Ayer noche en el debate con Zapatero, Mariano Rajoy se despidió de todos nosotros. Quienes esperábamos que cambiara algunos registros entre el debate de la semana pasada y éste, nos quedamos patidifusos: sostenella y no enmendalla, parece ser el lema de la derecha española desde el 11 de marzo de 2004. Ayer Rajoy acentuó hasta el paroxismo ésa actitud y cuanto conlleva: chulería, prepotencia, arrogancia y en general, una larga serie de vicios del carácter individual y colectivo que dan muy mal en televisión.
Rajoy estuvo patético durante casi todo el debate, y en algunos momentos concretos tan descolocado que ni siquiera encontraba en su argumentario los insultos de rigor para contrarrestar las andanadas de Zapatero. Hubo dos o tres momentos en concreto en los que Zapatero le desquició (las referencias al 11-M y a la guerra de Irak, especialmente); los ojos de Rajoy chispeaban de ira, y no acertaba a organizar las palabras en una frase coherente. El cénit de la noche fue cuando un Rajoy noqueado y tartamudeante respondió a Zapatero que éste había votado en la ONU a favor de la guerra de Irak (!), a lo que el presidente replicó con ironía "quién debe estar asesorándole". Era obvio que Rajoy había perdido los papeles por completo. Y hablando de papeles, fue significativo desde el punto de vista psicológico el hecho de que a medio debate Rajoy comenzara a apilarlos en el suelo.
Por lo demás, el debate no dio más de sí que el certificar el fin de la carrera política de Mariano Rajoy. No es que vaya a perder, es que está claro que Rajoy nunca va a ganar. Su discurso -robotizado, repetitivo, insolente- no puede penetrar un solo paso más allá del redil que acoge a los votantes del PP. Rajoy sólo convence a los convencidos, a los que son capaces de creer cualquier cosa simplemente porque la dice el líder de su partido, sea quien sea ese líder. Rajoy está acabado porque ha demostrado hasta la saciedad que es incapaz de romper el techo electoral del PP.
En el PP saben que con él van a perder. Para intentar minimizar los daños han echado mano a todo, incluyendo al Aznar disfrazado de pijo de Serrano que apareció a última hora en el mitin del PP en León el domingo último. También han reaparecido Acebes y Zaplana, cuidadosamente escondidos desde el inicio de la campaña. Seguramente no echarán a Rajoy el 10 de marzo, entre otras cosas porque intentarán vender que ellos son los "vencedores morales" de estos comicios. De aquí a unos meses, quizá antes del verano, habrá Congreso del PP y a Rajoy le darán el finiquito. Mariano Rajoy es hoy, ya, un líder amortizado y solo.
A estas horas, tras el debate de anoche, en la sede del PP deben estar afilando todos los cuchillos de trinchar líderes acabados. Aguirre, Gallardón, Pizarro, quizá el propio Aznar (¿por qué no?)... todos se preparan para la degollina. La cosecha de cabezas será importante, y se prolongará durante tiempo.
2 comentarios:
No cantes todavia victoria, hay mucha gente que no piensa y se cree las barbaridades que dice Rajoy. Creo que ganará el PSOE, eso dicen todas las encuestas, pero hasta que no lo vea publicado el domingo no estaré tranquila.
Zapatero debió contestar mas contundentemente a Rajoy, sobre todo cuando éste dijo, en el colmo de su estupidez, que Zapatero habia apoyado la guerra de Irak. Pues lo que tu dices que Zapatero contestó, yo que estaba atenta, no lo oí y supongo que les paso lo mismo a muchos de los espectadores.
Pues sí, Zapatero le replicó por dos veces eso de "quién debe estar asesorándole" mientras sonreía, cuando un Rajoy exasperado y fuera de control insistía textualmente que Zapatero "había votado en la ONU a favor de la guerra de Irak".
Yo creo que Rajoy está acabado, y que todos menos él lo saben desde hace tiempo. Recuerda las palabras de Aznar en León: "Hay gente a la que no entusiasma Mariano...".
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