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viernes, 8 de julio de 2011

La putrefacción de Izquierda Unida del País Vasco



Las negociaciones entre los partidos vascos tras las elecciones municipales han arrojado un panorama político fragmentado, que ha forzado un reparto de poder en el que a casi todo el mundo le toca algo pero en el que nadie logra hegemonizar más que parcelas concretas, y aún ello con el apoyo o la abstención de otras fuerzas políticas. Así por ejemplo, mientras el Gobierno vasco sigue en manos del PSE con apoyo parlamentario del PP, la Diputación Foral (provincial) de Guipuzkoa la gobernará Bildu con la benevolencia del PNV provincial (sector"soberanista"), en Bizkaia mandará con comodidad el PNV (sector "pactista") y la de Áraba pasará a manos del PP con apoyo del PSE, luego de que haya fracasado el intento del PNV provincial ("soberanista") para lograr un pacto con EB, la Izquierda Unida del País Vasco, que le permitiera conservarla.

Al fracasar las negociaciones con EB/IU en Áraba, el PNV ha decidido hacer público el proceso negociador. Según publica hoy El País lo hace "tras arrojar la toalla, una vez que apenas 70 afiliados de EB decidieron votar a su propia candidata -Nerea Gálvez- y así facilitar que el PP recuperara el poder en esta institución". Lo que viene a continuación no tiene desperdicio: "el candidato del PNV desgranó ante las Juntas Generales de Álava el listado de prebendas que Javier Madrazo, ex coordinador general de EB y consejero del Gobierno de Juan José Ibarretxe (PNV), les pidió junto a otros miembros de su sector a cambio de los dos votos: un crédito de 600.000 euros sin garantías, colocar a 39 afiliados en diferentes organismos sociales y culturales, un puesto en el Consejo de Administración de Caja Vital y otro para la hermana de Madrazo en la Obra Social de la BBK".

No para ahí la cosa. Agirre, el candidato peneuvista que defendía su reelección, "relató en su discurso cómo el brazo derecho de Madrazo, Serafín Llamas, situó el punto de partida de las posteriores negociaciones: "Aquí hay dos mesas (de negociación) : la mesa A (dinero y puestos) y la mesa B, el programa. Si ustedes cumplen parte de la mesa A, bajarán las exigencias de la mesa B".

Lo mejor del asunto es que los Madrazo (un clan familiar que durante años manejó EB/IU a su antojo) y sus seguidores, negociaban por su cuenta... o eso al menos es lo que ahora pretende hacer creer la dirección vasca de IU una vez que se ha destapado la olla podrida. Concluye la información de El País que "la reacción más contundente a este cúmulo de acusaciones vino desde el actual coordinador general (de EB), Mikel Arana, que aseguró no conocer el contenido de las negociaciones y reaccionó, por medio de un duro comunicado, situando a las junteras y los afines a Madrazo "fuera de la organización".

Ya ven a dónde llega la pureza de la "Verdadera Izquierda".

En la fotografía que ilustra el post, Javier Madrazo posa en mayo de 2010 ante un cartel de EB/IU que ha resultado profético, ya que resume perfectamente la negociación con el PNV narrada.

jueves, 26 de mayo de 2011

Bildu ha venido para quedarse



Esta mañana escuchaba el videoblog de Iñaki Gabilondo, una especie de editorial con imagen en la que el maestro de periodistas (él sí lo es) desnudaba a tanto faccioso carpetovetónico, esa gente que hasta ayer se rompían en público las vestiduras porque el mundo batasuno apoyaba las matanzas de ETA y hoy, una vez que ese mundo parece encaminarse hacia la vía de la política, lo siguen haciendo con mayor entusiasmo si cabe denunciando que los de Bildu-Batasuna son "independentistas". Pues sí, claro, eso ya lo sabíamos todos. ¿Y? Si realmente apuestan por la vía democrática hacia la independencia, su proyecto será tan legítimo como cualquier otro.

Así que lo que verdaderamente tenía de los nervios durante años al facherío hispano no es que ETA matara, sino que fueran independentistas. Acabáramos. ¿Se puede ser más cínico, más jeta, más oportunista? Ya hemos comentado aquí repetidas veces que a la derecha extrema/extrema derecha parlamentaria española no le interesa que ETA deje de matar; los asesinatos etarras y su posterior explotación mediático-política son un elemento fundamental en la cohesión del electorado derechista. Pero ahora hay una apuesta clara del entorno social etarra por la política, y tratar de sabotearla por pura codicia electoral es convertirse en cómplice directo de posteriores crímenes si los hubiere tras fracasar el intento pacificador.

Bildu o lo que sea que acabe articulando políticamente el abertzalismo no peneuvista, es ya una fuerza política instalada en la realidad vasca. En estas elecciones ha absorbido o triturado a sucedáneos voluntariosos (Aralar, Alternatiba), herejes del peneuvismo (EA) y despistados sin remedio (EB, la IU vasca). Pronto empezará a darle bocados al PNV, lo que finalmente pondrá a cada cual en su sitio en la política vasca, y de paso obligará a los de SabinEtxea a decidir qué quieren ser de mayores; también se aclarará de una vez si tantas almas en un solo partido, aunque sea centenario, pueden seguir conviviendo indefinidamente sin arrastrar finalmente a todas ellas al Infierno de la política. Y es que como digo, Bildu o como se llame en adelante esa formación que está comenzando a cuajar, ha venido para quedarse y va a remover el panorama político vasco y posiblemente también el español.

En la imagen que ilustra el post, algunas de las nuevas caras presentadas por Bildu en Araba.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Los alacranes del Alakrana


El Alakrana y sus marineros han sido finalmente liberados, previo pago de un substancioso rescate que parece haber sido abonado por el Gobierno español, y el pacto de algunos compromisos de índole política de los que quizá tengamos conocimiento cierto más adelante.

Y todos felices. En primer lugar, felices las "familias" de los ya ex secuestrados; las familias, esos entes tan caros a nuestro conservadurismo más rancio y ahora tan presentes asimismo en el lenguaje cotidiano de nuestra izquierda claudicante. El individuo ciudadano ya no existe sino tiene tras de sí la "familia", convertida en destinataria de los desvelos de nuestros gobernantes, desde las execciones de impuestos al consuelo ante un secuestro de marineros. Todo sea por la felicidad de las "familias", amén.

Felices también los armadores "emprendedores" y sus colaboradores, que envían marineros pagados con salarios merdosos a jugarse la vida robando pescado en caladeros donde no deberían estar. Había que ver este fin de semana en el telediario del mediodía al patrón de un atunero vasco atracado en Seychelles, fanfarroneando de que al Índico "no venimos a por licencias, sino a pescar". Pues nada, sigan ustedes así y nosotros, el conjunto de los ciudadanos españoles, pagando los gastos de sus emprendedoras depredaciones.

Encantados de la vida los militares españoles, sacando pecho y enseñando esas fragatas imponentes que -también- les pagamos entre todos con cargo a nuestros impuestos. Alguien les tendrá que decir sin embargo, que sus altos mandos y su televisiva señora ministra la cagaron por completo cuando decidieron traer a España a la fuerza a dos somalíes, de un modo que cualquier abogado un poco espabilado podría denunciar ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo por constituir técnicamente un secuestro. Eso sí, la cara que se les habrá quedado a nuestros patrióticos uniformados cuando se hayan enterado de que los atuneros que tan gallardamente protegen en el Índico, y a bordo de los cuales reclama su presencia el Partido Nacionalista Vasco (PNV), suelen enarbolar la ikurriña vasca en cuanto salen de aguas españolas en vez de su amada bandera rojigualda.

Más contentos que un tonto con una tiza nueva deben estar el medio centenar de mercenarios que a razón de 4.000 euros semanales por barba, protegerán los atuneros ¿vascos? ¿ españoles? frente a Somalia. Su entrenamiento ha corrido por cuenta del Ejército, quien les ha suministrado asimismo el armamento de guerra. Los gastos de este capítulo corren por cuenta a medias entre el Estado español y los armadores, como no podía ser menos.

Por no hablar de los medios de comunicación, que durante mes y medio se han puesto las botas gracias a historias de "contenido humano" facilitadas por esa verdadera mina sentimental que son las "familias" de los afectados. Porque el llanto y la pena de la familia atrae un huevo de audiencia, y ustedes perdonarán la manera de señalar. Medio ha habido que siguiendo su línea tradicional de intoxicación de la opinión pública, ha inventado noticias exclusivas en este asunto que jamás existieron; por ejemplo que tres pescadores secuestrados fueron entregados a las familias de los somalíes encarcelados en España para que fueran linchados si llegara el caso (al parecer, hasta los desalmados piratas somalíes tienen "familias"; ya ven, una verdadera pandemia universal esto de las "familias").

Y no olvidemos a los políticos. Ahí tienen a la dicharachera ministra Chacón, facilitando cada día el parte de la guerra del Índico hasta que sus propios compañeros de gabinete hubieron de cerrarle la boca para que no siguiera complicando la situación. O un PP lanzado a toda máquina a abrir vía de agua en el barco del Gobierno Zapatero al precio que fuera, aunque actuando así se arriesgara la vida de las 36 personas secuestradas a bordo del Alakrana. Finalmente Alguien (así, con mayúscula) les hizo callar y esperar a la resolución del caso. Un tantico decepcionados deben andar los del PP, pues. Imaginen que hubiera habido algún muerto entre los pescadores secuestrados; no cuesta mucho visualizar entonces a Rajoy, Cospedal y demás "familia" vociferando que deberían convocarse de inmediato elecciones anticipadas. ¡Cachis la mar, qué oportunidad de forzar un adelanto electoral se ha perdido!.

Y en fin, la opinión pública y la opinión publicada han tenido su generosa ración de morbo, que justamente acaba en final feliz cuando el tema ya comenzaba a aburrir. Como al PP, a los consumidores de sensaciones fuertes les ha faltado un poco de sangre para dar colorido al asunto, pero no teman; barrunto que habrán ocasiones sobradas en el próximo futuro para que salten a los medios exclusivas de más secuestros, y esta vez con algún cuerpo destrozado a balazos o una cara chorreando sangre. Y es que las demandas de la audiencia son sagradas, aquí y en Somalia.

En cuanto a los pescadores, mis parabienes más sinceros. Al cabo son la única gente limpia en toda esta historia de mierda. Ya saben, en cuanto se apague el eco de la fiesta de bienvenida en sus pueblos, al barco y a seguir tentando la suerte. Es lo que tiene ser pobre, que o te joden un día o te joden otro.

En la fotografía que encabeza el post, el atunero Alakrana navega entre dos fragatas de la Marina de guerra española rumbo a las Seychelles.

martes, 6 de octubre de 2009

De piratas vascos y pescadores somalíes

Como ya escribí en un post anterior, para piratas auténticos quienes saquean recursos ajenos sin tener siquiera una licencia de un gobierno que les autorice a pescar en sus caladeros.

La flota española y la japonesa son conocidas y temidas en todos los mares del mundo porque por donde pasan sus barcos-factoría luego no queda ni una sardina, ni un calamar, ni un delfín, ni un tiburón ni ninguna otra cosa que nade o flote. ¿De qué se quejan ahora? Los piratas somalíes son antiguos pescadores artesanales arruinados por esas fábricas de conservas de pescado flotantes que arrasan los mares. Son ellos quienes les han arrojado a su oficio actual.

Los doce atuneros vascos que saquean el Cuerno de Africa se ven obligados a arriesgar cada vez más porque han esquilmado de tal modo los caladeros del Índico, que ni Dios sabe ya qué contienen las latas de atún que luego nos venden. Como explicaba ayer Cándido Méndez en el Telediario, al pesquero Alakrana lo han capturado cuando por orden del armador había salido de la zona protegida por buques de guerra europeos, porque en esa zona ya casi no queda pescado: lo han liquidado todo. ¿Quiénes son los piratas? Obviamente los empresarios que fletan esas flotas saqueadoras y les ordenan dónde realizar las capturas, insaciables “emprendedores” que aprovechándose de la situación de un país sin Estado como es Somalia, arramban gratis con sus recursos naturales.

¿Se imaginan que flotas extranjeras con barcos del porte del Alakrana se pusieran a pescar en el mar de Alborán o en el Golfo de Vizcaya, usando los mismos procedimientos industriales de captura que utiliza la flota española hasta no dejar en el mar nada que tuviera espinas o hueso?.

Y luego está el cinismo de los políticos vascos, especialmente de los nacionalistas. Da vergüenza ajena oír a Josu Erkoreka defender en el Congreso de los Diputados a esos bandidos. ¿Por qué el PNV pone la cara con tanto empeño por los armadores vascos? No desde luego por defender los intereses de las tripulaciones, contratadas en la despreciada España (gallegos, andaluces…) y aún en el Tercer Mundo (africanos negros, marroquíes, asiáticos…). Obviamente los intereses que el PNV defiende son los de empresarios afines, esos piratas que saquean los mares del planeta, de Argentina al Índico. Y lo hacen con peticiones tan ridículas, como exigir que el Ejército español proteja los atuneros y resto de barcos de pesca embarcando en ellos infantes de Marina; sí, reclaman la presencia en sus privadísimos barcos de miembros de ése mismo Ejército al que simultáneamente exijen que abandone el territorio de EuskalHerria.

Qué vergüenza tener que convivir con esta gentuza.

En la foto que ilustra el post, un atunero español (vasco) navega en aguas cercanas a Somalia escoltado por un barco de guerra europeo. Obsérvese el similar porte y parecido tonelaje entre las dos naves.


viernes, 10 de julio de 2009

Negras juegan y proponen: el PNV mueve pieza con maestría

Apenas comienzan a sonar los primeros chirridos en esa inverosímil coalición de facto y contranatura que sostiene al lehendakari Patxi López, el PNV se ha adelantado sacando la caballería en vez de mover un cauteloso peón. El ofrecimiento de un pacto de legislatura a los socialistas vascos hecho por los nacionalistas, ha tenido sin duda la virtud de de conseguir atraer la atención de todo el mundo político vasco y español justo en el momento preciso.

Y es que el escenario y el instante están muy bien elegidos. El PP español es en estos momentos un púgil con la cara intacta pero con el hígado muy castigado por los golpes. El aireamiento imparable de la corrupción económica y sobre todo moral, en la que viven las administraciones gobernadas por el partido de la derecha extrema/extrema derecha española lo está minando de modo progresivo, lento pero inexorable. Ganar por mucho menos margen del esperado las elecciones europeas, recuperar Galicia por los pelos y contribuir desde fuera a desalojar al PNV del Gobierno vasco, es un pobre balance político con el que intentar contrarrestar el daño enorme que está sufriendo el PP al ir aflorando uno tras otro una cascada de escándalos político-económicos interrelacionados, que están anegando en porquería cuanto tiene que ver con el partido neo/post-franquista. Progresivamente pues la derecha española va ensimismándose en sus problemas, y dejando de prestar atención a lo que sucede fuera de su piel.

El PNV por su parte, ha sabido hacer rápido el duelo por la etapa Ibarretxe. En realidad se diría que la salida de la política del ex lehendakari nacionalista ha sido acogida incluso con alborozo dentro de su propio partido, y no sólo por sus rivales internos. Quien lo dude sólo tiene que ver lo razonable que se ha puesto Joseba Egíbar desde que Ibarretxe ya no está ni se le espera, y lo callado que anda el antaño tonante Xabier Arzalluz. Pero yendo a lo que importa, que en resumidas cuentas es desentrañar las razones del movimiento hecho, según Josep Ramoneda la oferta nacionalista es una jugada de gran estilo y llena de veneno; ambas cosas seguramente son ciertas. Y eso sí, seguramente hay en ella más sinceridad e incluso la necesidad de ser creíble y creído, de lo que pueda parecer a primera vista.

Intentaré explicarlo. No cabe duda de que como dice Ramoneda, el PNV ha analizado la situación y al ver que Patxi López tiene posibilidades de consolidarse, ha decidido que bajo ningún concepto puede quedarse fuera de la partida. Es cierto que en los próximos años no hay peligro de que el PSE logre por sí solo una mayoría parlamentaria que le permita gobernar cómodo en solitario, y que es simplemente imposible que el PP forme parte algún día de un Gobierno vasco y ni siquiera de una mayoría parlamentaria oficializada. Pero no es menos cierto que el nacionalismo burgués vasco (que una vez extinguida de hecho EA vuelve a encarnar el PNV en exclusiva), no puede permitirse el lujo de quedar fuera de juego viendo como "los otros" re-construyen un Euskadi diferente a su propio modelo. El PNV necesita participar en esa re-construcción, pactar sus términos y sus límites, porque se juega mucho y también porque representa mucho. Alguna vez he escrito que la política y el futuro vascos sólo tiene dos actores imprescindibles, el PNV y los socialistas vascos; todos los demás, absolutamente todos los demás, incluida desde luego la llamada "izquierda" abertzale, tanto la directamente proetarra como la no violenta ahora agrupada en torno a Aralar, son perfectamente contigentes.

En resumen, el PNV, que juega con las negras esta legislatura y probablemente la siguiente, ha movido pieza usando una apertura inteligente y agresiva (en el sentido ajedrecístico de la expresión). El reto está lanzado, pero en realidad López sabe que esto es sólo el principio, una invitación a comenzar a explorar el tablero. Las cosas han de madurar mucho todavía, y ha de pasar tiempo para que se vaya consolidando el nuevo juego que ahora está comenzando.

Eso sí, si hay alguien satisfecho en estos momentos, esos deben ser los líderes de los socialistas guipuzcoanos. El diseño político de largo alcance creado por los Eguiguren y compañía se está cumpliendo paso a paso de modo inexorable.

miércoles, 6 de mayo de 2009

País Vasco: de Ibarretxe a Patxi López


Fíjense en la foto de portada de El País de hoy. Aparecen Patxi López e Ibarretxe dándose, protocolariamente, la mano. Observen la mirada de Ibarretxe. No hay en ella resentimiento: lo suyo es odio en estado puro.

Lo mejor de esta historia del cambio de presidente autonómico vasco es que se ha acabado Ibarretxe. Su propio partido le ha enseñado la puerta: “vence o muere”, le dijeron. Pues no ha vencido, así que adiós y a otra cosa.

La apuesta de los socialistas vascos (PSE), por su parte, es muy fuerte. Se alcanza por primera vez la presidencia del Gobierno vasco, se facilita al PNV la liquidación del arzallucismo y de las tentaciones frontistas con los terroristas etarras, y de aquí a un par de años se pacta (o se intenta pactar) un gobierno de coalición o un acuerdo parlamentario con los nacionalistas vascos. Mientras tanto Patxi López y compañía dormirán cada noche con un escorpión entre las sábanas; el PP es el PP y clavar el aguijón está en su naturaleza, como en el famoso apólogo del cruce del río.

Si Patxi López sobrevive políticamente, no creo que Arzalluz vuelva a referirse al ya lehendakari como “un tal López”. Más que nada porque en ese caso, Arzalluz y cuanto simbólicamente se ha empeñado en representar ya no existirán políticamente y a nadie le interesará un pito lo que pueda decir.

En la fotografía que ilustra el post, una diana pintada por simpatizantes de la organización fascista ETA en el verano de 2008 amenaza a militantes socialistas vascos en Zumaia, País Vasco.

miércoles, 1 de abril de 2009

Así no, Patxi


El acuerdo de "Gran Coalición" entre el PSOE y el PP para el País Vasco tiene muchos defectos y una sola virtud: acabar con la incertidumbre política que lleva dominando la política vasca de los últimos años. Por cuanto tiempo gracias a él se va a mantener Patxi López gobernando es otra cuestión, muy distinta. Y el coste neto que tendrá para los socialistas tanto en Euskadi como en toda España, algo que comenzará a medirse en las europeas de junio.

El pacto PSOE-PP tiene dos grandes triunfadores y un solo derrotado. Los que seguramente no caben hoy en sí de satisfacción son todo el PP y los más duros de ETA; así se las ponían a Fernando VII. Los primeros, porque consiguen penetrar en la fortaleza vasca, aunque sea por la puerta trasera del "apoyo parlamentario" a un gobierno de sus enemigos naturales; los segundos, porque el clima de desconcierto que se está generando en el derrocado nacionalismo vasco gobernante y la previsible radicalización de la vida social y política vasca, constituyen para ellos un verdadero regalo de los dioses. El que ha perdido hasta las cejas en el envite es Ibarretxe, y secundariamente su padrino político, Xabier Arzalluz. Para el PNV comienza ahora un tiempo muy difícil.

Realmente, la derecha nacionalista vasca necesita desde hace tiempo una larga pasada por la oposición, tal como hace años recomendaba Arzalluz a los socialistas españoles. Demasiados años de poder, demasiada corrupción, demasiado cansancio en las bases...hacen que el PNV sea hoy una especie de enorme elefante que camina dando traspiés y amenaza con caer cuan largo es. Sería un peligro que se derrumbara definitivamente, porque aún le quedan muchos servicios que rendir a su causa y sobre todo, a Euskadi. Algún día deberá activarse esa síntesis entre los proyectos de país del PSE y del PNV, única base sobre la que podrá construirse una Euskal Herria en paz y libertad y en la que cualquier tipo de organización políticojurídica -cualquiera, sí-, decidida de forma democrática y consensuada por los vascos sea posible. De momento, parece que la cosa va para largo.

Vista la aritmética parlamentaria vasca del momento y atendiendo a los intereses reales, que son obviamente los de clase, el gobierno lógico a corto y medio plazo sería una coalición de las derechas nacionalista y española. Ocurre que las representaciones políticas de ambas andan a la greña desde siempre, por cuestiones ideológicas que atañen a los mitos superestructurales mediante los cuales cada una de ellas moviliza a su respectivo electorado. Al ser imposible el repetir la mayoría nacionalista que venía gobernando hasta ahora, el PSE ha percibido su oportunidad de asaltar los cielos de la política vasca; ocurre que la compañía impuesta por los resultados de las últimas elecciones autonómicas, es más un pesado lastre de cara al futuro que una ayuda para gobernar y sobre todo, para construir un proyecto alternativo al de la derecha nacionalista vasca. El PP es un bloque de cemento en los pies del futuro lehendakari socialista.

El error de Patxi López no es sacar a los nacionalistas vascos del gobierno, sino convertir en una opción políticamente respetable al PP vasco. Probablemente los estrategas del PSE piensen que una vez el PNV se haya deshecho de Ibarretxe y girado políticamente hacia el autonomismo, será fácil pactar con ellos manteniéndolos en una posición subordinada y enviar al PP vasco a las cuevas de las que nunca debieron sacarle. Ocurre sin embargo con el PP aquello que se decía de los militares españoles en el siglo XIX: que era muy fácil sacarlos de los cuarteles pero muy difícil hacerlos volver a a ellos.

Gobernar en esas condiciones será sumamente difícil. Máxime cuando los socialistas habrán de contar como presuntos aliados con personajes como la flamante presidenta in pectore del Parlamento vasco, una pija reaccionaria simpatizante del Opus Dei que hace tres días declaraba en un diario español que "yo nunca utilizaría el preservativo". Estas cosas ponen de los nervios al elector socialista y al militante de base.

Al final, lo único bueno del pacto contranatura en el País Vasco es el estado de desquiciamiento total al que ha llevado al fatxerío de txapela y cóctel molotov verbal. La verdad es que aunque resulte gratificante verlos así, no creo que justifique por si solo tamaño enjuague.
La fotografía corresponde a una de las imnumerables manifestaciones organizadas por el PP en Madrid para atacar al gobierno de Zapatero. Véase la pancarta que porta el manifestante situado detrás de Aznar, en la que se responsabiliza conjuntamente de los atentados del 11-M a ETA, al presidente Zapatero y al PSOE, según una de las consignas más jaleadas en esas concentraciones de la derecha española.

martes, 3 de marzo de 2009

Vientos de cambio en el País Vasco


El resultado de las elecciones autonómicas vascas deja abiertas prácticamente todas las posibilidades combinatorias para formar el nuevo Gobierno. La primera constatación con todo, es la saludable pluralidad -fragmentación dirían otros- de la sociedad vasca, que obliga a sus políticos a realizar un ejercicio de imaginación muy superior al promedio de las restantes comunidades autónomas.

Los vascos han decidido de nuevo, y lo han hecho en dos direcciones aparentemente contradictorias, pero en realidad complementarias: han reforzado al PNV (al tiempo que le negaban la mayoría para gobernar solo o con muletas), y le han dado un espaldarazo a la línea mantenida por el PSE (pero no permitiéndole el acceso al gobierno vasco sino es con sólidas alianzas).

Desde hace un siglo PNV y PSE han protagonizado la vida política vasca, aunque no de un modo tan absoluto como para que unos y otros se instalaran en un bipartidismo "a la española". En realidad la hegemonía mantenida por el PNV a lo largo de los últimos 30 años en las instituciones vascas se ha debido más a su habilidad para postularse como "mal menor" que a otra cosa. El PNV ha sido el mal menor para los gobiernos españoles y los aparatos del Estado, pero también para los independentistas vascos, demócratas o radicales. Unos y otros le han soportado "mientras tanto" llegaba su momento, y es así como la política vasca ha quedado marcada durante tres décadas por los bandazos de un partido para el que el poder es una religión, y su identificación con el país llega al extremo de haberle inventado el nombre y convertido en Día Nacional el que conmemoraba su propia fundación.

Todo eso está entrando en crisis, aunque obviamente el PNV se va a mantener en primera línea del escenario político vasco -y español- por muchos años más. La renovación en el seno del PSE ha llevado a este partido a abanderar un fuerte deseo de cambio, tan extendido como difuso en muchas franjas fronterizas de la sociedad vasca. Sin renunciar a sus señas históricas de identidad, que pasan fundamentalmente por el obrerismo vizcaíno, el PSE es hoy un partido que ha asumido las tesis vasquistas de los socialistas guipuzcoanos, así como aportaciones de otros colectivos que en los últimos años han ido integrándose en el partido y que en algunos casos tuvieron contacto en otro momento histórico con posicionamientos radicales. Por tanto hoy el PSE ya no da miedo a nadie y es capaz de entenderse con cualquiera; sus dirigentes han demostrado cintura en la política vasca e independencia respecto a "Madrid". Su buena sintonía con el PSOE no excluye además una cierta posición de fuerza; digan lo que digan los medios madrileños, Zapatero necesita hoy más al PSE que el PSE a Zapatero.

Al final pues, y una vez más, el entendimiento entre PNV y PSE es inevitable. No puede haber "choque de trenes" como se ha apresurado a decir José Blanco, el actual número dos del PSOE. La negociación entre nacionalistas y socialistas, sino ahora sí a medio plazo, resulta inevitable. Los hilos maestros de esa negociación se irán definiendo en las próximas semanas.

¿Los demás? Simplemente no cuentan. El PP no puede aspirar a nada todavía en el País Vasco, a pesar del esfuerzo por civilizarlo que han hecho en los últimos meses sus actuales dirigentes, una vez desalojada la extrema derecha de su dirección. Las muletas en las que se apoyó el PNV en la pasada legislatura -EA y EB-, están destrozadas irremisiblemente. Aralar necesita tiempo para crecer y consolidarse como la propuesta de independentismo democrático que pretender ser.

¿Y ETA? Ése es, como siempre, el problema de fondo. Con todo, parece que por fin hay luz al final del túnel. En estas elecciones el voto proetarra se ha fragmentado como nunca: una parte ha seguido la consigna de voto nulo (un 8'5% de los votantes), otra parte ha ido a la abstención y los más posibilistas han repartido su voto entre Aralar y PNV. La disciplina de hierro impuesta por ETA a sus bases sociales está quebrada.

Y en fin, si ETA está acabada como organización armada (aunque todavía pueda hacer daño) y su entorno social se cuartea entre diferentes opciones, el cambio real puede estar llegando al País Vasco. Y ése cambio ha de liderarlo un gobierno articulado en torno a las dos organizaciones que representan no sólo a la mayoría de los vascos sino a los dos proyectos de país del encuentro de los cuales, una vez desaparecida ETA, ha de surgir la síntesis que definirá el futuro de Euskadi por mucho tiempo.

sábado, 28 de febrero de 2009

Puede que mañana los cerdos comiencen a volar sobre Euskadi


"Que el Partido Socialista de Euskadi gane sería como ver un cerdo volando" (Josu Erkoreka, portavoz nacionalista vasco).

Pues el domingo 1 de marzo, podría ser que los cerdos empezaran a volar en el País Vasco...

domingo, 4 de enero de 2009

Por fin, el derecho a decidir


El lehendakari vasco, Juan José Ibarretxe, ha convocado las próximas elecciones autonómicas vascas para el día 1 de marzo, avanzando la conclusión de una legislatura que, en realidad, hace muchos meses que caducó.

Así que luego de tanto aludir Ibarretxe por activa y por pasiva al famoso "derecho de los vascos a decidir", éstos van a tener en breve la oportunidad de ejercerlo de nuevo, algo que por lo demás vienen haciendo cada cuatro años desde 1980 en lo que concierne a la elección del parlamento de su comunidad, del que sale el gobierno que desde hace casi 30 años forma precisamente el Partido Nacionalista Vasco (PNV). En resumen, los vascos van a decidir ahora si un lehendakari cuyos órdagos han fracasado dos veces en Madrid y sobrevive políticamente aislado y ninguneado por su propio partido, puede seguir pariendo "iniciativas"que no llevan a ningún sitio.

Del grado de desconexión de Ibarretxe con la realidad que le rodea da cuenta una anécdota sangrante. Hace algunos años, ante la cama de hospital en la que yacía el antiguo miembro del Gobierno vasco José Ramón Rekalde con un balazo de ETA alojado en la cabeza, Ibarretxe tuvo el valor o la inconsciencia de decirle al hijo de éste que "Euskadi es un sitio estupendo para vivir". Según para quién, obviamente.

Y mientras el lehendakari delira Arcadias felices y planes soberanistas que rechazan hasta los independentistas externos a su partido, los problemas reales del País Vasco empiezan a crecer al mismo ritmo de su entorno, pues obviamente Euskadi no es un remedo de la feliz aldea gala de Astérix donde no existiera crisis económica, aumento del paro, vivienda a precios astronómicos o degradación en los servicios públicos y la calidad de la enseñanza, además de una corrupción en la administración pública perfectamente homologable con la española. Cabe añadir por si todo esto fuera poco el problema de la violencia de ETA, que en apenas unos días ha puesto la mirilla por dos veces en las cercanías del partido de Ibarretxe, asesinando a un empresario nacionalista "benefactor" del PNV y volando el edificio de la Radiotelevisión vasca, la terminal informativa del partido y el gobierno nacionalistas. Por cierto que la nota del PNV tras este último ataque no tenía desperdicio, al condenar "el chantaje fascista" (sic) que ETA pretendía cometer con ese atentado; curiosamente, los ataques contra las Casas del Pueblo, las sedes del Partido Socialista de Euskadi (PSE), son para el PNV "lamentables consecuencias del conflicto vasco". El famoso doble lenguaje y las dos varas de medir, tan arraigados en un partido de larga tradición jesuítica.

En la década de los noventa Xabier Arzalluz, el antiguo Papa del PNV, decía que el PSOE había de salir del gobierno español por "razones de higiene democrática" tras 14 años de gobierno continuado. Con mucha mayor razón cabe reclamar hoy, por tanto, la salida del PNV del gobierno vasco tras 28 años ininterrumpidos de hegemonizar todos los resortes de poder en la comunidad vasca. Como decía entonces Arzalluz del PSOE, el PNV necesita regenerarse fuera del poder. Y esta del 1 de marzo puede ser una ocasión espléndida para ayudarles a hacerlo.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Entre la farsa y la tragedia. Escenarios para después de las próximas autonómicas vascas


Gran paripé porque el Tribunal Constitucional ha revolcado el invento del referéndum de autodeterminación que supuestamente quería convocar el lehendakari vasco. Todo es una farsa, porque Ibarretxe no pretende más que garantizarse la cabeza de lista del PNV en las próximas autonómicas y atraer el voto batasuno. Lo demás son fuegos artificiales, puro espectáculo.

La cuestión está en si Urkullu y compañía consideran que ganar algunos votos batasunos -quizá los suficientes para que Ibarretxe siga gobernando con una reedición del actual tripartito-, merece el riesgo de fractura del partido. El militante peneuvista es disciplinado y cerrado tanto o más que el pepero, y como ése capaz de tragar carros y carretas si quienes mandan en el partido se lo ordena; pero aún así el peligro de escisión en el PNV es alto en cualquier caso y por cualquier ala salvo si ganaran con mayoría absoluta, y eso parece fuera de su alcance.

En la acera de enfrente, la apuesta del PSE es bastante loca: Se trata de ganar las elecciones y formar gobierno con el PNV como socio minoritario, una vez éste se haya desprendido de Ibarretxe. Un encaje de bolillos.

Otro escenario posible aunque improbable para los socialistas vascos sería gobernar como fuerza minoritaria con el PNV como partido mayoritario, siempre si éste se deshiciera antes de Ibarretxe. Difícil y caro, muy caro.

Y en fin, el tercer escenario para los socialistas, el peor de todos con diferencia, sería gobernar con el PP. Un suicidio a corto plazo para el PSE, y una bomba atómica de tiempo depositada en la santabárbara del PSOE.

Total, que el cambio de mayorías en el País Vasco está negro. Como siempre. Y ETA al fondo, como siempre también.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Patxi López, luces y sombras


Dice El País de hoy que Patxi López "va a por todas". El actual líder del PSE volverá a presentarse como candidato socialista a lehendakari, y ha manifestado su intención de ocupar la presidencia del Gobierno vasco si su partido gana las próximas autonómicas. Dice Patxi que se acabaron los tiempos en los que el PSE actuaba como "moderador necesario" del PNV o "acompañante útil" del PP.

La declaración del dirigente socialista vasco no es gratuita. El PSE de Txiki Benegas ganó con limpieza las primeras elecciones autonómicas vascas, pero a los dirigentes socialistas de Madrid y de Bilbao les entró el miedo escénico y cedieron la presidencia al PNV, error que le ha costado al PSE un papel subordinado en la política vasca durante las dos décadas y pico siguientes (¿para qué votar a un partido que no se atreve a gobernar cuando gana?). Luego el PSE participó como socio minoritario en un gobierno de coalición con el PNV (una buena etapa globalmente considerada para el País Vasco, pero muy insatisfactoria para el propio PSE como fuerza política), y terminó a remolque del PP cuando éste pretendió llevar a Mayor Oreja a la presidencia vasca, supremo disparate en política de alianzas que puso al PSE al borde del desdibujamiento total (aunque sacar al PNV de Ajuria Enea fuera y siga siendo un proyecto imprescindible de regeneración de la política vasca).

El PNV anda muy tocado desde las últimas generales, y en cuanto a Ibarretxe, según Patxi López
está "desaparecido, apagado o fuera de cobertura". Se diría que el lehendakari vive en otro mundo, un mundo puramente virtual y fantasmagórico donde preside un Gobierno de coalición en el que por no tener no tiene ni siquiera el apoyo de su propio partido, en tanto los restantes socios bastante tienen con atender sus propios problemas internos y asegurar su supervivencia como fuerzas políticas. Así que la ocasión la pintan calva y o se consigue ganar Ajuria Enea ahora o será nunca, ha venido a decirle Patxi a su gente. Veremos.

A mí Patxi López se me ha enfriado un poquito, después de que su llegada al liderazgo del PSE me pareciera una de las mejores noticias en política vasca en mucho tiempo. Para empezar Patxi es hijo de López Albizu, la mano derecha de Ramón Rubial, una leyenda del socialismo y la resistencia antifranquista. Además, Patxi ha hecho un trabajo extraordinario desmontando el tinglado de los redondistas, a los que ha desplazado y marginado por completo, y sacando al PSE de aquella alianza infame y contranatura con el PP vasco; con paciencia y discreción, Patxi ha logrado no sólo el apoyo total de la sufrida militancia y el retorno de muchos votantes que se habían alejado del partido histórico de la izquierda vasca, sino volver a colocar al PSE en el eje de cualquier solución de la "cuestión vasca". Como creo haber escrito ya, el PNV y el PSE son los dos únicos actores políticos realmente imprescindibles para esa solución, en tanto todos los demás son perfectamente contingentes; sin embargo, en la última década el PSE había perdido esa posición, y eso explica muchas cosas sucedidas en el País Vasco durante esos años.

Decía que, sin embargo, mi entusiasmo por Patxi se ha ido enfriando un poco. Y es que le veo cada día más "profesional", y eso no me gusta nada. Aunque las corbatas le caigan como un tiro y los trajes que lleva sigan pareciendo prestados, empieza a exhalar ciertas maneras verbales de político con muchas conchas, de ésos que llevan un montón de años en nómina y aspiran a morir de viejos ocupando algún cargo de relumbrón. En suma, ha perdido frescura y podría estar empezando a distanciarse de la calle. Y eso es mal asunto.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Un balance de las elecciones generales del 9 de marzo (2)


PERIFÉRICOS Y CENTRALES

La extrema polarización que vive el país desde al menos mediados de los años noventa y el cansancio ante el discurso victimista de las organizaciones políticas de las burguesías periféricas, ha llevado a éstas últimas a padecer un severo revés en las elecciones generales del pasado 9 de marzo.

Especialmente los partidos de las izquierdas burguesas de carácter nacionalista (CHA, ERC, BNG...) han sufrido duros retrocesos, tras una etapa anterior con avances de cierta notoriedad . Ahora desaparecen en Aragón y Baleares, retroceden fuertemente en Catalunya y sólo alcanzan cierta estabilidad de resultados en Galicia. Los partidos nacionalistas de derechas, en cambio, aguantan mejor el golpe (caso del PNV, CiU y CC), y mantienen casi intacta su representación parlamentaria, aunque son ampliamente batidos en sus respectivos territorios por las organizaciones locales socialistas.

El más llamativo varapalo en este grupo de fuerzas lo recibe ERC, que pierde la mayoría de los escaños obtenidos en 2004 y más de la mitad de los votos obtenidos entonces. Es obvio que la inmadurez y cierto espíritu amateurista -reconocido estos días por los propios dirigentes del partido- en buena parte de en sus actuaciones tanto en la política catalana como en la española, han perjudicado a los independentistas catalanes de forma notable, pero su espectacular descenso cabe atribuirlo también -y principalmente- a factores de orden general que han jugado en contra suya. El drama central de ERC es que parece haber perdido toda credibilidad para los dos sectores ciudadanos que conforman sus apoyos electorales: de un lado, quienes siendo puramente independentistas consideran que ERC ha ido demasiado lejos en sus concesiones al sistema de juego político español; del otro, quienes reclamándose "de izquierdas" y más autonomistas que independentistas, consideran que éste partido no ha sido capaz de tener una presencia seria y respetable en las isntituciones.

En el caso de CiU por contra, aún perdiendo apoyos electorales, sobrevive mejor gracias al sabio manejo por sus dirigentes y estrategas de esa masa de "catalanes emprenyats" (catalanes airados) que constituye la fuerza de choque de las clases medias nacionalistas en Catalunya. Algunos errores del gobierno Zapatero y la idea de que en una situación de empate entre PSOE y PP ellos, la burguesía representada por CiU, tienen mucho que ganar negociando con unos u otros, ha llevado a las urnas a un número suficiente de seguidores del pujolismo como para que finalmente se haya minimizado lo que prometía ser un descalabro histórico de esta fuerza política.

Como trasfondo, el hartazgo de la sociedad catalana tras casi tres décadas de hegemonía ideológica nacionalista, que en todo caso nunca ha cuajado en otra cosa que en palabrería huera y un -eso sí- eficiente control social, económico y cultural del país.

El PNV por su parte ha aguantado el tirón mejor o peor, aunque al igual que CiU en Catalunya se ha visto desbordado por el avance del PSE en las tres provincias vascas. Queda en la irrelevancia política EA, el partido originado en la escisión peneuvista de finales de los años ochenta, y con el que el PNV ha mantenido una larga y singular relación de amor, odio y comunidad de intereses. Rápidamente el PNV se ha ofrecido al PSOE para lo que sea menester en la próxima legislatura, lo cual augura muy poco futuro al lehendakari Ibarretxe y a sus planes soberanistas.

Por lo que hace al entorno etarra, entraba en lo previsible que inmediatamente de celebradas las elecciones se arrogaran sin pestañear esa cifra mágica para ellos de 185.000 abstencionistas que supuestamente habrían seguido su llamado al boicoteo de las elecciones; y aún que se conformaron con esa cifra, en vez de hacer suya toda la abstención. Sorprende mucho más el entusiasmo conque su diario portavoz, Gara, acogía al día siguiente de los comicios la victoria del PSOE en España pero sobre todo en "su" Euskadi, remarcando con fruición el modo humillante para el PNV en que ésta se había producido en todo el territorio de la Comunidad Autónoma Vasca.

Por lo que hace a los partidos franquicia del PP -ése modelo de creación y uso de organizaciones políticas interpuestas que la derecha española ha imitado precisamente del mundo político etarra-, la suerte que han corrido ha sido diversa, pero siempre muy lejos de las expectativas generadas a priori.

En el caso de Ciutadans se confirma el absoluto desinflamiento de ése globo político que ya tuvo lugar en las municipales del año pasado; en esta ocasión Ciutadans ha recogido apenas 27.000 votos en Catalunya (el 0,75% de los votos en ésa comunidad), y 15.000 más en el resto de España. La disolución de Ciutadans a corto plazo se hace inevitable.

Los resultados obtenidos por UPyD, el partido de Rosa Díez destinado a arrebatar a los socialistas su electorado en el País Vasco y Catalunya son, salvo en Madrid, espectacularmente malos: 6.000 votos en Catalunya (0,16%) y 10.000 en el País Vasco (0'90%). En muchas otras provincias los escasos votos de UPyD se corresponden casi milimétricamente con las bajadas en votos del PP, con lo que no es aventurado deducir que éste partido pueda haberle restado a los "populares" votos imprescindibles para haber alcanzado algún escaño más. Sólo en Madrid UPyD ha tenido un resultado medianamente aceptable, 130.000 votos y 1 escaño (en todo el resto de España ha obtenido otros 170.000 votos). El escaño de Madrid lo logra UPyD con votos del PSOE y del PP en barrios y poblaciones de clases altas, zonas en las que ha habido -una vez más- una altísima participación electoral.

Ninguna otra fuerza de carácter "central" o vinculada al nacionalismo español ha obtenido un solo diputado. Llama la atención la fragmentación grupuscular del presunto espacio "verde", que como tal se ha demostrado de nuevo inexistente en España, y la absoluta irrelevancia representativa de la constelación de grupos fascistas organizados, cuyo potencial electorado es otra vez fagocitado sin piedad por el PP.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Vuelve el jesuitismo al PNV


En entrevista publicada hoy por El País dice Íñigo Urkullu, flamante nuevo líder del PNV, que él "quiere seducir a los vascos y a las vascas, no a España". No me cabe la menor duda de que van a ser muchos los vascos y las vascas que se van a sentir seducidos por éste político con aspecto de galán maduro y guapetón; otra cosa es que tal capacidad de seducción tenga luego traducción política.

En cuanto a la proclamación urbi et orbe del desamor de Urkullu por España -algo que se dá por supuesto en todo nacionalista vasco que se precie-, parece más bien una coz dirigida contra su antecesor en el cargo, Josu Jon Imaz, quien manifestó no hace tanto "querer seducir a los españoles" -hay que ver éstos jóvenes nacionalistas vascos lo subida que tienen la líbido, y eso que se han pasado media vida entre faldas de curas-, propósito que finalmente tuvo similar éxito al logrado por otro nacionalista de pro, éste catalán y convergente, el señor Miquel Roca, cuando lanzó su Operación Reformista "para enseñar a los españoles a hacer política" según sus propias palabras, y finalmente obtuvo 2 diputados en todo el territorio de eso que algunos cursis llaman todavía "el Estado español".

Avisa Urkullu que "su PNV" se va a diferenciar del de Egibar y del de Ibarretxe, que el tiene "su propio estilo" y que dejará "su impronta". O sea que el hombre está dispuesto a zamparse el pastel él solito, sin compartir ni las migajas; vamos, una cosa como lo de Aznar en su día al tomar el control del PP. De ser así, su encumbramiento a la dirección del PNV se revelaría como la más cruel venganza de Imaz para con su propio partido.

Dice otras cosas Urkullu en la entrevista, en la que -cómo no- reparte estopa para el PSOE y Zapatero pero ni menciona siquiera al PP, lo cual no deja de dar pistas sobre por dónde ventea éste caballero los vientos de la Historia. Pero lo más interesante, con todo, que se desprende de ella es la constatación del retorno del jesuitismo como núcleo duro mental de la dirección del PNV. Dicen las malas lenguas que en los útimos años la tradicional influencia jesuítica sobre la formación vasca había mermado considerablemente en beneficio del Opus Dei. Con Urkullu sin embargo, vuelve como mínimo el modo de razonar a lo jesuita. Véase a modo de ejemplo la respuesta dada a una saducea pregunta del entrevistador:

Pregunta: Imaz dijo que primero la paz y luego, la consulta. Usted cita paz y autodeterminación como un binomio. ¿Tiene una jerarquía entre ellas?.

Urkullu: No, no hay un orden. Hay vasos comunicantes.

Así que el señor Urkullu, con esa fineza que le caracteriza, liga paz y autodeterminación "mediante vasos comunicantes". El mensaje es claro: sólo habrá paz si hay autodeterminación. Todos sabemos, él el primero, que eso es mentira, que la autodeterminación ni en Euskadi ni en parte alguna garantiza la paz (que se lo pregunten al IRA, cuyos militantes fueron cazados como conejos durante la guerra civil en la Irlanda recién independizada), y que para que alguna vez haya una consulta sobre autodeterminación con garantías (como en Québec, por ejemplo), antes es ineludible un clima de paz que permita que se realice en plena libertad.

Mientras ETA exista, por tanto, hablar de autodeterminación "haga lo que haga ETA" es apostar por un proceso tramposo. Jesuítico, Urkullu deja caer que paz y autodeterminación son realidades consustanciales, cual siameses unidos "por vasos comunicantes". Es obvio que las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y que las palabras de Urkullu van destinadas a galvanizar desencantados, pero tienen el peligro de que haya gente en su partido y fuera de él que las tome al pie de la letra.

No es de extrañar por tanto, que a estas horas algunos cerebros pitecantrópidos que estos días andan a salto de mata por Francia puedan considerar, satisfechos, que con Urkullu aumentan considerablemente las posibilidades de llevar de nuevo al PNV al huerto de Lizarra. Y que en cuanto escampe, podrían comenzar a apretar en esa dirección.

Mal empieza pues Urkullu. Veremos.