TVE ha decidido prescindir del espacio de información literaria "Estravagario", el programa de libros que desde 2004 conducía Javer Rioyo. La cancelación del programa ha cogido por sorpresa a Rioyo y a su equipo. Tanto es así que se estaban grabando capítulos para la próxima temporada, convencidos de que Estravagario continuaría en antena.
Lo que al parecer ha fastidiado más a Rioyo son las formas en que se le ha comunicado el fin del programa. "El director de TVE me llamó en pleno período vacacional para convocarme a una reunión en la que se me iba a comunicar que el programa no seguía", dice Rioyo.
El periodista asegura que había alcanzado con TVE un acuerdo para reformar los contenidos de Estravagario y adaptarlos al nuevo horario que le había sido adjudicado, los domingos, de 19.00 a 20.00 h. Un fantástico horario para un programa cultural, como puede verse, en imposible competencia con el onmipresente fútbol. De todos modos, el horario en que se emitía tradicionalmente desde su inicio en 2004, pasada la medianoche, y últimamente a partir de las 2 de la madrugada, ya habla a las claras del interés de TVE por promover entre su audicencia el mundo de los libros y la cultura en general.
Tras recibir un aviso para navegantes, al parecer Rioyo ya había aceptado antes de su despido "reformar" el programa para "popularizarlo", haciéndolo "más participativo" y orientado "hacia públicos más amplios". Traducido al cristiano, Rioyo se había plegado a rebajar los contenidos culturales del programa, para hacerlo asequible a un público generalista borracho de fútbol y programas del bajo vientre, público al que, por principio, le importan una mierda los programas de "libros serios".
Probablemente el error de Javier Rioyo fuera aceptar convertir su programa en algo más digestivo para "públicos amplios", vaciándolo de contenido cultural real y poniéndolo al servicio de los mercachifles de la industria del "enterteinement" impreso; a partir de ahí los gestores del Ente ya le habían perdido el respeto, y echarlo era el siguiente e inevitable paso. En el fondo a Rioyo le han hecho un favor cerrándole finalmente el programa, antes de que se degradara en público mostrando la basura que le pedían exhibiera y que ahora se canalizará a través de dos programas creados ad hoc por TVE.
Dice ahora TVE que Estravagario "ha cumplido un papel", pero que no era "el formato más adecuado para hablar de libros en televisión y no podía continuar con sus índices de audiencia". El cinismo de los gestores de la televisión pública alcanza pues cotas supinas. ¿Cómo va a tener audiencia un programa confinado a un horario de madrugada?.
En resumidas cuentas, tras unos meses esperanzadores vividos después de la constitución del gobierno Zapatero en 2004, TVE ha vuelto rápidamente donde solía: a la total dejación de su carácter de servicio público, para meterse de nuevo en cuerpo y alma en la grosera lucha por la audiencia, que en definitiva parece ser el único modo que conciben sus responsables de participar en el reparto del pastel publicitario. Con su pan se lo coman pues, y ojalá se hunda TVE de una vez por todas.
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