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lunes, 3 de mayo de 2010

Zineb El Rhazoui, periodista marroquí


Zineb El Rhazoui es una periodista veinteañera, muy activa en campañas en defensa de la libertad sexual, los derechos de las mujeres y la denuncia de la represión política en su país. Además, en su sitio en Facebook se proclama anarquista y atea. Ocurre que Zineb es marroquí y no, no vive en Francia o España sino en su Marruecos natal.

Cuando descubrí las cosas que escribe o de las que se hace eco esta chica, me quedé boquiabierto. No tanto porque se publiquen abiertamente en las redes sociales, sino porque los servicios represivos de su Majestad el Comendador de los Creyentes lo permitan. Ya saben que en Marruecos no cae una hoja de un árbol sin el previo conocimiento y autorización del monarca alauita, así que uno piensa que de algún modo a Zineb y sus voluntariosos amigos y amigas marroquíes les están dejando hacer hasta el día que el pulgar del hijo de Hassan II señale hacia el suelo. Me barrunto pues que en el futuro habrá que organizar alguna campaña en solidaridad con esta chica y sus camaradas.

De momento el mejor apoyo que se le puede brindar es leerla y dejarle mensajes de ánimo. La presencia de extranjeros en los sitios que mantienen en Internet periodistas como Zineb es la mejor garantía de la continuidad de su trabajo y para su propia seguridad personal. Así que desde aquí les exhorto a seguirla en sus escritos y a prestarle su cariño, y si llegara el caso todo el apoyo posible; uno, que como ya sabrán es pesimista gramsciano, piensa que Zineb terminará necesitándolo en un futuro no muy lejano.

En la fotografía y de izquierda a derecha, Zineb, una compañera y una fotógrafa de "Le Monde" manifestándose en Casablanca.

miércoles, 31 de diciembre de 2008

El zapato volador, la imagen del año


Si algo se le pueda reprochar a Muntadar al Zaidi, el periodista de la televisión iraquí que tiró sus zapatos contra George W. Bush durante la conferencia de prensa que éste dio cuando finalizaba su último viaje a Irak, es que no hubiera ensayado más el lanzamiento y no lograra impactar en el blanco. Eso sí, queda claro que el hombre puso toda su alma en la acción, tal como demuestran las imágenes del suceso.

Tanto Bush como Al Maliki, su sicario irakí, fingieron no verse afectados por lo que calificaron como un incidente menor. Lo cierto es, sin embargo, que Al Zaidi fue inmediatamente detenido, golpeado en la misma sala y luego torturado de modo tan salvaje, que según su hermano sufre rotura de un brazo y hemorragias internas. Oficialmente no hay cargos contra él, por lo que su detención tiene todas las características de un secuestro al más puro "estilo Guantánamo". Cabe subrayar que golpear a alguien con un zapato es una de las mayores ofensas que puede hacer un árabe a otro hombre, pues en su mentalidad el calzado suele usarse para pegar a las mujeres. Al Zaidi además, le gritó "perro" a Bush mientras le tiraba sus zapatos.

El gesto de Al Zaidi ha despertado enorme simpatía no sólo en Irak y los países árabes en general, sino también en todo el mundo incluida Europa y los propios EEUU. El fabricante de los zapatos del periodista irakí, un empresario turco, está recibiendo estos días miles de pedidos de unidades semejantes, y algunas personalidades árabes han hecho ofertas millonarias por hacerse con el par original.

En cuanto a otra clase de reacciones, sólo la Federación Internacional de Periodistas (FIP) se ha manifestado claramente en apoyo de su colega, cuya acción dicen refleja el "profundo odio ante el trato que recibien los civiles iraquíes durante la ocupación en los últimos cuatro años en los que los periodistas han sido sus mayores víctimas" (Diario Directo, 16/12/2008). En el mismo comunicado, la FIP dice que "este periodista estaba expresando su profundo punto de vista y no podemos condenar sus acciones, pero después de años de intimidación, maltrato y asesinatos no resueltos en manos de los soldados estadounidenses no sorprende que haya odio y resentimiento entre los periodistas", y denuncia que "no es una coincidencia que la protesta de Al Zaidi ocurra sólo unos días después de que el Ejército norteamericano rechazara poner en libertad a un periodista detenido a pesar de que un tribunal iraquí había ordenado su liberación". La FIP recuerda que ya "advirtió del peligro de maltrato que sufren los periodistas detenidos en Irak, y acusó al Ejército estadounidense de ostentar el récord de malos tratos a reporteros que están bajo su custodia", informando finalmente de que 284 periodistas han muerto en Irak desde que comenzó la invasión norteamericana.

Sorprende -o no, según se mire- el silencio atronador sobre este caso de organizaciones como Reporteros Sin Fronteras (RSF) o Amnistía Internacional (AI), tan celosos de la defensa de los derechos humanos en general y de la libertad de los periodistas en particular cuando de otros regímenes se trata. En la página principal de la web de RSF ni se menciona la detención ilegal de Al Zaidi, y sólo en el interior de la sección "Comunicados sobre Oriente Medio" hay una breve nota en el apartado "Irak" en la que se pide "clemencia" para el periodista irakí. En la web de AI ni siquiera se menciona el asunto.

Y sin embargo, la vida de Muntadar al Zaidi está claramente en peligro por ese gesto que se ha convertido en la imagen de 2008. Su acción, en todo caso, no habrá sido en vano, ya que ha servido para expresar gráficamente y con toda contundencia el rechazo universal a la política imperial desarrollada por ese pedazo de bestia descerebrado cuyo fin de reinado celebramos hoy, 31 de diciembre de 2008.

miércoles, 9 de abril de 2008

Quinto aniversario del asesinato de José Couso

Ayer se cumplió el quinto aniversario del asesinato del cámara de televisión español José Couso a manos de tropas de los EEUU. En un sencillo acto de conmemoración, se descubrió una placa a la entrada del edificio de Madrid en el que Couso vivió la mayor parte de su vida, y en el que siguen habitando su viuda y sus dos hijos, de 8 y 11 años.

A Couso le asesinaron a sangre fría cuando se hallaba en el interior de la habitación que el equipo de Telecinco ocupaba en el hotel Palestina, en Bagdad. En ése hotel se concentraba la prensa extranjera en la capital irakí, tanto en las semanas previas a la invasión norteamericana del país como en los primeros momentos de la toma de Bagdad. Era por tanto de sobras conocido por todas las partes en lucha que el hotel Palestina no era un "objetivo militar", y de hecho gozaba de una especie de estatus tácito de neutralidad, tal como ocurre siempre con los hoteles que ocupan los medios de prensa en conflictos armados.

Lo que convierte la muerte de Couso en un crimen de guerra es que ésta se llevó a cabo de una manera fría y calculada; en ningún caso se trató de un tiroteo en el que unas balas perdidas alcanzara al cámara español y al periodista ucraniano que también falleció en esa acción. Una unidad de tanques del ejército de EEUU recibió expresamente la orden de abrir fuego contra la fachada del hotel Palestina, y el cañonazo segó dos vidas de personas no participantes en el conflicto armado.

¿Por qué dispararon los soldados yanquis contra el hotel Palestina? La razón es sencilla: una vez tomada la ciudad, no querían testigos de las operaciones de control y "limpieza". La muerte de Couso y del ucraniano fue una invitación a la prensa no controlada para que saliera de Irak lo antes posible; de hecho, muchos periodistas abandonaron Bagdad inmediatamente. Las fuerzas de ocupación norteamericanas no querían fisgones sueltos, informando por su cuenta sobre la ocupación y sus consecuencias (en cambio permitieron que durante la campaña de invasión, periodistas de medios afines -como el español El Mundo- viajaran "empotrados" en las unidades militares norteamericanas).

Se conoce perfectamente la cadena de mando completa a través de la cual se decidió, ordenó y ejecutó el ataque; los nombres de los oficiales que participaron en ese crimen se hallan en la querella presentada por la familia Couso. Pero la Justicia española no ha hecho más que interferir y retrasar procedimientos, hasta conseguir la paralización del caso. Obvio, por otra parte, que EEUU se niega siquiera a que sus militares declaren en una causa incoada en un país extranjero.

Uno cavila que tanto interés que el juez Garzón y algunos fiscales se han tomado con los militares genocidas argentinos (aunque en su país la Justicia se haya preocupado en los últimos años de darles su merecido penal), se comparece mal con el nulo que han prestado a este caso flagrante. Y es que nos es lo mismo sacar pecho y acaso conseguir el Nobel de la Paz a costa de una Junta militar desprestigiada y fuera del poder hace 25 años, que enfrentarse al Gobierno y el aparato militar del país más poderoso del planeta.

El caso Couso es una ocasión excelente para demostrar que la Justicia española además de ser honesta, lo parece. Es decir, que trata a todos por igual y no se achanta ante nadie. ¿Realmente es así?.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Robert Capa y amigos


Entre el material fotográfico recientemente descubierto en México y perteneciente a Robert Capa, su compañera Gerda Taro y David Seymour -cientos de rollos de película, más de 3.000 imágenes-, me gusta especialmente esta fotografía tomada a primeros de noviembre de 1938 durante la ofensiva del Ebro. La instantánea obviamente, no la tomó el propio Capa.

En la foto, Robert Capa sirve champagne a los corresponsales Ernest Hemingway, de pie a la izquierda, Vincent Sheean, y Herbert Matthews, con un vaso en la mano, y al coronel de las brigadas internacionales Hans Kahle, a la derecha.

Se reúnen pues en esta foto un novelista excepcional -Hemingway-, el príncipe de los fotográfos de guerra -Capa- y el mejor cronista de guerra de todos los tiempos -Matthews, corresponsal del New York Times-; tres grandes amigos de la República Española, y tres hombres poseídos por la pasión de vivir.

Esa copa de champagne, quizá cava catalán, tomada al borde de un viñedo del campo de Tarragona, es un brindis por la vida y por las ideas que, setenta años más tarde, conserva toda su frescura y vigencia: una celebración epicúrea de la dicha de estar vivo y de saber que se pelea por la buena causa.

lunes, 30 de abril de 2007

Azúúúúúúcarrrr


Según el telediario de las tres de la tarde de ayer domingo, la "noticia del día" era el ingreso de Letizia Ortiz en la clínica Rúber para dar a luz su segunda hija. Hacia el lugar de tan magna "noticia" se desplazó de inmediato un rebaño de corresponsales de la prensa de todos los colores -la rosa, la amarilla y hasta la considerada "seria"-, dispuestos a chorrearnos la tarde y la noche del domingo con el almíbar de su peloteo monarcuno, como efectivamente hicieron siguiendo su costumbre en estos casos.

El feliz natalicio cesárea mediante se produjo finalmente, y el diluvio de parabienes y besamanos serviles no ha cesado desde entonces. En resumen, la familia Borbón tiene una nieta más, y los medios de comunicación españoles otro motivo para enrojecer hasta las orejas. Uno siente vergüenza ajena al oír y leer la catarata de tonterías conque nuestros medios saludan a la recién parida y a sus presuntamente augustos progenitores.

En fin, y dado que la fecundidad de la familia Borbón supera con mucho la media española, es muy de temer que los empalagosos reportajes y las multitudinarias exclusivas se sigan prolongando por bastante tiempo. Y es que cuando los niños vienen al mundo con una partida de los Presupuestos Generales del Estado bajo el brazo, el control de la natalidad resulta del todo superfluo.

Total, que si el espectáculo por el natalicio de esta cría les parece excesivo, prepárense para cuando Felipe y Letizia conciban un bebé con pilila. Que Dios nos coja confesados entonces.

viernes, 23 de marzo de 2007

COM Ràdio y la Diputación de Barcelona

Ayer participé en un programa de COM Ràdio promocionando "Todos los blancos son feos", en respuesta a la amable invitación que me hizo la gente que hace "Geografies", el programa de viajes de esta cadena catalana.

No es la primera vez que participo en programas de radio de esa casa, que aglutina a la red de emisoras locales mantenida por la Diputación de Barcelona. Confieso cierta debilidad por esta cadena, con cuyo proyecto ideológico y profesional me he identificado siempre plenamente.

En sus orígenes, COM Ràdio nació como una alternativa informativa y de entretenimiento catalana y en catalán a la abrumadora presencia de Catalunya Ràdio, la cadena oficial de la Generalitat de Catalunya, en un dial radiofónico saturado de emisoras vinculadas de una u otra forma al aparato gubernamental catalán. Hasta fecha de hoy, la COM -como se la conoce popularmente- ha mantenido ese perfil gracias sobre todo al extraordinario equipo de profesionales con el que cuenta.

Frente al despliegue ideológico conservador-nacionalista que Catalunya Ràdio ha mantenido desde sus inicios, COM Ràdio representa una apuesta clara -modesta en cuanto a medios, pero ilusionante por su misma existencia- de neto origen y vocación municipalista, vinculada además a la izquierda plural; algo que en el escenario mediático catalán resulta políticamente incorrecto y casi exótico, dado que este sector lleva décadas apacentándose en el pujolismo más ortodoxo incluso tras la llegada al poder del Tripartito.

Tras años de presencia y servicio en la radiodifusión catalana COM Ràdio atraviesa en estos momentos una fuerte crisis, consecuencia del desinterés que por su futuro han mostrado sus rectores políticos una vez alcanzada la Generalitat y, a través suyo, supuestamente, el control de Catalunya Ràdio (nada más lejos de la realidad, ya que la cadena radiofónica oficial de la Generalitat continúa, impertérrita, anclada en su papel de difusora del nacionalismo conservador catalán). En ese sentido, la salida abrupta de COM Ràdio de profesionales de la trayectoria y el prestigio de Joan Barril o Silvia Cóppulo se inscribe en la grosera concepción instrumental de los medios que algunos políticos de izquierdas, al menos los que rigen la Diputación de Barcelona, comparten con sus homónimos de derechas.

Que COM Ràdio llegara a desaparecer sería un desenlace muy negativo no sólo desde el punto de vista de la variedad y calidad de la oferta radiofónica catalana; también un grave error político del que sus responsables no tardarían en tener que arrepentirse. Nadie va a conseguir modificar las "prestaciones ideológicas" de Catalunya Ràdio, en la medida en que ése medio fue concebido por completo para la función que cumple: ser altavoz del pujolismo, entendido no tanto como opción política concreta sino como verdadero universo ideológico y mental de una parte de la sociedad catalana que intenta proyectarse e imponerse sobre la totalidad.

Claro que para que el actual señor presidente de la Diputación de Barcelona y algunos de sus colaboradores entendieran estas cosas, deberían tener una sensibilidad política y también humana de las que, al menos en el caso de COM Ràdio, han dado sobradas muestras de carecer.