viernes, 13 de febrero de 2009

Galicia y el País Vasco deciden


Comienzan las campañas electorales en Galicia y el País Vasco, y digan lo que digan los medios las encuestas no ofrecen cambios significativos sobre lo que ya conocíamos.

En Galicia el PP se aleja un poco más de la mayoría absoluta, que dado su aislamiento es la única posibilidad que tiene de gobernar en donde sea. Parece razonable pues pensar que se reeditará la coalición de gobierno entre socialistas y nacionalistas gallegos.

Por contra, en el País Vasco se consolida la leve ventaja del PNV sobre los socialistas, aunque cada vez esté más claro que el actual tripartito que gobierna allí no podrá reeditar la fórmula actual ni aún sumando a ella a Aralar, salvo en el caso de que esta formación disparara sus resultados electorales recogiendo una buena porción del voto proetarra, ahora fuera de juego por una decisión jurídico-política que en el fondo nadie, y menos que nadie el PNV, ha lamentado realmente.

Las posibilidades de Patxi López de ser lehendakari vasco son muy escasas, y pasan por una derrota sin paliativos del PNV o en caso de un resultado equilibrado, porque Ibarretxe sea despedido por su partido. Escenarios que difícilmente se producirán, aunque no sea por falta de ganas en buena parte de la sociedad vasca de derechas y de izquierdas, nacionalista y no nacionalista. Ibarretxe es hoy un peso muerto para la política vasca en general y para el espacio nacionalista en particular, y éste es otro cadáver político al que pocos llorarán el día que los sucesores de Sabino Arana se decidan a retirarlo de la cosa pública.

Mucho mayores son como digo las opciones de Emilio Pérez Touriño en Galicia, sobre todo después de que en estos cuatro años el bipartito gallego haya funcionado con discreción y hasta con una cierta eficacia en el desmontaje de las mafias caciquiles de la derecha española, enquistadas en tierras gallegas al menos desde los tiempos de la Restauración. Más que una obra de gobierno en el sentido corriente, lo del bipartito ha sido un trabajo callado de limpieza de las cuadras que dejó el PP en Galicia.

Los demás, fundamentalmente IU y la UPyD de Rosa Díez, no cuentan. En el caso de los primeros bastante harán con conservar lo que tienen en el País Vasco, ya que si se vieran fuera del gobierno de Vitoria y de sus sinecuras poco iban a durar como organización local. Además, en IU hay mucha gente con ganas de hacerle la "autocrítica" al clan de los Madrazo y a su delirante alineamiento con la derecha nacionalista vasca. En lo que respecta al invento de Rosa Díez, dicen las encuestas que está multiplicando su intención de voto, aunque hay que situar adecuadamente las proporciones del caso, pues doblar o triplicar algo que parte casi de la nada tampoco es que sea tan difícil y más en un momento de desconcierto y confusión como el que vive la derecha española, en cuyos caladeros pescan los grupos como UPyD y Ciudadanos. Sin embargo, al final funcionará la disciplina y el voto de derecha española volverá a concentrarse en el PP.

El PSOE afronta estas elecciones con el fantasma de la crisis económica pendiente como una espada sobre su cabeza, algo que sin embargo no parece estar afectando a sus expectativas electorales y ello por dos razones: porque la ciudadanía sabe que en el origen, gestión y resolución de esta crisis los gobiernos pintan poco o nada, y porque el espectáculo cainita y de lesa corrupción que está ofreciendo la derecha española se lo está poniendo a los socialistas como dicen se las ponían a Fernando VII. Hay una contralectura mucho menos positiva para los intereses socialistas, sin embargo, y es que si con el destrozo que se está haciendo a sí mismo el PP los socialistas no son capaces de despegarse claramente de los "populares" y desde luego ni de oler la mayoría absoluta a nivel español, es que el actual equipo dirigente del país es muy mediocre y a medio plazo las cosas se le pueden complicar extraordinariamente.

Tras el test de las elecciones autonómicas gallegas y vascas vendrán las europeas, y ahí veremos hasta dónde llega el grado del castigo al que a buen seguro los ciudadanos someterán a los dos partidos mayoritarios. Veremos entonces quién de ambos está en mejores condiciones de resistirlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En política pueden darse las cosas mas estrafalarias.
Seria el colmo que vuelva a ser Ibarretxe elegido, cuando todo el mundo está de él hasta la coronilla.

Un saludo
Marian

Joaquim dijo...

Pues desgraciadamente parece que éste caballero continuará como lehendakari vasco, incluso contra la opinión de la mayoría de dirigentes y cuadros de su propio partido y de buena parte de los votantes del PNV.

Efectivamente, en política pasan las cosas más estrafalarias...

Un saludo cordial.