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jueves, 7 de enero de 2010

Sigue el negocio y el circo de la Guerra Antiterrorista Mundial



1- Ayer explicaba el diario El País que los nuevos escáners que desnudan a las personas cuestan 100.000 euros la unidad, en contraste con los menos de 6.000 euros que cuestan los escáners que se venían utilizando. El negocio del Miedo.

En 2008 la Unión Europea había rechazado implementar este invento-negocio, por violar la intimidad de las personas y los derechos individuales. Ahora, tras el presunto atentado de Detroit, los gobiernos de Gran Bretaña, Holanda y Francia se han apresurado a anunciar su inmediata implantación en sus respectivos aeropuertos internacionales. De paso, en EEUU ya se ha anunciado que en estas condiciones es imposible cerrar Guantánamo. Pura coincidencia, seguramente.

2- La guinda "antiterrorista" la acaba de poner Eslovaquia, quizá el Estado más autoritario y policial de la Unión Europea; su clase política "democrática" tuvo buena escuela, proviene en su integridad de la antigua nomenclatura comunista. Actualmente Eslovaquia no es más que una colonia de EEUU en el centro de Europa, y una de las principales bases de la CIA en sus operaciones ilegales mundiales.

Según explicaba la prensa de ayer, se acaba de descubrir que las autoridades policiales eslovacas introdujeron subrepticiamente explosivos en los equipajes de 8 ciudadanos de ese país, supuestamente para "comprobar el funcionamiento de las medidas de seguridad"(sic) del aeropuerto de Bratislava. Una de esas bombas viajó a Irlanda en la maleta de un emigrante eslovaco que regresaba a ese país tras las vacaciones de Navidad. A las pocas horas de su llegada, el domicilio dublinés del emigrante eslovaco sufrió el asalto de una unidad antiterrorista irlandesa, y el pobre hombre fue arrestado por terrorista. No se sabe cómo la policía irlandesa detectó los explosivos en la casa, ya que los sistemas de seguridad del aeropuerto de Dublín fueron incapaces de descubrirlos.

El ciudadano eslovaco ya está en libertad, aunque el susto no se lo va a quitar nadie. El gobierno de su país se ha limitado a pedir disculpas a su homólogo irlandés. Dicen los eslovacos que se trataba simplemente de una "prueba"; hay que ser muy ingenuo para creérselo. Y aunque fuera cierto, el desprecio que tal "prueba" manifiesta respecto a la suerte que pueda correr un ciudadano de su país al que sin permiso le ponen explosivos en la maleta, y sobre todo el que patentiza en relación con las posibles víctimas del "error" que hubiera sido que la bomba explotara en pleno vuelo, demuestra qué clase de gente sin escrúpulos está conduciendo a nivel mundial la llamada Guerra Antiterrorista.

3- Esta mañana he encontrado en la bandeja de mi correo electrónico Hotmail un mensaje en el que ese proveedor de servicio me explica que al parecer, yo había solicitado información sobre mi cuenta, pidiéndome que confirmara si eso era así. Dado que yo no había pedido esa información, que por lo demás conozco perfectamente ya que la facilité yo, sólo se me ocurre que algún chapuzas "antiterrorista" anda husmeando cuentas de correo de bloggers que en sus posts les dejan con el culo al aire de vez en cuando a él y a sus colegas de Cruzada.

En realidad, si eso fuera así no sería un raro privilegio con el que me honraran estos amigos. Según la Cadena SER, en el mundo hay 550.000 personas fichadas por los servicios secretos norteamericanos como "potenciales terroristas". Yo por si acaso, les avanzo que soy ateo, nada de islamista, y que no pienso poner los pies por propia voluntad en los EEUU con bomba ni sin ella. Añadiría que les den morcilla, pero dudo que la "inteligencia" antiterrorista yanqui pueda desentrañar el significado de esta frase, ni siquiera con la colaboración de sus homólogos españoles.
La imagen corresponde a una inspección de equipajes en el aeropuerto de Los Ángeles.

sábado, 1 de agosto de 2009

De regreso a la España Negra


Cada vez que vuelvo a España de un viaje por la Europa civilizada, ando irritado unos cuantos días. Es tal el choque que me supone acomodarme de nuevo a nuestra realidad cotidiana, a nuestra forma de vivir semisalvaje, a nuestra falta de civismo y educación, a la chulería rampante, a los horarios imposibles, a nuestras ciudades invadidas por chatarra rodante pilotada por energúmenos, y en fin, es tal el aroma general que desprende el país a meado de cuartel y sacristía, que dan ganas de volverse corriendo al aeropuerto y pedir un billete a cualquier parte donde la gente no te perdone la vida cada vez que intentes cruzar la calle, por ejemplo.

Este año para colmo parece que toca campaña de verano de esos eximios representantes de la España más negramente putrefacta, los tarados mentales de ETA, embarcados en un despliegue de atentados y asesinatos que cuando uno se para a pensarlo detenidamente, llega a preguntarse cómo se puede ser tan imbécil como para creer que desde la destrucción de vidas humanas se puede construir algo que merezca la pena. Es como si los TeleTubbies se pusieran a matar niños para lograr hacerlos más felices. En fin. Y no se pierdan los abracadabrantes "funerales de Estado" cuando en esas desgraciadas ocasiones resultan muertos funcionarios públicos, magnos espectáculos con profusión de uniformes, casullas, Infantas de España, medallas de latón, un arzobispo castrense bisbiseando babosidades y una legión de políticos repitiendo cansinas obviedades; un inútil diluvio de idioteces en suma, vertido sobre el dolor irremediable e irreparable de unas familias destrozadas. En todo caso quienes se lo deben pasar pipa viendo por la televisión semejantes shows espectaculares a catedral llena, son precisamente los descerebrados que han causado el estropicio.

Recuerdo unos versos de Salvador Espriu referidos a la Catalunya gris, triste y humillada de los años más recios del franquismo, que le vienen al pelo a esta España chillona y agobiante, a la que deberían echar a patadas no ya de la Unión Europea sino hasta de la OTAN y el Banco Mundial; no nos merecemos estar en instituciones internacionales con gentes de países donde en la calle no se escupe, no se arrojan colillas ni se ponen bombas. Traducido al castellano, el poema de Espriu dice así:

Ensayo de Cántico en el Templo

Oh, qué cansado estoy de mi
cobarde, vieja, tan salvaje tierra,
cómo me gustaría alejarme de ella,
allende el norte
donde dicen que la gente es limpia
y noble, culta, rica, libre,
¡desvelada y feliz!
Entonces, en la congregación, los hermanos dirían
desaprobando: "Como el pájaro que abandona el nido,
así el hombre que marcha de su lugar",
mientras yo, ya muy lejos, me reiría
de la ley y la antigua sabiduría
de este mi árido pueblo.
Pero nunca he de seguir mi sueño
y me quedaré aquí hasta la muerte.
Pues soy también muy cobarde y salvaje
y amo además con un
desesperado dolor
esta mi pobre,
sucia, triste, desdichada patria.

Salvador Espriu i Castelló (1913-1985)
Poeta, dramaturgo y novelista catalán

miércoles, 25 de febrero de 2009

Ni el PP puede parar al juez Garzón


A las dos horas de presentar el PP su denuncia contra Garzón, el juez ha contraatacado con una providencia que anuncia una segunda lista de aforados a los que imputa, que no se por qué me huelo son gente de nivel políticamente superior a los que ya conocemos.

Será difícil que el PP eche del baile a Garzón. Lo intentó el PSOE en su momento, cuando el Juez Campeador (como le llama Miguel Ángel Aguilar) se vengó de González y su gente con la excusa del GAL mediante, y entonces ganó Garzón por goleada; tanto es así que el PP le debe en buena parte su llegada al gobierno en 1996. Años más tarde Garzón la emprendió con ETA por el procedimiento de ir descortezando el árbol de las capas que lo envolvían, protegían y alimentaban, y realmente les ha dejado en pelotas cargándose los aparatos financiero, diplomático, logístico, agip-prop y hasta la cantera de alevines de terrorista.

Y ahora le toca al PP. Se diría que la táctica de Garzón con el PP es una síntesis de las empleadas contra el PSOE y contra el mundo de ETA: procesar a los nombres propios (en este caso, la pléyade de cargos dirigentes corruptos de ése partido), combinada con el desmontaje pieza a pieza del entramado logístico-financiero que nutre a la organización (en este caso, las tramas corruptas relacionadas con las administraciones públicas gobernadas por el PP).

Sinceramente, creo que a Garzón ya sólo le puede parar un accidente de carretera. O un atentado de ETA, que vendría a ser lo mismo.