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lunes, 23 de enero de 2012

Un comisario europeo denuncia el terrorismo financiero de EEUU contra el euro




El italiano Antonio Tajani acaba de decir basta, y ha lanzado una bomba atómica sobre "los mercados" y la mano que los mece. Los efectos tardarán un poco en notarse, pero tengan por seguro que se van a notar más pronto que tarde.

¿Qué quién es Antonio Tajani? Pues nada menos que el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Industria, Turismo y Espacio. El señor Tajani lleva 18 años trabajando en esto de crear Europa, o sea que no es un novato buscando un titular de prensa que le lance al estrellato político. ¿Qué ha dicho este hombre? Más o menos, que hay que acabar con las agencias de calificación antes de que las agencias de calificación acaben con nosotros. Pero más importante todavía, el señor Antoni Tajani ha señalado directamente la mano que mece a las agencias de calificación y dirige sus desmanes: el dólar del Tío Sam.

Cito textualmente EL PAIS de hoy: "Tajani acusa abiertamente a estas agencias de "trabajar a favor del dólar" con sus continuas degradaciones de la deuda de los países de la Unión Europea. Además, las considera "chantajistas" porque sus últimos movimientos se realizaron antes de que el Consejo de la UE examinara la posibilidad de aprobar la tasa Tobin (el impuesto a las transacciones financieras)". Para contraatacar, Tajani propone que "se acelere la puesta en marcha de una agencia de calificación europea, que actúe de forma efectiva, con autonomía y transparencia y que "no trabaje al servicio del partido de la especulación", ni lance "ataques con precisión de relojería" como los que vemos ahora".

Lo que Tajani nos está diciendo es que los ataques contra el euro no son asaltos ocasionales de especuladores por libre, sino maniobras planificadas cuyo objetivo es beneficiar al dólar. "Lo que sufrimos es un ataque global contra el euro y la vuelta a nuestras antiguas monedas no resolvería nada. Esa no es la solución. Sería un desastre", afirma el comisario europeo.

Y en fin, en el resto de la entrevista queda claro que el señor Tajani no es precisamente un rojo incendiario y que sus opiniones no son ni mucho menos las propias de un antiestadounidense fanático, sino las  habituales en un señor de derechas  muy contenido y hasta entusiasta de las "reformas" económicas del señor Rajoy. Precisamente por eso, por conocer de primera mano lo que se cuece en el mundo de la economía global y en los llamados "mercados financieros", Tajani es un tipo que maneja información fiable y que aquí demuestra saber de donde sopla el viento que amenaza con convertir Europa en un montón de ruinas. 

Por sostener lo que dice el señor Tajani acerca de quién está detrás de los movimientos especulativos contra las economías europeas, a un servidor de ustedes le han llamado de todo. Naturalmente yo no soy un experto, ni en economía ni en casi nada, y mucho menos en terrorismo financiero. Es por ello que me satisface doblemente ver que por fin se empieza a hablar claro oficialmente de este asunto, condición previa a cualquier intento de ponerle remedio.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Por una Europa con dos velocidades y marcha atrás


Parece que esa especie de Dúo Dinámico carente de todo glamour que forman la canciller Merkel y el presidente Sarkozy ha decidido tirar por la calle del medio y proponer una Europa a dos velocidades. Inmediatamente les ha secundado Durao Barroso en nombre de la Comisión Europea. Se supone que en ese grupo de países, núcleo duro de la (re)construcción europea también estarán, como no puede ser de otra manera, España e Italia.

Ya era hora de que se impusiera la cordura en esta cuestión. Desde la famosa "Ampliación al Este", la Unión Europea (UE) no ha dado una a derechas. El salto sin red de 17 a 27 Estados originó un sinfín de problemas económicos y políticos no resueltos, que la actual presunta crisis financiera global no ha hecho sino agravar hasta el extremo. El proyecto europeo nunca logró recuperarse de haber tenido que incorporar de golpe un puñado de economías ficticias procentes del antiguo imperio soviético, reconvertidas sin solución de continuidad al capitalismo más salvaje tras una intensiva y brutal acumulación de capital proveniente de todos los tráficos ilegales que puedan imaginarse. De los nuevos socios, solo la República Checa y acaso Hungría tenían condiciones para digerir la europeización de sus economías sin provocar y provocarse  más problemas que beneficios. Para postre, la mayoría de esos países están dirigidos políticamente desde las respectivas embajadas de los EEUU, lo que equivale a haber metido al enemigo en casa.

Recuperar la Europa de los 17 articulada políticamente en torno al eje franco-alemán y económicamente a la Zona Euro, sería una muestra de sensatez que no puede recuperar los años perdidos pero que sí pondría las bases de un futuro ordenado y coherente en estos asuntos. El siguiente paso debería ser el diseño de una política fiscal única para esa Europa "núcleo duro", y la definición de un marco de relación viable y mutuamente beneficioso con los países que nunca tuvieron condiciones objetivas para participar en el proyecto europeo. Un proyecto que debe acelerar a corto plazo  la integración política y económica mediante la unificación en una sola entidad supraestatal de la zona UE y la zona del euro. Todo lo demás son paños calientes.

Cabe pues interpretar que estamos ante una aparente marcha atrás en el proyecto de construcción europea, que en realidad deberá ser solo un retroceso para tomar impulso hacia adelante. Nunca se debió comer más de lo que se puede tragar, y o se rectifica de una vez o puede ser el conjunto de Europa quien salte por los aires, asfixiado por bocados tan poco apetecibles como Rumanía, Bulgaria y los Países Bálticos, por no hablar de las repúblicas balcánicas nacidas de la voladura de la ex Yugoslavia, que ya están llamando a la puerta de la integración europea. Parece ser que por fin, el remedo de líderes que tenemos en Europa van entendiendo estas cosas elementales.

sábado, 23 de julio de 2011

El terrorismo neocon golpea a Noruega



La doble matanza perpetrada ayer en Noruega (92 muertos hasta el momento) fue llevada a cabo por un neocon. Anders Behring Breivik es un individuo de 32 años, de clase media-alta, que en su espacio en Facebook se definía como "cristiano y conservador", y al que la policía noruega tiene catalogado como un ultraderechista islamófobo. Un neocon modelo como digo, un fascista contemporáneo de manual. En España hay unos cuantos de estos; un día les hablaré de uno de ellos perfectamente identificado y denunciado por dos veces ante la policía, que sin embargo sigue campando a sus anchas en Internet.

Desde el punto de vista del análisis político importa poco si actuó solo (lo que nadie cree), si lo hizo en compañía de otro descerebrado como él (lo que parece más probable) o si la acción fue ejecutada por un grupo de fascistas perfectamente entrenados para llevar a cabo esas masacres, que sería lo más lógico visto el desarrollo y resultados de los ataques. Desde el primer momento la policía noruega estableció de modo meridianamente claro cúal era el perfil ideológico del autor/autores de los atentados, a pesar de que inmediatamente de sucedidos los "expertos" a sueldo de las agencias de espionaje norteamericanas invadieran los medios de comunicación anunciando un nuevo ataque islamista, desarrollado esta vez por "conversos" europeos rubios y de ojos azules entrenados en Pakistán, tal como oí anoche en al menos dos emisoras de radio españolas. Una vez más nadie ha pedido luego responsabilidades a estos mercenarios intoxicadores.

De todos modos, lo que importa ahora es señalar el contexto en el que se desarrolla el doble atentado terrorista.

Noruega es un país neutral que aunque como miembro de la OTAN participa de modo ocasional en operaciones como la ocupación de Afganistán, nada tiene que ver con el imperialismo norteamericano y sus desarrollos. La seguridad en Noruega como en el resto de los países escandinavos es excepcional a pesar de que en sus calles no se ven policías ni militares, seguramente porque se trata de países donde el grado de bienestar social imperante es el mejor antídoto contra toda forma de violencia. En agosto además comenzará la retirada de su contingente de Afganistán. Económicamente Noruega vive completamente al margen de la crisis provocada por los movimientos especulativos alentados por los llamados "mercados financieros", dada la escasa conexión de su economía productiva -basada en sectores industriales y tecnológicos punta- con los ámbitos de la economía virtual.

Noruega es desde hace décadas un país avanzado, progresista, pacifista, refugio de inmigrantes y perseguidos, una sociedad equilibrada y fuertemente influida por valores socialdemócratas clásicos. Es por tanto el marco perfecto para un atentado terrorista neocon que, a semejanza del 11-M español, pretenda servir de escarmiento a aquellos países descreídos de la necesidad de la Cruzada Mundial contra el Terrorismo, ese artefacto político-económico-militar de dominación mundial, que ha sido instrumento de acción de la "revolución neocon" y que ahora agoniza por culpa de ese presidente de EEUU "negro, musulmán y comunista", como motejan los neocons a Barack Obama. Los que viven políticamente y engordan financieramente de generar Miedo han golpeado a Noruega precisamente porque sus ciudadanos no lo tienen; quieren obligarles a elegir entre seguridad y libertad, como si fue posible que sin ésta existiera aquella.

El momento elegido les delata. Y es que los mercados tienen miedo, porque Europa se les escapa de las fauces. Esta semana se ha confirmado por fin que la Unión Europea, liderada por Alemania, aportará ciento cincuenta mil millones de euros para el nuevo rescate de Grecia, de los cuales cincuenta mil millones habrán de ponerlos los bancos europeos, que quedan así bajo mandato imperativo político, decisión que hasta ahora los gobiernos europeos no se habían atrevido a tomar. Se refuerza el euro políticamente (económicamente nunca lo ha necesitado), y solemnemente la canciller alemana se compromete ante los socios europeos a defender la moneda europea con todas las consecuencias; otra preocupación añadida para los mercados pues, a sumar al hecho de que a pesar de los continuados ataques especulativos contra la divisa única europea no hay forma de hacer bajar su cotización de 1'40 dólares por euro, y la tendencia es aumentar la brecha entre ambas monedas al menor respiro. Sumen en fin el derribo político del imperio Murdoch, el instrumento mediático planetario de la "revolución neocon" y portavoz de los intereses especulativos encarnados por la "nueva economía", y tendrán un marco en el que el afán revanchista neocon necesita dar salida a su furia y advertir a los Gobiernos refractarios de que no se le enfrenten y de que sigan cediendo a las exigencias de los "mercados". Las agencias norteamericanas de terrorismo/contraterrorismo, que continúan obedeciendo órdenes de los mismos amos de antes de Obama, ponen el resto.

Es interesante que Anders Behring haya sido capturado vivo por una policía que en principio ofrece garantías. Seguramente el terrorista podrá explicar cosas muy interesantes, aunque naturalmente el pobre diablo no deba conocer gran cosa del tinglado que le ha usado como ejecutor de sus designios, obviamente más altos que los propios de un fanático fundamentalista de a pie.

En la imagen que ilustra el post, ciudadanos heridos en el atentado de Oslo.

miércoles, 8 de junio de 2011

Jorge Semprún se despide de ustedes



La muerte ha alcanzado finalmente a Jorge Semprún, tras haberle seguido como un perro fiel más que como una amenaza durante la mayor parte de su larga e intensa vida. En realidad el primer Semprún murió a los 20 años en Buchenwald, casi en el mismo momento en que se presentaba en sociedad Federico Sánchez.

El joven Semprún había nacido en una familia de la gran burguesía madrileña, gente liberal, ilustrada y republicana, una verdadera rara avis en un país en el que la burguesía maridó pronto con la aristocracia en vez de enviarla al cadalso de la Historia. Jorge Semprún fue hijo de embajador de la República, exiliado temprano, resistente antifascista precoz y comunista de hierro forjado. Que en aquella Europa barrida por el tsunami nazi (aquello sí era un tsunami con todas las de la ley, y no las victorias electorales del PP español), Semprún acabara en un campo nazi de exterminio por el trabajo, parece una consecuencia inevitable. Ocurre que allá adentro se inició y creció un filósofo, político y sobre todo escritor gigantesco, que algunos años después, de vuelta a la lucha clandestina, esta vez contra el Régimen de Franco, tomaría el nombre de Federico Sánchez, un mito en la pelea por derribar el carro de mierda que era la España de aquél general de piernas cortas y voz aflautada, y una de las cumbres de las literaturas española y francesa, porque Semprún-Sánchez era más que un afrancesado un verdadero francés espiritual, y ello sin renunciar un ápice a su condición de español integral.

En 1964 Santiago Carrillo les echó a él y a Fernando Claudín del PCE. Suerte tuvieron de que en aquellos tiempos en el PCE y en su casa matriz, la URSS, ya se contentaran simplemente con excomulgar a los disidentes. En realidad a Semprún y a Claudín les echaron del PCE precisamente por ser comunistas, pero esa es otra historia. Luego Semprún evolucionó políticamente, se distanció de las siglas sin moverse del ámbito de las izquierdas, y en 1988 recibió una oferta de Felipe González para ser ministro de Cultura; para asombro de propios y extraños la aceptó, y fue un excelente ministro. Para entonces Federico Sánchez había muerto asesinado por un Jorge Semprún redivivo, que después de años de cargar a sus espaldas con la memoria de Buchenwald había comenzado a desgranarla en libros que da escalofríos leerlos. Un poco antes había dejado constancia de que seguía en la brecha de la lucha política desde la izquierda, "muertas las certidumbres pero vivas las ilusiones" como solía decir, en guiones de películas tan emblemáticas como "La guerra ha terminado" y "Z".

Su memoria vital y política, fijada por escrito a a modo de testamento anticipado, la repartió finalmente en dos libros, verdaderos ajustes de cuentas consigo mismo y con su tiempo político: "Autobiografía de Federico Sánchez" y "Federico Sánchez se despide de ustedes". Son libros ácidos, descarnados y llenos de ironía, que conviene leer para dimensionar adecuadamente en su estatura humana -a veces, miserablemente humana- a los dioses políticos del último medio siglo español.

Escribe hoy Javier Pradera en El País que según algunos viejos camaradas de los años cincuenta, fue Federico Sánchez quien creó a Jorge Semprún y no al revés. Es posible. En todo caso, Semprún y Sánchez acaban de desaparecer de escena para siempre, dejándonos un poco más pobres espiritualmente y más desnortados políticamente en esta Europa cuya idea, como dijo Semprún el año pasado durante su último viaje a Buchenwald, comenzó a forjarse precisamente tras las alambradas nazis, cuando hombres de todos los rincones del Viejo Continente se reconocían como camaradas de infortunio y se aprestaban a darse apoyo mutuo. Decía Semprún que fue la lucha antifascista la que creó la idea de la Europa unida. Jorge Semprún se ha ido cuando politicastros y juntaletras están demediando esa hermosa y sagrada idea, hasta dejarla irreconocible; Semprún se ha ido en suma, cuando más necesitamos su insobornable lucidez.

En la imagen, Jorge Semprún hablando en Buchenwald el 12 de abril de 2010, en los actos conmemorativos de la liberación de ese campo.

lunes, 6 de junio de 2011

Negras tormentas sobre Portugal y Perú


El vecino ibérico ha celebrado este domingo pasado elecciones generales con un entusiasmo cívico perfectamente descriptible. Una abstención récord del 41% y la desmovilización de la izquierda (fuerte derrota del PS, hundimiento del Bloco y estancamiento del PCP), ponen en bandeja de plata a la derecha lusitana (el llamado PSD y el CDS-PP) el gobierno del país.

Se trataba de decidir quien administraría los setenta y ocho mil millones de euros del rescate europeo, y al final tal dudoso honor corresponderá a los más fulleros. La derecha lusa saboteó en el Parlamento las medidas neoliberales estrictas que proponía el Gobierno Sócrates -que en definitiva serán las que ahora aplicarán ellos y seguramente con mayor brutalidad-, dejando a éste contra las cuerdas y obligado a convocar unas elecciones que tenía perdidas de antemano. Una jugada suciamente oportunista que una vez más, rinde beneficios electorales a un partido de derechas.

La situación económica de Portugal, una vez dilapidada por sucesivos gobiernos de izquierda y de derecha la herencia de los Revolución de los Claveles, es ya angustiosa y apunta a una quiebra social completa. La ruina de los pequeños propietarios agrícolas del norte y de las cooperativas del centro y el sur del país puede desencadenar en Portugal, en un futuro no lejano, un proceso revolucionario novedoso en Europa. Y es el que el campo portugués, que apenas ha recibido las migajas de los ingentes fondos europeos que durante casi tres décadas han llovido sobre Portugal, se encuentra de nuevo en una situación extrema, como casi todo el país por otra parte. En realidad, solo Lisboa, destinataria casi exclusiva de esos fondos, y las ciudades costeras más importantes, mantienen cierta dinámica económica gracias al turismo y algunas pequeñas industrias locales. Habrá que seguir de cerca la evolución de Portugal, porque seguro que dará mucho que hablar en los próximos meses, una vez el nuevo Gobierno de derechas haya metido a fondo el cuchillo de las "reformas" en la carne de las clases trabajadoras y populares portuguesas.

Distinto es el caso de Perú, el otro país que ha celebrado elecciones este fin de semana. Los peruanos han tenido que elegir entre Guatemala y Guatepeor: entre un chusquero golpista populista y la hija de un criminal y corrupto expresidente.

Ollanta Humala es -otro más- un muñeco inicialmente fabricado en el taller de títeres de la "Venezuela bolivariana". Tosco, primitivo y populachero, Humala se ha revelado sin embargo lo suficientemente listo como para tomar distancias respecto a un Chavez en declive y proclamar que ahora su modelo es Lula. Frente a él ha tenido a un especímen de la cuadra de Alberto Fujimori, que era quien realmente se presentaba a las elecciones tras la máscara de su hija Keiko. Fujimori, modelo de gobernante autoritario y corrupto, dio nombre a la técnica del autogolpe de Estado, el fujimorazo, esa figura nada retórica ensayada sin ir más lejos en España por el Gobierno Aznar a raíz del 11-M de 2004.

Finalmente ganó Humala porque los sectores de la "derecha ilustrada" peruana, espantados con la posibilidad de que regresara El Chino al palacio presidencial, se volcaron con él. Tras la "moderación" que ha imperado en la campaña electoral de Humala no es difícil percibir la mano de la burguesía limeña -con Vargas Llosa como portavoz-, que al parecer ha conseguido limar las garras del tigre y de paso enseñarle a hablar en público sin producir sonrojo en sus oyentes mínimamente cultos. Veremos que da de sí este gorila en trance de domesticación y aburguesamiento.

El caso es que por razones en principio aparentemente distantes, Portugal y Perú parecen caminar con buen paso hacia el abismo. El panorama internacional recuerda cada vez más al comienzo del viejo himno anarquista:

"Negras tormentas agitan los aires
nubes oscuras nos impider ver....".

En la imagen que ilustra el post, una pancarta colgada en un parque portugués llama a la huelga general.


miércoles, 1 de junio de 2011

La españolísima Guerra del Pepino


Las precauciones y precipitaciones de una responsable sanitaria alemana han desencadenado un vendaval que partiendo de los humildes pepinos españoles, amenaza con cuestionar la política agraria común europea y hasta la propia cosntrucción de la Unión, de creer a nuestros inmarcesibles políticos y comunicadores.

La aparición de un brote infeccioso provocado por la bacteria E.coli ha causado ya 15 muertos en Alemania. Las autoridades de Hamburgo, el Estado alemán donde se detectó inicialmente el problema, creyeron detectar su origen en importaciones de pepinos españoles. Rápidamente se cerró el paso a nuevas remesas de estos productos, lo que provocó una reacción en cadena en varios países europeos, que han puesto en cuarentena sus importaciones de productos agrícolas españoles.

Se puede criticar cierta precipitación en la determinación política fulminante alemana de señalar a los pepinos como probable causa del problema sanitario detectado antes de tener todos los análisis, pero de ahí a desenterrar la famosa conspiración del mundo mundial contra España debería mediar un abismo. No es soportable que desde una radio en principio tan poco sospechosa como la SER, los tertulianos en bloque exciten el patrioterismo español apelando al famoso "no nos quieren" como explicación del actual descolocamiento español en Europa, so pena de defender intereses económicos agrarios españoles. Todo tiene un límite, y la salud es precisamente una de esas líneas rojas que debieran respetar incluso los políticos, periodistas y empresarios más "emprendedores".

Sin duda los intereses agrícolas españoles son muy importantes, pero desde luego lo es mucho más preservar la salud de los ciudadanos europeos incluidos naturalmente los propios ciudadanos españoles. En ese contexto cabe calificar de simplemente surrealistas las apreciaciones vertidas por periodistas que se supone hablan desde un medio radiofónico de izquierdas, al acusar a los alemanes de estar obsesionados con la seguridad y no entender que en la vida todo conlleva riesgos (también alimentarios, al parecer); que en definitiva "el progreso incluida la tecnología significa riesgo", de donde el tertuliano, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, derivó ladinamente una poco disimulada defensa de las centrales nucleares.

Otro de los contertulios, andaluz por más señas y que presume de izquierdista, se lanzó a un encendido elogio de los "cultivos tecnológicos" que según él se llevan a cabo en Almería para conseguir frutas y verduras "tempranas", cultivos en los que según él todo es perfecto e higiénico a más no poder. El izquierdista de marras olvidaba al parecer que esos cultivos se realizan en invernaderos de plástico inundados de pesticidas de todo tipo, con plantas que son modificadas genéticamente, y que son manipulados por mano de obra hiperexplotada que malvive en condiciones de suciedad y hacinamiento en pisos-chabolas colectivos. Los beneficios, enormes, que produce esa industria alimentaria han estado hasta fecha reciente en su mayoría conectados con la especulación inmobiliaria salvaje en la costa andaluza, y solo Dios sabe donde se meten en la actualidad. Todo muy progresista, como puede verse.

La Guerra del Pepino ha venido pues a desnudar una España que no acaba de librarse de las explicaciones cañís: la Leyenda Negra nos persigue, los árbitros siempre pitan en contra de nuestra selección nacional, los europeos no quieren nuestros pepinos porque son los mejores del mundo.... Por increíble que parezca idioteces por el estilo, generosamente difundidas por medios y políticos, continúan envenenando las mentes de los españoles del siglo XXI.

En realidad, todo es un problema de confianza. Nadie confía, con razón, en esta España que de Aznar aquí ha vuelto a ser la de charanga y pandereta, arrogante y huera, amante del poco esfuerzo y del dinero fácil. En la España de Felipe González no hubiera habido caso como éste, por la sencilla razón de que entonces este era un país respetable y respetado, que generaba admiración fuera de nuestras fronteras; nos llamaban "los prusianos del sur". Hubiera bastado una discreta reunión entre ministros de Sanidad y Agricultura para liquidar un problema como el comentado, a la espera de que los técnicos sanitarios establecieran lo que había que hacer. Lamentablemente la España de hoy ha vuelto a quedar indefensa frente al exterior y al albur de sus propios fantasmas interiores.

Pobre España y pobres españoles, embarcados en guerras tan inútiles y perdidas de antemano como ésta de los pepinos.

En la fotografía que ilustra el post, inmigrantes magrebíes "ilegales" trabajan clandestinamente en un invernadero español.

domingo, 23 de enero de 2011

Felices los belgas. O no



Durante las décadas en que la DC hegemonizó el gobierno en Italia, se decía que este país nunca funcionaba mejor que en los períodos en los que entre crisis y crisis se quedaba sin Ejecutivo. Algunos belgas no parecen pensar así, y hoy decenas de miles de ellos han salido a la calle para exigir que se forme un Gobierno, ya que que nominalmente carecen de él desde las elecciones de junio del año pasado.

Al parecer los belgas se han cansado de la estulticia de una clase política incapaz de hallar una salida racional a una situación que se adentra en el puro ridículo y lo que es peor, comienza a dar señales de que puede desembocar en catástrofe. No por nada, según el diario El País, algunos de los manifestantes de hoy gritaban consignas a favor de que el rey asuma todo el poder y de la disolución de los partidos políticos. Así que el acreditado y antañón fascismo belga comienza a asomar la oreja aprovechando la situación.

Ciertamente, si no hay Gobierno en Bélgica se debe en buena parte a la incapacidad de los políticos profesionales para ponerse de acuerdo en su composición y en las políticas que debe desarrollar. Pero tal hecho no deja de ser el reflejo de una sociedad fragmentada hasta la estupidez, que vive dividida internamente de modo irreconciliable en materia política, social y cultural. Una vez más encontramos el nacionalismo (el flamenco, pero también el valón) como superestructura ideológica que convierte en imposible la convivencia entre gentes que, desde que nacen, aprenden a odiar con todas sus fuerzas al vecino solo porque éste tiene como lengua materna una diferente a la propia.

Claro que como suele suceder en estos casos, el choque de trenes entre flamencos y valones no es más que la máscara que recubre los verdaderos intereses, que no son otros que los económicos. El Estado belga ha sido hegemonizado por los valones francoparlantes desde su creación hasta ahora, dado que la Valonia industrial fue siempre más próspera y pujante que la agrícola y atrasada Flandes. Ocurre que de los años setenta del siglo XX hacia aquí las tornas se han cambiado, y mientras Flandes ha iniciado un fuerte despegue económico, Valonia se hunde en una decadencia que sigue sin tocar fondo. Vistas como van las cosas, la burguesía flamenca está apretando el acelerador para deshacer un Estado que nunca ha terminado de asentarse, y que hoy ya no tiene más nexos de unión fácticos reales entre las dos comunidades que una monarquía muy cuestionada y un Ejército autoritario y con tendencias ultraderechistas.

Si en las próximas semanas o como mucho meses no se halla una solución pactada, el riesgo de que una guerra civil incendie en breve un país situado en el corazón mismo de Europa Occidental será una posibilidad cierta. Y sí, sería absolutamente idiota que sus ciudadanos lo permitieran, pero desgraciadamente los belgas -flamencos o valones-, ya han dado muestras suficientes de ser gente de poca cordura. La Unión Europea no puede seguir imitando a los avestruces; lo que está en peligro es mucho más que la ubicación de algunas de sus principales instituciones.

En la imagen que ilustra el post, un cartel de reclutamiento llamando a enrolarse en las secciones flamencas de las Waffen SS nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Decenas de miles de flamencos se alistaron en las SS. Obsérvese el símbolo nacional de Flandes, el león rampante.


lunes, 17 de enero de 2011

Empiezan a caer las fichas del dominó magrebí



Mientras Ben Alí huía de Túnez apenas 24 horas después de prometer su retirada política para dentro de cuatro años, acompañado en su vergonzosa estampida por su señora esposa y una tonelada y media de oro que la dama en cuestión hizo sacar del Tesoro Nacional como contribución forzosa del país a su exilio evidentemente dorado en Arabia Saudí, las manifestaciones en Argelia y Egipto toman proporciones de insurrección popular a semejanza de la tunecina, ese patético despojo que es Gadaffi (¡qué malo es el abuso de las drogas!) se lamenta de que los tunecinos hayan echado a Ben Alí "demasiado pronto", y en Marruecos comienzan a darse los primeros síntomas de que no tardará en tocarle el turno al sátrapa local, en este caso coronado.

Las democracias occidentales están desbordadas, y no saben hacia dónde mirar. Francia, tradicional valedora del puñado de tiranos cuyos regímenes están siendo cuestionados por las masas populares de Casablanca a El Cairo, intenta desesperadamente maniobrar para salvaguardar su influencia en la zona sin que se note demasiado que es precisamente gracias a ella que las satrapías magrebíes han aguantado en el poder durante décadas. El silencio de los norteamericanos es igualmente clamoroso. La ONU y los diversos organismos internacionales, incluidos los que se dicen garantes de la democracia y los derechos humanos en cualquier rincón del mundo, callan y otorgan igualmente. Ni uno solo de entre ellos ha alzado la voz para exigir esas "reformas democráticas" que se le piden día sí día también a Cuba o China, por poner dos ejemplos muy nítidos de hipocresía geoestratégica internacional. ¿Dónde está la boquita parlanchina de nuestra sinpar ministra de Exteriores, doña Trinidad Jiménez? Callada como una muerta.

En catalán hay una frase intraducible, que define perfectamente la situación: lo que ocurre es que el movimiento insurreccional popular en el Magreb nos ha cogido a europeos y norteamericanos "con los orines en el vientre". Es decir, no nos hemos enterado de nada hasta que ha sido demasiado tarde, y ahora todo son prisas y nervios por parte de nuestras democráticas cancillerías. Que Dios nos ampare de la recua de cabestros que nos gobiernan: ni ellos podían haber llegado a más ni las democracias occidentales a menos.

Las piezas del dominó magrebí van a caer una tras otra sin solución de continuidad. La insurrección democrática popular se extiende como una mancha de aceite a 14 kilómetros de Tarifa, y mientras tanto Europa continúa enfrascada en si una vez más nos bajamos los pantalones ante "los mercados" o levantamos una nueva valla electrificada con mayor voltaje entre lo que queda de nuestras colonias y África, de modo que se tapone de una vez por todas la entrada al único Paraíso al que aspiran esos jóvenes musulmanes con PC portátil bajo el brazo y ropa de marca occidental, esos chicos y chicas que desde hace unas semanas se están jugando la vida cada día en las calles de ciudades que están a tiro de piedra de las nuestras.

En la imagen que ilustra el post, manifestantes tunecinos. Uno de ellos sostiene un cartel que en inglés y francés reza: "Yo tengo un sueño. Un Túnez libre".

viernes, 19 de noviembre de 2010

Soberanía por dinero



Una nueva oleada de ataques de terrorismo financiero contra la moneda europea se está produciendo en todo el mundo, seis meses después de la crisis de mayo. De nuevo los llamados "mercados financieros", es decir la Santa Alianza entre los especuladores financieros de Wall Street, los capitales en blanqueo del narcotráfico mundial y la Reserva Federal norteamericana, capitaneados por delincuentes internacionales como George Soros, están atacando de modo mancomunado la moneda única europea.

La nueva ofensiva se inició cuando el cambio oficial se acercaba de nuevo a 1'5 dólares por 1 euro. Inmediatamente el Gobierno norteamericano se ha puesto a darle a la maquinita de fabricar dólares como un poseso: En una primera fase han lanzado al mercado 600.000 millones de dólares, a los que en los próximos meses seguirán 300.000 más. De modo sincrónico, sus esbirros en el sistema político/económico europeo -que los tienen, y a sueldo obviamente- han comenzado a clamar acerca de la necesidad de devaluar el euro para ganar "competitividad" en las exportaciones, e incluso algún ministro ha llegado a proponer la salida de su país de la moneda única, como acaba de hacer el ministro de Hacienda de Portugal. Afuera y con la escopeta bien cargada, están esperando los cazadores para abatir de uno en uno a los conejos que abandonen la moneda única europea.

El ataque se canaliza otra vez mediante la presión sobre los países más débiles del sistema financiero europeo, usando la deuda pública como excusa e instrumento. En una primera etapa se están destruyendo por volatilización las economías de Grecia, Portugal e Irlanda, luego vendrán las de España e Italia. El caso de Grecia es especialmente escandaloso, y denota la falta de escrúpulos de la Santa Alianza: ahora que el país comenzaba a levantar cabeza luego de la durísima intervención a la que fue sometido antes del verano, una cadena de bombas dirigidas precisamente contra las representaciones de sus socios/acreedores de la Unión Europea justo antes de celebrar elecciones generales, pretendía desastabilizar de nuevo el país y crear las condiciones que provocaran su hundimiento económico y social. Han fracasado... parcialmente.

En segunda fase ha venido la voladura de Irlanda, un país que hace una década fue seducido precisamente por la filosofía financiera anglosajona de la "nueva economía" patrocinada por los mercados -el Casino Bolsa Mundial- más ortodoxa. La acumulación de capital gracias al "dinero fácil" (e irreal, pues solo existía en los paneles electrónicos de las Bolsas), no requería de la existencia de una economía productiva real, de la que Irlanda carecía y cuya construcción cuesta décadas de esfuerzos (que se lo pregunten a los alemanes)); así, el llamado "tigre celta" fió todo a la especulación financiera. Los sucesivos gobiernos irlandeses, enganchados a la droga dura del neoliberalismo a ultranza, tuvieron el atrevimiento y la desfachatez de avalar inversiones realizadas por fondos privados de alto riesgo, garantizando con fondos públicos su rentabilidad. Al reventarse el globo el Estado irlandés se ha encontrado conque debe pagar una factura que supera sus recursos disponibles, lo que le lleva indefectiblemente a la ruina de modo parecido al desplome sufrido por Islandia, que meses atrás atrapó a tantos pequeños y medianos inversores/especuladores británicos seducidos por el "capitalismo popular"(la posibilidad de hacer crecer artificialmente y de manera exponencial sus beneficios a partir de inversiones efectuadas con ahorros más o menos reducidos).

Por lo demás, Alemania, la locomotora de Europa, está recibiendo ahora todas las pedradas mediáticas de estos canallas, precisamente por su defensa casi en solitario no ya de la moneda única sino de lo que hay detrás, el proyecto de construcción de la unidad europea. Se critica a los alemanes por tomar las riendas de la situación, y también por haber anunciado que no van a seguir pagando por la cara el gasto de "experiencias" como la irlandesa. La Unión depende por completo de la energía que de momento pone Alemania en su defensa. Pero se necesitan instrumentos colectivos para defenderla, y políticas únicas que permitan manejarlos de modo eficaz. De todos modos, algún día tendremos que darles las gracias a los alemanes por su comportamiento.

El economista Juan Ignacio Crespo anunciaba hace unos días de viva voz en Cuatro y luego en un artículo en El País que de aquí a cinco o seis años vamos a disponer de una Hacienda única europea, único modo de hacer frente a estos terremotos provocados desde el interés de los especuladores y el acoso político. Esa Hacienda europea deberá defender el espacio económico conjunto (y dar respuestas contundentes a los ataques, añadiría yo). Crespo tiene claro tanto la inevitabilidad de ése organismo, del que se han comenzado a poner las bases precisamente a raíz de los ataques de esta primavera, como de que su viabilidad y eficacia dependen de que los Gobiernos europeos dejen de lado moñerías nacionalistas y acepten una centralización fuerte de la toma de decisiones: él lo llama "soberanía por dinero", en frase feliz que sintetiza lo que hay en juego.

Si por el contrario nos encastillamos en nuestros intereses nacionales o pretendemos salvarnos cada cual por su cuenta, acabarán con nosotros antes de que finalice la presente década. Europa volvería a ser un espacio fragmentado y en pugna interna permanente, débil y sin capacidad siquiera de influir sobre las decisiones que la atañen. Esa es en definitiva, la apuesta que mantiene el Imperio Anglosajón de ambos lados del Atlántico desde hace al menos dos siglos.

lunes, 11 de octubre de 2010

La Muerte Roja asola el centro de Europa



Acaso por primera vez, el vertido en Hungría de un millón de metros cúbicos de desechos industriales altamente contaminantes ha cortado la respiración no ya a las organizaciones ecologistas o a los interesados en la conservación de la Naturaleza, sino al ciudadano corriente europeo, que ve con zozobra creciente como los informativos televisivos enseñan el avance imparable de una irrefrenable marea de Muerte Roja en el mismo centro del Viejo Continente, de la que además se anuncian nuevos e irremisibles vertidos.

El que se ha producido hace unos días procede de un enorme estanque en el que se acumulan restos de la fabricación de aluminio, y cuya potencia destructiva por abrasión supera en 100 veces la de la lejía común. El barro rojo que ha inundado comarcas enteras húngaras destruye todo aquello con lo que entra en contacto, y además está generando vapores tan tóxicos como la materia impregnada con esa substancia. Las aguas contaminadas ya han alcanzado el río Danubio y pronto llegarán a través suyo al Mar Negro, desde donde al evaporarse pasarán a la atmósfera y por consiguiente, al agua de lluvia que este otoño e invierno caerá sobre Europa.

Lo peor con todo, aún no ha llegado: el propio ministerio de Medio Ambiente húngaro acaba de reconocer que hay nuevas grietas en la gigantesca balsa que hacen inevitables nuevos vertidos; según Greenpace, el millón de metros cúbicos derramados hasta ahora representa apenas el 2% del contenido de la balsa. De momento hay diez muertos, cientos de heridos por quemaduras intensísimas y millones de euros en pérdidas ocasionadas en casas, cultivos y todo tipo de propiedades. Varios pueblos han sido evacuados, y los más afectados nunca podrán volver a ser habitados. La catástrofe es tan brutal, que los patéticos intentos de las autoridades por minimizarla sólo están sirviendo para generar más alarma.

La empresa que ha fabricado el desastre, por su parte, ha anunciado que donará la miserable cantidad de 200.000 euros para mitigarlo. Deberían servir para comprar sogas con las que atar por el cuello a sus propietarios y ejecutivos para luego arrastrarlos por el barro rojo que su avaricia e irresponsabilidad han creado.

En España según Greenpace hay nada menos que 700 balsas como la de Hungría, de las cuales 10 superan el millón de metros cúbicos de residuos altamente contaminantes. No existen controles que verifiquen el uso que las empresas hacen de ellas, y algunas incluso están abandonadas luego de haber cerrado la empresa o haberse trasladado a otro lugar. Un vertido similar al de Hungría se produjo hace unos años en la localidad andaluza de Aznalcóllar, y estuvo a punto de acabar con el Parque Nacional de Doñana. Aún estamos pagando sus consecuencias ecológicas y económicas.

Una vez más el modelo de capitalismo salvaje que viene imponiéndose en los últimos años se constituye en amenaza directa, no sólo para nuestra cada vez más precaria calidad de vida individual y colectiva: simplemente hace imposible seguir viviendo en zonas cada vez mayores del planeta. Y nótese que la agresión a la vida que comentamos no se ha producido en un entorno agreste y poco habitado de un lejano país del Tercer Mundo sino en el corazón mismo de Europa, un continente superpoblado y surcado de ríos en cuyas orillas existe la mayor concentración de industrias del mundo. Si el futuro que viene es éste, los días de la especie humana están contados.

En la fotografía, especialistas en guerra química trabajan en la localidad de Devecser, epicentro de la tragedia humana y ecológica que está padeciendo Hungría.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Himmler en Badalona



El Partido Popular (PP) en Catalunya organizó el viernes pasado un paseo de una eurodiputada francesa quien, en compañía de Alicia Sánchez Camacho, suprema dirigente del PP en Catalunya, recorrió durante dos horas el barrio de San Roque de Badalona, ciudad próxima a Barcelona que desde hace décadas acoge una población de origen inmigrante en su casi totalidad, y a la que en los últimos años han comenzado a llegar inmigrantes extranjeros.

Tal como previamente a la visita anunciaron la web de la diputada francesa por Perpignan y la nota de prensa del PP catalán, el objeto del paseo era "visitar campamentos de gitanos rumanos" (sic). Ocurre que como hizo notar el Ayutamiento de esa población, en Badalona no hay ningún campamento de gitanos rumanos, pero eso no debía importar demasiado a los organizadores de la brillante comitiva.

Explica El País que "al Partido Popular (PP) le ha venido como anillo al dedo el conflicto desatado por Nicolas Sarkozy por las expulsiones de gitanos rumanos. Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, tuvo que pedir en abril disculpas por haber repartido en Badalona un díptico que asociaba inseguridad a ciudadanos rumanos. La situación es comparable. Son los mismos problemas de convivencia e inseguridad que en mi país", afirmó la eurodiputada de Perpignan (Francia) según ese diario. La señora francesa, cuyo nombre no mencionaré por puro asco, sostuvo asimismo que los gitanos "no viven con dignidad". No faltó una claque previamente convocada y perfectamente aleccionada para que hicieran las preguntas y observaciones convenientes a estas dos individuas con escaño, en el sentido de que hay que actuar enérgicamente contra unos gitanos rumanos a los que las entusiastas diputadas se quedaron con las ganas de ver. El PP local incluso tuvo la desvergüenza de acercar a la cabalgata racista a una gitana española que se quejó de que su hijo había sido agredido por gitanos rumanos. Un show perfectamente orquestado en todos sus detalles, como pueden ver.

Como anfitrión de las ilustres visitantes ofició Javier García Albiol, concejal del PP en Badalona, un verdadero escuadrista de extrema derecha, macarrilla que hace unos años agredió a puñetazos a un joven militante socialista que en la entrada de un mitin electoral del PP le recriminó su condición de fascista mpenitente. Hace unos meses, como decía antes, García Albiol hizo imprimir y repartió por Badalona un díptico tan suciamente racista, que su mismo partido lo consideró un error. Este tipo aspira a alcalde de Badalona, y tal como se están poniendo las cosas en el antaño "cinturón rojo" de Barcelona, todo es ya posible.

Una vez más el PP, al rebufo de la ola de xenofobia, racismo y neofascismo con corbata que recorre Europa, saca pecho de hojalata y se lanza alegremente en brazos del oportunismo electoral más barato imitando el populismo ultraderechista europeo más casposo. No les debe ir mal, por el comentario que la Sánchez-Camacho hizo a una de sus acompañantes al acabar la visita/razzia: "Maite, ha sido un éxito".

Efectivamente, fue un éxito. El huevo de la serpiente ya está depositado en Badalona, sólo hay que dejarlo que madure para poder recoger los frutos.

En la fotografía que ilustra el post, Sánchez-Camacho reparte folletos racistas en Badalona el pasado mes de abril, que luego su propio partido desautorizaría, acompañada por dos significados elementos de la extrema derecha española en Catalunya, el eurodiputado Alejo Vidal-Cuadras y el concejal Javier García Albiol, ambos asimismo dirigentes del PP en este país.

lunes, 7 de junio de 2010

8 de junio, huelga general de la función pública en España


La huelga del 8 de junio de 2010 es mucho más que una huelga de funcionarios: es el primer grito colectivo contra la recién estrenada política económica y social ultrareaccionaria de Zapatero, aplicada por el Gobierno español al dictado de las mafias que mueven los llamados "mercados financieros internacionales", esas cloacas inmundas desde donde hoy se dirige y manipula el sistema capitalista global.

Un siglo y medio largo de luchas y de conquistas en materia de derechos de los trabajadores no puede haber sido en vano. No vamos a volver al capitalismo manchesteriano, por mucho que incluso quienes hace unos meses aún se decían socialdemócratas se rindan ahora sin condiciones a los enemigos de toda idea de democratización de las sociedades humanas y de avance de éstas en un sentido liberador.

Si finalmente ganaran los gánsters especuladores del FMI, Wall Street y los Casinos-Bolsa mundiales, sumados a la fronda de empresarios sin conciencia ni escrúpulos que en España han estado durante años apropiándose de plusvalías delirantes generadas en torno al negocio de la especulación inmobiliaria y que ahora reclaman rebajas de impuestos, no habrá futuro no ya para las clases populares y trabajadoras sino para nadie que no milite en las filas de quienes deberían encabezar las listas de los delincuentes más buscados del mundo.

Los funcionarios españoles van a librar la primera batalla en nuestro país. La huelga de mañana es un test para lo que vendrá en el futuro próximo. Si los trabajadores demuestran su fuerza, el Gobierno rectificará o caerá; si lo que se impone entre nosotros es el miedo y el pasotismo, las actuales dificultades serán nada en comparación con lo que vendrá. La huelga y la solidaridad son las únicas armas de los trabajadores. ¡Es el momento de usarlas!.

Un fantasma recorre Europa: el de la huelga general europea contra los especuladores que saquean las economías de nuestros países y contra los gobiernos débiles que se arrodillan ante ellos.

domingo, 30 de mayo de 2010

Militarismo español y crisis económica


Gran show militarista este fin de semana en Badajoz. En plena crisis -o eso dicen-, se organiza un lucido desfile de las Fuerzas Armadas españolas(FFAA), luego de 15 días de anuncios en los medios destinados a convencernos de que el Ejército español es la mayor ONG del mundo. Pues la verdad, si a lo que se dedica esta gente según se veía en la publicidad es a salvar náufragos, curar niños haitianos y repartir sonrisas entre los ciudadanos afganos, lo mejor sería que los licenciaran a todos y se apuntaran en ONG's reales; nos saldría infinitamente más barato.

Porque resulta que a pesar de que lo que presume doña Barbie Chacón, nuestra ministra de la Guerra y otras Ayudas Humanitarias, en el sentido de que España es uno de los países de Europa que menos gasta en este negocio, el Ejército nos sale a los españolitos por un ojo de la cara. Las cifras cantan. Nada menos que veintesiete mil millones de euros componen la deuda de las FFAA: casi dos veces lo que el gobierno Zapatero pretende reunir saqueando los salarios de los funcionarios y las asignaciones de los pensionistas. Y eso que alrededor de dos tercios de las inversiones en I+D españolas van a parar a la industria armamentística (comisiones aparte, se supone).

Más: mantener a cada soldado español en Afganistán nos sale por sesenta millones anuales de las antiguas pesetas. Un precio un poco caro para mantener en el poder en ese país asiático a los Señores de las Amapolas y al resto de corruptos sicarios de Washington.

Más: según la web de las FFAA, el sueldo bruto inicial para los recién ingresados era en 2008 de 14.420 euros brutos anuales, una verdadera fortuna para gente que en su mayoría llegan a los cuarteles huyendo del andamio en España o del hambre en Latinoamérica, y que mientras estén en el Ejército no tendrán gastos de alojamiento, comida y ropa; que se sepa, a pesar del recorte salvaje en los sueldos de los funcionarios que se aplicará a partir del mes que viene nadie ha hablado de meter tijera a tamaña barbaridad, ni de que vayan a desaparecer los sueldos dobles que se cobran mientras se participa en "misiones en el extranjero", ni de otros privilegios no sólo ecónomicos de los que disfrutan los componentes de las FFAA por el hecho de serlo.

Y naturalmente está el tema de las plantillas, que parece un chiste delirante. Según datos publicados hoy mismo por El País, en España hay 86.000 soldados y marineros de tropa y 50.000 oficiales. Para "adecuar el tamaño de la plantilla del Ejército a las exigencias de la crisis", en 2013 habrá 80.000 soldados y marineros (6.000 menos)...y seguirá habiendo 50.000 oficiales. Es decir, tocan aproximadamente a un oficial cada soldado y medio; si fuera una película del Oeste, se podría decir que en el Ejército español hay casi más jefes que indios. Sólo el diablo sabe para qué sirve una organización en la que hay más directivos que trabajadores.

Y en fin, no seremos demagogos y no preguntaremos cuánto ha costado el espectáculo de Badajoz. Recordemos sin embargo que hace unos días la prensa cavernaria y el PP se llevaban las manos a la cabeza porque la intervención del presidente de la Generalitat catalana en el Senado español costó 6.000 euros en traducción simultánea; seguro que en el desfile y resto de actos han gastado bastante más. ¿Alguien ha protestado por este derroche estúpido, en tiempos en los que el gobierno dice verse obligado a recortar las magras pensiones de nuestros ancianos?.

Dicen los expertos que un ejército europeo saldria infinitamente más barato que mantener los ejércitos "nacionales", y además sería más funcional desde el punto de vista operativo. Claro que si los militares españoles dejaran de envolverse en la bandera patria y se subsumieran en una especie de cuerpo de funcionarios a escala europea, ¿dónde quedarían todos esos privilegios de los que ahora gozan una vez el honor, el patriotismo y todas esas zarandajas fueran substituidos por criterios de eficacia profesional a escala continental, y percibieran salarios seguramente más ajustados a la realidad sociolaboral de su país?.

sábado, 17 de abril de 2010

La Naturaleza es una tipa vengativa


Los europeos somos una gente acostumbrada a ver toda clase desgracias ajenas por televisión, con la seguridad de que ése mismo terremoto que arrebata decenas de miles de vidas en cualquier país del Tercer Mundo en nuestro Viejo Continente apenas haría tintinear la cristalería de casa. La Naturaleza enfurecida es un espectáculo que aquí ya casi no sabemos discernir del cine hollywoodiense de catástrofes. Incluso empezamos a pensar que el fin del mundo cuando llegue, y según nos muestra últimamente la industria del mercado del "entertainment" yanqui, no será otra cosa que un conjunto de efectos especiales más o menos espectaculares y eso sí, creados por ordenador.

Así que vemos terremotos, incendios, sequías, inundaciones y todo eso y pensamos que la fiesta no va con nosotros, que nosotros los europeos sí hemos domado a la Naturaleza. Hombre, es verdad que de vez en cuando vemos cosas como las que vienen pasando en Andalucía y en algunas otras zonas españolas, donde la especulación urbanística y cierta inconsciencia meridional han llevado a construir en el cauce desviado de ríos y torrenteras; resulta que a la que llueve con alguna intensidad las aguas terrestres reclaman su antiguo lecho, y con cierta frecuencia vemos en los telediarios como muebles y automóviles son arrastrados río abajo camino del mar. Muy raramente se pierde alguna vida en esos sucesos, y casi siempre es por causa de imprudencias: por ejemplo, gente que se mete con su jeep 4 x 4 en un cauce por el que se está desbocando una avenida de agua después de una tormenta, imitando esos recurrentes e infantiles anuncios de televisión con que nos bombardean los fabricantes automovilísticos. Algunos idiotas han dejado la piel tratando de reproducir esas demostraciones. Pero ya digo que se trata de episodios puntuales.

Pero ahora resulta que un volcán acaba de reventar en Islandia, y Europa se llena de cenizas presuntamente inofensivas pero que de momento han conseguido colapsar el tráfico aéreo en todo el continente. Miles de vuelos y cientos de miles de personas no pueden desplazarse por el aire desde hace días, porque las compañías aéreas tienen miedo de que las cenizas en suspensión en la gigantesca nube de humo expulsada por el volcán islandés puedan obturar los motores de los aviones en navegación. Así que la Naturaleza nos acaba de humillar ante todo el mundo, dejándonos varados en tierra. Nos ha dejado a los europeos sin nuestro querido medio de transporte, ése que nos permite en un mismo día desayunar en Barcelona, comer en París y cenar en Venecia. Los europeos acabamos de descubrir que somos vulnerables a gran escala ante la cólera desatada de la Naturaleza.

Y la verdad es que cuando hemos caído en la cuenta, se nos ha quedado una cara de tontos que debe dar risa. No contábamos conque en realidad estamos tan expuestos a las iras de la Naturaleza como los haitianos, aunque sea por diferentes motivos. Mamá Naturaleza ha sabido cómo vengarse de nosotros, dándonos donde más nos duele: en nuestro orgullo tecnológico.

sábado, 3 de abril de 2010

Los burros no viajan en patera


Una columna pequeñita de El País se abre hoy con un titular que a algunos les resultará sorprendente en extremo: según un informe de Cruz Roja, el 75% de las personas "interceptadas" en Mauritania cuando intentaban viajar a España tienen una formación media, y el 86% tenía trabajo en su país de origen. El informe está lleno de malas noticias para la conciencia de racistas, xenófobos y gentes afines al Partido Popular en general.

Es creencia popular que la gente que se juega la vida y a menudo la pierde en las pateras son los más desesperados entre los más pobres e ignorantes. Pues resulta que no es así, que tres de cada cuatro tiene estudios al menos de grado medio, y que la mayoría cobraban un sueldo superior al medio habitual en sus respectivos países.

El informe de Cruz Roja se llama Migraciones africanas hacia Europa. Estudio Cuantitativo y comparativo. Años 2006-2008. Dice El País que para realizarlo "Cruz Roja Española y Media Luna Roja de Mauritania entrevistaron a más de 5.000 personas" (con mucho menos se hacen sesudas encuestas electorales en España, y les dan portadas a toda página). Según el diario madrileño "el informe revela que el 98% intentaba por primera vez llegar a Europa, y sólo el 1,2% fue "reclutado" para hacerlo, lo que derriba otro mito, el que dice que son "las mafias" las que "engañaban" a los jóvenes para arriesgar la vida". Otra mentira interesada que no soporta el contraste con la realidad, señores del Partido Popular.

Ocurre que en muchos países de África, las familias de clase media y trabajadora designan a uno de los hijos, generalmente el más espabilado y preparado, para que viaje a Europa y conquiste un futuro para sí que además saque adelante a toda la familia. Tal proceder es tan viejo como el mundo: sin ir más lejos, está en la base misma de la emigración interior española de los años 50 y 60 del pasado siglo; quienes marchaban de sus pueblos eran los mejores, los más decididos, los dispuestos a luchar por labrarse un porvenir en vez de seguir vegetando en un medio rural atrasado y sin futuro.

Otra cosa es que esa Europa que se ve en las televisiones del hemisferio sur repleta de coches de lujo, rubias rendidas ante el macho triunfador y hombres que parecen nietos de Alejandro Magno, no sea en realidad más que un venenoso espot publicitario, que tras su brillante cartón-piedra esconde la podredumbre de una sociedad cuya proposperidad para algunos se basa en la explotación de los más, especialmente de los desgraciados de piel más morena llegados a sus costas con el "sueño europeo" grabado a fuego en sus mentes de televidentes "subsaharianos".

En la imagen, una patera llega a las costas españolas con su carga de carne humana intacta y lista para ser explotada por la "economía de mercado" europea.

martes, 16 de marzo de 2010

La izquierda europea se despereza


En los últimos días dos acontecimientos de tipo político y ciudadano han venido a certificar el lento pero al parecer cierto desperezamiento que está viviendo la izquierda europea, o mejor dicho el sector de las izquierdas europeas más vinculado a la práctica gubernamental y reformista. Tal resurgir tiene lugar en el contexto de una fuerte y creciente fractura social y política que se está produciendo en todo el Viejo Continente, agudizada por una crisis económica sin expectativas de mejora y el viraje de las derechas hacia formas cada vez más autoritarias y cercanas a un fascismo puesto al día y que usa de modo maestro y masivo las tecnologías de la comunicación.

Unas doscientas mil personas se manifestaron en Roma convocadas por todo el arco político de las izquierdas italianas, desde los social-liberales hasta la extrema izquierda extraparlamentaria, para gritar ¡basta! al modo en que el berlusconismo está precipitando a Italia en la sima de una nueva República de Saló, en la que ya no faltan ni los esquadristi aterrorizando minorías y persiguiendo adversarios políticos. El país se encamina a marchas forzadas a un escenario de preguerra civil, en el que reaparecen los signos públicos de la famosa "estrategia de la tensión" de los años 60 y 70, mediante la cual los sectores más extremistas de la derecha italiana buscarían "todo el poder" para sí, más allá de las fórmulas formalmente democrático-parlamentarias. La respuesta desde la izquierda no puede ser otra que la confrontación pacífica pero firme en el Parlamento y en la calle; habida cuenta la inanidad de la izquierda parlamentaria italiana, parece lógico que los ciudadanos estén comenzando a salir a la calle para frenar el asalto fascio-berlusconiano al Estado.

En Francia el escenario discurre por contra y afortunadamente en términos parlamentarios y de confrontación puramente ideológica. Es evidente que la situación allí no tiene los perfiles dramáticos que presenta Italia. En ese marco civilizado, las elecciones regionales francesas han venido a confirmar empero dos tendencias opuestas: de un lado la marginación política voluntaria de entre un tercio y la mitad del electorado, según consultas, algo muy grave a medio plazo para la continuidad misma del sistema democrático; del otro, el que entre la mitad de la sociedad políticamente consciente parece crecer la idea de que la izquierda debe regresar a la primera línea de la política, antes de que el neoliberalismo sarkozyano acabe con el Estado por vías distintas a las del berlusconismo, pero finalmente no menos ciertas y eficaces.

Son los electores de izquierda quienes han puesto al PS francés en libertad vigilada, sin acabar de fiarse de él, por ser la única fuerza de izquierdas que puede aspirar a gobernar las instituciones; quienes han dado alas a esta versión 2.0 de los Verdes que es Europe Ecologie, una formación reciente que traspasa el marco tradicional de este tipo de fuerzas y va más allá de las reivindicaciones ecologistas; quienes han dado un frenazo considerable a las expectativas del Front de Gauche, que sigue dudando entre hacer de conciencia izquierdista del PS o volar buscando un espacio político propio a la izquierda de socialdemócratas y ecologistas; y los que en fin han liquidado el Nuevo Partido Anticapitalista de Olivier Besancenot, quien ha pagado durísimamente el infantilismo y las insensateces de una fuerza política que tantas expectativas generó con su aparición, y que ahora se ve abocada a integrarse en el Front de Gauche o a desaparecer (aunque sin el menor menoscabo de las posibilidades que tiene Bensancenot de, tal como tengo escrito de hace algún tiempo, llegar a ser líder del PS de aquí a 10 ó 15 años y presidente de Francia un poquito después).

La "era Sarkozy" toca a su fin. El repunte del FN es signo de la inquietud existente entre la derecha francesa, incómoda a la búsqueda de sí misma. La tentación autoritaria, la misma a la que ha sucumbido ya la derecha italiana, es muy fuerte. Pero en la derecha francesa hay una tradición antifascista que proviene del gaullismo y hunde sus raíces en la Resistencia contra la ocupación nazi y los traidores colaboracionistas del período 1940-1944. La batalla en Francia es política y no pone en riesgo la democracia y las instituciones, al contrario ayuda a profundizar y avanzar en ellas; en Italia por contra lo que está en juego es si los camisas negras, verdes, pardas y demás ralea van a conseguir subirse sobre el Estado o se les va a cerrar el paso, si hace falta defendiendo la democracia en las calles con métodos proporcionados a la agresión colectiva que está sufriendo el pueblo italiano.

En la fotografía, ciudadanos manifestándose en contra de Berlusconi la semana pasada, en Roma.

martes, 3 de noviembre de 2009

La cultura europea de luto. Fallecen López Vázquez, Francisco Ayala y Lévy-Strauss


En menos de 24 horas las páginas culturales de los principales diarios se han convertido en una sucursal de la sección que acoge las necrológicas. Todavía andamos con el corazón encogido por el fallecimiento del actor José Luis López Vázquez cuando nos enteramos de que acaba de morir el escritor Francisco Ayala, y hace apenas unos minutos acabo de leer en la edición electrónica de El País que también se ha ido en las últimas horas Claude Lévi-Strauss, quizá el último "maître à penser" europeo.

Los tres tienen en común la avanzada edad a la que han desaparecido: 87 años López Vázquez, los 103 Ayala, y 100 justos el antropólogo y filósofo judeofrancés. Al menos nos queda el consuelo de que sus largas vidas les han dado ocasión de desarrollar sus talentos y dejarnos un legado amplio y enjundioso, del cual podremos seguir disfrutando aunque su presencia física se haya extinguido para siempre.

Efectivamente, la longevidad, capacidad de trabajo y lucidez de los creadores culturales aludidos nos han garantizado consuelo por su ausencia, que podremos aminorar gracias al material audiovisual e impreso en que nos han quedado sus respectivas obras. Así, podremos seguir disfrutando por mucho tiempo de López Vázquez interpretando esos personajes "clase media baja", que son pura sociología del franquismo observada desde la mirada analíticamente precisa y ferozmente divertida de los guiones de Rafael Azcona; de Francisco Ayala nos quedará su narrativa de gran aliento, que retrata descarnadamente un mundo moderno entre el existencialismo y Kafka y de modo singular la Guerra de España (en la que los fascistas asesinaron a casi toda su familia), y la dictadura inmisericorde que la sucedió y fue responsable de su largo exilio; y de Lévy-Strauss, sus trabajos sobre lingüística estructuralista (que alguna vez maldije cuando era estudiante por su densidad, y más tarde aprendí a apreciar por eso mismo), y sus decisivas aportaciones posteriores a la construcción de una antropología estructuralista, que introduce conceptos tan sugestivos como la estructura clánica como origen real de las sociedades humanas organizadas.

En resumidas cuentas y aunque la cultura europea en general y la española en particular hayan sido tronzadas hoy por la muerte de modo tan severo, al separar de su tronco algunas de su ramas más productivas en cantidad y calidad, hemos perdido a los hombres pero nos quedan sus obras. Quizá haya ahí cierto consuelo, como decía antes; en todo caso, por intentarlo que no quede.

martes, 29 de septiembre de 2009

El viento de izquierdas sigue creciendo en Europa


Las elecciones generales celebradas el domingo pasado en dos países europeos en principio tan distintos como Alemania y Portugal, han deparado finalmente resultados que vale la pena conocer y analizar. Más que nada porque siguen tendencias que vienen produciéndose en Europa Occidental desde hace algún tiempo, por más que los grandes medios de comunicación finjan no enterarse.

En síntesis:

1. Los viejos dinosaurios políticos prosiguen su lento pero irreversible desguace. Esto es evidente en el caso del SPD (que acaba de obtener sus peores resultados desde el fin de la II Guerra Mundial), pero también en el de la CDU democristiana alemana, que gana las elecciones retrocediendo y sólo porque el SPD se ha hundido (si el domingo los antaño socialdemócratas hubieran repetido sus resultados de hace 4 años, le hubieran sacado casi dos puntos de ventaja a la CDU). En Portugal aguanta el PS aunque pierde la mayoría absoluta, y se hunde un poco más el PCP (no llega ni al 8% de los votos) , quizá el último PC de la vieja escuela al oeste de Berlín. Los grandes partidos del siglo XX agonizan.

2. Las derechas se fragmentan. El relativo éxito de los liberales alemanes (14%) de los votos, les convierte en socios de gobierno de la CDU, pero augura un período de fuertes tensiones sociales en Alemania. El ultraliberalismo del Partido Liberal alemán casa mal con el populismo cristiano de derechas de la CDU, y va a tener enfrente a un SPD ansioso de recuperar espacio en la calle y sobre todo, a una La Izquierda emergente y combativa y que ha desplazado casi por completo al SPD en presencia política en las bases de los poderosos sindicatos alemanes. En Portugal la derecha fracasa en su intento de recuperar el poder (PSD), y su sector más reaccionario (PP/CDS, el partido gobernado por el Opus Dei) se hunde casi en la nada. En un mundo en crisis total, la división ha llegado también a los bloques de clases dominantes y por tanto, los instrumentos politicos de cada fracción comienzan a marcar más claramente sus diferencias.

3. El ecologismo y el pacifismo han muerto de éxito. Hoy día hasta la derecha inteligente (que en Europa la hay, a diferencia de España) ha absorbido una parte del pensamiento de los grupos pacifistas y ecologistas de los años setenta y ochenta. Los Verdes alemanes fueron punta de lanza de un movimiento que en la medida en que sus objetivos estratégicos han ido siendo asumidos por la globalidad de la ciudadanía y de las clases políticas (véase la lucha contra el cambio climático, por ejemplo), ha ido dejando sin sentido la existencia de organizaciones dedicadas exclusivamente al combate político por esos temas. El declive electoral de pacifistas y ecologistas (10% de votos en Alemania) es también, de alguna manera, signo de los tiempos: hoy día hasta las intervenciones manu militari en cualquier país extranjero se intentan disfrazar ante la opinión pública como "misiones de paz".

4. La nueva izquierda sigue avanzando, pujante. Ni Oskar Lafontaine es un loco mesiánico ni un tonto útil de los comunistas, como pretendían sus enemigos hasta hace unos días. Entre otras razones porque Lafontaine es un político experimentado y sensato que no tiene un pelo de tonto, y también porque los comunistas que quedan en el mundo pronto cabrán todos juntos en un autocar del Inserso (servicio español de vacaciones baratas para ancianos jubilados). El problema para los social-liberales no es Lafontaine ni su partido La Izquierda, sino el agotamiento de la social-democracia y la inanidad del social-liberalismo, desde la "Tercera Vía" blairista al zapaterismo. Las clases trabajadoras y amplios sectores profesionales europeos están diciendo ¡basta! a tanto abandono de principios y sobre todo, de praxis de izquierda por aquellos a quienes durante décadas confiaron la defensa de sus intereses. Y están buscando nuevos referentes para un voto que ya no es de protesta, sino que aspira a gobernar desde la izquierda y para los intereses que representa la izquierda. No es extraño así que en Alemania el partido La Izquierda haya superado el 12% de los votos y que en Portugal el Bloco de Esquerda roce el 10%, cuando hace apenas dos o tres años ambas eran formaciones marginales con problemas para entrar en sus respectivos parlamentos. Las izquierdas renovadoras y sensatas crecen y avanzan: en Alemania, La Izquierda ya tiene electoralmente la mitad del peso electoral del SPD, y en Portugal el Bloco puede condicionar el gobierno del PS sin necesidad siquiera de figurar en él.

5. Rescatar el europeísmo desde la izquierda. Esta renovación de la política desde la izquierda necesita cierto pulimiento, y no solo en algunos discursos que comprensiblemente todavía resultan un tanto chirriantes. En todo caso, más pronto que tarde formaciones como el Parti de Gauche francés o el mismo Die Linke alemán habrán de abandonar un tonto discurso antieuropeísta, que si realmente les resulta útil para diferenciarse de los grandes partidos, a los ojos de muchos ciudadanos les confiere sin embargo un peligroso barniz nacionalista y chauvinista. La izquierda es internacionalista por esencia y definición, y el proyecto europeísta ha de ser retomado precisamente desde una perspectiva de izquierdas para que salga adelante. Pero es que además si las izquierdas renuncian a Europa terminarán ahogándose en una pugna entre jacobinos, que es lo que en definitiva más beneficia a la derecha. Véase a modo de ejemplo la manera en la que se están manejando crisis como la de Opel, intentando enfrentar a los trabajadores de esa empresa en función de los diferentes países donde la marca tiene establecidas fábricas de producción, y los mensajes que se están enviando a través de los medios: por ejemplo, que se cerrará la planta en Bélgica y se reducirán empleos en la de España "para mantener en funcionamiento la fábrica alemana y asegurar el cien por cien de los empleos en ella". Un modo artero de sembrar la discordia entre los trabajadores.

En la fotografía que ilustra el post, Oskar Lafontaine habla ante seguidores de Die Linke (La Izquierda) durante una reciente movilización contra la guerra de Afganistán.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

El islamismo radical se ríe del Holocausto

Dice El País de hoy que la fiscalía general de la ciudad holandesa de Utrecht iniciará acciones penales contra una supuesta Liga Árabe Europea (LAE), "por publicar en su página web una caricatura en la que dos judíos se inventan el Holocausto".

Negar el Holocausto no es emitir una opinión, sino una aberración propia de hijos de puta, que de algún modo se hacen solidarios con los autores de la mayor atrocidad conocida por la Humanidad. En varios países civilizados de Europa ese proceder acarrea penas incluso de cárcel. Holanda es uno de ellos, e históricamente de los más sensibles a semejantes brutalidades contra la razón y la Historia, dado que es un país cuya memoria colectiva sigue aún bajo el trauma del exterminio de decenas de miles de holandeses y refugiados de origen judío, ocurrido durante la ocupación nazi (1940-1945). En Holanda se editó además el diario de Anna Frank, quizá el más atronador testimonio directo contra la locura antisemita nazi que jamás se haya escrito.

Ahora aparece una organización que nadie conoce muy bien y que dice representar a los "árabes" de Europa, y publica una asquerosa caricatura en la que niega el Holocausto. De entrada extraña bastante que esa organización presuntamente islamista hable de "árabes", un concepto de cuño político (nacionalista) enfrentado con el religioso (islamista). No todos los árabes ni mucho menos son musulmanes, y menos aún islamistas fanáticos; hay numerosas minorías de árabes cristianos en Líbano, Egipto, Siria, Palestina y hasta hace poco, Irak. Y desde luego no todos los musulmanes son árabes ni desde luego islamistas; los iraníes no son árabes, de hecho llevan siglos enfrentados a los árabes, y sin embargo sí son musulmanes, como también lo son los indonesios, turcos, sudaneses, pakistaníes etc, sin ser árabes. Así pues esa Liga Árabe Europea apesta a provocación fascista.

De todos modos, y aunque la LAE resultara ser realmente una organización islamista -cosa que tampoco sería tan extraña, en la medida en que el fascismo racista es consustancial al islamismo radical-, ni en Holanda ni en parte alguna del mundo más o menos civilizado puede permitirse una cosa así. Negar el Holocausto y atribuirlo a una invención de los judíos es, repito, hacerse cómplice de sus autores y sobre todo, contribuir a que algún día pueda repetirse.

Nada tiene que ver eso con la libertad de expresión, la crítica al sionismo o a la actuación de los gobiernos israelíes. Ese dibujo asqueroso tampoco es comparable con las famosas caricaturas de Mahoma publicadas hace unos años en un periódico danés, ya que no está criticando o riéndose de una religión, de sus dogmas, ritos, costumbres (que son perfectamente criticables y en muchos aspectos denunciables por absurdos y ridiculos cuando no claramente perjudiciales, ya sea en el caso musulmán como en el de cualquiera otra religión, incluidas desde luego la judía y la cristiana). Lo que esa caricatura ataca no es la religión o la política judías, israelíes o no -algo que desde el pensamiento libre e ilustrado europeo pueden y deben ser criticables y hasta objeto de chiste en muchos de sus contenidos-, sino la esencia sobre la que se fundamenta la experiencia de nuestra memoria histórica colectiva como seres humanos: el conocimiento mismo de los límites que jamás pueden volver a traspasarse mientras siga existiendo la especie humana. Si permitimos que nos despojen de ese conocimiento, que se banalice, trivialice o directamente se niegue su correspondencia con hechos reales, se estará abriendo la puerta a una hecatombre probablemente mucho peor que la que acabó con la vida de seis millones de judíos entre 1939 y 1945, y que también segó la de millones de personas de otras culturas, incluidos casi diez mil ciudadanos españoles.

El dibujo presenta a dos judíos calculando las víctimas del Holocausto. "Tenemos que llegar a seis millones de muertos", dice uno de los personajes. "No creo que sean judíos" le respondía el otro, mirando unos cadáveres amontonados bajo un letrero con el nombre del campo de concentración de Auschwitz.

sábado, 1 de agosto de 2009

De regreso a la España Negra


Cada vez que vuelvo a España de un viaje por la Europa civilizada, ando irritado unos cuantos días. Es tal el choque que me supone acomodarme de nuevo a nuestra realidad cotidiana, a nuestra forma de vivir semisalvaje, a nuestra falta de civismo y educación, a la chulería rampante, a los horarios imposibles, a nuestras ciudades invadidas por chatarra rodante pilotada por energúmenos, y en fin, es tal el aroma general que desprende el país a meado de cuartel y sacristía, que dan ganas de volverse corriendo al aeropuerto y pedir un billete a cualquier parte donde la gente no te perdone la vida cada vez que intentes cruzar la calle, por ejemplo.

Este año para colmo parece que toca campaña de verano de esos eximios representantes de la España más negramente putrefacta, los tarados mentales de ETA, embarcados en un despliegue de atentados y asesinatos que cuando uno se para a pensarlo detenidamente, llega a preguntarse cómo se puede ser tan imbécil como para creer que desde la destrucción de vidas humanas se puede construir algo que merezca la pena. Es como si los TeleTubbies se pusieran a matar niños para lograr hacerlos más felices. En fin. Y no se pierdan los abracadabrantes "funerales de Estado" cuando en esas desgraciadas ocasiones resultan muertos funcionarios públicos, magnos espectáculos con profusión de uniformes, casullas, Infantas de España, medallas de latón, un arzobispo castrense bisbiseando babosidades y una legión de políticos repitiendo cansinas obviedades; un inútil diluvio de idioteces en suma, vertido sobre el dolor irremediable e irreparable de unas familias destrozadas. En todo caso quienes se lo deben pasar pipa viendo por la televisión semejantes shows espectaculares a catedral llena, son precisamente los descerebrados que han causado el estropicio.

Recuerdo unos versos de Salvador Espriu referidos a la Catalunya gris, triste y humillada de los años más recios del franquismo, que le vienen al pelo a esta España chillona y agobiante, a la que deberían echar a patadas no ya de la Unión Europea sino hasta de la OTAN y el Banco Mundial; no nos merecemos estar en instituciones internacionales con gentes de países donde en la calle no se escupe, no se arrojan colillas ni se ponen bombas. Traducido al castellano, el poema de Espriu dice así:

Ensayo de Cántico en el Templo

Oh, qué cansado estoy de mi
cobarde, vieja, tan salvaje tierra,
cómo me gustaría alejarme de ella,
allende el norte
donde dicen que la gente es limpia
y noble, culta, rica, libre,
¡desvelada y feliz!
Entonces, en la congregación, los hermanos dirían
desaprobando: "Como el pájaro que abandona el nido,
así el hombre que marcha de su lugar",
mientras yo, ya muy lejos, me reiría
de la ley y la antigua sabiduría
de este mi árido pueblo.
Pero nunca he de seguir mi sueño
y me quedaré aquí hasta la muerte.
Pues soy también muy cobarde y salvaje
y amo además con un
desesperado dolor
esta mi pobre,
sucia, triste, desdichada patria.

Salvador Espriu i Castelló (1913-1985)
Poeta, dramaturgo y novelista catalán