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miércoles, 5 de octubre de 2011

Si usted no evade dinero a Suiza es porque no quiere


Paseando por el centro de Ginebra este pasado verano, en una de las vías principales de la ciudad, a tiro de piedra del lago, me fijé en dos agencias urbanas, de la Caja de Ahorros del Mediterráneo y de Caixa Galicia respectivamente, situadas pared con pared entre ellas. Llama la atención el aspecto cutre que ofrecen ambas, más propio de sucursales bancarias de pueblo o de barrio periférico que de entidades financieras situadas en la capital mundial del dinero opaco. ¿Qué hacen esas dos oficinas ahí?. En toda la zona no hay un solo banco o caja extranjero más, aunque sí hay innumerables y gigantescos bancos suizos.

La respuesta está precisamente en esa proliferación de bancos suizos. A solo unos metros de las dos oficinillas de las cajas españolas y casi tocando el lago, un elegante edificio acoge al banco UBS (que por cierto, gasta un logotipo que recuerda enormemente al de la Ciudad del Vaticano; ¿será una simple coincidencia?). En la puerta de esta entidad bancaria, la más importante de Suiza, figuraba un cartel publicitario: "¿Puedo enviar mi dinero desde aquí a cualquier parte del mundo? Sí puede, y en muy poco tiempo". 

Al leer la publicidad de UBS se me encendió la lucecita en el cerebro y entendí de golpe el por qué de la existencia allí de sendas agencias urbanas de dos cajas españolas arrasadas por gestores sin escrúpulos. Nadie puede impedirle a uno viajar a Suiza o a donde sea con su cartilla de, pongamos, la CAM o Caixa Galicia. Una vez en Ginebra, uno se dirige a la oficina bancaria correspondiente y pide que se le entregue una determinada cantidad de dinero.Obtenida ésta se cruza la calle y se entra en UBS, donde tras abrir una cuenta-puente te transfiere de inmediato el dinero a un paraíso fiscal. Todo limpio y rápido.

Cuando caes en la cuenta de esto comienzas a no extrañarte de las cosas que se cuentan en Galicia acerca de las presuntas "liasons dangereuses" entre la entidad bancaria gallega y ciertos clientes multimillonarios bien conocidos por la Guardia Costera. O que la recientemente dimitida/cesada directora de la CAM alicantina, la caja sobre cuyos fondos cimentó Eduardo Zaplana su carrera política y sus pelotazos urbanísticos (véase Terra Mítica entre otros), se hubiera arrogado un sueldo de 21.000 euros mensuales y una indemnización vitalicia por cese de casi 400.000 euros anuales, y eso que tomó posesión en diciembre último -cuando hasta el Banco de España ya se había enterado de que la CAM estaba saqueada y en la pura ruina-, substituyendo en el puesto al anterior (ir)responsable de la caja ¡al que el presidente de la patronal alicantina ha acusado de robar fondos de esa organización!.

Como ven, las oportunidades que ha ofrecido el sistema bancario español a los "emprendedores" españoles han sido, y de algún modo siguen siendo, muchas y tentadoras.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Viva el déficit público, con perdón


La sesión del Congreso de los Diputados de ayer ha sido uno de los momentos más indecentes de la historia parlamentaria española.  El enjuague entre el actual (y moribundo) Gobierno español y el Partido Popular, viene a culminar la sucesión de disparates a la que se ha entregado el Gobierno Zapatero en su afán de demostrar a los "mercados" que es más papista que el Papa. 

Las "soluciones" ultra-neoliberales del equipo de Economía, encabezado por la inefable Elena Salgado, no solo han agravado la crisis en España en la medida en que le ha cercenado al Estado su capacidad de intervención directa en el enderezamiento de la situación económica, política suicida donde las haya en estos momentos, sino que son un escándalo en sí mismas por su pura irracionalidad. Algunos ejemplos: 

Se prohíbe al Estado invertir, precisamente cuando la famosa "iniciativa privada" (empresarios  y financieros)  prefiere esconder su dinero en paraísos fiscales o invertirlo en "economías emergentes", donde el trabajo esclavo siga multiplicando sus desmesurados beneficios.

Se niegan a cobrar impuestos a quienes ha acumulado fortunas fabulosas en los años de bonanza, haciendo recaer en exclusiva el sostenimiento financiero del Estado, y por tanto de los servicios públicos, sobre las cada vez más menguadas rentas del trabajo asalariado.

Se saquean las nóminas de funcionarios y jubilados supuestamente porque no hay otros ingresos de los que echar mano, mientras se malversan anualmente miles de millones de euros entregados a la Iglesia católica y sus organizaciones satélites. 

Se acumula una deuda de veintiséis mil millones de euros en material militar adquirido para el Ejército en la última década, juguetes absolutamente innecesarios para la "defensa" de este país tal como reconoció recientemente Constantino Méndez, número dos del Ministerio de la Guerra y otros humanitarismos: "No deberíamos haber adquirido sistemas [de armas] que no vamos a utilizar, para escenarios de confrontación que no existen y, lo que es más grave, con un dinero que no teníamos entonces ni tenemos ahora” (El País, 12-8-2011). Millones de euros se malgastan cada mes en el sostenimiento de "misiones internacionales" del Ejército español en países donde los únicos intereses que se defiende son los imperiales norteamericanos.

Se mendiga al Banco Central Europeo que adquiera deuda pública española para que no caiga en manos de especuladores  a sueldo de la Reserva Federal de los EEUU, pero al tiempo se autoriza a las Comunidades autónomas a seguir emitiendo deuda pública por su cuenta, que a falta de otros compradores es adquirida con los ahorros de todos los ciudadanos por las entidades financieras "de confianza" (Cajas de Ahorros)  de los respectivos Gobiernos autonómicos.

Se privatizan las Cajas de Ahorro en una operación que ha lanzado al Casino bursátil español los ahorros de la mayoría de los españoles asalariados y pensionistas, el último dinero real y tangible que quedaba en España, de un modo tan improvisado y chapucero que las acciones de las nuevas/viejas entidades financieras han tenido que ser compradas prácticamente en su totalidad por los propios bancos avalistas (en el caso de Bankia/Caja Madrid, por Morgan y Crèdit Suisse), con lo cual los propietarios de las Cajas de Ahorros españolas son ahora precisamente las entidades bancarias internacionales que llevan años trabajando denodadamente por arruinar el sistema económico español y europeo.

En definitiva, tenemos un Gobierno que está dejando sin trabajo que hacer a los economistas de la escuela de Chicago (en la doble acepción del término: escuela económica y modelo gansteril) que si se cumplen las previsiones, manejarán este país en breve una vez el partido de la derecha franquista española, el PP, haya retornado al poder en noviembre próximo. Y todo ello apenas a dos meses de unas elecciones en las que Zapatero ni se presenta como diputado, y tras las que la mayoría de sus colaboradores económicos deberían si tuvieran vergüenza buscarse otro país donde vivir. ¿A qué estas prisas entonces por hacer algo que de todos modos se hará en unas semanas? ¿tan insaciables son los inductores, que quieren el bocado para ya mismo?

Dicen que Trichet, el presidente del Banco Central Europeo, ha obligado a Zapatero a la "modificación constitucional" que pone fuera de la ley el déficit público, es decir la posibilidad siquiera de que el Estado pueda seguir haciendo frente a la factura de los servicios públicos sin subir los impuestos ni cobrárselos a los ricos, como condición para que el BCE siga comprando deuda pública española. Zapatero ha vuelto pues a bajarse los pantalones en vez de dimitir o pegarse un tiro, que es lo que hubiera hecho alguien realmente de izquierdas y con conciencia de sus actos.  

Mientras, el Gobierno de derechas francés aprueba un aumento del déficit público en ese país, y en la misma Francia y en Alemania decenas de multimillonarios firman cartas colectivas pidiendo que se suban los impuestos a los más ricos. Solo el Gobierno español mantiene que los ricos no tienen por qué pagar impuestos, y que la mejor manera de mantener los servicios públicos es dejarlos sin financiación. De paso, Zapatero acaba de abrasar cualquier posibilidad de que Rubalcaba gane las próximas elecciones, y hasta de regenerar el PSOE a partir de la incipiente conexión con las reivindicaciones de los grupos de perjudicados por esta hecatombe en marcha. El clima social sigue naturalmente degradándose -¿y qué otra cosa cabe esperar si el paro crece sin tasa, se destruyen los servicios públicos de modo calculado y el futuro ya casi presente es la pura ley de la selva?-, y la respuesta de los poderes públicos es la de siempre: más policía y más represión. 

Un dato que facilitaba ayer el propio ministro de Trabajo, Valeriano Gómez: en agosto miles de empresas despiden a sus trabajadores, para volver a contratarlos en septiembre. ¿Por qué? Pues porque así se libran de pagarles las vacaciones y se benefician fiscalmente luego por la recontratación.

La verdad es que cuando lleguen los de Chicago se lo van a encontrar todo hecho.

En la imagen que ilustra el post, un grupo de economistas neoliberales preparándose para una reunión con responsables económicos de un gobierno europeo.

domingo, 14 de agosto de 2011

Los principales bancos españoles maquinan para alterar el precio de las cosas



Ayer oí por dos veces a dos personas distintas explicar, una vez en televisión y otra en la radio, qué son las operaciones "a corto plazo" (sic) que acaba de prohibir por ¡15 días! el Gobierno ultracomunista que nos oprime en España, al decir de los adalides de los mercados y sus defensores mediáticos en la onda del Partido Popular.

El famoso "corto plazo" en operaciones bursátiles es simplemente, la mayor estafa financiera aunque legal que posiblemente se haya inventado nunca. Se trata de que el banco A ofrece a otra institución, llamémosle B, la venta de unas acciones a un precio determinado. El detalle está en que el banco A no tiene esas acciones que ofrece, por lo cual se las ha de comprar a la entidad C que sí las tiene, usando para ello el dinero que B le ha adelantado para la operación. ¿Qué hace A antes de cerrar la operación? pues reventar el mercado, manipulándolo, para poder adquirirle a C las acciones al precio más bajo posible, siempre muy inferior al pago que ha obtenido de B.

Como verán el granuja que inventó este procedimiento no tenía una gran imaginación. Lo que seguramente sí debía tener es una gran capacidad para corromper a los "guardianes de los mercados", de lo contrario no me explico cómo se logró en su momento autorización pública para este tipo de operaciones, legales sobre el papel pero fraudulentas como pocas, y peor aún, absolutamente irresponsables, ya que deterioran por completo el sistema financiero de un modo probablemente irreversible. Eso sí, las plusvalías que se generan por este medio son ciertamente fabulosas. Por cierto, esta práctica está completamente prohibida en otros países europeos desde hace algún tiempo.

Bien pues ¿saben ustedes quiénes son los mayores beneficiados en España por esta clase de operaciones? Lo oí en RNE: el Banco de Santander y el BBVA. Como lo leen. Resulta que las dos mayores corporaciones bancarias españolas se dedican a reventar los mercados financieros patrios haciendo caer en vertical los precios de las acciones que les interesa adquirir lo más bajo posible; qué métodos deben emplear para conseguirlo es una cuestión que tampoco deja mucho margen a la imaginación.

En el Código Penal español hay una figura tipificada que define perfectamente esa clase de actuaciones: "Maquinación para alterar el precio de las cosas". ¿Por qué no se les aplica a estos sinvergüenzas? Es una pregunta retórica, claro: tampoco hay que ser muy listo para comprenderlo.

viernes, 18 de febrero de 2011

Vuelve Ruiz Mateos, el rey de los timadores



Treinta años después de la monumental estafa que fue Rumasa, su creador, José María Ruiz Mateos, ha vuelto a poner en marcha otro artefacto piramidal tan evidente y simplón que parece imposible que le hayan permitido funcionar impunemente, a pesar de que todo el mundo sabía de qué se trataba. Desde el principio, desde los famosos anuncios en toda la prensa publicitando la Nueva Rumasa, estaba tan claro de qué iba la nueva operación de Ruiz Mateos, que da grima pensar que nuestros poderes políticos y financieros le hayan permitido volver a operar en sus mismas barbas con un procedimiento tan grosero y fácilmente detectable.

Si en los años setenta y primeros ochenta el señor Ruiz Mateos se dedicó a comprar bancos para que concedieran créditos a compañías de su holding que no eran más que marcas comerciales quebradas (compradas por el timador a precio de saldo), como modo de canalizar a sus bolsillos cantidades ingentes (en 1983 la caja B de Rumasa acumulaba más de cien mil millones de las pesetas de entonces), habiendo llegado a poner en riesgo todo el sistema financiero español de la época, ahora ha debido conformarse con un timo de menores dimensiones. El "modus operandi" del macrochorizo andaluz ha sido esta vez la emisión de pagarés no negociables (es decir, no cotizables en Bolsa) a intereses disparatados (8 y 10%), que le han comprado cinco mil inversores privados (la mayoría de ellos, probablemente por afinidad ideológica). El respaldo teórico de la operación era de nuevo un repertorio de marcas arruinadas, apenas logotipos de empresas al borde de la desaparición: Dhul, Clesa, el Rayo Vallecano... Según una nota de El País de hace escasamente un año, los activos y el patrimonio conjuntos del más de medio centenar de empresas que conformaban Nueva Rumasa no valían en total un millón de euros. El monto del dinero conseguido por Ruiz Mateos con esta nueva estafa se cifra en ciento cuarenta millones de euros.

Vistos los antecedentes y el funcionamiento de la nueva iniciativa empresarial de ese espejo de emprendedores españoles creadores de riqueza y empleo que es José María Ruiz Mateos, resulta como mínimo asombroso que no le pararan antes los pies. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se escuda en que al no ser negociables los pagarés la emisión de estos no estaba legalmente sujeta a su supervisión, lo cual es cierto, pero no quita en absoluto un ápice a su responsabilidad como expertos; la suya y la del resto de organismos de control financiero del país, comenzando por la Agencia Tributaria en particular y el Ministerio de Hacienda en general, que presenciando un delito clamoroso han permitido que este continuara hasta que la burbuja ha estallado por sí misma. Alguien debería empezar a depurar responsabilidades ahí, que las hay, flagrantes y en cantidad.

Y luego estan los timados, algunos de los cuales han caído por segunda vez en las garras de Ruiz Mateos. No es que sean idiotas, es que son tan timadores como el gánster jerezano que se ha quedado con su dinero. Anoche oía en la SER a una tertuliana reclamando acciones legales contra ellos en tanto que cómplices de la estafa y aspirantes a timador, al modo que lo son los víctimas del tocomocho y otros engendros por el estilo, en los que la ambición y la falta de escrúpulos llevan al "inversionista" a perder su dinero por querer aumentarlo por procedimientos espúreos incluso en una economía de "libre mercado". Al cabo, en los tiempos que corren ¿quién se cree que detrás de una oferta de intereses que triplica o cuadriplica los ofrecidos por "los mercados" pueda haber una operación limpia?. Nadie regala duros a cuatro pesetas, se dice en catalán. De todos modos, pronto veremos a los "afectados por Nueva Rumasa" manifestándose en la calle y exigiendo que el Gobierno les resarza las pérdidas con el dinero de todos. Los precedentes son legión.

Como colofón para quienes no conozcan al personaje Ruiz Mateos (ultraderechista fanático, miembro del Opus Dei y según él fervoroso católico, cabeza de familia más siciliana que andaluza, estafador y mentiroso compulsivo...), baste recordar sus palabras de ayer cerrando la intervención en la que anunciaba la quiebra del tinglado: "sino pudiera devolver hasta el último céntimo me pegaría un tiro, si me lo permitiera mi fe". ¿Cínico, ladrón, enfermo mental? Seguramente todo eso y mucho más es José María Ruiz Mateos, el rey de los timadores españoles.

En la imagen que ilustra el post, José María Ruiz Mateos disfrazado de Superman en la entrada de un tribunal, en una fotografía de comienzos de los años noventa.

jueves, 3 de febrero de 2011

Merkel en Madrid



Le Monde de hoy tiene un sutil ataque de cuernos a propósito de la visita de Angela Merkel al presidente español Zapatero. El despliegue de los medios oficiales españoles previo al viaje de la canciller alemana, con presencia de ésta en RTVE a todo trapo, ha suscitado al parecer los recelos franceses y cierta alarma en sus portavoces mediáticos.

Dice hoy el diario parisino en relación a España que "le pays peine à sortir de la crise" (sic), y que Alemania entre otras condiciones para ayudar, exige una mayor coordinación económica europea, lo que visto lo visto parece una exigencia razonable máxime teniendo en cuenta que son ellos quienes pagan la factura del convite. A la señora Merkel parecen entusiasmarle las "reformas" de Zapatero, y a Sarkozy también aunque menos. Más que nada porque las reformas españolas circulan por los carriles que dicta Alemania en cuanto al modo de poner orden en las finanzas públicas de cada uno de los Estados miembros de la Unión. Por su parte, parece que definitivamente Alemania va a asumir a capa y espada el liderazgo europeo y la defensa del euro, respondiendo así a los llamados casi desesperados de muchos dirigentes europeos, entre ellos el propio Zapatero.

Parece normal que a los franceses no acabe de agradarles el mayor protagonismo alemán, en la medida en que disminuye la estatura del suyo propio, más aún cuando aquél cuenta con el apoyo decidido y casi suplicado español. Por razones geoestratégicas e históricas, a Francia nunca le ha hecho gracia la excesiva complicidad entre Alemania y España. No hay que olvidar además que los mejores años vividos por España en el concierto europeo, la época de Felipe González, se basaron precisamente en un perfecto equilibrio en las relaciones preferenciales con Francia y Alemania (levemente escorado hacia esta última), que acabó convirtiendo la Unión Europea de esos años en un eje París-Bonn-Madrid.

Así pues el recién descubierto amor de Zapatero y su equipo por la Alemania merkeliana y sus reformas, no debería manifestarse y ser vivido a costa de la marginación de Francia. Europa necesita a Francia tanto como a Alemania, y España no digamos. A lo largo de la historia europea Francia ha aportado el pensamiento y el concepto político, y Alemania, el conocimiento y la acción. Son dos caballos tirando del mismo carruaje. La tentación de Zapatero por subirse a uno de ellos en detrimento de las relaciones con el otro, podría tener graves consecuencias de futuro para nuestro país.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Cajasur y las diócesis andaluzas: omertá a la española


Dice El País de hoy que el cura Santiago Gómez Sierra ha sido nombrado obispo auxiliar de Sevilla, evidentemente con el plácet del Papa o de su delegado directo para estos menesteres.; es sabido que los nombramientos en el seno de la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica y Romana se producen no por elección ni oposición, sino directamente vía el santo dedo. ¿Bueno, y a nosotros, qué? dirán mis amables lectores, ateos o creyentes ¿a qué viene traer a colación el nombramiento de un obispo en España? ¡Será por obispos en este país!. No se impacienten, lo resumiré en un momento.

Resulta que el cura Santiago Gómez Sierra no es un cura cualquiera. El páter Gómez Sierra presidía Cajasur, la entidad financiera administrada -es un decir- por el Cabildo catedralicio cordobés, intervenida por el Banco de España a mediados de 2010 y vendida luego en subasta a la vasca BBK como consecuencia de la ruina a la que la llevaron sus gestores de años. Si en un principio las pérdidas generadas se creía que sumaban unos 200 millones de euros, apenas seis meses después y una vez revisadas las cuentas por los nuevos propietarios se calculan en casi 1.000 millones de euros y subiendo.

Las razones de semejante agujero radican en el saqueo de fondos llevado a cabo por los curas gestores -recuerden que según los informes de los organismos de intervención, llegaron a autoasignarse suculentas dietas por asistir a oficios religiosos-, y la continuidad de la concesión de créditos/regalo a conocidos gánsters del ladrillo de la costa andaluza cuando hacía muchos meses que ya había estallado la burbuja inmobiliaria española. Como resultado de tan brillante gestión, dice el diario madrileño, "Gómez Sierra, junto al anterior presidente de Cajasur (Juan Moreno) y otros 38 miembros de los dos últimos Consejos de Administración se encuentran expedientados por el Banco de España, que les acusa de tres faltas muy graves y una grave, con sanciones de hasta 150.000 euros y de penas de inhabilitación". En realidad todo esto debería tener una concreción judicial por la vía penal, lo contrario abre expectativas muy razonables sobre aquel viejo dicho que afirma que la forma más segura e impune de robar un banco es hacerlo desde dentro en lugar de atracarlo desde fuera.

Y sin embargo, ahí tienen al cura Gómez Sierra, convertido por el Vaticano en obispo en la tierra de María Santísima. En Francia o Alemania ya estaría en la cárcel, y eso que allí también hay católicos. La explicación de este hecho diferencial español tal vez resida en que el nombramiento, según el comunicado oficial al que remite El País, "proviene de la mano de Dios". Y es que al parecer a Dios le tienen al pairo fruslerías como la honradez de su curas españoles: qué tío, Dios. O quienes dicen hablar en su nombre, claro.

Uno, que es un descreído como ustedes ya se habrán barruntado, empieza a atar cabos cuando finalmente se entera de que el actual arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, el que en definitiva ha promocionado a Gómez Sierra llevándoselo a su vera, era el titular de la diócesis de Córdoba mientras Gómez Sierra y sus compinches del cabildo catedralicio arrasaban Cajasur. Vamos, que el arzobispo Asenjo era el jefe de Gómez Sierra en Córdoba en el orden eclesiástico, y por tanto también en cuanto gestor de Cajasur, ya que ésta era una institución directamente administrada por la Iglesia cordobesa. Como dice El País, "ya están juntos, otra vez, jefe y empleado". Convertido en obispo Gómez Sierra, su ascenso en la jerarquía le asegura la impunidad por los escasamente presuntos delitos que cabe atribuirle a la vista de la catástrofe de Cajasur. Omertá absoluta: la Santa Mafia continúa pues funcionando a todo vapor en pleno siglo XXI.


jueves, 16 de octubre de 2008

Medidas para salir de la crisis


En 1945 los EEUU eran una hiperpotencia hegemónica en despegue, y como tal asumieron el papel de locomotora económica mundial (véase el Plan Marshall para Europa y la reconstrucción de Japón); hoy en cambio, los USA no son más que un imperio en ruinas. En1945 había un J.M. Keynes que pensaba la cosa económica y al que los gobiernos de la época hacían caso a pies juntillas, y un John K. Galbraith que cabalgaba y guiaba aquel poderoso caballo de carreras; hoy ya ven, hasta Rodrigo Rato ha sido presidente del FMI.

Así que si Europa no tira del carro en los próximos años el tema económico se va a poner muy difícil, más que nada porque China, India, Brasil y otros países tercermundistas emergentes van a empezar a volar por su cuenta, y dentro de nada todos estaremos conduciendo coches indios de plástico a 3.000 euros la unidad (ya se están empezando a comercializar en Asia), comprando papillas infantiles chinas “desregularizadas” (pobres críos) o consumiendo maderas preciosas de la selva amazónica en la estufa de leña de la segunda residencia (biocombustibles, les llaman). Un desastre global en suma, y no sólo para las economías de los países centrales del sistema.

Articular medidas de salida de la crisis desde de los intereses populares -que como todo el mundo sabe son exactamente los contrarios de los que sostiene el Partido Popular español-, no es tan difícil si se usa el sentido común y la experiencia histórica. Ahí les dejo siete propuestas sencillas y sin copyrigth en principio pensadas para España y los países de la Unión Europea, pero fácilmente aplicables en cualquier otro país capitalista de sistema político no excesivamente corrupto.

1) Emisión masiva de Deuda Pública a intereses elevados, con limitación del número de títulos a adquirir por cada persona física o jurídica.

2) Nacionalización inmediata de los sectores energéticos estratégicos (gas, electricidad, agua).

3) Creación de una banca pública fuerte, sectorializada y con capacidad de intervención y condicionamiento de los sectores financieros estratégicos.

4) Impulsión de un programa de Obras Públicas de actualización de infraestructuras liderado por el Estado.

5)Presencia e intervención del Estado en los consejos de Administración de todas las entidades financieras. Fiscalización con lupa de su actividad. Ídem de las Bolsas y sus operaciones.

6) Crédito hipotecario público a intereses reducidos (financiado con Deuda Pública), complementado con un mercado de alquiler de vivienda estatal a precios orientado para las rentas menores (estudiantes, jubilados, obreros no cualificados, inmigrantes…).

7) Inclusión en el Código Penal de todos los delitos económicos llamados de “guante blanco”, e incremento de las penas señaladas para los ya existentes.