Si les digo que Café Banlieue es un disco de tangos grabado por un trío de solventes músicos europeos, lo más seguro es que les esté dando una idea equivocada acerca del contenido de esta verdadera joya. Ciertamente la base musical de cada una de las piezas que componen el álbum es el tango moderno, pero en Café Banlieue hay además otros ingredientes: mucha música clásica de cámara, grandes dosis de jazz clásico europeo, buenas porciones de música parisina, unos sutiles matices yiddish y algunos pellizcos de música popular. El resultado es compacto y armonioso, y revela verdadera maestría en los creadores e intérpretes de este CD glorioso.
La formación Tango à trois está integrada por dos alemanes y un albanés, y sus instrumentos son violín, chello y piano. La fuerza de sus arreglos, en los que como digo se combinan las músicas cultas con las de raíz más popular y multicultural, se basa en la realmente lograda fusión que alcanzan. Nada desentona ahí, y todo contribuye al placer del oyente.
Les dejo un enlace a You Tube donde puede verse y oírse una actuación en directo de Tango à trois interpretando el tema que da nombre al álbum.
4 comentarios:
Desde el blog en apoyo al “Premio Maria Amelia López Soliño” a la mejor bitácora escrita por una persona de la tercera edad, te agradecemos el cariñoso comentario de condolencia dejado en su blog y te animamos a estimular a los más mayores a seguir su ejemplo.
Un saludo afectuoso.
¿Te ha llegado este comentario duplicado? Si es así, ¡te pedimos disculpas!
Ufff, ¡que maravilla! Vaya forma de tocar, ya lo creo que es una joya.
Gracias por el placer que he tenido al escucharles.
Marian
Suena muy apetitoso, imagino que es algo, salvando las distancias, similar a Astor Piazzola.
Lo buscaré.
luchino.
Marian y Luchino, celebro que os haya gustado.
Sí que hay bastante ahí del espíritu de Astor Piazzola en cuanto a renovación del tango, aunque quizá Tango à trois suene más "concertístico" y culto y menos urbano. Cada vez que oigo a Piazzola es como pasear de noche las avenidas de Buenos Aires en el verano austral, impregnada la ciudad de calor pegajoso y con el aire oliendo a goma quemada.
Un saludo cordial.
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