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domingo, 7 de marzo de 2010

La España de los verdugos marcha por "la vida"


Ahí les tienen, son la España que se manifiesta "a favor de la vida". Es una imagen de la manifestación contra el aborto celebrada hoy en Madrid (dónde si no), organizada una vez más por la derecha política y social y jaleada por sus instrumentos de agitación callejera: las dos perreras, la mediática y la clerical.

Fíjense que al frente de esos "españoles por la vida", más bien mayorcitos, marcha la bandera bajo la que se envolvieron los asesinos de la mayor cantidad de españoles masacrados nunca. La bandera bajo la cual tuvo lugar durante cuarenta años toda infamia, toda corrupción, todo crimen en suma, incluidos los considerados crímenes contra la Humanidad, imprescriptibles por definición en el mundo civilizado pero que en España siguen amparados por el aparato judicial español.

Pues ahí les tienen a ellos, a quienes apoyan todo eso, marchando tan ufanos mientras reclaman el "derecho a la vida", con la misma convicción seguramente con la que la clerigalla española reclama "libertad religiosa". Una vez más en España los verdugos se disfrazan de víctimas. ¿Hasta cuándo?

martes, 2 de junio de 2009

No se defiende la vida asesinando

El asesinato del médico norteamericano que practicaba interrupciones legales del embarazo no es un hecho aislado, obra de un loco que actuara únicamente al dictado de su imbecilidad. Se trata de la consecuencia lógica de la agitación social efectuada por estos “provida” de gatillo verbal ligero, que tanto abundan y no sólo en EEUU.

En España se conforman por ahora con mentir e insultar, pero todo se andará. La incitación al crimen es aquí constante, desde el momento en que se califica a los proabortistas como “asesinos de niños”. Poco importa que la “vida” que defienden sea la equivalente a la contenida dentro de un huevo frito antes de ser servido, lo que cuenta es la capacidad de alienación que desprenden mensajes como los que lanzó anoche Mayor Oreja durante el debate en Antena 3. Basta conque ante la pantalla haya un tarado mental que crea en la sinceridad de Mayor Oreja, Cañizares y demás compinches cuando afirman las salvajadas “bioéticas” que proclaman, para que en cualquier momento un fanático de cerebro hueco apriete el gatillo que siegue una vida humana -ella sí- real.

En EEUU es la derecha ultramontana norteamericana quien incita crímenes como el asesinato del médico proabortista camino de su parroquia (todo un símbolo esa muerte y el modo en que se ha producido). Constituye por tanto un fenómeno limitado y reprimible. La diferencia sobrecogedora con España es que mientras que en EEUU esa incitación proviene como digo de sectores políticos hoy marginales en la sociedad norteamericana, en nuestro país procede de un partido político legal con fuerte presencia en las administraciones publicas, que gana elecciones en diversos ámbitos y aspira a alcanzar en breve el gobierno del país.

Las ideas que difunde el PP en este ámbito son, sencillamente, peligrosas socialmente, y como tales deberían ser tratadas por los poderes públicos democráticos.

En la fotografía, pegatina "provida" de Democracia Nacional, uno de los grupos fascistas españoles más activos y que suele colaborar con las movilizaciones organizadas por el PP.

martes, 17 de marzo de 2009

¿Y quién protege a los niños de la Iglesia católica?

Una nueva y feroz campaña de la Iglesia católica española, sostenida por un despliegue de medios publicitarios inusitados en una institución que dice hacer bandera de la "pobreza evengélica", ha tomado por asalto este país. En ella se usa torticeramente la imagen de un menor, a quien se pone en paralelo con una cría de lince para reclamar protección de la vida del niño, al que se dice menos protegido por los poderes públicos en España que los animales o plantas en peligro de extinción.

Una vez más, el cinismo de esta gentuza rebasa cualquier límite. Y es que además de mentir como bellacos a sabiendas, resulta que están transfiriendo responsabilidades a otros. Porque si de alguien hay que proteger a los niños es precisamente de la legión de curas católicos, esos supuestos "castrati" voluntarios, que corretean tras ellos con ánimo no precisamente educativo. En EEUU ya son decenas las sentencias de tribunales contra curas católicos en casos de pederastia, la mayoría de los cuales acostumbran a ser encubiertos y protegidos por sus superiores jerárquicos. El 16 de julio de 2007, el diario argentino Clarín publicaba que sólo en la archidiócesis de Los Angeles, la Iglesia católica tendría que pagar 660 millones de dólares para indemnizar 500 casos de abusos sexuales cometidos por 200 sacerdotes. Se calculaba entonces que ya se habían pagado 1.500 millones de dólares en todo el país por ese mismo concepto.

El escándalo es de tal magnitud, que según Clarín 5 diócesis norteamericanas se habían declarado en bancarrota y otras muchas estaban vendiendo su patrimonio para hacer frente a las multumillonarias indemnizaciones que deben abonar a sus víctimas. la imagen pública de la Iglesia católica norteamericana está tan deteriorada, que en un reciente episodio de la serie Los Simpsons aparece este letrero en la entrada de la iglesia de Springfield: "traigan a sus niños, somos presbiterianos".

En España, naturalmente, no hay caso. Aquí a la Iglesia ni se le piden cuentas ni se denuncian sus abusos, bien conocidos por cualquiera que haya estudiado en un centro religioso especialmente en los años del franquismo.

Por si todo esto fuera poco el uso que se hace de la imagen de un menor en el cartel de la Iglesia católica española resultaría (presuntamente, faltaría más) delictivo, según el art. 4º de la ley de Protección del Menor, que dice textualmente:

II. PRESENCIA DE MENORES EN LA PUBLICIDAD
2. La utilización de la imagen de menores en la publicidad.- Prohibición de cualquier utilización de la imagen del menor “que pueda implicar menosprecio de su honra o reputación, o que sea contraria a sus intereses,incluso si consta el consentimiento del menor o sus representantes legales”(art. 4 Ley de Protección del Menor).

Es evidente que el anuncio de la campaña de la clerigalla española contra la interrupción legal de embarazos no deseados incurre flagrantemente en el supuesto contemplado en ese artículo, ya que:

1) La imagen del niño sirve a propósitos contrarios a la defensa de sus intereses, que son los de un niño deseado y querido por sus padres y no los del ultranatalismo sin control defendido por la Iglesia.

2) Hay evidente menosprecio de la reputación de los niños, cuyos supuestos defensores les equiparan incluso gráficamente con cachorros de animales.
Pero Spain is different, y la Iglesia católica tiene aquí derecho de pernada y de toqueteo. Por ahora.

La ilustración de este post pertenece al blog El tenderete de Sara Guisado.