jueves, 14 de junio de 2007

Bush en Kosovo


La gira triunfal del presidente Bush por Europa Oriental ha servido para confirmar el vasallaje que prestan al Imperio los dirigentes políticos de esos territorios. El presidente norteamericano ha sido entusiásticamente acogido por los herederos cuando no continuadores directos de las satrapías que entre 1945 y 1989 formaron parte del bloque soviético, o que en el caso específico de Albania alumbraron un proyecto político tan delirante y numantino que hasta su finalización permaneció aislado incluso del resto de dictaduras que se reclamaban marxista-leninistas.

En las calles de esos países Bush ha sido saludado enfervorizadamente por masas de ciudadanos empobrecidos, desasistidos y golpeados por toda clase de conflictos (políticos, culturales, religiosos...), que cifran su esperanza en el supuesto maná de dólares que piensan caerá sobre ellos cuando el moderno Míster Marshall instale en sus países sus bases militares, centros de almacenamiento de misiles y campos de tortura y detención más o menos secretos.

Entre paréntesis habría que recordar que estos ciudadanos de Europa del Este hoy entregados en cuerpo y alma a los intereses y deseos del Imperio Yankee, constituyen el "hombre nuevo" realmente alumbrado por 72 años de comunismo estatal, tan lejano por tanto de las elucubraciones de los ideólogos soviéticos; probablemente se trata del mayor fiasco ideológico habido en la Historia.

De entre los lugares visitados por Bush, es Kosovo quien ejemplifica y extrema lo comentado hasta aquí. Esta republiqueta ficticia, creada a partir de una minoría religiosa que se pretende étnica, fue en su momento el cartucho final en la voladura controlada de lo que un día fue Yugoslavia.

La escandalosa "liberación" de Kosovo se produjo tras la creación artificial a impulso de EEUU de una fuerza político-militar, la UCK, que en su origen fue una pura federación de bandas de traficantes y contrabandistas de todo pelaje, gestores de la única industria productiva real existente en el nuevo país: la delincuencia organizada. Una vez finalizado el conflicto armado en Kosovo, buena parte del sur de Europa sufre hoy a los militares albanokosovares desmovilizados y reconvertidos a sus viejos oficios, singularmente asaltar casas y traficar con mujeres.

Creada la UCK como instrumento que facilitara la excusa "política" necesaria, la intervención militar directa norteamericana en Kosovo como "fuerza de paz" impuso la secesión de facto de la antigua provincia serbia sin mayores complicaciones. Es de resaltar que el interés estadounidense por Kosovo es de raíz exclusivamente estratégica, pues nada hay en este país que justifique la intervención desde el punto de vista económico; Kosovo es simplemente una atalaya estratégica, una torre de vigilancia enclavada en el centro mismo de los Balcanes desde la cual observar y controlar toda la región circundante. Unas pocas compañías de marines estacionadas allí bastan para imponer la Pax Americana en la zona.


No es de extrañar por tanto que Bush se haya apresurado a declarar que EEUU reconocerá la independencia de Kosovo la proclame o no la ONU, y sea cual sea la posición de la Unión Europea ante ella. En suma, estamos ante la creación de otro Guantánamo bajo la apariencia formal de un nuevo Estado, en el que los norteamericanos se han asegurado por anticipado tener barra libre desde su misma creación.

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