Resulta que este fin de semana “puenteril” me he hartado de oír en la radio que el día 6 de diciembre (Día de la Constitución, fiesta oficial) abrían los comercios en toda España, y que en especial El Corte Inglés (ya saben, uno de los tres pilares sobre los que se asienta la identidad y la unidad españolas, junto con la Liga de Fútbol Profesional y la Guardia Civil) estaba esperando nuestras compras en un montón de provincias, incluida desde luego la Comunidad de Madrid (esa donde se defiende a capa y espada la Constitución de 1978, dicen). Vale, pues dos días después, el día 8 de diciembre (La Virgen de No Sé Qué Coño Virgen, asimismo fiesta oficial aunque sea de “rebote”), todo estaba cerrado, chapado, closed… ¡hasta El Corte Inglés madrileño!.
Yo me pregunto qué mierda de Estado no confesional es éste, que además de hacer festivo oficial (único país del mundo, junto con Italia) el día en que a mediados del siglo XIX el Papa Pío IX se inventó el dogma de la Inmaculada Concepción (entre la rechifla de la mayoría de intelectuales católicos de la época, todo hay que decirlo), permite que en la festividad civil más importante del año se abran los comercios como un día laborable cualquiera y en cambio secunda el cese de toda actividad laboral en un día dedicado a la mayor patochada del calendario católico.
Pues menos mal que al decir de la perrera mediático-clerical, Zapatero y su Gobierno persiguen sin descanso a la Iglesia católica. Si la llegan a proteger y promocionar, les ponen directamente el culo.
2 comentarios:
Sr. Editor, que sí abrieron, sí, al menos los tres Cortinglés de mi barrio estaban abiertos y llenitos de gente venga de comprar y venga de comprar...
Saludos,
Pues nada, vivan los Cortes Ingleses de su barrio, Marta, y que cunda el ejemplo.
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