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martes, 22 de marzo de 2011

De políticos que pretenden comunicar como los modernos




Una amable comunicante a quien no conozco de nada me envía unos datos, que dice responden a un estudio que ha realizado la empresa para la que trabaja. Según ese estudio, los alcaldes y alcaldables que se presentan a las próximas municipales son verdaderos analfabetos digitales aunque intentan disimular todo lo posible. Les mentiría si dijera que no sospechaba algo así.

Algunas conclusiones menores que me hace llegar esta persona y que transcribo literalmente, ayudan a enmarcar el problema:

- El único alcalde con página y perfil de Facebook, Twitter, Youtube y blog es Jerónimo Saavedra (Las Palmas de Gran Canaria).

- Los alcaldes más populares en las redes, como Rita Barberá, Alberto Ruiz-Gallardón o Sonia Castedo, apenas interactúan con sus seguidores.

- Ningún alcalde responde a los comentarios en su blog.

- Los alcaldes que no se presentan a la alcaldía se alejan de las redes.

Acaba mi comunicante con una frase lapidaria: "El estudio concluye que el interés de los alcaldes en social media es más electoral que social". A renglón seguido requiere mi opinión sobre el asunto. Pues nada, aquí va: mi opinión es que los políticos profesionales españoles o mejor dicho sus asesores de imagen están a la que salta, aunque no entiendan un carajo de social media, de nuevas tecnologías de la comunicación y si me apuran tampoco de imagen, que es lo que en teoría les da de comer. Lo único que le interesa a esta gente del mundo digital, es el marchamo de moderno que proporciona.

Claro que bien mirado eso ocurre con otros muchos usuarios de la Red (y de las redes) , y de ahí el florecimiento de la figura del negro digital, es decir de la persona que tiene a su cargo redactar mensajes o mantener sitios cuya existencia se atribuye a un político, cantante, jugador de fútbol o cualquier otro ente por el estilo, pero que en realidad acostumbra a perpetrar un mindundi a menudo peleado con la cultura general. Y así pasa luego lo que pasa: vean los twitters presuntamente fabricados por personajes de moda, verdaderos haikus de la estulticia humana, y me darán la razón.

Una de las cagadas más reveladoras y que venía a expresar con dureza la verdadera opinión del negro sobre su dueño la leí no hace muchos meses en la web de cierto político madrileño, que en los últimos años ha venido actuando como Papa absoluto del deporte español. El tipo que le había confeccionado la presunta autobiografía que podía leerse en su web personal, ponía en boca del político estas palabras: "En las elecciones del año tal, conseguí hacerme con un sitio en la lista del PSOE por Madrid". Ni su peor enemigo le hubiera desnudado con mayor contundencia.

De todos modos la de negro digital de político es una profesión a la que le queda poco futuro, porque la modernez en Internet dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio, en la medida en que en el ciberespacio todo se acelera de modo endiablado y por tanto las cosas dejan de estar de moda de un día para otro. Y es sabido que cuando algo pierde su condición de extremadamente moderno, pierde de manera automática su interés para estos vip's de pacotilla. Andando el tiempo, hasta Internet les parecerá pasado de moda y acabarán por prescindir de él como altavoz de sus ocurrencias y rebuznos. Ahí saldremos ganando todos, eso sí. ¿Se imaginan una Red libre de la jeta y las majezas de Esperanza Aguirre, por no ir más lejos?.

En la imagen que ilustra el post, presunta "web personal" del candidato derechista Mariano Rajoy durante la campaña de las elecciones generales de 2008.

viernes, 7 de enero de 2011

El Magreb revienta


Las protestas y disturbios iniciados en Túnez hace unas semanas, se han extendido ya a Argelia. Miles de jóvenes, estudiantes y parados en su mayoría, ocupan las calles y se enfrentan con la policía, en batallas campales cada vez más difíciles de reprimir.

El origen de estos movimientos es espontáneo y popular. La chispa la constituyó el suicidio de un joven tunecino, titulado universitario sin trabajo, que vendía fruta en las calles con un carrito, de modo ilegal; la policía tunecina le destrozó el vehículo y la mercancía, y en señal de protesta el muchacho decidió acabar con su vida ante un edificio gubernamental. Al correrse la voz y en apenas unas horas, las calles de las principales poblaciones de Túnez, el más pequeño y occidentalizado de los países del Magreb, se convirtieron en volcanes que escupían la ira popular contra el régimen de Ben Ali, el sátrapa que gobierna el país desde hace casi un cuarto de siglo y que al parecer padece un cáncer terminal.

En Argelia los disturbios han comenzado ahora por contagio de su vecino Túnez, pero tienen raíz propia en la reciente y fuerte subida de precios en productos básicos como el aceite y el azúcar. Las protestas en Argelia son más juveniles y radicalizadas que en Túnez, pues además de las subsistencias tienen presencia en su génesis factores muy complejos, como la opresión política y cultural que sufren los bereberes desde los tiempos de la independencia argelina, entre otros.

De todos modos es interesante señalar que tanto en Argelia como en Túnez los movimientos tienen carácter popular, y las respectivas oposiciones políticas no juegan hasta el momento papel alguno ni en su origen ni en su desarrollo. En Túnez sin embargo, el Colegio de Abogados está intentando ponerse a la cabeza y liderar un proceso que parece tender hacia un cambio de régimen. Hasta ahora los servicios secretos occidentales y sus cajas de resonancia mediáticas habituales se han abstenido de vincular las revueltas magrebíes a la fantasmal Al Qaeda, pero no desesperen los comulgantes en la conspiración terrorista islámica galáctica: pronto hará acto de presencia Bin Laden en una fiesta a la que nadie le ha invitado, lo que allanará el camino a la represión de movimientos que en definitiva, sólo pretenden conseguir aquello que los europeos nos hartamos de recomendar: libertad, democracia y unos estándares de calidad de vida que no ofendan la condición humana.

Al cabo lo que que esta gente del Magreb quiere es una vida digna, al menos lo que se entiende por tal en los anuncios y programas de nuestras televisiones europeas, que las nuevas tecnologías meten en los salones de sus casas y en los cibercafés de ciudades y pueblos de todo el Tercer Mundo.

En la fotografía que ilustra el post, un hombre enarbola una barra de pan durante una de las masivas manifestaciones que se vienen sucediendo en Túnez los últimos días.

martes, 19 de octubre de 2010

Impresiones después de una visita a Madrid, otoño de 2010



Unos días pasados en Madrid me confirman algunas ideas previas mías sobre la ciudad que he ido madurando en los últimos tiempos, y que se pueden resumir en dos: la capital del Estado español es una ciudad más viva y moderna de lo que sus habitantes creen, y mucho menos influyente y acaparadora de lo que nos pensamos quienes vivimos fuera de ella pero de algún modo bajo su sombra.

El viernes por la tarde quedé para tomar un café con Palinuro. Como que sus múltiples ocupaciones le impidieron a última hora el encuentro, el conocido bloguero me envió en su lugar a Ramón Cotarelo, especie de alter ego suyo, un intelectual culto, cordial, expansivo y oceánico en conocimientos y modo de comunicarlos. Sospecho que Cotarelo tiene como yo algunas dificultades auditivas, o tal vez sea la costumbre de nuestros cátedros de tener que desgañitarse al impartir clase a rebaños de tropecientos educandos, el caso es que nuestra charla fue seguida, presumo que con deleite, por la docena de parroquianos que a esa hora tomaban café en un modesto local de Fuencarral. Debieron salir de allí un poco confusos, eso sí, pues Cotarelo y yo saltamos alegremente de un tema a otro, pasando de la batalla de las Navas de Tolosa al decreto de Nueva Planta, los orígenes de Madrid como capital de las Españas, la generación del 98 y y sus lamentaciones y hasta a discutir la condición de Carlos III como presunto mejor alcalde de la ciudad. "Pues vaya mierda de rey, que con los problemas que tenía España se dedicaba a poner farolillos por las calles de Madrid", argumentó, implacable con el Borbón empelucado, el republicano Cotarelo.

Lo curioso del barecito en el que conversamos es que estaba empapelado con fotos de Marilyn Monroe por todas partes menos por una, en la que asomaba el rostro andrógino y con corte de pelo a lo garçon (un escándalo, oigan) de Audrey Hepburn. También había una Santa Cena de antes del Photoshop con la rubia por antonomasia presidiendo el ágape rodeada por 12 apóstoles con los rostros de Elvis Presley, James Dean y un buen puñado de mitos norteamericanos de los cincuenta. En resumen, todo muy casual y muy simbólico a la vez.

Ramón me llevó luego con él al cercano local de Las Indias Electrónicas, donde David de Ugarte tuvo la amabilidad de fascinarnos con los proyectos de esta gente, de los que francamente no entendimos un carajo (Cotarelo y yo somos gentes de papel impreso a la vieja usanza no como Ugarte y Palinuro, que se mueven como Dios en el éter electrónico). Nos llevamos un par de libros que David nos regaló con la intención de que nos aclararan conceptos sobre empresas digitales, trabajo en red y nuevas propuestas de relaciones sociales y hasta personales en la era electrónica. Cotarelo añadió por su cuenta un volumen que acaba de publicar sobre la política en la era de Internet, que prometo leer con atención y comentar aquí. El libro lo firma Ramón Cotarelo, pero sospecho que lo ha escrito Palinuro. Luego de despedirnos me vino a la cabeza aquello que cantaba Miguel Ríos tres décadas atrás, en su tema "Año 2000":

"Esta es la era de Mr. Chip, el futuro se puede tocar,
nacen cronistas, brujos y sabios
que alucinan con lo que vendrá."

Se ve que ya en el lejano 1980, el rockero granadino tenía información privilegiada sobre lo que venía.

Al día siguiente comí con un grupo de amigos un pantagruélico cocido madrileño, vive Dios, del que no pudimos acabar ni la mitad. A la mesa éramos 10 personas, todos adscritos al rojerío en sus múltiples facetas: socialistas, comunistas, anarquistas. Más quejas de los lugareños contra ese "Madrid espeso y municipal", derechista y casposillo del que abominaba el clásico. Me sorprenden las críticas, porque no es la visión que tengo caminando por la calle. En Fuencarral ví el día anterior una bandera republicana tan pimpante, plantada en un balcón vecinal. Abunda el turismo de cierto poder adquisitivo, y por el centro de la ciudad se oye hablar en catalán más que en el Paseo de Gràcia barcelonés. Las camisetas azulgrana de Messi y las fruslerías de aire gaudiniano se muestran en los escaparates de las tiendas de souvenirs, y nadie los apedrea. En las calles no hay carteles ni pintadas ni actitudes ni nada que recuerde que esta ciudad es presuntamente el fortín de la extrema derecha española, según suele ser creencia en la periferia del "Estado español". Eso sí al rojerío le frustra y le reconcome la previsible victoria electoral en puertas de la derecha extrema/extrema derecha española, pero como hacía decir Giovanni Guareschi a su Don Camilo en una de sus entrañables novelas, "la política es así, tortas van y tortas vienen".

Ese mismo sábado en fin, ceno solo en la mejor taberna madrileña, en pleno barrio de La Latina, establecimiento que como no podía ser de otra manera regenta un catalán joven y más listo que el hambre. El local está lleno, como siempre, pero Oriol me encuentra un huequecito, también como siempre. Hablamos en catalán, y nadie a nuestro alrededor se desmaya. El pícaro del restaurador me hace notar que a pesar de la crisis, lo suyo sigue funcionando la mar de bien. No es solo este local, toda la zona está a reventar. Claro que en las Cavas es imposible encontrar un McDonalds, las tapas son de alta cocina, los vinos resultan de categoría y los precios están en consonancia. En la barra de otro establecimiento cercano, por ejemplo, además de estupendas tapas sirven copas de Agustí Torelló, quizá uno de los dos o tres mejores cavas catalanes. En definitiva, es la calidad la que determina la selección de la clientela, y ésta a su vez es lo suficientemente inteligente para no tener en cuenta estupideces xenófobas como el boicot a los productos catalanes promovido por sectores fascistas españoles.

Pienso finalmente que Madrid nos lleva mucha ventaja, a Barcelona y a otras ciudades cercanas a él. Aquí se ha apostado por un turismo de masas de bajo nivel, y en cambio Madrid siempre ha primado más la capacidad adquisitiva y cultural del visitante. Tradicionalmente, y como se decía antiguamente, a Madrid "hay que ir con perras (dinero)". Esa es la diferencia principal, aunque el turismo-basura juvenil y no tan joven empiece a asomar la oreja en los barrios populares de la Villa y Corte; su Ayuntamiento y sus promotores turísticos harían bien en prestar atención y combatir este fenómeno, aún incipiente pero ya perceptible en una ciudad que hasta hace poco no estaba contaminada por él.

jueves, 18 de junio de 2009

La información es poder, también cuando se usa contra el poder


En el mundo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación no es posible mantener oculto un autogolpe de Estado como el llevado a cabo en Irán por los sectores clérico-fascistas que dominan el país. Manolo Saco cita un precendente ilustre, la llamada Noche de los Transistores, el famoso 23-F de 1981, que enseñó al mundo y desde luego a España entera la verdadera catadura incluso ética de aquella banda de cerdos con tricornio o gorra de plato que pretendían retrotraernos a la más negra noche franquista. Les derrotaron las ondas, la imposibilidad de esconder ante la opinión pública la ejecución del acto criminal que estaban llevando a cabo.

Hay otro precedente aún más ilustre, en el cual la radio jugó un papel igualmente decisivo. Ocurrió el 19 de julio de 1936 cuando las masas supieron en toda España el desenlace del enfrentamiento en las calles de Barcelona entre los militares rebeldes y los trabajadores y fuerzas de Orden Público que defendían la legalidad y la dignidad, y se lanzaron a la calle abortando en la mayoría de ciudades y pueblos del país el golpe de Estado fascista en marcha. Madrid, Valencia, Bilbao .. y tantos otros núcleos de población se movilizaron gracias a la radio. El golpe fracasó en sus objetivos centrales, y los fascistas hubieron de recurrir a una guerra de 3 años contra su pueblo para lograr finalmente hacerse con todo el poder.

Hoy es Internet, la Red de redes, quien todavía con mayor rapidez y eficacia impide que esos actos criminales puedan llevarse a cabo antes de que la ciudadanía pueda reaccionar. Blogs, webs, foros, el correo elctrónico..., más la captación y transmisión de imágenes y textos -de información, en definitiva- a través de móviles, cámaras digitales, PDA.... Artilugios individuales, fáciles de manejar y transportar y al alcance prácticamente de cualquier persona, que convierten a cada ciudadano en un emisor y receptor autónomo y simultáneo de información, capaz por tanto de contestar eficazmente los esfuerzos del poder por intoxicar a su población y a la opinión pública mundial. La pugna que hoy se libra en las calles de Irán la ha perdido ya el Régimen de los ayatolas, al no poder cegar la transmisión de información hacia el exterior ni impedir que los iraníes reciban el retorno desde fuera.

Seguro que a estas horas muchos especialistas en manipulación informativa andan en todo el mundo analizando esto, y buscando modos de cercenar o al menos controlar esos canales informativos con retroalimentación incontrolados. Y desgraciadamente, pienso que eso no debe ocurrir sólo en los regímenes dictatoriales que todos tenemos en mente, sino también en la mayoría de nuestras viejas, satisfechas y consolidadas democracias parlamentarias.

A ningún poder, en suma, le agradan los canales de información que no controla directa o indirectamente.

En la fotografía, jóvenes iraníes navegan por Internet.

sábado, 17 de enero de 2009

Cristo se paró en YouTube


En los años sesenta del siglo pasado la Iglesia católica se dio cuenta de que el mundo corría mucho más deprisa que ella. El fruto del -loable, entonces- intento de ponerse a la par con el rebaño, que años antes había salido escopeteado abandonando las amorosas faldas, fue el Concilio Vaticano II y la doctrina que de él emanó; y una de sus modestas manifestaciones en la liturgia, la introducción en las iglesias del repertorio folk y las guitarras. De pronto las misas se llenaron de canciones que nada tenían que ver con los viejos himnos en latín macarrónico, y se adaptaron a las lenguas vernáculas letras en inglés que iban de los espirituales negros a Bod Dylan. En Catalunya a este fenómeno se le llamaba "movimiento Kumbayá", por una entonces célebre canción de origen africano.

Pero en fin, las ciencias adelantan que es una barbaridad, y hoy las guitarras eléctricas sonando en misa de 12 nos parecen ya tan venerables y anticuadas como la cítara de Salomón. Olvidado el Concilio Vaticano II pero manteniendo la Iglesia su afán de "aggiornamiento", nuestra Santa Madre acaba de dar un paso más allá y se ha abalanzado sobre Internet. En concreto, parece que en las últimas semanas YouTube ha comenzado a hervir de pura espiritualidad católica.

Y es que algunas monjitas han colgado ahí videos en los que cantan, discursean y sonríen muchísimo, alentando "al mundo" a unirse a su estilo de vida. Es aquello de que si Mahoma no va a la montaña, la montaña viene a Mahoma: si las vocaciones monjiles casi han desaparecido de nuestra sociedad (el promedio de edad de las monjas españolas es de 75 años), son las órdenes religiosas a través de sus más aguerridas y fotogénicas militantes (que se sepa, no han usado modelos ni groupies) quienes se acercan a aquellos lugares en los que los jóvenes invierten preferentemente su tiempo de ocio, cual es el caso del ciberespacio y en concreto, del popularísimo YouTube. Y qué les voy a contar de YouTube que ustedes no sepan. Fíjense si la cosa va en serio que según he oído esta tarde en la radio, a partir de la semana próxima la radiotelevisión vaticana comenzará a colgar vídeos ahí conteniendo las mejores actuaciones de su actual megaestrella, el Papa Benedicto XVI.

Con todo, o mucho me equivoco o ese esfuerzo va a servir para bien poco, aunque por el momento y por aquello de la novedad y sobre todo del morbo, en estas semanas las visitas registradas a los vídeos católicos promocionales de la "vida contemplativa" hayan ido bastante bien. Me temo sin embargo que la inmensa mayoría de los jóvenes de hoy saben perfectamente que la Iglesia católica tiene muy poco que ofrecerles, por no decir absolutamente nada. Y que además, en YouTube y aledaños se llevan cosas más fuertes que inocentes actuaciones de coros monjiles cantando alabanzas a Cristo. Si por ejemplo, salieran algunas novicias medio desnudas azotándose según costumbre conventual seguro que las audiencias crecerían como la espuma, al menos entre los fans del sadomaso y los simples mirones. Eso por no hablar de si colgaran ahí filmaciones si las hubiere de ciertas reuniones vaticanas con señores "seglares", ésas que Francis Ford Coppola recreó maravillosamente en la segunda parte de El Padrino; esos vídeos si que romperían techos de audiencias, aunque no despertaran muchas vocaciones.

martes, 20 de mayo de 2008

¿Quiénes visitan Aventura en la Tierra?


En la columna de la derecha de la página inicio de Aventura en la Tierra, debajo de los enlaces, el archivo del blog y las "imágenes guerreras", habrán visto que desde hace unas semanas aparece un mapa con puntitos rojos. Se trata de FEEDJIT, una aplicación que ví por primera vez en el blog Palinuro (gracias, Ramón), y que ipso facto decidí incorporar al mío.

FEEDJIT sitúa en un mapamundi las entradas -visitas- al blog que se han producido en las últimas horas. Te dice qué artículos se han leído clasificándolos por frecuencia, y lo más interesante, sitúa con bastante precisión el origen geográfico de la visita. Sé por tanto que además de tener visitas desde casi todos los rincones de España, hay un buen número de accesos desde países latinoamericanos.

Así, por ejemplo, sé que en Cuba alguien que vive en la provincia El Ciego de Avila ha leído en las últimas horas mi post "Karl Marx escribe sobre Simón Bolívar". Siendo cubano ¿se habrá escandalizado? ¿le habrá gustado, por contra?. Quizá le he descubierto algo que ignoraba (la clase de hombre que realmente fue Simón Bolívar); con eso me daría por bien pagado.

También sé que alguien de Viena ha leído hace poco mi último post sobre el deportado Mariano Carilla Albalá. Sospecho que el vienés en cuestión debe tener algo que ver con Mauthausen Memorial Archives, o alguna institución similar. O quizá se tratara de un nazi, regodeándose al leer sobre el destino de una de sus víctimas. ¿ Quién sabe?.

La entrada más curiosa, sin embargo, procede de la provincia de Huesca. FEEDJIT la identifica como "Ministerio, Aragón" y enlaza al post "Tricornios peligrosos". Puestos a dejar volar un poco la imaginación, barrunto que quizá la visita proceda de un cuartelillo maño de la Guardia Civil. Si fuera así, espero haberle descubierto al "picoleto" algo que no conociera -el de los "civiles" es un mundo muy cerrado-, que le haya hecho reflexionar acerca del asunto abordado en el post. Ojalá.

Como ven uno tiene un repertorio de visitantes muy diverso, y casi diría que abigarrado. No saben cuánto me satisface que sea así.

El análisis del geo-tráfico que hace FEEDJIT identifica también el origen de quienes, asimismo en las últimas horas, han entrado en Aventura en la Tierra directamente a través de la página de inicio, lo que significa que tienen enlazado mi blog en sus favoritos o que lo han buscado conscientemente en la Red. Un montón de gracias a ellos. Y como siempre digo: vuelvan cuando quieran.

viernes, 18 de abril de 2008

Barcelona ya no seduce a los profesionales extranjeros


Anoche estuve cenando con M. Mi amigo M es un judío argentino que reside en Barcelona desde hace cuatro años, y que antes de llegar aquí ha vivido en Buenos Aires, Nueva York y Londres. El hombre trabaja en algo que no acabo de entender del todo en qué consiste, pero que al parecer auna informática punta y economía empresarial; es decir, el maridaje perfecto entre el mundo de los negocios y las nuevas tecnologías. Y Barcelona es supuestamente el lugar perfecto para esos maridajes. O eso nos han vendido a todos.

Porque resulta que M me decía anoche que cuando llegue septiembre quizá se vaya de Barcelona. Al parecer siente que aquí ya ha tocado techo; dice que ha llegado al convencimiento de que en mi ciudad no tiene posibilidades de ir más allá profesionalmente, y que por tanto necesita cambiar de aires para seguir creciendo en lo suyo. Aquí ya sólo pueden darle trabajo un par de instituciones financieras, y él no quiere estancarse ni verse limitado en sus posibilidades y menos convertirse en un empleado de una caja de ahorros. Me dice también que conoce a otros extranjeros profesionales de nivel similar al suyo que vinieron a Barcelona y que como él, al cabo de tres o cuatro años de residir entre nosotros se plantean irse porque ya no pueden crecer más en sus respectivas profesiones.

Así que la ciudad de los prodigios, la innovadora, la que teóricamente se había situado en la vanguardia de la implementación de las nuevas tecnologías en el mundo empresarial y bla bla bla tiene un techo tan bajo, que en tres o cuatro años un profesional calificado llegado de fuera siente que ha de largarse de aquí si quiere seguir progresando.

Y luego está, claro, el provincianismo patriotero que agobia a naturales y extranjeros. La mujer de M es una técnico cultural con problemas laborales porque no domina el catalán, en un sector de actividad en el que éste idioma es más necesario curricularmente que los conocimientos y aptitudes que uno/a pueda acreditar. Aunque le reconocen solvencia profesional por encima del personal lugareño disponible, ninguna institución la contrata porque no escribe catalán, cuando lo suyo es redactar textos. La solución es diabólicamente surrealista: esas mismas instituciones la subcontratan para que ella redacte textos en castellano que luego la parte subcontratante -como diría Groucho Marx- entrega a otra persona subcontratada para que los traduzca al catalán. Y todos felices. Salvo los subcontratados, que obviamente no cobran por lo que realmente vale su trabajo sino por lo que quieren pagarles en su condición de trabajadores no reconocidos.

A pesar de todo, a M y a su mujer les gusta Barcelona y sobre todo, nuestra famosa "calidad de vida". Pero un tipo con menos de 40 años, ambicioso y con ganas de seguir mejorando en lo suyo, siente que ésta ciudad se le está quedando pequeña. Es comprensible. Uno, que lleva viviendo en Barcelona toda la vida, lo entiende perfectamente, porque sabe desde hace muchos años que ésta es una ciudad pequeña, capital de un país pueblerino situado en un Estado que lleva en crisis desde la invasión napoleónica.

A veces pienso que sino fuera barcelonés, yo también me iría de Barcelona.

domingo, 30 de marzo de 2008

¿Existe el periodismo digital?


Durante la presente semana, un servidor disfrutó de sus vacaciones de Semana Santa (ya saben, ese breve lapso de tiempo que nuestras empresas nos conceden en primavera para poner en orden nuestros asuntos espirituales y que nosotros solemos aprovechar para aumentar el desorden en nuestros asuntos materiales, especialmente en lo que hace referencia al saldo menguante de la tarjeta de crédito).

El caso es que una parte de estos días de descanso los invertí en asistir al IX Congreso de Periodismo Digital, celebrado en Huesca. ¿Qué es el periodismo digital? se preguntará alguno de ustedes que sea de natural curiosón. Pues la verdad es que no sabría que contestarle, sigo sin tener ni idea de qué cosa es eso del periodismo digital, y lo que es peor, después de asistir a algunas exposiciones magistrales sobre este asunto a cargo de especialistas de reconocido e internacional prestigio, crece en mí la sospecha de que ellos tampoco tienen ni idea de qué diablos es eso del periodismo digital, y de si en realidad existe una cosa que se llame así.

Yo la verdad, después de Huesca ya empiezo a dudar de que exista el periodismo a secas. Bueno, les contaré con detalle sobre el congreso y sus circunstancias y también sobre alguna curiosísima amistad que este servidor de ustedes hizo en el evento, entre bocado de ternasco y trago de tinto del Somontano.

Bien hallados todos, que ya les echaba de menos, aunque sean ustedes un público lector de los más reacios a dejar comentarios. Será que son tímidos. Pero no se preocupen por eso, se les quiere igual.

jueves, 21 de junio de 2007

El Dios de la Biomecánica abre Paraíso. Llega la teología robótica


Vivimos tiempos extravagantes, en los que al parecer todo es posible. Incluso que las máquinas aspiren a la trascendencia, como ocurría en "Blade Runner". Pero la genial película de Ridley Scott era simplemente eso, una excelente película de ciencia-ficción, y lo que acaba de anunciársenos por boca de una colaboradora del MIT de Boston es un intento de pintar la realidad con los colores de la ficción.

Dice Anne Foerst, que se presenta como "teóloga de los robots", profesora de informática, pastora luterana y consejera teológica de un grupo de investigadores del MIT que trabaja en inteligencia artificial, que un robot podría llegar a tener alma. Casi nada.

"¿Por qué no puede tener alma un robot? Si es suficientemente inteligente, ¿por qué Dios no puede establecer una relación con él?", afirma Anne Foerst. A partir de ahí la polifacética señora Foerst se lanza por un tobogán en el cual convierte el alma humana en una cualidad social, a los robots en seres con emociones y capacidad de interactuar con los humanos, y a Dios en una especie de investigador del MIT con barra libre para crear seres biomecánicos de perfección creciente incluso en aspectos espirituales. Como puede verse, la pastora informática padece una empanada mental considerable.

La última aportación a la "ética para robots" o "robotética" de la señora Foerst es que los Diez Mandamientos resultan un código de conducta perfectamente adecuado para regir el comportamiento individual y social de las máquinas inteligentes. A partir de esta "ética" (en realidad, moral religiosa) es posible según ella una sociedad donde convivan armónicamente seres humanos y robots humanizados.

Como puede verse, el neoconservadurismo termina provocando alucinaciones. Porque el pensamiento (por llamarlo de algún modo) que explaya Anne Foerst es evidentemente un subproducto más de la "revolución conservadora", pura ideología reaccionaria al servicio de un poder que usa la religión como instrumento de alienación social.

Para empezar, la teología no es una ciencia, sino una sucesión de elucubraciones fantasiosas en torno a un hecho imposible de demostrar (la existencia de Dios). Foerst, como teóloga, parte de dos "hechos" que ella da por indiscutibles: la existencia de Dios y la existencia del alma humana, y sobre semejantes fundamentos construye su "ciencia". En definitiva, no hay nada científico en un "edificio espiritual" que carece de fundamentos en la realidad material, y que se alimenta de especulaciones en las que nada puede ser comprobado empíricamente.

Por si esto fuera poco, la informática teóloga pretende equiparar las prestaciones de la inteligencia artificial con las propias de la inteligencia humana, lo cual constituye ya un puro delirio. Por grande que sea la perfección que se pueda llegar a alcanzar en la fabricación de máquinas, jamás el ser humano podrá imitar siquiera la complejidad de su propio cerebro. Una cosa es que un "cerebro electrónico" pueda por ejemplo efectuar cálculos matemáticos con precisión absoluta y a una velocidad increíble, y otra completamente diferente que llegue a sentir satisfacción o fastidio al realizarlos. No es ya que las emociones no puedan recrearse en un circuito electrónico, es que precisamente el magma que las alimenta (intuiciones, impulsos, raciocinio, experiencia, etc), es el que define de modo exclusivo la condición pensante humana.

En resumidas cuentas, la señora Anne Foerst no es más que otra charlatana neocon con ínfulas de científica. Aunque, eso sí, hay que reconocerle la originalidad de intentar aplicar las Nuevas Tecnologías al fundamentalismo religioso.