Un engendro dedicado a la agitación fascista y autodenominado "Sindicato Manos Limpias", ha interpuesto una querella en el Tribunal Supremo contra el juez Baltasar Garzón por "excederse en sus atribuciones". Según el jefe de esta banda, un tal Bernard, antiguo dirigente de Fuerza Nueva, partido fascista español teóricamente disuelto pero cuyos elementos siguen bien activos como puede verse, el juez Garzón habría prevaricado al impulsar la investigación de los crímenes franquistas durante la llamada Guerra Civil española y la subsiguiente dictadura fascista.
Lo increíble del caso no es que un puñado de fascistas quieran vengarse del juez que intentó pasar cuentas históricas con el régimen criminal que ellos adoran, sino que el Tribunal Supremo haya admitido a trámite la querella. La decisión de la Sala Penal del alto organismo judicial, que teóricamente debería estar bastante ocupada examinando la avalancha de pruebas existentes contra la trama de corrupción masiva en las administraciones gobernadas por el Partido Popular (PP), singularmente en Valencia y Madrid, conocida como caso Gürtel, ha provocado una ola de euforia en un PP acorralado por las evidencias de lo que el propio Garzón definió, cuando negó al PP la filisteada de personarse en el caso Gürtel como acusación, no como un conjunto de delitos que afectaría a unas personas que por coincidencia militan en el PP, sino como una trama de corrupción masiva organizada dentro del PP por dirigentes de ese partido.
En este intento de fusilar a Garzón al amanecer en venganza porque intentara sacar a la luz los asesinatos masivos del franquismo, los miembros del aparato judicial a los que piadosamente podríamos calificar como de "tendencia conservadora" han dado el do de pecho. "La decisión del Supremo fue adoptada, en contra del criterio de la fiscalía, por el presidente de la Sala Penal, Juan Saavedra, y los magistrados Adolfo Prego, Joaquín Jiménez, Francisco Monterde y Juan Ramón Berdugo", según El País. Pues bien, el mismo diario informa de que "todos ellos, excepto Jiménez, pertenecen al sector conservador y el ponente, Adolfo Prego, y Francisco Monterde, fueron designados en su día por el PP vocales del Poder Judicial".
Es obvio que quieren deshacerse de Baltasar Garzón, y que además quieren hacerlo de modo que constituya una severa advertencia para otros jueces que pretendan seguir sus pasos y remover los pudrideros de cadáveres que el franquismo dejó en forma de cientos, tal vez miles, de fosas comunes en cunetas de carreteras y junto a tapias de cementerios. Tal vez lo logren en este asalto, o tal vez no. En todo caso, quien sea responsable de la seguridad del juez Garzón debería tener los ojos muy abiertos a partir de ahora; van a por él, y no pararán hasta quitarlo de en medio del modo que sea.
En la imagen, fosa común en el pueblo de Villamayor de los Montes, Burgos (foto de Paco Etxeberría, tomada de la web de Amnistía Internacional).
Lo increíble del caso no es que un puñado de fascistas quieran vengarse del juez que intentó pasar cuentas históricas con el régimen criminal que ellos adoran, sino que el Tribunal Supremo haya admitido a trámite la querella. La decisión de la Sala Penal del alto organismo judicial, que teóricamente debería estar bastante ocupada examinando la avalancha de pruebas existentes contra la trama de corrupción masiva en las administraciones gobernadas por el Partido Popular (PP), singularmente en Valencia y Madrid, conocida como caso Gürtel, ha provocado una ola de euforia en un PP acorralado por las evidencias de lo que el propio Garzón definió, cuando negó al PP la filisteada de personarse en el caso Gürtel como acusación, no como un conjunto de delitos que afectaría a unas personas que por coincidencia militan en el PP, sino como una trama de corrupción masiva organizada dentro del PP por dirigentes de ese partido.
No es extraño por tanto que como dice El País de hoy, la resolución del Supremo, que podría terminar con la carrera judicial de Garzón, "desbordó la euforia" en el PP. Y sigue: "Los portavoces populares se felicitaron por la decisión y se apresuraron a poner en tela de juicio la instrucción del sumario contra la trama corrupta realizada por Garzón, pese a que sus reiterados recursos y querellas contra el juez por esta causa han sido archivados o desestimados". La portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, manifestó su alegría porque la querella del grupo fascista contra Garzón haya sido admitida a trámite, ya que tal hecho "demuestra que en España nadie está por encima de la ley", palabras que demuestran de modo palpable lo ya intuido hace tiempo: que la estupidez oceánica de esta mujer y su mala fé no admiten barreras ni alivios.
En este intento de fusilar a Garzón al amanecer en venganza porque intentara sacar a la luz los asesinatos masivos del franquismo, los miembros del aparato judicial a los que piadosamente podríamos calificar como de "tendencia conservadora" han dado el do de pecho. "La decisión del Supremo fue adoptada, en contra del criterio de la fiscalía, por el presidente de la Sala Penal, Juan Saavedra, y los magistrados Adolfo Prego, Joaquín Jiménez, Francisco Monterde y Juan Ramón Berdugo", según El País. Pues bien, el mismo diario informa de que "todos ellos, excepto Jiménez, pertenecen al sector conservador y el ponente, Adolfo Prego, y Francisco Monterde, fueron designados en su día por el PP vocales del Poder Judicial".
Es más, Adolfo Prego firmó hace unos meses un manifiesto contrario a las exhumaciones de fosas comunes de asesinados por el franquismo y es rabiosamente contrario a la Ley de Memoria Histórica, como corresponde a su ideología de extrema derecha. Lo increíble es que dada tan evidente animosidad, nadie recusara su participacion en la reunión que se transformó en linchamiento de Garzón por cuenta de la Sala Penal del Supremo, pues las opiniones de éste magistrado están evidentemente viciadas y le inhabilitaban para entender con neutralidad en la admisión a trámite de la querella contra Garzón. Probablemente tampoco costaría demasiado probarle una (presunta, faltaría más) prevaricación (tomar una decisión incorrecta a sabiendas) .
Es obvio que quieren deshacerse de Baltasar Garzón, y que además quieren hacerlo de modo que constituya una severa advertencia para otros jueces que pretendan seguir sus pasos y remover los pudrideros de cadáveres que el franquismo dejó en forma de cientos, tal vez miles, de fosas comunes en cunetas de carreteras y junto a tapias de cementerios. Tal vez lo logren en este asalto, o tal vez no. En todo caso, quien sea responsable de la seguridad del juez Garzón debería tener los ojos muy abiertos a partir de ahora; van a por él, y no pararán hasta quitarlo de en medio del modo que sea.
En la imagen, fosa común en el pueblo de Villamayor de los Montes, Burgos (foto de Paco Etxeberría, tomada de la web de Amnistía Internacional).
7 comentarios:
Lo malo, el pudridero franquista en activo. Saludos.
Y tan activo, Pilar. Como que siguen copando buena parte de las más altas instituciones del Estado español.
Un saludo.
EL PAIS 28-5-2009
http://www.elpais.com/articulo/espana/ponente/Garzon/patrono/fundacion/proxima/Manos/Limpias/elpepuesp/20090529elpepinac_9/Tes
El ponente contra Garzón es patrono de una fundación próxima a Manos Limpias
Denaes, presidida por un cargo del PP, participa en actos con el sindicato
NATALIA JUNQUERA - Madrid - 29/05/2009
Adolfo Prego, el magistrado del Tribunal Supremo que ha firmado como ponente la admisión a trámite de la querella por prevaricación contra el juez Baltasar Garzón en la investigación de los crímenes de Franco, es patrono de honor de la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes), próxima al sindicato ultraderechista autor de la querella, Manos Limpias.
Adolfo Prego, el magistrado del Tribunal Supremo que ha firmado como ponente la admisión a trámite de la querella por prevaricación contra el juez Baltasar Garzón en la investigación de los crímenes de Franco, es patrono de honor de la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes), próxima al sindicato ultraderechista autor de la querella, Manos Limpias.
Ambos colectivos han compartido varias iniciativas políticas como la manifestación con la AVT y el PP en febrero de 2006 contra el Gobierno por la negociación con ETA o más recientemente, en septiembre del año pasado, la protesta contra la “imposición lingüística” del catalán en las escuelas.
La sintonía entre la fundación y el sindicato ultraderechista es tal que desde la web de Manos Limpias se anuncia la página de la asociación de la que es patrono de honor el juez del Supremo. La querella contra Garzón fue admitida por unanimidad por cinco magistrados de la Sala Penal del Supremo.
Denaes y Manos Limpias comparten además, una similar animadversión hacia el querellado, Baltasar Garzón. Manos Limpias, porque se ha querellado contra él y Denaes porque le ha dedicado varios “editoriales” con títulos tan inequívocos como “Juez estrella, estrellado”. En él le achacaban “olvidarse de los vivos que siguen asesinado en España (ETA)” para afanarse en impartir justicia sobre los muertos.
(sigue)
Los reproches de la fundación a Garzón alcanzan también la investigación sobre el caso Gürtel, la trama corrupta que afecta al Partido Popular. Probablemente, porque el presidente y fundador de Denaes, Santiago Abascal Conde, es miembro del partido.
Como el juez Prego, también es miembro del patronato de honor de la fundación, Alejo Vidal Quadras, eurodiputado del Partido Popular y candidato para las elecciones europeas del próximo 7 de junio.
El magistrado del Supremo y patrono de honor de Denaes fue vocal del Consejo General del Poder Judicial gracias al PP, que le designó en su día. Otra de las luchas compartidas entre la Fundación para la Defensa de la Nación Española y Manos Limpias, es su oposición radical a la Ley de la Memoria Histórica y a los procesos iniciados por los familiares de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura para recuperar su memoria. Algunos editoriales de la fundación de la que es patrono Adolfo Prego propugnan que ese proceso ha “dividido” España en dos.
Prego ha escrito artículos para la revista de la hermandad del Valle de los Caídos, donde también manifestó opiniones contrarias a la ley de Memoria.
El juez del Supremo presentó en diciembre de 2007 el libro de Pío Moa Años de hierro, España 1939-1945. Prego se deshizo en elogios hacia Moa -”es un gran historiador”- y dijo compartir con él “el meollo y la clave” de su obra, esto es, que la Guerra Civil no arrancó con un golpe de Estado de Franco en 1936, sino en 1934, cuando se desencadenó en España “un auténtico proceso revolucionario de asalto al poder enemigo de la legalidad (…) que fracasó pero que lanzó un segundo zarpazo en 1936″.
La firma del magistrado Adolfo Prego estaba también en el llamado Manifiesto por la Verdad Histórica junto a la del locutor de la Cope Federico Jiménez Losantos y el propio Pío Moa, un virulento grito de protesta contra la Ley de Memoria Histórica.
Además de apoyar la mencionada tesis de que la Guerra Civil comenzó en 1934, el texto calificaba de “perversión ética y legal” una ley que “corrompe y envenena”, que “denigra a los inocentes y pretende que la sociedad recuerde como mártires de la libertad a muchos de los peores criminales”.
Por otra parte, el Frente Nacional emitió ayer un comunicado felicitando a Manos Limpias por el triunfo de lograr que el Tribunal Supremo admitiera la querella contra el “intocable” Garzón.
¿Alguien duda a estas alturas que la oligarquía franquista está incrustada en Instituciones, partidos políticos y sociedad anónima? Somos hijos de la placidez franquista.
Joaquim:
Cuanto más te leo, más te admiro.
Cada día te quiero más, ovi ovi, ovi ová.
Un abrazo
Grcias Antoñito, el sentimiento es mutuo, tío :)
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