sábado, 6 de septiembre de 2008

Adiós a Juanito Segarra, y un recuerdo para Ángel Mur


Ya saben que yo no soporto el fútbol. Bueno, en realidad lo que me asquea es ésta porquería de show-business gansteril, corrompido, multimillonario e hiperprofesionalizado seguido por masas fanatizadas y embrutecidas, verdadera droga popular, en el que han convertido lo que en tiempos idos fue quizá el más bello espectáculo de entretenimiento inventado por el ser humano.

Acaba de irse para siempre uno de aquellos hombres míticos cuyo rostro aparecía en los cromos de mi infancia, en los tiempos en que el fútbol era sólo deporte y corazón. Se llamaba Juan Segarra, era alto y fuertote, y durante década y pico fue uno de los nombres sagrados de aquél FC Barcelona de los años cincuenta y primeros sesenta, el Barça de Laszli Kubala, las Cinco Copas y aquella delantera que inmortalizó Joan Manuel Serrat en "Temps era temps": Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón. Por detrás de ellos jugaba Juanito Segarra, el capitán de aquél equipo inmortal.

En la foto que hoy aparece en la edición impresa de El País, la que ilustra éste post, están todos. Segarra es el cuarto por la izquierda, de pie, detrás de Kubala.

A la derecha de la foto, agachado junto a la delantera, con chándal rojo, está mi tío Ángel Mur. Bueno, tío de mi madre, en realidad. Ángel Mur fue uno de los primeros miembros de la sección de atletismo del FC Barcelona y un destacado atleta en pruebas de fondo y medio fondo. Llegó a ostentar el récord de España de los 3.000 metros, y terminó una Jean Bouin corriendo con una sola zapatilla al haber perdido la otra. Más tarde fue durante décadas el fisioterapeuta, psicólogo, confesor y casi padre putativo de decenas de jugadores del Barça y de la selección española.

Si hay un sitio donde va la gente buena después de morir, Juanito y el tío Ángel se lo van a pasar de miedo juntos para siempre hablando de fútbol del de verdad.

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