jueves, 4 de octubre de 2007

El gobierno neocon francés se apunta al racismo


El Senado francés acaba de aprobar la realización de análisis de ADN como modo de dificultar que se cumpla la ley gala que obliga al Estado a admitir la reagrupación familiar de los inmigrantes.

Esta nueva aberración fachoide se produce en un país que históricamente y hasta fecha reciente ha sido abanderado de los Derechos Humanos con mayúscula. La hace especialmente repulsiva el venir impulsada por un gobierno presidido por el hijo de un antiguo inmigrante ilegal llegado a Francia desde la Europa del Este.

En los pocos meses que lleva al frente de su país de adopción, Nicolas Sarkozy está demostrando un talante personal y político que ha dejado a la extrema derecha de Le Pen sin banderas ni audiencia. El populismo ultraderechista más desaforado en la defensa de los "valores" propios de las capas reaccionarias de la sociedad francesa se une en Sarkozy con una cerrada defensa de los intereses de los económicamente más poderosos, y se sazona con una singular capacidad para la provocación y el desprecio de los adversarios.

La derecha gala anuncia tiempos duros para las libertades en Europa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La señora que viene a limpiar mi casa dice: "El peor rico es un pobre harto de pan".

Mal veo a Francia con este nuevo Presidente, espero que nosotros no corramos la misma suerte.

Como tu muy bien dices es cruel y repugnate que un antiguo emigrante se comporte así con los emigrantes actuales.

Un abrazo
Marian

Joaquim dijo...

Veremos hasta dónde es capaz de llegar este caballero en su afán de agrupar en torno suyo a toda la derecha francesa, desde los herederos de los colaboracionistas con los nazis hasta los gaullistas antifascistas. De momento parece que Sarkozy se inclina más por los "valores" de la extrema derecha que por las tradiciones republicanas.

Un abrazo.