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sábado, 24 de diciembre de 2011

La verdadera Noche de Paz en todo el mundo



Noche de paz, noticiario de las Siete en Punto

Impresionante (y descarnada) revisión del villancico "Silent Night" (Noche de paz), grabada por Simon& Garfunkel en 1966 y mezclada con el audio y las imágenes de un Noticiario de las Siete en Punto emitido el 3 de agosto de ese año. 

viernes, 19 de agosto de 2011

El verdadero rostro de Benedicto XVI


Ahí le tienen, una vez más. Este es el verdadero rostro de Joseph Ratzinger, alias Benedicto XVI, llamado Papa por sus seguidores vaticanistas. El rostro de un joven militante de las Juventudes Hitlerianas, orgulloso de su uniforme y de sus insignias. El de un soldado que luchó en el Ejército nazi y que a la hora del derrumbe militar desertó de su unidad, llevándose el fusil por si acaso lo necesitaba por el camino.

Mientras Ratzinger servía militarmente a Adolf Hitler y a su satánico Régimen, jóvenes cristianos bávaros como él, los miembros de La Rosa Blanca, morían defendiendo la libertad y llamando al derrocamiento del nazismo. La memoria de los hermanos católicos Sophie y Hans Scholl y de sus compañeros, torturados, encarcelados y asesinados por resistir al nazismo, debería perseguir a Ratzinger hasta la tumba. 

Sí se podía decir NO al Régimen nazi: los hermanos Scholl y otros héroes lo hicieron.  ¿Por qué no lo hizo quien dice ser un hombre de Dios?.

lunes, 19 de abril de 2010

A la pureza por la castración, o viceversa


Dice "Le Monde" hoy que un empleado municipal de la "commune" deSaint-Josse, una de las que componen Bruselas, "ha castrado cinco estatuas de la Academia local de Bellas Artes por creer que eran indecentes". El tipo dijo que con su acción pretendía "proteger a los niños de una escuela cercana, para evitarles que quedaran negativamente impactados al pasar por delante de las estatuas".

La verdad es que locuras como esta ni son nuevas ni son infrecuentes. Sabemos que un Papa renacentista hizo pintar estratégicos ropajes sobre las partes pudendas de las figuras lanzadas por Miguel Ángel a los techos de la Capilla Sixtina; otros les pusieron hojas de parra a las estatuas romanas o a sus copias en Italia y en otros países durante los siglos siguientes; y en fin, hace dos o tres años un imbécil que ejercía como Fiscal General del Estado de George Bush hizo cubrir la teta desnuda que enseñaba una alegoría en mármol de la Justicia en las escalinatas de la sede del más alto tribunal de los EEUU. Así que la cosa tiene antecedentes, como digo.

Lo novedoso del caso es que el energúmeno belga se entregó a la destrucción con el ánimo de "proteger" a unos niños que francamente, no parecen haber quedado nada traumatizados por la visión continuada de lo que el celoso empleado quiso evitarles seguir viendo. En realidad es muy posible que los niños, al contrario que el tarado castrador, ni siquiera hubieran reparado en el asunto, y que en todo caso se lo tomen con una naturalidad que el tipo en cuestión nunca ha conocido. Porque el corolario de esta historia, su enseñanza honda, es que los elementos verdaderamente peligrosos en estos temas son quienes pretenden que sus propias obsesiones son las que dominan a los demás.

En definitiva, cualquier psiquiatra diría que a quien estaba castrando el empleado belga no era a las estatuas, sino a sí mismo. ¡Qué lección para Rouco Varela y secuaces!.

En la imagen, el Juicio Final, de Miguel Ángel, en la Capilla Sixtina. Obsérvense los taparrabos pintados por Volterra sobre los cuerpos originales, que se han mantenido tras la reciente restauración de los frescos.

lunes, 5 de abril de 2010

Últimas Semanas Santas de la Iglesia Católica



Dice José María Izquierdo en su blog que muchos andan hoy agotados tras esta Semana Santa, luego de haber intentado inútilmente "evitar quedar sepultados en calles y avenidas de cada ciudad, de cada pueblo de España por procesiones de todo tipo y condición, matutinas, vespertinas, nocturnas, con cánticos, silenciosas, con cristos, con vírgenes, etcétera, etcétera". El espectáculo de la piedad teatralizada al por mayor, en suma, que de un tiempo a esta parte han vuelto a retransmitirnos televisiones y radios como si aún estuviéramos en lo más recio del franquismo. De hecho las teles públicas han repuesto un año más Ben Hur y Barrabás (aunque no La Túnica Sagrada, quizá porque los programadores conocen el tirón que entre el mundillo gay tenían los muslazos de Paul Newman joven, y no querían darles a esos sindiós una nueva ocasión de pecar).

Dice Izquierdo que este año además, el Maligno le ha acabado de agobiar con el encargo de participar en la "vastísima campaña mundial" contra el autodenominado Santo Padre (y sin embargo, presuntamente virgen) "y su infinita bondad". Ya ven, la Iglesia perseguida otra vez, como en los tiempos de Constantino el Grande o Felipe González, por poner dos ejemplos de emperadores terrenales que negaron a la Santa Madre (y sin embargo, inmarcesible ramera) el más menudo óbolo para su substento. Alabado sea el Señor.

El señor Joseph Ratzinger, Herr Papen ya saben, ése señor que antaño fue miembro de organizaciones nazis y hogaño resultara proclamado por sus pares delegado plenipotenciario de Dios en el mundo (digamos que el hombre simplemente cambió de Führer. O no), está dolido estos días porque su Iglesia anda arrastrada por las portadas de los medios de comunicación. Lo curioso del caso es que a una organización que tiene en su haber criminal cositas como la Santa Inquisición, la Cruzada de Franco o su estrecha colaboración financiera con la Mafia, esté yéndose al diablo por cuestiones de bragueta. Pobre Ratzinger, clamando chulerías de nazi sin arrepentir sobre las ruinas de la Babilonia romana, mientras la actitud de la gente ante sus pecados se divide entre la creciente indignación y la cada vez mayor indiferencia.

Porque entendámonos, lo que está haciendo del siglo XXI el último que seguramente conocerá la Iglesia Católica, es precisamente el que haya devenido de uso masivo la más poderosa arma inventada contra esa clase de instituciones opresoras: la indiferencia popular ante su propia existencia. Sin ir más lejos, así le llegó el fin al servicio militar en España, ¿recuerdan?: no es que la mayoría de los jóvenes se hicieran antimilitaristas, es que no le encontraban sentido ni siquiera como objeto de su odio, "pasaban" totalmente de él y del ejército.

La indiferencia popular que no cesa de aumentar es a la larga la verdadera condena a muerte para la Iglesia Católica, mucho más eficaz que el desprestigio y las condenas incluso judiciales que pueda sumar en estos momentos.

En la fotografía que encabeza el post, Karol Wojtyla, alias Juan Pablo II, saluda efusivo y sonriente al reputado asesino general Augusto Pinochet, durante su visita a Chile en 1987.

jueves, 24 de septiembre de 2009

El trabajo es cosa de pobres


En España no se admira a los pillos y a los golfos: se les envidia, y en la medida de lo posible, se les imita. Decía alguien que éste es el único pais del mundo mundial en el que un tipo entra en un bar lleno de desconocidos, se pone a explicar cómo está defraudando a Hacienda, y en vez de que alguno de los presentes llame a la policía para que se lo lleven al trullo, le aplauden en coro y le invitan a una copa.

Otrosí, recordemos una vez más que este es asimismo el único país del mundo mundial en el que campaña fiscal tras campaña fiscal, el promedio de ingresos anuales declarado por los empresarios es inferior al que declaran los trabajadores a sueldo. Y les llaman “emprendedores” a esos bandidos…

Que en España haya una cierta predisposición a robar al “Estao” -es decir, a la comunidad-, es larga tradición que remonta al Siglo de Oro, como dice hoy Manolo Saco en su blog, y probablemente más allá. Por los tiempos en que la Reforma protestante sembraba la ética del capitalismo europeo (véase Max Weber), en España las clases dominantes luchaban por hacer pervivir el régimen feudal, eficazmente auxiliados por la ultramontana Contrarreforma católica. El trabajo en Holanda o Suecia fue desde entonces una práctica virtuosa bendecida por la divinidad, mientras que en España por contra se le ha considerado históricamente un deshonor y un castigo de Dios. Para nuestras clases dominantes trabajar era -y es- una actividad exclusiva de las “clases bajas”, al igual que pagar impuestos; actividades ambas de las que debían abstenerse para conservar su ascendiente social. Finalmente aceptaron el capitalismo, pero en una versión que incorpora esos valores de la España Eterna. El golferío entre ellos es pues inevitable, y cuenta con la comprensión cuando no la colaboración activa de quienes se supone deberían reprimirlo, desde la Inspección de Hacienda a los tribunales de ¿justicia?.

Véase a modo de ejemplo la sentencia que finalmente ha recaído sobre un dirigente mallorquín del Partido Popular, el ex teniente de alcalde del Ayuntamiento de Palma, homosexual homófobo, putero menorero, cocainómano, Legionario de Cristo Rey y mandamás del Foro de la Familia Cristiana mallorquín: el señor Rodrigo de Santos. A pesar de la estafa al erario público demostrada en juicio y a pesar de sus probadas relaciones sexuales pagadas, nada santas ni familiares, el caballero ha recibido la irrisoria condena de dos años de prisión, al tenerse en cuenta que el pobrecillo actuaba presuntamente dominado por una adicción irresistible a la cocaína. Dado que el caballero no tiene antecedentes penales ni siquiera deberá ingresar en prisión, así que seguramente pronto le veremos de nuevo encabezando manifestaciones a favor de la Familia Cristiana y dando nuevas alegrías a sus amiguitos de los puticlubs palmesanos. Y que trabaje y cotice Rita.

Señores, en España hay vía libre para los golfos de derechas.

En la imagen que ilustra el post, el cuadro de Sánchez Coello "Felipe II en el banquete de los monarcas", de 1596.

lunes, 12 de enero de 2009

Si Dios existe, todo está permitido


Hoy deberían comenzar a circular por Barcelona dos autobuses municipales con la siguiente leyenda publicitaria adosada a ellos: "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida".

La iniciativa de estos mensajes publicitarios ha partido de una organización de ateos catalanes, que ha contratado por un mes este sistema de difusión de un mensaje de tipo filosófico allá donde estamos acostumbrados a recibir exclusivamente impactos publicitarios. Ya antes de llevarse a cabo ha comenzado a recibir cargas frontales de los sectores más reaccionarios y oscurantistas de la sociedad catalana. En curiosa alianza, el Opus Dei, por boca del que al parecer se ha erigido en su hombre en Catalunya, el diputado del PP Jorge Fernández Díaz, y E-Cristians, un grupo de carácter clérico-fascista-pancatalanista encabezado por el ex diputado de CDC Josep Miró i Ardèvol, han coincidido en sus ataques desaforados a una acción que, simplemente, expresa en voz alta una opinión distinta a la suya. Tanto el portavoz del Opus como el de E-Cristians reclaman respeto para las creencias de los ciudadanos catalanes, identificando de modo abusivo sus propias creencias con las del conjunto de la sociedad, sin tener en cuenta que en el país también hay ciudadanos de otras confesiones religiosas distintas al cristianismo e incluso otros más a los que todas las religiones juntas nos importan un pimiento. En suma, esta pareja de fanáticos intolerantes se muestran incapaces de respetar la diferencia ajena, y sin embargo exigen respeto para la propia. Un puro ejercicio de cinismo inquisitorial.

Paralelamente, este domingo El País da cuenta de una reciente entrevista hecha por La Repubblica a Giulio Andreotti con ocasión del 90 cumpleaños del viejo político italiano. Andreotti, a quien hace muchos años en su propio partido de siempre, la Democracia Cristiana (DC), pusieron el mote de Belcebú, dice cosas como "Tengo secretos de Estado, pero me los llevaré conmigo al paraíso". Entre esos secretos se cuentan sin ir más lejos, los asesinatos de Aldo Moro, el democristiano que intentó el "compromiso histórico" con los comunistas, secuestrado y muerto por Brigate Rosse en una conspiración dirigida por la CIA, la DC y los servicios secretos italianos, y de Michele Sindona, el "banquero de Dios", ahorcado en el puente de los Frailes Negros de Londres tras la quiebra del banco Ambrosiano, pantalla del Instituto de Obras Religiosas (IOR) , la institución vaticana que maneja los donativos que recibe la Iglesia. Y desde luego, la relación de Andreotti con la Mafia, de la que desde hace tiempo se le acusa de ser el verdadero Padrino de Padrinos, tal como demostraría su célebre beso con Totó Riina, jefe operativo de la mafia sicialiana hasta su detención en 1993, parece fuera de dudas tras las confesiones de varios arrepentidos de relevancia.

El periodista italiano, Goffredo de Marchis, le pregunta a Andreotti: "¿Así que Belcebú acabará en el paraíso?", a lo que Andreotti contesta "Pienso realmente que sí. Pero por la bondad de Dios, no porque me lo merezca yo". Una respuesta que da la medida de la soberbia sin límites de este individuo carente de escrúpulos; Dios está de su parte, viene a decir, y cualquier acto suyo por horrible que pueda parecer lo ha ejecutado en su divino servicio y por tanto, será disculpado por el Altísimo.

Esta es la clase de gente que reclama "respeto" para sus creencias que dicen religiosas. La verdad es que si yo fuera Dios, intentaría desmarcarme de ellos públicamente y del modo más radical. Y sin embargo ahí lo tienen, calladito. Me extraña su silencio, ¿y a usted?.

En la foto, el cadáver de Aldo Moro.

lunes, 14 de julio de 2008

Lourdes y el milagro de la multiplicación de los euros


Parece que al cura responsable de Lourdes le han pillado con el carrito del helado. En cristiano y en corto, que el señor rector de Lourdes "obra milagros con su salario", según titulaba ayer El País. Y además, milagros no santos.

Y es que la carne es débil y la mies a recoger gracias a la credulidad de los fieles, mucha. Más de 400.000 euros habría desviado a su cuenta particular Raymond Zambelli, rector del santuario de Lourdes. El hombre ya tiene 65 años, asi que uno no acaba de entender para qué quería tanto dinero a esa edad. Sólo se me ocurre que o bien la crisis económica española ya ha llegado a la Iglesia católica universal -el óbolo de los cristianos no es lo que era, desde luego-, o bien el curita es un tipo caritativo a más no poder y se planteaba una jubilación de lujo en compañía de algunas muchachas brasileñas a las cuales redimir vía talonario de cheques.

Lourdes recibe seis millones de visitantes anuales, atraídos por la promesa de una milagrería que solucione sus enfermedades. En fin. resulta simplemente indecente e inmoral que sobre el dolor humano se levante una cosa así, un gigantesco negocio que genera millones de euros anuales; no es extraño pues que el cura Zambelli haya querido ser partícipe directo, harto probablemente de ver pasar tanto dinero con destino a las arcas vaticanas justo por delante de sus narices.

El asunto ha salido a la luz a través del semanario Le Canard Enchaîné a pesar de los esfuerzos de las autoridades francesas por taparlo. Todo a menos de dos meses de la visita de Benedicto XVI al santuario, que supuestamente compite en la sanación de los enfermos con los sistemas de salud convencionales. Según El País, la ministra francesa de Justicia -que para mayor inri es musulmana-, ha dado una consigna clara al fiscal competente: "no hacer olas en la piscina milagrosa". Probablemente a Zambelli le retirarán de la circulación (¡buena es la Iglesia católica como para que le roben sus propios sicarios!), y no se volverá a hablar de los 427.000 euros afanados por el cura de Lourdes. Y aquí paz y después gloria, nunca mejor dicho.

Sorprende a primera vista que todo esto esté ocurriendo en la "laica" Francia, aunque desde la llegada al poder de Sarkozy -y con él, del pensamiento neocon más reaccionario-, la vida político-social francesa comience a parecerse demasiado a, por ejemplo, la italiana, completamente mediatizada por los intereses de la secta vaticana.

No quiero ni imaginar, de todos modos, qué habría ocurrido de darse el caso en España. Probablemente los desmentidos procederían directamente de Moncloa, y algún periodista habría ido derechito al Infierno por poner en tela de juicio la honradez de un servidor de Cristo.

Por cierto ¿alguno de ustedes sabe en qué monasterio está recluido de por vida el ecónomo de Valladolid, aquél cura que manejaba las inversiones del obispado castellano en Gescartera? Tengo sospechas sobre eso y hasta alguna "certeza moral" que me hubiera gustado contrastar con el recientemente fallecido cardenal Marcinkus. Lástima que se haya llevado sus secretos a la tumba. Marcinkus, digo; el econónomo, sólo Dios sabe.

jueves, 8 de mayo de 2008

La Reina de Saba en Internet: ciencia e inconsciencia

En todos los medios y singularmente en Internet, acaba de saltar la noticia de que un equipo de arqueólogos alemanes han encontrado en Etiopía nada menos que el palacio de la llamada Reina de Saba.

Para quienes somos apasionados de la arqueología -un servidor se leyó "Dioses, tumbas y sabios, el famoso mamotreto de C.W. Ceram, cuando tenía 12 años-, éste sería el hallazgo del siglo sino fuera porque los aficionados a esta ciencia somos gente escéptica por principio, especialmente cuando en un "descubrimiento" concurren tantas circunstancias sospechosamente mediáticas. Los arqueólogos alemanes son gente seria pero no inmunes a los oropeles de la sociedad de la opulencia mediática, y a cualquiera se le va la cabeza en estos casos.

Los susodichos arqueólogos alemanes, de la universidad de Hamburgo para más señas, andaban excavando en Axum, localidad de cierto nombre turístico en Etiopía junto con Gondar y Lalibela, cuando se dieron de narices nada menos que con la residencia de la amante del rey Salomón, al decir de la Biblia y de otras tradiciones de Oriente Próximo y Africa Oriental. El palacio dataría del siglo X antes de nuestra era. Bueno, ya es casualidad aunque podría ser; en todo caso, habrá que esperar a que los restos se daten de manera científica y no mediática. Lo más sospechoso es, empero, que inmediatamente se afirme que en ese palacio "pudo estar custodiada" durante un tiempo la llamada Arca de la Alianza, en la que supuestamente se guardaban las tablas con los Diez Mandamientos que Moisés recibió de Dios en el monte Sinaí.

O sea que ahí comienza a mezclarse la Historia y la ficción, pues desde el punto de vista estrictamente histórico no hay el más mínimo indicio racional de que ningún dios entregara código alguno escrito a un Moisés que probablemente jamás existió. De hecho, cualquier estudioso de la Biblia sabe que hubo varios "Moisés" que redactaron diferentes libros en diferentes épocas de los que juntos componen el Antiguo Testamento, y que seguramente ninguno de ellos vio jamás una zarza ardiendo o cosa semejante en el Sinaí, ni condujo al pueblo judío por el desierto durante tantos años que habría sido expulsado de cualquier empresa de turismo en la que hubiera estado empleado como guía. Pero la religión es así, y cualquiera tiene derecho a creer lo que le dé la gana incluso contra toda evidencia racional y científica. Creer en lo que sea especialmente si no tiene ni pies ni cabeza, es un derecho que forma parte del ámbito privado personal e intrasferible; cosa distinta es que se pretenda convertir en verdad científica de aceptación general lo que simplemente es una superchería de carácter religioso.

Para rematar la jugada, los arqueólogos alemanes descubridores dicen que sobre este palacio se levantó "un palacio cristiano" obra de Menelik I, que sería nada menos que hijo de Salomón y de la Reina de Saba; realmente, un príncipe cristiano que viviera mil años antes de Cristo sí que sería todo un hallazgo. En ese palacio habría habido un altar sobre el que "probablemente" reposó el Arca de la Alianza (¿cómo obtuvieron esa información?). En resumen, se trata de una acrítica asunción de los mitos fundacionales del reino etíope, cuya legitimidad quisieron entroncar sus reyes con la sangre de Salomón al modo -y seguramente con el mismo fundamento- con el que se dice que los reyes de Francia descienden de Jesucristo en persona.

Uno pensaba que las películas de Indiana Jones habían hecho mucho daño al público en general, convirtiendo la arqueología en materia de videojuego fantástico. Lo que no nunca habría llegado a sospechar es que todo un equipo de arqueólogos de la Universidad de Hamburgo hubiera sucumbido a sus encantos.