Así pues, mi sorpresa fue mayúscula cuando recibí las veintitantas páginas fotocopiadas que integran la reproducción del expediente, abierto y concluido en 1948: resulta que ése Mariano Carilla
Quien se afilió al PCE en octubre de 1937, según se da por probado en el expediente, fue mi abuelo y no su primo. Más: según el denunciante (chivato, para ser más exactos), un falangista local, mi abuelo había militado antes de la guerra en Izquierda Republicana, el partido de Manuel Azaña. Y según el informe del sargento de
¿Por qué Mariano Carilla Salillas se hizo miembro del PCE? Probablemente por el mismo motivo por el que otras personas del pueblo, entre ellos el alcalde y el teniente de alcalde, ambos también militantes de Izquierda Republicana (según información de Roberto Mateo, investigador local), dieron ése paso, y en compañía de otras siete u ocho personas constituyeron el “radio” (organización local) de Lanaja: para protegerse de los anarquistas locales. Según se deduce del expediente, mi abuelo -al igual al parecer, que algunos otros republicanos del pueblo- tuvo serios problemas durante la guerra, como consecuencia de su negativa a sumarse a
El Consejo de Aragón y las colectividades agrarias aragonesas habían sido disueltas por el Gobierno republicano en agosto de 1937, para lo cual se había enviado a la región unidades militares de obediencia comunista mandadas por Enrique Líster, que liquidaron el asunto por la vía rápida. Sin embargo, si dos meses después los militantes de Izquierda Republicana de Lanaja decidieron dar el paso de afiliarse al PCE y crear ése partido en su pueblo para protegerse de los anarquistas, significa que las cosas no se habían calmado y que los ánimos debían seguir calientes entre los antiguos colectivistas y quienes siendo republicanos, se habían enfrentado a ellos. En marzo de 1938 el pueblo sería ocupado por los franquistas y acabarían las disputas entre los campesinos, empezando para todos una larga etapa de represión y silencio.
Según el expediente y en lo que podríamos llamar el pliego de cargos, se dá por sentado que mi abuelo fue miembro del PCE y que tanto su mujer como sus suegros eran de izquierdas; su suegro era Donato Navarro Mairal, el najino que cuarenta años antes estuvo en la guerra de Filipinas y fue prisionero de los tagalos. Más sorpresas: la persona que según la documentación judicial le denunció, fue un falangista de Lanaja, Manuel Lasheras, con el que al parecer mi abuelo mantuvo cierta amistad toda su vida; es decir, Mariano jamás supo el origen de una investigación que pudo haber tenido consecuencias fatales para él.
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