciego, sino que es él mismo quien se saca los ojos. De modo paralelo, hace tiempo que se vienen produciendo reuniones entre el PNV vasco y la derecha española, en las que se están dibujando futuras políticas económicas conjuntas que expandan ese "modelo de sociedad" que asimismo les une más allá de las ideologías superstructurales que ambos emanan para consumo de incautos y fanáticos.

Vivimos tiempos atroces en los que de nuevo hay que elegir lado de la trinchera, en ocasiones y si es necesario con una pinza en la nariz. Les digo francamente que jamás pensé en conocer la hora en que desde el socialismo de izquierdas habría que llamar a los socialdemócratas a asumir sus responsabilidades como garantes de los derechos de los trabajadores desde el posibilismo gubernamental que han practicado históricamente. Pienso que tal hora ha llegado. El problema ahora es saber si a estas alturas quedan socialdemócratas para ejecutar la tarea. Rubalcaba tal vez sea la última carta a jugar. Luego, veremos.


viernes, 4 de noviembre de 2011

El último hurra de Rubalcaba

En 1958 John Ford rodó El último hurra, una espléndida película protagonizada por Spencer Tracy en el papel de un viejo alcalde liberal (en el sentido norteamericano) de una ciudad de Nueva Inglaterra, que se apresta a librar su última batalla política teniendo como rival en la reelección a un estúpido incompetente apoyado por los sectores más poderosos y reaccionarios de la ciudad.

El último hurra es pues una película crepuscular y nostálgica, pero también una llamada al optimismo y a la pelea. Desconozco si Alfredo Pérez Rubalcaba es hombre amante del cine, pero a poco que lo sea seguro que aprecia este film, que además de sus virtudes cinematográficas tanto tiene que ver con su actual situación en la política española. A Rubalcaba le ha tocado en suerte defender el honor de su partido y sus votantes, más incluso que intentar materializar las remotas posibilidades que tiene de ganar unas elecciones que todos dan por favorables al Partido Popular. No se trata tanto de tener "un buen resultado" como de devolver la fé al electorado de izquierdas de que ganar, sino esta vez la próxima, es perfectamente posible, y de convencerles por tanto de que no estamos ante el inicio de un "Reich de los Mil Años" de la derecha española por vía democrática, algo especialmente doloroso y descorazonador no ya para la gente de izquierdas sino para cualquier demócrata español en general.

Si alguien puede lograr esto, si hay alguien capaz de lanzar ese último hurra y conseguir que le sigan en masa a la batalla aunque sea para caer en ella, ese es Pérez Rubalcaba. Contra lo que afirman quienes no conocen el PSOE por dentro, Rubalcaba no es un típico aparatchik sino un verdadero soldado del partido, acaso el último. Un hombre crecido políticamente en el servicio al partido y a las clases sociales lideradas históricamente por éste. Un hombre en definitiva, para el que ser secretario general o barrer una Casa del Pueblo vienen a ser tareas no muy diferentes y en todo caso, dotadas de la misma dignidad.

A un hombre así se le puede vencer políticamente, pero nunca se logra aniquilarlo. Rubalcaba morirá políticamente con las botas puestas, cuando todo el mundo haya olvidado el apellido de su contrincante electoral y a lo que parece posible vencedor.

En la fotografía que ilustra el post, Alfredo Pérez Rubalcaba durante su etapa como ministro del Interior.

lunes, 31 de octubre de 2011

La impunidad de la extrema derecha española en Internet




La web del candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido asaltada esta mañana. Supuestamente el acto de piratería informática ha sido obra de Anonymous, movimiento vinculado a la publicación en Internet de información secreta y reservada de diversos Estados, vinculado asimismo a los movimientos indignados en varios países. 

En realidad parece meridianamente claro que en el ataque nada tiene que ver Anonymous, y que estamos ante una clara provocación de inequívoco aroma a extrema derecha española, pues el mensaje que han dejado en la entrada de la página Rubalcaba.net reza: “Rubalcaba, la sombra del 11-M te persigue muy cerca: La forense del 11-M declara ante la juez que en los cadáveres no había metralla”. Ya se sabe que la conspiranoia en torno al 11-M es una de las obsesiones más queridas de la perrera mediática y del Partido Popular, y no necesariamente por este orden. El mensaje es tan estúpido y recalcitrante, que denuncia por sí solo a los autores.

Huelga decir que Anonymous se ha desvinculado inmediatamente del ataque mediante un comunicado a través de sus cuentas en Twitter.

Internet en España es terreno en el que campan a sus anchas los sayones de la extrema derecha política y mediática casi desde los inicios de la Red. Llama poderosamente la atención la laxitud e ineficacia con la que les enfrentan los encargados de protegernos de sus actos criminales, lo cual no hace sino alimentar las sospechas de que bien sea por dejadez en unos casos o por complicidad en otros, la presencia fascista más o menos vinculada al Partido Popular en el ciberespacio goza de absoluta patente de corso.

En otros países de nuestro entorno, "Estados de derecho" como supuestamente lo es el nuestro, esto no es así. Quizá porque sus jueces y policías tienen claro que insultar, difamar, acosar y amenazar en el espacio cibernético constituye un delito de idéntica gravedad a hacerlo en el mundo cotidiano. Visto lo que sucede en España, algún día les explicaré el consejo que me dio un abogado especialista en derechos civiles en relación a como tratar a uno de esos delincuentes acosadores, ante la ineficacia manifiesta de las denuncias tramitadas ante la policía. Les aseguro que resulta un método contundente y eficaz, aunque francamente poco ajustado a derecho.

En la imagen la web pirateada, con la frase introducida al pie.

viernes, 28 de octubre de 2011

Gregorio Peces-Barba no cree necesario bombardear Barcelona


Gregorio Peces-Barba siempre fue un señor situado en la derecha del PSOE. Ocurre que en las últimas dos décadas el partido, o mejor dicho quienes lo manejan, se han ido tan a la derecha que Peces-Barba pasa últimamente por ser "casi" de izquierdas. Por lo demás siempre ha sido un señor muy circunspecto y muy puesto en su papel de catedrático experto en Derecho Constitucional, que es una rama del Derecho a mi entender bastante cercana a la Teología pura y al estudio del sexo de los ángeles. 

Don Gregorio es además "padre de la Constitución", una cosa que da mucho pisto aunque cada vez más esto de la Transición, la Constitución de 1978, la Monarquía juancarlista y el enjuague postfranquista en general, empiece a oler a lo que fue: una gigantesca tomadura de pelo a las aspiraciones populares. Pero a lo que vamos. Hace un par de días don Gregorio asistía al Congreso Nacional de la Abogacía y al parecer el hombre se sintió dicharachero, cosa por cierto más bien rara en él, tan serio y formal siempre. Dijo don Gregorio que en tiempos del conde-duque de Olivares se decidió "dejar a los portugueses y quedarnos con los catalanes", aludiendo a que la monarquía castellana se encontró en aquellos años del siglo XVII peleando simultáneamente contra dos levantamientos, uno en Portugal y el otro en Catalunya; al no poder luchar en dos frentes, la monarquía hispánica decidió concentrarse en Catalunya y abandonar Portugal. Continuó apuntando, supuestamente jocoso, Peces-Barba: "Yo siempre digo en broma, qué hubiera pasado si nos quedamos con los portugueses y dejamos a los catalanes. Quizás nos hubiera ido mejor”.

Según el diario El País de ayer jueves día 27 de octubre, Peces-Barba siguió eructando en el mismo tono, presuntamente distendido, a pesar de que una treintena de abogados catalanes se levantaron y abandonaron la sala: "No soy pesimista. Estaremos en mejores condiciones que en otras épocas. No sé cuántas veces hubo que bombardear Barcelona (...) Creo que esta vez se resolverá sin bombardearla". Como para echarse unas risas con las ocurrencias del señor Peces-Barba.

A mí me gustaría pensar que aquella mañana don Gregorio se había fumado un cigarrillo extraño, o que simplemente había consumido demasiado alcohol. Cualquiera de las dos explicaciones me produciría alivio, al descartar que don Gregorio estuviera ofreciendo su pensamiento real sobre "el problema catalán". Y es que esas bromas que no son tales resultan enormemente preocupantes en boca de alguien que dice ser -más o menos- de izquierdas, pero al que sobre todo se tiene por un "experto en Derecho Constitucional". Porque si la Constitución española ha de entrar como dicen que entraba la letra antiguamente -con sangre-, en este caso mediante los bombardeos a cañonazos de Barcelona desde el castillo de Montjuïc como en épocas pretéritas o desde aviones fascistas "nacionales" como en otras más recientes, pues apaga y vámonos. Pero vámonos de aquí a la carrera con las mujeres y los niños primero, por lo que pueda ser.

Más triste aún es que visto el revuelo montado, don Gregorio intentara luego disculparse pero en realidad solo consiguiera acentuar la ofensa, al sostener que los catalanes carecemos de sentido del humor. Solo le faltó decir que, como  recomendaban al paisano los otros mozos que le habían molido a golpes en el famoso chiste de Gila, si los catalanes no tienen sentido del humor para aguantar los palos lo mejor es que se vayan del pueblo.

Cualquiera diría que al excelso constitucionalista le hace tilín la idea de dejarnos a los catalanes fuera de España. Como le oí decir en la SER, quizá fuera mejor "dejarnos marchar". ¿Y quién se ha creído don Gregorio que es para "permitirnos" irnos o quedarnos?. Nos iremos o nos quedaremos si lo decidimos democráticamente nosotros, los afectados, no un tipo soberbio que se comporta como si fuera un autoritario y arrogante capitán de los Tercios de Flandes. ¿Y qué hará don Gregorio si los catalanes decidimos irnos, enviarnos a la Legión? Y si queremos quedarnos ¿nos mandará al rincón de los castigados, como a los niños malos y rebeldes?.

Don Gregorio Peces-Barba  acaba de hacerles media campaña electoral a los independentistas catalanes, al demostrar que debajo de tanto constitucionalismo "de izquierdas", puede existir por desgracia la misma caspa carpetovetónica que en el bigote fascistoide de José María Aznar. Apañados estamos los catalanes y los españoles de buena voluntad con estos "expertos constitucionalistas".

En la imagen que ilustra el post, un grabado de época muestra uno de los criminales bombardeos militares de Barcelona efectuados desde Montjuïc. Este en concreto ocurrió el 3 de diciembre de 1842, por orden del general Espartero.

viernes, 21 de octubre de 2011

ETA anuncia el fin del terrorismo nacionalista vasco




El comunicado emitido ayer por la organización nacionalista vasca de carácter terrorista ETA da cuenta del cese de de sus actividades. ETA anuncia que deja definitivamente de matar, lo cual es una excelente noticia, pero no dice aún que vaya a disolverse, lo cual sitúa el asunto en sus verdaderos términos. Y es que ETA está acabada y preagónica, pero no muerta; sigue respirando, aunque sea con dificultades crecientes. 

Del comunicado sorprende su brevedad y la transparencia, lejos de esas imitaciones del lenguaje marxista entremezcladas de retorcido jesuitismo dominantes en sus escritos hasta hace bien poco. Aquí la claridad del redactado no deja lugar a dudas: ETA reconoce que ha perdido y que el "conflicto vasco", de existir, se resolverá sin ella.  Ya solo aspiran a salvar la cara delante de su gente, negociando algún arreglo para sus presos y para los escasos "liberados" que les quedan.  Por cierto, en el comunicado no hay ni una frase sobre Navarra, antaño "irrenunciable"; por no hablar, en el texto ni siquiera mencionan la autodeterminación y la independencia, que solo aparece en los gritos de ritual finales.

Y es que una organización que tiene a 700 de sus militantes en la cárcel y apenas 50 en libertad, infiltrada hasta la médula por la policía española y sobre todo por la francesa (que sabe más de ETA que sus propios dirigentes), abandonada por sus padrinos internacionales históricos (los EEUU y el Vaticano, que le han dado apoyo político, financiero y estratégico a lo largo de los años), con sus fuentes de financiación definitivamente cegadas, y con una base social que ha roto la tradicional "omertà" vigente en ese mundo y ya cuestiona abiertamente hasta la propia existencia del grupo terrorista, simplemente carece de futuro. 

Llama poderosamente la atención que en el documento comentado  ETA se refiera a "los gobiernos de España y Francia", olvidando la cursilada habitual de los  nacionalistas de nombrar "el Estado español y el Estado francés". Esto es mucho más que una cuestión semántica: es el reconocimiento formal de que España y Francia son realidades más tozudas (en el sentido marxista) que las fantasías de ETA y sus seguidores, y sobre todo de que si ETA quiere conseguir algún beneficio en esta su hora final (liberación de algunos presos, acercamiento a Euskadi de otros, regreso legal de huídos), va a tener que negociar con gobiernos y no con Estados. ¿Dónde queda la ETA que en los años setenta y ochenta decía que solo negociaría con el Ejército español,  ninguneando a los gobiernos democráticos del país?.

Unas horas después del comunicado etarra, Mariano Rajoy reconocía en una declaración pública que no han habido "concesiones políticas" por parte del gobierno español.  Obviamente a la perrera mediática y a las organizaciones de agitación social de la derecha española como la AVT, les da igual. Contra toda evidencia, la derecha española seguirá agitando el espantajo de que el Gobierno Zapatero y "los socialistas" han pactado políticamente con ETA cediendo a sus pretensiones, arrodillados ante los pistoleros encapuchados; se ninguneará el papel jugado por Pérez Rubalcaba, el hombre clave en el proceso que ha llevado a la organización terrorista vasca a la posición de debilidad en que está y desde la que no han tenido más remedio que decir que lo dejan; y de aquí a nada, en fin, intentarán convencernos de que fue un gobierno del Partido Popular el que acabó con ETA, siguiendo su costumbre de reescribir la Historia llenándola de mentiras y falsedades. Pero todo da igual hoy. lo único importante es que se acabó ETA, y que no hay vuelta atrás posible para ella.

martes, 11 de octubre de 2011

De las encuestas-palangana y la izquierda desmovilizada

15 días antes de las elecciones de 1996, las primeras que ganó Aznar, las de la "amarga victoria" ya saben, la ventaja del PP sobre el PSOE era de 16 puntos. Finalmente ganó el PP por solo 300.000 votos de diferencia. Por tanto si descontamos Madrid, comunidad en la que el PP le sacó al PSOE 600.000 votos, resulta que en el conjunto de las otras 49 provincias el PP perdió esas elecciones por 300.000 votos.

Todo apunta a que estas elecciones generales se las llevará de calle el PP. Es posible que finalmente sea así, pero lo dudo mucho. Todo depende de la abstención que se produzca entre el electorado del PSOE. A medida que se acerque la posibilidad de que el PP gane e incluso de que gane con un margen amplio, ese electorado va a ir valorando otras cosas además de su cabreo con el actual Gobierno y con quienes dirigen ahora "su" partido. El PP lo sabe, y por ello sus campañas buscan no molestar, no "despertar" al electorado de izquierdas supuestamente dormido, y en todo caso facilitarle elementos para que aumente su irritación contra el PSOE.

Las encuestas de estos días calculan que un tercio de los votantes socialistas se quedarán en casa; me parecen demasiados, veremos. Hay ganas de dar un correctivo serio a los actuales gobernantes, pero el riesgo de lo que puede venir ya lo vamos viendo anticipado en las Comunidades autónomas en las que el PP ha entrado a saco. Mucha gente empieza a tener miedo a que gobierne de nuevo la derecha franquista no tanto por su acción política (poco podrán hacer en materia de recorte de derechos civiles, muy interiorizados por la sociedad), como por la demolición de los servicios públicos que ya está en marcha.

Un dato contra las encuestas es que Izquierda Hundida (llamarla Unida es un sarcasmo) no arranca, cuando en los noventa con este mismo sistema electoral que a nadie nos gusta y al que ellos atribuyen todos sus males, tenía veintitantos diputados. No hay fugas hacia otros partidos desde el socialista, o son mínimas.

Otro dato es que en ningún caso la muestra de las encuestas publicadas hasta ahora supera las seis mil llamadas telefónicas. Eso es una porquería de universo desde el punto de vista demoscópico, y me extraña que alguien con el prestigio de Julián Santamaría se haya prestado a firmar un bodrio así para el diario La Vanguardia.

Hoy mismo la Generalitat de Catalunya acaba de publicar una encuesta según la cual los catalanes somos partidarios de los recortes sociales a cambio de que no suban los impuestos. Se colige que el señor Artur Mas y su banda consideran que los catalanes somos gilipollas y que vamos a creernos semejante mamarrachada, pagada por cierto con dinero público. Las encuestas se han convertido pues en la palangana de burdel con la cual el que las encarga enjabona y lava cualquier cosa para darle el cariz que le interesa.

Así que la encuesta de verdad se hará el 20-N en las urnas.

Y respecto a la "confianza en el PSOE", que decía alguno hoy en el blog de Manolo Saco: desde hace 132 años los trabajadores y las clases populares españolas no tienen (no tenemos) otro instrumento distinto de acción política que merezca ese nombre. Todos los demás han aparecido y desaparecido, o sobreviven en la marginalidad parlamentaria y popular. Es por ello precisamente que a muchos nos irrita la promoción de una generación de líderes-basura tipo Zapatero, Pajines, Chacones y demás, y la sumisión de estos indocumentados a las políticas neoliberales. Pero no se engañen los que andan tirando cohetes, porque más allá de esa gente citada -por suerte ya abrasada políticamente- hay millones de personas para las que los conceptos recogidos en el Programa Máximo de 1879 siguen y seguirán vigentes, y para quienes el PSOE continuará siendo su partido depositario mientras otros aparecen y desaparecen, a menudo con más pena que gloria.

Una vieja broma de militantes socialistas dice que con este partido no acaban ni sus propios dirigentes. La Historia demuestra que es así, por más que moleste a algunos sean o no de derechas.

En la fotografía que ilustra el post, manifestación en Lleida en defensa de la sanidad pública ("La sanidad, ni tocarla").

lunes, 10 de octubre de 2011

Nicaragua, la revolución traicionada


En el fragor de los dimes y diretes sobre la crisis que no es crisis (Almudena Grandes) están pasando inadvertidas cosas importantes que suceden en el ancho mundo y que casi ni aparecen en nuestra prensa, copada en los últimos días por noticias de tan dudosa importancia como el fallecimiento de un empresario norteamericano del negocio informático, cuya desaparición ha colapsado durante 3 días la totalidad de los media españoles entregados como un coro disciplinado a cantar las loas de tal personaje, al que algún delirante plumífero carpetovetónico ha llegado a comparar con un Leonardo da Vinci del siglo XXI. Tal es el nivel de tontuna de nuestros medios de comunicación de masas; y luego dirán de España que es un país con una opinión pública antinorteamericana.

El caso es que otro país americano, Nicaragua concretamente, está en proceso electoral o lo que sea que vaya a haber allí pronto, y alguna cosa se está removiendo en ese desgraciado territorio muy a pesar de la oligarquía política y económica infelizmente reinante en Managua, y la prensa occidental (y de cualquier otra parte) siguen sin enterarse. Y es que 32 años después de la entrada de las fuerzas sandinistas en la capital nicaragüense el país, que vive sumido en una estúpida y miserable dictadura y enfeudado a la familia Ortega -un clan aferrado al poder como una lapa una vez liquidada la Revolución Sandinista en su contenido real-, empieza a experimentar la formación de movimientos contrarios a la satrapía.

A fecha de hoy Nicaragua es una finca dirigida por Daniel Ortega, un siniestro personaje que tras pactar con la vieja oligarquía criolla contra la que pelearon los sandinistas se mantiene en el poder ejercitando toda forma de corrupción y delincuencia, del estupro familiar al tráfico de drogas a gran escala. El "orteguismo" es pura verborrea hueca de contenido político alguno, con una praxis gobernante profundamente reaccionaria y un despliegue de gestualidades en política exterior que le sirve para que algunos incautos continúen identificando el régimen con el desaparecido sandinismo y con posiciones presuntamente revolucionarias. El juego político de Ortega recuerda al que practicó el PRI mexicano durante décadas; sobre todo al del presidente Echevarría, aquel criminal que mientras pedía en la ONU la expulsión de la España de Franco masacraba a centenares de estudiantes en la matanza de  la Plaza de las Tres Culturas.

Un ejemplo sangrante de esta politica infame lo tenemos en los pactos entre el orteguismo y la jererquía de la Iglesia Católica, uno de los más feroces enemigos del pueblo nicaraguense y del sandinismo histórico. A la búsqueda de ese apoyo legitimador, Daniel Ortega no ha dudado en "convertirse" al cristianismo y en adoptar resoluciones que aseguran el control católico-reaccionario sobre las conciencias y las vidas de los nicaragüenses. Uno de los regalos servidos por Ortega a los jerarcas católicos nicaragüenses fue la revocación en 2006 de la ley que autorizaba la interrupción del embarazo, una de las conquistas revolucionarias de los primeros años ochenta.  Dice el diario  El País del 6 de octubre pasado que "en Nicaragua, la Conferencia Episcopal tiene un peso tan grande que ningún candidato está dispuesto a contradecir a los obispos. De hecho, todos los aspirantes a la presidencia de este pequeño país se han pronunciado contra el aborto, incluido el terapéutico, y se autonombran "provida", incluido Ortega"; es un botón de muestra de la política "revolucionaria" del orteguismo. 

Pues bien a este panorama política y socialmente infecto, comienza a brotarle contestación precisamente desde sectores de mujeres que reclaman el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Ocurre que la masa de la población nicaragüense vive atontada por los sermones de los curas conchabados con la dictadura, y también en la identificación con una época que desgraciadamente ya pasó y que ha sido substituida por un período de retroceso a los tiempos del somocismo más descarnado. Es difícil por tanto no ya que crezca  una conciencia de lucha entre las mujeres a las que se ha privado del más elemental derecho sobre sí mismas, sino incluso a que se organice alguna forma de resistencia política frente a la estafa histórico-política que representa el régimen orteguista. De ahí el valor de lo que están haciendo estas mujeres. 

En la fotografía que ilustra el post, marcha de mujeres nicaragüenses reclamando la restitución de la derogada ley de interrupción voluntaria del embarazo. 

lunes, 8 de agosto de 2011

En Poyales del Hoyo los franquistas desentierran a sus víctimas


En Poyales del Hoyo, un pueblacho de la provincia de Ávila al que a partir de ahora habrá que empezar a llamar Poyales del Odio, en esa Castilla aún con las legañas del fascismo franquista pegadas a la cara, un majadero que ejerce como alcalde -del Partido Popular, por supuesto- ha decidido sacar de su tumba los restos de nueve personas, entre ellas tres mujeres, asesinadas por falangistas locales durante la mal llamada Guerra Civil, y arrojarlos a una fosa común. Lo cuenta El País de hoy, y cualquier persona que no tenga el cerebro podrido no puede dar crédito a sus ojos cuando está leyendo la noticia.

El mentecato fascista que tomó semejante decisión se llama Antonio Cerro, ejerce como alcalde del pueblo y ha contado con la colaboración de los otro cuatro concejales del partido de la derecha franquista. Tal contribución a la democracia y la reconciliación entre españoles se inició cuando el alcalde Cerro decidió "dar por concluida la cesión en el cementerio de un espacio, que el propio Consistorio había aprobado en 2002, para enterrar los restos mortales de tres mujeres del pueblo asesinadas por falangistas en 1936", segun informa El País. Sobre esa tumba, continúa el diario, "se colocó una lápida conmemorativa con sus nombres y una paloma de la paz". Ahora el actual alcalde "aprovechó la petición de una de las descendientes para recuperar los restos de su abuela y vació completamente la tumba". Y aún que no ordenó tirarlos en cualquier barranco.

Ayer, unas setenta personas comprometidas con la recuperación de la memoria histórica -si, la memoria histórica, fascistas: el recuerdo de vuestros crímenes- fueron a Poyales del Hoyo para protestar pacíficamente por la incalificable salvajada cometida. En la entrada del pueblo les recibió una considerable manada de energúnemos encabezados por la corporación municipal. Un bisnieto de una de las mujeres asesinadas cuyos restos están ahora en una fosa común, describe así el momento: "Cuando llegué a la plaza, ya estaban allí los cuatro y unos cuantos más, bebidos y esperándonos". Los cuatro son, aclara El País, los concejales que el Partido Popular obtuvo, además del alcalde, en las elecciones municipales del pasado 22 de mayo.

Otros testigos señalan que fueron precisamente los concejales del PP quienes "jalearon y comandaron al grupo que reventó el acto (...) entre gritos e insultos. Nos llamaban "putos rojos", nos decían que no éramos del pueblo y seguramente ni españoles". Unas chicas que llevaban una pancarta con el texto "Somos los nietos de los obreros que no pudistéis fusilar" fueron golpeadas al grito de "Si Franco levantara la cabeza os cortaba el cuello". ¿Dónde estaban las Fuerzas de Orden Público? Tres guardias civiles presentes hicieron el don Tancredo durante los incidentes. Es evidente que Cerro y compañía jugaban en casa.

En conclusión cabe preguntarse si existe un Gobierno en España. No digo ya un Gobierno socialista, socialdemócrata, socialmercado o lo que sea, simplemente un Gobierno que además de haber salido de unas elecciones democráticas ejerza como tal. Lo dudo mucho, porque en ese caso a estas horas Antonio Cerro, sus concejales y el resto de energúmenos borrachos de odio y alcohol estarían ya detenidos por las agresiones cometidas, el alcalde y los concejales en concreto cesados y procesados por haber profanado la tumba e incitado y dirigido las agresiones, y los mandos de la Guardia Civil territorial bajo investigación por no haber previsto un dispositivo de protección suficiente, cuando era público y notorio a tenor del ambiente creado en el pueblo que los manifestantes iban a ser agredidos por la horda que comanda Cerro.

¿Y el Partido Popular? ¿Ustedes creen que echará de sus filas a Antonio Cerro? Quiá hombre, a estas horas Cerro debe ser el hombre de moda entre dirigentes, afiliados y simpatizantes del PP. "Cerro, el alcalde que los tiene bien puestos".

Ya saben "putos rojos, os vamos a matar a todos" ... otra vez. ¿Y por qué no? Total, seguramente les volvería a salir gratis.

En la fotografía que ilustra el post, la tumba que ha sido destrozada y profanada por orden del alcalde y el equipo de gobierno (PP) del Ayuntamiento de Poyales del Hoyo.

sábado, 6 de agosto de 2011

Ramón Acín, un hombre bueno



La noche del 6 de agosto de 1936, hoy hace 75 años, el intelectual, artista y pedagogo oscense Ramón Acín Aquilué fue fusilado en las tapias del cementerio de Huesca por un grupo de falangistas y guardias civiles que acababan de secuestrarle a él y a su mujer, Conchita Monrás, sacándoles de su domicilio a golpes y gritos salvajes en presencia de Katia y Sol, sus hijas de corta edad.

Su delito: ser humanista, anarquista y haber fustigado por escrito en la prensa progresista a la derecha sociológica local -provinciana, clerical, reaccionaria y arrogante hasta el ridículo-, esa"Huesqueta" que aún sigue perviviendo en la capital altoaragonesa.

En julio de 1933, estando encarcelado por haber participado en una huelga, Acín había escrito esta emotiva carta a sus hijas en la que dibujó una paloma volando hacia a la libertad:

Mis queridas Katia y Sol:

Recibí vuestras cartitas con unas linietas de mamá y otras del padrino que está viajando por el mar Mediterráneo. También vosotras iréis y conoceréis otros países cuando seáis mayorcitas, pero tenéis que estudiar mucho.

Duerme papá en una sala grande con 47 más, muchos son jóvenes, otros tienen niños como vosotras y también los quieren mucho como yo os quiero a vosotras.

Algunos ratos jugamos a la pelota, otros leemos, otros hablamos de cosas que vosotras aprenderéis cuando seáis mayores y que no son malas pues los que estamos aquí presos nos han traído porque queremos que los niños y sus papás y todos vivan más alegres y mejor y todos pasen el verano en sitios bonitos que hoy sólo pueden ver los que tienen perricas y eso no debe ser y muchos protestamos y a Galán lo mataron.

También el papel de papá tiene dibujo al principio como el vuestro, una palomica que todas las noches se escapa por las rejas de la cárcel y que cuando vosotras y mamá dormís os besa y vuelve a mí. Os quiere vuestro papá Ramón.

(Al margen) Recuerdos de Arnalda. 26 julio 1933.

Este era el hombre al que asesinaron, hoy hace 75 años, los Salvadores de España oscenses.

Para saber más de Ramón Acín, visiten la página web de la Fundación Ramón y Katia Acín y lean la biografía "Ramón Acín, 1888-1936. Una estética anarquista y de vanguardia", de Sonya Torres Planells (Editorial Virus. Barcelona, 1998).

La imagen que ilustra el post es una fotografía de Ramón Acín en sus años de madurez.

martes, 2 de agosto de 2011

El señor Borbón se lo pasa bomba



El "tradicional" despacho de vacaciones entre el señor Juan Carlos de Borbón, a la sazón jefe del Estado español a título de rey, y el presidente del Consejo de Ministros, José Luis Rodríguez Zapatero, realizado ayer en Mallorca, ha pasado casi desapercibido para la prensa y el público en general.

Lo cierto es que al decir de la escasa información dada sobre la presunta reunión de trabajo, esta dio comienzo a las seis y media de la tarde y apenas duró una hora, y todo ello en una jornada en la que llovieron chuzos de punta sobre España lanzados por los famosos mercados, al punto que el diferencial con la deuda alemana ha llegado a la cota de los 400 puntos y en muchos despachos financieros europeos comenzó a hablarse de la inevitabilidad de una operación de rescate financiero de España. Pues mientras todo esto pasaba, al parecer la repleta agenda veraniega del señor Borbón le impedía despachar con su primer ministro por la mañana, que es cuando la gente normal trabaja. Y es que la familia real más o menos al completo anda ocupada estos días con las regatas de veleros y el papel que en ellas hace el yate Bribón, que ya es nombre para un barco en el que regatea una familia real por muy sencilla y campechana que sea, o eso dicen.

Los Borbones son gente que de jóvenes, recién llegados al trono, acostumbran a estar poseídos por un loable ímpetu reformista. Luego se van acomodando al oficio y estilo de vida, y cuando se hacen viejos se vuelven unos vivalavirgen sin remedio, que en tiempos dedicaban todo el santo día a cazar jabalíes en el monte de El Pardo y a perseguir señoras alegres en barrios madrileños de mala nota (así pilló alguno la sífilis). Los tiempos cambian que es una barbaridad, y el Borbón actual, que difícilmente puede ya navegar a vela ni perseguir señoras con el ímpetu de antaño (a las fotografías publicadas más de una vez años atrás en medios internacionales me remito, y no solo por lo que hace a las regatas), se ha de conformar con descansar en el palacio de Marivent de su descanso habitual en su residencia de La Zarzuela. Vamos, que una agenda repleta de trabajo intensivo no parece tener el señor Borbón, ni en Mallorca ni en sitio alguno.

Por lo demás las relaciones entre el señor Borbón y Zapatero no parece que hayan sido nunca muy afectuosas, más allá de la pura formalidad entre profesionales de la política. Pero el desaire de ayer bate todos los récords. En la tele se vio a Zapatero llegar solo a Marivent (en tales ocasiones, sus predecesores y él mismo en años anteriores llegaban acompañados por sus esposas) y dominado por la prisa, acaso consciente de que allí estaba de más. Fue su presunto anfitrión quien le hubo de retener con gesto brusco para que posara para los fotógrafos en las escaleras de entrada del palacio. Luego hubo sesenta minutos de palique entre ambos se supone, y finalmente Zapatero se marchó raudo y sin cenar, contraviniendo la costumbre establecida de años hasta ayer mismo.

Algo pasa ahí, pues. Es obvio que Zapatero es un presidente de Gobierno y un dirigente político amortizado -en realidad casi tanto como el señor Borbón como rey, pero esa es otra-, pero la cortesía y la educación marcaban que este último despacho veraniego entre ambos hubiera tenido otra escenificación. Porque el trato desdeñoso del monarca no ha sido a Zapatero, sino a cuantos ciudadanos le tenemos nos guste o no como presidente del Gobierno. Y es que si el señor rey comienza ninguneando a quien hoy por hoy es la máxima autoridad democráticamente elegida por los ciudadanos, quizá comience a ser hora de que muchos de estos ciudadanos se planteen poner punto final de una vez en España a esta comedia de un jefe del Estado no electo, cuya presunta legitimidad no la otorgan las urnas sino los brincos de los reales espermatozoides.

En fin, que vistos los años que ya tiene y el estado general de salud que padece el señor Borbón, pienso que lo mejor que podría hacer sería quedarse en Mallorca para los restos, como un ricacho europeo jubilado más, en vez de continuar ejerciendo un cargo para el que nadie, salvo el general Franco, le eligió en su día. Y de paso, podría mostrar un poco más de respeto por las instituciones democráticas y sus representantes.

La fotografía que ilustra el post ha sido difundida por el propio servicio de prensa de La Moncloa. Obsérvese la distancia física entre ambos personajes, y el aspecto avejentado de Juan Carlos de Borbón.

domingo, 31 de julio de 2011

El velocista y el paquidermo




La convocatoria de elecciones generales para el día 20 de noviembre -que también es fecha para unas elecciones: el aniversario del fallecimiento del dictador Franco-, ha disparado la carrera electoral. Curiosamente los más sorprendidos parecen ser los dirigentes del PP, y eso que vienen reclamando elecciones anticipadas desde el 15 de marzo de 2004.

De todos modos la campaña electoral de la derecha extrema/extrema derecha española no la hace el PP sino la turba de empresarios, banqueros, periodistas, jerarcas católicos y otros poderes fácticos, que como un solo manipulador de conciencias se han abalanzado a pedir el voto para las listas que encabeza Mariano Rajoy. Ocurre que faltan apenas tres meses y medio para la cita con las urnas -a lo que habrá que descontar el mes de vacaciones de agosto-, y todo indica que o quienes manejan el fantoche ponen toda la carne en el asador o se les puede volver a escapar la oportunidad. Y esta vez ya sería demasiado, incluso llevando como cabeza de cartel a un político tan inútil y ya derrotado anteriormente como Rajoy.

Las encuestas de verdad, las que PP y PSOE nunca hacen públicas en los medios, dicen que la distancia entre ambos partidos es tan pequeña, que en noviembre puede pasar cualquier cosa. Por si quieren más señales, el PNV empieza a posicionarse como si ya estuviera claro que nadie va a tener mayoría suficiente y menos absoluta para gobernar en solitario; CiU lleva tiempo ofreciéndose al mejor postor, convencidos los nacionalistas derechistas catalanes de lo mismo.

Y si embargo las encuestas de encargo publicadas dan ventajas al PP que solo pueden suscitar la sonrisa, ya que diferencias de diez y hasta catorce puntos entre ambos partidos son simplemente un delirio. Se trata de meros instrumentos de agitación social: unos, el PP, intentan convencer de que van a ganar, y que por tanto lo mejor es subirse a su carro o quedarse en casa quienes pensaban votar al PSOE; para los socialistas, las encuestas de medios próximos que dan ganador al PP son un modo de llamar a la movilización del electorado de izquierdas para impedir la victoria de los herederos del franquismo. En ese sentido, la elección para los comicios de la fecha del 20-N es cualquier cosa menos inocente.

Solo la encuesta del CIS, hecha cuando apenas empezaba el fenómeno Rubalcaba -recién nombrado candidato socialista, y antes de su discurso de candidatura orbi et urbe-, con sus siete puntos de diferencia a favor del PP, se acercaba a la realidad en el momento en que se confeccionó. Hoy la distancia es sustancialmente menor. Y recordemos que una diferencia de cuatro puntos en las encuestas es considerada por los expertos un "empate técnico", en el que todo está abierto.

Para rematar el asunto, Rubalcaba ha tomado una velocidad endiablada apenas sonar el disparo de salida. El sprinter que es, un tipo que en sus años de atleta acreditó poco más de diez segundos en los cien metros lisos ¡hace casi treinta años!, ha comenzado a moverse como un correcaminos entre actos públicos, entrevistas en los medios y reuniones con pesonajes clave. Justo todo lo contrario que Mariano Rajoy, que continua como lo dibuja el genial Peridis: indolente, tumbado en un sillón, con el puro en la boca y una copa en la mano, esperando que la fruta le caiga en el regazo. Pues resulta que hasta en las encuestas encargadas por los medios que pastorean el ganado de la derecha española, los ciudadanos de este país consideran que el paquidermo Rajoy es menos solvente que Rubalcaba en prácticamente todos los ítems en que se les enfrente.

En resumidas cuentas, el oso sigue sin ser cazado y noviembre que parece lejano, en realidad está a la vuelta de la esquina. Mientras tanto ya ven, en tanto un candidato circula a toda velocidad por la geografía ibérica el otro se dora la panza tomando el sol en Sanxenxo. Es apenas un síntoma, pero bastante clarificador.

Eso sí, da cierta grima el ver a Rubalcaba en un utilitario rojo circulando aparentemente solo por Madrid. Y es que ya saben, siempre hay suelto un loco de esos preparado para actuar solo solísimo, como en Noruega. O sucede un accidente de tráfico de esos tan extraños y tan oportunos que han sufrido algunas personalidades en este país, del general Mola en adelante. Todo presuntamente, claro, faltaría más.

Aunque me parece a mí que a Rubalcaba en materia de seguridad personal hay poco que enseñarle. Pienso de todos modos que sería mejor que dejara de moverse en coches privados.

En la fotografía que ilustra el post, Mariano Rajoy observa de manera esquinada a Alfredo Pérez Rubalcaba.


domingo, 17 de julio de 2011

Un 17 de julio de no hace tantos años



Un 17 de julio de hace 75 años, un puñado de traidores en uniforme a sueldo de unos "autores intelectuales" perfectamente identificados (terratenientes, banqueros, empresarios, la jerarquía católica), iniciaron un golpe de Estado -militar, por supuesto- que sabían no podía triunfar sino era tras una larga y cruenta guerra contra su propio pueblo, el que les pagaba el salario, guerra que en un alarde de cinismo criminal años más tarde motejaron como "civil".

No fue una guerra civil porque los españoles de 1936 no decidieron de repente empezar a matarse entre ellos a partir de una fecha determinada; sostener eso es infantil e interesado. La sublevación del 17 de julio fue un golpe de Estado fracasado, una asonada militar de los sectores más reaccionarios de la oficialidad del Ejército, quienes haciendo uso de tropas mercenarias (la Legión y los Regulares marroquíes) y nutridos luego por la ayuda en hombres, material y financiación de la Alemania nazi y la Italia fascista, llevaron a cabo una guerra de exterminio contra su propio pueblo. El capitán Aguilera, uno de los jefes de prensa de Franco, lo resumió así: "nuestro programa consiste en exterminar un tercio de la población masculina de España. Con eso se limpiaría el país y nos desharíamos del proletariado" (La Guerra Civil española, de Antony Beevor, página 611).

La mayor parte del Ejército español tuvo entonces un comportamiento felón y traidor, haciendo añicos los valores que decían ser su razón de ser: disciplina, obediencia y lealtad. Aquellos criminales desencadenaron un conflicto cuyos horrores perduraron en el tiempo y en la memoria colectiva más allá de los años concretos en que se desarrollaron los acontecimientos bélicos: España pasó de ser una de las democracias más avanzadas de Europa a ser el pudridero apestoso a cuartel y sacristía del Viejo Continente; la renta per cápita de los españoles en 1936 no se recuperó hasta 1960; y en fin en fecha tan tardía como 1975, con el dictador agonizante, aún se fusiló a antifranquistas, cuando los padrinos de Franco, los dictadores Mussolini y Hitler, hacía ya 30 años que habían sido colgados de un gancho de carnicero el uno y suicidado el otro.

Quienes crean que todo esto son viejas historias, se equivocan. En los cuartos de banderas del Ejército, esa organización que nuestros políticos "progresistas" y "buenistas" se empeñan en señalar como la mayor ONG española, se sigue rindiendo culto a aquella horda de militares traidores y criminales, sino físicamente como hasta hace poco con la presencia de sus retratos y emblemas, si manteniendo intacto el seguidismo ciego a ellos y a los supuestos "valores" ultrarreaccionarios que encarnaron, tan lejanos a los ideales de libertad, paz y justicia social propios no ya de las clases populares sino de la civilización contemporánea.

Aunque algunos no lo crean, el 17 de julio de 1936 no está tan lejano.

En la imagen que ilustra el post, el general Franco y otros oficiales golpistas se fotografían tras el funeral en Las Palmas del general Amado Balmes, a quien Franco ordenó asesinar (según acaba de demostrar el historiador Ángel Viñas) para tener una excusa que le permitiera desplazarse de Tenerife a las Palmas, donde le aguardaba el avión "Dragon Rapide" que le llevaría al Protectorado español de Marruecos, núcleo de la sublevación militar de julio de 1936.