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jueves, 1 de septiembre de 2011

Mariano Rajoy navega en las peores compañías


Revisando blogs de periodistas serios encontré hace unos días una entrada de la veterana periodista Rosa María Artal, que no puedo menos que contribuir a su difusión y conocimiento dado el calado que tiene la información -seria y contrastada, insisto- que ofrece, aunque su contenido no sea de rabiosa actualidad (o quizá sí, quién sabe).

El post o entrada se titula "Cesa el periodista que descubrió a Rajoy en el barco de un narcotraficante". Bajo una fotografía de Rajoy paseando por la cubierta de una embarcación en uno de cuyos salvavidas se aprecia el nombre "Moropa", la periodista Artal escribe:

"Esta foto (o una curiosa coincidencia de fechas) le ha costado el puesto al director de Xornal de Galicia que fue quien descubrió el asunto. En ella, Mariano Rajoy, aparece (dentro de los actos previos a la campaña electoral de 2009) en el atunero Moropa, propiedad de uno de los clanes históricos del narcotráfico: Os Caneos. En aquel momento, el jefe del clan, Daniel Baúlo Carballo, cumplía una condena de 17 años y medio de cárcel tras ser considerado por la Policía como “el traficante más importante a nivel nacional". 

Simplemente bestial. Pero lo mejor viene después:


"Galicia Confidencial cuenta que Mariano Rajoy “montó en cólera” y llamó a Jacinto Rey propietario de la constructora San José, y del Xornal de Galicia. Y añade: “Según fuentes consultadas, Rajoy sugirió que presidirá el Gobierno en breve, lo que significa tener el poder para continuar adjudicando o no, las obras públicas de las principales empresas españolas, entre ellas, por supuesto, la constructora San José”. José Luis Gómez, director hasta ahora de Xornal de Galicia, ha sido relevado de su cargo, de “mutuo acuerdo” con la propiedad de la empresa. 

O sea que Rajoy además de pasearse en un barco propiedad del "traficante más importante a nivel nacional" y evitar dar explicaciones -difíciles, eso sí-, se comporta como un verdadero gánster de película, chantajeando a una empresa para que cese al periodista que le ha pillado con las manos en la masa.


Concluye Rosa María Artal:

"Es decir, Rajoy se sube al barco de conocidos narcotraficantes como prueba la fotografía. Y no pasa nada, no tiene repercusiones. Salvo para el periodista que decidió publicarla que, casualmente, firma un “mutuo acuerdo” de despido inmediatamente después de la exclusiva". 

Y finalmente, pide:

"Pásalo. Empapela las calles con la foto de Rajoy huésped de narcos. Hasta que “el futuro presidente español” sepa que ya no vivimos tiempos de tapar lo que no conviene que se sepa".

Pues en eso estamos. Que se sepa.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Partido Popular valenciano: todos a la cárcel


Acabo de leer la reproducción en PDF del informe elaborado por la Brigada de Blanqueo de Capitales, que como su nombre indica es un organismo de la policía que se dedica a poner a disposición judicial a granujas que han hecho del desfalco, la estafa, el impago de impuestos y la evasión de capitales una religión que practican con fanatismo. El informe documenta con precisión implacable las simbióticas y nada presuntas relaciones entre el Partido Popular (PP) y el Grupo Parlamentario Popular de la Comunidad Valenciana con las empresas de Correa implicadas en la trama Gürtel.

La pieza en cuestión tiene 30 apretadas páginas, y su lectura pone los pelos de punta, ya que relata con extrema minuciosidad la apoteosis de la corrupción que constituye ese "Sistema de facturación y Financiación" de los actos del PP y su Grupo parlamentario valenciano, detallando con pormenores facturas, pagos efectuados y conversaciones telefónicas que desnudan el repertorio de trapicheos, marranadas, sobornos, cohechos propios e impropios y latrocinios sin fin de esta amplia tribu de chorizos con corbatas en tonos pastel. Pura pornografía dura, protagonizada y producida por una variopinta y numerosa manada de casposos emprendedores y politicastros con gomina, zafios y garrulos a más no poder; hay que leer cómo se expresan por teléfono cuando se creen a salvo de oídos investigadores.

Para no marearles con datos, les remitiré directamente a las Conclusiones (págs. 25 y siguientes). Se dicen ahí cosas como éstas: "no existe una explicación lógica del motivo por el cual distintas empresas de la construcción y/o servicios (...), que resultan adjudicatarias de numerosos contratos públicos en dicha Comunidad (valenciana), efectúen el pago de distintas Facturas a la mercantil Orange Market SL, cuyo importe íntegro pasa a descontar la deuda existente entre ésta Sociedad y el Partido Popular de la Comunidad Valenciana, así como su Grupo Parlamentario en las Cortes Valencianas, salvo que exista contraprestación o favorecimiento de algún tipo, entre dichas empresas, y la formación política expuesta, sistemática de funcionamiento que se repite a lo largo del tiempo".

Ya ven pues: "importe íntegro" que pasa de los adjudicatarios de contratos al Partido Popular vía Orange Market (la principal sociedad-centro de operaciones de la trama Gürtel en Valencia), "sistemática de funcionamiento que se repite a lo largo del tiempo". Casi nada. Nada en realidad, oyendo a los Camps, Barberá, Rajoy y resto de la banda.

Claro que en esa trama de hiper-corrupción el dinero sucio no siempre circula en el mismo sentido de la marcha. Por ejemplo, ante las "dificultades contables de liquidez" que atravesaba Orange Market en 2008, el PP le inyectó directamente centenares de miles de euros. Lean: "La Sociedad Orange Market SL, recibe de la formación política Partido Popular de la Comunidad Valenciana sin justificación contractual de ningún tipo, entre el 04/02/2008 y el 12/09/2008, la cantidad 405.450 Euros, que pasan a engrosar la Caja B de dicha mercantil". Cuatrocientos mil euros que el PP entrega a la empresa-faro de la trama Correa "sin justificación contractual de ningún tipo".

Quedan pues establecidas las partes de la trama. A los principales actores les conocemos ya a casi todos, sean políticos o empresarios. Queda una pregunta por resolver: ¿de dónde sale todo este diluvio de dinero?.

En su primer viaje a Nueva York, el escritor catalán Josep Pla, al ver desde la ventanilla del avión las innumerables luces de la ciudad, preguntó a su acompañante con retranca de pagés: "¿quién paga todo esto?". Esa es la pregunta ahora: ¿Quién paga la trama Gúrtel-PP?. Sabemos que en Gürtel y ramificaciones valencianas hay constructores-especuladores inmobiliarios, empresas de servicios (variados servicios; alguno relacionado con la prostitución, por ejemplo), ejecutivos y políticos de nariz blanqueada los sábados por la noche y misa matinal los domingos al mediodía... Bueno, no es difícil intuir que la fuente originaria esté (presuntamente ¿eh?; faltaría más) en el blanqueo de capitales provenientes del narcotráfico.

¿Se investigará en esa dirección? Seguramente acabará siendo inevitable que así suceda.

Les dejo el acceso al documento íntegro, que hoy se encuentra en la web de El País. Apresúrense, el PP ya ha anunciado que se querellará contra los medios que publiquen el informe policial. ¿Cabe mayor descaro?.

En la fotografía que ilustra el post, Mariano Rajoy saluda a los asistentes a un mitin en Valencia durante las elecciones generales de 2008. Delante de Rajoy, la cabeza política visible de la trama de corrupción valenciana: el presidente autonómico, Francisco Camps. A su izquierda, a la altura de la axila del presunto líder de la derecha española está Álvaro Pérez alias El Bigotes, propietario de Orange Market, la empresa que gestionaba la corrupción en el País Valenciano por cuenta del Partido Popular.

miércoles, 24 de febrero de 2010

El Partido Popular reclama un gobierno de campo de concentración nacional

Definitivamente, España es el país más raro del mundo. A ver dónde encuentran ustedes otro país en el que la patronal y sus compinches de la extrema derecha política, social y mediática aúllen cada día desde sus medios de intoxicación exigiendo a los sindicatos (de izquierda, of course) una huelga general que mande al carajo al actual gobierno español. No conozco grupo trostkysta de la más estricta obediencia a la VII Internacional que proponga tal cosa. Y sin embargo, oigan ustedes día sí y día también a los dirigentes del Partido Popular y a los ventrílocuos que hablan o escriben por ellos, incitando a los trabajadores y a los parados -sí, a los mismos parados creados a millones por sus "mecenas emprendedores", esos que les hacen donativos "anónimos" multimillonarios en euros-, incitando a la revolución social.

Ahora resulta que los "mercados" -el estúpido eufemismo que encubre al selecto grupo de canallas internacionales que han propiciado el actual desastre económico-financiero en su propio y galáctico beneficio-, reprochan a gobiernos como el del blandito Zapatero que no sean capaces de tomar medidas que aumenten el volumen de lo que vienen rapiñando. Hay que "desregular" el "mercado de trabajo" hasta el punto de que los asalariados envidien la condición de esclavos, dicen, único modo al parecer de que la economía patria levante cabeza; hay que acabar con las pensiones, los subsidios a los parados, los servicios públicos y demás dañinos generadores del déficit público, ése maldito freno a la libertad de mercado que ahoga la inversión privada y evita que el presupuesto público se invierta en las únicas áreas que realmente interesan a la derecha patria, que como es sabido son la represión física e ideológica de la ciudadanía mediante la policía, el Ejército, la Iglesia y la judicatura.

Y mientras estos animales arrecian en su ofensiva, por ahí va el antiguo paleta Corbacho, ministro de Trabajo o eso dicen, balbuceando en las emisoras de radio con su pobre vocabulario de Escuela de Verano de partido que por sus gónadas aquí todo Cristo se va a jubilar a los 67 años, le guste o no. Olé el ministro que vino del pueblo. ¿Y tú qué, pedazo de mamón, cuándo vuelves al andamio del que nunca debiste de bajar y te jubilas con el sueldo que te corresponde por tu cualificación profesional y tu coeficiente mental? Te lo dice un socialista que luchó contra Franco cuando a tí ni te había pasado pasado por la cabeza afiliarte a un partido de izquierda, pedazo de nulidad.

Así es normal que luego salga Esperanza Aguirre, la gansteresa presidenta de la Comunidad de Madrid, proponiendo un Gobierno de Concentración Nacional (de campo de concentración "nazional", en realidad), entre el PP y el PSOE en el que don Cristobalito Montoro sea ministro de Economía y Javier Arenas de Trabajo; coño, se le ha olvidado proponer al coronel Antonio Tejero como Defensor del Pueblo y a Belén Esteban como ministra de Cultura. Para mí que la gansteresa se chuta, y no precisamente con los goles de Cristiano Ronaldo.

Cada día que pasa España es un país más raro. Los sindicatos salen a la calle a defender las pensiones y la edad de jubilación, y la extrema derecha española -que es toda la derecha española, en realidad-, les reprocha que no asalten el Palacio de Invierno. ¿Pero dónde infiernos hemos llegado? Los mismos bandidos que nos roban, que nos atracan, que se llevan cientos de miles de millones de euros del erario público como "compensación" a lo mal que lo están pasando sus bancos y empresas, le echan en cara a sus víctimas que no actúen contra un Gobierno al que si algo cabe reprocharle es su papel de don Tancredo, "quieto parao" y con la respiración contenida en medio del redondel hispano. ¿Cabe mayor cinismo?.

Pues oigan, si quieren asaltar Palacios de Invierno vamos a empezar por los bancos, empresas y chalets de toda la gentuza que han amasado fortunas descomunales en la última década y pico gracias a la especulación inmobiliaria salvaje y el blanqueo del dinero proveniente del narcotráfico. ¿Para cuándo ése asalto?.

En la imagen, el general Francisco Franco -verdadero inspirador ideológico del PP español- en compañía de unos amigos, en aquellos tiempos en los que el gobierno español era de verdadera concentración nacional.

lunes, 19 de enero de 2009

Madrid, violencia y corrupción


Un excelente suelto de Almudena Grandes en la última página de El País de hoy, dibuja con precisión el clima siniestro que vive la noche (y buena parte del día) de un Madrid que ha perdido la alegría de hace apenas un par de décadas atrás, para convertirse en una ciudad en la que a pesar de mandar "la gente de orden", o tal vez precisamente por eso, se vive un remedo de capital latinoamericana con funcionarios corruptos, bandas de narcotraficantes y mafias que dan "protección" a locales nocturnos, todos juntos y revueltos y alimentándose criminalmente unos a otros.

Viene a decir Almudena que en aquel Madrid de los tiempos de Tierno Galván y Barranco, la delincuencia era un producto además de escaso, muy poco letal dado su carácter casi artesanal. Hoy día sin embargo, entre los nuevos delincuentes que acampan en la noche madrileña menudean las pistolas automáticas y el armamento sofisticado, los ajustes de cuentas con muertos encima de la acera o en medio de la pista de baile, y los choques entre grupos perfectamente organizados y en continua pugna por el control de un negocio de muchos millones de euros.

Por encima de esos victimarios y de los cómplices de su nivel, hay un mundo de tipos elegantemente vestidos y bien instalados en los peldaños honorables de la sociedad española actual. Dice la escritora que "Ahora, los que me dan miedo son ellos, los representantes nocturnos de la autoridad, porteros, guardaespaldas, policías, y ciertos clientes que dejan sus deportivos abiertos en doble fila. La gente de orden por fin ha conseguido que todos volvamos a ser sospechosos". Tal vez se trata precisamente de eso, de que todos seamos sospechosos para que ellos puedan seguir tranquilamente con sus "business".

En resumidas cuentas la gente de orden, como dice Almudena Grandes, ha reconquistado la noche de Madrid, y todo lo demás viene por añadidura.

lunes, 3 de marzo de 2008

Andorra, el Estado fascistoide de los Pirineos


Desde siempre se ha considerado a Andorra un estado de opereta. Instalado en un valle pirenaico encajado entre Francia y España, el paisito andorrano es un anacronismo de origen medieval cuya supervivencia histórica sólo se explica en razón de su peculiar jefatura bicéfala del Estado, que se reparten a medias el obispo de Seu D'Urgell por parte española y el presidente de la República por parte francesa y en tanto que sucesor de la monarquía capeta; ha sido pues la alianza del Trono y el Altar la que ha mantenido la viabilidad del principado andorrano durante siglos.

La fuente histórica de riqueza andorrana fue desde siempre el monocultivo del contrabando, sin duda consentido por las autoridades españolas y francesas; la corrupción en las fronteras andorranas es algo tan antiguo como la misma existencia de Andorra. En tiempos del franquismo, Andorra era la ventanilla por la que muchos españoles se asomaban a Europa, en viajes de fin de semana a cuya vuelta volvían cargados de whisky, tabaco y pequeños electrodomésticos.

Pero los tiempos cambian y hoy Andorra, en su exquisitamente fingida neutralidad internacional, se ha convertido en referente mundial del lavado de dinero negro. La opacidad financiera andorrana, superior a la suiza y a otros paraísos fiscales europeos, permite no sólo la anécdota de que numerosos artistas y deportistas españoles se avecinen nominalmente en el estado pirenaico como modo de evadir impuestos en su país, sino que a través de sus bancos se esté lavando una jugosa parte del dinero negro generado en España y Europa por el narcotráfico y la especulación inmobiliaria. El por qué los estados español y francés permiten esta situación en sus mismas narices -del mismo modo que el estado británico permite ése otro foco de corrupción y podredumbre financiera que es Gibraltar-, constituye un misterio que algún día deberían desvelarnos.

Pero Andorra es mucho más que un Estado lavadora y un paraíso fiscal. A pesar de los esfuerzos hechos en los últimos años por "homologarse a Europa" creando un sistema político parlamentario, nada ha cambiado en realidad en esta república elitista y censitaria. Los partidos andorranos no son más que grupitos de notables territoriales que defienden intereses semejantes sin diferencias ideológicas reales entre ellos, y el gobierno andorrano no es otra cosa que el Consejo de Administración de todo el tinglado. De las 80.000 personas que residen en Andorra, apenas un tercio tiene la nacionalidad; democracia, derechos humanos y libertades públicas son por tanto productos exóticos en el supermercado político andorrano.

En ese clima, no es extraño que el racismo y la xenofobia sean ingredientes políticos muy presentes en el "paraíso andorrano". Un reportaje de 20 Minutos publicado el 14-05-2007 informaba de que en 7 años, 900 residentes habían sido expulsados de Andorra.... por motivos de salud. Padecer arritmia, miopía, obesidad o hipertensión, son motivos suficientes para ser expulsado. Cuanto más el caso concreto que narraba 20 Minutos, el de Nuria, una catalana de 44 años expulsada por padecer cáncer. Sordera, hepatitis, ansiedad, y por supuesto, ser portador del VIH, son otras causas de expulsión inmediata si el afectado es residente en tan democrático país. Hasta 88 dolencias son motivo de expulsión. El diario relataba otros casos, como el del portugués Carlos Alberto Ramos Alves, de 40 años, al que se le expulsó por "dependencia del alcohol", aunque una analítica posterior dio negativo y remitía a una enfermedad bilial. Al español E.G., de 30 años, se le expulsó por haber dado positivo en una analítica de hepatitis C.

Dicen los sindicatos que en definitiva, lo que pretende el Gobierno andorrano es ahorrarse costes económicos. Ya se sabe, los enfermos no son productivos, y cuestan dinero en atención sanitaria.

Con todo, las discriminaciones no son sólo de tipo sanitario. Els Verds y Médicos Progresistas de Andorra denuncian que por ejemplo, en ese país se impide donar sangre a los homosexuales, lo que da otra pista sobre la ideología fascistoide y las fobias de quienes gobiernan el valle.

Los estados español y francés tienen resposabilidad directa sobre las trapacerías cometidas por los gobernantes andorranos, en la medida en que estos actúan como lo hacen aprovechándose del silencio de ambos sobre "cuestiones internas" del Principado. Quizá sea hora de que los dos copríncipes actúen y ejerzan sus funciones, poniendo a las élites andorranas en la tesitura de adaptarse a las leyes y convenios internacionales que rigen en Europa o ser despojados de su condición de Estado. Bastarían unas parejas de gendarmes y de mossos d'esquadra, para que Andorra abandonara definitivamente la Edad Media que parece imperar en el supuestamente idílico valle pirenaico.