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viernes, 1 de enero de 2010

Ya estamos en 2010


En la fotografía de hoy del Daily Mail, el puente de Sydney Harbour ilumina la noche australiana al dispararse desde él 5.000 kg. de fuegos artificiales para celebrar la llegada de 2010. A la izquierda de la imagen pueden ver un trocito de Opera House. Mucho más a la izquierda, un millón de personas disfrutaron del espectáculo desde Darling Harbour, uno de los lugares del planeta donde un servidor de ustedes ha sido más feliz.

Un abrazo en la distancia para mis amigos de Sydney (el camarero argentino de Darling Harbour, el portugués dueño del bar de tapas español de la calle Liverpool, la dependienta del centro comercial Queen Victoria que ardía de deseos de viajar a Barcelona aunque fuera una vez en la vida... y también para el amigo que sigue este blog desde Christ Church, en Nueva Zelanda. Y desde luego para todos los amigos y amigas que visitan AVENTURA EN LA TIERRA ¡Feliz año 2010 para todos ustedes!.

martes, 9 de diciembre de 2008

La Virgen de la Constitución y otras fiestas de guardar


Resulta que este fin de semana “puenteril” me he hartado de oír en la radio que el día 6 de diciembre (Día de la Constitución, fiesta oficial) abrían los comercios en toda España, y que en especial El Corte Inglés (ya saben, uno de los tres pilares sobre los que se asienta la identidad y la unidad españolas, junto con la Liga de Fútbol Profesional y la Guardia Civil) estaba esperando nuestras compras en un montón de provincias, incluida desde luego la Comunidad de Madrid (esa donde se defiende a capa y espada la Constitución de 1978, dicen). Vale, pues dos días después, el día 8 de diciembre (La Virgen de No Sé Qué Coño Virgen, asimismo fiesta oficial aunque sea de “rebote”), todo estaba cerrado, chapado, closed… ¡hasta El Corte Inglés madrileño!.

Yo me pregunto qué mierda de Estado no confesional es éste, que además de hacer festivo oficial (único país del mundo, junto con Italia) el día en que a mediados del siglo XIX el Papa Pío IX se inventó el dogma de la Inmaculada Concepción (entre la rechifla de la mayoría de intelectuales católicos de la época, todo hay que decirlo), permite que en la festividad civil más importante del año se abran los comercios como un día laborable cualquiera y en cambio secunda el cese de toda actividad laboral en un día dedicado a la mayor patochada del calendario católico.

Pues menos mal que al decir de la perrera mediático-clerical, Zapatero y su Gobierno persiguen sin descanso a la Iglesia católica. Si la llegan a proteger y promocionar, les ponen directamente el culo.

martes, 25 de diciembre de 2007

Ya es Navidad en El Corte Inglés


Un año más llega la Navidad y con ella su inevitable cargamento de consumo desaforado y sensiblería dulzona. Fue a partir de los años sesenta del pasado siglo cuando éstas fiestas -que durante siglos tuvieron carácter exclusivamente religioso y familiar, y se celebraban con recogimiento-, mutaron en la orgía consumista y chillona actual, que es a la vez un verdadero martirio para el bolsillo y un desafío a la sensibilidad humana.

En realidad, el motor de este estilo de Navidades son las grandes superficies comerciales, y en cabeza de ellas El Corte Inglés, empresa que en apenas un par de décadas se ha convertido en faro, guía e intérprete del sentido navideño contemporáneo. El centro del modo actual de celebrar la Navidad que nos propone el modelo ultraconsumista son -cómo no- los niños, convertidos en sus mejores aliados/cómplices. Hay comunidades autónomas en España en las que los niños reciben regalos tres veces en apenas una semana, gracias a Papá Noel, los Reyes Magos y las neotradiciones locales tipo "caga tió" catalán o el olentzero vasco.

A los mortales sólo nos queda apoquinar y rezar para que la fiesta dure, porque el día en que todo esto entre en crisis -es decir, cuando se toque techo en el nivel de endeudamiento familiar y las cascadas de impagados y las devoluciones de artículos comprados se conviertan en algo cotidiano-, las consecuencias serán verdaderamente históricas para la economía del país, y por supuesto para las economías familiares.

Mientras llega el momento y para ir abriendo boca, les recuerdo que si el PIB español acaba de superar al italiano convirtiéndose en el octavo del mundo (o eso dicen), los datos oficiales expedidos por Hacienda señalan que en 2006 la deuda conjunta de las familias superó por primera vez en la historia al PIB español: dicho en cristiano, estamos gastando mucho más no ya de lo que tenemos sino de lo que se producimos. Que Dios nos coja confesados pues.