Hace unos días encontré en Internet esta foto estremecedora. Tres delincuentes están a punto de ser ahorcados en Irán. En el último segundo uno de los reos percibe que hay una cámara enfocándoles, y sonríe. ¿Por qué sonríe? Obviamente se ha dado cuenta de que llegó su minuto de gloria: quizá piensa que su rostro estará mañana en la portada de los periódicos, que los informativos televisivos lo mostrarán en las salitas de estar de todo el mundo y que Internet hará de él por unos días un personaje más famoso que Beckham y Bin Laden juntos.
Si hubiera tenido las manos libres, seguro que se habría atusado el pelo. Al fin y al cabo no todos los días te hacen una foto un segundo antes de ahorcarte.
Si hubiera tenido las manos libres, seguro que se habría atusado el pelo. Al fin y al cabo no todos los días te hacen una foto un segundo antes de ahorcarte.
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