sábado, 25 de abril de 2009

La crucifixión de Rosa Aguilar


Nunca me gustó Rosa Aguilar. En tiempos fue la niña bonita y heredera in pectore de Julio Anguita, al que sucedió en la alcaldía de Córdoba, la ciudad que ha sido buque insignia municipal de Izquierda Unida (IU), y la única capital de provincia española con alcalde teóricamente comunista desde 1979, creo. Aún me gustó menos cuando empecé a oírla en su condición de "tertuliana dialogante" de plantilla de la Cadena SER, y menos todavía cuando me enteré de que es católica practicante (cada cual tiene derecho a creer en lo que le de la gana, obviamente, pero a mi juicio de un tiempo a esta parte empiezan a haber demasiados católicos, o gente que dice serlo, en puestos dirigentes de partidos de izquierda españoles, y eso se nota).

Ahora Rosa Aguilar acaba de dar un giro significativo a su carrera política, aceptando un puesto como consejera independiente en la Junta de Andalucía, gobernada con mayoría absoluta por el PSOE. Cualquiera diría que la fuga de Rosa Aguilar de IU, tiene que ver con el gris presente y el más negro futuro que todo el mundo augura a la coalición que piadosamente podríamos decir que lidera el PCE, o lo que queda de él. No parece que la continuidad de Aguilar o de cualquier otro candidato de izquierda al frente de la capital cordobesa sea posible más allá de las próximas elecciones municipales, cuando muy probablemente el PP ganará esa ciudad con mayoría suficiente para gobernar.

Con todo, alguna simpatía empieza a despertarme esta mujer, a la que hay que reconocer cierto talento y una innegable condición de luchadora. Y es que el torrente de insultos y descalificaciones que le han llovido desde la formación política a la que teóricamente aún pertenece, la hacen sino más atractiva desde el punto de vista político al menos sí más comprensible desde el puramente humano. Resulta difícil imaginar la capacidad de aguante que hay que tener para haber convivido tantos años con gente que es capaz de soltar sobre una tanto veneno, como han hecho y siguen haciendo de Anguita al último de sus secuaces en respuesta al plantón que les ha dado Rosa Aguilar. Entre paréntesis, me sorprende y duele que a ese coro infame se haya unido Gaspar Llamazares, un hombre que me merece el mayor de los respetos desde el punto de vista político y humano; quizá Llamazares haya intentado hacerse perdonar su distanciamiento -a la fuerza ahorcan- en relación con el núcleo dirigente actual de la coalición. En todo caso, Gaspar Llamazares ya sabe qué clase de cosas van a decir de él el día no lejano en que se marche de IU.

La fuga de Rosa Aguilar desnuda la crisis irrecuperable en que vive sumida IU. Las descalificaciones contra una persona, incluso en el más que hipotético caso de que fueran merecidas, no van a ayudar en nada a recomponer una organización y un espacio políticos que se descomponen por momentos. Crucificar y devorar a la alcaldesa de Córdoba no va a aportar a su Saturno más satisfacción que el gozar unos días de atención por parte de los medios de comunicación de la extrema derecha, esos mismos desde los que en los años noventa se le jaleaba como el "representante de la verdadera izquierda". Ya hemos visto el precio que pagó IU por aquellos alabanzas interesadas.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo del catolicismo en muchos políticos-dirigentes es una verdadera lacra. Naturalmente que pueden creer en dios, en un diablo con cuernos, en que bajo tierra hay un infierno que nos está esperando a los que no somos supersticiosos, en que no se sabe donde hay un cielo esperándoles a ellos (debe ser un planeta especial aún desconocido)etc etc. Pero mientras siga habiendo fanáticos en el poder que creen en mentiras creadas por intereses de un clero que lo que quiere es dinero y vivir del cuento, no se acabará nunca el que todos sostengamos con nuestro dinero a esta siniestra gente, además de tener que soportar que se metan en nuestras vidas insultándonos y queriéndonos aterrorizar. Y lo mas fastidioso es que nos toman por imbéciles.

Marian

Joaquim dijo...

Ocurre que además de todo lo que señalas en cuanto a que la religión sea a la vez un medio de control ideológico de la ciudadanía y un asalto continuo a sus carteras, si uno lo piensa detenidamente suena muy extraño que personas que deben ocuparse de la gestión de asuntos públicos tan materiales como la educación de los niños, el funcionamiento de los hospitales o la construcción y el mantenimiento de las carreteras, puedan compatibilizar esas tareas y la dedicación mental de tipo racional que exigen con creencias de tipo mágico y dogmas tan irrisorios e infantiles como los que sostiene la Iglesia católica. Algo falla en la selección del personal político.

La fuente de sed dijo...

A mi me parece que Rosa Aguilar ha hecho lo que debía si lo que quiere es asegurarse el seguir trabajando en un buen despacho. La concienciación política se la dejó olvidada en algún sitio.
Valiente no lo se, pero lista seguro.

Totalmente de acuerdo con el tema de los políticos católicos. Que cada uno crea lo que quiera, pero a mi no me hace ninguna gracia que ocupen esos despachos.

Joaquim dijo...

La llamada "clase política" es lo que tiene, que cuando pilla un sillón sólo lo deja para cambiarlo por otro como mínimo igual de lustroso.

De todos modos, los "independientes" en el PSOE no suelen durar mucho como tales: o cogen el carnet rápido, o se les enseña con similar velocidad la puerta de salida. Y sinceramente, no veo que la "cultura política" de la señora Aguilar encaje mucho en el PSOE, aunque al parecer en Andalucía últimamente todo milagro político es posible.

Anónimo dijo...

Para no extenderme y por ser este, mi primer - y espero que no último - post aqui, me gustaría decir que el linchamiento que se está haciendo de Rosa Aguilar, no es justo.

Hay pocos politicos honrados, con las manos limpias y de izquierdas, y Rosa lleva 10 años en la alcaldia de Córdoba, con una gestión, al menos decente.

Se puede criticar su opción de marcharse, pero una cosas es criticar y otra cosa es ponerla de falta, traidora, etc... no me parece justo, ni creo que ella lo merezca.

P.D.: Aunque vivo en Córdoba, no pertenezco a ningún partido político, ni tengo relación con la política. (No vaya alguno a pensar mal).

Puedo copiar la foto de "Post libre de fachas" para ponerla en mi blog?

Gracias.

Joaquim dijo...

Hola José, bienvenido.

Tienes razón, no es justo linchar a alguien del modo en que se está haciendo con Rosa Aguilar por parte de sus ex compañeros.

De todos modos, el de la ex alcaldesa de Córdoba no es un caso único, ni mucho menos. Aquí en Catalunya tenemos estos días la cacería desatada por medios nacionalistas de derechas (CiU) contra el ex diputado europeo convergente Ignasi Guardans, que ha aceptado un cargo en el ministerio de Cultura español. No sólo le han llamado traidor, pasado al enemigo, etc, sino que buscando la descalificación más venenosa posible desde su todavía partido declaran "comprender" la necesidad de Guardans por "resolver su futuro laboral" al no haber sido incluido en la lista europea que CiU presentará en junio próximo. Se trata de una insidia absolutamente imbécil, porque Guardans es quizá uno de los hombres más ricos de Catalunya y probablemente de España; no por nada es nieto y heredero del financiero Francesc Cambó. pero mucha gente de la calle que comulga con el nacionalismo de derechas catalán y que no lo sabe o le da igual, difunden que la razón de que Ignasi Guardans haya aceptado el cargo es porque necesita un trabajo.

En cuanto a la fotografía de "Blog libre de fascistas", está a disposición de quien quiera copiarla.

Un saludo, y hasta pronto.

Anónimo dijo...

Muchas gracias. Me suscribo y te seguiré leyendo. Saludos desde el sur.