miércoles, 31 de diciembre de 2008

El zapato volador, la imagen del año


Si algo se le pueda reprochar a Muntadar al Zaidi, el periodista de la televisión iraquí que tiró sus zapatos contra George W. Bush durante la conferencia de prensa que éste dio cuando finalizaba su último viaje a Irak, es que no hubiera ensayado más el lanzamiento y no lograra impactar en el blanco. Eso sí, queda claro que el hombre puso toda su alma en la acción, tal como demuestran las imágenes del suceso.

Tanto Bush como Al Maliki, su sicario irakí, fingieron no verse afectados por lo que calificaron como un incidente menor. Lo cierto es, sin embargo, que Al Zaidi fue inmediatamente detenido, golpeado en la misma sala y luego torturado de modo tan salvaje, que según su hermano sufre rotura de un brazo y hemorragias internas. Oficialmente no hay cargos contra él, por lo que su detención tiene todas las características de un secuestro al más puro "estilo Guantánamo". Cabe subrayar que golpear a alguien con un zapato es una de las mayores ofensas que puede hacer un árabe a otro hombre, pues en su mentalidad el calzado suele usarse para pegar a las mujeres. Al Zaidi además, le gritó "perro" a Bush mientras le tiraba sus zapatos.

El gesto de Al Zaidi ha despertado enorme simpatía no sólo en Irak y los países árabes en general, sino también en todo el mundo incluida Europa y los propios EEUU. El fabricante de los zapatos del periodista irakí, un empresario turco, está recibiendo estos días miles de pedidos de unidades semejantes, y algunas personalidades árabes han hecho ofertas millonarias por hacerse con el par original.

En cuanto a otra clase de reacciones, sólo la Federación Internacional de Periodistas (FIP) se ha manifestado claramente en apoyo de su colega, cuya acción dicen refleja el "profundo odio ante el trato que recibien los civiles iraquíes durante la ocupación en los últimos cuatro años en los que los periodistas han sido sus mayores víctimas" (Diario Directo, 16/12/2008). En el mismo comunicado, la FIP dice que "este periodista estaba expresando su profundo punto de vista y no podemos condenar sus acciones, pero después de años de intimidación, maltrato y asesinatos no resueltos en manos de los soldados estadounidenses no sorprende que haya odio y resentimiento entre los periodistas", y denuncia que "no es una coincidencia que la protesta de Al Zaidi ocurra sólo unos días después de que el Ejército norteamericano rechazara poner en libertad a un periodista detenido a pesar de que un tribunal iraquí había ordenado su liberación". La FIP recuerda que ya "advirtió del peligro de maltrato que sufren los periodistas detenidos en Irak, y acusó al Ejército estadounidense de ostentar el récord de malos tratos a reporteros que están bajo su custodia", informando finalmente de que 284 periodistas han muerto en Irak desde que comenzó la invasión norteamericana.

Sorprende -o no, según se mire- el silencio atronador sobre este caso de organizaciones como Reporteros Sin Fronteras (RSF) o Amnistía Internacional (AI), tan celosos de la defensa de los derechos humanos en general y de la libertad de los periodistas en particular cuando de otros regímenes se trata. En la página principal de la web de RSF ni se menciona la detención ilegal de Al Zaidi, y sólo en el interior de la sección "Comunicados sobre Oriente Medio" hay una breve nota en el apartado "Irak" en la que se pide "clemencia" para el periodista irakí. En la web de AI ni siquiera se menciona el asunto.

Y sin embargo, la vida de Muntadar al Zaidi está claramente en peligro por ese gesto que se ha convertido en la imagen de 2008. Su acción, en todo caso, no habrá sido en vano, ya que ha servido para expresar gráficamente y con toda contundencia el rechazo universal a la política imperial desarrollada por ese pedazo de bestia descerebrado cuyo fin de reinado celebramos hoy, 31 de diciembre de 2008.

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