Mostrando entradas con la etiqueta Jaume Matas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Jaume Matas. Mostrar todas las entradas

martes, 8 de noviembre de 2011

Anticorrupción investiga al yerno del rey de España




En El País de hoy aparece una información de enorme alcance, que corre el peligro de ser devorada por el ruido mediático producido por el debate televisivo de anoche. Se trata del registro de las sedes de varias empresas situadas en Palma de Mallorca y Barcelona, todas ellas propiedad de Iñaki Urdangarin, un empresario vasco casado con la Infanta Cristina de Borbón, y por tanto yerno del rey de España.

La información se encabeza con un titular que no deja lugar a dudas: "Anticorrupción investiga el cobro de 2,3 millones por organizar dos foros de debate". Enseguida entra en materia: "En el marco del escándalo del caso Palma Arena, que se centra en la supuesta gestión delictiva y enriquecimiento personal del expresidente de Baleares Jaume Matas, del PP, una comisión judicial registró la sede del Instituto Noos, en Barcelona, entidad de asesoría y gestión de mecenazgo deportivo creada por Urdangarin". En realidad esta no es más que la punta del iceberg, porque hace tiempo que la Fiscalía Anticorrupción sigue la pista a diversos negocios del llamado duque de Palma, Urdangarin, y a sus escasamente presuntas relaciones con la trama Gürtel y otros personajes corruptos vinculados al Partido Popular (PP) en Baleares y Valencia.

Tanto es así que la marcha de Iñaki Urdangarín y su familia a Estados Unidos hace un par de años fue interpretada en su momento por varios programas de televisión como una "recomendación del rey a su yerno", a fin de que se quitara de en medio por una larga temporada hasta que escampara. Lo cierto es que no solo no ha amainado la tormenta, sino que cada vez se acerca más a la persona del real yerno. Y es que el fiscal anticorrupción de Baleares, Pedro Horrach, hasta ahora no se ha plegado a las presiones y ha resistido todos los intentos del PP de echarle de la fiscalía por haber imputado ya a decenas de dirigentes baleares de ese partido. Enredado en esa trama aparece desde hace tiempo, presuntamente, Iñaki Urdangarin. Las consecuencias del enredo podrían ser de tal envergadura, que según algunos medios periodísticos el rey habría sugerido a su hija el divorcio como cortafuegos de emergencia.

En enero próximo comienza el primer juicio por corrupción contra Jaume Matas. En vísperas de ese proceso el fiscal Horrach ha entrado a por todas en las empresas de Urdangarin, a la búsqueda de documentación que proporcione nuevas pistas. De momento parece que ya tiene en su poder facturas de la fundación Noos -el centro neurálgico de los negocios de Iñaki Urdangarin-, por valor de varios millones de euros que demostrarían el tráfico de comisiones en torno al proyecto Palma Arena.

En las próximas horas, dice El País, "el fiscal y los policías del grupo de Delincuencia Económica tomarán declaración a diversos profesionales y administradores vinculados a la fundación Noos y sus actividades en Palma". Según el diario, entre ellos estará  Diego Torres "segundo de Iñaki Urdangarin y director de la entidad (Fundación Noos)", que ya ha declarado como imputado ante el juez Castro, en Palma. Otra de las grandes piezas cazadas por el fiscal Anticorrupción balear es José Tejeiro, asesor fiscal de Urdangarín y secretario de Noos. Es obvio por tanto a quién apuntan las investigaciones mediante la táctica de cerco progresivo: al mismo Iñaki Urdangarin.

En el caso ha sido también implicado José Luis "Pepote" Ballester, ex director general de Deportes con Matas, "el puente para los primeros contactos y el gestor de las partidas de fondos". Balllester es un conocido amigo personal del rey desde hace años.

Vamos a ver pues hasta dónde permiten llegar a los investigadores.

En la fotografía que ilustra el post, Jaume Matas e Iñaki Urdangarin comparten la presidencia de un acto en Baleares.

lunes, 29 de marzo de 2010

Jaume Matas y el PP balear, el delirio de los corruptos


Las revelaciones sobre el caso de Jaume Matas, ex presidente del Govern autonómico de Baleares y ex ministro de Medio Ambiente de José María Aznar, traspasan todo lo conocido en España en materia de corrupción de políticos, y eso en un país donde ya estamos curados de espantos en esta materia.

Del señor Matas vamos sabiendo estos días cosas tan increíbles como que compraba escobillas de baño a 300 euros la unidad; que Maite Areal, su esposa y futura compañera de banquillo judicial, llegó a pagar con un billete de 200 euros una lechuga que costaba 1 euro; que doña Maite vivía dominada por un verdadero frenesí consumidor de artículos de lujo, que la obligaba a comprar compulsivamente relojes de oro y joyas de elevado precio, siempre pagadas religiosamente con billetes de 500 y 200 euros; que a pesar de efectuar tales dispendios económicos, el matrimonio Matas sólo sacó 450 euros de sus cuentas bancarias en los últimos 5 años. Entre los pagos efectuados con esos 450 euros no figura desde luego un bello palacio renacentista en pleno centro de Palma de Mallorca, adquirido como residencia por la familia Matas-Areal y valorado en dos millones y pico de euros, por el que los Matas pagaron poco más de novecientos mil euros en mano y un billete encima de otro. Un delirio y un prodigio de desfachatez, ya digo.

Más allá de las miserias personales de esta gente, se van sabiendo cosas tan jugosas como que Fernando Areal, cuñado de Matas y ex gerente del Partido Popular (PP) balear, no es que llevara una contabilidad B del partido, es que cuanto afectaba a movimientos financieros relacionados con el PP lo gestionaba como pura caja B, según los fiscales de Anticorrupción del caso. De ahí salía por ejemplo, la financiación de las campañas electorales del PP en las islas Baleares.

En todo este muladar resulta imposible discernir dónde acababan los manejos de Matas en beneficio propio, y dónde comenzaban los que afectaban al PP. El propio Jaume Matas ha reconocido en su declaración ante el juez que manejaba dinero negro en cantidades de millones de euros, incluidas sabrosas comisiones que le llovían de todas partes incluido (presuntísimamente)un famoso promotor de espectáculos y productor televisivo. En la trama aparecen implicados también, además de políticos y empresarios, abogados, ejecutivos y la fauna habitual en estos casos.

La punta de este iceberg lo constituye el caso del Velódromo de Palma, un equipamiento deportivo cuya construcción sufrió un "sobrecoste" de 40 millones de euros, y cuyo primer responsable técnico fue despedido por haber presentado un presupuesto demasiado bajo. Como botón de muestra, para la pista del Velódromo se adquirieron maderas preciosas que nunca llegaron a instalarse, siendo substituidas por material tan defectuoso que la Federación Internacional de Ciclismo rechazó homologar la pista para competiciones deportivas; las maderas originales sirvieron, según es vox populi en toda Mallorca, como parquet para los suelos de los chalets de dirigentes del PP y sus amigos implicados en el monumental desfalco.

Con semejante tren de robo y lujo no es extraño que a Jaume Matas finalmente le hayan cazado a lazo, probablemente porque el caso es tan brutalmente escandaloso que resulta imposible de disimular. Alguien podría pensar que quien dejó tantas evidencias por el camino, en el fondo estaba deseando que lo encausaran; pues no parece que sea así, porque la verdad es que el hombre ha hecho lo posible para evitarlo. Sin ir más lejos, antes de declarar ante el juez, Matas intentó que el fiscal jefe de Baleares, que ya en 2009 había probado a bloquear lo inevitable, frenara a los dos fiscales Anticorrupción de Baleares obligándoles a obedecer sus "indicaciones"; la gestión del "amiguito del alma" fracasó porque los dos fiscales se negaron a ponerse a las órdenes de quien no es superior orgánico suyo. Y es que la cosa tiene ya tal dimensión, que ni los "amiguitos del alma" pueden resolverle la papeleta a Jaume Matas y al PP balear.

En la fotografía, Jaume Matas camina cabizbajo cerca de los Juzgados de Palma seguido de un "gorila", durante la segunda jornada de su declaración ante el juez instructor de su caso.