viernes, 12 de septiembre de 2008

Entre la farsa y la tragedia. Escenarios para después de las próximas autonómicas vascas


Gran paripé porque el Tribunal Constitucional ha revolcado el invento del referéndum de autodeterminación que supuestamente quería convocar el lehendakari vasco. Todo es una farsa, porque Ibarretxe no pretende más que garantizarse la cabeza de lista del PNV en las próximas autonómicas y atraer el voto batasuno. Lo demás son fuegos artificiales, puro espectáculo.

La cuestión está en si Urkullu y compañía consideran que ganar algunos votos batasunos -quizá los suficientes para que Ibarretxe siga gobernando con una reedición del actual tripartito-, merece el riesgo de fractura del partido. El militante peneuvista es disciplinado y cerrado tanto o más que el pepero, y como ése capaz de tragar carros y carretas si quienes mandan en el partido se lo ordena; pero aún así el peligro de escisión en el PNV es alto en cualquier caso y por cualquier ala salvo si ganaran con mayoría absoluta, y eso parece fuera de su alcance.

En la acera de enfrente, la apuesta del PSE es bastante loca: Se trata de ganar las elecciones y formar gobierno con el PNV como socio minoritario, una vez éste se haya desprendido de Ibarretxe. Un encaje de bolillos.

Otro escenario posible aunque improbable para los socialistas vascos sería gobernar como fuerza minoritaria con el PNV como partido mayoritario, siempre si éste se deshiciera antes de Ibarretxe. Difícil y caro, muy caro.

Y en fin, el tercer escenario para los socialistas, el peor de todos con diferencia, sería gobernar con el PP. Un suicidio a corto plazo para el PSE, y una bomba atómica de tiempo depositada en la santabárbara del PSOE.

Total, que el cambio de mayorías en el País Vasco está negro. Como siempre. Y ETA al fondo, como siempre también.

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