miércoles, 8 de agosto de 2007

Madeleine en el vertedero mediático


Nuestros vecinos portugueses tienen fama de gente seria y un poco triste, y también de ser trabajadores y callados. La policía portuguesa está demostrando poseer esas cualidades y algunas otras más, aún menos frecuentes entre sus colegas de este lado de la frontera, como son una paciencia infinita y un distanciamiento absoluto del espectáculo mediático.

Viene esta reflexión a cuento de las investigaciones en torno a la desaparición de la niña británica Madeleine McCann, que al parecer están a punto de culminar con la detención de los verdaderos responsables de lo que ya parece ser un asesinato, o como mínimo un homicidio involuntario. Según publica hoy el periódico lisboeta Diário de Notícias, la policía portuguesa está estrechando el cerco en torno al "núcleo familiar" de la la niña desaparecida, eufemismo con el que se apunta directamente a los padres de la criatura.

Dicen ahora los periódicos portugueses que desde hace un mes los investigadores tienen claro que la niña murió en el apartamento que ocupaba la familia, quizá a consecuencia de un accidente doméstico. La hipótesis policial se basa en rastros de sangre de la menor existentes en el apartamento, encontrados a pesar de que al parecer se había intentado eliminar cuidadosamente las manchas de sangre; también, y esto sería aún más revelador, en conversaciones telefónicas grabadas a los padres y otros familiares de la niña durante las últimas semanas.

El supuesto secuestro de Madeleine McCann, una cría guapa y con unos enormes ojos azules, se habría llevado a cabo el 3 de mayo, en Praia da Luz, una zona turística. Desde el primer día de la desaparición de la niña inglesa los medios de toda Europa, y singularmente los españoles y británicos, se abalanzaron sobre la noticia convirtiéndola en carnaza para el morbo y el estremecimiento populares. Se habló y escribió sobre "redes continentales" que secuestran niños para extirparles órganos, se aseguró que Madeleine había sido convertida en prostituta, se la ubicó en países árabes convertida en esclava sexual de algún jeque caprichoso... Es sabido que la fantasía de los fabricantes de mierda con licencia para intoxicar desde los "mass media" es infinita.

Y en fin, en estos casos siempre hay quien se agarra al clavo ardiendo para sacar lo peor que lleva dentro. Sin ir más lejos, hace algunas semanas leí en Internet un comentario atroz de un ciudadano británico, en el que el tipo expresaba su convencimiento de que la pobre Madeleine había sido secuestrada por españoles que seguramente la tenían escondida en algún lugar de España, "pues sólo en ése país pueden pasar cosas así"; la estupidez, el racismo, los viejos prejuicios y los clichés estereotipados responden fácilmente a la llamada del morbo y la truculencia.

Si finalmente resulta que, como en la inmensa mayoría de casos semejantes, los responsables de la desaparición y eventual muerte de Madeleine McCann forman parte de su "núcleo familiar", alguien debería abrir una reflexión en profundidad sobre cómo se ha llegado al vertedero en el que chapotean hoy día los "media" europeos y sobre qué medidas habría que tomar para atajar esta degración rampante, que ha convertido la prensa escrita y audiovisual en un templo del morbo en el que se rinde culto a lo más negro del alma humana.

3 comentarios:

kencho dijo...

"A este par de pájaros se les va a caer el pelo muy pronto. Desde el principio, el caso apestaba; toda esa campaña internacional y la apelación continua a los medios.. No había que ser muy listo para ver que estaban desviando la atención. Han jugado con el tremendismo y el morbo, en complicidad absoluta de facto con los mass media. Dos manipuladores amateurs se han aprovechado de los manipuladores profesionales. Las cosas que se han llegado a escribir y a decir estos meses sobre este caso desde la pura truculencia y el afán por vender portadas, no pueden quedar impunes. Y la muerte casual o no de esa criatura, tampoco."


Sobre estas palabras tuyas, decir, que sean o no ciertas, deberías esperar a que fuesen juzgados o condenados, puesto que, en caso de ser inocentes, sería extender rumores bastante duros a unos padres que ya bastante tienen con perder a su hija.

Joaquim dijo...

Kencho, creo que quienes han contribuido a extender toda clase de rumores disparatados han sido precisamente los padres de Madeleine. Se han convertido en verdaderas estrellas del show business, y al parecer no sólo por la cara sino recaudando importantes cantidades de dinero para la causa de "los niños desaparecidos".

Evidentemente es un juez quien sentenciará lo que sea (que no necesariamente será la Pura y Santa Verdad; en España conocemos bien cómo funcionan los jueces, y más habiendo los mass media por medio).

Si sigues la prensa portuguesa de un tiempo a esta parte, verás que la policía está preparando a la opinión pública para ese "giro radical" que se viene anunciando estos días. En realidad, la parejita parece bastante atrapada; esta historia no se sostenía desde el principio,simplemente.

Joaquim dijo...

Por cierto, os ruego que miréis con toda atención la fotografía que coloqué en el post, esa familia aparentemente tan feliz.

Escogí esa foto con toda intención, porque es enormemente reveladora de un conflicto familiar soterrado pero no invisible.