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sábado, 6 de agosto de 2011

Ramón Acín, un hombre bueno



La noche del 6 de agosto de 1936, hoy hace 75 años, el intelectual, artista y pedagogo oscense Ramón Acín Aquilué fue fusilado en las tapias del cementerio de Huesca por un grupo de falangistas y guardias civiles que acababan de secuestrarle a él y a su mujer, Conchita Monrás, sacándoles de su domicilio a golpes y gritos salvajes en presencia de Katia y Sol, sus hijas de corta edad.

Su delito: ser humanista, anarquista y haber fustigado por escrito en la prensa progresista a la derecha sociológica local -provinciana, clerical, reaccionaria y arrogante hasta el ridículo-, esa"Huesqueta" que aún sigue perviviendo en la capital altoaragonesa.

En julio de 1933, estando encarcelado por haber participado en una huelga, Acín había escrito esta emotiva carta a sus hijas en la que dibujó una paloma volando hacia a la libertad:

Mis queridas Katia y Sol:

Recibí vuestras cartitas con unas linietas de mamá y otras del padrino que está viajando por el mar Mediterráneo. También vosotras iréis y conoceréis otros países cuando seáis mayorcitas, pero tenéis que estudiar mucho.

Duerme papá en una sala grande con 47 más, muchos son jóvenes, otros tienen niños como vosotras y también los quieren mucho como yo os quiero a vosotras.

Algunos ratos jugamos a la pelota, otros leemos, otros hablamos de cosas que vosotras aprenderéis cuando seáis mayores y que no son malas pues los que estamos aquí presos nos han traído porque queremos que los niños y sus papás y todos vivan más alegres y mejor y todos pasen el verano en sitios bonitos que hoy sólo pueden ver los que tienen perricas y eso no debe ser y muchos protestamos y a Galán lo mataron.

También el papel de papá tiene dibujo al principio como el vuestro, una palomica que todas las noches se escapa por las rejas de la cárcel y que cuando vosotras y mamá dormís os besa y vuelve a mí. Os quiere vuestro papá Ramón.

(Al margen) Recuerdos de Arnalda. 26 julio 1933.

Este era el hombre al que asesinaron, hoy hace 75 años, los Salvadores de España oscenses.

Para saber más de Ramón Acín, visiten la página web de la Fundación Ramón y Katia Acín y lean la biografía "Ramón Acín, 1888-1936. Una estética anarquista y de vanguardia", de Sonya Torres Planells (Editorial Virus. Barcelona, 1998).

La imagen que ilustra el post es una fotografía de Ramón Acín en sus años de madurez.

viernes, 10 de junio de 2011

Presentaciones de "Un castillo en la niebla" en Barcelona y Huesca



El pasado día 6 de junio se presentó "Un castillo en la niebla" en Barcelona, en la sala Goya del Centro Aragonés. Abrió la presentación Jacinto Bello, presidente del Centro Aragonés, quien dijo unas palabras de bienvenida. Le seguimos en el uso de la palabra el editor Salvador Trallero, el historiador Juan Manuel Calvo y un servidor de ustedes. Finalmente tuvimos un coloquio con los asistentes y un pica-pica ofrecido por gentileza de la entidad que nos acogía.

El acto tuvo una buena concurrencia de público, obviamente interesado en el tema. Asistieron amigos y familiares, personas relacionadas con la Amical de Mauthausen y socios del Centro Aragonés, principalmente. Entre los asistentes estuvo Teresa Relach, uno de los dos últimos testigos directos relacionados con Mariano Carilla Albalá que quedan con vida, y Arturo Morera, nacido en Sariñena y superviviente del exilio, quien narró su experiencia en la Francia ocupada por los nazis.

El día 6 de junio finalizó la rueda de presentaciones en Huesca. La presentación se hizo en el salón de actos del Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA), y corrió a cargo de Carlos Escartín, presidente del Círculo Republicano de Huesca. Entre los asistentes estuvo Jesús Inglada, profesor e impulsor de la recuperación de la memoria de los deportados aragoneses en la provincia de Huesca. Hablamos Escartin, Salvador Trallero y yo, y luego de los parlamentos hubo el acostumbrado coloquio con el público.

En la presentación de Huesca ocurrió un detalle conmovedor. La tarde anterior había fallecido un hermano de Carlos Escartín, tras una rápida y cruel enfermedad. Carlos tuvo la extrema amabilidad de venir al acto directamente desde el tanatorio, hacer la presentación y marchar de nuevo al velatorio, donde le aguardaban familiares y amigos. No puedo menos que reiterarle desde aquí mi más profundo agradecimiento por su gesto, tan propio por otra parte de la civilidad de un viejo republicano.

Finalizada como digo la rueda de presentaciones concertadas, quedamos a la espera de las gestiones que se están haciendo para presentar "Un castillo en la niebla" en septiembre en algunas localidades del sur de Francia.

La fotografía que encabeza el post corresponde a la presentación en Huesca, y fue publicada por Diario del Alto Aragón en su reseña del acto. De izquierda a derecha, Carlos Escartín, un servidor y Salvador Trallero.


viernes, 12 de junio de 2009

Cartas de Grossi. El POUM en las trincheras del frente de Aragón


A finales de julio de 1936 la columna Arquer-Piquer del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), procedente de la Barcelona que el 19 de julio había derrotado en la calle a los militares rebeldes, ayudó a constituir lo que a partir de las siguientes semanas y hasta marzo de 1938 sería el frente de Aragón.

Uno de los dirigentes de los milicianos poumistas era Manuel Grossi. Asturiano de Mieres y minero de profesión, Grossi se había establecido en Barcelona durante los años de la Segunda República. En la capital catalana se adhirió al Bloc Obrer i Camperol (BOC), una formación que amalgamaba de modo confuso pero al parecer atrayente posiciones de izquierda revolucionaria con una clara militancia nacionalista. El BOC se unió a la Izquierda Comunista (IC), otro pequeño partido catalán, éste de inspiración trostkysta, y juntos constituyeron el POUM, partido que en pocos meses, al estallar la llamada guerra civil española, llegó a adquirir un protagonismo probablemente muy superior a sus efectivos reales. El POUM era un partido formado por gente joven y entusiasta, con posiciones revolucionarias que a menudo desbordaban las de los anarcosindicalistas y desde luego, en abierta oposición a la política de mesura y apaciguamiento ante las clases medias llevada a cabo por los comunistas estalinistas.

En ese contexto, el papel de Grossi en el POUM adquirió cierta relevancia durante los primeros meses de la guerra, al convertirse al parecer en el principal responsable militar del POUM en el sector de la sierra de Alcubierre, a pocos kilómetros de la ciudad de Zaragoza, principal objetivo militar de las milicias republicanas durante 1936. Esa posición de mando llevó a Manuel Grossi a duros enfrentamientos con los dirigentes de las otras milicias, como el anarcosindicalista Buenaventura Durruti, el coronel Villalba, militar profesional y jefe de la guarnición de Barbastro, y también con Del Barrio, líder de la columna del PSUC (estalinistas) en la zona. Pero las mayores pugnas las sostuvo Grossi con los dirigentes de su propio grupo político, como Jordi Arquer, Francesc Piquer e incluso con el propio Josep Rovira, el respetado líder poumista que más tarde sería jefe de la mítica 29 División. Entre otros episodios menos conocidos, tuvo Grossi al parecer un papel destacado en la toma de Leciñena (la posición avanzada más próxima a Zaragoza que llegaron a establecer los republicanos), y también en su caída en manos de los rebeldes, aunque cuando se produjo ésta ya había sido destituido por Rovira.

Todas estas peripecias se recogen en el libro "Cartas de Grossi", que acaba de publicar Sariñena Editorial. Salvador Trallero, el joven y audaz editor aragonés que comanda esta editorial, acaba de sacar a la luz un testimonio relevante en forma de 40 cartas escritas por Manuel Grossi a principios de los años setenta, dedicadas en su mayoría a documentar lo sucedido en el frente de Aragón durante el verano y el otoño de 1936 y a explicar la posición de Grossi ante esos hechos, y sobre todo, a justificar sus propias acciones. En sus cartas, Grossi narra lo que él mismo llama "su verdad", que si en ocasiones resulta evidentemente sesgada en otras muchas ayuda a clarificar sucesos oscuros o poco conocidos. Se trata pues de un testimonio de primera mano facilitado por un personaje que se movió en el ojo del huracán durante los inicios de la guerra civil, y que además fue capaz de relatarlo de modo sencillo y coherente, a pesar de la aparente dispersión de temas, momentos y personajes que nos presenta en las cartas.

Salvador Trallero encontró este material precioso en el Centro de Historia Social de Amsterdam, y por lo que cuenta él mismo enseguida pensó en publicarlo. Hay que decir que este no es el primer libro que propone Trallero sobre esos días trágicos. En 2006 Sariñena Editorial consiguió el premio del Gobierno aragonés al Libro mejor editado durante el año en Aragón por su "Alas Rojas, Sariñena", un excelente volumen lleno de imágenes desempolvadas por Trallero en archivos militares, que narra la existencia del que quizá fue el más famoso aeródromo militar republicano de toda la guerra de España, situado precisamente junto a la localidad monegrina de Sariñena. Entre los proyectos editoriales de Trallero para los próximos meses figura la inmediata publicación en el próximo otoño de un libro sobre la presencia de George Orwell en el frente de Aragón, y otro sobre las Brigadas Internacionales en el mismo escenario. En 2010 Sariñena Editorial publicará el libro que estoy finalizando sobre mi pariente Mariano Carilla Albalá, miembro de la sección de caballería de la columna del POUM que comandó Grossi, exiliado en Francia y deportado por los nazis a Mauthausen, donde fue asesinado en agosto de 1941.

Cartas de Grossi, edición de Salvador Trallero. Ed. Sariñena Editorial. Junio de 2009.

En la fotografía, el abanderado de la caballería del POUM enarbola el estandarte en lo que parece la era de alguna población próxima al frente de la Sierra de Alcubierre (verano-otoño de 1936).

viernes, 13 de marzo de 2009

Quinto Sertorio, el primer rojo español


Cuando yo era niño, en la Enciclopedia Álvarez, el libro de texto único para los parvulitos en los años sesenta, había un dibujo que representaba a un hermoso joven abrazado al cuello de una cierva blanca, mientras el animal susurraba secretos al oído del muchacho. El joven representado se llamaba Sertorio y a pesar de haber nacido romano, la breve nota que acompañaba al dibujo lo consideraba "el primer español".

En realidad, Quinto Sertorio no tenía nada de "español" y aún menos de "franquista". Hijo de un pequeño propietario rural del centro de la península Itálica, fue uno de los más destacados generales del partido popular romano durante las guerras civiles -en realidad, una larga guerra de clases- que sacudieron la Italia de entonces en diferentes períodos del siglo I a.C. El partido popular ( es decir, la izquierda) estaba acaudillado en ese período por Mario, del que Sertorio fue lugarteniente, y luchaba contra el partido patricio, liderado por Sila, quien con el tiempo llegaría a dictador. La guerra de clases desató matanzas como jamás Roma conoció otras; en su contexto, la dictadura patricia representó el exterminio programado de sus contrincantes de un modo que sólo cabe calificar como nazi. Muchos partidarios de los populares perseguidos por aquel régimen de terror hubieron de exiliarse para salvar la vida.

Uno de esos huidos fue Quinto Sertorio, quien al frente de una tropa de rebeldes y tras una serie de peripecias por el Mediterráneo occidental llegó a tierras de Hispania, donde fue bien acogido por las tribus iberas y lusitanas. Hispania era entonces un puro concepto geográfico (al que denominar "España" resulta un anacronismo) administrado como territorio senatorial romano, y la presencia de Sertorio en ella alentó una amplia rebelión entre los pobladores autóctonos y los colonos romanos pobres. El Sertorio que llegó a España, por cierto, en nada se parecía físicamente al bello adolescente de la Enciclopedia Álvarez, pues ya había rebasado la entonces avanzada edad de 40 años, era de complexión más bien baja y maciza y tenía el rostro surcado por tremendas cicatrices, consecuencia de heridas sufridas en los muchos combates en los que había participado.

En un primer momento parece que Hispania era para Sertorio sólo una etapa más en su huída hacia el oeste. Es seguro que planeó llevar a su gente a las entonces míticas islas Canarias, pero lo que resulta aún más sorprendente es que parece que desde éstas pretendía seguir navegación para alcanzar unas costas mucho más lejanas, hasta donde estaba seguro que no le perseguirían; parece pues que Sertorio conocía o al menos había oído hablar de la existencia de lo que hoy llamamos América, y quizá sabía de una ruta para llegar hasta allí.

Sin embargo, Sertorio permaneció en Hispania durante una década. Preparó un ejército que practicando la guerra de guerrillas derrotó uno tras otro a los ejércitos que el Senado envió contra él, y organizó a sus aliados nativos "hispanicus" en una confederación de pueblos independientes pero unidos en la defensa común de sus territorios. Según costumbre de la época retenía a los hijos de los jefes aliados en su residencia habitual, la actual ciudad de Huesca, a fin de garantizarse la lealtad de los padres. Pero, inteligente como era, Sertorio creó para ellos la primera universidad en territorio hispánico, en la que esos jóvenes fueron formados en la cultura y los principios de la civilización romana. Nunca sin embargo asumió cargo alguno que no fuera el de estratega militar de la confederación, y tampoco creó una estructura estatal que alumbrara una república o un reino en Hispania separado de Roma; de hecho, su ambición era volver a la capital romana tras ser perdonado, e incluso tuvo su momento para haberlo hecho "manu militari" aunque jamás quiso levantar la mano contra su patria; si hubiera invadido Italia al frente de su ejército cual un nuevo Aníbal, seguramente habría provocado en Roma la rebelión de las clases populares contra la dictadura patricia. Finalmente el Senado envió al entonces joven general patricio Pompeyo contra él, quien poco a poco fue desgastando y acorralando a Sertorio hasta lograr aislarlo. Pompeyo compró entonces a algunos de sus lugartenientes, y éstos asesinaron al rebelde en 72 a.C. Sertorio tenía 50 años y estaba viejo, cansado y casi solo.

Parece que las ideas políticas de Sertorio se movían en una izquierda nada socialdemócrata, para entendernos. Sertorio era un verdadero socialista "avant la lettre": tenía conciencia de clase y sabía contra quién y por qué luchaba. Era honesto, íntegro y humanitario. En las tierras de sus padres, antes de que las robaran los patricios, los esclavos recibían un trato humano e integrado en la vida familiar. Sus tropas romanas le adoraban, y lusitanos e iberos le seguían ciegamente. Implacable en la guerra, nunca se ensañó con sus prisioneros, y de hecho muchos de ellos se pasaban a sus filas voluntariamente.

Sertorio dejó tras de sí un aura de prestigio que le convirtió en leyenda; historias como la de la cierva blanca que le aconsejaba, pervivieron hasta mucho después de su muerte. Su memoria traspasó los siglos, acaso porque fue el primero que entendió que Hispania era una entidad territorial pluriforme y multicultural a la que había que insuflar cultura y dejar a sus habitantes un poco a su aire, salvo cuando de defender la vida y la libertad se tratara.

Es curioso que el régimen franquista intentara recuperarle y hacer de él nada menos que el precursor de su "España". A Sertorio, que parece tenía cierto sentido de la ironía, le habría encantado conocer semejante disparate.

Para un mejor conocimiento de Sertorio y su época es imprescindible el libro "Escenas de la guerra contra Sertorio", de Emiliano Fernández (Ediciones Trea SL), una extraodinaria novela que en apenas 150 páginas traza un retrato muy plausible del rico mundo interior y los avatares vividos por este hombre excepcional.

Ilustran este post dos monedas, ambas acuñadas en la antigua Osca: la de la izquierda podría ser un retrato de Quinto Sertorio, y la de la derecha es el famoso jinete ibero de Bolskan, nombre ibero de Huesca.

lunes, 7 de abril de 2008

Un balance crítico del IX Congreso de Periodismo Digital (y 2)


Desde algunas mesas del congreso se insistió mucho en que el llamado "periodismo ciudadano" no existe, y que cuando se habla de periodismo digital se está hablando exclusivamente del realizado por profesionales de la cosa, es decir por señores y señoras dotados de título universitario, carnet profesional y ficha en en el colegio y la asociación correspondientes.

Uno tiene la sensación de que las empresas periodísticas y sus profesionales a sueldo han comenzado a reaccionar ante el fenómeno Internet y las oportunidades que ofrece, que por primera vez en mucho tiempo posibilitan un verdadero periodismo participativo y comunitario, que en cierto modo recupera los orígenes del periodismo y democratiza su ejercicio.

A esta gente les preocupa, no cabe duda, porque ese periodismo participativo y comunitario representa una competencia frente a la cual poco pueden oponer argumentalmente, salvo una concepción antañona y posesiva del hecho informativo. En general los periodistas profesionales se muestran muy preocupados por la supuesta falta de rigor que la información "no profesional" en Internet ofrece, como si en los medios informativos convencionales el rigor y la veracidad fueran santo y seña de sus trabajos; véanse a modo de ejemplo de lo contrario las campañas de prensa "conspiranoicas" o la práctica desaparición de la costumbre de contrastar una misma noticia en distintas fuentes.

Internet se ha convertido pues en campo de batalla donde se enfrentan diferentes concepciones de la información, y también en escenario de pugnas de toda clase trasladadas del mundo real al virtual. A modo de ejemplo, probablemente inconsciente, una de las mesas versó sobre "la Red del agua"; en ella, aprovechando que el Ebro pasa por Zaragoza y que estábamos en Huesca, se realizó un inusitado despliegue de eso que se ha dado en llamar "nacionalismo del agua". A propósito de este asunto, una señorita ponente cuyo nombre prefiero olvidar estableció una de esas ecuaciones sofístico-descacharrantes dignas de un programa de tele-basura sociopolítica: según ésa chica, la identidad es el territorio y el territorio es el agua, luego el agua es la identidad. No sé a ustedes, pero a mí esa ecuación me suena, lisa y llanamente a fascismo de vieja escuela.

Una mesa especialmente interesante fue la organizada en torno al sexo en Internet. Quedó clara allí la hipocresía que gobierna la relación social con este fenómeno, pues la primera industria de Internet, la que más miles de millones de euros mueve a gran distancia del resto, es precisamente la pornografía. Y sin embargo, parece que no existe, como si cuanto se refiere a ella estuviera cubierto con un sudario de pudor que impide que se hable en público. Sólo en España, el 60% de los usuarios de la principal página de porno del país son varones casados, se dijo. ¿Entonces?. Más todavía: la industria del porno ha sido y en buena parte sigue siendo la locomotora principal que tira de Internet, pues muchos avances tecnológicos en la Red se deben precisamente a ella y a sus necesidades; es arquetípico el caso de la seguridad de los web sites, cuyas tecnologías suelen ser desarrolladas primero en páginas de contenido pornográfico comercial y luego aplicadas al resto.

Lamentablemente, una vez más no se habló ni un minuto de cómo los poderes públicos y sobre todo las policías a su servicio usan la pornografía en Internet y el terrorismo islamista como excusas para extender su control sobre la Red, bajo la excusa de supuestamente defender al conjunto de los ciudadanos. ¿Hay miedo a denunciar esto? Probablemente. Con todo, la vulneración de derechos individuales en este terreno en países como España es cada día más frecuente, y comienza a requerir una respuesta urgente. A modo de ejemplo basta citar el que mientras para intervenir el correo postal o el teléfono de cualquier persona la policía debe conseguir una orden judicial, que sólo se concede en raras y muy fundamentadas ocasiones, para asaltar el PC de cualquier usuario vía Internet apenas se necesita la denuncia de otro usuario, y si la "gravedad" del caso lo requiere a juicio del policía que lleva a cabo la acción, ni eso siquiera. Habrá que hablar en serio de todo esto alguna vez.

Y en fin, les comentaba en el anterior post que les hablaría de cierta amistad que uno hizo en el congreso durante una comida, y que me ha hecho reflexionar mucho estos días. Lo haré en un próximo post.

miércoles, 2 de abril de 2008

Un balance crítico del IX Congreso de Periodismo Digital (1)

Como les comentaba en el penúltimo post, la semana pasada asistí al IX Congreso de Periodismo Digital, evento que como en todas las anteriores convocatorias se celebró en Huesca.

Según la organización, éste año fuimos alrededor de 300 los inscritos y/o participantes. En realidad, más de la mitad de éstos eran estudiantes de periodismo de la Facultad de Zaragoza. Dudo mucho que alguno de estos chavales pagara los 200 euros que costaba la inscripción; ni siquiera, pienso, los 100 euros de la inscripción con descuento especial para los "miembros de la Asociación de la prensa de Aragón, desempleados y estudiantes de la licenciatura de periodismo" (sic).

No es de extrañar por tanto que la segunda y última jornada del Congreso comenzara a las 11h de la mañana cuando estaba previsto su inicio para las 10h, y que en aquél momento no hubiera en la sala ni 50 personas. Posteriormente, durante el acto de clausura, y ante la escasez de asistentes, el alcalde de la ciudad mostró su satisfacción al comprobar que buena parte de los inscritos habían disfrutado "la noche de Huesca"(!) ; en ése momento, alrededor de las 13,30h, no había ni media sala ocupada. Parece pues que el señor alcalde no acaba de tener clara la función de los congresos, o que al menos está más interesado en promocionar el ramo de la hostelería nocturna que éste tipo de encuentros diurnos.

La actitud en general de la chiquillería no pudo menos que estar a la altura de tan elevadas expectativas. Recuerdo especialmente a la rubita que en un descanso de las sesiones de la segunda jornada le explicaba a una conocida, a voces y con toda clase de sonrisas picaronas, que la noche anterior no había podido ponerse al teléfono porque estaba muy ocupada; lo repitió tantas veces como estimó necesario, hasta convencerse de que a todos quienes estábamos más o menos próximos a ella nos había quedado claro que se pasó la noche follando.

En lo que hace a la organización propiamente dicha del congreso, y aunque en líneas generales fue aceptablemente eficaz, cabe destacar la situación absolutamente surrealista que se vivió el primer día, cuando los organizadores hubieron de pedir a los asistentes que no se conectaran tantos portátiles usando el sistema wifi que la organización ofrecía en la sala, pues el alud de conexiones lo había dejado fuera de servicio y no podían ni continuar las proyecciones que desde las mesas se efectuaban durante las ponencias. En realidad, según los propios organizadores, en ése momento había un centenar de portátiles conectados sobre 300 asistentes teóricos; pura imprevisión, pues. El segundo día no hubo problemas con el wifi, pues como queda dicho "la noche de Huesca" dejó durmiendo a la mayoría de los asistentes que usaban portátil.

El congreso en sí se organizó en un desfile de ponentes -los clásicos "expertos" en este tipo de eventos-, que con mayor o menor fortuna intentaban vender al público asistente su parcela en este invento del periodismo digital. En algunos casos la cosa fue bastante descarada, como en la mesa en la que representantes de las principales cadenas de televisión españolas intentaron convencernos de que todas ellas apostaban por desarrollar la televisión en Internet, cuando en realidad quedó bastante claro que su interés en la Red es usarla como mero escaparate de sus programaciones y eventual cebo para atraer nuevos televidentes; también en la mesa titulada "nuevos medios en busca de la fórmula digital", en la que un supuestamente selecto ramillete de periodistas de vieja hornada reconvertidos a digitales explicaron la excelencia de los "sites" que han creado en Internet (probablemente como modo de complementar los ingresos que obtienen colaborando en la prensa convencional). Curiosamente, todos -empresas periodísticas y periodistas digitalizados- parecieron dominados por un exquisito pudor a la hora de referirse a la publicidad y a su presencia -fundamental- en Internet, como si la fiesta no fuera con ellos y a nadie le importara conseguir ingresos mediante esa fuente de hacer dinero. Así, prácticamente ni se habló en todo el congreso de publicidad en la Red.

Desde el punto de vista estrictamente técnico, resultó especialmente interesante comprobar cómo entre la hojarasca de los metalenguajes y jergas profesionales se van abriendo paso algunos conceptos importantes: por ejemplo, que la próxima revolución en la Red es la de los contenidos. Pronto dejaremos de pagar por acceder a tecnologías, y lo haremos por el uso de contenidos. Memoricen desde ya el nombre de una pequeña maravilla aún en fase experimental, y que jubilará a PCs, PDAs y la mayoría de funciones que realizan los actuales teléfonos móviles: "concentrador de contenidos". El futuro es de éste chisme, que por un precio simbólico y de aquí a muy pocos años manejaremos todos, y mediante el cual podremos ver cuando nos apetezca la programación íntegra de nuestra cadena de televisión favorita, leer todos los libros publicados por la editorial que escojamos, reproducir todos los discos grabados por el sello musical de moda, y un sinfín de posibilidades por el estilo, algunas simplemente inimaginables hoy. En tres o cuatro años le tendremos entre nosotros.

(Continuará)

domingo, 30 de marzo de 2008

¿Existe el periodismo digital?


Durante la presente semana, un servidor disfrutó de sus vacaciones de Semana Santa (ya saben, ese breve lapso de tiempo que nuestras empresas nos conceden en primavera para poner en orden nuestros asuntos espirituales y que nosotros solemos aprovechar para aumentar el desorden en nuestros asuntos materiales, especialmente en lo que hace referencia al saldo menguante de la tarjeta de crédito).

El caso es que una parte de estos días de descanso los invertí en asistir al IX Congreso de Periodismo Digital, celebrado en Huesca. ¿Qué es el periodismo digital? se preguntará alguno de ustedes que sea de natural curiosón. Pues la verdad es que no sabría que contestarle, sigo sin tener ni idea de qué cosa es eso del periodismo digital, y lo que es peor, después de asistir a algunas exposiciones magistrales sobre este asunto a cargo de especialistas de reconocido e internacional prestigio, crece en mí la sospecha de que ellos tampoco tienen ni idea de qué diablos es eso del periodismo digital, y de si en realidad existe una cosa que se llame así.

Yo la verdad, después de Huesca ya empiezo a dudar de que exista el periodismo a secas. Bueno, les contaré con detalle sobre el congreso y sus circunstancias y también sobre alguna curiosísima amistad que este servidor de ustedes hizo en el evento, entre bocado de ternasco y trago de tinto del Somontano.

Bien hallados todos, que ya les echaba de menos, aunque sean ustedes un público lector de los más reacios a dejar comentarios. Será que son tímidos. Pero no se preocupen por eso, se les quiere igual.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Marcelino Pan y Casino


El anuncio de que existe un proyecto para levantar un megacomplejo dedicado al juego y al ocio en la comarca aragonesa de Los Monegros, no sólo ha dejado estupefactos a lugareños y forasteros sino que amenaza con convertirse en una de las polémicas de moda en toda España.

No es para menos, pues los detalles del proyecto parecen arrancados directamente del guión de "Bienvenido, mister Marshall". Al parecer, y según se ha anunciado desde los aledaños del gobierno regional que preside el socialista Marcelino Iglesias (en coalición con la derecha regionalista, el PAR), un grupo internacional formado básicamente por "emprendedores" británicos estaría dispuesto a invertir en el sur de la provincia de Huesca 17.000 millones de euros a lo largo de los próximos 10 años, a fin de levantar allí 32 hoteles-casino, 5 parques temáticos, un hipódromo y una plaza de toros entre otras iniciativas semejantes, que se ubicarían en una superficie total en esta fase de 10.000 hectáreas.

No hay que ser muy espabilado para deducir que si esto se lleva adelante no tardarán en haber otras fases sucesivas, en las que florecerán alrededor urbanizaciones formadas por decenas o centenares de miles de viviendas de lujo, con sus jardines privados, sus campos de golf y el resto del acompañamiento que revaloriza estas operaciones especulativas. El negocio sería redondo, porque el metro cuadrado de terreno en Los Monegros debe ser ahora de los más baratos en España. Las plusvalías resultantes serían gigantescas.

Lo primero que cabe preguntarse es quiénes son realmente los "emprendedores" que crearán y explotarán el invento, caso de que cuaje, y de dónde saldrá ese diluvio de dinero que dicen invertirán. Ya sabemos que en todas partes detrás del juego están las mafias y el blanqueo de dinero. Sería rarísimo pues que tras una megaoperación como ésta, que sus mismos promotores dicen dejará en mantillas a Las Vegas, no hubiera dinero sucio a espuertas.

Y es que 17.000 millones de euros no caen del cielo por ensalmo.

Luego hay que evaluar el disparate que supone arrasar una comarca entera y terminar para siempre con un modo de vida que, mejor o peor, ha llegado hasta hoy. Porque no les quepa duda de que si esa bestialidad se lleva a cabo, de Los Monegros no quedará ni el recuerdo; es imposible que un ecosistema frágil y ya bastante machacado sobreviva a un desembarco así. Claro que como Los Monegros es una comarca "desértica", como se hartan de explicar medios de comunicación, políticos profesionales y otros gurús sociales, pues a saco con ella; total el "desierto" está para eso, para montar casinos cuando no hay petróleo.

El que Los Monegros constituya un ecosistema único en Europa carece pues de importancia. Y el que vivan allí -todavía- algunas decenas de miles de personas -0'7 por km, se nos informa-, aún tiene menos. Al cabo ya nos anuncian de entrada la creación de 30.000 empleos, y esa es la golosina que debería fulminar todas las resistencias.

La verdad es que no sé si los 30.000 puestos de trabajo son sólo para el levantamiento de esa fantasmagoría a lo Sodoma y Gomorra del siglo XXI, o incluyen también los múltiples empleos que luego serán necesarios para que todo funcione y a los que probablemente puedan optar los monegrinos de modo preferente; ocupaciones tan atractivas como aparcacoches, prostituta, "segurata" o señora de la limpieza, por poner sólo unos puestos básicos en ese tipo de negocios. En todo caso, esos ya famosos 30.000 empleos no son más que la calderilla de la operación.

Con todo, lo grandioso del asunto es que según cuenta la prensa estos días, el señor Marcelino Iglesias y su gobierno "ven con buenos ojos" (sic) este super-mega-hiper pelotazo. Quién lo hubiera dicho del compañero Marcelino, en cuyas manos tantas esperanzas de renovación socialista aragonesa se pusieron en su día. Luego ya nos empezó a sorprender con su enfoque patriotero a lo Jordi Pujol del tema del agua; pero con esto de ahora nos deja de piedra, como cabezo monegrino, al verlo apostar todo su capital político en la ruleta de los "inversores internacionales" que amparan el descomunal pelotazo.

Habrá que volver sobre este asunto, para ver cómo evoluciona. De momento, crucemos los dedos y a esperar que como en "Bienvenido, Míster Marshall" los americanos, una vez más, pasen de largo.