miércoles, 11 de junio de 2008

La de transportes, una huelga patronal contra los españoles


Ayer denunciaba el sindicato CCOO que la huelga de transportistas en España es un paro patronal, un pulso empresarial al Gobierno. Yo añadiría que en realidad, los objetivos de este “cierre patronal” son más políticos que puramente económicos: se pretende ganar en la calle lo que las urnas le niegan a la representación política natural de esos gánsters.

Es así como los estrategas de la tensión, visto el fracaso cosechado a través de sus medios habituales de acción, han pisado el acelerador a fondo y allá que van. Consigna: crear el caos, transmitir la sensación de que no se gobierna, de que es imprescindible un “Gobierno fuerte” (del PP, obvio) que evite la bancarrota segura a la que nos lleva Zapatero.

El argumento central de la trama es de la misma especie que el usado por los golpistas del 23-F de 1981, recuerden el bando de Milans del Bosch: "El Gobierno y el Parlamento están secuestrados, por lo tanto se ha creado un vacío de poder que hay que llenar inmediatamente para evitar males mayores"(naturalmente, el “vacío de poder” lo habían creado previamente los mismos golpistas, secuestrando al Gobierno y al Parlamento…).

Se repite pues la jugada, en este caso creando el caos (tráfico imposible, desabastecimiento alimenticio y energético, pánico ciudadano…), para acusar al Gobierno de haberlo provocado. Los medios de la perrera mediática derechista andan volcados en la tarea desde hace días. Como remate, unos cuantos payasos a sueldo entran en foros y blogs a "explicar" los “turbios y escabrosos” asuntos en que los que andan quienes no tragan con esta clase de montajes.

Así funciona la derecha española. Al cabo no es tan extraño, si tenemos en cuenta que en 1936 fueron capaces de provocar una guerra de exterminio contra el pueblo español con tal de no perder sus privilegios.

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