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domingo, 21 de agosto de 2011

Fracaso final del aquelarre papifascista en España


Una especie de justicia divina hizo ayer que un huracán seguido de una tempestad barriera Cuatro Vientos, y derribara un buen puñado de infraestructuras del aquelarre papista que se estaba celebrando allí. La violencia del ventarrón fue tal, que además de producir siete heridos entre el público asistente al espectáculo por las caídas de carpas y andamios que tumbó, le voló de la cabeza a Benedicto XVI el gorrillo que lleva sobre la coronilla; sus cabellos flotaron entonces en el viento dándole un curioso aspecto de Medusa sonriente, lo cual hacía aún más horripilante su rostro de viejo sátiro. No solo eso. El intenso aguacero que sucedió al ventarrón obligó al Papa a dejar su discurso a mitad y huir para refugiarse de la lluvia, que mientras tanto calaba hasta el alma a sus "peregrinos". Todo muy simbólico, como pueden ver. Si yo fuera un jerarca papista y creyera en Dios -lo cual resulta ser un oxímoron de libro, ya lo sé-, habría visto ahí una señal de disgusto de la divinidad ante el circo organizado en Madrid estos días por los vaticanistas con cargo al erario público español, mientras en África millones de personas revientan de hambre y de sed.
Por lo demás el espectáculo ha tenido un seguimiento muy discreto fuera de las gradas que rodeaban la pista del circo. Las cifras de audiencias televisivas en España son muy desalentadoras para los programadores del evento. 

Un artículo de El País de ayer decía que el Papa "pincha" en las cadenas de televisión españolas -RTVE y Antena 3- que han retransmitido en directo los actos del aquelarre vaticanista en Madrid. Así por ejemplo las audiencias de la retransmisión en directo de la llegada de Ratzinger a Madrid fue un verdadero fracaso; "la audiencia dio la espalda a los actos papales", dice El País. El aterrizaje y la bienvenida que le dieron las principales autoridades del Estado a las 12h. solo interesó a 414.000 espectadores (14,1% de cuota de pantalla). Continúa este diario explicando que "la nueva conexión de TVE-1, a las 19.00, para ofrecer el recorrido de Ratzinger por las calles de Madrid y el encuentro en Cibeles con los asistentes a la Jornada Mundial de la Juventud solo sedujo a 507.000 fieles (6,5%)". Paralelamente, a esa misma hora la serie televisiva Amar en tiempos revueltos, "se hizo con el 21,2% de cuota y 2.454.000 seguidores". En La 2, prosigue el diario madrileño "el especial de El día del Señor (19.00h), con la lectura del evangelio y homilía ya cayó bajo mínimos, con 143.000 almas (el 1,8%)". 

Se dirá que los verdaderos creyentes son refractarios a sintonizar las cadenas públicas, dado el presunto control de estas por el Gobierno Rojo que nos atenaza según ellos. Lo cierto es que las audiencias obtenidas por la cobertura ofrecida por una cadena "de confianza" para los reaccionarios cual es Antena 3, son aún más ridículas que las logradas por la cadena pública: la llegada del Papa en Antena 3 (12.00h) apenas interesó a 271.000 personas (6,9%).

Algo pasa pues con la sociedad española, señor Ratzinger. El monstruoso acto de marketing que nos ha ofrecido esta semana es probablemente, todo lo que puede dar de sí el papifascismo en España. Mucha gente en Cuatro Vientos, sí, pero infinitamente más en sus ocupaciones cotidianas o gastando su ocio en otras ofertas. Su producto solo lo compran en España quienes ya eran clientes suyos, señor Ratzinger, y esos disminuyen día a día. Laus Deo.

lunes, 15 de junio de 2009

Irán, la revolución de nuevo en marcha


Las recientes elecciones presidenciales en Irán debían consagrar en el poder nominal a Ahmadineyad, el vicario civil del régimen clérico-militar de corte fascista que hegemoniza el país desde hace 30 años. Pero tres décadas de poder casi onmímodo del estamento religioso, matizado apenas por su alianza con los militares y con la burocracia civil, han sido más que suficientes para provocar el hartazgo de las nuevas generaciones.

La dictadura de un puñado de viejos fanáticos religiosos -o que aparentan ser fanáticos religiosos- constriñe el país, y sobre todo, impide la liberación de las energías creativas de una juventud que sabe perfectamente que hay un mundo más allá de las mezquitas y el sometimiento a unas directrices divinas. Directrices que como en otros casos similares, son interpretadas en régimen de monopolio por unos hombres ensotanados con intereses terrenales muy concretos.

El régimen de los ayatolas se cae a pedazos porque su existencia se fundamenta en la injusticia social más radical. La Edad Media lo tiene muy difícil para sobrevivir en tiempos de crisis de toda clase de ideologías, a pesar del inmenso barril de petróleo que mana bajo los traseros de los curas iraníes. O tal vez sea por eso que Irán comienza a arder: porque poseyendo esos inmensos recursos el país no acaba de salir de la pobreza, el atraso y la alienación colectiva.

En 1979 el bazar (las clases medias ilustradas iraníes) se aliaron con los líderes religiosos para echar de Irán al Sha, el emperador de opereta sostenido por los norteamericanos. Fue un momento de esperanza colectiva. Luego los religiosos se hicieron con todo el poder, que han retenido para una casta más o menos oculta de altos clérigos que de alguna manera equivaldrían a nuestra Conferencia Episcopal. Los intereses económicos de esa gente son vastísimos, y abarcan desde los ingresos percibidos por la comercialización legal e ilegal del petróleo, hasta el tráfico de armas y posiblemente de drogas.

Hoy, en 2009, Irán está teóricamente gobernado por Ahmadineyad, un patético personaje que recuerda a un Carlos Arias Navarro español, aquél presidente del Gobierno en tiempos del tardofranquismo al que los mandamases del régimen usaban como pimpampum de las iras populares, mientras ellos tomaban las decisiones importantes. Las elecciones fraudulentas que debían otorgarle un segundo mandato a la marioneta se han tornado posiblemente en su tumba política, y mucho más importante, en el inicio de una revolución popular que a medio plazo o quizá antes de lo que parece, acabará con el poder clérico-fascista en el país.

La juventud, las mujeres y el bazar se están echando a la calle. En Teherán y las principales ciudades está empezando a arder una revuelta urbana de proporciones cada vez mayores. El indicador más claro de su crecimiento y avance es precisamente la dureza de la represión, síntoma del temor creciente de las clases dominantes iraníes a ser desbordadas. La lucha será cada vez más dura y frontal e irá adquiriendo un carácter más popular y radical, a medida que pase el tiempo y corra más sangre. De todos modos, el final del poder de las élites religiosas en Irán se acerca de modo inevitable.

En la fotografía que ilustra el post, un policía antidisturbios iraní intenta defenderse de un manifestante que le ataca luego de haberle arrebatado la porra de reglamento a otro policía. Cuando se ven esta clase de imágenes, los regímenes dictatoriales afectados suelen tener los días contados.

martes, 10 de febrero de 2009

Eluana ya es libre


Sigue la terrorífica Danza de la Muerte organizada por los poderes más siniestros en torno a Eluana Englaro, la mujer a la que después de 17 años en coma vegetativo no se la dejaba escapar a tanto sufrimiento propio y de sus seres queridos. Dice la Iglesia católica que a Eluana "la han matado", aunque la justicia italiana no encuentra indicios de "crimen" en el modo en que murió, a los tres días de retirársele la alimentación e hidratación asistidas.

Al frente de ese disparate macabro que transgrede todo respeto y piedad debidos a un ser humano, el ¿ex?nazi que manda en el Vaticano y el neofascista que gobierna Italia continúan su indecente y cínica campaña en pro de la "vida", de una vida que sólo existía en sus calenturientas mentes. Afortunadamente Eluana no ha estado sola, su derecho a morir dignamente ha sido defendido por su familia, por algunos médicos valientes, por la justicia italiana no corrompida y por un presidente de la República que ha hecho frente con energía a la ofensiva clérico-fascista. Vergonzoso sin embargo ha sido el papel jugado por toda la izquierda, desde los social-liberales excomunistas del Partito Democratico (¿dónde se ha escondido todos estos días Walter Veltroni?) hasta la extrema izquierda presuntamente radical: ninguno ha salido a la calle ni ha abierto la boca en contra de esa infame condena a (mal)vivir que pretendía (y parece seguir deseando) perpetrar Berlusconi, creando una ley exprofeso para éste caso, un "diktat" que de presentarse sería aprobado por el Senado pero no firmado por el presidente Napolitano.

Beppino Englaro, el padre de Eluana, aseguraba en una reciente entrevista en El País que "la condena a vivir sin límites es peor que la condena a muerte". No sólo eso. Obligar a alguien a vivir contra su voluntad y contra la propia naturaleza de las cosas, es un acto político profundamente fascista, de posesión feudal de los cuerpos y las mentes por parte de instituciones que carecen de todo derecho sobre la persona.

Alguien en Italia debería llevar a los tribunales a los dos canallas, el ¿ex?nazi y el neofascista, por haber intentado violentar el derecho más sagrado e inalienable: el de disponer de uno mismo.

martes, 9 de diciembre de 2008

La Virgen de la Constitución y otras fiestas de guardar


Resulta que este fin de semana “puenteril” me he hartado de oír en la radio que el día 6 de diciembre (Día de la Constitución, fiesta oficial) abrían los comercios en toda España, y que en especial El Corte Inglés (ya saben, uno de los tres pilares sobre los que se asienta la identidad y la unidad españolas, junto con la Liga de Fútbol Profesional y la Guardia Civil) estaba esperando nuestras compras en un montón de provincias, incluida desde luego la Comunidad de Madrid (esa donde se defiende a capa y espada la Constitución de 1978, dicen). Vale, pues dos días después, el día 8 de diciembre (La Virgen de No Sé Qué Coño Virgen, asimismo fiesta oficial aunque sea de “rebote”), todo estaba cerrado, chapado, closed… ¡hasta El Corte Inglés madrileño!.

Yo me pregunto qué mierda de Estado no confesional es éste, que además de hacer festivo oficial (único país del mundo, junto con Italia) el día en que a mediados del siglo XIX el Papa Pío IX se inventó el dogma de la Inmaculada Concepción (entre la rechifla de la mayoría de intelectuales católicos de la época, todo hay que decirlo), permite que en la festividad civil más importante del año se abran los comercios como un día laborable cualquiera y en cambio secunda el cese de toda actividad laboral en un día dedicado a la mayor patochada del calendario católico.

Pues menos mal que al decir de la perrera mediático-clerical, Zapatero y su Gobierno persiguen sin descanso a la Iglesia católica. Si la llegan a proteger y promocionar, les ponen directamente el culo.

jueves, 20 de noviembre de 2008

El milagro de Sor Maravillas Bono


Finalmente parece que Sor Maravillas Bono y sus colegas del PP sector Opus Dei (como Jorge Fernández Díaz, el iniciador de esta payasada), han dado frenazo y marcha atrás en el intento de santificar el Congreso poniendo en sus paredes una placa a la mayor gloria de una monja, cuya única relación conocida con la casa de la soberanía popular fue, decían, haber nacido en un edificio preexistente (según oí ayer a Carmen Hermosín en la SER, ni siquiera eso es cierto).

De José Bono puede esperarse todo. El mismo Bono que cuando era ministro de Defensa abochornó a cualquier persona con sentido de la decencia, haciendo desfilar por la Castellana de Madrid a un voluntario fascista de la División Azul junto a un veterano republicano; el mismo Bono que en junio pasado abroncó a un anciano por exhibir una bandera republicana en el hemiciclo de las Cortes, durante un acto de homenaje a los mártires de la libertad encarcelados por el franquismo; el mismo Bono, en suma, que no tiene empacho alguno en fotografiarse al lado del cavernícola cardenal primado de Toledo presidiendo procesiones propias de una España telúrica, y simultáneamente es capaz de asociarse en suculentos y oscuros negocios con un personaje tan turbio como Eduardo Zaplana, recoge ahora una iniciativa del sector opusdeístico del PP y pretende colar de rondón en el congreso un "reconocimiento" a una persona cuya vida y pensamiento personificaron posiciones de una radicalidad reaccionaria tal, que deberían avergonzar a una derecha democrática y moderna. El problema es que en España no sólo no existe esa derecha democrática y moderna, sino que incluso en la izquierda existe gente como José "Maravillas" Bono; trepadores políticos sin conciencia ni escrúpulo alguno, ni otra ideología que no sea el uso y disfrute del poder.

Espero que quien puede y debe haya tomado buena nota de este nuevo alarde de santurronería del vivales de Sor Maravillas Bono, quien por lo demás tiene de creyente sincero lo que yo de arzobispo cátaro. Y que también haya tomado buena nota de que este individuo indecente nos ha llamado hijos de puta a todos los militantes y votantes socialistas, algo que ni siquiera Jiménez Losantos se ha atrevido a hacer hasta ahora desde su pocilga radiofónica. La carrera política de Bono, al menos en el PSOE, debe finalizar con la presente legislatura.

martes, 30 de septiembre de 2008

Darth Vader en el Poder Judicial español



La toma de posesión del nuevo presidente del Poder Judicial español, Carlos Dívar, se convirtió en un aquelarre litúrgico, donde la ultraderecha política y social española lució sus más tenebrosas galas.

La foto de portada de El País de hoy es impagable: “el jefe” del aparato judicial español, un altísimo representante del Estado "no confesional" (así al menos lo define la Constitución vigente), se inclina como un vasallo medieval ante el Darth Vader de la Iglesia católica española, el cardenal primado Antonio María Rouco Varela. La "entrañable amistad" que dicen une a Dívar y Rouco no parece tan extraña, si se tiene en cuenta que el señor Carlos Dívar se ha hecho famoso repartiendo rosarios a los funcionarios a sus órdenes.

Ahora que si piensan que el tal Dívar y sus amiguetes son simplemente unos ingenuos que sólo aspiran a tocar la cítara eternamente junto a Dios Padre, andan muy equivocados. Los puntos sobre las íes los puso al acabar el acto un tal Trillo, también miembro del Poder Judicial, quien sin percatarse de que un micrófono seguía abierto le espetó a Carlos Dívar: "¡Ya eres el jefe, coño!". Así pues, en el ámbito judicial, el Imperio contraataca.

A los asesores de Zapatero que indujeron el pacto con la derecha mediante el cual se le ha entregado a ésta el gobierno de la judicatura, deberían colgarlos de los huevos en una plaza pública.