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sábado, 24 de septiembre de 2011

Criollismo y esquizofrenia. Una reflexión sobre las pseudoindependencias americanas


El problema fundamental de los argentinos como de la mayoria de los ciudadanos de las repúblicas americanas donde no han sobrevivido los pobladores autóctonos o han quedado reducidos a minorías marginales y marginadas, es que viven en la esquizofrenia permanente por causa de sus orígenes. 

Los que dicen estar en América "desde siempre" descienden todos en línea directa de los invasores europeos, y son por tanto herederos del genocidio y el robo perpetrado por antepasados no tan lejanos en el tiempo, ese mismo genocidio y robo que políticos populistas americanos sin escrúpulos llevan dos siglos afeando a generaciones de europeos posteriores a las pseudoindenpencias americanas que en realidad jamás pusieron los pies en el continente americano, o que emigraron allá para ser explotados por los descendientes de los mismos blancos criollos que liquidaron a los indígenas. 

Esos criollos que se pretenden hijos de los ofendidos, son en realidad los descendientes directos de los ofensores. Mientras no asuman esa realidad, los americanos no se liberarán de sus fantasmas.

En la imagen que ilustra el post aparece el general Perón, prototipo del cesarismo criollo.

martes, 17 de mayo de 2011

El movimiento de la fotografía obrera (1926-1939)


Durante mi reciente paso por Madrid con motivo de la presentación en esa ciudad de "Un castillo en la niebla", tuve tiempo para acercarme hasta el Centro Reina Sofía y ver la exposición temporal "El movimiento de la fotografía obrera (1926-1939)". Se trata de una magnífica muestra del mejor fotoperiodismo amateur europeo de entreguerras, con la característica especial de que todos los autores eran obreros aficionados a la fotografía, que recogían en precisas y a veces brutales instantáneas las condiciones de vida de las clases trabajadoras en las sociedades del Viejo Continente entre los años del crack y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

La gracia un tanto siniestra del asunto es que esta especie de acta notarial colectiva de la situación de la clase obrera europea comienza en 1926 como un gesto propagandístico de la URSS, donde de modo calculado se catapulta a las retinas del mundo una serie de fotografías acerca de la idílica (y falsificada) vida de una presunta familia obrera soviética tipo. A partir de ahí miles de fotorreporteros aficionados -al principio, la mayoría de ideología comunista estricta-, se lanzan en toda Europa a dejar constancia de las difíciles condiciones de vida de sus hermanos de clase en la Alemania de Weimar, la Francia de la III República o la España de la Guerra Civil, entre otros países. Pronto comenzaron a editarse un grupo de revistas -algunas míticas, como la francesa Regards-, en cuyas páginas vemos rostros y situaciones que nos miran desde la miseria, la desnutrición, el atraso general y sobre todo la desesperanza, apenas matizada por la adhesión entusiasta de algunos protagonistas de esas imágenes a la causa revolucionaria (impresionante el breve documental producido por la SFIO sobre el desfile de las izquierdas el 14 de julio de 1935).

El movimiento de la fotografía obrera duró poco más de una década, y murió con el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Setenta años después sus imágenes explican con verdadera dureza por qué la construcción de una sociedad sin clases fue el objetivo ansiado por el que sacrificaron sus vidas tantos trabajadores y trabajadoras del mundo. Quien no lo entienda, que observe los rostros de los niños hambrientos, descalzos y sin infancia que nos miran desde esas fotografías tomadas en los suburbios del Berlín, París, Londres o Madrid de aquellos años tremendos.

En la fotografía que ilustra el post un grupo de niños mineros retratados en algún lugar de Europa durante el primer tercio del siglo XX.

martes, 16 de febrero de 2010

ENDESA, ladrones de guante blanco

Andaba yo de vuelta a casa cavilando de qué trataría el post que pensaba escribir esta tarde, cuando al abrir el buzón me he encontrado una carta de ENDESA que me ha resuelto las dudas de un plumazo. Para los lectores que no conozcan qué es ENDESA les diré en breve que esta es una de las empresas clave del oligopolio energético español, explotadora en régimen de monopolio del suministro eléctrico de regiones enteras de España y que desde hace unos años ha abierto horizontes en América Latina de un modo salvaje y desenfrenado; seguro que han oído hablar de la gigantesca presa que ENDESA está construyendo en Chile y que amenaza con tragarse entero el país mapuche, un ecosistema único en el mundo y frágil como un vaso de cristal. Por cierto, en un alarde de cinismo "emprendedor" ENDESA se publicita en España como empresa "verde" y respetuosa con el medio ambiente.

Bueno, pues estos piratas con traje italiano me envían una carta en la que en un espléndido catalán normativo me informan de que "En estos momentos" un servidor de ustedes "NO TIENE CUBIERTO" (así, en mayúscula) "el coste de la reparación en caso de urgencia ante una avería en la instalación eléctrica, como un cortocircuito en el cuadro eléctrico de su casa que le deje sin luz". ¿Preocupante, verdad? Qué miedo da quedarnos sin luz. Pero tranquilos, ENDESA piensa en todo y tiene solución para este problema: "Protéjase desde hoy mismo con el Servicio Electricidad Total de ENDESA y acceda a toda la cobertura y las ventajas que le ofrece este servicio exclusivo para abonados de ENDESA". Para no cansarles les diré en resumen que el "servicio exclusivo" de marras consiste en que por la nada módica cifra de 44'91 euros anuales ENDESA presta un servicio que desde que existe la empresa ya daba y se pagaba en la factura general que presentan a sus abonados. Así pues, al igual que las compañías aeronáuticas decidieron un día cobrarnos aparte la magra pitanza que ofrecían a bordo (¡como si hasta entonces Iberia y compinches hubieran regalado los menús que daban!), ENDESA pretende cobrar a partir de ahora un servicio de mantenimiento que es su obligación ofrecer.

Y en fin, como no podía ser menos, la estafa se redondea en la letra pequeña. Resulta que entre las "exclusiones generales" (sic) del servicio contratado (y abonado) figuran las intervenciones en caso de emergencia causadas por "cualquier objeto que no forme parte de la red eléctrica", y cita expresamente sistemas de riego, cables de bombas de agua, controladores de temperatura, antenas de todo tipo, detectores de humo, electrodomésticos, etc. Entonces ¿qué diablos cubre el maravilloso servicio de asistencia de ENDESA, si excluye precisamente todas las fuentes posibles de esta clase de incidencias?.

El remate viene cuando ENDESA informa al potencial "primo" (candidato a ser estafado) de quién es la empresa aseguradora: Pues nada menos que una empresa irlandesa llamada Am Trust Ltd radicada en Dublín y "habilitada para operar en España", que actúa "en régimen de libre prestación de servicios (el diablo hidroeléctrico sabe qué significa esa expresión) a través de una sucursal radicada en Irlanda" (!). Debe ser que con la crisis económica ya no hay aseguradoras radicadas en España, y tienen que recurrir a una irlandesa. ¿Verdad que huele que apesta?.

El folleto-engendro concluye advirtiendo de que "este documento constituye un resumen no vinculante de las condiciones generales del contrato". O sea que hay más condiciones de las que aquí se especifican. Me juego mi paga extraordinaria de abril a que naturalmente, excluirán un sinfín de intervenciones supuestamente a prestar por la empresa contratada.

Al parecer la legislación española permite esta clase de robos de guante blanco; sus promotores incluso citan una ley bajo la cual se regirá el contrato con la aseguradora irlandesa. Tal vez porque el atraco se realiza sin otra violencia que el insulto a la inteligencia media que constituye el contenido del folleto explicativo que les he comentado. Son cosas del libre mercado, ya saben.

El año pasado a un mendigo le pedían en los tribunales de Barcelona año y medio de prisión por robar media barra de pan en una panadería. Los pobres ya se sabe, lo hacen todo a lo bruto ¡Con lo fácil que sería enviar un folleto publicitario antes de ir a por la barra de pan!.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Navidad, Navidad, dulce Navidad

Romeu en El País (edición Catalunya), 25-26 de diciembre de 2009

jueves, 9 de abril de 2009

Piratas en Somalia


Desde hace varias décadas los barcos españoles pesqueros y mercantes son conocidos y temidos en muchos mares del mundo, y singularmente en la costa africana occidental, de Marruecos a Angola. Además de ser verdaderos depredadores de los recursos pesqueros ajenos, a menudo embarcaciones bajo bandera española se han visto envueltas en operaciones de tráfico de armas y de drogas, algo que se publica con cuentagotas en los medios españoles pero que no por ello es menos real.

Arrasar caladeros es una especialidad de las flotas pesqueras española y japonesa, pertenecientes ambas a países con elevado consumo de pescado y marisco, cuyos buques se ven obligados a buscar zonas de captura cada vez más alejadas y arriesgadas a medida que, como las plagas de langosta, van exterminando a su paso recursos pesqueros ajenos. En ese sentido, el Cuerno de África se ha convertido en los últimos años en un polo de atracción importante para los grandes barcos frigoríficos de estas dos nacionalidades, y de algunos otros países que siguen su rumbo. Pescar en ricos caladeros de países desestructurados tiene, entre otras ventajas, la de no tener que pagar ninguna clase de derechos de pesca a Estado alguno. Es así como se ha arruinado la pesca artesanal en esa zona del mundo, obligando a los pescadores locales a poner en marcha un negocio que para ellos es mucho más interesante que morirse de hambre: la piratería.

El problema de Puntland, la región del norte de Somalia que se ha convertido en la moderna Isla de Tortuga de los piratas del siglo XXI, no es tanto que el Estado somalí haya dejado de existir e impere en ella el caos y la ley del más fuerte -que también-, sino sobre todo el que la tradicional industria pesquera artesanal ha sido arruinada por la brutal competencia de los grandes buques europeos, que esquilman la pesca de un modo salvaje e irrecuperable. Por otra parte, los beneficios de la piratería riegan también generosamente otras zonas insospechadas del mundo: la intermediación en las negociaciones para la liberación de personas o mercaderías secuestradas se lleva generalmente desde prestigiosos despachos de abogados londinenses, que naturalmente cobran sustanciosas minutas sobre los rescates pactados.

Y en fin, los intereses que se amparan tras las lágrimas de cocodrilo de las grandes empresas armadoras quedaron bien patentes hace apenas unas semanas, cuando el Parlamento español votó favorablemente una moción que permite dar cobertura militar a los barcos de pesca y transporte en el área donde menudean los ataques de piratas somalíes. Esa propuesta legislativa, -impulsada por Josu Erkoreka, portavoz parlamentario del Partido Nacionalista Vasco (PNV)-, responde a la defensa de los intereses de importantes compañías marítimas vascas relacionadas con el negocio de la pesca; se votó justamente antes del comienzo de la presente temporada de capturas, en la que sólo en la especialidad de atuneros están faenando frente a las costas de Somalia nada menos que doce grandes buques frigoríficos vascos.

Aprovechando la coyuntura, diversas empresas de transporte marítimo se han acogido a la protección militar para continuar sus muy rentables tránsitos por esos mares. Es el caso de Repsol, que en estos días ha solicitado protección militar para dos petroleros que transportan crudo sacado de Irak, en lo que parece un ensayo de posteriores transportes, así como el de otra empresa española que ha logrado un multimillonario contrato para colocar cable submarino en la zona.

La protección militar a estos muy privados intereses se paga obviamente con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, lo que no deja de ser curioso en un país como España, en el que hasta los edificios institucionales están protegidos por vigilantes pertenecientes a compañías privadas de seguridad. ¿Por qué los grandes armadores pesqueros y las compañías como Repsol o los transportistas de contenedores no se pagan seguridad privada cuando navegan por África Oriental? ¿por qué hemos de pagar entre todos sus facturas, y arriesgar la vida de nuestros soldados defendiendo sus intereses y negocios particulares?.

El abuso no es pues sólo sobre los africanos y sus recursos naturales sino también sobre los propios ciudadanos europeos, en la medida en que España ha conseguido embarcar en la defensa de la "libertad de navegación" sostenida a punta de cañón a toda la Unión Europea. Una verdadera historia de piratas ésta, sólo que en la realidad los papeles están cambiados en relación con la que suele aparecer en los medios.

domingo, 8 de marzo de 2009

8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora. O no

En los últimos años hemos visto como progresivamente el Día de la Mujer Trabajadora se ha ido travestizando hasta convertirse en un aséptico, burgués y "progresista" Día de la Mujer a secas.

A mí me gustaba más cuando el 8 de marzo se ceñía a reivindicar los derechos de aquellas que por su condición simultánea de mujeres y trabajadoras, sumaban explotación sobre explotación: la que padecían en la empresa, y la que padecían en casa. Ahora resulta que el 8 de marzo aparecen en los medios unas señoras con traje chaqueta sentadas en bonitos despachos explicando lo jodido que es ser empresaria o diputada en Cortes, o incluso lo discriminadas que están las mujeres porque todavía ninguna ha alcanzado el generalato en las Fuerzas Armadas.

No sé, a mí me da la impresión de que nos han robado otro símbolo. La burguesía progresista es lo que tiene, que puestos a arrebatar banderas y silenciar reivindicaciones resultan insaciables.

martes, 10 de junio de 2008

La Unión Europea pretende implantar la semana laboral de 65 horas


El diluvio de "directivas" (leyes comunitarias) estúpidas que está pariendo la Unión Europea parece no tener límite. Si hace sólo unos días comentaba aquí la impresentable y guantanamesca directiva que pretende que pueda mantenerse detenido a un inmigrante durante 18 meses simplemente por no tener documentos, ahora salta una liebre de mayor tamaño si cabe: resulta que a los augustos rectores de la cosa europea se les ha ocurrido -quizá mientras esnifaban cocaína, como suele ser habitual en las reuniones de la alta sociedad-, nada menos que proponer la jornada laboral de 65 horas semanales. Y como no podía ser menos, el PP español apoya con entusiasmo tamaña agresión contra el conjunto de los asalariados.

Entre paréntesis, mis condolencias a quienes hace un par de años dinamitaron desde la izquierda la posibilidad de una Constitución europea que impidiera excesos como éstos. Demostraron tener una sagacidad también sin límite, abriendo la vía a semejantes barbaridades.

La reducción de la jornada laboral ha sido uno de los grandes objetivos y quizá la más preciada conquista desde que los trabajadores comenzaron a organizarse, allá a mediados del siglo XIX. En España, en concreto, el PSOE de Pablo Iglesias abanderó la consigna que sintetizaba la jornada ideal de un obrero: "ocho horas para trabajar, ocho horas para descansar y ocho horas para la instrucción", verdadera hoja de ruta del movimiento obrero europeo durante décadas. Entonces, en los años del capitalismo manchesteriano, los obreros trabajaban 10 y 12 horas diarias, incluidos los niños. Fue en 1918 cuando ante el fantasma de la Revolución que amenazaba con extenderse a toda Europa, las patronales continentales accedieron a pactar las 40 horas semanales. Costó casi otro siglo que un Gobierno francés de izquierdas legislara la jornada de 35 horas. Al cabo, a los patronos el descanso y la instrucción de los trabajadores les importa un bledo: hoy como ayer, ellos sólo piensan en cómo exprimirnos mejor a todos.

Verdaderamente, yo me alegraría profundamente de que las patronales europeas y sus partidos palanganeros, como el PP español, intentaran en serio dar ese paso acelerado hacia la reimplantación de la esclavitud en Europa, porque estoy seguro de que entonces el grano de pus iba a reventar de una vez por todas: si semejante canallada no moviliza no sólo a los trabajadores manuales, sino también a empleados, funcionarios, cuadros asalariados y hasta a catedráticos de Universidad, es que verdaderamente nos merecemos que efectivamente se implante la jornada laboral de 10 ó 12 horas diarias, y que venga lo que en adelante se les ocurra.

jueves, 15 de mayo de 2008

Karl Marx escribe sobre Simón Bolívar


Ahora que andamos cerca de conmemorar el segundo centenario de las (mal) llamadas "independencias" de las antiguas colonias españolas en América, no está demás empezar a romper algunos mitos que en relación con la figura de los llamados "Libertadores" y singularmente en el caso de Simón Bolívar, vienen sosteniéndose de modo acrítico desde hace ya demasiado tiempo.

En los años treinta del pasado siglo se recuperó un texto breve de Karl Marx en el que destrozaba el mito de Bolívar, tan caro ahora a cierta izquierda americana que, contra toda evidencia, se considera marxista. Ese es un buen punto de partida para dimensionar a Bolívar de modo adecuado.

Fue en 1858 cuando Marx escribió un durísimo alegato contra Simón Bolívar en el que, según su costumbre, aunó la justeza de sus juicios con una mordacidad francamente sardónica, en respuesta a un encargo de Charles Dana, director del New York Daily Tribune, quien le pidió un artículo para la New American Cyclopaedia. Y ahí fue donde Marx se despachó a gusto sobre el (mal) llamado Libertador.

En una carta a Engels fechada el 14 de febrero de 1858, Marx escribe que Dana le ha reprochado que el artículo "estaría escrito en un tono prejuiciado y exige mis fuentes. Estas se las puedo proporcionar, naturalmente, aunque la exigencia es extraña. En lo que toca al estilo prejuiciado, ciertamente me he salido algo del tono enciclopédico. Hubiera sido pasarse de la raya querer presentar como Napoleón I al canalla más cobarde, brutal y miserable. Bolívar es el verdadero Soulouque". El tal Soulouque fue un ex esclavo que se proclamó Emperador de Haití, ejerciendo el poder mientras le duró de un modo enloquecido, despótico y cruel.

"Cobarde, brutal y miserable" son ciertamente adjetivos fuertes, pero Marx no los usó al tuntún. En su artículo, titulado "Bolívar y Ponte", repasa las miserias de un personaje atrabiliario y criminal, tan temido como odiado en su tiempo. De su etapa de gobierno como dictador dice Marx: "Pero (Bolívar), como la mayoría de sus compatriotas, era incapaz de todo esfuerzo de largo aliento y su dictadura degeneró pronto en una anarquía militar".

En resumen, Bolívar fue un miembro de la oligarquía criolla con ínfulas aristocráticas, a pesar de su origen mestizo (algo que le pesó toda su vida como una losa y le hizo acumular un fuerte resentimiento contra la aristocracia blanca). Terrateniente, propietario de esclavos y déspota tropical, Simón Bolívar no "liberó" nada; simplemente contribuyó a que indígenas, negros, mestizos y blancos pobres siguieran siendo explotados por la misma burguesía criolla que ya les explotaba durante la colonia; si los criollos rompieron los vínculos con España no fue obviamente para "liberar" a sus compatriotas más desfavorecidos, sino para explotarlos mejor de lo que lo hacían las lejanas clases dominantes españolas.

Como escribe Ramón Calvo Trenado, "El mito Simón Bolívar ha sido utilizado por unos y otros para justificar el paso de la dominación colonial a una nueva dominación social y además respaldar esta última. Criticarle se ha convertido en una ofensa a la patria, el semidios es perfecto y poner en solfa alguno de sus planteamientos es una herejía. El Napoleón de Las Américas está por encima de cualquier juicio histórico y su megalomanía marca la pauta."

En fin, que éste ricacho explotador, canalla, cobarde, sanguinario y enfeudado a los intereses político-comerciales del Imperio Británico, despreciado por Karl Marx y ninguneado por la clase social a la que ansiaba pertenecer, es hoy el "Gran Faro de la revolución americana" escogido por el chavismo y sus secreciones continentales como referente histórico y "moral" para su "revolución".

De donde se deduce cúal es la calidad revolucionaria real del chavismo y sus propagadores.