viernes, 6 de febrero de 2009

Indecente Esperanza Aguirre


El espectáculo que ofreció ayer Esperanza Aguirre durante la sesión que la Asamblea de Madrid dedicó al asunto del espionaje en esa Comunidad, fue de los que deberían avergonzar al más endurecido miembro de la llamada “clase política”. Cuanto más al ciudadano corriente, que asiste asombrado e impotente a tal despliegue de maldad y de insolencia.

A lo largo de las tres horas que duró la comparecencia, Aguirre intentó zafarse de las gravísimas acusaciones que llovieron sobre ella, recurriendo al uso exasperado de sus armas más repugnantes. El cinismo, la chulería, las más sobadas infamias y ése asqueroso tonillo barriobajero que suele usar en sus momentos más salvajes, muestran a las claras lo desesperada que anda la llamada “lideresa” madrileña ante el descubrimiento del tinglado de espionaje en su Gobierno. Como no podía ser menos, Aguirre puso en marcha y a toda potencia el ventilador de la mierda al grito de “¡y tú más!”, intentando acallar las voces que, implacables, desgranaban lo que se sabe sobre este sucio asunto hasta el momento, que es bastante pero aún no todo.

Así, el diputado socialista Adolfo Navarro le instó a aclarar en público “el lodazal de dossiers para chantajear a altos cargos” en que se ha convertido la Comunidad de Madrid. La portavoz socialista, Maru Menéndez le auguró que igual que “llegó a la Comunidad bajo sospecha saldrá bajo sospecha”, en alusión directa a cómo Esperanza Aguirre alcanzó la presidencia autonómica por primera vez luego de que la “mafia del ladrillo” madrileña comprara a dos diputados socialistas de la Asamblea regional. Inés Sabanés, de IU, le recordó a Aguirre que sobre su Gobierno recaen “sospechas muy serias y firmes” de haber organizado tramas ilegales de espionaje pagadas con dinero público. Como queda dicho, en vez de responder a las acusaciones, Aguirre empleó la comparecencia en descalificar a todo el mundo y presentarse una vez más como “víctima” del acoso socialista.

Por desgracia, este tipo de casos rara vez se substancian por la vía judicial penal, que sería lo indicado, ya que los grandes partidos pactan antes su finiquito. De todos modos, tras este escándalo la carrera política de Esperanza Aguirre como presidenta madrileña comienza a adquirir tintes muy oscuros, y su ambición de liderar la derecha española en un futuro queda truncada para siempre.

Y es que espiar a politicos de otros partidos es una cosa muy fea, pero es mucho peor y tiene mayores consecuencias políticas espiar a los de tu partido y no digamos ya a los propios colaboradores directos. La nula confianza que la “ambición rubia” ha demostrado en el género humano incluidos aquellos a quienes ella misma eligió para trabajar a sus órdenes, le está comenzando a pasar factura.

5 comentarios:

SMG310 dijo...

Joaquim, es que no sabes que los de tu propio partido son unos hijos de p.....

Pues a esos es a los que hay que espiar.

La que ha liado el Sr. Bono.

Felicidades por tus comentarios. Por cierto, a mi mujer la dejaste encantada. Y el caso es que yo no te veo nada especial. Vamos que no eres el Clooney ese del vermut.


Salud, República y más escuelas.

Anónimo dijo...

No se Joaquim, mucho me temo que entre la mierda que echará quedará enterrado todo el asunto del espionaje y no veremos mas que eso, la mierda, es lo que acostumbra a hacer esta mujer seguidora de Aznar y lo que acostumbra el PP.
Y quizá hasta la sigan votando.

Saludos
Marian

Joaquim dijo...

Gracias a tí por las visitas, smg310.

En cuanto a lo de tu mujer, tienes razón, no me veo yo nada especial. Y celebro que tú tampoco me lo encuentres, porque en esto del sexo soy un poco antiguo y sigo prefiriendo a las señoras (dicho sea con todo cariño y respeto para los homosexuales).

Marian, lo más seguro es que a la Aguirre le sigan votando después de todo este cirio. Otra cosa es que el partido pueda aguantar que continúe al frente de Madrid como si tal cosa. Sinceramente, creo que la cuenta atrás del final político de Esperanza Aguirre ya ha comenzado.

Jesús Herrera Peña dijo...

Joaquim, una de las obligaciones morales que tenemos los lectores de artículos, —creo yo— es la de corregir sin herir, sin humillar, sin epatar.
Por ello, y con mis disculpas por delante, te he de corregir en cuanto mencionas a Isabel Sabanés de IU ... (debieras corregir por Inés Sabanés).

En cuanto a todo lo demás, no encuentro nada en lo que pueda diferir de tu comentario de hoy.

Salud y República pronto

Joaquim dijo...

Tienes razón, Jesús, al parecer se me fue la olla y le cambié el nombre a la señora Sabanés. Ya está corregido, y gracias por la observación.