Ayer domingo el suplemento EL PAIS SEMANAL ofrecía a toda portada una foto de la actual ministra de Defensa, Carmen Chacón, llevando a su hijo en brazos. En el interior de la revista un artículo profusamente ilustrado loaba las múltiples virtudes de una mujer excepcional, capaz de conciliar como nadie la vida personal y laboral. Y eso que su labor consiste nada menos que en dirigir, supuestamente, los Ejércitos de España.
Así, en el extenso reportaje en páginas interiores, nos enteramos de que apenas nombrada los militares tuvieron pronto pruebas de su energía y resolución, que al parecer ahora combina “cada tres horas” con la hermosa actividad llena de ternura cual es alimentar a su bebé, al que da el pecho tras abandonar su despacho y lo que esté haciendo y subir en ascensor una serie de pisos hasta el apartamento que ocupa en el ministerio. Cumplida su maternal tarea, la ministra retorna por el mismo camino y prosigue la reunión o lo que sea, hasta ser requerida de nuevo por las necesidades del tragoncete; vuelta entonces a subir y bajar ascensores, y así toda la jornada. De todo esto y algunas cosas más nos informa el semanal de El País con gran lujo de detalles.
Si estas tonterías se hubieran escrito sobre la ejecutiva de una empresa privada, darían apenas para una sonrisa de los lectores. Claro que dudo mucho que en una empresa privada contrataran a una señora tan a punto de parir que ésta, apenas tomar posesión del cargo, desapareciera para “conciliar la vida laboral con la privada” y retornar tan pancha al puesto casi sin estrenar luego de haber dado a luz. Más que nada porque probablemente en esa empresa privada entenderían, seguramente con muy buen juicio, que si durante la ausencia de esa señora ejecutiva casi sin estrenar en el cargo todo había seguido funcionando razonablemente bien gracias a su substituto, no existe motivo para continuar teniéndola contratada.
Pero es que semejante derroche de papel couché en El País no es causal. Apenas nombrada Carmen Chacón ministra de Defensa, se desató una intensa campaña mediática en diversos frentes postulándola como sucesora de Zapatero. No hay que ser un lince para ver detrás de ese lanzamiento a su propio marido, Miguel Barroso, uno de los grandes manipuladores de “media” en España junto a Miguel Angel Rodríguez y Jaume Roures. Barroso y Moncloa han trabajado juntos, pero últimamente su sintonía no parece ser tan completa. Quizá no sea ajeno a ello el descaro conque se ha planteado la operación "Chacón presidenta", cuando Zapatero jamás ha hablado no ya de quién puede sucederle sino ni siquiera de cuándo se producirá la sucesión. No es casual por tanto el ascenso de Leire Pajín, promocionada por el aparato del PSOE en su último Congreso y que a diferencia de la demasiado lanzada y además "periférica" Chacón cuenta con más simpatías en el entorno de Zapatero, quien por lo demás no suele perdonar a la gente que pretende hacerle sombra y menos, jubilarlo.
El caso es que Chacón había recogido velas antes del verano, pero parece que como decía antes, con el inicio del curso político arrecia la campaña mediática que pretende llevarla a La Moncloa. Es interesante que El País apueste tan claramente por ella en detrimento de otros candidatos, incluido el propio Zapatero. ¿Se trata de un aviso lanzado por Prisa contra el esquivo ocupante actual de la Moncloa? Las relaciones entre el poderoso grupo mediático y Zapatero no son buenas, y aunque hay quien dice que su tapado para suceder al presidente actual es Ruiz Gallardón, no hay que descartar que quiera intervenir en el proceso de sucesión socialista, incluso contra la voluntad e intereses del propio presidente.
Los próximos meses seran pues decisivos para ambos.
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