Hoy me llegó un correo electrónico de Mauthausen Memorial Archives (MMA). Casualidades de la vida, en el momento en que estoy preparando un viaje que haré la semana próxima a Mauthausen, Gusen y Hartheim, el vía crucis de campos de exterminio que recorrió mi tío-abuelo Mariano Carilla Albalá antes de ser asesinado por los nazis, resulta que MMA contesta a mi petición de datos sobre Mariano, que les formulé el 19 de junio de 2007.
El MMA es un servicio del Ministerio del Interior austríaco (¿se imaginan que en España el encargado de velar por la memoria histórica fuera su homónimo español?). Como buenos germánicos son lentos pero concienzudos, pues junto con el correo electrónico me han remitido un archivo en PDF con toda la información de que disponen sobre este caso. Buena parte de esa información ya la conocía a través de la asociación española Amical de Mauthausen y de la base de datos Censo de Españoles Deportados a Campos Nazis 1940-1945 , en el Portal PARES del Ministerio de Cultura español.
En síntesis el MMA me confirma las fechas de llegada de Mariano a cada uno de esos campos: Mauthausen el 25 de enero de 1941 (provenía del campo de clasificación Stalag XII-D, en Tréveris) y Gusen el 17 de febrero posterior. Sabía que Mariano había muerto el 29 de septiembre de 1941, y pensaba que había sido gaseado en el camión cámara de gas rodante que hacía la ruta Gusen-castillo de Hartheim. Pero Mariano no tuvo esa suerte: según el MMA llegó vivo a Hartheim el 16 de agosto. Es decir estuvo en ése lugar, acaso uno de los más siniestros de todo el universo concentracionario y de exterminio nazi, durante casi un mes y medio. Les ahorraré describirles lo que ocurría en Hartheim, y por qué considero que habría sido afortunado de haber sido gaseado en el camino al castillo.
En el archivo PDF vienen imágenes escaneadas de las anotaciones escritas a máquina en las que la burocracia nazi iba reflejando ése trasiego. Son anotaciones pulcras, concisas y ordenadas, redactadas en un alemán seco y eficaz. Hay errores típicos de escribientes que naturalmente no debían estar familiarizados con el idioma español: el oficinista de Mauthausen convierte el apellido Albalá en Alcalá (¡aunque escribe la tilde!), y el que redactó el acta de defunción transformó Mariano en Marino. También la grafía del pueblo de origen de Mariano les dio bastante trabajo: en sucesivas anotaciones Lanaja se convirtió en La Naja, La Maja e incluso en La Haya. No faltan los sucesivos números que le fueron tatuando de campo en campo.
El oficio de Mariano quedó anotado como Landwirt (granjero, campesino). Lo cierto es que siendo joven había emigrado a Barcelona, donde probablemente trabajaría en la industria. Sin embargo, al tener que encarar los prolegómenos de su final en aquél universo de horror, el hombre dio como oficio el que ejerciera en su pueblo durante sus primeros años; seguramente no fue casualidad, sino un deseo consciente de reafirmar la propia identidad.
La clasificación que recibió fue "Rotspanier", "español rojo". Seguro que la recibió con orgullo.
A mi regreso les contaré de mi viaje a esa geografía del horror y de la memoria.
4 comentarios:
Y estoy esperando tu vuelta a Barna para poder leer tus impresiones.
Desearia contactar contigo, para que si fueras tan amable, me explicaras los pasos a seguir para conocer la mayor informacion posible de Mauthausen Memorial Archives sobre mi abuelo, tambien fallecido en Mauthausen. MUCHAS GRACIAS.
Te dejo un correo electrónico adonde puedes escribirme:
joaquim@pisa-bcn.net
Un saludo.
A mi también me gustaria ponerme en contacto con Ud. con el fin de que me orientaras para sacar la información de mi tio-abelo falledio en Gusen.
César
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