Todavía estoy transtornado por la lista del nuevo gobierno que acaba de anunciar Zapatero. He de reconocer que, como es marca de la casa, los cambios no dejan indiferente. Pero para este viaje, realmente el presidente no necesitaba alforjas.
Oigo ya los taponazos de champagne francés (el cava catalán lo tienen prohibido) en la sede del PP. Si con el gobierno que acaba de nombrar Zapatero la derecha española no es capaz de ganar las próximas elecciones generales en las urnas, lo siguiente que nos espera es un golpe de Estado militar como el que le hubieran dado a Felipe González en 1996 de no haber ganado. Zapatero se lo ha puesto tan increíblemente fácil, que si el PP no aprovecha la ocasión es que no merece existir políticamente.
Los cambios son simplemente, alucinantes. Salvo en el caso de Ángel Gabilondo, el resto de nombramientos de nuevos ministros que ha hecho Zapatero son de una irresponsabilidad manifiesta. Ni José Blanco, ni Trinidad Jiménez, ni Ángeles Gonzalez-Sinde están capacitados para sentarse en un Consejo de Ministros, y Manuel Chaves es un cadáver político que hiede hace tiempo.
Prescindir de gente con la cualificación técnica que tienen en sus respectivas áreas Bernat Soria y César Antonio Molina es políticamente suicida e intelectualmente idiota, más aún si se les substituye por barbies-cuota de diseño carentes de preparación alguna. Este es el triunfo de una manera de concebir la política no ya carrerista, sino estúpidamente trepa: a menor capacidad más alto puede elevarse uno, especialmente si todo el mérito que puede presentar es ser mujer y manejarse en la cercanía oportunista de ciertos medios de comunicación/presión sociales.
Prescindir de gente con la cualificación técnica que tienen en sus respectivas áreas Bernat Soria y César Antonio Molina es políticamente suicida e intelectualmente idiota, más aún si se les substituye por barbies-cuota de diseño carentes de preparación alguna. Este es el triunfo de una manera de concebir la política no ya carrerista, sino estúpidamente trepa: a menor capacidad más alto puede elevarse uno, especialmente si todo el mérito que puede presentar es ser mujer y manejarse en la cercanía oportunista de ciertos medios de comunicación/presión sociales.
Lo que se está premiando aquí es, en fin, el consentimiento acrítico a cuanto emane del Jefe. Vuelve pues el famoso síndrome de la Moncloa, que hace a nuestros presidentes de Gobierno prisioneros de su vanidad y les obliga a buscar sus colaboradores más cercanos no entre los más preparados, sino entre quienes son capaces de aplaudir con las orejas sus decisiones.
Es obvio que estamos en los tiempos en que una mujer no puede ser discriminada por el mero hecho de serlo. Pero ya es hora de empezar a decir que no por ser mujer se está automáticamente capacitada para ocupar cualquier lugar. Hacer ministra de Sanidad a Trinidad Jiménez o de Cultura a Ángeles González-Sinde es un insulto a la inteligencia, y un favor al discurso de la derecha más rancia. Prescindir de gente de talento para promocionar a perrillos agradecidos capaces de lamer cualquier mano, resulta impropio de un gobernante del siglo XXI independientemente de su color político.
Y en fin, si ya no es necesaria competencia técnica para ser ministra ¿para cuándo una sindicalista en el Consejo de Ministros? Y puestos a respetar cuotas ¿cuándo un ama de casa o una jubilada? seguro que tendrían más que aportar desde el sentido común que las niñatas fashion designadas por Zapatero.
10 comentarios:
Ratifico punto por punto lo que dices.
Me ha dejado alucinada que quite a Bernat Soria, me parecia uno de los mejores ministros.
¿Qué tendrá la Moncloa que los que habitan en ella terminan por creerse dioses?. Y ya se sabe, los dioses solo existen si tienen creyentes que les recen y hagan reverencias. Y esto es lo que parece que se ha buscado Zapatero con los nuevos nombramientos.
Un abrazo
Marian
Desgraciadamente, el nivel de la "clase política" española lleva años descendiendo sin cesar. Veremos que nos depara el futuro inmediato.
Sí el nivel más alto se alcanzó de 1996 a 2004. El nivel era altísimo. Es lo que tiene ZP que todo lo que toca lo convierte en mierda. ¿Cuál es la consigna de la progresía que me he perdido? ¿hay que echar al inquilino? Díganla que yo la difundo. ¡Vivir para leer a la progresía!
Habéis pensado que tal vez querían irse ellos. Es una opción que no he visto en el post, ni en los comentarios.
De todas formas, se necesitan personas preparadas y profesionales, pero también personas que crean en el proyecto de su ideología para que puedan fustigar a la derecha desde el sentimiento ideológico y no profesional. Esa es la forma de ganar elecciones, con los profesionales se gana el futuro.
Juan, no acabo de entender tu intervención. Creo que me he perdido algo.
No sé si había quien quería irse, como dice Anónimo, allá cada cual si quiere llegar o marcharse. Lo que no es de recibo es substituir gente preparada por figurones/as, a no ser que se quiera regalar en bandeja el gobierno a la oposición.
Siempre no podíamos estar de acuerdo. Y que conste que no me gusta la remodelación de Gobierno. Aunque el mero hecho de habernos quitado a Chaves de encima ya merece un premio (por lo que me toca como andaluz).
Creo que Zapatero se merece artículos más duros pero por: El pacto con el PP en Euskadi, por no retirar las tropas de Afganistán, por no revisar el Concordato, por seguir manteniendo y aumentando los privilegios de la Iglesia, por su postura ante el conflicto saharaui, por no retirar la Ley de Partidos...
Semejante artículo por la cuota de ministras, por la inclusión de Pepiño Blanco... me parece excesivo con todos mis respetos que sabe que le tengo. Lo siento, siempre no podíamos estar de acuerdo. Espero no molestar y haberme expresado con respeto y delicadeza.
Estar siempre de acuerdo con alguien sería muy preocupante, Juan, significaría no tener criterio propio.
Un saludo.
Juan, estoy de acuerdo con tu segunda intervención. Ya lo hemos criticado muchas veces por todo lo que tu señalas, y me encantaria que cambiase de una vez mandando a la iglesia al sitio que le corresponde, al de los fanáticos e intransigentes y que no gaste nuestro dinero en ellos. Y que se incline mas a la izquierda en todo.
Pero el que queramos tener un gobierno socialista, quiere decir socialista de verdad, no a medias.
Mi crítica al endiosamiento de los presidentes que ocupan la Moncloa, incluido Zapatero, es evidente, no hay mas que verlos en la oposición y cuando ganan las elecciones. Cómo lugo van cambiando...
Por nada del mundo deseo ver en el gobierno nuevamente al PP. pero eso no quiere decir que no veamos los defectos de los nuestros como uno tiene que ver los propios. Es una forma de espolearlos para que no se duerman en los laureles.
Un saludo
Marian
Joaquim, lee el comentario que he puesto hoy en el post de Ramón.
Marian
Gracias a los dos (editor y Marian) por la comprensión.
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