lunes, 6 de abril de 2009

Los infieles salvan la Semana Santa de Melilla


La crisis que nos azota invade ya todos los intersticios de la españolidad. Ya no se habla aquí de crisis económica o de "crisis de valores," sino de crisis de las esencias mismas del ser y sentir español. O al menos, de lo que nos han vendido como tal.

Resulta que las procesiones de Semana Santa, espectáculo arraigado en lo más hondo de la españolidad carpetovetónica como ningún otro, se están quedando sin costaleros. Cada vez es más difícil encontrar gente que cargue con las imágenes religiosas en esos interminables desfiles que atraviesan las noches españolas, especialmente las andaluzas y castellanas, en los días que dicen conmemoran la Pasión y Muerte de un dios torturado, muerto y resucitado de un modo sospechosamente similar al padecido por otros dioses de Oriente Próximo en tradiciones mistéricas anteriores a la cristiana.

El caso es que en la ciudad de Melilla, avanzada de la civilización occidental incrustada en la morería africana, ya no hay suficientes cristianos que se presten a hacer de costaleros, así que las cofradías han tenido que echar mano de "sin papeles" para cubrir esa función. Y claro, los inmigrantes indocumentados que se hacinan en lo que pomposamente llaman allí "Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes", resultan proceder en su mayoría del "África subsahariana" y también de Asia. Total, que este año un contingente de 34 africanos, pakistaníes e hindúes cargarán sobre sus magras espaldas los pasos procesionales católicos.

Todo un ejemplo de "aggiornamiento" espiritual. Porque resulta que los inmigrantes "acogidos" en Melilla son en su gran mayoría de religión musulmana o hindú. O sea, que ya ven: la Iglesia católica se pone al día a marchas forzadas, integrando bajo su manto a las ovejas de otros rebaños que han venido a pacer a la vera de las presuntamente abundantes praderas europeas. Parece que incluso ha habido proceso de selección, pues los llamados fueron muchos pero finalmente pocos los escogidos. Lo que no se nos dice es lo que van a cobrar los nuevos portadores por sus servicios, que evidentemente no serán gratuitos; de hecho, hay cofradías que hace tiempo pagan a sus costaleros, y evidentemente los inmigrantes "subsaharianos" no están en condiciones de ir regalando su fuerza de trabajo ni a dios.

Sic transit gloria mundi. O como diría un castizo en la piel de alguna jerarquía católica melillense: ¡hay que joderse, cómo nos hemos de ver!.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy divertido tu post de hoy. Me alegro mucho de que haya crisis en la iglesia católica y que ya no anden las personas con muchas ganas de sacrificio.
Pero pobres marroquies y demás gente de la que echan mano para cargar con esas toneladas de divinidades, creo que mas de uno ha salido con la espalda destrozada. Y seguro que les pagaran una porqueria, la iglesia no se caracteriza por su generosidad sino por su mendicidad.

P.D. Te escribí, pero al no tener contestación, supongo que te llegan unas veces si y muchas no, lo que te mando a tu correo particular. Ya hablaremos cuando nos veamos largo y tendido

De todas formas me comunica Cotarelo que tambien tiene problemas en su ordenata. Que se le ha metido alguien que le está dando el coñazo.

No se si recibirias mi contestación de que puedes hacer lo que quieras con la foto que te gustó.

Un abrazo
Marian

Joaquim dijo...

Gracias por tu comentario sobre el post, Marian.

Respecto al mensaje que parece se perdió prueba a reenviarlo, si acaso. Sí recibí el correo sobre la foto de París, la voy a subir esta semana.

Un abrazo.