lunes, 26 de enero de 2009

Manolo Saco y otros 20 indocumentados en Casa Perico


Finalmente el sábado se celebró en Madrid lo que en tiempos de Franco se hubiera denominado una "comida de hermandad", en la que nos reunimos alrededor de una veintena de los comentaristas habituales del blog "Fuego amigo", mantenido por el periodista Manolo Saco en el diario Público. Una iniciativa que probablemente no tiene precedente en la blogosfera hispánica. Hay que decir que era la primera vez que nos veíamos, y que por tanto lo primero que hubo que hacer fue ponerle caras a lo que hasta ahora eran sólo nicks que frecuentan un sitio de Internet; un ejercicio realmente divertido.

A la llamada de la pitanza y el buen vino acudió pues un selecto ramillete de rojos irrecuperables de todos los colores y matices: socialistas, comunistas, cenetistas, republicanos, izquierdistas por libre, y hasta cierta izquierda monjil y algo retrechera. Es decir, un caos gozoso y parlanchín, animado por un buen surtido de caldos divinos aportados por Manolo, el anfitrión. El evento tuvo lugar, como no podía ser menos, en Casa Perico, un verdadero antro con olor a viejas conspiraciones de redacción, restaurante popular situado en plena calle de La Ballesta madrileña. Para quien no conozca esa vía y su fama, comentaré que cuando caminando por Gran Vía pregunté por ella a un par de ancianos, deduje de sus sonrisas conejiles que me tomaban por el típico provinciano rijoso de paso por Madrid. El marco pues incomparable, como habría dicho Matías Prats padre.

Ya en el restaurante tuve ocasión de saludar y conversar con la gente que integra este grupo variopinto y jaranero que es la comunidad de adictos a "Fuego amigo", o más específicamente a Manolo Saco. Bueno, en realidad había allí una escogida representación sólo de los que habitualmente dejamos comentarios, porque según Manolo Saco el blog contabiliza 6.900 visitantes únicos al día; lo que significa que una inmensa mayoría de sus lectores nunca deja constancia escrita de su paso por él. Curioso éste cibervoyeurismo que al parecer practican grandes masas de fieles lectores de blogs.

Durante la comida tuve al lado a Bartolomé, compañero de Manolo en su particular aventura en el mundo del vino. Ambos editan Mivino, una revista que coloca 100.000 ejemplares en el mercado especializado español y otros tantos en el mexicano. Una barbaridad. Bartolomé nos montó una verdadera cata en toda regla menos en el aspecto formal, en la que además de probar vinos inconmensurables y disfrutar y aprender con sus conocimientos, pude pasar un rato extraordinario conversando con este experto catador y propagandista de vinos quien además de ser una persona cordialísima, es, como todo aquél que sabe realmente de lo que habla, de una sencillez extrema cuando ilustra a un simple aficionado como yo.

Total, una experiencia a repetir el año que viene si Dios y Manolo quieren. Aunque conociéndoles un poco a ambos, nó se yo si van a ponerse de acuerdo fácilmente.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Las fotos, las fotos!, que vean lo guapos y retrecheros que somos.

Joaquim dijo...

Pues a ver si se dan por aludidos los fotógrafos que tomaron imágenes del magno acontecimiento. Y así de paso les damos el trabajo hecho a los mortadelos de la señora Aguirre...

Anónimo dijo...

Salu2, "pañeros"

Joaquim dijo...

Hombre, Mack, el sábado se echó en falta al "azote de Carlos Fabra"...