Las miradas sobre las diferentes Mafias italianas suelen adolecer de cierto espíritu maniqueísta que en vez de intentar abordar el problema en su esencialidad -las raíces de la persistencia social de esa clase de organizaciones-, acostumbran a detenerse en los aspectos más superficiales y sensacionalistas.
De entrada, hablar de la "Mafia" como una sola organización resulta simplificar en extremo. En Italia actúan varias organizaciones delictivas que operan sobre diferentes territorios, sin inmiscuirse nunca en sus respectivos ámbitos de negocio. La historia de cada una de ellas es también diferente, y su proyección social es asimismo distinta. La mafia siciliana por ejemplo, viene de la Edad Media y en su origen y hasta el siglo XIX era una organización de autodefensa campesina frente a la nobleza terrateniente; la Camorra napolitana, por contra, es una organización de carácter urbano no muy distinta en origen de las "mafias" sevillanas del Siglo de Oro que Cervantes retratara en novelas como "Rinconete y Cortadillo" (el conocido Patio de Monipodio).
En la época del Resurgimiento la Mafia siciliana tenía ya un peso político importante (apostó por la unidad italiana, ayudando a Garibaldi a derrotar a los reaccionarios). A finales del siglo XIX y principios del XX, la Mafia era una organización de corte federal que agrupaba a caciques locales que hacían negocios cada vez más turbios. Pero lo que convirtió a las mafias italianas en general y a la siciliana en particular en las potentes estructuras criminales que son hoy, fue la "contaminación" llegada de EEUU en los años cuarenta, cuando el Gobierno norteamericano pactó con la Mafia estodounidense la colaboración de ésta en la ocupación de Sicilia y el sur de Italia durante la Segunda Guerra Mundial. Los "primos" que llegaron de EEUU, encabezados por el gánster Lucky Luciano, instruyeron a los italianos en los grandes negocios del siglo XX (los tráficos de drogas, de armas y de mujeres), e incorporaron Italia a sus redes criminales de actuación.
En los años cuarenta y cincuenta la Mafia jugó con la posibilidad de la independencia de Sicilia, tal era su poder e influencia sociales. El esplendor mafioso italiano llegó sin embargo en los años sesenta y setenta, que es cuando conectan Mafia y Estado y sobre todo, Mafia y "sociedad civil". Son los años del boom de la construcción inmobiliaria y del tráfico de drogas. Es tanto el dinero y el poder que manejan los diferentes clanes mafiosos que, como en una tragedia de Shakespeare, su éxito les conducirá a la autodestrucción a través de interminables y salvajes guerras internas.
La decadencia de la Mafia y de las otras mafias italianas no ha significado, sin embargo, la desaparición de su prestigio social. En muchas localidades del sur de Italia los grupos mafiosos son las únicas empresas donde conseguir trabajo estable, incluso cuando se trata de empleos convencionales no delictivos. Su arraigo social sigue siendo fuerte, y reclutar sicarios, colaboradores y cómplices no les resulta difícil, aunque en los últimos años los mafiosos hayan perdido una parte de su impunidad.
Todos estos fenónemos vienen siendo observados desde antiguo por escritores e intelectuales italianos. Recientemente han aparecido dos libros que abordan el fenómeno de las mafias italianas desde ángulos distintos y no convergentes. Uno es "Gomorra", el hiperbestseller de Roberto Saviano, del cual se ha hecho incluso una película, y que pone el foco en los aspectos más truculentos de la Camorra. "Gomorra" es un libro con un pie en la denuncia social y el otro en la pura televisión-basura. Demasiado espectáculo para un tema tan serio.
El otro libro, mucho más interesante y analítico, es "Vosotros no sabéis", de Andrea Camilleri. El escritor siciliano, de ochenta y muchos años, paga con este libro una deuda histórica: la de un escritor que se ha pasado la vida publicando novelas policíacas de ambiente siciliano... en las que nunca aparece la Mafia. Ahora, Camilleri parece haber decidido que quizá ya tiene edad para empezar a contar lo que sabe, y nos ha dejado un manual de campo para entender qué es la Mafia siciliana y por qué a pesar de todo sigue viva. No les daré muchas pistas al respecto, porque es mejor que lean este libro y se formen una idea propia. Si les avanzaré en todo caso, que el libro gira en torno a Bernardo Provenzano, el último gran jefe de jefes mafioso, un hombre cuya detención parece haber sumido a la Mafia siciliana en una crisis profunda y de difícil recuperación. Camilleri nos muestra la cotidianeidad de un Provenzano que resulta ser un campesino sencillo, casi ignorante y sorprendentemente religioso, que controlaba su organización desde un cobertizo aislado en la montaña mediante la circulación de sus famosos "pizzinis", papelitos escritos a máquina en los que anotaba sus órdenes, consejos y hasta parrafadas filosóficas, y en los que Dios y el catolicismo tienen un papel de primer orden.
La policía italiana buscó a Provenzano, dicen, durante 43 años. Finalmente le detuvo en un escondite situado en las afueras de Corleone, el famoso "pueblo de los mafiosos" que ya aparece en la película El Padrino. ¿Realmente le estaban buscando? ¿Encontraron a Provenzano o él se dejó encontrar?. Camilleri habla de hechos, no formula hipótesis. Cada cual puede sacar sus propias conclusiones.
"Vosotros no sabéis", de Andrea Camilleri. Editorial Salamandra. Barcelona, 2008.
2 comentarios:
Muy interesante lo que escribes sobre las mafias.
Me compraré y leeré el libro.
Marian
El de Camilleri es realmente interesante y esclarecedor. Aunque al final uno acaba preguntándose cómo diablos gente así puede tener en jaque al Estado italiano.
Quizá sea que al Estado italiano en general, y salvo honrosísimas excepciones, ya le va bien que la mafia le tenga en jaque.
Un saludo.
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