jueves, 30 de abril de 2009

Epidemias víricas, pandemias mediáticas y mentiras políticas



Dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se nos viene encima una "pandemia inminente" que va a temblar el Misterio. Qué cosa tan rara, que a una organización tan superseria y cauta como la OMS le dé por extender el canguelo urbi et orbe. La verdad es que no hay precedentes de una declaración así, y mira que han pasado cosas en materia de epidemias desde que se fundó la OMS.

El caso es que cada vez hay más gente en el mundo que piensa que en esta historia de la gripe porcina hay gato (o mejor dicho, cerdo) encerrado. De entrada, la supuesta gripe que acaba de explotar en los medios parece que lleva bastante tiempo infectando gente en México y -oh- también en Estados Unidos. ¿Por qué ahora estas urgencias? Las hipótesis son muchas, aunque casi todas de escasa credibilidad.

El origen de esta epidemia a la que se ha consensuado rápidamente llamar pandemia (cuando sus efectos globales están por demostrar, ya que de momento sólo parece haber afectado a mexicanos y a extranjeros que han viajado a zonas muy concretas de México), se atribuye en diferentes medios a:

- El interés del gobierno mexicano por distraer a la opinión pública de su país, lanzando un problema sanitario inventado.

- Un ataque terrorista de los narcos mexicanos, que castigarían con él la guerra que supuestamente les ha declarado el Estado mexicano.

- Un ataque terrorista de -cómo no- Bien Laden y su Al Qaeda (lástima que el presidente de Pakistán acabe de declarar que el famoso multimillonario saudí seguramente lleva bastante tiempo muerto).

- Un experimento de agencias de inteligencia norteamericanas, usando clandestinamente a población mexicana como cobayas.

- Un experimento de agencias de inteligencia norteamericanas que les ha estallado en las narices en algún lugar secreto del suroeste de los EEUU, próximo a la frontera con México.

- Una pura invención de los medios, aprovechando una epidemia de gripe especialmente fuerte en México.

- Una acción terrorista-comercial de alguna multinacional farmacéutica, que a estas horas ya estaría negociando con gobiernos de todo el mundo la venta de millones de unidades de la vacuna correspondiente (probablemente la más creíble de todas, vistos los precedentes).

Tal cantidad de hipótesis demuestra, en todo caso, que si hay algo seguro en este asunto es que no se sabe absolutamente nada. Todo el mundo -políticos, medios, profesionales de la salud, opinadores...- están (estamos) dando palos de ciego a su costa. Los más tratan de tranquilizar a la opinión pública, y en la medida de lo posible sacar tajada ni que sea en réditos de imagen. Se dicen verdaderas barbaridades, como que no debemos preocuparnos porque las vacunas almacenadas para hacer frente a la gripe aviar serán eficaces para acabar con esta "gripe porcina" (como si no supiéramos que las vacunas contra la gripe no sirven de nada de un año al otro porque cada año mutan los virus, amén de que nada tienen que ver entre sí los focos animales supuestamente causantes de la infección). Nadie explica el por qué este virus gripal está atacando a hombres jóvenes, y no a niños o a ancianos, ni casi a mujeres; ni por qué, de momento, está atacando de modo exclusivo a turistas y no a extranjeros residentes en México o a hombres de negocios que viajaron allí últimamente.

Pero todo eso no es nada, en comparación con lo que hoy puede leerse en El País. Resulta que en las dependencias de la Secretaría (ministerio) de Salud mexicana, nadie lleva mascarillas, ése remedio milagroso que primero en México y ahora en todo el mundo se reparte por millones. El diario español entrevista a Miguel Ángel Lezana, director general del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades. "No tenemos ni idea de lo que pasa", dice allí al periodista un responsable de Epidemiología. Por fin alguien que dice la verdad. Luego, el autor del reportaje prosigue: "Nadie lleva mascarillas. Ni la recepcionista, ni nadie del servicio de limpieza, ni las secretarias, ni el jefe de Prensa ni, por supuesto, el doctor Lezana. Así que la primera pregunta no puede ser otra. ¿Por qué no llevan ustedes mascarillas? "Porque la porosidad que tienen permiten fácilmente el paso de las partículas, y porque además es muy poco viable que el virus pueda transmitirse por el aire sin estar en contacto con ninguna superficie". Y entonces -la siguiente pregunta también es obvia-, ¿por qué han repartido millones de mascarillas? "Bueno, es más una demanda de la población. La gente se siente más segura llevándolas, más tranquila, y no les hace ningún daño".

Más: "Miguel Ángel Lezana explica la historia del brote. O, mejor dicho, de los tres brotes de los que tuvieron noticia. Dice que uno de ellos se localizó en el Estado de Veracruz, en una localidad llamada La Gloria. Se inició el día 9 de marzo y concluyó el día 10 de abril. Un 30% de la población resultó afectada, pero -en contra de lo que sostienen algunos moradores del lugar- no se produjeron defunciones. La noticia de otro brote llegó el día 12 de abril. Una mujer de 39 años de edad, encuestadora de profesión, fue ingresada en un hospital y falleció al día siguiente. La paciente llevaba varios días de médico en médico. De forma simultánea, al Gobierno empezaban a llegar noticias alarmantes del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias. Estaban ingresando un alto número de adultos jóvenes, previamente sanos, con una neumonía que evolucionaba rápidamente. Al menos cuatro habían fallecido a las pocas horas...".

Adultos jóvenes sanos, con cuadros de neumonía atípica que evolucionan rápido a peor ¿verdad que suena muy extraño?. Sigamos: Dado que La Gloria, en Veracruz, es el único lugar donde hay una explotación de cerdos (entre las poblaciones afectadas), ¿es posible que todo esto empezara allí? "La granja está a 80 kilómetros. No está en el pueblo". ¿Por qué están muriendo los jóvenes? No tenemos idea de lo que está pasando".

Sin embargo el gobierno mexicano contabiliza un centenar de muertos, que carga en el haber de esta epidemia (para ellos) que según la OMS y los gobiernos occcidentales está a punto de convertirse en pandemia. ¿Morirán millones de occidentales? Seguro que no. ¿Morirán más mexicanos? Ni Dios lo sabe.

La pregunta esencial no es tanto qué está pasando, sino a quién beneficia lo que está pasando.

5 comentarios:

Edu dijo...

Un único apunte a un muy buen post: las reservas que dicen tenemos de la época de la gripe aviar no son de vacunas (no hay para esta gripe), sino de antivirales, que se supone inhiben el desarrollo de los virus (independientemente de la cepa), y que por tanto son "reutilizables" en esta crisis.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo me inclino porque quieren hacer su Agosto las Multinacionales farmacéutcas. En connivencia con los gobiernos.

Porque quieren dar salida a todo lo que habian gastado en las vacunas contra la gripo aviar. Y así recuperar unos cuantos milloncejos.

Porque ya que hay crisis y no se logra el gasto masivo que continuamente están aconsejando, se mete miedo y... todo el mundo a gastar en mascarillas. Algo es algo.

Quizá peque de mal pensada pero es que las cosas no estan nada claras.

Marian

Joaquim dijo...

Gracias, Edu, por la matización.

Marian, yo también soy malpensado, por eso acabé el post preguntando a quién beneficia esta historia.

Un saludo.

Anónimo dijo...

La verdad de esto, como la verdad del SIDA, del Ébola y de otras muchas cosas, la sabremos dentro de unos 30 años, pero está claro que por causalidad esto no está pasando, esa es mi opinión. Felicidades por el artículo. Un saludo desde el sur.

Joaquim dijo...

Gracias, José.

Ciertamente, tendrán que pasar muchos años para que sepamos la verdad. Si es que hay una única verdad en este asunto.

Un saludo.