jueves, 29 de enero de 2009

Olivier Besancenot y la nueva izquierda francesa que viene


El diario El País acaba de publicar una entrevista a Olivier Besancenot, el joven dirigente de la izquierda francesa que está liderando el proceso de aglutinamiento de fuerzas a la izquierda del Partido Socialista (PS) de su país. Besancenot proviene de un mundo sectario y pleistócenico cual ha sido históricamente el que habitaba el trostkysmo francés, hasta hace poco dirigido por doctrinarios fosilizados como Alain Krivine ("Krivine la cravatte") o Arlette Laguillier. Una vez barridos los viejos dinosaurios, Besancenot, un cartero de apenas 35 años, lanza un proyecto de Partido Anticapitalista que dará que hablar.

Olivier Besancenot es joven, listo y arrogante, pero no un idiota cargado de suficiencia. Dice pertenecer a una generación "llena de dudas y eso no es malo", lo que en un dirigente de la antaño llamada extrema izquierda resulta una prueba de inteligencia frente a tanto ignorante empachado con basura catequística marxista-leninista. Y ello es así porque Besancenot, a diferencia de los burócratas izquierdistas al viejo estilo, es un verdadero miembro de la clase trabajadora: sigue trabajando en algo tan prosaico como repartir correspondencia a domicilio, lo que le permite mantener el contacto con la calle, tras haber pactado con Correos una reducción de su horario laboral semanal. Su sueldo como el de tantos otros jóvenes europeos, es de alrededor de 1.000 euros y no está liberado por ningún partido ni organización sindical, lo que no le impide presentarse en todos los frentes de lucha que como la huelga general convocada para hoy, sacuden una Francia semicomatosa tras la extinción del PCF, el hundimiento del PS y la hegemonización de la política francesa por los neoliberales de Sarkozy.

A Besancenot le quieren las encuestas. Según los sondeos de opinión que cita El País, el 13% de los franceses votaría por él en la primera vuelta de las presidenciales. Casi el 70% de los simpatizantes de izquierda de todos los matices le consideran un buen líder, y casi el 90% le consideran cercano y valiente. Dice Besancenot en la entrevista: "Hay espacio a la izquierda de la izquierda; hay movimientos sociales que se desarrollan en la calle que no encuentran respuesta en la izquierda institucional". Para el joven líder "el modelo de producción actual está agotado y el cambio climático y la actual crisis económica lo demuestran". pero sus preocupaciones no sólo tienen carácter estructural: "reclama una subida salarial de 300 euros al mes para cada trabajador francés (incluidos los que cobran subsidios sociales), el embargo de los edificios vacíos, la prohibición expresa de los despidos masivos, especialmente en multinacionales, y una suerte de nacionalización de la banca".

En suma, Besancenot es un político de nuevo cuño por su estilo de vida y por sus ideas, que propugna "un socialismo del siglo XXI" que el sitúa entre el "capitalismo y el estalinismo"; es decir, en el socialismo. Cierto que todavía hace concesiones a auditorios que aun suspiran por cosas como el leninismo, el trostkysmo, el castrismo, el guevarismo, el populismo chavista y tantos otros ismos periclitados, pero son costras de las cuales la nueva izquierda que ejemplifica Besancenot se va desprendiendo con cierta rapidez. En ese proceso, el Partido Anticapitalista francés que nacerá en unos días no puede ser un fin en sí mismo sino un punto de partida en la reconstrucción de la izquierda francesa. A ése proyecto debe sumarse todavía mucha más gente, como la izquierda socialista de Jean Luc Melenchon.

De aquí a 10 ó 15 años Besancenot será el líder de un nuevo y fuerte PS que abarcará toda la izquierda útil, y sólo un poco más tarde será presidente de la república francesa. Su carrera será paralela pues a la de Lionel Jospin, otro antiguo trostkysta, y para que arranque por completo sólo falta que fenezca de una vez por todas el viejo tinglado de los Royal, Hollande, Fabius y resto de politicastros trapaceros, por mencionar sólo a los socialistas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues es esperanzador que surja una izquierda del 2000. Hace muchísima falta.
Marian

Joaquim dijo...

Dios le oiga, hermana :)

Anónimo dijo...

La izquierda anticapitalista está naciendo y con mucho empuje, no sólo en Francia. Ahora bien, finalizar la nota diciendo que Besancenot terminará dentro de diez año como líder de un partido socialista nuevo es no conocer ni a Bensacenot, ni la trayectoria de la LCR. Besancenot, felizmente, no está hecho de la misma madera que los Lionel, los roldanes, los boyer, los felipes gonzalez o los zapateros...por eso nace esta nueva izquierda que quiere romper con el sistema. Lee un poco más para poder escribir después...

Joaquim dijo...

"Anónimo", además de ser un maleducado, no tienes ni idea de lo que escribes. Tal parece que te hayan dictado ese rebuzno Anguita o Aznar, que para el caso es lo mismo, como decía González.

Mezclar a Roldán con Jospin o a Boyer con Zapatero, sólo es una prueba de mala fé. Cuando seas capaz de hacer un análisis político sereno, vuelve.

Doud dijo...

Buenas tardes,

Soy francés i español, he militado en la LCR (Francia) y ahora en Izquierda Anticapitalista (IA en España), creo que en esta entrada te pronuncias con demasiada convicción, me parece que entiendes el fenómeno Besancenot a través del prisma de una prensa conformista que trata de realizar un retrato a su medida.

Lionel Jospin y Olivier (el Cartero) no tienen nada en común como te lo comentó secamente un anónimo, fuera el tono la tesis de ese anónimo esta en lo cierto a mi juicio.

Joaquim dijo...

Quizá tengas razón, Doud, aunque por experiencia de militancia antigua puedo asegurarte que a la larga leer "prensa conformista", como tu dices, suele dar bastantes más pistas que los panfletos de partido, especialmente los producidos por la izquierda que se dice "alternativa".

Besancenot me parece un tipo inteligente, que ha dado por enterrado todo lo actual(incluida la LCR) y probablemente no sepa muy bien adónde va, pero al menos se mueve, algo que en la izquierda francesa y europea en general es muy de agradecer. El resto, lo que traerá el futuro, es opinable obviamente, pero sinceramente creo que mi pronóstico no será tan errado.

Hablaremos del tema en 10 ó 15 años, si te parece bien :)