viernes, 15 de junio de 2007

Memoria urgente de una Transición que supo a poco


Hoy se cumplen 30 años de los primeras elecciones democráticas habidas en España tras el golpe de Estado fallido del 18 de julio de 1936, que dio paso primero a la guerra mal llamada civil y tras ella a una larga y opresora dictadura militar de corte inequívocamente criminal.

Con posterioridad a la muerte del general Franco, España inició un proceso de democratización que culminó en las elecciones del 15 de junio de 1977. Este proceso no fue un regalo gracioso del Régimen franquista, sino el resultado de la presión popular e internacional en orden a terminar con una anomalía político-jurídica cual era la pervivencia de un régimen fascista en Europa 30 años después del final de la Segunda Guerra Mundial.

A la salida de ése régimen criminal y al paso a la instauración de una democracia parlamentaria al uso europeo capitalista se le llamó Transición democrática. Poco tuvieron que ver sus resultados finales con los sueños y las esperanzas de quienes a su inicio aspirábamos a reconquistar para nuestro país las cotas de libertad, democracia y progreso de las que había gozado durante la II República española, y a comenzar desde esas bases la construcción de un socialismo moderno y alternativo a los modelos ya caducos entonces que ofrecían el comunismo y la socialdemocracia.

Vista con perspectiva histórica, la Transición española fue un gran apaño en el que los servidores del Régimen franquista se aseguraron la impunidad de sus actos anteriores y el disfrute de cuanto habían robado, a cambio de ceder amplias parcelas de poder político. Las consecuencias de ese cambalache siguen pesando hoy como una losa sobre la democracia española.

2 comentarios:

Jesús dijo...

COmpletamente de acuerdo. Ya es hora de contar la película tal y como fue, y de idílica tuvo poco.

El verdadero cambio que se tenía que haber producido en 1975 todavía no ha llegado, y una parte muy importante de culpa la tuvo la izquierda,y sobre todo el PCE, que por conseguir un poco de poder renunció a todos sus principios.

Un Saludo.

Joaquim dijo...

Exactamente fue así.

Un saludo.