En Berga, población catalana de la provincia de Barcelona, el Ayuntamiento (CiU) ha decidido retirar el retrato del rey de España del Salón de Plenos. La decisión se tomó con los votos favorables de los grupos municipales de CiU, ERC y el grupo independentista CUP, la abstención del PSC y el voto en contra del PP.
Francamente, resulta curioso que un partido tan de "ley y orden" como CiU tome una iniciativa así; empero, no seré yo quien lamente un gesto supuestamente antimonárquico. En todo caso, me queda la duda de si el retrato se ha retirado por representar al monarca o al Jefe del Estado. Si ha sido por lo primero, vaya mi aplauso para la iniciativa. Si ha sido por lo segundo, como me temo, me parece simplemente una iniciativa retórica y huera, a menos que inmediatamente el consistorio en pleno hubiera proclamado la independencia de Catalunya y su ingreso en la ONU, la OTAN y la UEFA, cosa que un partido como CiU no hará jamás ni aunque les pongan una pistola en el pecho a sus dirigentes.
Lo que me hace más sospechoso el gesto es que cuando los entusiastas e ingenuos chicos de la CUP presentaron al parecer otra moción pidiendo la retirada del crucifijo del mismo salón, les dejaron solos: ningún grupo se sumó a la propuesta. Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho.
¿A qué se juega aquí?. Porque puestos a retirar símbolos opresivos seguramente habría que empezar por el principio, que es retirar el crucifijo, icono de la alienación ideológica por excelencia. Pero claro, los símbolos cristianos en instituciones públicas no se tocan, que se pierden votos, y más cuando se es un partido tan netamente de derechas como CiU o se tiene un electorado tan conservador como ERC. Así que, una vez más, en Berga como en tantos otros sitios se ha ido a lo fácil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario